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Crítica de Star Wars: Tales of the Underworld (Disney+)

Disney+ y Lucasfilm han encontrado un filón en la antología de animación Star Wars: Tales, centrada en contar historias de personajes menos conocidos de la franquicia galáctica. La tercera temporada, Tales of the underworld, se centra en los asesinos Asajj Ventress y Cad Bane.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Tales of the Underworld es un viaje de seis episodios que sigue a dos famosos cazarrecompensas: la ex asesina del lado oscuro Asajj Ventress, que recibe una nueva oportunidad en la vida y debe huir con un nuevo e inesperado aliado, y el forajido Cad Bane, que se enfrenta a su pasado cuando se enfrenta a un viejo amigo, ahora alguacil al otro lado de la ley.

La antología creada por Dave Filloni Star Wars: Tales se amplía con una tercera entrega a priori centrada en el elemento criminal de la galaxia. Para ello, Tales of the undeworld sigue la estructura de una serie de 6 cortometrajes de entre 12 a 15 minutos de duración protagonizados por dos personajes diferentes que tienen 3 episodios para cada uno.

Los primeros 3 cortometrajes están protagonizados por Asajj Ventress (con la voz de Nika Futterman). Estos episodios están dirigidos por Nathaniel Villanueva, Saul Ruiz y Steward Lee, con un guion de Matt Michnovetz a partir de una historia de Dave Filloni. Directores y guionistas que repetirán en el segundo segmento de cortos, protagonizados por el asesino a sueldo Cad Bane (que tiene las voces de Corey Burton y de AJ LoCascio como el Cad adolescente llamado en ese momento Colby).

Asajj Ventress es una zabrak del clan de brujas Nightsister de Dathomir. Fue entregada como esclava de niña antes de ser rescatada y entrenada en los caminos de la Fuerza como padawan Jedi. La muerte de su maestro Jedi hace que Ventress caiga en el lado oscuro de la Fuerza y se convierta en la aprendiz y asesina personal del Lord Sith Conde Dooku. Tras aparecer en The Clone Wars, Dave Filloni la recuperó en la última temporada de The Bad Batch. Aparte de mostrar que Ventress no estaba muerta, en esta serie parecía intuirse que se estaba planteando un viaje de vuelta hacia la luz.

Y en cierto sentido parece que Filloni está aprovechando esta antología Star Wars: Tales… para rellenar huecos en la cronología de Star Wars. Sin ir más lejos, con Ventress en esta tanda de episodios. Quizá lo más interesante de su historia está precisamente en los primeros minutos, cuando aprendemos cómo Ventress consiguió resucitar de entre los muertos. Una escena con cameos importantes dentro del lore de Star Wars. Su aventura posterior ayudando a un joven con habilidades jedi, Lyco Strata, resulta una historia con un interés bastante menor.

Los episodios de Ventress me han parecido un sin más absoluto, empezando porque hablamos de un personaje de segunda o tercera fila que no podría interesarme menos. Entiendo el cariño que Filloni puede tenerle desde los tiempos de The Clone Wars, pero es un sentimiento que no comparto, lo que provoca mi indiferencia más absoluta. Dicho esto, tengo que reconocer que la segunda historia protagonizada por Cad Bane me ha gustado bastante más, al ser una historia que es puro Western.

La historia de Cad Bane es una historia de origen con una cierta sensación trágica. En el primer episodio conocemos a Cad Bane de joven, cuando su nombre era Colby, un vagabundo que intenta sobrevivir junto a su amigo Niro en las calles de Duro. Reclutados por el líder de una banda local, Laszlo, los amigos acaban separados tras un robo en el que Niro es detenido por la policía y Colby se une a la banda de Laszlo. Años más tarde, Colby se hace llamar Cad Bane y volverá a Duro cuando descubra que Laszlo ha muerto tras un tiroteo con el marshal local. Tras volver a pisar las calles de Duro, descubrirá que Niro es ahora un ayudante del marshal, por lo que el enfrentamiento está asegurado.

Asajj Ventress me trae sin cuidado. Pero reconozco que la aparición de Cad Bane en El libro de Boba Fett me gustó mucho y nos dio unos momentos que son puro western, al tener a un tirador experto al que le encanta masacrar a su enemigos en duelos desiguales. La historia de estos tres cortometrajes va directa al grano y por su propia estructura y duración no puede profundizar más de lo que lo hace. Pero si consigue mostrarnos a una persona que tuvo la posibilidad de elegir, y eligió el lado oscuro, convirtiéndose en un asesino

En lo referida a la animación, tenemos la animación tipo The Bad Batch, que es funcionar y suficiente para contar una historia, pero incapaz de transmitir emoción. Para los fans de Star Wars esta animación es suficiente para conocer la historia, pero en realidad me gustaría que Lucasfilm y Disney se lo curraran un poco más en este aspecto.

De igual manera, la antología Star Wars: Tales… parece el juguete de Dave Filloni en la que seguir jugando con sus juguetes mientras conocemos las historias que quiere contar con ellos que no encuentra otro sitio más adecuado para hacerlo. Como Cad Bane me interesaba más que Asajj Ventress, sus cortos me han llamado más la atención. Por esto, estaría genial que Filloni apostara por historias de personajes más importantes de Star Wars, incluso aunque eso signifique abandonar su marco temporal favorito, el post Episodio III y previo a Star Wars IV: Una nueva esperanza. Lo veo difícil, pero por soñar.

Comparto el trailer de este serie de animación:

Star Wars: Tales of the underworld se ve con agrado aunque estamos ante café para los muy cafeteros, al ser historias un tanto intrascendentes debido a los protagonistas escogidos para esta tanda de episodios.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Y tras ver esta serie y la decepción de los primeros episodios de Andor, procedo a darme de baja de Disney+ una temporada. Ojalá mejoren los contenidos de Disney+ y me ofrezcan películas y series que me puedan gustar.

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Crítica de Andor 2×1-3 (Disney+)

Tenía cierto interés en ver la segunda temporada de Andor aunque no fui demasiado fan de la primera. Y los tres primeros episodios me han mostrado al peor Tony Gilroy que aún no ha aprendido a hacer televisión.

PUNTUACIÓN: 2/10

Comenzando cinco años antes de los acontecimientos de Rogue One y Una nueva esperanza, la serie emplea un elenco de personajes para mostrar cómo se está formando una Alianza Rebelde en oposición al Imperio Galáctico. Uno de estos personajes es Cassian Andor, un ladrón que se convierte en revolucionario y acaba uniéndose a la Rebelión.

Anthony Joseph Gilroy (Nueva York, 1956) es un guionista, director y productor que escribió los guiones de The Bourne Identity (2002) y The Bourne Supremacy (2004), las dos primeras películas de la franquicia cinematográfica Bourne, y escribió y dirigió la cuarta película de la franquicia, The Bourne Legacy (2012), así como Michael Clayton (2007) y Duplicity (2009).

Tony Gilroy ayudó a Lucasfilm a arreglar el desaguisado que se dice que fue el rodaje de Rogue One, consiguiendo con los reshoots convertirla en la película más satisfactorias de la nueva hornada de películas de Star Wars bajo el paraguas de Disney. Tras una primera temporada aclamada por la crítica que aún con sus cosas buenas me dejó bastante frío, Gilroy ha vuelto como showrunner de esta segunda temporada para terminar de contar el periodo de tiempo justo anterior a Rogue One. Si la serie empezó 5 años antes de la película, la idea para estos 12 nuevos episodios es utilizar bloques de 3 episodios para contar un año en la vida de Andor y los protagonistas. Gilroy se encarga de escribir los tres episodios recién estrenados en Disney+, que han sido dirigidos por Ariel Kleiman.

En el reparto de Andor vuelven los principales personajes de la primera temporada: Diego Luna como Cassian Andor, Stellan Skarsgård como Luthen Rael, Genevieve O’Reilly como Mon Mothma, Adria Arjona como Bix Caleen, la amiga de Andor de su planeta natal que se unirá a la Rebelión con él. Kyle Soller como Syril Karn, el agente imperial que descubrió la existencia de un plan rebelde en la primera temporada, Denise Gough como Dedra Meero, oficial de inteligencia del Imperio, Faye Marsay como Vel Sartha, prima de Mon Mothma que trabaja para la Rebelión y no tiene problemas en mancharse las manos, Varada Sethu como Cinta Kaz, la novia de Vel y también agente agente de la Rebelión, Elizabeth Dulau como Kleya Marki, la ayudante de Luthen y experta en comunicaciones, y Joplin Sibtain como Brasso amigo y compañero de Andor. La conexión con Rogue One viene con la aparición de Ben Mendelsohn como el Director Orson Krennic.

Ver el nacimiento de la Rebelión era un tema a priori super interesante como fan de Star Wars que soy. Sin embargo, el comienzo de esta segunda temporada de Andor no ha hecho más que amplificar todos los problemas que tuvo la serie en su primera temporada, olvidándose de los elementos más potentes como son las interpretaciones de los actores y la complejidad de personajes como Luthen Rael y centrándose en tramas alargadas sin interés que no me han dejado con ganas de seguir viendo la serie.

Antes de ponerme con las cosas que no me han gustado, al menos voy a destacar en la parte positiva que Andor tiene un diseño de producción espectacular. Los sets que han construido para esta segunda temporada son enormes y lucen imponentes. Además, la fotografía me parece super potente, a lo que hay que sumar una música de Brandon Robets muy adecuada a las necesidades planteadas por Gilroy. Si juzgamos a Andor únicamente por sus valores de producción, estos son de 10.

Dentro de los elementos positivos voy a poner al reparto, que aunque en estos primeros tres episodios no tienen nada demasiado interesante que hacer. En conjunto, creo que todos los actores cumplen muy bien con lo que Gilroy necesita de ellos. La serie tiene un pecado original de base desde Rogue One, y es que no te crees que Diego Luna sea el puto-amo super espía asesino. Incluso planteando que en la serie estamos viendo sus primeros pasos en este oficio. Ese es un problema que no tiene arreglo, pero siendo justos Luna se esfuerza en su interpretación y quiero ponerle dentro de los elementos positivos de la serie.

Pero una vez expuestas las cosas positivas de Andor, lamentablemente la segunda temporada ha empezado de la peor forma posible, amplificando todo lo malo que narrativamente se planteó en la primera temporada. Veo los tres episodios de esta segunda temporada y me queda la idea que Tony Gilroy sigue sin darse cuenta que está escribiendo para televisión, y la narrativa periódica exige unas cosas para enganchar que Gilroy se está pasando por el forro. No sólo eso, podría decirse que Gilroy ni siquiera sabe aún que cosas son obligatorias en toda narrativa planteada para contar una historia semanalmente.

Cuando descubrí que Disney+ había decidido estrenar Andor en grupos de 3 episodios semanales en la que se mostrara un año en la vida de Andor y el resto de personajes, lo cierto es que me alegré. Uno de los problemas de la primera temporada venían de plantear una estructura de guion cinematográfico partido en varias partes, lo que provocaba que tuviéramos por ejemplos unos episodios 1-2, o el 4-5, que eran todo presentación y parecían que no contaban nada, confiando en el climax de la historia de los episodios 3 y 6. La travesía del desierto que fue ver semalmente los episodios 1×04 y 1×05 en los que literalmente no pasaba nada interesante, es algo que parecía que nos íbamos a ahorrar esta segunda temporada. A priori, esto me parecía genial.

Sin embargo, veo estos episodios y me llevo un jarro de agua fría importante. Porque Gilroy sigue con su idea de hacer que todo sea paja sin interés porque se supone está presentando cosas que se desarrollarán más adelante. Pero se olvida de plantear un climax potente de esta historia. Los primeros dos episodios de la T1 fueron un suplicio, pero al menos el 1×03 con la ejecución del robo fue un buen episodio. Eso no pasa en esta segunda temporada. Todo lo que hemos visto ha sido paja lamentable que no llega a ofrecer un final satisfactorio o potente a nada de lo que plantea. Si la narrativa de arcos de 3 episodios era problemática, plantear como acabamos de ver una narrativa a 12 episodios puede ser lamentable.

Andor divide la trama en varias historias mientras seguimos a los diferentes protagonistas. Ninguna de las cuales resulta interesante, con una ejecución horrible. Peor aún, muestra lo peor de una televisión alargando una trama que no da para tanto para rellenar minutos de episodios que se hacen larguísimos. Esto provoca que en estos tres primeros episodios no haya progresión dramática, no hay giros interesantes, y por no haber, no hay ni un cliffhanger que genere cierta curiosidad por saber cómo va a seguir la historia.

Por un lado, Andor roba un prototipo de caza TIE o Interceptor de una base imperial. Este arranque la verdad es que está chulo y es lo más Star Wars que ha sido la serie hasta el momento, con un combate y una persecución de naves espaciales entre unos cañones rocosos super peligrosos. Lo malo es que justo a continuación, Andor es hecho prisionero cuando llega a su punto de reunión, y se pasa dos episodios para escapar de una situación ridícula y sin interés. Y alguien puede decir que esto nos muestra que la Rebelión no era un ente unitario sino que en el principio sólo habían grupos pequeños sin contacto entre si que llegaban a luchar unos contra otros. Pero la ejecución de lo que nos cuentan es ridículo. Con la sensación siempre presente de que estamos viendo verdaderos minutos de la basura que evitan que Andor llegue a las cosas importantes que debería estar haciendo.

Tras el levantamiento en Ferrix que fue la culminación de la primera temporada, los amigos de Andor Bix, Brasso, Wilmon y B2EMO se encuentran escondidos en el planeta agrícola Mina-Rau. En él los rebeldes tienen una vida dura pero satisfactoria trabajando el campo, con Bix sufriendo pesadillas por la tortura que sufrió a manos de los Imperiales. Cuando todo va bien, los Imperiales tienen que venir a joderlo todo, al llegar al planeta un contingente para realizar un censo de habitantes para buscar insurgentes. Qué malos los imperiales por querer hacer un inventario de sus recursos, es algo que seguro nunca había pasado. Toda esta parte es, siendo generoso, super insulsa e intrascendente. Y tenemos de nuevo 3 episodios de nada, más allá del mensaje repetido de «el imperio es muy malo y aplasta a la gente corriente que sólo quiere tener una vida normal sin sobresaltos». Pero, como todo en Andor, ideas que podrían estar bien sobre el papel están muy ejecutadas visualmente.

El episodio termina con Andor llegando con el prototipo imperial justo a tiempo para rescatar a sus amigos y marcharse del planeta para ponerse a salvo en otro lugar. Lo que hemos visto en 3 episodios debería haber sido medio episodio como máximo. No creo que vayamos a volver a ver este planeta agrícola. Aunque una vez tienen construido el set en medio del trigo, igual no es descartable que rueden algo más allí, el nacimiento de la rebelión por ejemplo. Del mismo modo, me gustaría creer que el prototipo robado por Andor va a ser fundamental en las futuras misiones de Andor que veremos en el resto de la temporada. Pero me temo que no va a ser así. Creo que este robo y la nave va a ser elementos de usar y tirar, algo que nos ha ocupado el tiempo aunque no fuera demasiado interesante para comenzar. Con el problema de no tener un climax de nada, Andor llega y se los lleva, no hay intensidad, ni interés por ningún lado.

Pero estas partes no son las realmente malas. Lo realmente penoso viene de las tramas de los imperiales, y sobre todo de una Mon Mothma absolutamente ridícula. Por el lado de los imperiales, el Director Krennic convoca un grupo de trabajo para decidir como cometer un genocidio en un planeta que tiene unos minerales raros que necesitan para la construcción de la Estrella de la Muerte. La escena le sirve a Gilroy para mostrar, aparte de lo malos que son los imperiales, cómo el Imperio se va a servir de fake-news para ocultar el genocidio. Y nos da una escena realmente ridícula de gente hablando para mostrarnos algo que ya sabemos, que el imperio es malo. No el Emperador y Vader, todos los integrantes de su organigrama. Todos hombres blancos, excepto la oficial de inteligencia Dedra Meero, a la que conocimos en la primera temporada. Una oficial que es la única mujer, pero también es blanca.

La escena es verdaderamente ridícula. Ver las reuniones de programación de trabajos imperiales es lo más anti- Star Wars que me puedo echar a la cara. Porque Star Wars no debería ir de aburridas reuniones en las que vemos lo difícil que es, logísticamente hablando, cometer un genocidio. Star Wars va de los Imperiales intentando cometerlo y los rebeldes intentando evitarlo. Esto que acabo de ver es otra trama ridícula que ni el cameo de Ben Mendelsohn hace que sea aceptable.

Esta parte es ridícula, aunque acepto que va a ser fundamental en la trama general de la temporada que parece va a girar alrededor de ver como el Imperio construye la Estrella de la Muerte. Mucho peor es el añadido de ver la vida corriente fuera del trabajo de Dedra Meero y su compañero Syril Karn. No me interesa para nada su vida y menos aún los berrinches del segundo con su madre posesiva y avasalladora. Si pensamos en minutos de la basura, no salvo nada de esta parte, me parece terriblemente ABURRIDA y sin interés. Y son dos calificativos que una serie de entretenimiento mainstream jamás debería ser.

Hasta aquí hemos tenido tramas aburridas sin interés terriblemente mal ejecutadas. Pero la palma la tenemos con la trama que cuenta con mayor metraje en esta tanda de episodios. O al menos, es la que se me ha hecho más larga con mucha diferencia. La boda de la hija de Mon Mothma en su planeta natal Chandrila. Una boda política acordado con un joven perteneciente a la clase dirigente del planeta a la que pertenece Mon Mothma. Ver una ceremonia de boda con una liturgia que se alarga tres días ha creado un nuevo standard de minutos de la basura en televisión. No me interesa el banquete previo, no me interesa la excusión a una ermita para pedir permiso a los dioses (o lo que sea), y desde luego la boda en si y la fiesta posterior con DJ incluido me parece verdaderamente ridículo. Ridículo y aburrido. Esto no es Star Wars, es otra cosa. Desde luego, no es mejor.

La trama de Mon Mothma intenta plantear algo medio interesante en lo relativo a la trama del «nacimiento de la Rebelión», al conocer que el banquero amigo de Mon Mothma, que la ha ayudado a ocultar sus transferencias de dinero a la Rebelión creando un chiringuito financiero, la chantajea tras haber sufrido pérdidas en otros negocios. De forma nada sutil, incluso verbaliza que algunos sabotajes rebeldes le han costado mucho dinero, dejando caer la trama de «pueblo llano rebelándose contra los ricos y poderosos que están con el Imperio». Este chantaje le hace tomar cartas en el asunto a Luthen Rael, que sugiere que se va a cargar al banquero para que no hayan tramas sueltas que puedan perjudicar a la rebelión.

Aunque estoy seguro que no lo pretende, toda la trama de Mon Mothma transmite una idea de «white privilege» sobre ella que no la deja especialmente bien. Mothma es una rica senadora imperial que ha vivido una vida de lujos mientras el pueblo llano sufre. Su problema es que teniendo la vida solucionada desde su nacimiento, tuvo que aceptar un matrimonio pactado como es costumbre en su planeta y en su cultura. Intenta transmitir sus ansias de libertad a su hija, pero ella realiza el acto supremo de rebeldía hacia su madre… cumpliendo con la tradición casándose con otro hijo de papá. Ella se frustra al descubrir que soñaba con una historia de amor verdadero que no ha sucedido. Como digo, tenemos a una rica quejándose de problemas de ricos mientras el Imperio planea un genocidio. Lamentable. Por no hablar de que Luthen plantear asesinar al banquero mientras Mothma parece que no quiere saber a qué se está refiriendo cuando Luthan dice que «se encargará del problema.» Que la serie luego se pare un montón de minutos, no los conté pero se me hicieron eternos de lo ridículo que es la escena, con una rave con DJ incluido y Mothma emborrachándose dejándose ir en la fiesta, es la guinda a un pastel penoso. El momento rave ya va a quedar como uno de los momentos más bochornosos de la historia de Star Wars, y mira que hay unos cuantos.

Un amigo me comentaba que esta escena le gustó mucho porque es el momento clave para Mothma en la que ella acepta que tiene que dejar ir esta vida para centrarse en la rebelión. Podría ser. Pero primero, lo mostrado no puede ser más aburrido. Y segundo, en realidad eso NO es lo que pasa en la cronología de Star Wars, en Rogue One ella sigue siendo senadora imperial con los privilegios que ello supone. De hecho, podría decirse que mantuvo ese cargo hasta que el Emperador disolvió el Senado Galáctico fuera de plano en Star Wars. Una Nueva Esperanza. Así que creo que hay que negar este aspecto también. Porque Mon Mothma no abandona la vida de riqueza y privilegio, aunque sea posible que abandone su matrimonio político que ya no le interesa. Incluso aceptando que es la forma de no asumir que ha ordenado sin darse cuenta el asesinato de un amigo de la infancia, el banquero, y como no puede gritar de desesperación baila para olvidar lo que acaba de ordenar, la ejecución de esta idea en imágenes no puede ser peor.

Todo lo mostrado en estos tres episodios de Andor me muestra lo peor de un creador que no ha entendido que está escribiendo televisión. No una película de mayor metraje o un libro. En televisión tienes que plantear elementos interesantes que provoquen que el espectador quiera volver la semana que viene. Aparte que los episodios deben tener un ritmo que haga la historia entretenida o apasionante. Eso nunca sucede en ninguna de las tramas planteadas. Las reuniones logísticas del imperio son ridículas, no puede interesarme menos la vida privada de los imperiales o la vida plácida en los planetas agrícolas. Y la liturgia ceremonial en Chandrila es no entender lo que es Star Wars. Porque Star Wars es ante todo ENTRETENIMIENTO. The Mandalorian es la mejor serie y la mejor historia de Star Wars desde la trilogía original no olvidando que lo primero que tiene que hacer es entretener. Tony Gilroy no cree esto. Él está planteando una historia «adulta», y por eso parece que el entretenimiento no tiene cabida, o desde luego desde una faceta secundaria en su historia.

Incluso planteando y anunciando que los grupos de 3 episodios van a plantear un año en la vida de la rebelión, la serie se olvida de algo tan básico como plantear un climax a este grupo de episodios. Algo que al menos si tuvo la primera temporada. El climax de Andor es la rave con Mon Mothma cogiendo el pedo de su vida bailando como una posesa, y Andor haciendo de taxista para sus amigos. Si esto es un climax, que venga Odin y lo vea, porque yo no entiendo nada. Por no resolver, la serie no resuelve ni el asesinato del banquero, en el colmo de las tramas de la basura que no plantean o resuelven nada de manera medianamente satisfactoria. Como narrativa televisiva que es, el suspenso de Andor es acojonante.

Me doy cuenta que ante esta crítica arrolladora sólo queda una opción. NO ver el resto de la serie. Está claro que Andor no es para mi. Incluso viendo las cosas positivas que tenía la primera temporada, creo que no me compensa tragarme otras 8 horas de la nada más absoluta para llegar a ver algo que igual está bien en el final de la serie. Tengo curiosidad por la forma en que la serie iba a conectar con Rogue One y con el origen de la rebelión. Pero la narrativa de Tony Gilroy ha convertido a esta serie en imposible de ver.

En serio, no puedo entender cómo Tony Gilroy ha engañado a tanta gente, y bajo la excusa de la «narrativa adulta» ha planteado este engendro. Yo soy adulto, y quiero que una serie me entretenga. Andor nunca lo hace. Creo que la decisión está clara. Que disfrute esta serie quien sea su público objetivo. Claramente yo no lo soy. Pero que no me vengan que esto es «Star Wars hecho bien para adultos». Porque es una mercancía averiada que no compro.

Comparto el trailer de la serie:

El creador de Andor Tony Gilroy aún no ha entendido lo que es la narrativa periódica de televisión, y ha empezado repitiendo los peores tics de la primera temporada. Esto no es para mi.

PUNTUACIÓN: 2/10

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Crítica de Star Wars Tripulación perdida episodio 7 (Disney+)

El séptimo episodio de Star Wars Tripulación perdida emitido en Disney+ vuelve a ofrecernos un entretenimiento de primer nivel mientras lo deja todo listo para el climax final de la semana que viene.

PUNTUACIÓN: 8/10

Episodio 7. Vamos a estar en un buen lío

Nuestros héroes nunca se han sentido tan lejos de casa.

Lee Isaac Chung, director de Minari y Twisters, es el director de este séptimo episodio de Tripulación perdida. El episodio de 37 minutos cuenta con guion de los showrunners Christopher Ford y Jon Watts. La serie terminará la próxima semana con su octavo episodio.

En el reparto tenemos como siempre a Jude Law como Jod Na Nawood, el antiguo líder de los piratas que persiguen a los chavales desde el primer episodio. Ravi Cabot-Conyers es Wim, un joven humano que tiene sueños de aventura lejos de su perfecto y aburrido planeta At Attin. El resto de jóvenes perdidos son Ryan Kiera Armstrong como Fern, una joven demasiado lista para su propio bien, Kyriana Kratter como KB, amiga de Fern que lleva un visor cibernético conectado a un implante conectado a su cabeza y Robert Timothy Smith como la voz de Neel, un joven alienígena no identificado con aspecto de elefante y amigo de Wim. Además, Nick Frost hace la voz de SM-33, el decrépito droide primer oficial de la Onyx Cinder, la nave perteneció al famoso pirata Tak Rennod. 

Me gusta mucho todo lo que nos ha contado hasta el momento Star Wars Tripulación perdida. Los showrunners Christopher Ford y Jon Watts han planteado una historia increíble que está acertando con todo, empezando con la premisa de recuperar el espíritu de la Amblin de los años 80, actualizando la idea de los Goonies en el espacio viviendo una aventura pirata. Y los piratas espaciales es un concepto que conecta perfectamente con los mitos de Star Wars, aprovechando a un Jude Law pletórico con un personaje ambiguo que le va como anillo al dedo.

El ritmo que está teniendo la serie me parece modélico. Cada episodio se ha sentido como un capítulo satisfactorio de una historia que claramente nos llevaba al momento en que nos encontramos en este momento, con todos los jugadores ya en At Attin. Y me ha gustado la forma en que hemos conocido la forma en que este planeta del tesoro ha estado oculto de la galaxia durante todo estos años, siendo la forma de llegar al planeta la clave del episodio. Dentro de lo espectacular que ha sido todo, sigo pensando que aún nos queda al menos una gran sorpresa por conocer, que será la identidad del Supervisor de At Attin, que me gustaría que tuviera relación con el pirata Tak Rennod cuya nave Onyx Cinder ha causado todo este embrollo cuando los chavales la activaron.

Star Wars Tripulación perdida es ante todo una historia de chavales. Y me encanta el tono para todos los públicos, planteado como una historia que apela y está gustando a espectadores de todas las edades. Me gusta la relación que establecen los chicos con el droide SM-33, que se ha convertido en su protector contra los piratas. Esto no quita que en varios momentos sufran ante la confirmación que unos niños como ellos están indefensos cuando los adultos de empeñan en hacer el mal.

Y junto a ellos, Jude Law se quita la careta y acaba como el villano principal de lo que queda de serie. Un Jod Na Nawood que se muestra como un pirata sin escrúpulos que hará lo que sea para llegar al tesoro que se oculta en At Attin. No sólo por el tesoro en sí, sino por la capacidad de acuñar las monedas de oro de la Antigua República. E incluso tras lo visto en este episodio, aún me queda la ilusión que Jod al final tendrá ciertos escrúpulos hacia los niños, similares a lo que Long John Silver sintió en La isla del tesoro de Robert L. Stevenson.

El séptimo episodio de Tripulación perdida ha sido pura diversión, y nos ha dejado en el momento justo para el climax que viviremos la semana que viene.

Comparto el trailer de esta serie:

El episodio de esta semana de Star Wars Tripulación perdida lo ha dejado todo listo para el climax final. Y mi disfrute es absoluto.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Star Wars Tripulación perdida episodio 6 (Disney+)

El sexto episodio de Star Wars Tripulación perdida en Disney+ pone las cartas sobre la mesa de cara al climax de los dos últimos episodios.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Episodio 6. Sin amigos otra vez.

Las relaciones se deterioran bajo presión en un viaje difícil.

Este sexto episodio de Star Wars Tripulación perdida tiene una duración de 34 minutos y ha sido dirigido por Bryce Dallas Howard, la actriz y directora cuyo buen hacer ya hemos disfrutado en varios episodios de The Mandalorian y The Book of Bobba Fett. Los showrunners Christopher Ford y Jon Watts encargan la escritura de este episodio a Myung Joh Wesner, guardándose para ellos la escritura de los dos últimos episodios.

En el reparto tenemos como siempre a Jude Law como Jod Na Nawood, un prisionero con un pasado oculto que cree que su encanto le permitirá escapar de los problema que se va encontrando. Ravi Cabot-Conyers es Wim, un joven humano que tiene sueños de aventura lejos de su perfecto y aburrido planeta At Attin. El resto de jóvenes perdidos son Ryan Kiera Armstrong como Fern, una joven demasiado lista para su propio bien, Kyriana Kratter como KB, amiga de Fern que lleva un visor cibernético conectado a un implante conectado a su cabeza y Robert Timothy Smith como la voz de Neel, un joven alienígena no identificado con aspecto de elefante y amigo de Wim. Además, Nick Frost hace la voz de SM-33, el decrépito droide primer oficial de la Onyx Cinder, la nave perteneció al famoso pirata Tak Rennod. 

Tras la traición de Jod Na Nawood del episodio anterior en el que mostraba sus verdaderos colores piratas, en el corto episodio de hoy tenemos tres tramas en paralelo. Por un lado, Jod es aprisionado por los piratas, y sobrevive a su eliminación convenciéndoles para ir a At Attin para encontrar los tesoros del pirata Tak Rennod. Por otro lado, los chavales que escaparon por los pelos se separan tras una discursión, creándose dos grupos, uno con Wim y Neel, que buscarán escalar la montaña para llegar hasta su nave, y otro con Wim con KB que prefieren buscar otra ruta de acceso. El episodio sirve para mostrar las diferencias entre cada chaval, y como tienen que ayudarse unos a otros para poder salir adelante.

Dentro de ser un episodio corto, la historia contiene varios momentos muy emocionantes con los chavales, resaltando además la idea de aventura con «Los Goonies en el espacio». Además, por el lado de Jod, su papel afianza la idea de aventura pirata que también es uno de los pilares de la serie.

La dirección de Bryce Dallas Howard me parece modélica, con un uso imaginativo de droides y seres alienígenas nunca antes vistos que son los detalles que ayudan a que nos enamoramos de Star Wars. Está claro que en una serie de Star Wars controlada por unos showrunners como Watts y Ford, es difícil que una directora destaque en un episodio concreto. Pero también creo que merece destacarse cuando una directora da una solvencia absoluta dentro del universo de Star Wars.

En este episodio de transición que prepara el climax final en At Attin, resulta lógico que no hayamos visto lo que hacen los padres de los chavales para intentar que el gobierno planetario les ayude a encontrarles. En todo caso, sigo pensando que la identidad del pirata Tak Rennod y si está vivo o muerto en At Attin va a ser una parte importante de la posible sorpresa y la resolución de la historia. Pero para eso tendremos que esperar una semana.

A falta de dos episodios para el final, Star Wars Tripulación perdida me parece un éxito absoluto.

Comparto el trailer de esta serie:

El disfrute de Star Wars Tripulación perdida está siendo consistente semana a semana. Y tengo claro que nos esperan dos últimos episodios geniales que cerrarán la historia.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Star Wars Tripulación perdida episodio 5 (Disney+)

Quinto episodio de Star Wars Tripulación perdida en Disney+, en el que volvemos a la aventura pirata y al feeling de lo mejor de la Amblin de los 80.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Episodio 5. Tenéis mucho que aprender sobre los piratas.

Un mundo de apariencia agradable pondrá a prueba a nuestros héroes.

Los showrunners Christopher Ford y Jon Watts encargan la escritura de este episodio de 46 minutos de duración a Myung Joh Wesner. Un episodio que ha sido dirigido por Jake Schreier, el director de la próxima película de Marvel Studios Thunderbolts.

En el reparto tenemos como siempre a Jude Law como Jod Na Nawood, un prisionero con un pasado oculto que cree que su encanto le permitirá escapar de los problema que se va encontrando. Ravi Cabot-Conyers es Wim, un joven humano que tiene sueños de aventura lejos de su perfecto y aburrido planeta At Attin. El resto de jóvenes perdidos son Ryan Kiera Armstrong como Fern, una joven demasiado lista para su propio bien, Kyriana Kratter como KB, amiga de Fern que lleva un visor cibernético conectado a un implante conectado a su cabeza y Robert Timothy Smith como la voz de Neel, un joven alienígena no identificado con aspecto de elefante y amigo de Wim. Además, Nick Frost hace la voz de SM-33, el decrépito droide primer oficial de la Onyx Cinder, la nave perteneció al famoso pirata Tak Rennod. 

En el anterior episodio los chavales tuvieron una aventura en el planeta At Achrann, en este viajan a Lanupa, un planeta pirata hogar del sanguinario pirata Tak Rennod, el capitán del droide SM-33 al que pidió que destruyera la ubicación de At Attin. La sorpresa es que tras la desaparición de Rennod, el planeta se ha convertido en un planeta de vacaciones de lujo. Entrar al spa de lujo sin levantar sospechas y encontrar la base enterrada de Rennod es el objetivo del grupo, y nos darán una aventura muy en la línea de Indiana Jones con pasadizos ocultos con trampas mortales.

Este episodio sirve también para resaltar la naturaleza ambigua de Jod Na Nawood, el personaje interpretado por Jude Law. Por un lado tiene un momento tierno cuando va a reconfortar a Wim. Y es que el chaval está triste porque su sueño de aventuras les ha llevado a situaciones peligrosas que les pueden costar la vida en cualquier momento. Aquí tenemos la sorpresa de ver que Jod si tiene sensibilidad en la Fuerza. Igual no es un jedi, pero seguro tiene algunas habilidades. La forma en que Jod se preocupa por Wim me sugiere que fue un crío con una vida muy dura, y tuvo que hacer cosas muy chungas para sobrevivir entre tiburones. El posible buen corazón de Jod ha quedado emparedado en un interior endurecido, pero de vez en cuanto surge a la superficie. La influencia de Jack Sparrow ha marcado mucho en cine y televisión, pero Jude Law y Jon Watts consiguen que Jod sea un personaje bastante diferente. Dentro que su vena pirata más traicionera tomará el control una vez han encontrado la información que buscaban en Lanupa, lo que marca el giro del episodio que nos sitúa casi en el camino hacia el climax final de la temporada. En todo caso, no descartaría (y de hecho me gustaría) que en el próximo episodio conozcamos el triste y probablemente dramático origen de Jod, un origen en el que posiblemente alguien a quien él quería le traicionó de la peor manera, haciendo que no confíe en nadie y se convirtiera en alguien cínico.

Tripulación perdida continúa con su entretenimiento estupendo 100% Star Wars, con nuevo grupo de seres alienígenas y una localización extraña. Por su parte, el feeling de las películas de la Amblin de los 80 es una maravilla, de nuevo consiguiendo que cada chaval tenga su propia voz. Una de las cosas que estaban resultando un poco cargante de la serie era el discurso de Fern sobre que «ella es la capitana de la nave y Jod tenía que obedecerla», que estaba provocando que la niña empezara a sonar un poco cargante. En este episodio va tener un enorme golpe de realidad cuando descubra que ella era la capitana simplemente porque Jod se lo permitía, hasta que dejó de venirle bien para sus planes. El giro final de este capítulo me parece de los más chulos de toda la serie, y ha dado un momento muy chulo y dramático a la serie. Dentro de tratarse de una serie familiar para todos los públicos.

Star Wars Tripulación perdida sigue ofreciendo un entretenimiento maravilloso que justifica el visionado semanal de los episodios. Y me deja con ganas de que llegue el siguiente miércoles para ver el próximo. Por cierto, la serie mantiene una trama secundaria en At Attin con los padres de los chavales intentando llegar hasta el Supervision del planeta para que les ayude a encontrar a los chavales perdidos. Y creo que esta subtrama nos puede ofrecer alguna sorpresa impactante, como por ejemplo descubrir que el pirata Tak Rennod sigue vivo y controlando el planeta tesoro. Esto es especulación, pero creo que sería lógico pensando lo que se ha visto hasta ahora y lo que resta por contarnos en los próximos tres episodios.

Me está gustando mucho Tripulación perdida. Y a mi hijo también. No puedo estar más satisfecho.

Comparto el trailer de la serie:

Tripulación perdida sigue dándonos un entretenimiento estupendo, dejándonos siempre con ganas de más.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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