El año pasado Robert Kirkman sorprendió a libreros y lectores al publicar por sorpresa su nuevo comic Die! Die! Die! en colaboración con junto a Scott M. Gimple, showrunner de la serie de televisión The Walking Dead y el equipo artístico formado por el genial Chris Burnham y el colorista Nathan Fairbairn. Comento mis impresiones del primer volumen de este comic super violento y over-the-top.
PUNTUACIÓN: 7/10
¡Una nueva serie del creador de THE WALKING DEAD ROBERT KIRKMAN! Este es un mundo malvado donde las personas malvadas hacen cosas malas todo el tiempo. Afortunadamente, hay una grupo secreto dentro del gobierno de los Estados Unidos que trabaja fuera del sistema para influir en los asuntos mundiales a través de asesinatos selectivos. Entonces, si estás lastimando a la gente, de alguna manera empeorando el mundo más de lo que ya lo está, o incluso solo te estás interponiendo en el camino de que algo bueno suceda, entonces alguien podría dar la orden de… ¡MUERTE, MUERTE, MUERTE! !
Este tomo recopila los números 1 al 8 de la serie regular Die! Die! Die!, editado por Image Comics.
El mundo del comic americano está marcado desde hace décadas por su sistema de distribución. Diamond, el principal distribuidor de comics al canal de las librarías especializadas, publica un catálogo con todos los comics que va a distribuir dentro de tres meses, para que los libreros puedan realizar sus pedidos, que normalmente no son retornables, y asegurarse que estos comics llegarán a las estanterías. Esto provoca una guerra por parte de todas las editoriales por crear eventos e interés en sus comics que hagan que los libreros los pidan, porque la alternativa es que si un comic no es pedido por los libreros jamás llegará a los lectores.
Este sistema ha robado en parte la sensación de sorpresa, ya que no sólo sabemos libreros y lectores qué se va a publicar por adelantado, sino además, qué números son “importantes”, ya que las propias editoriales intentan que los libreros hagan pedidos lo más grandes posibles de dichos comics, provocando que en muchos casos los giros y las sorpresas de los comics sean spoileados antes incluso de que estos comics lelguen a las librarías.
Y frente a este vicio, llegó Robert Kirkman y su Die! Die! Die!. Para devolver la sorpresa a los lectores, Kikman anunció este comic ¡el día antes de que el número 1 llegara a las librerías! De hecho, envió a las librerías copias de este primer número haciéndolo totalmente retornable, y usando los pedidos de The Walking Dead como referencia al número de ejemplares que cada librería iba a recibir de la primera edición de este comic. Es resultado de esta iniciativa fue un éxito rotundo de ventas y una publicidad que probablemente no hubiera recibido de haberlo sacado de forma standard.
Robert Kirkman siempre me ha parecido un escritor super interesante que ama los comics y que intenta crear iniciativas que rompan el techo de cristal y las limitaciones del medio. Obviamente, esto no puede hacerlo cualquiera, y gracias al colchón que The Walking Dead le ha proporcionado, puede enfrascarse en iniciativas de este tipo, y me encanta que alguien se moleste incluso en plantearlo.
Y tras esta explicación del nacimiento del comic, supongo que te estarás preguntando qué tal Die! Die! Die!, ¿no?
Die! Die! Die! es uno de los cómics más over-the-top que he leído en bastante tiempo. Super violento, sangriento y macarra a partes iguales, parece como si Kirkman quisiera copiar al Ennis más bestia de The Boys, y si el objetivo era llamar la atención, hay que concluir que el éxito es total.
Este primer tomo recopila los 8 primeros números de la serie, que están planteados sobre todo en los primeros números como una serie de misiones autoconclusivas que nos permitirán conociendo a los diferentes protagonistas. En este sentido, mola que cada número sea una lectura satisfactoria en si misma, mientras van ampliando la gran amenaza que se concretará en los últimos números de este primer arco. Sin embargo, reconozco que el feeling de “mira que punkie y radical que soy” del comic no ha acabado de encajarme, con personajes acudiendo a orgías de logias masónicas y compitiendo por el ser más radical e irreverente.
En el apartado artístico, el dibujo de Chris Burnham me ha parecido una barbaridad. Apoyado por un color estupendo de Nathan Fairbairn, cuenta con unos detalles y unas coreografías increíbles, de forma que el comic se lea de maravilla casi en una sentada. Burnham saltó a la fama (o al menos yo es donde le conocí) gracias a su Batman Inc., junto a Grant Morrison, y en este comic se muestra como un narrador excelente obsesionado porque todo se vea de forma clara y la acción fluya en las páginas. Destaco además las primeras páginas de cada número en las que hacen la presentación de un personaje diferente y que podría servir como unos carismáticos títulos de crédito ante una posible adaptación televisiva. Cosa que, estando Kirkman de por medio, no sería de extrañar que llegara a producirse, aunque el tono over-the-top puede ser un problema.
Die! Die Die! Es como un “Misión Imposible con esteroides”, y en mi opinión tiene en su dibujo el principal reclamo. Aunque como digo no conecté con el tono punky, creo que si cumple de sobra con su objetivo de entretenimiento, creando un comic que consigue sorprender de principio a fin. Ahora que ha comenzado en Estados Unidos la publicación de su segundo arco, no descartaría comprar el tomo correspondiente cuando se publique y necesite saciar mi sed de historias ultra violentas.
PUNTUACIÓN: 7/10
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