Hoy quiero recordar Imposibles X-Force de Rick Remender para Marvel Comics, una de las etapas más celebradas de la franquicia mutante de los últimos años, en la que colaboró con artistas como Jerome Opeña, Esad Ribic, Greg Tocchini o Phil Noto.
PUNTUACIÓN: 8/10

En la actualidad, los lectores estamos muy flipados con el cambio de paradigma que Jonathan Hickman está llevando a cabo en la franquicia mutante de Marvel Comics, a partir de su maravilloso reinicio realizado en Dinastía de X / Potencias de X. Pero resulta super interesante ver que justo hace 10 años, en 2010, los X-Men también tuvieron un retorno a la grandeza a partir del “Advenimiento”, evento en el que los X-Men descubrieron a la primera mutante nacida desde el “NO More Mutants” perpetrado por Brian Michael Bendis en Dinatía de M.
A partir de este exitoso evento, los mutantes encadenaron unos años buenísimos, y uno de los máximos exponentes son estos Imposibles X-Force de Rick Remender. Remender durante muchos años ha sido uno de mis escritores favoritos con comics espectaculares como Fear Agent junto a Jerome Opeña y Tony Moore. Pero en 2010 aún era un escritor que tenía mucho que demostrar en Marvel, tras haber escrito una de las etapas más polémicas de Punisher, “Frankencastle”, en la que junto a Tony Moore convirtió a Castle a un cazador de monstruos no-muerto. Etapa muy divertida, todo hay que decirlo, pero que se alejaba mucho del canon clásico del personaje.
Un primer hecho destacable es Remender siempre planteó Frankencastle y estos Imposibles X-Force como series con arcos con un principio y un final definido, entendiendo que obviamente su paso por estas colecciones era temporal y tras él otros autores tendrían que seguir jugando son estos personajes. Esta idea de crear una historia cerrada a modo de temporada es ahora cada vez más habitual, pero en 2010 era una rareza.
Contando el prólogo, la etapa de Remender en Imposibles X-Force fueron 37 números publicados entre noviembre de 2010 y febrero de 2013. Durante estos 28 meses la serie fue publicada a ritmo quincenal en varios momentos, lo habitual en la Marvel de la época. Por ponerlo en contexto, frente a las 52 series de DC Comics lanzadas a partir del reinicio de los Nuevos 52 de septiembre de 2011, Marvel optó por reducir su número de series regulares en una inciativa conocida como Marvel Now!, concentrando su oferta editorial en lo mejor de lo mejor, publicando la mayoría a ritmo de 18 comics al año. Esta decisión vista en perspectiva se ha demostrado como correcta, ya que Marvel arrasó a DC en las cifras de ventas y lo que es mejor, se crearon en esos años etapas estupendas de muchos personajes.

Lamentablemente, este planteamiento de Marvel consiguió buenísimas ventas pero a su vez impidió que la serie pudiera tener una consistencia artística, con continuos cambios de dibujantes. Dentro de lo malo, la buena planificación editorial consiguió que al menos cada arco estuviera realizado por un único artista, como luego veremos. Sin embargo, vista la serie en su conjunto, vemos que de los 37 números, Jerome Opeña dibujó 9 comics todos en la primera mitad, mientras que Phil Noto dibujó 8 de la segunda, siendo el artista que cerró la serie. Y entre ambos, tenemos a un Esad Ribic que además de muchas portadas dibujó 3 números, al igual que Billy Tan o Mark Brooks, mientras que Greg Tocchini dibujó 4, la totalidad del cuarto arco “Otromundo”.
Esto a la larga es una pena ya que aunque la historia de Remender es compacta y cuenta con un principio impactante y un final satisfactorio, hay que reconocer que Phil Noto es un dibujante solo correcto a años luz de la calidad artística de Jerome Opeña (o de Esad Ribic), lo que hace que una historia sobresaliente acabe siendo un comic notable por esta irregularidad.

Remender reunió en X-Force a un grupo heterogéneo de personajes como Lobezno, Masacre, Ángel / Arcángel, y los inesperados all-stars de esta serie, Mariposa Mental (Betsy Braddock) y Fantomex (Jean-Phillipe), el Arma XIII creado por Grant Morrison. A estos cinco personajes se les unieron durante el transcurso del comic Deathlok y Rondador Nocturno, generando un interesante rotación.
Remender utilizó estos X-Force para plantear una interesante reflexión sobre las consecuencias de la violencia y en qué medida estos personajes pueden ser considerados “héroes” si actúan igual que sus enemigos, teniendo en cuenta que en el Universo Marvel, matar siempre está mal. Además, la disyuntiva de si nuestro destino está marcado de antemano o si podemos aprender, mejorar y evolucionar es otro de los temas importantes del comic.
A continuación, voy a comentar sin spoilers posible de los 5 tomos con los que Panini publicó esta serie en España, que os invito que descubráis si aún no habéis leído este comic:
Volumen 1: La Solución Apocalipsis

¡El triunfal regreso de X-Force! Después de “Advenimiento”, todo ha cambiado. Lobezno ha prometido a Cíclope que su grupo de operaciones encubiertas ha dejado de existir. Pero Logan mintió. Ahora que los mutantes vuelven a mirar al futuro con esperanza, X-Force es más necesario que nunca. Apocalipsis renace de sus cenizas para convertir esta Edad Heroica en un reino de pesadilla. Para acabar con él, Logan decide reunir a un nuevo equipo, formado por Arcángel, Fantomex, Masacre y Mariposa Mental. Su misión: acabar con Apocalipsis con todos los medios a su alcance.
Este primer volumen es espectacular. Excepto por el prólogo dibujado por Leonardo Manco, los cuatro números de este arco fueron dibujados por Jerome Opeña con color de Dean White, y fueron algunos de los comics mejor dibujados y con más carisma de Marvel en años. Opeña estaba on-fire, con una narrativa espectacular con composiciones y planos de cámara super imaginativos que siempre mostraba la acción de la forma más dinámica y espectacular posible.
A partir de un elemento un tanto trillado, el renacimiento de Apocalipsis y sus cuatro jinetes, Remender crea un elemento novedoso al hacer que sea un niño que aún no ha cometido ningún delito, enfrentándose el equipo a la vieja disyuntiva de “si pudieras viajar en el tiempo, ¿matarías a Hitler siendo niño para evitar el holocausto?”
Además, en aquella época no me gustaba nada Masacre (reconozco que hasta este año no leí la excelente etapa de Gerry Duggan, por ejemplo), pero Remender hace que sea soportable y durante toda la etapa conseguirá crear momentos excelentes con él. Además, la relación sentimental de Ángel y Mariposa Mental / Betsy en la que ella le está ayudando a evitar que caiga en el lado oscuro de Arcángel se siente muy real y te preocupas por ellos inmediatamente. La gran sorpresa es Fantomex, que aunque en la superficie es un chulito prepotente, intuyes que oculta mucho más en el interior, algo que Remender irá desarrollando durante en los siguientes arcos.
Quizá el único pero es que durante este arco Remender hace que Fantomex salve demasiadas veces la situación con su poder mutante de crear en la mente de sus enemigos espejismos que permiten que los héroes escapen. Esta habilidad crea páginas espectaculares, pero al utilizarlo tanto en el mismo arco queda un poco tramposo. En todo caso, este arco fue increíble y su impactante y polémico final creó unas repercusiones que afectarán profundamente a todos los protagonistas.
Volumen 2: Nación Deathlok

El segundo tomo de la serie mutante más sorprendente del año. De entre todos los futuros posibles que le esperan a la humanidad, sólo existe algo en común a todos ellos: ¡El ascenso de los Deathloks! Su nacimiento se asienta en nuestro presente, pero luego crece, como un virus temporal, extendiéndose a lo largo de todas las líneas posibles para cambiar el destino de la humanidad. ¿Podrá X-Force evitar lo inevitable? ¿Y de qué manera los acontecimientos se conjuraran para dar lugar a una nueva «Era de Apocalipsis»?
Este arco empezó con el número 5.1 (una de estas iniciativas raras de Marvel planteadas para crear buenos “jumping-points” para nuevos lectores) dibujado por el excelente Rafael Alburquerque en la que los X-Force se enfrentarán a Dama Mortal y sus Cosechadores- Este comic servía para resaltar la naturaleza proactiva del grupo que intenta detener a los malos antes de que ataquen a inocentes. Como número unitario me parece modélico, además de tener un dibujo que quita el hipo.
El arco Nación Deathlok se desarrolló en los números 5 a 7 americanos y fueron dibujados por el también genial Esad Ribic, con tintas de John Lucas y color de Matthew Wilson. La historia ofrece otro punto de vista a las clásicas historias de “Días de Futuro Pasado” en la que son los Deathloks y no los Centinelas los que se han hecho con el control del futuro, y no dejarán que nada impida que eso llegue a producirse.
El tomo en España incluía además los números 8 a 10 dibujados por Billy Tan con colores de Dean White, que fue el colorista oficial para toda la serie. Estos números muestras una de las repercusiones que el arco anterior ha provocado, Ángel está revertiendo en su personalidad oscura de Arcángel, mientras que Betsy Braddock tendrá que enfrentarse al telépata Amal Farouk que la esclavizó en el pasado. En resumen, los guiones de Remender siguen estando super bien construidos planteando situaciones que son consecuencia de las decisiones que tomaron los héroes, aunque tenemos una primera mitad con un dibujo increíble y una segunda meramente funcional.
Volumen 3: La Saga de Ángel Oscuro

¡La aventura mutante más sorprendente que se ha publicado en años! Sólo Rick Remender podría escribir «La saga del Ángel Oscuro». Apocalipsis ha muerto. Su heredero es El Arcángel, quien ha seguido adelante con los planes de su predecesor, reuniendo un gran ejército con todos los seguidores de En Sabah Nur. La única esperanza que le queda a X-Force de salvar a su amigo Warren de la siniestra entidad que se ha apoderado de su alma se encuentra en otro mundo: una dimensión alternativa en la que Apocalipsis se alzó supremo. Sí, ha llegado el momento de viajar a… ¡La Era de Apocalipsis!
Si algo caracteriza los guiones de Remender es que no se guarda nada, son todo lo espectaculares que pueden ser y más, con acción a raudales, continuidad bien entendida y momentos realmente emocionantes. Sinceramente, no se puede hacer mejor dentro del género superheroico. Esta saga de Ángel Oscuro se desarrolló en los números 11 a 18 americanos, y estuvo dividida en dos partes claramente diferenciadas. La primera parte estaba ambientada en la Era de Apocalipsis (números 11 a 13) dibujada por Mark Brooks, con ayuda de Scott Eaton en el 13, tintas de Andrew Currie y color de Dean White, mientras que la segunda ya en el presente (números 14 a 18) tuvo de nuevo a Jerome Opeña como dibujante.
El arco estuvo super bien dibujado y el guión de Remender pone el foco en la ¿imposible? relación de Warren y Betsy ante el genocidio que plantea Arcángel contra la raza humana. Hay una tensión creciente, un villano imposible de derrotar y su super emocionante final me dejó tocado porque Remender había construido de maravilla la relación de la pareja.
Volumen 4: Otromundo

¡¡Llega el cuarto volumen de la serie mutante de culto, en el que Rick Remender recupera algunos viejos personajes olvidados dentro del rico cosmos de La Patrulla-X! Apenas acaban de volver de una traumática aventura cuando el grupo de operaciones encubiertas liderado por Lobezno debe introducirse de lleno en un conflicto con Otromundo, el nexo de la realidad en el que ciencia y magia coexisten y del que nace el poder del Capitán Britania. Los mutantes tendrán que salvar ese lugar de la destrucción absoluta, porque si no lo hacen… Bueno, su compañero Fantomex pagará con su vida.
Este cuarto volumen se inició con el clásico número de “consecuencias”, el 19 USA, en las que se forma un nuevo status-quo en el grupo con varias bajas y alguna nueva incorporación. El número estuvo dibujado por Robbie Rodríguez, que realizó un buen trabajo.
Otromundo se desarrolló en los números 20 a 23 y estuvo dibujado por Greg Tocchini, que ha había trabajado con Remender en “The last days of american crime” y en la actualidad aún tiene pendiente de terminar LOW, ambas para Image. Tocchini tiene un dibujo complicado que puede no ser del agrado de mucha gente, pero en mi caso reconozco que una vez entré en el juego, me ofrece unas páginas chulísimas repletas de personalidad y carisma.
La historia de Otromundo vuelve a girar sobre las consecuencias de nuestros actos y lo que estamos dispuestos a hacer para salvar a nuestros seres queridos, y tiene a Fantomex y Betsy de grandes
protagonistas. Además, otro elemento es importante es quizá ver como mucha gente mantiene una superioridad moral dado que no han tenido que enfrentase a las decisiones difíciles que otros si tienen que tomar. Y, al final, alguien debe tomar las decisiones difíciles y asumir sus consecuencias. Estos elementos vuelven a ser los temas centrales de la etapa de Remender y volvemos una y otra vez sobre ellos, en el mejor sentido.
El volumen termina con el número 24, el primero dibujado por Phil Noto en la serie, en la que conocemos el precio que hubo que pagar en el arco de Otromundo y en el que Rondador Nocturo se cobrará su primera venganza.
Volumen 5: Ejecución Final

Llega el explosivo tomo con el que finaliza la aclamada etapa de Rick Remender como guionista de la serie. Los Imposibles X-Force hacen frente a un nuevo y peligroso grupo de villanos, pero también a la renacida Hermandad de Mutantes Diabólicos. ¿Podrá el equipo mantenerse unido mientras lucha por la supervivencia o las discrepancias internas conducirán a la muerte de sus integrantes? Mientras tanto, Génesis afronta la verdad sobre Apocalipsis y su destino. ¡Tres años de historias concluyen en este alucinante volumen!
Ejecución final fue el último arco y la saga más larga de toda la serie, desarrollándose entre los números 25 al 35 americanos, y fue en el que los cambios de dibujantes fueron más evidentes y afectaron a la calidad del comic. El número 25 fue otro fill.in dibujado por Mike McKone en el que el equipo parece más desmontado que nunca. Como suele suceder, es cuando los héroes se encuentran más débiles cuando aprovechan los malos para atacar, y el primer golpe lo vemos en los números 26 y 27, dubujados por Phil Noto. En otro giro imprevisto, X-Force viajan al futuro de Deathlok, donde descubrirán lo que sus acciones sin control ético podrían llegar a provocar. Estos dos números (28 y 29) están dibujados por Julian Totino Tedesco, que ofreció un respiro a Noto. El 30 es otro fill.in dibujado por Dave Williams en el que vemos lo que le está pasando mientras tanto a Génesis, la versión juvenil “buena” de apocalipsis.
A partir de ahí, Phil Noto ya dibuja de un tirón los cinco últimos números (31-35) que cerraron la historia. Como comenté antes, por un lado Remender agradece públicamente a Noto porque gracias a él el comic llegó a publicarse a tiempo como estaba previsto. Pero es una pena, porque a sus páginas le falta la intensidad dramática y se le nota muy limitado en cuento a composiciones o a la hora de crear planos potentes que impacten, todo es muy plano y casi hasta gris. Si estas páginas las hubiera dibujado Opeña, la cosa hubiera podido ser histórica, sobre todo teniendo en cuenta el final, que en lo relativo a dos personajes me pareció maravillosamente perfecto.
Como en tomos anteriores, Remender plantea muchas cosas que se suceden en la página con un ritmo increíble. Si algo NO es Remender, es un escritor aburrido, todo se presenta a una velocidad endiablada e incluso los números que yo calificaba ante como fill.ins (por el baile de dibujantes), narrativamente son fundamentales para construir la tensión o las motivaciones de los personajes.
Comentaba al principio que uno de los temas de X-Force eran las consecuencias de nuestros actos, pero al final, Remender no cae en soluciones fáciles ni clichés, mostrando los grises en los que se mueven estos personajes, que a veces es difícil de calificar de héroes. Aunque siguen intentando ser mejores, quizá eso al final es lo importante.

Viendo el éxito de Imposibles X-Force, Marvel “ascendió” a Rick Remender y le ofreció el puesto de escritor de la nueva serie estrella Imposibles Vengadores surgida tras Vengadores vs X-Men, evento que fue un super éxito de ventas aunque creativamente me parece uno de los más flojos de esos años. Además, escribió también el volumen 7 de Capitán América que se recordará sobre todo por convertir a Sam Wilson (El Halcón) en el portador del escudo.
Remender aguantó dos años hasta que decidió a finales de 2014 abandonar La Casa de las Ideas para desarrollar sus propios conceptos de creación propia en Image, gracias a lo cual han surgido comics estupendos como Black Science, Deadly Class, Tokyo Ghost, Low o Seven to Eternity.
Como conclusión, aunque fue una pena que este último arco tenga el peor dibujo de toda la serie, no malo pero sí únicamente funcional, creo que globalmente esta etapa es un notable alto que consigue dejar al lector con buen sabor de boca, y que marca el camino de lo que los autores deberían aspirar al hacerse cargo de una serie.
¡Qué buenos son los X-Force de Rick Remender!!
PUNTUACIÓN: 8/10
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