Crítica de Spider-Man: Homecoming

Spider-Man: Homecoming es la película que necesitábamos del personaje en estos momentos. Una película que asienta al personaje dentro del Universo Marvel Cinematográfico, a la vez que nos muestra sus años de instituto, una etapa que Sam Raimi decidió no utilizar, consiguiendo una historia fresca, divertida y completamente fiel a la esencia del personaje.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

En Homecoming veremos cómo Peter Parker (Tom Holland) comienza a experimentar su recién descubierta identidad de super-héroe. Después de la experiencia vivida con los Vengadores en Civil War, Peter regresa a casa, donde vive con su tía (Marisa Tomei). Bajo la atenta mirada de su mentor Tony Stark (Robert Downey Jr.), Peter intenta mantener una vida normal como cualquier joven de su edad, pero interrumpe en su rutina diaria el nuevo villano Vulture (Michael Keaton) y, con él, lo más importante de la vida de Peter comenzará a verse amenazado.

Jon Watts es el director de Homecoming y también escribió el guión, en colaboración de un equipo de 5 personas. Watts consiguió cierta fama en el mundillo gracias a Cop Car (2015), película en la que unos niños jugando cogen el coche de un policía que irá a por ellos. La película tenía una interesante mezcla de suspense y comedia negra protagonizada por adolescentes que llamó la atención de Marvel y le hizo la elección perfecta para este trabajo.

Globalmente Homecoming me ha encantado, aunque debo decir que me parece inferior a las películas de Sam Raimi. Raimi no solo clavó al Peter Parker universitario de John Romita, sino que visual y dramáticamente es impresionante. Todo ello con el humor justo y unas escenas de acción brutales que 15 años después de estrenarse siguen estando totalmente vigentes.

En este sentido, Marvel demuestra ser, una vez más, muy lista y tener las ideas muy claras sobre lo que funciona y lo que no funciona con el lanzarredes. ¿Como superas lo insuperable? Fácil, ni siquiera lo intentas, llevas al personaje en otra dirección. Y es que Raimi clavó al personaje en su versión universitaria, pasando de puntillas por el adolescente de 15 años de instituto. Quizá porque no creía que el público aceptara que un niño diera caña a adultos.  O simplemente porque su Spider-Man favorito es el de Romita. Aprovecho para recordar que en 2002 el cine de super-héroes no estaba asentado como ahora y fue Raimi y antes Brian Singer con sus X-Men (2000) los que rompieron muchos tabús y demostraron que las películas de superhéroes pueden ser muy rentables en taquilla.

Jon Watts y Marvel hacen por tanto una decisión creativa que les funciona a la perfección. No solo porque nos muestran al Peter Parker adolescente, impresionantemente interpretado por Tom Holland, que puede llegar a ser EL Peter Parker definitivo. Sino además porque deciden centrar la historia en sus peripericas de instituto junto a sus amigos, evitando elementos ya mostrados por Raimi en sus películas: El tío Ben o en general la picadura y todo lo relativo al origen del personaje, el Daily Bugle y Jonah Jameson, o incluso la propia isla de Manhattan y sus rascacielos. Ya habrá tiempo de mostrar esa parte de la historia de Peter, lo que ahora necesitaba el personaje y nosotros los fans era conocer a Peter Parker. Y en ese aspecto, el éxito es monumental.

Tom Holland lo borda. El humor de Spider-Man funciona, y su Peter es perfecto, con todos sus conflictos de adolescente y la forma que tiene de afrontarlos. Estamos ante un héroe que aún está aprendiendo el oficio y que se equivoca más que acierta. Pero lo importante es que aún fallando, actúa por los motivos correctos. Y hacer lo correcto como Spider-Man meterá a Peter en muchos problemas, pero hace lo que hay que hacer. Además, el final de la película supone un buen final del arco iniciático de nuestro héroe y le prepara para nuevos desafíos. Y es que en 2018 volveremos a verle en Avengers: Infinity War, y en 2019 en Homecoming 2, película que hay que rodar rápido antes que los actores se hagan demasiado mayores.

En el bando de los villanos, Michael Keaton construye mucho con muy poco. Todo el carisma de Vulture / Adrian Toomes es gracias a Keaton, que demuestra ser, de nuevo, un acierto de casting brutal de Marvel. Además, el giro que hace que el conflicto de Peter con Vulture sea personal no lo vi venir, y me dejó flipadísimo en el cine. Otros villanos como Shocker, el Chapucero o Mac Gargan (alter-ego del Escorpión), tienen una presencia meramente testimonial.

Me gustó también que Tony Stark (Robert Downey Jr) tenga un papel muy muy secundario. Sus escenas molan mucho, pero esta es una película de Spider-Man, y no llega a robársela como algunos temían.

Marisa Tomei como Tía May está bien, pero tiene una presencia muy inferior a la que yo esperaba. Pero globalmente cumple. Igual que Happy Hogan (Jon Favreau, director de Iron Man 1 y 2), que sirve de nexo de conexión entre Peter y Tony y tiene varios momentos muy divertidos.

Lo menos bueno de la película gira en tormo a todas las escenas de acción. Están correctamente ejecutadas, entenderme lo que quiero decir. Pero no tienen las espectacularidad o el dramatismo que Raimi sí conseguía imprimir a cada uno de sus fotogramas. Con todo, dado que estamos ante una presentación de personaje, no tengo duda que en Homecoming 2 el nivel de espectáculo aumentará y mejorará.

Por otro lado, me gustaron bastante las relaciones de Peter en instituto, y los personajes molan.  Sí me genera cierta extrañeza el mejor amigo de Peter Ned Leeds (interpretado por Jacob Batalon), más que nada porque este personaje no tiene nada que ver con su versión comiquera, sino que está claramente inspirado en Ganke, el mejor amigo del Ultimate Spider-Man Miles Morales. Está claro que buscaban trasladar la pandilla original de los comics de Stan Lee y Steve Ditko formada por Ned, Liz y Flash, pero si el personaje que usas en Ganke, ¿por qué no llamarlo por su nombre?

De la misma manera, la elección de Tony Revolori como Flash tampoco encaja del todo. No es por el hecho de ser hindú, sino porque Flash es el típico matón de instituto jugador de futbol que amenaza a Peter físicamente, y ¡este Flash es aún más pequeño que Peter! Los personajes de Liz (Laura Harrier) y Michelle (Zendalla), interpretados por actrices racialmente diversas sí me gustaron, aunque quizá el personaje de Liz no acaba de tener toda la química posible, a lo mejor porque todo el mundo sabemos que no va a ser el gran amor de Peter. Sin embargo, las frikadas de Michelle molan mucho y me hicieron sonreir en todo momento.

Comparto el trailer de la película:

Spider-Man Homecoming es un nuevo triunfo de Marvel, que basa su principal atractivo en ser fiel a la rica historia de Peter Parker. Nada más y nada menos. Algo tan sencillo en apariencia y que sin embargo otros estudios no acaban de realizar satisfactoriamente. Divertida y llena de corazón, es para mi la película del verano.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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