Tenía ganas de leer el nuevo comic de creación propia de Jason Aaron publicado en Boom Studios!, Once upon a time at the end of the world. El comic publicado en Boom Studios! cuenta con dibujo de Alexandre Tefenkgi y color de Lee Loughridge, además de fantásticas portadas de Mike del Mundo. Ahora que ya se ha publicado el primer arco de la colección es buen momento para valorarlo.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
Una épica serie postapocalíptica del escritor Jason Aaron (Thor, Los Vengadores, Southern Bastards), ganador de un bestseller del New York Times y de los premios Eisner y Harvey, que lanza su serie de autor más ambiciosa hasta la fecha con tres equipos artísticos únicos para abordar una visión del fin del mundo que es brutal y nostálgica, caprichosa y realista… y, en última instancia, atemporal.
Maceo y Mezzy nunca han conocido a nadie igual, y necesitarán toda la ayuda posible para sobrevivir en un planeta asolado por una catástrofe medioambiental. Esta trilogía épica -cada número desborda 30 páginas de historia- abarca toda una vida, mientras los oscuros misterios de un mundo en ruinas y sus propias diferencias desgarran los hilos que mantienen unidos a Maceo y Mezzy… ¿Se separarán ellos y la tierra bajo sus pies?
Jason Aaron es un galardonado guionista de cómics conocido sobre todo por su trabajo en Marvel Comics, que incluye una serie histórica de siete años sobre Thor, en la que presentó a Jane Foster como la poderosa Thor. También ha escrito Wolverine, Doctor Strange, Ghost Rider, Conan y el relanzamiento de Marvel de Star Wars en 2015, que fue el cómic estadounidense más vendido en más de 20 años. Aaron es el guionista actual del libro insignia de Marvel, Los Vengadores, y de su spinoff, Avengers Forever, junto con una nueva serie de Punisher que define al personaje. Entre sus obras, aclamadas por la crítica, figuran Southern Bastards, de Image Comics, ganadora de los premios Eisner y Harvey, y la serie policíaca Scalped, de Vertigo Comics, éxito de ventas en el New York Times. Aaron nació y creció en Alabama y actualmente reside en Kansas City.
«Una historia de amor debería ser más que un solo tipo de historia. Más que un primer acto. Especialmente cuando es el tipo de amor épico y desenfrenado que esculpe un camino a través de dos vidas, dejando atrás momentos de alegría y sufrimiento, placer y horror, curación y cicatrices. Más aún cuando esas vidas se viven en un páramo postapocalíptico», afirma Aaron. «Esta es la historia de dos niños perdidos que se encuentran el uno al otro al final de los días. Como si Wes Anderson hubiera dirigido ‘Road Warrior’. Pero eso es sólo el principio de su viaje de supervivencia y de la última gran historia de amor del mundo.»
«¡Jason y tres artistas únicos y originales tejen una historia que se siente cerca de casa, ya sea que te lleve de vuelta a tu propia infancia y los intentos de primer amor, el primer gran desamor, o los primeros pasos en lo desconocido, ÉRASA UNA VEZ EN EL FIN DEL MUNDO toca un nervio, te recuerda un tiempo olvidado, y te arrastra a las vidas de este dúo improbable navegando por un mundo moribundo», dijo Sierra Hahn, Editora Ejecutiva de BOOM! Studios. «Cada artista se entrelazará en los respectivos capítulos llevando a los lectores en un viaje hacia adelante y hacia atrás en el tiempo. Es una experiencia de lectura de cómic que no querrás perderte.»
Jason Aaron ha planteado este comic como una épica historia contada en tres arcos de cinco números. El primer arco, LOVE IN THE WASTELAND, cuenta con dibujo de Alexandre Tefenkgi y color de Lee Loughridge. Los siguientes arcos estarán dibujados por Leila del Duca (THE RISE AND FALL OF GOLGONOOZA) y Nick Dragotta (NOT EVEN IF YOU WERE THE LAST PERSON ON EARTH).
Aaron ha comentado que acaba de pasar por un divorcio que le ha hecho replantearse muchas cosas. Tras quince años trabajando ininterrumpidamente para Marvel Comics, ha planteado el final de su etapa en Los Vengadores como el final de sus trabajo en series regulares de larga duración. No es que vaya a abandonar Marvel, a su Punisher aún le quedan unos meses para finalizar y comenta que tiene varias ideas para algunas miniseries que seguro se publicarán en el futuro. Pero aparte de esto busca centrarse en obras autoconclusivas de creación propia que le mueva de forma diferente a lo que lo hacen los superhéroes. Once upon a time at the end of the world es la primera de estas series, planteada como una historia de amor en el final de un mundo distópico, al menos por lo visto en este primer volumen. Y de momento ha resultado la lectura menos satisfactoria de toda la producción de Aaron hasta la fecha.
Ya empezamos que la ambientación de un futuro distópico post-apocalíptico en el que prácticamente toda la humanidad ha sido aniquilada no es algo especialmente atrayente, más bien al contrario. Estoy un poco hasta el gorro de estas historias asusta-viejas que nos indican que nuestra sociedad va a irse al garete por culpa de nuestras actitudes egoístas e insolidarias como sociedad, aparte del cambio climático o el desastre que se le haya acurrido. Sin embargo, esto es solo el contexto, y lo importante son los personajes, si consiguen enganchar, la distopía en si dará un poco igual. Y lamentablemente, ni la dura Mezzy que huye de un pasado que la persigue ni el inocente inventor Maceo que nunca ha salido de la torre donde vivía con sus padres han sido personajes entrañables o interesantes, no dejándome con ganas de conocer más de sus vidas tras haber leído este primer arco de sus aventuras.
El gran problema de este comic es el apartado artístico. ALEXANDRE TEFENKGI es un dibujante de cómics francés que trabajó en la exitosa serie de Image «The Good Asian», catalogada como uno de los mejores cómics de 2021 y la aclamada serie de ciencia ficción Outpost Zero para Skybound entertainment.
El dibujo de Tefenkgi es una decepción total. Ni es un buen narrador que sepa contar una historia secuencialmente con imágenes, ni sus personajes transmiten nada porque parece que siempre les dibuja con la misma cara, desde el mismo ángulo de imagen. Me quedo muerto con un futuro distópico que apenas se ve porque todo parecen imágenes apenas abocetadas en el que confía que un color llamativo disimule la falta de fondos y detalles. (Algo que obviamente NO funciona). Un desastre total que no me ha gustado nada, partiendo de un estilo de dibujo «young-adults» totalmente inadecuado en mi opinión para la historia que estamos leyendo. Incluso teniendo en cuenta que se que estamos leyendo en este arco una historia de enamoramiento entre dos adolescentes. Pero todo en el dibujo me ha echado para atrás y me parece que no da el mínimo exigible a un artista profesional. Así de malo.
Las brillantes portadas de Mike del Mundo me encantan, ofreciendo la personalidad y la calidad gráfica que NO me dan las páginas interiores, de forma que el choque entre el reclamo y lo que es el comic en realidad es aún más grande. Hasta en esto, que las portadas sean super chulas juega en contra del decepcionante y para olvidar dibujo de Tefenkgi, un artista del que espero no comprar otro comic suyo.
Esto me recuerda que por mucho Jason Aaron que sea, el comic es un medio que cuenta historias con imágenes, y si estas no están a la altura y no saben contar la historia de forma correcta, es imposible disfrutar de la experiencia lectora. En meses anteriores de disfrutado de comics como Once & Future de Kieron Gillen y Dan Mora que nos han dado un dibujo espectacular dentro de Boom Studios, pero la triste realidad es que los comics de editoriales independientes pequeñas siempre han sufrido por el lado del dibujo. Y esta colección ha sido un doloroso recordatorio. Yo era de los de «compro todo lo que haga Jason Aaron», pero queda claro que hay que mirar todos los factores antes de volver a hacer una afirmación de este tipo, porque con un dibujo tan mediocre como este es imposible disfrutar de la historia.
Tengo claro que la falta de carisma o interés de los protagonistas Mezzy y Maceo tiene que ver por el dibujo de esta serie, no creo que Aaron se haya olvidado de escribir de repente. Pero es que el dibujo ha sido super flojo. Si a esto le sumamos que no conozco de nada a Leila del Duca, artista del segundo arco, y que Nick Dragotta, artista del tercero al que sí conozco de sus comics con Jonathan Hickman, no es que me guste especialmente, mi hermano y yo hemos llegado a la misma opinión, que es dejar de comprar esta colección. A lo mejor cuando se publiquen los tomos y en función de como sea el dibujo y de la acogida crítica me lo puedo repensar, pero ahora mismo no tengo el más mínimo interés de gastarme mi dinero en este comic.
Comparto las primeras páginas de este comic:
Y como bonus-track, el trailer que Boom preparó de este comic:
Menudo chasco me he llevado con este comic por culpa de un dibujo que no está a la altura.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.
Comienza Vengadores Reunidos, el último arco de Jason Aaron en Los Vengadores, y lo hace por la puerta grande, al traerse al genial Bryan Hitch para que dibuje esta primera parte.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
El comienzo de la mayor saga en la historia de Los Vengadores: la que pondrá fin a la etapa de Jason Aaron. Una guerra que une a Los Vengadores, a Los Vengadores de hace un millón de años y a Los Vengadores multiversales. ¡Sólo Bryan Hitch podría contarlo!
Este número especial con 40 páginas de historia contiene Avengers Assemble Alpha One-Shot USA.
Jason Aaron presentó a los Señores del Mal multiversales dirigidos por Muerte Supremo en el número 50 USA de su etapa (número 750 de la numeración legado). Ha pasado un año -12 números- y ya estamos en el principio del fin, con un número de presentación de todos los jugadores, al conocer a los 9 Vengadores de la Tierra 616, los 6 miembros de los Vengadores Prehistóricos y a un gran número de los Vengadores Multiversales, incluyendo su misterioso líder Vengador Principal. Esta gran reunión de héroes lo va a tener complicado frente a Muerte Supremo y Mefisto, además del resto de villanos, como ya hemos podido comprobar en este primer número.
Tengo que decir que como número de presentación en el que establece las piezas en el tablero, me ha parecido correcto, aunque diría que me he encontrado con el Aaron más formulaico, cayendo en el viejo tropo de dos grupos enfrentados por una confusión antes de la llegada de los villanos, que se aprovechan de este momento de debilidad. Aaron deja claro que si estos grupos no aprenden a trabajar en equipo, no hay esperanza, pero da un poco de rabia lo trillado que parece todo, con elementos muy poco novedosos.
Por suerte para Aaron (y Marvel), para este comic se han traído al siempre impecable Bryan Hitch, que para este especial se ha traido a su equipo de colaboradores habitual formado por Andrew Currie en el entintado y Alex Sinclair en el color. En cuando a aventuras más grandes que la vida, Hitch es un seguro de vida y su mera presencia ya indica que estamos ante uno de los comics importantes de Marvel. Sus splash-pages son estupendas y a pesar de contar con un reparto amplísimo de más de veinticinco personajes, consigue que todos luzcan imponentes y poderosos. Más que leerlo varias veces, realmente he disfrutado de las páginas de Hitch repetidamente tras la primera lectura. Con Hitch no hay duda que estamos en un caso en el que el dibujo mejora exponencialmente cualquier historia que tenga que dibujar.
Por eso, aunque la historia no brilla por su originalidad, el dibujo está a otro nivel y sólo por él ya se justificaría la compra. A partir de ahora, los habituales Javier Garrón y Aaron Kuder se encargarán de dibujar los próximos 11 números de estos Vengadores Reunidos. Y aunque ninguno está al nivel de Hitch, son dibujantes super chulos que aseguran que esta saga va a tener un dibujo top. Y me alegro por ello.
Comparto las primera páginas del comic:
Nos aguardan muchas emociones fuertes en los próximos meses. Los Vengadores tienen que confirmar la escala y la sensación de peligro que se espera de un final de etapa como este.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.
Estoy leyendo la actual etapa de Castigador de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta, con color de Dave Stewart, y aunque el comic en si es super entretenido con una buena historia de Aaron y con un dibujo top, no dejo de pensar que Marvel está boicoteando conscientemente a uno de sus principales personajes. Reflexiono sobre ellos aprovechando que Panini acaba de publicar la primera mitad de esta etapa.
Punisher fue creado por el escritor Gerry Conway y los artistas John Romita Sr. y Ross Andru, con Stan Lee dando luz verde al nombre del personaje. El personaje hizo su primera aparición en The Amazing Spider-Man # 129 (febrero de 1974). Se dice que su creación vino inspirada del personaje de las novelas de Don Pendleton El Ejecutor, un personaje creado en 1969 y que disfrutó de una serie de novelas durante esos años de cierto éxito. A esto habría que sumar la moda de películas de justicieros que se toman la justicia por su mano que tan de moda se pusieron en los años 70. Sin ir más lejos, la primera película de Harry El Sucio dirigida por Don Siegel se estrenó en 1971, tres años antes de la primera aparición del personaje en los comics.
Marvel Comics añadía una vertiente trágica a Frank Castle que no tuvo el Ejecutor, al plantear que Castle es un veterano de la guerra de Vietnam que al volver de un permiso vio como su mujer y sus hijos fueron asesinados por un fuego cruzado de unos mafiosos que estaban realizando un ajuste de cuentas en Central Park mientras la familia Castle celebraba un picnic. Tras recuperarse de sus heridas, Castle pierde la cabeza y decide lanzar una guerra sin cuartel contra el crimen.
Marvel mantuvo durante los años 70 a Punisher como secundario o villano de varias series, dado que alguien que mata a gente, aunque sea criminales, era visto como un villano por parte de la comunidad superheróica, y el standard moral planteado por Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko para los comics Marvel.
No fue hasta los años 80 cuando Marvel se animó a darle colección propia. Primero fue su mítica primera miniserie obra de Steven Grant y Mike Zeck en 1986, a la que siguió en 1987 su serie regular a cargo de Mike Baron y Klaus Janson (entre otros artistas). El comic rompió las cifras de ventas y convirtió al personaje en uno de los más populares de la editorial junto a Lobezno, provocando que sus apariciones se multiplicaran en el universo Marvel. El éxito de la primera serie, que contó con 107 números más anuales entre 1987 y 1995, dio lugar a otras dos colecciones adiciones The Punisher War Journal (80 números, de noviembre de 1988 a julio de 1995) creada por Carl Potts y un primerizo Jim Lee entre otros, y The Punisher War Zone (41 números, de marzo de 1992 a julio de 1995) a cargo de Chuck Dixon Y John Romita Jr. Aprovechando el filón, Marvel publicó además una revista en blanco y negro The Punisher Magazine (16 números, de noviembre de 1989 a septiembre de 1990) o The Punisher Armory (10 números a partir de 1990), con fichas de armamento y vehículos que utilizaba el personaje en su guerra contra el crimen. La sobre-explotación del personaje provocó que todas sus series acabaran cerrando en 1995, en medio de la implosión de la editorial.
Aunque Punisher tuvo otras series regulares y limitadas con resultados más bien cuestionables, fue a partir de 2004 cuando el personaje disfrutó de una segunda edad de oro gracias a la versión para adultos que Garth Ennis hizo del personaje en su serie PUNISHER MAX, con artistas como Lewis Larrosa, Leandro Fernández, Goran Parlov o Lan Medina. En los 60 números de esta etapa publicada entre 2004 y 2008, Ennis planteaba la que para muchos es la versión definitiva del personaje, mostrando un mundo realista sin superhéroes en los que Punisher era un asesino de masas que no se transformó por un trauma causado por la muerte de su familia, sino que él ya tenía una oscuridad interior que encontró en Vietnam el espacio perfecto para crecer en su interior y que utilizó la tragedia para dar rienda suelta a sus instintos más oscuros.
Tras una etapa perfecta, Jason Aaron planteó algo diferente para el segundo volumen de Punisher Max en 2009, planteando el último combate de un anciano Frank Castle en un universo marvelizado adulto con Kingpin, Bullseye, Elektra o Nick Fury. Tras dos años y 24 números, la serie concluyó en 2011 con un impactante final, siendo un comic estupendo cuyo único problema fue que vino después de la histórica etapa de Ennis.
En los últimos años, la sensación que los editores de Marvel Comics no acababan de saber qué hacer con el personaje, uniéndole por ejemplo a los Thunderbolts de Norman Osborn con Hulk Rojo o Elektra entre otros anti-héroes. Sin embargo, la popularidad de Punisher se ha mantenido intacta independientemente del hecho que el personaje tuviera o no colección de comics en publicación. Aparte de sus películas protagonizadas por Dolph Lungren, Thomas Jane y Ray Stevenson, el personaje disfrutó de una nueva vida gracias a las series urbanas de Netflix, con una versión super popular interpretada por Jon Bernthal, que fue presentado en Daredevil pero luego disfrutó de dos temporadas en solitario.
En paralelo a esto, la iconografía del Punisher y su potente logo con el cráneo blanco sobre fondo negro se ha convertido en un objeto super icónico sobre todo en ámbitos militares y paramilitares de Estados Unidos. Recuerdo la película El Francotirador de Clint Eastwood de 2014, y en este biopic de Chris Kyle, el tirador más letal de la historia del ejército de los EE.UU. que sirvió en Irak, vimos como tanto él como sus compañeros lucían el emblema de Punisher del cráneo blanco sobre fondo negro en su indumentaria.
En los últimos años, Marvel Comics se ha mostrado bastante molesta al conocerse que muchos policías usan el logo de Punisher a modo decorativo, al igual que grupos de la derecha republicana afines a la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Que republicanos usen a uno de los personajes de Marvel, o al menos su símbolo, como icono de unas actividades en algunos casos cuestionables (pero no siempre), ha debido parecerles algo inconcebible, aparentemente. Creo recordar que en medio del Black Lives Matter, uno de los policías detenidos tenía el cráneo de Punisher en su equipación o ¿en su coche? No lo recuerdo exactamente. También pudo verse el cráneo de Punisher durante la toma del Congreso de los Estados Unidos por parte de simpatizantes de Donald Trump. La respuesta de Marvel, a pesar de la innegable demanda que existe del personaje y su iconografía, ha sido quitar el logo de la circulación. Y quien sabe si también el personaje.
Llegamos a 2022, y con el nuevo volumen de Punisher Marvel Comics ha realizado un cambio sin duda polémico. En lugar de reforzar con hechos lo que ellos creen que es el Punisher alejándole de posibles extremismos, por ejemplo planteando una historia en la que Castle se enfrente a un caso de corrupción / brutalidad policial, Marvel plantea la solución del cobarde al forzar un cambio de logo en el personaje como intento de alejarse de hechos y personas que Marvel entiende que no le interesa que sean asociados a su marca. Digo que es una solución cobarde porque Punisher siempre va a estar asociado a su cráneo, después de 50 años de vida del personaje y cientos de comics, tres películas y dos temporadas de la serie de televisión, por mucho que tu digas que el personaje tiene otro logo, eso no va a impedir que sea asociado con la que es su imagen más reconocible. Es más, es que los comics siguen están ahí, empezando por las míticas portadas de Mike Zeck.
Valorando el primer volumen de Castigador, como ya expliqué en mi reseña de hace unos días, el comic de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta me gusta. Me gusta mucho. Aaron coge una idea que no es nueva que Ennis ya la planteaba en su versión MAX, y es que Frank Castle ya tenía la oscuridad en su interior mucho antes que su familia fuera asesinada. De hecho, en la propia versión de Aaron del Punisher Max también se incidía en esta idea, hasta el punto que Bullseye descubre que el pecado de Castle es que justo antes que los mafiosos mataran a su mujer y a sus hijos él planteó a su mujer el divorcio porque quería volver al frente. Esto que no es nuevo en las versiones MAX del personaje creo que nunca se había contado de esta manera tan impactante dentro de continuidad del Universo Marvel, lo que puede chocarle a algunos lectores. Sin embargo, a mi la verdad es que me ha gustado mucho y creo que es 100% congruente con el personaje. Ningún problema ahí.
El comic está super bien dibujado, planteando a Jesús Saiz como dibujante de la acción en el presente, mientras que Paul Azaceta se encarga de las escenas ambientadas en el pasado de Frank, empezando en su niñez cuando realizó su primer asesinato. Todo ello con el estupendo color de Dave Stewart. Aaron en esta historia lleva el tema un paso más allá al plantear que La Mano cree que Castle es la reencarnación del Puño de la Bestia, su Maestro de Asesinos reencarnado. Y aunque Castle está intentando deshacerse del control de La Mano, a lo que tiene que añadir su brutal enfrentamiento contra Ares, Dios de la Guerra, la sensación que estamos viendo de alguna manera un camino del héroe inverso. O más bien la confirmación que Castle nunca fue un héroe sino un asesino sanguinario. Analizando el comic por su apartado artístico y la historia que plantea, la valoración no puede ser más positiva.
Se nota que Aaron plantea esta historia como un arco cerrado contado en trece partes bajo la premisa de cambiar para siempre al personaje. Y dentro que como digo el comic en si está muy bien, hay una idea que no deja de asomar cada vez que pienso un poco hacia donde nos dirige el arco que nos están contando. Entrando en el terreno de la especulación, sólo veo dos opciones posibles y ninguna de las dos plantea nada bueno para Frank.
En la primera opción Castle acaba sucumbiendo a su oscuridad interior de asesino sanguinario y abraza su función de Señor de La Mano, planteando una guerra abierta contra Daredevil, que en paralelo está planteando en su colección la destrucción de La Mano. De esta forma, Punisher dejaría de ser un antihéroe para pasar a ser un villano de pleno derecho, quitándole al público republicano a uno de sus iconos favoritos. Este es el camino del héroe inverso a lo que antes me refería.
La segunda opción es aún peor para Castle, ya que veo bastante claro que Marvel ha planteado esta miniserie para matar a Punisher y dejar de publicar comics con Frank Castle de protagonista. Como no les gusta que lectores (y gente que no compra comics, las cosas como son) con valores republicanos y de creencias que conectan con el derecho al uso y tenencia de armas le usen de icono, la solución de Marvel es eliminarle de la ecuación. Quien sabe si más adelante incluso plantearían la creación de un nuevo Punisher que fuera un personaje totalmente diferente, con otra indumentaria y un nuevo origen. Lo único que hace que dude de esto es que Aaron ya narró la muerte de Frank Castle en su versión MAX, por lo que me extraña que haya aceptado contar dos veces la misma historia. Dentro que son historias super diferentes entre si, este Punisher no tiene nada que ver con la versión Max que escribió hace 14 años. Pero es otro motivo para pensar si no le habrán llamado para hacer lo mismo que hizo en Max en la versión del Universo Marvel tradicional. Darle un final potente y satisfactorio al personaje.
Ambas opciones me parecen penosas, y esto es compatible con que creo que Aaron, Saiz y Azaceta puedan ejecutar satisfactoriamente esta idea y crear unos buenos comics. Partimos de una falacia que no entiendo cómo Marvel puede creerla. La idea que si ellos matan al personaje en los comics eso va a tener algún impacto en el mundo real. Los comics de Frank Castle siempre estarán en nuestras estanterías, los fans del personaje seguirán siéndolo aunque no se publiquen nuevos comics. Pero es que la mayoría de espectadores de cine y televisión no lectores de comics tiene la serie de televisión de Jon Bernthal para revisionarla siempre que quieran en Disney+. O las películas, siguen existiendo quiera Marvel o no. La muerte de Castle y la desaparición de Punisher del catálogo de comics de Marvel no va a impedir que los fanáticos del NRA sigan usando su iconografía.De la misma manera que cambiar su imagen en estos últimos comics no impedirá que el cráneo blanco vaya a estar asociado ahora y en el futuro a Punisher. Por cierto, en ese sentido, que Ares lleve ahora el cráneo clásico de Castigador como indumentaria deja claro de forma muy poco sutil que esa es ahora la iconografía de un villano.
Este elemento me parece clave, aparte que la muerte de una personaje de Marvel hace tiempo que dejó ser algo definitivo. Aparte del final de la etapa Max que comentaba antes, Castle dentro del Universo Marvel tradicional ha muerto al menos en dos ocasiones (que recuerde). La primera a finales de los 90 para justificar su relanzamiento dentro de la línea Marvel Knights con una etapa totalmente fallida obra de Christopher Golden, Ton Sniegoski y Berni Wrightson en la que convirtieron a Castle en un Ángel de la Venganza que luchaba contra demonios del Infierno. Ya en el siglo XXI, Castle también murió en su colección de 2006 para ser relanzado durante una corta etapa por Rick Remender como FRANKENCASTLE, un comic super loco y divertido que sin embargo obviamente no pegaba con el espíritu del personaje. Que un personaje muera en los comics Marvel actuales dejó de ser un final definitivo hace ya tiempo, tan sólo significa que espera la llegada de un autor y un editor que quieran al personaje y se decidan a revivirlo. Algo que sin ir más lejos podría suceder si Garth Ennis expresara su interés en contar alguna nueva historia protagonizada por él.
Siempre comento que me parece que a grandes rasgos creo que los lectores de comics vivimos una edad de oro de variedad y calidad a nuestra disposición. Sin embargo, esto en lo que creo a nivel general del medio comiquero no es algo que sea trasladable al catálogo que están publicando en la actualidad la principales editoriales Marvel y DC. Sobre los problemas de DC Comics ya escribí hace unos días cuando reflexionaba con los problemas que los comic Black Label creaban para el Universo DC tradicional. En el caso concreto de MARVEL, una cosa que hace años que me llama a atención es la forma en que buscando captar a un nuevo tipo de lector «diverso» están alienando a sus clientes compradores veteranos actuales y pasados que son los que hemos aguantado el chiringuito abierto todos estos años con nuestro dinero. De hecho, la sensación que tengo es que ese lector diverso que tanto busca todo en mundo realmente NO EXISTE,al menos no en el canal de las librerías especializadas que sigue siendo la base de las ventas mainstream en Estados Unidos. Y desde luego no para la obligación de tener que comprar comics con periodicidad mensual. Otra cosa son la venta de tomos en FNACs y similares, algo que sigue yendo viento en popa, o las ventas digitales, que aunque significan un % minúsculo del total del negocio, siguen creciendo año tras año.
No entiendo que Marvel siga ofertando comics de personajes de todo tipo creados por autores desconocidos que no saben narrar una historia con imágenes, no conocen a los personajes que se supone escriben y están condenadas a ser canceladas a los pocos meses, y por ejemplo no le den una colección regular a Larry Hamacon el personaje que sea EN CONTINUIDAD que apele al lector veterano que no encuentra ahora mismo personajes reconocibles que le apetezca comprar. Pongo de ejemplo a Hama por sus muy recordadas etapas en G.I. Joe o Lobezno en los 80 y 90, pero realmente habrían un montón de autores que siguen siendo super válidos y que podrían entrar en esta lista. Si la idea es producir comics variados que apelen a todo tipo de lectores, ¿Cómo es que justo se olvidan de los gustos de los lectores compradores presentes y pasados? Es algo que me resulta incomprensible. O quizá lo malo es que en parte sí que lo entiendo, al enemigo ni agua. Y recuerdo que de vez en cuando Marvel si publica one-shots o especiales realizados por autores clásicos, pero en muchos casos son historias ambientadas en el pasado, no el presente, que transmiten cierta sensación de intrascendencia, de comic de relleno que no pasa nada si no lees. Lo contrario que deberían transmitir. Publicar comics dirigidos a lectores veteranos es perfectamente compatible con no querer publicar obras que fomenten el machismo, el racismo o cualquier tipo de odio o discriminación contra nadie.Hay que negar también la mayor en ese respecto.
Uno pensaría que Marvel estaba en el negocio de VENDER COMICS a un público lo más amplio posible, pero parece que no es el caso. Hace unos meses, el primer número de BRZRKR de Keanu Reeves, Matt Kindt y Ron Garney vendió 600.000 ejemplares en el canal de las librerías especializadas americanas. Obviamente, el reclamo de Keanu Reeves fue fundamental para este éxito arrollador, pero este comic de Boom! Studios demuestra que existe una gran audiencia que quiere leer comics de acción con calificación para adultos como lo son las películas de John Wick. Y para los que Castigador funcionaría seguro. Lo asombroso es que Marvel vea este enorme nicho de mercado y elija no publicar nada dirigido a este público que si compraría estos comics. No como los montones de comics «diversos» que no interesan a nadie y que son cancelados a los pocos meses debido a sus ventas ridículas. Que son seguidos por nuevos comics diversos que interesan aún a menos compradores actuales.
Las ventas han bajado tantos en los últimos años que Tom Brevoort admitió en su Newsletter hace unas semanas que Marvel actualmente prefiere publicar miniseries de 5 números de personajes y grupos de 2º nivel, que renuevan en caso que las ventas sean aceptables, que lanzar una serie regular ilimitada. De forma que es mejor plantear dos miniseries de cinco números con dos números unos, que una serie abierta de 10 ejemplares, dado que los números uno siempre venden más que un hipotético número 6, aparte que los cinco ejemplares parece ser el formato ideal para Marvel para recopilar en tomo. Esto no es más que la confirmación que Marvel puede seguir siendo la principal editorial mainstream americana a mucha distancia de DC y el resto de editoriales, pero está muy lejos del éxito que disfrutaba hace 10 años durante su primera iniciativa Marvel Now!, o el que se vivió en los años 80 en los que se cimentó la popularidad de Castigador.
Yo mismo he comentado mis problemas con los mutantes de Krakoa y como en muchos casos no reconozco en esos personajes a los iconos de los que me enamoré hace 40 años y me hicieron aficionarme al mundo del comic. Aunque siempre es posible encontrar buenos comics dentro del enorme catálogo editorial de Marvel, por ejemplo la sorpresa que ha supuesto el nuevo volumen de Caballero Luna, lo cierto es que estoy en el momento que menos comics de Marvel compro de toda mi vida. Veo el catálogo mes tras mes y a pesar de intentarlo, nada me llama la atención y las series que pruebo no siempre acaban de cuajar. De hecho, es muy sintomático que me emocione más el lanzamiento de la nueva Biblibioteca Marvel por parte de Panini que cualquier anuncio de un comic actual.
Volviendo a Punisher, todo lo anterior es especulación y me encantaría equivocarme y que Castle al final de la serie de Aaron vuelva a ser uno de los principales personajes de la Casa de las Ideas como lo fue a finales de los años 80. Quien sabe si con una nueva serie regular que no sea una maxiserie como la actual. Pero en este mundo polarizado veo clarísimo que bajo el prisma woke dominante, han debido pensar que al enemigo ni agua. Antes que darle a los tejanos un comic que puedan querer comprar, han optado por quitarlo de en medio como forma definitiva de evitar que la empresa sea asociada a los actos que realizan estas personas llevando el logo de Punisher en su manga o en su gorra. Y debería ser al contrario, si no te gusta que asocien a tu personaje a una determinada ideología, la solución no es esconder el juguete, sino sacarlo y mostrar a todo el mundo lo que tú (MARVEL) crees que es o defiende. Si por algún casual Marvel no matara a Punisher y dentro de seis meses otro policía se viera envuelto en otro disturbio llevando el nuevo logo de Punisher en su brazo, ¿Qué va a hacer Marvel? ¿Desechar este logo y crearle un tercero? La situación es ridícula, como poco.
En este sentido, los superhéroes Marvel no matan. Al menos, ese era el mantra de los años 60-70 que en muchos casos ha llegado hasta nuestros días y que defienden personajes como Spiderman. Es normal que en su momento Punisher fuera visto como un villano o, en el mejor de los casos, un antihéroe. Gracias ello tuvimos comics maravillosos por ejemplo enfrentado a Daredevil, en los que además de los puños se enfrentaban formas de ver el mundo. Pero con la llegada de los años 80 y 90, cada vez más personajes han roto esta norma y no parece que hubiera problema con estos personajes que sí matan. Empezando por mutantes super populares como LOBEZNO o Masacre, pero pasando por Blade, Elektra y un montón más.
Hay que recordar que esta norma de NO matar es una anomalía en el entretenimiento mainstream. Los personajes más populares del cine lo hacen sin problemas, normalmente en defensa propia o para salvar a alguien del peligro. Desde John McClane de Jungla de Cristal hasta el más reciente John Wick, lo normal en el entretenimiento son los héroes (o antihéroes, pensando en Wick) que matan. Por eso Punisher o Lobezno fueron y son tan populares, porque conectan con los fans del cine de Stallone, Van Damme o el propio Clint Eastwood al que nombraba al comienzo del artículo. Que sea problemático que Frank Castle se tome la justicia por su mano y ajusticie a mafiosos y miembros de carteles de la droga pero haya barra libre para que Logan masacre a sus enemigos de la forma más salvaje y gore posible me parece de una muestra de hipocresía absoluta. Es paradigmático que Lobezno y Masacre en solitario o X-Force como grupo sean una unidad paramilitar que matan enemigos antes de que sean un problema mayor para los mutantes. Eso cuenta con todas las bendiciones de Marvel, por lo que son unos de los personajes más promocionados de la editorial. Esto indica que no es un tema de matar o no matar, sino de quien lo hace y, aparentemente, quienes son los fans declarados del personaje en cuestión.
Dentro de la especulación, me parece que Marvel en los últimos años se está pegando un tiro tras otro en el pie alienando lectores compradores, y es por esto que la cosa me pinte tan mal para Punisher. Si a la menor crítica de alguien sobre que encuentra ofensiva una portada Marvel siempre se ha achantado agachando la cabeza y retirando el objeto de la crítica, veo clarísimo que estos tiempos de corrección política no está bien visto un hombre blanco masacre a sus enemigos. Sobre todo si muchos de ellos (mafiosos, traficantes, miembros de bandas) pertenecen a alguna minoría racial. Es triste decirlo de forma tan directa, pero las cosas son como son.
Panini ha publicado este pasado mes de enero el sexto número de trece. Eso quiere decir que como tarde a final de año sabremos si acerté en algo o si me he lanzado a la piscina sin agua. Podéis estar seguros que cuando llegue el momento escribiré mi reseña sobre ello y volveremos a hablar. Pero me temo que la forma en que parece que Marvel se olvida de sus clientes no invita al optimismo en este caso. Ojalá me equivoque.
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.
Termina el primer arco de la nueva etapa de El Castigador de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta, con color de Dave Stewart, por lo que es un buen momento para analizar esta colección que está publicando Panini.
PUNTUACIÓN: 8/10
¿El final de la guerra de El Castigador? Nacido de la tragedia. Dedicado a la guerra. Imparable en su rabia. Como El Castigador, Frank Castle se ha convertido en el asesino más consumado que el mundo haya visto jamás. Ahora es el momento de que se enfrente a su verdadero destino. ¿Qué impactante secreto del pasado de Frank lo convencerá de tomar las riendas del clan de asesinos más notorio del Universo Marvel? Y una vez que Frank se convierta en el señor de La Mano, ¿significará también el fin de El Castigador? Una exploración épica del pasado, oscuro y violento, y el futuro inevitable de uno de los personajes más icónicos de Marvel.
Jason Aaron ya tuvo la oportunidad de realizar una estupenda etapa de 24 números de Punisher junto a Steve Dillon dentro del sello Max para adultos. El único problema de ese comic planteado para mostrar versiones MAX de personajes del Universo Marvel como Kingpin, Bullseye o Elektra fue que vino justo después de la histórica etapa de Garth Ennis, que es de largo la mejor versión del personaje que se ha hecho jamás. Que Marvel haya confiado de nuevo en Aaron y que hayan anunciado que este volumen va a tener una duración de trece números indica que el escritor de Alabama tenía una última historia interesante que contar con Frank Castle, que todo indica que va a dar un vuelco al personaje de cara al futuro. Una historia violenta e impactante con un principio que hemos descubierto en este primera mitad y un final claro que espero sea satisfactorio.
Una vez leído este primer arco, la verdad es que estoy super dentro en la historia. Aaron coge una idea que no es nueva para revolucionar el origen de Frank Castle, ya que Ennis ya planteó en su versión MAX que Frank tenía la oscuridad en su interior mucho antes que su familia fuera asesinada, antes incluso de ir a Vietnam. De hecho, en la propia versión de Aaron del Punisher Max él también incidía en esta idea, hasta el punto que Bullseye descubre que el pecado de Castle es que justo antes que los mafiosos mataran a su mujer y a sus hijos él planteó a su mujer el divorcio porque quería volver al frente, el único lugar donde era feliz (o al menos, estaba en paz con su naturaleza violenta). Esto que no es nuevo en las versiones MAX del personaje creo que nunca se había contado de esta manera dentro de continuidad del Universo Marvel, lo que puede chocarle a algunos lectores. Sin embargo, a mi la verdad es que me ha encantado y se siente 100% Punisher.
La idea central de la historia en el presente sobre que Frank Castle se convierta en el Puño de la Bestia de La Mano, su asesino definitivo, suena a priori bastante rara. Pero esto permite a Aaron colocar al Castigador en una situación novedosa que resulta super interesante. Castle utiliza los recursos de La Mano para masacrar criminales y La Mano obtiene a su asesino definitivo que esperar poder manipular con el control que mantienen gracias a su esposa María resucitada. De momento, todo me encaja bastante bien, y añadir a Ares, Dios de la Guerra, como enemigo de La Mano, es la guinda del pastel. El combate de ambos del sexto número y la confirmación que Ares consideraba a Castle una de sus más brillantes creaciones, algo negado por él al conocer la verdad que Castle ya era Castigador mucho antes de ir a Vietnam, suponen un interesante conflicto ideológico además del propiamente físico.
Otro elemento super positivo que destacar de estos comics de Castigador es el estupendo ritmo que Aaron imprime a este comic, ofreciendo una estupenda lectura mes a mes repleta de sorpresas impactantes, ya sea en el presente o en el pasado de Frank, acción a raudales y una historia con personalidad que engancha y que me recuerda por qué me aficioné a los comics Marvel hace miles de años y por qué creo que el pijameo cuando es bueno siempre es mejor leerlo mensualmente grapa a grapa.
Como elemento cuestionable, a falta de ver realmente cómo termina Aaron la historia, estaría el hecho que Marvel, por detalles que luego comentaré que enlazan con el cambio de imagen realizado para esta serie, parece empeñada en alejar a Castle de cualquier posibilidad de visión heroica que pudiera tener sobre él un lector veterano. Tampoco la denominación de Castle como un «anti-héroe» parece correcta al confirmarse que estamos ante uno de los mayores asesinos de masas de la historia del Universo Marvel. Parece que su camino hacia el lado oscuro o algo peor está telegrafiada.
En el apartado artístico, el comic es un triunfo. La historia está dividido en dos momentos temporales que irán alternándose en cada grapa. El pasado de Castle, narrado por Paul Azaceta, y la parte principal en el presente obra del español Jesús Saiz, con colores del siempre perfecto Dave Stewart. Aunque comparativamente se trata de la historia secundaria, es una alegría volver a disfrutar de nuevo con Paul Azaceta, al que recordaré toda la vida por su Outcast junto a Robert Kirkman, Su estilo sucio, detallista, oscuro y meticuloso me encanta, acentuado además por los colores de un Stewart que me flipa siempre.
En la parte del presente, es una gozada tener a Jesús Saiz (Doctor Extraño, Capitán América). Su dibujo tiene una narrativa perfecta y un feeling a los clásicos de Marvel de los años 80 con la que conecto desde el minuto uno. Además, sus escenas de acción tienen una fluidez perfecta en lo referido a las coreografías, lo mínimo que se debería pedir a un comic de super héroes que sin embargo no todos consiguen transmitir con la perfección de Saiz. Con el añadido de tener algunas super gores que hacen que el comic impacte más que la mayoría del catálogo de la Marvel actual.
Si la historia de Aaron está genial, el apartado artístico el comic cumple también con nota y sirve para amplificar la potencia del guion, algo de lo que no puesto estar más contento. Además, comprobar que Marvel aparentemente está dando el tiempo suficiente a Saez y Azaceta para dibujar toda la historia, planteando incluso varios especiales de Castigador en meses alternos para dar más margen a los artistas, resulta una anomalía dentro de la Marvel actual. Una anomalía super positiva, claro, que creo que va a hacer que esta historia se revalorice en el futuro, al no estar lastrada por los cambios de dibujantes tan habituales en la industria comiquera mainstream.
El comic tiene una parte polémica, y es que Punisher abandona su icónico logo de la calavera, siendo sustituido por otro nuevo creado por Saiz. Los motivos no han sido aclarados en el comic más allá de hacerle usar la imagen de Puño de la Bestia que se han inventado para La Mano. Sin embargo, a pesar que Aaron y Saiz intentan darle una forma narrativamente lógica para que este cambio funcione, no oculta cual ha sido el verdadero motivo por el que Marvel ha decidido este cambio. De hecho, los propios editores de Marvel no se han ocultado a la hora de explicarlo.
Y es que el logo de Punisher lleva años siendo utilizado por fuerzas del orden y grupos militares (y paramilitares) asociados a la derecha republicana. Por ejemplo, me acuerdo de Chris Kyle, el francotirador cuya vida fue llevada al cine por Clint Eastwood. En los últimos tiempos, parece ser que personas que protagonizaron el asalto al Congreso de los Estados Unidos para intentar impedir el nombramiento de Joe Biden como presidente llevaban el cráneo de Punisher en su indumentaria. Como Marvel no quiere ser asociado con las acciones de estas personas, ha decidido cambiar la imagen icónica del personaje, creando la que estamos viendo en estos comics. Y aunque en parte podría entender decisión, lo cierto es que me parece que Marvel ha vuelto a bajarse los pantalones, metafóricamente hablando. Si hay gente que usa tu logo de formas que no te gustan, la solución no es abandonar el elemento más reconocible del personaje, sino usarlo más que nunca para recalcar qué es lo que hace, en tu opinión, que las acciones de Punisher sean mejores (o no) que las de esos grupos de los que aparentemente buscar alejarte. Si el año que viene un grupo republicano de Texas empieza a usar el nuevo símbolo de Punisher para detener inmigrantes en la frontera, ¿qué va a hacer Marvel? ¿Volverá a agachar la cabeza y les regalará este logo y buscarán un tercero? Me parece una situación absurda, y como suele pasar cuando se genera una polémica en el mundo real alrededor de un comic suyo, Marvel opta como siempre por rehuir la pelea y marcharse con el rabo entre las piernas, parece que avergonzado de SU personaje y su iconografía. En lugar de defender una de las señas de identidad de Punisher y la propia naturaleza de historia de ficción de estos comics.
Aparte que hay que negar la mayor, porque por mucho que tus comics actuales hagan portar a Castle otro uniforme, la imagen del cráneo blanco sobre fondo negro estará siempre unida a Punisher. Empezando porque sus cientos de comics previos siguen existiendo, al igual que sus apariciones en películas o en la carismática versión televisiva del personaje estrenada en Netflix con Jon Berthal como Castle. Da igual lo que quiera Marvel, Punisher ES ese logo, y lo seguirá siendo mientras los aficionados mantengamos nuestra memoria, y nuestros comics.
Realmente este cambio me parece penoso. Y diría que esconde otra intención que puede ser aún más lamentable en lo referido al futuro del Castigador dentro del catálogo de Marvel. Algo sobre lo que probamente escriba en un próximo artículo para que éste no se alargue más de la cuente. Sólo comentar que no es casualidad que en sexto número en que tenemos el enfrentamiento de Castle contra Ares, el Dios de la Guerra lleve el cráneo de Punisher, reflejando de alguna manera que ese logo en la actualidad está siendo utilizado por un villano. Lo que es otra forma nada sutil de alejarse del público que actualmente pudiera tener a Castle como un héroe.
Una vez di mi opinión sobre el elefante en la cacharrería de este comic, lo cierto es que me ha gustado mucho la primera mitad de la historia que nos han preparado Aaron, Saiz y Azaceta. Además, el cliffhanger final del comic deja la historia en un momento que puede ser apasionante. Lástima que tengamos que esperar dos meses para saber cómo continúa la historia, al colar el mes que viene Marvel otro especial realizado por otros autores.
Comparto las primeras páginas del comic:
Aparte de las polémicas externas al comic en si, lo cierto es que la nueva etapa de El Castigador de Aaron, Saez, Azaceta y Stewart me parece un comicazo super recomendable.
PUNTUACIÓN: 8/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.
Aprovechando que Panini ha publicado este mes de diciembre el especial The Avengers: 1,000,000 B.C. USA analizo las tres últimas grapas de Los Vengadores de Jason Aaron, Javier Garrón, Kev Walker y Aaron Kuder.
PUNTUACIÓN: 7/10
Los Vengadores están perdidos en el tiempo. Si van a frustrar el gran plan de Mefisto, necesitan la ayuda de los más poderosos héroes de la historia, cuyas sagas nunca se han contado. Por ejemplo: el Sargento Szardos, Soldado Supremo de la Segunda Guerra Mundial y su escuadrón sobrenatural, los Invasores Secretos.
Y además, El origen secreto de Thor, revelado. Descubre la verdad que encierran Los Vengadores de hace un millón de años. Contempla los oscuros acontecimientos que rompieron el grupo en pedazos y cómo sus vidas llegaron a dar forma al futuro del Universo Marvel. Y ven con nosotros al momento en que tuvo lugar el nacimiento de Thor.
Estos tres números de Panini contienen The Avengers 57-59, Avengers Forever 7-8 y The Avengers: 1,000,000 B.C. USA.
Jason Aaron se encuentra en la recta final de su etapa en Vengadores, y plantea este penúltimo arco titulado «Historia de los Héroes más poderosos» como unos números en los que presenta, creo, a héroes de diferentes realidades que ayudarán a los protagonistas de la tierra 616 a derrotar a los Señores del Mal Multiversales. Cada una de estas grapas ofrece una aventura autoconclusiva en los que Aaron da rienda suelta a su imaginación creando las historias más grandes y locas que puede plantear. Además del Sargento Szardos, Soldado Supremo, en estos números conoceremos además al Ghost Ronin y a los Vengadores Forajidos del salvaje oeste, que nos ofrecen comics estupendos que nunca sabes lo que van a mostrar. En estos tiempos de argumentos trillados y repetición de conceptos ya vistos en el mainstream de Marvel y DC, resulta refrescante que un comic te sorprenda todos los meses. Para mi sin duda esto es uno de los grandes puntos positivos de la etapa de Aaron en Los Vengadores, junto a su punto de vista de contar siempre la mayor aventura-más-grande-que-la-vida posible.
Si algo destaca de estos números es el espectacular dibujo de Javier Garrón, que se ha convertido en un super fuera de serie dibujando a estos Vengadores. Garrón, con color de David Curiel, es capaz de dibujar cualquier cosa de forma brillante. Desde monstruos lovecraftianos nazis, aventuras en el Japón medieval o en un Salvaje Oeste con tecnología punta. Debe ser super satisfactorio para un guionista tener a un artista como Garrón que te puede dibujar cualquier cosa sin importar la dificultad o la cantidad de personajes que implique la historia. Si el comic es realmente tan entretenido es sin duda gracias al apartado gráfico, y es una satisfacción haber podido disfrutar del crecimiento como artista a Garrón en esta colección.
Creo que una vez termine este volumen de Vengadores entiendo que a finales de 2023 en España, lo próximo que dibuje Garrón será compra obligada.
El último número publicado este mes de diciembre en España se trata de un especial protagonizado por los Vengadores de hace 1.000.000 de años. El comic está dibujado por Kev Walker y color de Dean White y muestra el nacimiento de Thor y la conexión con Fénix que se ha ido sugiriendo en los meses anteriores. Y me alegra comprobar que Aaron no haya cambiado el origen clásico del personaje que explicaba que Gea es su madre, aunque Fénix sí tuvo un papel en que el bebé Thor conectara con sus poderes del Trueno. Había mucha gente muy ofendida ante un posible cambio de continuidad, pero en este caso ha resultado no serlo tanto, lo cual me parece bien.
En lo relativo al dibujo, Kev Walker cumple aunque siempre me ha parecido un dibujante sólo correcto, y desde luego le veo en un peldaño bastante inferior a Garrón y a Aaron Kuder, dibujante de la colección hermana de Avengers Forever.
En el lado de Avengers Forever, en estas tres grapas de Panini se han publicado los números 7 y 8 de Aaron, Aaron Kuder, Cam Smith y Guru-eFX, dos números que forman parte del segundo arco de esta colección, Los Pilares, que continúa presentando miembros de los Vengadores de diferentes realidades alternativas que seguro tendrán un papel importante en el último arco de Aaron. En el primer número tenemos una colección de Steve Rogers de diferentes tierras, y en el segundo a un Thor que fue indigno de empuñar a Mjornil pero eso no le impedirá unirse a los héroes contra los Señores del Mal Multiversales. Gracias al dibujo de Aaron Kuder estos comics se leen de un tirón y resulta un placer devorar sus páginas. Aparte que Aaron muestra en estas grapas individuales lo bien que conoce a Steve Rogers o Thor Odinson, haciendo que sea fácil jugar con sus mitos fundamentales en unas historias que incluye momentos de emoción y de crecimiento para estos personajes de otras realidades.
Quizá el problema de estas grapas no es tanto de cada historia individual, sino el hecho que ambas colecciones están contando la misma historia, presentando a héroes de diferentes realidades, con la única diferencia en quien les encuentra en cada caso, los Vengadores de la Tierra 616 en el primer caso y los Vengadores multiversales del Piloto Fantasma y el Hombre Hormiga Tony Stark en esta colección.
Esta sensación un tanto redundante la verdad es que empiezo a tenerla mientras leo esta grapa doble de Vengadores, a pesar que cuando leo cada número de forma autónoma la verdad es que la disfruto tanto por el excelente apartado gráfico de Javier Garrón y Aaron Kuder, como por la forma en que Aaron aprovecha el multiverso para escribir las historias más locas y maravillosas que uno podría imaginarse.
Por cierto, aprovecho para expresar mi disgusto hacia Marvel, ya que el próximo número de The Avengers, el 60, es un tie-in de El día del juicio, pero es una grapa que no está guionizada por Aaron sino por Mark Russell, con dibujo de Greg Land, que rompe completamente el arco actual «Historia de los héroes más poderosos» por la mitad. Hasta ahora los especiales que conectaban con otros eventos, me acuerdo por ejemplo de Imperio, se publicaban fuera de la serie principal, y me parece un poco sucio que a punto de terminar la etapa de Aaron hayan colado un número-basura justo ahora.
Comparto las primeras y espectaculares imágenes del The Avengers 57 USA que abrieron el nº 42 de Panini:
Los Vengadores de Jason Aaron siguen con su planteamiento de crear historias más grandes que la vida que son super locas y entretenidas, y tienen un dibujo top, pero empiezo a ver necesario que avancen ya en la resolución de la historia.
PUNTUACIÓN: 7/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.
¡Saludos a todos!
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
Debe estar conectado para enviar un comentario.