Cualquier película que protagoniza Mads Mikkelsen es de visionado obligado. Y más si nos encontramos con la reunión de Mikkelsen con Nicolaj Arcel, director de A Royal Affair. Hoy recomiendo La tierra prometida (The bastard en el original danés).
PUNTUACIÓN: 8/10
En 1755, el empobrecido capitán Ludvig Kahlen se dispone a conquistar los duros e inhóspitos páramos daneses con un objetivo aparentemente imposible: crear una colonia en nombre del rey. A cambio, recibirá un nombre real que anhela con desesperación. Sin embargo, el único gobernante de la zona, el despiadado Frederik de Schinkel, cree arrogantemente que esa tierra le pertenece. Cuando de Schinkel se percata de que su criada Ann Barbara y su servil marido han escapado para refugiarse con Kahlen, el privilegiado y rencoroso gobernante jura venganza y promete hacer todo lo que esté a su alcance para ahuyentar al capitán. Pero Kahlen no se deja intimidar y emprende una batalla tan desigual que pondrá en riesgo no solo su vida, sino también a la familia de personas marginadas que se ha formado a su alrededor. (FILMAFFINITY)
Nikolaj Arcel (1972) es un cineasta y guionista danés. Es conocido sobre todo por su película de 2012 A Royal Affair, en la que ya trabajó con Mikkelsen y Alicia Vikander, que ganó dos premios en el Festival Internacional de Cine de Berlín y que fue nominada a mejor película de habla no inglesa en los Óscar, así como por la decepcionante adaptación de La Torre Oscura de 2017. A raíz de esa decepción, Arcel volvió a su Dinamarca natal.
Arcel y Anders Thomas Jensen escriben el guion basado en la novela El capitán y Ann Barbara de la escritora danesa Ida Jessen, que está inspirada en personas reales de la época (de los que en realidad se sabe muy poco de ellos). La película de 127 minutos de duración cuenta con fotografía de Rasmus Videbæk, montaje de Olivier Bugge Coutté y música de Dan Romer. La tierra prometida se estrenó mundialmente en la 80ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia y fue seleccionada por Dinamarca como mejor película internacional en la 96ª edición de los Oscar, aunque no pasó el corte final.
La película tiene a Mads Mikkelsen como principal reclamo, interpretando al Capitán Ludvig Kahlen, un ex-militar que busca convertirse en colono de una tierra inhóspita. Amanda Collin (Madre en Raised by wolves) es Ann Bárbara, la mujer de Johannes Eriksen (Morten Hee Andersen) una pareja de agricultores que escapan del odio del juez y terrateniente local Frederik de Schinkel (Simon Bennebjerg), que aspira a quedarse con la riqueza de ese páramo, en caso que Kahlen consiga algo. Melina Hagberg como Anmai Mus, una huérfana de color criada por nómadas, Kristine Kujath Thorp como Edel Helene, hija de un noble noruego y prima de Frederik de Schinkel que aspira a casrse con ella, Gustav Lindh como el padre Anton Eklund, responsable de la Iglesia en la comarca, completan el reparto en sus papeles principales.
Me ha gustado mucho La tierra prometida, así da gusto ir al cine. Mads Mikkelsen es uno de los actores de mayor carisma que puede aparecer en una pantalla de cine actualmente, y estos papeles de hombre duro y estoico que hace lo que cree correcto le vienen como anillo al dedo, realizando un trabajo soberbio. Cuando pasó por el festival de Venecia leí un comentario de que la película trasladaba la sensibilidad del western a una película de época ambientada en la mitad del siglo XVIII en la Dinamarca rural. Y la verdad es que es una apreciación que encuentro acertada, dentro de ser en muchos momentos mucho más cruel, al conectar con las prácticas casi medievales de sometimiento de los siervos a los nobles locales.
Una cosa que me gusta mucho de la película es que el personaje interpretado por Mads Mikkelsen es el protagonista de la película y alguien heroico para los estándares del siglo XVIII, pero con un pensamiento actual resulta casi hasta repulsivo. Y es que durante la película le vemos aprovecharse de la pareja de agricultores huidos para conseguir trabajadores sin sueldo o más adelante golpeando a una niña que sobrevive como puede en el bosque con unos nómadas. Digo esto porque en realidad hay que entender el contexto antes de juzgar algo con unos criterios que no se aplicaban en la época de la película. Porque si la sociedad danesa de la época era super racista, es normal que él lo sea al principio de la película en relación con la niña de color, que es vista como una fuente de mala suerte. Dicho esto, me gusta mucho la evolución que tiene hacia las protagonistas femeninas durante la película y cómo tiene que plantearse que por buscar la gloria y la riqueza se está perdiendo la felicidad que tiene delante.
Es interesante que el Capitán Ludvig Kahlen en realidad aspira a un título nobiliario que obtendrá si consigue convertir en tierra cultivable el páramo danés y establecer un asentamiento de población. No busca ser un héroe, sino convertirse en un rico igual que los asquerosos villanos de la película. La clave está en una ley feudal que establece que todo terreno no cultivado es propiedad del Rey de Dinamarca. Y es el Rey (sus ministros en realidad) el que autoriza a Kahlen a intentar cultivar el páramo y establecer un asentamiento. El conflicto viene cuando el noble terrateniente local Frederik de Schinkel, que además es el juez del condado, quiere poseer esos terrenos en caso que Kahlen consiga cultivarlos, aprovechándose de su trabajo y esfuerzo. Kahlen sabe que tiene la razón legal, pero eso no impide que vaya a sufrir problemas de todo tipo provocados por los sirvientes del villano y por las propias fuerzas de la ley local, en un momento en el que De Schinkel tiene casi total impunidad.
El contexto de la película hace que odies profundamente a los nobles y ricos terratenientes que explotaban al pueblo, hasta el punto de desear verles muertos a todos. De hecho, incluso el Rey es mostrado como un incompetente más preocupado por el alcohol que el bienestar de su pueblo, y que es manejado por unos ministros que actúan a su antojo, no teniendo un conocimiento de como vive su pueblo en realidad. Mads Mikkelsen está genial y está perfectamente acompañado por Simon Bennebjerg como el malvado Frederik de Schinke, que cumple perfectamente su papel de malo al que odiar y desear ver muerto. De Schinke es asqueroso a todos los niveles, por supuesto por su chulería ante la gente que cree inferior, pero también con unos actos abominables, como torturar a siervos o violar sistemáticamente a sus doncellas. Actos que eran perfectamente legales en esa época.
Las mujeres de la película tienen papeles fundamentales en esta historia y añaden el corazón y el sentimiento que posiblemente le falte al personajes interpretado por Mikkelsen. Comentaba la asociación que algunos críticos hacían con el western, pero el papel fundamental de estas mujeres en el climax de la historia rompe con los convencionalismos del género. Un final que me ha gustado mucho, por cierto. Otro detalle interesante ha sido ver que la película no termina donde lo haría en caso de ser un western, sino que la acción se sigue desarrollando hasta años más tarde.
La tierra prometida tiene una historia estupenda y unas interpretaciones maravillosas. Pero hay que destacar además al director Nicolaj Arcel por su sobresaliente narrativa y su capacidad de síntesis. La forma en que vemos la dureza del páramo al que llega Mads Mikkelsen, apoyado también por un montaje espectacular, me parece una pasada. La película tiene una duración superior a las dos horas, pero en ningún momento se hace larga o pesada porque la forma en que cuenta elementos mundanos como el arado de las tierras o la lucha contra la escarcha resulta siempre interesante. La música, la fotografía, el diseño de producción, el vestuario, los bellos y duros parajes naturales, etc… me parece que está genial, consiguiendo que la película sea un éxito en todos los aspectos.
Da gusto ver en pantalla una película tan redonda como es La tierra prometida. Una película que ofrece un entretenimiento estupendo pero que me hizo pensar en las desigualdades y crueldades que eran norma no hace tanto tiempo. Y que en muchos aspectos seguro que puede trasladarse al mundo actual con el poder de las grandes fortunas que juegan con las vidas de la gente normal por un aumento mísero de su beneficio.
Comparto el trailer de la película:
La tierra prometida es una película notable en la que todo destaca para bien. Así da gusto ir al cine.
PUNTUACIÓN: 8/10
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