Con algo de retraso analizo el primer arco de la nueva serie de Eternos realizada por Kieron Gillen con el artista Esad Ribic y color de Matthew Wilson, que ha sido publicada por Marvel Comics y por Panini para aprovechar el interés en los personajes creados por Jack Kirby gracias a la película Eternals de Marvel Studios dirigida por Chloé Zhao.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
¿Qué sentido tiene una batalla que nunca termina? Durante millones de años, Los Eternos han vagado por la Tierra, protegiendo los secretos de la humanidad. Pero hoy se enfrentan contra algo nuevo: el cambio. ¿Pueden ellos, o cualquiera del planeta, sobrevivir a su último descubrimiento? De las mentes provocativas de Kieron Gillen (Viaje al misterio) y Esad Ribic (Secret Wars) llega una nueva visión de la mitología clásica Marvel.
Este primer arco de Eternos contiene los números 1 al 6 USA.
Ikaris, Sersi, Duende, Zuras, Festo, Kingo, Gigamesh, Druig… Reconozco que excepto por alguna aparición puntual en Vengadores y en otros comics Marvel, no he leído demasiado de los Eternos ni tengo especial interés en el mundo creado por Jack Kirby en los años 70, más allá de la importancia de los Celestiales han tenido en numerosos comics posteriores. Eso y el hecho que le reconozco habilidad a Kieron Gillen pero sus comics, tanto los escritos en Marvel como en su vena independiente, no me acaban de interesar, hicieron que no comprara en su momento este comic. Ahora que lo he leído, me sorprende que comparte ciertos elementos con la película de Chloé Zhao, lo cual me parece un elemento que en este caso le hace un favor de cara a un posible espectador que se acercara a la librería buscando un comic de estos personajes tras ver la película.
Gillen plantea su historia de forma muy interesante para conseguir que el comic sea una perfecta tarjeta de presentación de unos personajes poco o nada conocidos, las cosas como son. A partir de una «hickmanización» del universo creado por Jack Kirby, Gillen muestra una sociedad compleja en la que los 100 eternos creados por los Celestiales, a los que siguieron 100 Desviantes, llevan siglos viviendo en ciudades como Olimpia o Polaria fuera del continuo espacio temporal de la Tierra. Desde la primera página descubrimos que la denominación de Eternos viene además de por su larga longevidad, por su capacidad de ser resucitados y revividos en caso de muerte, aunque con el inconveniente de no poder tener descendencia, algo que no sufren los Desviantes, como descubriremos más adelante en la historia.
Gillen plantea que conozcamos a los diferentes personajes, cada uno con un interés propio, gracias a un «whodunit«, que ofrece el elemento novedoso a la historia y hace que nos enganchemos a la lectura con cada sorpresa y cliffhanger que iremos conociendo. La investigación de un asesinato y el convencimiento que Thanos pudo tener ayuda interna hará que los protagonistas inicien un viaje alrededor del mundo para encontrar a sus hermanos y hermanas, para que les ayuden a descubrir al asesino y en su caso, poder detenerle.
Gillen y Ribic van a estar en la serie 12 números, de los cuales estos seis números son la primera mitad de la historia con un giro final super impactante que hace que el mundo de los Eternos haya saltado por los aires y plantee un segundo arco que puede ser apasionante. De hecho, se me hace raro que en los comics que faltan publicar Gillen tenga tiempo de presentan a todos los personajes y lugares mencionados en las páginas de esquema / resumen que encontramos, y que tanto nos recuerdan a Hickman. En todo caso, de los que sí hemos conocido, me gusta la complejidad de todos ellos y cómo sus habilidades les convierten en seres super poderosos pero no necesariamente héroes, debido a los diferentes intereses de cada uno. De hecho, me gusta que de momento el comic NO sea una típica historia de Eternos vs Desviantes, más que nada porque eso ya lo hemos leído antes.
Los Eternos lo tenían todo para triunfar gracias al buenísimo guión de Gillen, y contra todo pronóstico, el dibujo de Ribic no lo he visto igual de bueno que en otras ocasiones y me ha impedido disfrutar de este comic como esperaba. Desde luego, no está al nivel de Thor o Secret Wars, y el caso es que estas historias épicas parecen amoldarse al estilo del dibujante croata como anillo al dedo. Aunque hay combates más grandes que la vida y escenarios fantásticos, Ribic ofrece muchas viñetas en las que las caras están apenas abocetadas, lo cual me sacaba una y otra vez de la lectura. Además, hay que reconocer que Ribic siempre ha sido un artista un tanto estático, pero tampoco en sus combates creo que estemos ante su mejor versión.
Sumado a esto, el color de Matthe Wilson plantea una paleta cromática plana en muchas viñetas que separe por ejemplo diferente momentos temporales. Sin embargo, el resultado final acaba quedando super plano y monótono, no ayudando a que la historia parezca vibrante, apagando la épica de las imágenes de Ribic. Wilson me parece uno de los mejores coloristas de Marvel, pero no he conectado con su elección cromática, que entiendo ha realizado en comunicación con Ribic, con el que ha colaborado en otras ocasiones.
Otro elemento que no me ha gustado es la rotulación del comic, algo de lo que nunca me quejo o me choca. Sin embargo, en esta historia se ha decidido (entiendo que en Estados Unidos) que la voz en off que hace las veces de narrador esté coloreado en azul oscuro sobre un fondo negro, lo que hace que sea difícil leerlo bien, sobre todo teniendo en cuenta que Matthew Wilson crea muros de color azul en los fondos en numerosos momentos, lo que hace que los bocadillos resalten aún menos. Una cosa es adornarse, y otra que la lectura no esté clara por culpa de la rotulación. Cosa que igual es un problema de imprenta, en las páginas que acompaño en .jpg los bocadillos se leen mejor de la realidad en papel, pero al final lo importante es la experiencia lectora, y en muchos momentos no fue buena.
Dentro que el comic me ha gustado y los giros planteados por Gillen me han enganchado, es una pena que el comic no haya estado aún mejor por estos elementos menos buenos. En todo caso, al ser una etapa de 12 números más algún especial, creo va a quedar una etapa perfectamente leíble y disfrutable.
Comparto las primeras páginas de este comic:
Me ha gustado el comic de Eternos sobre todo por la historia de Gillen, pero me sorprende que el dibujo de Esad Ribic no acabe de estar a la altura de lo que se esperaba de un comic de esta escala y epicidad.
PUNTUACIÓN: 7/10
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