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Crítica de El contable 2 de Gavin O´Connor

Vi con mucho retraso El Contable de Gavin O´Connor, la película de 2016 protagonizada por Ben Affleck y Jon Bernthal. El disfrute de la película me convirtió en visionado obligado esta continuación recién estrenada en cines.

PUNTUACIÓN: 8/10

Secuela de la película ‘El contable’ (2016). Christian Wolff tiene talento para resolver problemas complejos. Cuando un viejo conocido es asesinado, dejando tras de sí un críptico mensaje para «encontrar al contable», Wolff se ve obligado a resolver el caso. Al darse cuenta de que son necesarias medidas más extremas, Wolff recluta a su hermano Brax, del que está distanciado, para que le ayude. En colaboración con Marybeth Medina, subdirectora del Tesoro de Estados Unidos, descubren una conspiración criminal y se convierten en objetivo de una despiadada red de asesinos que no se detendrán ante nada para mantener sus secretos ocultos.

Gavin O’Connor (Nueva York, 1963) es un director de cine, guionista, productor y actor estadounidense. Es conocido por dirigir las películas Miracle (2004), Warrior (2011), The Accountant (2016) y The Way Back (2020), película que también protagonizó Ben Affleck.

El contable fue un inesperado éxito en 2016 debido a lo inusual de tener a una persona autista protagonizando una película de acción. La taquilla de la película en seguida invitó a realizar una secuela, que ha tardado 8 años en estrenarse. El guionista de la primera película Bill Dubuque es el autor del guion de esta continuación. La película de 132 minutos de duración cuenta con la producción de Affleck a través de su empresa Artists Equity, y ha contado con fotografía de Seamus McGarvey, montaje de Richard Pearson y música de Bryce Dessner. Lamentablemente, tengo que comentar que la película ha pinchado en taquilla, lo cual me parece una pena.

Ben Affleck es Christian Wolff / El Contable, un contable autista que blanquea dinero para algunos de los criminales más peligrosos del mundo y que es un experto en armas y lucha cuerpo a cuerpo. Jon Bernthal es Braxton, el hermano de Christian, un asesino a sueldo de élite. Cynthia Addai-Robinson interpreta a Marybeth Medina, Subdirectora de la Agencia Anti Fraude del Departamento del Tesoro (FinCEN). J. K. Simmons hace de Raymond King, el antiguo Director de la FinCEN, Daniella Pineda como Anaïs y Allison Robertson como Justine, con Alison Wright como la Voz de Justine (también interpretó a Justine en la película anterior).

Vi con mucho retraso El contable. En su momento no recuerdo cual fue el motivo, pero no me llamó la atención lo suficiente como para pagar por verla en el cine. Dentro que estoy bastante seguro que no sabía el giro de que el personaje protagonizado por Affleck fuera autista. De hecho, vi la película tras ver el trailer de esta segunda parte que se acaba de estrenar en cines. Hasta ahí llegaba mi despiste con esta película. Pensando en el hecho de hacer una secuela de un blockbuster palomitero 8 años después de la primera parte, esto suele significar dos cosas: Que han esperado el tiempo que ha hecho falta hasta que el guionista encontró la mejor historia posible, o que hubieron problemas de todo tipo entre productores, estudios, etc… que impidieron que la película se hiciera antes. Me alegra decir que el retraso parece ser del primer tipo.

Y es que me alegra decir que El contable 2 me ha gustado mucho. Posiblemente, más de lo que pensaba que me iba a gustar a priori. Porque obviamente si pago por ver en el cine una película espero que me guste, pero hay películas (te miro a ti, Jason Statham) que uno ya sabe a lo que va y entraría en la categoría de «hamburguesa con queso». Y de alguna manera esperaba que este El contable 2 fuera también igual, una película telegrafiada de principio a fin. Y El contable 2 no lo es en absoluto.

El principal hecho distintivo de la primera película fue la forma en que representaba el día a día de Christian, una persona con autismo, y como eso afectaba a desempeño profesional, convertido en un profesional super valorado precisamente por sus habilidades nada convencionales. Un elemento muy chulo de la película es cómo aprendíamos que un autista no es un enfermo ni un apestado, sino simplemente alguien cuyas sinapsis cerebrales no funcionan como las de los demás, que tiene que aprender a usar su propia mente. La representación que la película hacía de los autistas creo que fue muy positiva. Y es algo que esta continuación sabe aprovechar en varios aspectos claves de la trama. De hecho, en esta película descubrimos que aparte de Christian, hay un grupo de autistas liderado por Justine que ayudan a Christian en sus investigaciones, un grupo que nos da un par de momentos estupendos en la película. Además, no siendo autista, el personaje de Anaïs también sufre un cambio radical a partir de un accidente de tráfico que la provocó heridas graves en la cabeza. De forma que el tema del funcionamiento del cerebro es algo que está en el ADN de la historia.

Por supuesto, la película triunfa gracias al carisma de Ben Affleck y Jon Bernthal, y a la estupenda química que tienen ambos en pantalla. La forma en que el impredecible Braxton rompe la ordenada vida de Christian nos da varios momentos muy divertidos. Como también conecté con el dolor que tiene Braxton al no saber por qué su hermano no quiere saber nada de él. No es que sea un dramón de lágrima viva, pero el equilibrio entre drama y comedia está super bien conseguido. Affleck y Bernthal se salen.

El contable 2 es una película de más de 2 horas que nunca se hace larga. Por supuesto debido al carisma de los protagonistas, pero también gracias a una historia que no deja de sorprender al presentar tramas que se salen de lo trillado. Empezando por los motivos de la muerte de Raymond King (J.K. Simmons) al principio de la película que provoca la nueva investigación de Christian. En este sentido, el personaje de Anaïs me ha parecido el descubrimiento de la película, con un drama tremendo y unas posibilidades enormes en caso que la película hubiera sido un éxito y se planteara hacer una tercera parte. Cosa que no se ha producido.

Dentro de la investigación, me gusta como la película empieza de una manera y te lleva por caminos extraños y sorprendentes. El contraste entre la agente Marybeth Medina que lo hace todo siguiendo el reglamento y unos hermanos que se saltan todas las reglas también crea situaciones cómicas que le vienen muy bien a la película, pensando en las cosas chungas que nos esperar en el armario.

Contrario a lo que podría parecer, El contable 2 tiene mucha menos acción de lo que hubiera creído a priori. Pero las que hay son super potentes y están genialmente rodadas. Sin ir más lejos, hay que quitarse el sombrero por la forma en que consiguen que J.K. Simmons parezca el puto-amo luchando contra dos asesinos en el baño de un bar. La acción está perfectamente colocada a lo largo de la película para romper la «monotonía» de la investigación, de manera que el interés se mantiene a lo largo de su visionado. Y tanto al escena de Affleck contra 4/5 machacas o el tiroteo final me parece que son geniales.

Que haya poca acción no hace que la película sea aburrida, todo lo contrario. Aparte del carisma de los actores y una estupenda puesta en escena, lo cierto es que la historia resulta sorprendente y me enganchó desde el primer momento. No me esperaba que El contable 2 fuera tan buena, pero lo ha sido.

El contable 2 es una película estupenda que recomiendo completamente. No sólo a los fans del cine de acción, sino a todo tipo de público. Espero que os guste.

Comparto el trailer de la película:

El contable 2 es una película estupenda que me ha gustado mucho.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Daredevil Born Again 1×09 (Disney+)

La primera temporada de Daredevil Born Again termina con un noveno episodio repleto de acción que nos da lo que llevábamos pidiendo casi desde el primer episodio. Pero también confirma los problemas de la serie.

PUNTUACIÓN: 7/10

Episodio 9. Directo al infierno.

Fisk se convierte en el alcalde Kingpin y Daredevil se desata en medio del caos en la ciudad.

El último episodio de esta primera temporada de Daredevil Born Again tiene una duración de 60 minutos y ha sido escrito por el showrunner de la serie Dario Scardapane junto a Heather Bellson, siendo dirigido por Justin Benson y Aaron Moorhead, que dirigieron el primer y el octavo episodio de la serie.

En este final de temporada tenemos a todos los personajes importantes de la serie, incluida alguna sorpresa inesperada. Charlie Cox como Matt Murdock / Daredevil, Vincent D’Onofrio como Wilson Fisk / Kingpin, Ayelet Zurer como la esposa de Fisk Vanessa Marianna-Fisk, Nikki M. James como Kirsten McDuffie, ex ayudante del fiscal del distrito de Nueva York y nueva socia de Matt en el bufete, Margarita Levieva como Heather Glenn, terapeuta e interés romántico de Matt, Zabryna Guevara como Sheila Rivera, mano derecha de Fisk en la alcaldía, Wilson Bethel como Benjamin «Dex» Poindexter / Bullseye, Michael Gandolfini como Daniel Blake, el protegido de Fisk y miembro de su campaña a la alcaldía. Clark Johnson como Cherry, policía jubilado de Nueva York que trabaja con Murdock, Michael Gandolfini como Daniel Blake, Hamish Allan-Headley como el policía corrupto Powell. Y junto a los habituales, el potente regreso de Jon Bernthal como Frank Castle / Punisher y Deborah Ann Woll como Karen Page.

Empezando por los elementos positivos, la semana pasada me quejaba de la falta de acción que tenía Daredevil Born Again y de que Matt apenas había llevado el traje de Daredevil en toda la serie. Este episodio que plantea el climax de la primera temporada arregla ambos problemas, con dos escenas de acción tremendas que tienen como protagonista a Frank Castle / Punisher. Si, lo has leído bien. Tras su cameo del cuarto episodio, Jon Bernthal regresa a la serie y lo hace por todo lo alto. Matt fue herido por Bullseye al evitar que asesinara a Wilson Fisk y acude al rescate de Matt cuando las fuerzas de Kingpin intentan asesinarle. La escena que Daredevil y Punisher comparten en este episodio probablemente sea lo mejor de toda la serie. Y luego la serie tiene tiempo para darnos otra escena de acción, en este caso con Punisher en solitario.

El plan de Wilson Fisk para hacerse con el control de Nueva York por fin se descubre, un plan que provoca la activación de la Ley Marcial y la prohibición de todos los vigilantes, creándose una barra libre para que sean detenidos y/o disparados en cuanto sean vistos. La serie plantea un cliffhanger impactante en el que pone al héroe en la peor de las situaciones, algo ante lo cual Matt / Daredevil sólo puede levantarse una vez más para enfrentarse a la tiranía.

Dentro de unos potentes protagonistas, con Charlie Cox, Vincent D´Onofrio y Jon Bernthal en su salsa haciendo aquello que les sale tan bien, reconozco que la mayor alegría de la serie ha sido ver el retorno de Deborah Ann Woll como Karen Page. Una aparición con vocación de perdurar y no convertirse en apenas un cameo como en el primer episodio. Me gusta el personaje de Heather Glenn, pero la química que tienen Matt y Karen es irremplazable.

A pesar de los problemas que a continuación voy a comentar, globalmente Daredevil Born Again me ha entretenido y me ha dejado con ganas de ver la segunda temporada, que no se estrenará hasta 2026.

Como digo, este último episodio de Daredevil Born Again arregla el déficit de acción que tenía la serie. Es un placer ver a Jon Bernthal como Punisher porque Bernthal es una bestia en pantalla. Su fuerza y su visceralidad me parecen algo loquísimo, y me parece perfecto que tras verle en esta serie, Marvel Televisión haya decidido dar luz ver a un especial televisivo de Punisher. Sin embargo, la serie tiene un problema cuando lo mejor de Daredevil Born Again ha sido la aparición de Punisher. Si, entiendo que al estar herido de bala, Matt se encuentra disminuido y no tiene otra opción que dejarse ayudar por Castle. Pero globalmente el fogonazo de Punisher no oculta la realidad que el desempeño de los guionistas en lo que a Daredevil se refiere ha dejado bastante que desear.

El gran problema de la serie en realidad no está en las escenas de acción, sino en un guion que deja bastante que desear. En reseñas de episodios anteriores ya comenté que las historias estaban bordeando el peligroso territorio de «no pienses demasiado en lo que ha pasado porque igual te das cuenta que nada tiene sentido». Esa frontera es rebasada a todos los niveles en este episodio. Empezando por el plan de Wilson y Vanessa Fisk para la zona del puerto, una subtrama que parecía que no iba a ningún sitio a lo largo de la temporada, que resulta un poco bastante ridícula. Pero sobre todo con todo lo referido a la fuerza policial de Fisk, que acaban convertidos en un escuadrón de la muerte asesino y sanguinario.

En todo entretenimiento hay una parte de suspensión de credulidad, de tenerte que creer la mentira que te están contando para poder disfrutar de la serie. No se me escapa que tener una serie mostrando a la policía de Nueva York como el ENEMIGO, convertidos en unos asesinos sanguinarios sin moral ni escrúpulos, es de las cosas más WOKE que he visto en mucho tiempo. No hace tanto del «Defund the police». Y es un tema que está contado con un trazo super grueso que lo convierte en super ridículo. De forma que lo que era un pequeño grupo anti-vigilantes formado por 6-8 policías violentos de repente ha abducido y lavado el cerebro a decenas y cientos de policías, hasta el punto de ver como Kingpin asesina con sus manos a un inocente sin que nadie haga nada. Lamentable me parece poco.

El final de temporada ha servido para que conociéramos la identidad del asesino de Tigre Blanco. Un asesino que jamás pisará la cárcel. También para ver que Frank Castle no tiene demasiado cerebro, metiéndose en una situación imposible ante la que solo cabían dos finales posible, su muerte o su detención. Como digo, las escenas de acción del episodio me han flipado y me han dado lo que buscaba, pero lo que hace que lleguemos a esas escenas son situaciones que no tienen sentido.

Y aunque vaya a ver la segunda temporada de Daredevil Born Again, me parece super lamentable que Disney haya convertido a Daredevil en una serie de encefalograma plano, de no pensar mucho en ella porque todo es absurdo. Como la decisión de Heather o la forma en que Fisk se hace con el control de la ciudad. Una pena todo.

Comparto el trailer de la serie:

Dentro que Daredevil Born Again me ha entretenido, me sabe mal que se haya convertido en una serie que hay que ver con el encefalograma plano o sin poder pensar demasiado en ella porque lo que nos cuentan no tiene demasiado sentido.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Daredevil Born Again 1×04 (Disney+)

El cuarto episodio de Daredevil Born Again emitido en Disney+ aumenta la tensión y el drama gracias al retorno de Jon Bernthal a su papel de Frank Castle.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Episodio 4- Sic Semper Systema

Las mitades oscuras de Matt Murdock y Wilson Fisk pugnan por liberarse.

Cuarto episodio de esta primera temporada de 9 capítulos con Dario Scardapane como showrunner. El episodio de 55 minutos ha sido dirigido por Jeffrey Nachmanoff con un guion de David Feige (sin relación familiar con Kevin) y Jesse Wigutow.

En el reparto tenemos a Charlie Cox como Matt Murdock / Daredevil, Vincent D’Onofrio como Wilson Fisk / Kingpin, Ayelet Zurer como la esposa de Fisk Vanessa Marianna-Fisk, Nikki M. James como Kirsten McDuffie, ex ayudante del fiscal del distrito de Nueva York y nueva socia de Matt en el bufete, Margarita Levieva como Heather Glenn, terapeuta e interés romántico de Matt, Zabryna Guevara como Sheila Rivera, mano derecha de Fisk en la alcaldía,  Genneya Walton como BB Urich, periodista de The BB Report y sobrina de Ben Urich, Clark Johnson como Cherry, policía jubilado de Nueva York que trabaja con Murdock, Michael Gandolfini como Daniel Blake, Hamish Allan-Headley como el policía corrupto Powell. La gran novedad del episodio reside en disfrutar del retorno de Jon Bernthal como Frank Castle / Punisher.

Para analizar este episodio es inevitable hablar del dramático final del episodio anterior, lo que puede ser spoiler si no vas al día con la serie. Sigue leyendo bajo tu responsabilidad.

Matt Murdock dejó su identidad de Daredevil debido al trauma provocado por la muerte de Foggy Nelson. Y en los meses posteriores Matt parecía que intentaba confiar en el sistema, cumpliendo con su papel de abogado. Todo eso ha saltado por los aires debido al asesinato de Héctor Ayala al final de episodio anterior. Lo que Matt ganó en el juzgado lo ha perdido en la calle. Esta pérdida sirve para plantear unas escenas super dramáticas en el comienzo del episodio. Y significa que la bomba a presión que era su ira reprimida vaya a liberarse sin remisión, probablemente en el próximo episodio. La forma en que construido el retorno de Daredevil me está gustando mucho.

Cuando los personajes están bien construidos y consiguen que conectemos con ellos, empieza a cimentarse el éxito de cualquier serie, de cualquier comic o libro. Y creo que los creadores de Daredevil Born Again lo están haciendo muy bien. Por cierto, me resulta curioso tener un segundo episodio consecutivo sin ninguna escena de acción, y que hayan conseguido que el drama me resulte tan interesante que no me importe. Bueno, en realidad, no me importa demasiado, porque Daredevil es sinónimo a escenas de acción. Si toda la tensión acumulada explota la semana que viene con un episodio lleno de acción que me vuele la cabeza, creo que la espera merecerá la pena.

Otro de los grandes hitos del episodio es el retorno de Jon Bernthal. Matt comparte con Frank Castle apenas una escena de 3 minutos de duración, pero probablemente va a ser de lo mejor que veremos en esta serie. Bernthal transmite una fuerza acojonante en pantalla, y la lucha de filosofías entre ambos sería para aguantar una temporada entera. Bernthal es una fuerza de la naturaleza, pero Charlie Cox en esta escena consigue mirarle de tu a tú, con un momento super dramático en el parece que está pidiendo perdón a Foggy porque va a volver al combate. Menudo escenón. Sólo por ella casi se justifica el visionado.

Sin embargo, todo lo buena que me ha parecido esta escena reconozco que también me ha dejado un poco escamado, porque tal y como la han planteado casi se sugiere que va a ser la única vez que veamos a Frank Castle en esta temporada. Ojalá me equivoque, pero pinta a la clásica escena-cameo en la que los dos actores tienen la oportunidad de lucirse. Este posts de hoy es para valorar este cuarto episodio, y la verdad es que me ha gustado mucho. Pero si se confirmara que Punisher NO va a salir en esta temporada, me parecería un fallo tremendo. Espero equivocarme, claro.

Hablaba antes de lo importante que es crear a personajes potentes, cosa que la serie ha conseguido. Pero por la parte de Wilson Fisk, dentro que me gusta mucho la interpretación de Vincent D´Onofrio, estoy empezando a sentir que toda su trama es un bajón redundante. Y es que no me interesa nada conocer los problemas de la alcaldía con los sindicatos, ni sus reuniones presupuestarias o sobre los procedimientos para aprobar planes urbanísticos. Tener a KINGPIN y tenerlo para esto me está empezando a parecer un poco un bajón. Y puedo entender que narrativamente están construyendo una tensión que también acabe estallando como le va a pasar con Matt en el próximo episodio. Pero que la mitad de la serie sea para una trama que no avanza puede llegar a convertirse en un problema.

Por cierto, en este episodio hemos conocido a Muse, un asesino en serie enmascarado que ha raptado a una persona para drenarle la sangre. De momento no sabemos nada más de él, pero aporta el nivel de amenaza freak que necesita una historia de superhéroes. Igual que la parte de Fisk me está dejando frío, Muse apunta maneras y puede darnos momentos de gloria.

Aunque empiezo a tener algún reparo en las dos historias de Daredevil Born Again, en realidad la serie me está gustando y me deja con ganas de ver el siguiente episodio el mismo miércoles que se estrene. Algo bueno seguro que tiene.

Comparto el trailer de la serie:

Daredevil Born Again nos ha dado un gran episodio que se ha beneficiado de la presencia de Jon Bernthal. Esperemos que no sea la última vez que le vemos.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de La ciudad es nuestra (HBO Max)

Ver una serie de David Simon es siempre una obligación. Y me ha flipado y acongojado conocer que la historia de La ciudad es nuestra (We own the city, en HBO Max) está basada en hechos reales que realmente sucedieron en la ciudad de Baltimore.

PUNTUACIÓN: 8/10

6 episodios. Baltimore, 2015. La muerte en circunstancias sospechosas de Freddie Gray, un joven negro bajo custodia policial, ha provocado una ola de disturbios. La ciudad alcanza un nuevo récord de asesinatos. Bajo presión por la oficina del alcalde y por una investigación federal sobre la muerte de Gray, la policía de Baltimore recurre al Sargento Wayne Jenkins y a su unidad de élite de agentes de paisano, para librar las calles de armas y drogas. Sin embargo, una conspiración criminal sin precedentes se desarrolla en el departamento de policía, mientras Jenkins decide explotar la crisis.

Creada por David Simon y George Pelecanos, La ciudad es nuestra ha contado con Reinaldo Marcus Green como director de todos los episodios. A partir del libro del mismo título del periodista del periódico Baltimore Sun Justin Fenton, Simon y Pelecanos escriben los guiones de los seis episodios con Ed Burns, William F. Zorzi y D. Watkins. La serie cuenta con fotografía de Yaron Orbach y música de Kris Bowers.

Como es habitual en las series de Simon y Pelecanos, nos encontramos ante un reparto coral en el que destaca Jon Bernthal como el sargento Wayne Jenkins, figura central del Grupo de Trabajo de Rastreo de Armas (GTTF) del Departamento de Policía de Baltimore. Treat Williams, Josh Charles, Jamie Hector, Domenick Lombardozzi, Don Harvey, Delaney Williams, Rob Brown, Tray Chaney, Wunmi Mosaku, Darrell Britt-Gibson, Dagmara Dominczyk y David Corenswet, entre otros, completan el reparto de la serie.

Más allá del elemento televisivo, lo más aterrador de La ciudad es nuestra es pensar que los hechos reflejados en esta serie sucedieron realmente en la ciudad de Baltimore durante un montón de años. Esta crónica de una corrupción policial que ha contaminado a toda una ciudad me parece increíble. Simon y Pelecanos aprovechan esta historia real para criticar no sólo a un cuerpo policial super corporativista que primero de todo protegen a los suyos sin importar lo clamorosas que sean las evidencias contra los agentes, sino a todo el entramado político-económico que bajo la excusa de la «guerra contra la droga» se ha cargado una convivencia ya de por si complicada por la existencia de crimen y pobreza extremas. Como comenta la series, antes la policía podían hablar con la gente, y la gente les contaba cosas de la calle, tras años de brutalidad policial, nadie quiere hablar con agentes que detuvieron sin motivos a algún familiar o amigo, hasta el punto que es complicado formar un jurado que confía en la limpieza de la policía. Tremendo.

La serie plantea una narración fragmentada cronológicamente que hace que en algunos momentos sea difícil seguir en qué momento está sucediendo cada cosa. Supongo que al adaptar un libro que a su vez hace una narración de hechos «probados» de brutalidad policial o de actos criminales cometidos por policías normalmente contra población normal, no hay sitio para el análisis psicológico de las personas (policías) que cometen esos delitos. Sin embargo, esto hace que la narración al final quede un tanto deslavazada, porque no llegamos a ver una evolución en estos policías, aparentemente en un momento no estaban sucios y al siguiente ya habían formado un entramado criminal con los miembros de su unidad.

El proceso mental que lleva a unas personas a creer que quedarse con dinero ajeno está mal, a empezar a quedarse parte de cantidades incautadas en un registro anti drogas y terminar robando el dinero que un transeúnte lleva en el bolsillo cuando le detienen porque sí es acojonante. Esto provoca que el título sea muy representativo, porque esos policías realmente pensaban que podían hacer lo que quisieran sin consecuencias, y al final fue esa confianza lo que afortunadamente les condenó.

Dentro de todo, la duración de 6 episodios la encuentro perfecta para transmitir de la mejor manera posible el mensaje que quieren transmitir. Un mensaje un tanto desalentador, ya que el final de la serie nos muestra que tanto la recién nombrada alcaldesa como el nuevo jefe de policía tuvieron que dimitir al descubrirse delitos de corrupción de ambos. Si esas personas son las que tienen que mejorar la situación de la ciudad, parece que van apañados.

El casting coral de la serie me parece que está muy acertado, dentro que tienen un trabajo más funcional que emocional. La figura de los abogados de derechos civiles es fundamental para la historia, porque son los que ponen el contexto social a todo este drama y resaltan el mensaje que no es sólo un problema policial, sino que también está provocado por unos políticos inútiles a los que sólo les interesa maquillar la realidad para mostrar lo que a ellos más les interesa en cada momento. Y en muchos momentos, el mensaje era que estaban bajando los delitos violentos, aunque para ello se pisotearan los derechos civiles de cientos de personas a los que se detenía sin causa y les obligaban a pasar varios días entre rejas para luego quitarles los cargos inventados que justificaron la detención en primer lugar. Buff, como digo, es todo tremendo.

Comparto el trailer de esta serie:

La ciudad es nuestra es una serie estupenda que nos pone ante lo peor de la corrupción policial que acosa a los Estados Unidos. Visionado obligado.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Aquellos que desean mi muerte, de Taylor Sheridan

Taylor Sheridan nos ofrece en Aquellos que desean mi muerte un modélico thriller directo y sin artificios, con un estupendo reparto encabezado por Angelina Jolie que luce a gran nivel.

PUNTUACIÓN: 7/10

Connor (Finn Little), un adolescente testigo de un asesinato, es perseguido por dos asesinos gemelos a través de las tierras salvajes de Montana. Aunque cuenta con Hannah (Angelina Jolie), una experta de la supervivencia para evitar que los secuaces le den caza, un incendio cercano pronto amenaza con acabar con la vida de todos los implicados. (FILMAFFINITY)

Taylor Sheridan se ha hecho un nombre dentro del género del thriller de acción, primero como guionista de las excelentes Sicario (Denis Villeneuve, 2015) y Hell or high water (David Mackenzie, 2016), por la que fue nominado a Mejor Guión en los Oscars de 2017.

Tras estos éxitos, avanzó un peldaño más en su carrera al dirigir la también excelente Wind river (2017), un duro thriller ambientado en una reserva india de Wyoming. Tras su guión de Sicario: El día del soldado (Stefano Sollima 2018), creó la serie de televisión Yellowstone protagonizada por Kevin Costner, que actualmente tiene pendiente de estreno su cuarta temporada y que tengo muchas ganas de ver, a ver su me pongo a ello en breve. En 2021 parece que se han solapado sus estrenos, porque hace apenas dos semanas del estreno en Prime Video de Sin remordimientos (Stefano Sollima), que se ha juntado con el estreno en cine de esta película.

Aquellos que desean mi muerte está basado en el libro del mismo título de escrito por Michael Koryta, escribiendo Koryta y Sheridan el guión junto a Charles Leavitt. La película cuenta con música Brian Tyler, fotografía de Ben Richardson y montaje de Chad Galster. Curiosamente, la película se ha estrenado en España con una semana de adelanto respecto a Estados Unidos.

La película cuenta con un estupendo reparto que cumple con nota con lo que Sheridan necesitaba de ellos. Angelina Jolie es el nombre mediático que ayuda a vender la película, e interpreta a Hannah Faber, una veterana bombera forestal traumatizada por un suceso de su pasado que ayudará a Connor Casserly (Finn Little) un niño que escapa de una pareja de asesinos (Aidan Gillen y Nicholas Hoult) que han asesinado a su padre Owen (Jake Weber). Connor intenta llegar a casa de su tío Ethan (Jon Bernthal), sheriff de Montana con su embarazadísima esposa, Allison (Medina Senghore). Las vidas de todos ellos sufrirán del frenesí asesino de esta pareja de criminales.

Aquellos que desean mi muerte entraría del primer al último fotograma en la definición de “thriller clásico” o “narrativa de la vieja escuela”. Tras un potentísimo arranque en el que conoceremos las dos líneas argumentales principales, la de Angelina Jolie por un lado y la de Aidan (Meñique de Juego de Tronos) Gillen y Nicholas (Mad Max: Fury Road) Hoult por otro, la película plantea una narración seca y directa que va al grano y no desperdicia ni un segundo de metraje en elementos superfluos. De hecho, no llegamos a conocer qué es el mcguffin que el padre de Connor conoce que provoca la persecución.

A modo de anécdota, me gustaría comentar que cuando me enteré que Taylor Sheridan tenía nueva película y se estrenaba en cine, tenía tan claro que la iba a ver que no me molesté en ver el trailer o leer siquiera la sinopsis. De esta forma, excepto por el detalle que Angelina era una bombero forestal, llegué completamente en blanco y con cero expectativas de lo que iba a ver. Y tengo que reconocer que la película me ha gustado, pero me ha faltado un climax más potente y satisfactorio que me dejara en lo más alto. Sin embargo, entiendo que no todas las películas tienen que ser obras maestras ni aspirar a ser “la mejor del año” para cumplir de sobra con el objetivo de entretenimiento y la del director de mostrarnos un thriller con toques de western ambientado en la naturaleza más salvaje y peligrosa.

Un elemento quiero destacar es el guión, que me parece modélico y cuenta de maravilla la historia sin necesidad de giros locos o golpes de efectos absurdos, algo a lo que el cine comercial actual nos tiene acostumbrado en los últimos años. La narración es austera y todo se desarrolla de forma lógica hasta el final. Y esto que parece una obviedad y lo mínimo exigible, ver una película con una historia lógica que sea contada de forma sólida y sin locuras, a veces es lo primero que se olvidan los grandes estudios en sus blockbusters, o si no, que se lo pregunten a Zack Snyder y su “Snyder-Cut”.

Rodar en espacios naturales dota a la película de un feeling de western que le va genial a esta historia de persecución, algo que conecta además con el gusto de Sheridan de historias de frontera alejados de las comodidades de las grandes ciudades. Unos espacios habitados con gente dura de fuertes valores que suelen ser los grandes olvidados de la sociedad de consumo actual. En este sentido, Aquellos que desean mi muerte significa un peldaño más en la que está siendo una sólida carrera artística por parte de Sheridan.

También me parece que el reparto está super bien escogido y saben transmitir todo su carisma en los momentos en que aparecen en pantalla. Empezando por la empatía que transmite Owen, el padre de Connor, estupendamente interpretado por Jake Weber, a quien aún recuerdo de El Amanecer de los muertos. También me gusta el niño Finn Little como Connor, transmite muy bien su dolor y las ganas de encontrar a alguien en quien confiar. Incluso a pesar de su frío papel, me gusta también la pereja de asesinos formada por Aidan Gillen y Nicholas Hoult, preocupados por la logística e inconvenientes del encargo recibido. Jon Bernthal tiene un papel pequeño pero lo hace genial como el Sheriff local, un tío duro que hará lo que sea por su familia.

Y luego está Angelina. Parto de la base que creo que lo hace genial y consigue que sintamos el drama por el que pasa su personaje. La parte “actoral” está super bien conseguida. Sin embargo, el pero de la película, puestos a buscarle uno a una película super correcta en todo, es que lo que le pasa a su personaje y al niño resulta muchísimo menos interesante que la otra parte con el arco de los asesinos buscando al niño y la gente con la que se van encontrando. En ese sentido, narrativamente hay un importante desequilibrio que quizá es lo que provocó que, habiéndome gustado todo y pensando que el climax es coherente con lo visto hasta ese momento, no haya conseguido que conectara emocionalmente como me hubiera gustado.

Como digo, es por ponerle un pero, ya que en general Aquellos que desean mi muerte me ha gustado y confirma que volveré a ver la próxima película de Taylor Sheridan sin necesidad de saber cual es su trama o qué actores la protagonizan.

Comparto el trailer de la película:

Aquellos que desean mi muerte es un thriller de la vieja escuela que no busca cambiarte la vida, pero si ofrecerte un más que acertado entretenimiento.

PUNTUACIÓN: 7/10

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