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Crítica de Ultimate Invasion 4 de Jonathan Hickman y Bryan Hitch (Marvel Comics – Panini)

Termina Ultima Invasion, la miniserie que sirve de plataforma de lanzamiento de un nuevo universo Ultimate, realizada por Jonathan Hickman, Bryan Hitch, Andrew Currie y Alex Sinclair. Hoy comento con spoilers mis impresiones del último número.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

¡Las líneas del tiempo y los Universos chocan! Iron Man debe elegir entre el menor de dos males: El Hacedor o Kang. Pero ¿qué secreto conoce sobre los hombres detrás de las máscaras? Al final de todo, el mundo fuera de tu ventana cambiará para siempre. No te pierdas esta conclusión gigantesca y llena de acción, ¿o es sólo el comienzo…?

Este último número es una grapa doble con 56 páginas.

Me sabe mal, pero Ultimate Invasion me ha parecido un bluf. Pero Marvel ya tiene lo que quería. Porque la primera idea que me deja este comic es que lo importante era el objetivo, tener una nueva realidad alternativa que poder llamar «Ultimate», y el como hacerlo era completamente secundario. Sin embargo, el objetivo de presentar no un nuevo mundo sino personajes que te interese saber qué van a hacer no lo han conseguido en absoluto. De hecho, ya confirmo que me bajo del carro y no compraré ninguna de las nuevas colecciones que ya se anuncian para los próximos meses con el renovado sello «Ultimate».

Pero por no ser cenizo, tengo que decir que me parece un lujo poder disfrutar de un Bryan Hitch con la plenitud creativa alucinante que estamos viendo en los últimos años. Y si Hitch es muy bueno de normal, verle en un comic con tiempo suficiente hace que su dibujo, junto al entintado de Andrew Currie y el color de Alex Sinclair, cuenta con un nivel de detalle como el que le recordaba en Ultimates o Authority. Por el nivel de detalle, pero también por la personalidad. Abajo tenéis unas páginas de muestra para que flipéis. Aunque la historia de Hickman no me ha gustado, reconozco que Hitch es uno de esos artistas que hacen que merezca la pena leer cualquier cosa que publiquen. Así de bueno es. Y sólo por él no me sabe mal haber comprado este comic.

Sin embargo, la historia de Hickman me ha parecido un bluf de grandes dimensiones. Empezando que para sorpresa de nadie, lo importante para Hickman es el high-concept, con unos personajes que podrían ser así o al contrario y no lo notaríamos porque no tienen ninguna personalidad. Hickman plantea un comic protagonizado por Howard Stark en el que su destino te da igual porque no es ni habla como una persona real. como siempre en Hickman, es la pieza del engranaje que tiene que hacer lo que hace para que el final deje el tablero donde Marvel quiere. Y lo mismo para el Hacedor, el villano super listo que es una versión oscura de Reed Richards del universo Ultimate original que es el constructor de este mundo al jugar con su pasado y que pierde al final porque otra persona acaba siendo más listo que él y inventa un objeto mejor que el objeto todopoderoso creado antes por él. Por muy bueno que sea Hitch, es el guionista el que tiene que insuflar personalidad a los personajes, y por eso este comic falla de forma tan estrepitosa. Y al no enganchar nada, por muy bonitos que sean los dibujos de Hitch, son todo fuegos de artificio sin chispa.

Reconozco que aparte de la necesidad de crear el high-concept que justifique la creación de este mundo, leyendo este comic me da la sensación que la pregunta «¿no sería molón si…? es lo que ha movido todo su análisis de lo que quería incorporar a este universo Ultimate:

– ¿Por qué no convertir al Reed Richards del Universo 6160 en una especial de Doctor Muerte con armadura porque si? Hecho.

– Aunque su carisma sea menos mil y tampoco voy a plantear que tenga personalidad, ¿por qué no hacer que un Kang aún más plano de lo normal construya un ejército de centenares de clones de Vengadores que no existen en esa realidad y no pintan nada en la historia? A por ello.

– Me sabe mal que mi primera etapa en el Universo Ultimate se cancelara porque no interesó a casi nadie. ¿Por qué no reciclo detalles de esa etapa para esta, como la ciudad de tiempo nulo del Hacedor? (Elemento que por otro lado Hickman ya recicló para X-Men en la figura de los Hijos de la Cámara). Total, casi nadie leyó esos comics Ultimate, nadie lo notará. SIN PROBLEMAS.

Otro tema que me parece aburrido y sin interés es que el principal cambio del Hacedor en este mundo ha sido convertirlo en una autarquía superpoderosa que se ha repartido el mundo. (Una idea que ya vimos mejor desarrollada por Mark Millar hace 20 años en la Fraternidad de Wanted). De forma que el mismo Hickman que hace unos años reinició la franquicia mutante con el inicio de la saga de Krakoa ahora ha convertido a los mutantes en los principales villanos de este mundo, al controlar Fuego Solar (y sus ayudantes) Japón y parte de Asia, Emmanuel DaCosta Sudamérica y los hermanos Rasputín Rusia y los países anexos del este de Europa. Esta miniserie se supone debe plantear un tablero que resulte interesante al lector, pero en mi caso no me puede dar todo más igual dado que estos personajes no son gente con carisma o personalidad, sino sólo arquetipos y malas versiones de los personajes «normales» del 616 que han convertido en malos como en un What if? deficiente. Que al final, es lo que esto es, un What if? malo a los que los editores de Marvel han dado ínfulas de importancia.

De hecho, algunos momentos de Hickman molan porque los dibuja Bryan Hitch y porque en realidad aluden a otros comics previos. Por ejemplo, la splash page de Iron Man contra el Hacedor que recuerda la página de Esad Ribic en Secret Wars con Reed Richards y Victor Von Doom enfrentados. Pero emociona porque Hitch es un crack, no por ver a unos personajes que son cáscaras vacías. De hecho, para ser un comic vendido por Marvel como extremadamente «importante», no he dejado de ver momentos que se inspiran peligrosamente en otros comics previos de la Casa de las Ideas. Comics que son mucho mejores que este, claro. Desde el momento en que el propio Hickman se construyó el salvavidas de «Los buenos artistas copian» al principio de la miniserie, no podía salir nada bueno de Ultimate invasion, al ser una historia de Hickman en la que todo vale.

Como comento siempre, el objetivo de cualquier comic mainstream de pijameo es dejar al lector con ganas de leer el siguiente. En el caso de este Ultimate invasión, esto no se cumple. De hecho, lo malo de leer un comic sólo por el dibujo es que cuando Bryan Hitch deja de dibujar, con él se va todo el interés. Marvel ha dejado a Hickman como el creador de los comics «importantes» de la editorial, pero en parte simboliza perfectamente porqué los comics Marvel enganchan a cada vez menos lectores, al plantear una y otra vez crear versiones «mejores» de los héroes clásicos que sin embargo los lectores no les reconocemos y por tanto no nos enganchan. A los mutantes me remito. Visto lo visto, hay que echarse a temblar con lo que Hickman va a plantear en G.O.D.S., la miniserie dibujada por Valerio Schiti en la que Hickman va a reordenar todo el panteón cósmico de Marvel con nuevos conceptos. Conceptos que me temo no van a ser mejores que los que había, pero probablemente si serán más «molones». Y así seguirá las cosas mientras no haya un cambio de guardia editorial.

Comparto las primeras páginas del comic:

Marvel ya tiene lo que quería, un nuevo universo Ultimate con el que jugar. Lástima que la forma de conseguirlo ha sido a costa de los personajes.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

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Crítica de Ultimate Invasion 3 (de 4) de Jonathan Hickman y Bryan Hitch (Marvel Comics – Panini)

Tercer número de Ultimate Invasion, la miniserie con la que Marvel Comics quiere relanzar una nueva versión del universo Ultimate, realizado por Jonathan Hickman, Bryan Hitch, Andrew Currie y Alex Sinclair.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Después de que Kang haya descendido sobre la Ciudad del Mañana, los Illuminati deben reagruparse. Iron Man habla a corazón abierto con Tony Stark. El Doctor Muerte prepara su propio plan para afrontar el peligro que supone El Hacedor. El Universo Ultimate, reconstruido por El Hacedor, comienza a deshilacharse, mientras se prepara para una guerra cósmica. 

Yendo sin rodeos, Bryan Hitch, Andrew Currie y Alex Sinclair son los artífices que este comic sea una pasada leerla. La plenitud creativa que está disfrutando Hitch en los últimos años me parece tremenda, y en esta grapa vuelve a darnos algunas escenas bestiales, como en el entierro de Obadiah Stane o con la presentación de los villanos que controlan el mundo en coalición. Me quejaba hace unos días del dibujo de Martín Cóccolo en El Inmortal Thor, pero es que es ver este dibujo me quita el hipo y me hace desear que el resto de artistas de Marvel soñaran al menos con una porción de la calidad y la grandiosidad que Hitch transmite en la página. Y claramente Hitch sólo hay uno, pero este es un trabajo de encargo para él y transmite que intenta que todo destaque, mientras que en el comic de Thor el dibujo daba una sensación rutinaria que me resulta super decepcionante. Las versiones de Coloso, Illyana o Hulk de esta realidad son espectaculares, estando en general ante un comic que sólo el dibujo vende la grapa y te hace querer leerla.

Y es que por mucho bombo con que Marvel vende a Jonathan Hickman, al final Ultimate Invasion me trasmite la sensación de un What if?, y no de uno de los buenos. Está claro que la prioridad para Marvel era reiniciar el Universo Ultimate, y la forma era un poco secundaria. A pesar de estar ante grapas dobles, parece que Marvel tenía prisa, y esa prisa iba por delante de dejar que la historia se construyera de forma que el lector pudiéramos conectar con algún personaje. Cosa que no sucede.

La sorpresa de esta tercera grapa radica en una idea que me suena a leída en infinidad de ocasiones, al tener un mundo dominado por facciones que de cara a la galería parecen estar enfrentadas para que las sociedades de cada continente tengan un enemigo externo al que dirigir su odio y su miedo en lugar de darse cuenta de la dictadura que tienen en casa. Esto debería ser interesante y me suena a leído en otros comics mejores, empezando por Big Game de Mark Millar y Pepe Larraz.

Tener a Howard Stark de héroe en esta realidad 6160, espoleado por su hijo Tony para combatir esta dictadura en la sombra, no resulta tampoco una sorpresa dado el gusto de Hickman por los pensadores, arquitectos e imaginautas. Pero nada consigue enganchar porque a pesar del extraordinario dibujo de Hitch los personajes no pasan de ser versiones de segunda de los héroes clásicos sin más personalidad que «mira que malotes somos». Tampoco Howard es un personaje de carne y hueso, al ser el factor novedoso que justifica que los villanos le cuenten como está organizado este mundo en la sombra. Por cierto, me parece hasta gracioso que la sinopsis nombre a esta cábala de héroes convertidos en villanos en este mundo «Illuminati», pero esa denominación jamás se verbaliza en la historia. De nuevo, buscando que haya una conexión gracias a algo que el comic no plantea siquiera en su historia. Además, tenemos una grapa de 31 páginas de historia, descartando los gráficos y títulos de créditos de Hickman, en la que los personajes HABLAN todo el rato, siendo en realidad un tochazo expositivo tremendo, algo poco habitual en un número que debería estar anticipando el climax final que nos llegará el mes que viene.

Tengo claro que no he conectado con este what if con ínfulas de importancia dado que Marvel va a permitir que este universo sobreviva y continúe a partir de lo que pase al final de esta miniserie. Pero me sabe mal (o no tanto) tener una prueba más que Hickman tiene un estilo y unas temáticas que cada vez conectan menos con mis gustos. Reconozco que tengo curiosidad por ver cómo cierra la historia en el próximo número, pero la verdad es que este nuevo Universo Ultimate no ha conseguido llamar mi atención lo suficiente para que compre las series que Marvel lanzará a continuación.

Comparto páginas de este comic:

Ultimate Invasion es lo que es, y gracias al dibujo destaca y se convierte en algo que quiero leer. Pero cada vez queda más claro que Jonathan Hickman se me está desinflando como creador de historias si por mucho «high-concept» que presenta, este resulte tan vacío como lo que estoy leyendo en esta miniserie.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Ultimate Invasion 2 de Jonathan Hickman y Bryan Hitch (Marvel Comics – Panini)

Segundo número de Ultimate Invasion, miniserie de cuatro entregas en la que Jonathan Hickman y Bryan Hitch están reiniciando una nueva versión del universo Ultimate.

PUNTUACIÓN: 6/10

El Hacedor ha desarrollado un plan para conseguir que Los Héroes Más Poderosos de la Tierra nunca lleguen a convertirse siquiera en héroes. Se trata de rehacer la historia del Universo para que sea exactamente lo que él quiere que sea.

Este número de Panini incluye Ultimate Invasion 2 USA.

Reconozco que no me gustó la tomadura de pelo que Hickman se cascó en el primer número de esta miniserie en el que ponía la venda antes de la herida ante lo que parecía una historia nada original de viaje al pasado para cambiar el elementos clave que tendrán su repercusión en el presente, con la novedad de no realizarlo en la tierra 616 habitual sino en una tierra alternativa 6160.

En lo referido al dibujo, Bryan Hitch colabora con sus habituales Andrew Currie en el entintado y Alex Sinclair en el color, consiguiendo resultados espectaculares. De hecho, es el dibujo el que mantiene a flote la miniserie, a falta de un posible último giro de Hickman. Es un placer disfrutar de un Hitch on-fire mientras reimagina un nuevo mundo Ultimate con cambios sustanciales como que Howard Stark es Iron Man, los 4 Fantásticos no recibieron la dosis de rayos cósmicos o Asgard está gobernada por Loki. Hay un par de viñetas con el vuelo de Iron Man que son un auto-homenaje de The Ultimates 1, y ofrece un espectáculo digno de alabanza. De hecho, en la melé que se forma en la gran escena de acción de este número ofrece toda su habilidad como narrador incluyendo montones de personajes en la página. En mi opinión, estamos ante un comic en que sólo el dibujo justifica su lectura.

El problema es que Hickman ha planteado el enésimo What-if? en la que un suceso cambia el pasado y ofrece una Tierra alternativa a la que estamos acostumbrados. Y esta historia está llena de convenciones esperables en una historia de este tipo y chorradas absurdas para provocar un conflicto que no acaba de funcionar porque no hay ninguna conexión emocional con nada de lo que nos cuenta ni los personajes que lo protagonizan.

Empezando con que el Hacedor (la versión malvada de Reed Richards del antiguo universo Ultimate 6160) ha maniobrado en la sombra para quitarse de en medio a los héroes que podrían enfrentarse a él, pero lo ha hecho aparentemente sin que nadie sepa de su participación de esos cambios. En este comic no llega a explicarse porque el presente del universo 6160 es «malvado» y necesita de una revolución, ni como digo nos importa ninguno de los personajes que aparecen. Para empeorar las cosas, a pesar del estupendo dibujo de Hitch, Hickman plantea una pelea con DECENAS de copias del Capitán América, Thor, Visión o el Hombre Gigante que resulta absurda y provoca la desconexión del lector ante lo que nos cuenta. Cuando entras en historias de viajes en el tiempo te arriesgas a entregar una historia ridícula sin tensión ninguna, y ese es precisamente el gran problema de este comic.

Luego aparte tenemos el propio WTF del comic, que es la sorpresa sobre que el Hacedor le cuenta a Howard Stark que fue Stark quien construyó la máquina del tiempo que está utilizando quien sea que esté enviando desde el futuro estas versiones futuras de héroes, sólo que aún no lo ha hecho. Una versiones que se parecen a la versión actual de los Vengadores en Tierra-616 porque patata. Y con una Stark que no tendría ninguna necesidad de construir nada dado que tiene una vida más que confortable y exitosa en esta tierra, aparte que él nunca tuvo los conocimientos para poder construir una máquina del tiempo. Todo lo referido a la historia de Hickman es un absurdo tras otro, con el añadido de la desconexión emocional ante lo que nos cuenta, por muy buen dibujo que tenga el comic.

En realidad, por lo leído hasta ahora narrativamente no hay ninguna diferencia entre este Ultimate Invasion y cualquier comic de cambios temporales de la realidad como Heroes Reborn de Jason Aaron y Ed McGuinness con el Escuadrón Supremo. De hecho, encuentro el comic de Aaron más disfrutable, empezando porque tuvo más espacio en plantear el mundo y el conflicto, consiguiendo que los personajes nos importaran, cosa que no ha sucedido en la historia de Hickman. Y más honesto, pensando que el evento de Aaron tenía un ADN de entretenimiento ligero que no engañaba a nadie, mientras que esta miniserie se vende como una historia IMPORTANTE, pero en realidad nos está ofreciendo exactamente lo mismo. El único elemento distintivo es que Marvel ha decidido que lo que sea que pase en esta miniserie va a tener continuidad con nuevas colecciones ambientadas en este universo Ultimate relanzado, frente a las decenas de historias alternativas que terminaban con el retorno al status-quo previo.

A todo esto, como la miniserie de Hickman y Hitch es de tan sólo 4 números, de alguna manera tenemos estamos ya dirigiéndonos hacia el climax final, un desenlace que tendría que tener a los Illuminati de la Tierra-616 como actores principales. Si no fuera así sería otra ridiculez, espero que Hickman no me haga quedar mal y Reed Richards y el resto de héroes aparezcan para ayudar a solucionar el problema creado por El Hacedor. El mes pasado comenté en positivo que al menos el primer número de esta miniserie me dejó con ganas de saber cómo continuaba la historia. Lamento decir que eso no ha sucedido en el comic de este mes por todo lo comentado anteriormente. Sin embargo, ya puestos compraré el resto de la miniserie para ver cómo termina Hickman la historia. Dicho esto, si en lugar de 4 números fueran 6 u 8 números, hay muchas posibilidades que no completaría la miniserie.

Comparto las primeras páginas del comic:

Ultimate Invasion es un comic correcto en el que el dibujo de Hitch marca la diferencia, dentro de la sensación de What if? ampliado que tiene la historia de Hickman.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Ultimate Invasion 1 (de 4) de Jonathan Hickman y Bryan Hitch (Marvel Comics – Panini

Ultimate Invasion es la serie de cuatro números en la que Jonathan Hickman y Bryan Hitch van a contarlos la creación de un nuevo Universo Ultimate. Comento mis sensaciones de un primer número que no me ha impresionado.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

¡Comienza la transformación del Universo Marvel! Jonathan Hickman, el destructor del Universo Ultimate, se une a Bryan Hitch, uno de sus más señalados creadores. ¿Su plan? Destruir, o quizás reconstruir, el Universo Marvel, con Miles Morales en el centro de todo. ¡Ni te imaginas lo que tienen preparado!

«[Revisitar la idea de Ultimate Comics] no podía ser replicar o revisar lo que Bryan hizo en el ULTIMATES original: crear una versión simplificada y modernizada que con el tiempo se convertiría en la columna vertebral del MCU. Y desde luego no podía ser lo que yo hice, que era un capítulo final de un universo preexistente», explicó Hickman a Entertainment Weekly.

«También pensamos que la idea misma de Ultimate Comics necesitaba ser invertida de lo que era el universo original – queríamos que esto fuera algo que realmente sólo pudiera existir en el espacio del cómic: una nueva forma de pensar y disfrutar de una nueva versión del Universo Marvel. Estoy bastante contento de decir que parece que hemos logrado esas cosas y estamos muy emocionados de que todo el mundo pueda leerlo.»

El Universo Ultimate nació en 2000 y tuvo una primera década sobresaliente con comics que marcaron la norma a seguir por el resto del sector, como The Ultimates de Mark Millar y el propio Bryan Hitch y Ultimate Spiderman de Brian Michael Bendis y Mark Bagley. Sin embargo, con el cambio de autores la línea editorial fue perdiendo interés hasta desaparecer en 2015 aprovechando las Secret Wars de Jonathan Hickman y Esad Ribic. Conociendo el interés por el revival y la nostalgia del actual Editor en Jefe de Marvel C.B. Cebulski, era inevitable que el Universo Ultimate volviera tarde o temprano. La clave era encontrar el momento y los autores adecuados. Parece que recuperar a Jonathan Hickman y a Bryan Hitch para esta re-creación de un universo Ultimate era una decisión evidente, casi la única posible.

Este primer número de Ultimate Invasion es una grapa doble con 46 páginas de historia, incluyendo los títulos de crédito y las típicas páginas de texto de Hickman. Ahora que ya me hice con él ya puedo valorarlo en profundidad, cosa que voy a hacer CON SPOILERS.

El comic arranca con esta página con un mensaje de gran contenido metatextual: «Los buenos artistas copian«. Según tu impresión del comic puedes pensar que esta afirmación de Hickman es una genialidad o una tomadura de pelo. Si eres de los de la segunda opción, te puede parecer que Hickman pone la venda antes de la herida al plantear un comic que arranca con una escena copiada de The Dark Knight de Christopher Nolan, cambiando el robo al banco por el asalto de Control de Daños para que El Hacedor se fugue. Seguido por un plan maestro de El Hacedor para recrear el Universo Ultimate que si le quitamos todas las ínfulas de autoimportancia de Hickman se resume, por lo visto hasta ahora, con que El Hacedor quiere viajar al pasado del Universo 616 para cambiarlo y así conseguir la Tierra Ultimate que él desea. Un argumento que no puede estar más trillado en los comics Marvel.

Si, los lectores de comic sabemos que en realidad ya no hay historias originales y lo que tenemos es el reciclaje y la combinación con más o menos acierto de elementos ya existentes. Pero eso es una cosa y otra llegar a este comic pensando leer los famosos high-concepts de Hickman y encontrarnos de momento con un reciclaje de ideas bastante vistas en el medio comiquero. Puedo entender que este mensaje le rompa la cabeza a algún lector, pero en mi caso lo que me ha transmitido ha sido que Hickman buscaba protegerse de posibles críticas ante una evidencia demasiado clara.

Es verdad que me ha decepcionado este primer número de Ultimate Invasion, pero confío que Hickman si consiga sorprenderme en los próximos números. Sobre todo porque el principal elemento con el que Marvel y Panini han promocionado este comic es conocer cómo se va a crear este nuevo universo Ultimate, y de momento sólo hemos visto la huida de El hacedor y el inicio de su plan, con múltiples preguntas aún por responder. Empezando por la principal relativa al viaje al pasado de El Hacedor en el que impide que Peter Parker sea picado por la araña radiactiva, que es si ha viajado al pasado del universo 616 tradicional, o si el añadido del 0 a la denominación «6160» indica que es el pasado de otro universo alternativo. Un universo, por tanto, más fácilmente alterable sin que los héroes del universo Marvel puedan impedirlo.

Un elemento interesante de este Ultimate Invasion es que Hickman vuelve al concepto de los Illuminati que tan buenos resultados le dio en su comic New Avengers. Que sean ellos lo que aparentemente van a intentar evitar los planes de El Hacedor me resulta una idea potente que puede dar mucho juego. Dicho esto, no tengo claro si no hay un problema en continuidad, porque diría que Rayo Negro estaba muerto, aparte que Charles Xavier no parece que vaya a tener tiempo de reuniones cuando la sociedad de Krakoa está a punto de ser destruida. Dado que no compré los últimos comics de los Inhumanos, voy a pensar en positivo y confiaré que la aparición de Rayo Negro o del resto de Illuminati no comporta ninguna incoherencia.

Lo que si me ha parecido incoherente y me ha molestado es que Reed Richards afirme ante la pregunta del El hacedor que de poder volver al momento post-Secret Wars en el que reinició el Universo, borraría de la existencia a El Hacedor, la versión de Reed Richards del universo 1610. Recordando el comic de New Avengers y por qué no decirlo, la propia etapa previa de Hickman en Cuatro Fantásticos, esto es algo que Richards nunca haría, porque significaría que de facto Richards está matando a otra persona, aunque sea una versión oscura suya. Hickman ha caído en uno de sus grandes problemas como guionista, que es plantear que los personajes no se comporten según su naturaleza icónica para forzar que la historia transcurra por donde él quiere. En relación a esto de Reed Richards, reconozco que me ha tocado la moral. Mucho.

En el caso de este primer número de Ultimate Invasion, dentro que es un comic entretenido que te deja con ganas de más con un gran dibujo de Hitch, me da la sensación que al ser una comic-evento corto de tan sólo 4 números, Marvel confiaba que el reclamo del «nacimiento del nuevo Universo Ultimate» sería suficiente para mantener interesado a los lectores a pesar que este arranque no ha sido especialmente memorable o rompedor en nada. Y no puedo decir que estén equivocados, porque yo sigo con curiosidad por saber como van a reiniciar el universo Ultimate y pienso comprar los tres números restantes.

Bryan Hitch, con sus colaboradores habituales Andrew Currie en el entintado y Alex Sinclair en el color realiza un trabajo excelente, confirmando una vez más que se encuentra en un momento de plenitud creativa increíble. Por la propia estructura del comic, Hitch puede lucirse con la escena inicial de 16 páginas con la fuga de El Hacedor de su prisión, con unos diseños de los black-ops estupendos y una fluidez narrativa en la escena de acción realmente notable.

Por ponerle un pero, en los últimos tiempos Hitch siempre tiene alguna viñeta en la que alguna cara queda rara, y en este comic no es una excepción, por ejemplo con Reed Richards o su alter-edo de la dimensión Ultimate El Hacedor. O el caso de Pantera Negra que le hace una forma rara a la cara de T´Challa. Tras años sufriendo un perfeccionismo imposible para el mundo del comic mainstream, Hitch aprendió a entregar sus páginas aún sabiendo que igual no estaban al 100% de nivel de perfección anterior, (igual es un 90%), pero estas dos o tres caras raras se compensan más que de sobra teniendo a Hitch manteniendo un ritmo mensual desde hace varios años.

En realidad, no le puedo poner un pero a un dibujo de Hitch. En lo referido al ámbito superheróico en el que se engloba este comic, hay muy pocos artistas que pueden conseguir el nivel de calidad artística que tenemos en este comic.

Y aunque el arranque de la historia no me ha impresionado, más bien lo contrario, tengo esperanzas que Hickman se haya guardado más de un as en la manga y consiga sorprenderme, empezando por el objeto que El hacedor robó del Edificio Baxter, que debería ser la máquina del tiempo del Doctor Muerte pero igual no. Al ser tan sólo cuatro números, la acción va a transcurrir a toda velocidad y no debería dar un segundo de respiro. Espero que el segundo número mejore lo visto hasta ahora.

Comparto algunas páginas de este comic:

Ultimate Invasion ha conseguido llamar mi atención y quiero saber cómo va a plantear Hickman el reinicio del Universo Ultimate, pero este arranque no me ha resultado ni mucho menos sobresaliente.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Superman: The Last days of Lex Luthor 1 de Mark Waid y Bryan Hitch (DC Comics)

Con algo de retraso me he hecho con el primer número de Superman: The last days of Lex Luthor de Mark Waid y Bryan Hitch, con tintas de Kevin Nowlan y color de David Baron dentro del sello Black Label. Y me he encontrado con un comic con vocación de convertirse en clásico del personaje, redefiniendo la relación entre los dos personajes de DC Comics.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Mark Waid y Bryan Hitch se reúnen para contar una historia centrada en su superhéroe favorito. Superman se entera de que Lex Luthor se está muriendo y quiere que el Hombre de Acero le ayude a encontrar la cura para lo que sea que esté causando su rápido declive. Mientras el mundo quiere despedirse de Luthor, Superman irá a los confines del universo, a través de diferentes dimensiones y a través del tiempo para salvar a su enemigo. Pero, ¿por qué quiere salvar a la persona que se ha pasado la vida intentando destruirle? ¿Será capaz de encontrar la solución?

Superman: The last days of Lex Luthor es una miniserie de 3 números editada dentro del sello Black Label, lo que significa que Waid y Hitch no tienen que preocuparse por elementos de continuidad que pudieran resultar contradictorios respecto a lo que nos quieren contar. Este primer número se publicó el pasado mes de julio, y es segundo no se publicará hasta noviembre, por lo que nos quedan varios meses de espera hasta poder leer la continuación.

Mark Waid es una autoridad en el mundo del comic mainstream, habiendo trabajado para ls principales editoriales, Marvel, DC, Fantagraphics, Event, Top Cow, Dynamite y Archie Comics. Su nombre está ligado a The Flash y Kingdom Come en DC, pero también a Capitán América, Los Cuatro Fantásticos y Daredevil para Marvel. Junto a estos trabajos más mainstream, entre 2007 y 2010, Waid fue Editor Jefe y posteriormente Director Creativo de Boom! Studios, donde también publicó sus series de creación propia Irredeemable e Incorruptible. Batman/Superman: Los mejores del mundo supuso su retorno a DC Comics, donde está desarrollando importantes historias, como el evento Lazarus Planet o el relanzamiento de Shazam! con Dan Mora. 

Hablar de Bryan Hitch es hablar de una institución en el mundo del comic. El artista y guionista británico consiguió su primer trabajo profesional para Marvel UK en 1987, cuando contaba tan sólo con 17 años. Tras trabajar con el guionista Simon Furman en Transformers y Death´s Head II en Inglaterra, dio el salto a Estados Unidos consiguiendo numerosos encargos en Marvel y DC durante los años 90, unos años en los que su estilo estaba claramente influenciado por Alan Davis.

El salto de calidad de Hitch tuvo lugar a partir de 1997 con su colaboración con Warren Ellis, primero en Stormwatch y luego en The Authority, creando 12 números entre 1999 y 2000 que son historia del comic al inaugurar un estilo de narración cinematográfica que popularizó el término widescreen aplicado al mundo del comic, planteando una acción más-grande-que-la-vida como nunca antes se había visto en un comic. Tras Authority, Hitch se asoció con Mark Millar para crear The Ultimates entre 2002 y 2007, comics que sirvieron de influencia para las películas de Marvel Studios y que son por derecho propio uno de los ¿5 mejores comics? de Marvel del siglo XXI.

Tras The Ultimates volvió a trabajar con Mark Millar en una etapa de 4 Fantásticos, y ha alternado encargos para Marvel y DC. Además, en 2012 creó su primer obra de creación propia en Image, America’s Got Powers, creada con el guionista Jonathan Ross. Durante ese periodo sufrió un problema con los plazos de entrega debido a su increíble detallismo y a su incapacidad de considerar terminado el trabajo, algo que por suerte ha sabido corregir en los años siguientes. De esta forma, en los últimos años ha publicado sin fallo los 12 números de Hawkman (2018-19), los 12 de la serie The Batman´s grave de nuevo junto a Warren Ellis (2019-20), y 16 números de Veneno con Al Ewing y Ram V para Marvel. Esta miniserie marca su retorno a DC Comics, aunque en la vertiente de trabajo de encargo, no habiendo firmado ningún trabajo de exclusividad con nadie.

La verdad es que esta reseña va a resultar un tanto redundante, porque en realidad con decir «Superman + Mark Waid + Byan Hitch» ya debería ser más que suficiente para vender este comic. Waid es uno de los grandes escritores de DC Comics, con comics como Kingdom Come que son historia viva de la editorial, por no hablar de su Flash y tantos otros comics. Waid y Hitch ya colaboraron hace un montón de años en DC con el especial de tamaño extragrande JL: Heaven´s ladder, al que siguió una estupenda etapa en la JLA. Que ambos autores hayan podido volver a colaborar me parece un noticia bestial. De hecho, hace unos meses ya comenté que este comic era uno de los que más ganas tenia de leer este año.

Waid ha expresado en multitud de ocasiones que Superman es su personaje favorito, y en esta miniserie plantea un estudio psicológico de Superman y su principal villano, Lex Luthor. La sensación que estamos ante un comic con vocación de clásico revolotea en todo momento, al reforzar la idea que Superman es el mejor héroe no por sus superpoderes, sino por sus fuertes convicciones morales y su intención que nadie muera si él puede evitarlo. Incluso un villano. Incluso EL villano.

En el reinicio de Superman que John Byrne realizó en 1986 se establecía que Superman conoció a Lex cuando llega a Metropolis, no en Smallville. Sin embargo, en series de televisión como Smallville sí planteaban que Clark Kent y Lex Luthor se conocieron de críos en el pueblo de Kansas. Waid usa el formato y la libertad que le da el sello Black Label para coger aquellos elementos que más le interesan para su historia, contando una historia que muestre su conexión en Smallville, siendo las dos personas que más solas se sentían por sus habilidades especiales. Clark sus poderes y Lex su inteligencia desprovista de empatía.

Waid alterna momentos en el presente con escenas de la juventud de Clark contadas a modo de flashbacks intercalados en la historia principal. Por lo mostrado en las primeras páginas parece que conoceremos una inesperada conexión entre ambos, con un suceso de su pasado del que Clark se siente culpable. Aunque hay algunos momentos espectaculares para que Hitch se luzca, luego los comento, la verdad es que estamos ante una historia bastante intimista que ahonda en la psicología de ambos, haciendo el propio Superman de narrador de la historia cuando conocemos las situaciones de su pasado con Lex.

Aparte de este análisis de ambos personajes, parece que Waid está también en modo enciclopédico, planteando una historia que le permita visitar los principales hitos de Superman, De momento en este primer número vimos la Fortaleza de la Soledad, la ciudad embotellada de Kandor y la Zona Fantasma, tengo ganas de ver por donde continúa la historia. La verdad es que tras leer este primer número, las ganas de leer el segundo número son máximas.

En lo relativo al dibujo, Bryan Hitch se encuentra en un momento de plenitud creativa envidiable. Para esta miniserie Hitch colabora con Kevin Nowlan en el entintado y David Baron en el color. Nowlan y Hitch ya han colaborado en el pasado, por ejemplo en la miniserie The Batman´s grave con Warren Ellis, y el estilo de Nowlan creo que ajusta muy bien con los lápices de Hitch, si bien Nowlan tapa un poco las caras del dibujante para mostrar las suyas.

Dentro de la cualidad casi intimista de la historia de Waid, The last days of Lex Luthor nos trae al Hitch más arquitectónico y espectacular. Los protagonistas transmiten todo su carisma y personalidad. En el caso de Lex, su personalidad malsana. Pero todo ello viene embellecido con unos dibujos alucinantes con un nivel de detalle casi insultante comparado con la media de lo que DC publica cada mes. El primer ataque de Lex, la llegada a la Fortaleza de la Soledad o la ciudad de Kandor permiten a Hitch lucirse con un detallismo y una espectacularidad al alcance de muy pocos artistas.

Se nota que Superman es un personaje importante también para Hitch, porque este comic tiene un plus en el dibujo que no sentí leyendo Veneno. Y mira que Hitch me gustaba mucho allí, pero creo que este primer número está soberbio. La edición Black Label es un comic de tamaño mayor que el comic-book, y una extensión de 48 páginas. La mayor extensión permite a Waid crear su historia con un ritmo diferene al de los comics de grapas normales, y explica que Hitch necesita más tiempo para dibujar cada número. Y de nuevo, diría que Hitch está dando el do de pecho con este encargo de DC. En este sentido, el formato de página mayor ayuda al lucimiento de Hitch, al tener más espacio para contar la historia de la forma más espectacular posible, pero sin olvidarse de los momentos más intimistas de Clark y Lex.

Cuando te encuentras un comic tan bien escrito y dibujado, es obligatorio leerlo primer y recomendarlo a continuación.

Comparto las primeras páginas del comic:

Superman: The last days of Lex Luthor apunta a clásico absoluto gracias unos autores en estado de gracia. El disfrute ha sido total.

PUNTUACIÓN: 8/10

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