Número especial protagonizado por el Doctor Muerte a cargo de Jonathan Hickman y Sandford Greene, con el color de Rachelle Rosenberg. Un comic con sensación de What if? que sólo por el dibujo merece disfrutarse.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
El futuro del Universo Marvel se decide en este número especial. El legendario guionista Jonathan Hickman se une a Sanford Green para enviar al Doctor Muerte en un viaje como ninguno que haya acometido nunca antes. Con Valeria Richards a su lado, Muerte ha iniciado una cruzada de poder. ¿Para qué lo necesita? Para detener al mismísimo Galactus.
Sanford Greene (Carolina del Sur, 1972) es un dibujante de cómics estadounidense. Ha trabajado para editoriales como Marvel, Dark Horse, Image y DC Comics. Greene ha ganado los premios Eisner y Ringo, y es el creador del webcómic 1000 (escrito por Chuck Brown) y de Bitter Root (coescrito por Brown y David F. Walker). En Marvel ha trabajado en comics como Black Panther, Runaways y Power Man y Puño de Hierro.
Leyendo el Spot On de Julián M. Clemente me entero que este especial es una carta de amor de Sandford Greene a su villano favorito de Marvel, y que dado que Marvel tenía grandes planes para Muerte en 2025, decidieron que Jonathan Hickman colaborara con él para que lo que nos muestra este comic de alguna manera vaya en consonancia con lo que estaba por venir. Un Hickman que también ha utilizado en muchas ocasiones a Muerte y que parece claro que también tiene su aprecio por el monarca de Latveria.
Digo esto a modo de previa porque este comic NO se siente como una obra de Hickman, sino un trabajo en el que Sandford Green lleva la batuta en todo momento. Esto es una de las cosas que más me han gustado de este comic, dado que últimamente parece que no conecte con muchos de los comics que Hickman está creando para la Casa de las Ideas. En muchos aspectos, este comic me recuerda los especiales «El fín» que durante unos años publicó Marvel, mostrando la que se suponía que era la última aventura de los principales personajes de Marvel. En este sentido, el combate de Muerte y Valeria Richards contra un Galactus enloquecido por la sed de alimento tiene una sensación de What if? de principio a fin. Hablando de la historia, me parece muy interesante el uso que hacen de Valeria Richards. No sólo por la conexión que la hijastra de Reed y Sue tiene con Von Muerte, sino porque al ser la narradora consigue que conectemos emocionante con ella, algo que sería imposible de hacer en el caso de Muerte. Dentro de la sencillez de la historia, me parece que tiene muchos elementos acertados que ayudan al éxito del comic.
La sensación de What if? no me supuso un problema mientras leía el comic, porque el dibujo es sensacional. Las dobles splash-pages de este comic mostrando a múltiples personajes son increíbles, y el nivel de detalle que Green añade a cada viñeta me ha volado la cabeza. Me encanta como dibuja a Valeria, y los cameos de TODO el Universo Marvel ayuda a que la historia se sienta «importante» aunque no esté en continuidad. Además, el diseño de página y la disposición de sus viñetas enfatizaba la sensación de historia de condenación en la que los personajes no tenían esperanza de vencer. Algo que nos les iba a impedir seguir luchando a pesar de todo. A Green le acompaña Rachelle Rosenberg en el color, añadiendo el feeling de historia más grande que la vida con un enemigo imposible de derrotar. Este especial de Muerte es uno de esos comics en que sólo por el dibujo merece la pena comprar este ejemplar.
El caso es que recuerdo a Green de la miniserie de Runaways, pero tengo que reconocer que no le recordaba tan bueno como lo que acabo de ver en este comic. Está claro que un artista necesita acertar con el proyecto para realmente lucirse, y este puede ser un trabajo de los que marcan carreras. De hecho, tras este especial estaré atento a lo próximo que publique Green, porque este comic me ha gustado mucho.
Comparto las primeras páginas del comic:
Me ha gustado el especial de Muerte gracias a un dibujo increíble, consiguiendo que la sensación de What if? que tiene no empañe el disfrute.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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La política editorial de Marvel Comics en USA merece un análisis profundo. El mismo mes que Marvel publicó la miniserie Wolverine Revenge de Jonathan Hickman y Greg Capullo, y 15 días después del estreno en cines de Alien: Rolumus , ha salido el primer número de Aliens vs. Avengers de Jonathan Hickman con el artista super estrella Esad Ribic, con su colorista habitual Ive Svorcina. Hoy quiero hablar sobre este comic.
PUNTUACIÓN: 7/10
¡ALIENS Y VENGADORES SE ENFRENTAN!
Todo ha llevado a esto: ¡Los Xenomorfos llegan a la Tierra! El organismo perfecto se encuentra con un planeta de superhumanos. ¿Quién será el primero en caer? ¡Los legendarios colaboradores Jonathan Hickman y Esad Ribić se sueltan en esta epopeya en cuatro partes imperdible tanto para los fans de Marvel como para los de Alien!
No se qué tiene Hickman, pero ayer me quejaba del final de D.I.O.S.E.S., y aquí estoy, hablando de otro comic suyo. Además, hace unos días leí Wolverine Revenge y reconozco que me fastidió la propuesta de Hickman de habernos colado un What if? fuera de continuidad para el comic que marcaba el retorno de Greg Capullo a Marvel. Sin embargo, por la propia naturaleza de Aliens vs Avengers (AVA) quedaba implícito que este proyecto NO podía estar en continuidad. Y leer este comic sabiendo esto ha supuesto un alivio enorme, pudiendo entrar sin problema en la locura de la propia premisa.
Llevo una temporada siendo muy crítico con los comics que está escribiendo Hickman para Marvel, empezando por la decepción muy bien dibujada que fue D.I.O.S.E.S. Sin embargo, por el motivo que sea (en este caso saber que estamos en un comic fuera de continuidad) he entrado en la premisa de Hickman. Incluso a pesar que resulta super anticlimática, dado que NO plantea lo que se supone que vamos a ver en un comic de esta naturaleza, que es ver a los Vengadores luchar contra los xenomorfos. La historia de Hickman decide ir por otros derroteros, pero consigue que lo que sucede sorprenda una y otra vez. En realidad, como la premisa es esta y sin ella no habría comic, no me preocupó pensar en los problemas de continuidad y como esto en el universo Marvel tradicional no hubiera sucedido así. Otro motivo de curiosidad es que curioso el protagonismo que Hickman da a Valeria Richards, como ya pasó en las míticas Secret Warsm pensando en que nunca ha sido vengadora. Siempre se ha dicho que los escritores tienen personajes fetiches, y parece que Valeria es uno de los de Hickman. En todo caso, dado que entendí antes incluso de empezar a leer este comic su naturaleza de blockbuster palomitero sin continuidad, la lectura me dejó con unas ganas tremendas de leer cómo continua la historia. De este modo, AVA me resulta un éxito total.
Tampoco supone ninguna sorpresa decir que Esad Ribic con la colaboración de Ive Svorcina en el color realizan un trabajo estupendo en este comic. El primer elemento a destacar es que Ribic dibuja a los xenomorfos de forma espectacular, destacando su peligrosidad y su amenaza. El diseño de la tecnología futurista y los trajes de los protagonistas están geniales, y me gusta mucho la forma que tiene de dibujar a Valeria Richards, Miles Morales o Pantera Negra.
El estilo de Ribic enfatiza la épica y consigue la que experiencia lectora sea TOP, consiguiendo que entrara a tope en este mundo fuera de continuidad. Por contra, sus imágenes resultan demasiado estáticas, y en algún momento me pareció que trabajaba con plantilla, con alguna figura que parece calcada de algún comic previo. Con todo, mi valoración de este comic es muy positiva, sobre todo pensando que hace más de un año y medio desde que leí el último comic dibujado por Ribic, que fue en la colección de Eternos junto a Kieron Gillen. AVA es un comic con una buena historia de Hickman, pero creo que esta miniserie entra en la categoría de «compra segura sólo por el dibujo.»
Aparte de la opinión positiva sobre este comic, otra cosa es la cuestionables política editorial de Marvel. En primer lugar, obviamente Marvel ha publicado esta miniserie pensando sumarse al hype que entiendo podría provocar el estreno de la muy entretenida y destacable Alien Romulus del director Fede Álvarez. Sin embargo, de forma incomprensible Marvel NO ha publicado este primer número ANTES del estreno de la película, que se estrenó el 15 de agosto, sino que lo publicó el 28 de agosto, casi dos semanas después del estreno.
Lo normal es que Marvel hubiera trabajado para que si un espectador al que la película le flipó fuera a una librería especializada, hubiera podido encontrar este comic. Pensando que hablamos de lectores no habituales que buscaban más entretenimiento con los xenomorfos y que los omnibuses son opciones demasiado caras. Pero esto NO fue posible, y creo que es poco probable que alguien no fan vaya a volver 15 días más tarde a una librería a ver si ha salido este comic porque no estaba cuando fue la primera vez. Lo lógico es que aproveche su suscripción a Disney+ (o Hulu en USA) para ver las películas anteriores de la franquicia, y se olvide de que existe este comic. No me cabe duda que la publicación tardía le va restar ventas a las librerías. Porque esa es otra, Marvel entiendo que va a vender muy bien esta grapa gracias al sistema de pedidos anticipados del Preview. Pero igual las tiendas se tienen que tragar ejemplares no vendidos.
Otro tema a comentar es que aparte de hacerlo coincidir con la película, cosa que Marvel en realidad no ha hecho, pensé que a lo mejor Marvel publicaba este primer número en agosto porque querían tener toda la miniserie publicada de cara a sacar el tomo para Navidades, dado que es una comic que puede venderse como churros. Sin embargo, me ha volado la cabeza comprobar que ¡el segundo número no se publica en USA hasta el 6 noviembre! Ya no es que no lleguen a las Navidades, es que han publicado un comic que va a obligar a los lectores a sufrir una espera desproporcionada entre números. De nuevo, esto no es un comic-evento que tiene que salir en una fecha concreta, porque de su publicación dependen todos los tie-ins asociados. Pensar que una miniserie especial de este tipo se va a publicar de forma bimestral o trimestral me parece sencillamente ridículo. Y si dos meses y medio es demasiado tiempo entre grapas para un lector habitual, para un lector ocasional puede ser el motivo clave entre comprar la segunda grapa o no hacerlo.
Y esto no es un problema de Esad Ribic, que Marvel y todos sus fans sabemos que no es el dibujante más rápido del mainstream. Marvel tendría que haber trabajado con la suficiente antelación para haber garantizado que Ribic tenía tiempo para entregar su mejor trabajo y después plantear su solicitación para que esta moniserie se publicara mensualmente.Que no haya sido así es un desastre editorial alucinante. Y no se si es que 20th Century Studios (propiedad de Disney) tardó en dar el OK a este proyecto, pero creo haberle leído a Hickman comentar hace meses que además del universo Ultimate estaba trabajando en varios comics super chulos. No se si se trataba en concreto de esta AVA, pero algunas decisiones editoriales de Marvel me parecen incomprensibles. Independientemente de las explicaciones que den a esto.
Y hablando de Jonathan Hickman, también me parece raro que Marvel haya decidido publicar simultáneamente las dos últimas miniseries del arquitecto de Marvel Comics, Wolverine Revenge y Aliens vs Avengers. Lo digo porque de cara al Previews, publicar estos comics a la vez está restando interés mediático a una de las dos. No se si es que las ventas de Marvel de este 2024 están siendo horribles y la editorial necesitaba vender ya todo lo posible, sin margen de guardarse nada. Pero por lo que comentaba antes, lo lógico hubiera sido publicar en agosto Wolverine Revenge y hacer coincidir el último número de esa miniserie con el primero de esta miniserie. De esa manera, las librerías de comics tendrían un comic de un escritor importante como Hickman a lo largo de casi 10 meses seguidos, aparte de la serie regular de Ultimate Spiderman, dejando a Ribic tiempo para dibujarla. No ha sido así, Marvel sabrá por qué. Pero la consecuencia es que llevo semanas leyendo agente flipada con el retorno de Greg Capullo a Marvel para hacer la miniserie de Lobezno, y muy poca gente comentando el nuevo comic del equipo creativo de Secret Wars. En la comparación, no tengo duda que este comic es el que ha salido perdiendo, si bien creo que a la larga este AVA se venderá mucho más en el canal de las librerías generalistas tipo FNAC.
AVA número 1 me ha gustado y me ha dejado con ganas de saber cómo termina la historia. Pero a pesar de ser lector de grapa, siempre que sea posible, reconozco que me estos plazos de entrega me fastidian un montón. Pensando que es un comic especial fuera de continuidad, puedo esperarme perfectamente a que salga el tomo para comprarlo y leer la historia completa de una tacada. Para que veáis hasta qué punto creo que Marvel lo ha hecho mal.
Comparto las primeras páginas del comic:
Me ha gustado el primer número de esta miniserie de Aliens vs Avengers, quizá porque tenía claro de inicio que este tipo de historias no podía estar en continuidad. Sin embargo, el desastre editorial de Marvel me hace pensar que puede ser mejor esperarme y comprar el tomo recopilatorio.
PUNTUACIÓN: 7/10
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Último número de D.I.O.S.E.S. de Jonathan Hickman y Valerio Schiti, con color de Fer Sifuentes-Sujo con Marte Gracia. Y se confirme el enorme bluf que nos ha colado Hickman con esta miniserie.
PUNTUACIÓN: 6/10
Todo tiene su fin. Si pudieras retroceder en el tiempo y borrar el mayor error de tu vida, ¿lo harías? Por supuesto que lo harías. Así que vamos a hacerlo. Vamos a retroceder en el tiempo. Vamos a borrar el mayor error de nuestras vidas. Y veremos cómo termina todo.
La sinopsis de este ejemplar es un buen ejemplo de la tomadura de pelo que ha supuesto la historia de Jonathan Hickman para este nuevo concepto de D.I.O.S.E.S. Un comic en el que Hickman ha realizado todas las trampas narrativas imaginables, y algunas más. Como llamar a un comic G.O.D.S. (D.I.O.S.E.S.) sin que el acrónimo tenga significado. Después de 7 números de comic con Wyn de protagonista, aunque en algunos como en el pasado secundarios como Dimitri tomaron el protagonismo, Hickman usa este último número de la miniserie para mostrarnos detalles del pasado de Wyn, no se si con la intención que empaticemos con él, algo que a estas alturas ya es demasiado tarde. Pero hablando de trampas, Hickman sitúa este comic ¡100 años en el fututo! Que es la forma de decir que en realidad va a dar igual todo lo que nos vaya a contar, porque no llegará nunca a suceder en el Universo Marvel tradicional. (Y si esto es una línea temporal alternativa, todavía da más igual).
Siguiendo con las trampas, la sinopsis dice «Vamos a borrar el mayor error de nuestras vidas. Y veremos cómo termina todo.» Pero luego, ¡esto no llega a suceder! En realidad, tras viajar Wyn por su pasado viendo algunos de los hitos buenos y malos de su vida, que son situaciones que en realidad no me importan porque el personaje de Wyn nunca lo ha hecho, el comic y la miniserie termina con la avatar de los Poderes Fácticos ofreciendo esa elección a Wyn, pero no llegamos a saber qué elige. Menuda estafa, como todo lo que he leído en este comic.
El pecado original de D.I.O.S.E.S. es que Marvel vendió este comic con la premisa de ver a Jonathan Hickman reinventar la cosmología del Universo Marvel. Para ello creó dos facciones, los Poderes Fácticos y el Orden Natural de Todo. Wyn es el avatar de los primeros mientras que Aiko y Dmitri pertenecen a los segundos. Pero ahora que ya tenemos el comic completo nunca hemos llegado a saber exactamente qué es el Orden Natural de Todo, de donde surge su poder y cual es la diferencia que tienen con los Poderes Fácticos. De momento, sabemos que alargan la vida de sus adeptos, pero poco más. ¿Cómo puede la avatar de los Poderes Fácticos viajar en el tiempo con Wyn? Da igual, a Hickman se la trae al pairo. Y no dejo de leer en el prólogo de cada grapa lo de «una alianza incómoda entre ciencia y magia» para definir la relación entre estos poderes pero al final queda como una frase vacía sin interés dado que Hickman no se ha molestado en responderla, lo cual es casi insultante para el lector. De forma que he asistido a un comic en el que en realidad todo vale según necesite Hickman en cada momento. Como siempre, la trama compleja por encima de todo lo demás, ya sean los protagonistas o algo tan molesto como la lógica interna de las habilidades de estos seres. «Lo hizo un mago» llevado a la décima potencia.
En positivo, a pesar de no conectar para nada con la historia y las formas de Hickman de desarrollarlas, al menos el comic tiene un dibujo estratosférico. Valerio Schiti ya era uno de los mejores dibujantes de Marvel, pero es esta miniserie ha tenido que lidiar con seres extraños y situaciones más allá de lo real y lo físico. Y todo lo ha hecho bien, consiguiendo que D.I.O.S.E.S. fuera un comic extremadamente atractivo para la vista y super fácil de leer. Algo que tiene más mérito del que podría parecer con un análisis más superficial de esta obra. De hecho, si no suspendo este comic y le pongo un 6 es precisamente porque con un dibujo tan chulo es imposible que un comic suspenda. Saber que Schiti ahora se marcha una temporada a dibujar Los Vengadores de Jed MacKay me llena de alegría, porque Los Héroes Más Poderosos de la Tierra sin duda se merecen un dibujo a la altura. Y ahora con Schiti por fin lo van a tener.
Volviendo a D.I.O.S.E.S., la historia de Hickman me parece uno de los blufs más grandes que ha realizado en sus últimos años en Marvel. Y sin embargo, es tan diferente que le sigo comprando. Quizá lo que más me molesta no es si el comic es bueno o malo, sino que a Hickman le exijo más porque creo que puede, y de momento en sus últimas no ha estado a la altura. O también quizá el problema es que le pido a Hickman algo que no es, porque lo que nos ofrece en sus comics es en sus propias palabras lo que quiere hacer, por lo que quizá soy yo el que deba reconsiderar mis expectativas y darme cuenta que NO me va a ofrecer lo que le pido porque él hace otras cosas.
Comparto las primeras páginas del comic:
A pesar de tener un dibujo estupendo, D.I.O.S.E.S. ha sido una importante decepción. Espero que Marvel no tenga prisa en continuar esta historia, si es que alguna vez lo hacen.
PUNTUACIÓN: 6/10
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Tenía muchas ganas de leer el retorno de Greg Capullo a Marvel. Y lamento tener que decir que Wolverine Revenge, su miniserie de 5 números junto a Jonathan Hickman y que cuenta con entintado de Tim Townsend y color de Fco. Plascencia, ha resultado un chasco importante.
PUNTUACIÓN: 5/10
¡HICKMAN Y CAPULLO UNEN FUERZAS PARA UNA EPOPEYA DE LOBEZNO SIN IGUAL!
Greg Capullo hace su gran regreso a la narrativa de Marvel Comics cuando él y Jonathan Hickman enfrentan a WOLVERINE contra un grupo de enemigos que pondrán su mundo patas arriba. ¡Ha sido golpeado! ¡Ha sido ensangrentado! Y LOGAN sólo tiene un pensamiento en mente: ¡VENGANZA! No te pierdas esta prestigiosa miniserie, que se convertirá en una de las historias que definan la leyenda de Lobezno.
Mark Millar comentó hace unos meses que una de las claves para que la industria del comic mainstream americana recupere parte de su salud perdida pasaba por que Marvel y DC se dejaran de tonterías y contrataran a los mejores profesionales del medio para que hicieran trabajos con sus personajes más populares. Algo con lo que yo estoy totalmente de acuerdo, dado que esos comics no sólo serían super ventas, sino que los lectores muy probablemente aprovecharían para comprar otras cosas una vez estuvieran en la librería especializada. Tener un comic de Lobezno dibujado por Greg Capullo entra sin duda en esa categoría, al ser un artista super estrella que llevaba décadas fuera de Marvel tras trabajar en Spawn y en DC Comics. Y tener comics de este tipo, al igual que otros como Transformers de Daniel Warren Johnson y Jorge Corona, con ganchos que llevan a lectores de nuevo a las librerías, que es el primer paso fundamental para que las tiendas vendan sus productos: Que los clientes acudan.
Desde que se anunció este Wolverine Revenge con guion de Jonathan Hickman, todo el mundo sabiamos que este comic lo iba a petar, echando Marvel el resto al promocionar este comic vendiendo que iba a ser «una de las historias que definen la leyenda de Lobezno». Ahora que por fin he podido leer el primer número, tengo que reconocer que me he llevado una importante decepción por culpa del planteamiento de Jonathan Hickman, que ha provocado la desconexión total a partir que me di cuenta del giro de la historia y de lo que eso significa.
El número comienza explicando que esta historia tiene lugar 10 días después de la conclusión del evento Fatal Attractions (1993), cuando el asteroide M cayó sobre la Tierra y la muerte de Magneto provocó un pulso electromagnético masivo que dejó fuera de combate todos los sistemas del hemisferio norte. El Nick Fury original interrumpe la svacaciones de caza de Lobezno para reclutar al mutante para una misión. A bordo de uno de los tres helitransportes de SHIELD supervivientes, Furia explica a Lobezno, el Soldado de Invierno y el Capitán América que el pulso electromagnético que dejó sin luz a Occidente está provocando una escalada de muertes y catástrofes, y que necesitan toda la ayuda posible para «robar» el único reactor de fusión en frío de S.E.E.D. que se sabe que funciona. Pero ese reactor está en manos de Mente Maestra y la Hermandad de Mutantes Diabólicos en Tunguska, Rusia. A partir de ahí se inicia una misión en la que todo acabará yendo mortalmente mal.
En ese momento de la historia ya hubieron cosas que empezaron a chirriarme y que no me cuadraron, y que me estaba sugiriendo que Hickman se estaba pasando la continuidad del universo Marvel por el forro. Empezando con la pregunta obvia: ¿Por qué la Hermandad de Mutantes Diabólicos tienen el único generador de fusión fría que funciona cuando varios de los héroes más inteligentes del planeta (Tony Stark, Reed Richards, T´Challa, etc.) en condiciones normales seguro deberían tener el suyo operativo? Esto al final es la punta del iceberg, seguro no es lo más grave. Porque sin desvelar las sorpresas de este comic, el problema es que Wolverine Revenge es un comic fuera de continuidad. Y esto ha supuesto una frustración enorme.
Sólo hay dos opciones. O es un comic fuera de continuidad en el que todo es una locura y por tanto todo te da igual, o estamos ante una historia tipo «Kulan Gath» en Patrulla-X en la que al final todo vuelve al punto de inicio. En cuyo caso, las repercusiones o importancia de este comic quedan totalmente en entredicho. Pensando en que estamos en la primera posibilidad, Wolverine Revenge es una historia fuera de continuidad que Marvel NO ha querido vender como tal porque sabía que este detalle restaría lectores. Y creo que este tipo de historias no se le dan especialmente bien a Hickman. Desde luego, no es Tom Taylor. Y es que el escritor de DC consiguió en Injustice o DCsos que aunque haya montones de muertes de personajes claves de DC, cada una de las muertes te impacta y te duele. Porque la forma en que se plantean provoca la conexión con el personaje que van a morir. Por eso los comics de Taylor son tan entretenidos y satisfactorios. Sin embargo, Hickman presenta unos cameos para morir a las primeras de cambio sin que hayan hecho nada que justificara la aparición de esos personajes en primer lugar. Aparte de ser unas situaciones que de nuevo rompen con la continuidad Marvel porque esos personajes no deberían ser derrotados con la facilidad que se muestra en este comic. El supuesto shock nunca llega a producirse por la forma tan ridícula como se plantea todo. En este sentido, este primer número de Wolverine Revenge me parece lo más flojo que ha escrito Hickman en la última década o más. Porque incluso en otros comics en los que he conectado menos, por ejemplo las miniseries Ultimate Invasion o D.I.O.S.E.S., al menos la historia planteaba un misterio que me hacía querer saber cómo lo iba a resolver Hickman. En este Wolverine Revenge, la sensación de What if? con ínfulas de importancia ha arrasado con todo.
Pero no es sólo Hickman, porque tampoco he visto a un Capullo a gran nivel en esta primera grapa. Y eso que Hickman plantea el arranque de la historia en la Tierra Salvaje para que Capullo pueda dibujar dinosaurios, algo que le encanta. Igual es porque la propia historia de Hickman no plantea hitos para su lucimiento, pero Capullo con sus equipo habitual de Tim Townsend en el entintado y Fco. Plascencia en el color están bien. Pero no sobresalienteS. Me gusta ver a Capullo dibujando a Nick Furia o al Capitán América, por no hablar de villanos como Deadpool (si, en este mundo es malo), Omega Red o Dientes de Sable. Pero luego en realidad lo que hacen y lo que les pasa no provoca precisamente mi emoción. Porque como comentaba antes, todo me ha resbalado, y ni siquiera el dibujo de Capullo ha conseguido engancharme a esta historia.
Wolverine Revenge es una miniserie de cinco números. Tras leer el primer número, me da la sensación que Marvel está intentando copiar el éxito del sello Black Label de DC, que plantea comics fuera de continuidad, o con una continuidad indefinida, que se venden como rosquillas en el canal de librerías generalistas tipo FNAC a un público al que la continuidad no le importa ni la conoce. Pensando en la importancia de los autores Hickman y Capullo, y del gancho de Lobezno, creo que estamos ante un comic que Marvel quiere que tenga vocación de super venta que dentro de 10/15 años siga reimprimiéndose y vendiéndose como rosquillas. Sin embargo, tras leer un comic tan exagerado y over-the-top en el que todo resbala al lector, veo muy difícil que este comic vaya a ser bien valorado por los lectores o la crítica especializada. De momento yo me he quedado tan chafado que no quiero saber cómo sigue la historia, es que me da todo igual. Y acepto que Marvel plantee un entretenimiento exagerado «sin más», pero una parte fundamental del éxito de Marvel fue que las historias importaban. En el momento en que te pasas al mundo del What if?, la diversión puede conseguirse, claro que si. Pero la forma tramposa en la que Marvel lo ha planteado todo me deja la sensación que me ha engañado a sabiendas que lo estaban haciendo. Y la sensación como lector no puede ser peor.
Comparto las primeras páginas del comic:
Wolverine Revenge ha sido un importante jarro de agua fría. Ni siquiera el arte de Capullo puede salvar un comic que prometía mucho pero que el planteamiento de Hickman ha dejado herido de muerte.
PUNTUACIÓN: 5/10
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D.I.O.S.E.S. de Jonathan Hickman y Valerio Schiti, con color de Marte Gracia, se acerca al final. Comparto mis impresiones de este séptimo y penúltimo número centrado en Dimitri, el compañero de Wyn.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
Dimitri es un huérfano que nació en el Cosmódromo. En alguna parte está lo que ha estado buscando toda su vida. El camino de entrada es el camino de paso. Todo lo que tienes que hacer es escuchar la señal.
Llegados al séptimo número de D.I.O.S.E.S., está claro que no se le puede pedir a este comic que sea algo que no es. Sin embargo, refleja para bien y para mal lo que es el estilo de escritura de Jonathan Hickman y sus tics recurrentes. Cosas que pueden volarle la cabeza a algunos lectores pero que provocan desconexión a otra parte de fandom.
Pero antes de todo, tengo que quitarme el sombrero antes Valerio Schiti y Marte Gracia. Luego entro en la historia, pero el dibujo super dinámico de Schiti y el color espectacular de Gracia hacen que el comic sea un manjar para los sentidos. Los posibles problemas del comic son sobre la historia de Hickman, Schiti está a un nivel de super estrella en que merece la pena leer todo lo que haga. Sus composiciones de página, la forma en que hace que conversaciones que no apartan nada resultan interesantes, la fluidez narrativa y la maravilla que son sus escenas de acción hacen que este comic destaque sobre todo por su acabado artístico.
El «problema» de este comic no es el dibujo, claro, sino la historia de Hickman a la que sólo le falta un número para su finalización. Y más que «problema», el gráfico de Hickman que comparto a continuación y que aparece en este número explica los problemas que tengo con Hickman. Con la escritura de Hickman a nivel general, y con la premisa y ejecución de este comic.
En este séptimo número protagonizado por Dimitri tenemos el origen del ayudante de Wyn. Descubrimos que sus padres eran cosmonautas rusos que desaparecieron hace décadas, y todo lo que ha hecho Dimitri en su vida, incluso unirse al Orden Natural de Todo, estuvo motivado con su lucha para encontrarlos. A lo largo de la miniserie Dimitri estuvo dejando balizas en las diferentes localizaciones que visitaba. Hasta este comic parecía que era un plan del Orden Natural de todo, pero en este comic descubrimos que Dimitri tenía su propia agenda. Esto en si ya debería ser problemático, pensando en que el Orden parece ser una «organización» super poderosa. Pero en realidad, el problema es que toda la aventura parece una excusa para lo que parece que es más interesante para Hickman: El cuadro en el que nos explica que la realidad del Universo Marvel se construye dentro de un cuadrado creado dentro de las coordenadas Ciencia-Magia, Bien-Mal, Nacimiento-Muerte. Esto Hickman lo llama «el eje de poder».
Los padres de Dimitri desaparecieron en 1963 cuando era un niño de ¿8-10 años? Desde luego, Dimitri se conserva bien pensando que tiene casi 70 años. La búsqueda de sus padres le obliga a abrir un portal a un lugar fuera de la realidad conocida. Y dentro que la aventura está chula, dentro que la madre de Dimitri aparece de la nada, a todo el conjunto le falta tensión ya que no sabemos qué son estos seres habitantes de esta otra realidad. Aparte, la historia resulta anticlimática con el rescate de la madre de Dimitri sólo para verla morir cuando su cuerpo recibe de golpe los 60 años en que estuvieron perdidos. Además, la historia tiene un no final, dado que Dimitri desaparece para buscar a su padre, quedando la historia inconclusa. Así que dentro de un comic con un dibujo super chulo, tenemos una historia donde alguien viaja a un sitio para encontrarse con algo no explicado, para volver a viajar una segunda vez sin saber lo que ha sucedido. Y como pasa con Hickman, sumado a la premisa del octavo número, esto parece que va a quedarse colgado hasta otro momento. Que no será en esta serie que aún no se sabe si va a tener continuación. Plantear un comic supuestamente inteligente que sólo plantea preguntas sin responder nada en realidad es más fácil de lo que parece. Y seguro es más tramposo.
Aparte, Marvel vendió este comic con la premisa de ver a Jonathan Hickman reinventar la cosmología del Universo Marvel. Para ello creó dos facciones, los Poderes Fácticos y el Orden Natural de Todo. Wyn es el avatar de los primeros mientras que Aiko y Dmitri pertenecen a los segundos. Pero tras 7 números nunca hemos llegado a saber exactamente qué es el Orden Natural de Todo, de donde surge su poder y cual es la diferencia que tienen con los Poderes Fácticos. De momento, sabemos que alargan la vida de sus adeptos, pero poco más. De hecho, no dejo de leer en el prólogo de cada grapa lo de «una alianza incómoda entre ciencia y magia» para definir la relación entre estos poderes pero al final queda como una frase vacía sin interés dado que Hickman no se ha molestado en responderla. A estas alturas del comic, y sobre todo con la certeza que es una pregunta que Hickman no se ha planteado responder para empezar, es casi insultante para el lector.
Esta nueva cosmogonía se suponía que tenía que sustituir a la anterior, pero diría que los conceptos de Hickman no han cuajado. Si lo hubiera hecho esta miniserie no hubiera tenido tan sólo 8 números, o tras su finalización Marvel ya habría anunciado su continuación futura, cosa que de momento no ha hecho. Así que Hickman ha vuelto a colar a los lectores un comic con montones de conceptos ambiguos cuyo desenlace no está claro donde se va a producir. Por otro lado, puesto en la balanza, sigo quedándome completamente con Stephen Extraño como ser más poderoso del ámbito mágico de Marvel. Y no se si veo a Jed MacKay usando los conceptos de Hickman para sus estupendas aventuras.
D.I.O.S.E.S. no ha conseguido conectar con mis gustos, a pesar del estupendo dibujo de Schiti y Gracia. Una pena. Y sin embargo, aún confío que Hickman sea capaz de darnos un final a la altura. Aunque en realidad, creo que va a ser un final tan anticlimático como ha sido la serie en general.
Comparto las primeras páginas del comic:
D.I.O.S.E.S. no es un mal comic, y desde luego está super bien dibujado. Pero los ticks de Hickman impiden que sea uno notable.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
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¡Saludos a todos!
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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