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Crítica de La Imposible Patrulla-X 9 de Gail Simone y Gavin Guidry (Marvel Comics – Panini)

Tras el final de Fuga de X, las cosas vuelven a la normalidad, si eso es posible, en La Imposible Patrulla-X de Gail Simone, con un número centrado en Gambito con dibujo de Gavin Guidry y color de Matthew Wilson.

PUNTUACIÓN: 7/10

El hombre-X más astuto, Remy LeBeau, también conocido como Gambito, se enfrenta a su pasado después de que una fuerza imparable llegue para cobrar una deuda. Detalles de la vida de Remy, nunca antes revelados, salen a la luz en esta emocionante aventura criminal autoconclusiva.

Este número publica The Uncanny X-Men 12 USA.

Gail Simone se ha propuesto construir una segunda escuela para jóvenes mutantes, con el grupo formado por Júbilo, Oscilación, Rescate, Sueño Mortal y Calicó. Pero en realidad, a pesar de los intentos de Simone, estos personajes se sienten menos importantes que los principales, Pícara, Gambito, Rondador Nocturno y Lobezno, mientras estuvo en la colección. En realidad, Logan y Kurt han tenido hasta el momento una importancia mucho menor, concentrando el interés sobre todo en Pícara y en Gambito. Un Gambito que se pone en el centro de la acción al conocer una historia de su pasado que resurge para acosarle en el presente.

Este número sirve para conocer la conexión de Remi LeBeau con la familia St. Juniors, dueños de Casa Haven donde actualmente residen los héroes. Además de presentar a Comisión, un miembro del Gremio de Ladrones super poderoso que se aprovechó de Remi cuando era niño y que vuelve para cobrar una deuda con Remi. La simplicidad de la historia hace que funcione de maravilla, consiguiendo que esta grapa sea de las más satisfactorias de todas las que he leído hasta el momento.

El dibujo de Gavin Guidry desluce un poco esta historia. No se qué ha dibujado Guidry antes, pero estamos ante uno más de los artistas montoneros que últimamente pueblan los comics Marvel. Un artista anatómicamente correcto que no consigue transmitir emoción a lo que dibuja. No puedo decir que su dibujo sea «malo», pero no es especialmente bueno tampoco. Y hace que una historia de Simone que realmente está bien quede como una grapa bien sin más. Qué difícil es encontrar una grapa que destaque por su historia y su dibujo.

Comparto las primeras páginas del comic:

La Imposible Patrulla-X mejora cuando se centra en los personajes clásicos como en este número protagonizado por Gambito. Aunque ha sido una lástima por el dibujo.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Patrulla-X 7 y La Imposible Patrulla-X 6 (Marvel Comics – Panini)

Panini ha publicado este mes de mayo el final de Asalto a Graymalkin, el cruce de las colecciones Patrulla-X de Jed MacKay, Federico Vicentini y Ryan Stegman con La imposible Patrulla-X de Gail Simone y Javier Garrón. Comparto mis impresiones.

PUNTUACIÓN: 7/10

La tercera parte de «Asalto a Graymalkin». Pícara y Cíclope llegan a las manos mientras se dejan arrastrar por las emociones, lanzando un grupo de La Patrulla-X contra el otro, mientras la única oportunidad de sobrevivir en Graymalkin es permanecer unidos.

Tengo un problema muy grande cuando una grapa de 20 páginas está dibujada por 2 dibujantes diferentes cuyos estilos no tienen nada que ver. Toda posibilidad de coherencia artística salta por los aires cuando un editor lamentable decide que es correcto combinar a Federico Vicentini con Ryan Stegman, que son un huevo y una castaña. Ya se que Marvel Comics no respeta a sus dibujantes y los trata como intercambiables y sustituibles, pero ver como nos lo tiran a la cara todos los meses me parece lamentable. Dentro de lo malo, hubiera aceptado mucho mejor el hecho que Stegman no llegaba a dibujar todo el comic si hubieran buscado a un artista de estilo similar al de suyo. Pero el estilo cercano al amerimanga de Vicentini es todo lo contrario.

Y es una pena que este hecho no me haya dejado disfrutar de esta grapa como me hubiera gustado. Porque la historia de Jed MacKay me parece que está muy chula, empezando con Pícara y Cíclope organizando a sus compañeros para luchar contra los Centinelas de Jauría de la doctora Corina Ellis. Lo más interesante sin embargo son los puntos de vista contrapuestos de Anne Marie y Scott sobre si hay que liberar a Charles Xavier aprovechando que están en la prisión de Graymalkin para liberar a los mutantes raptados.

Xavier fue la primera persona que dio una oportunidad a Pícara y la ayudó a dejar atrás su pasado de villana. Por eso, no va a permitir que Xavier se pudra en una prisión humana. Cíclope sufrió en primera persona cuando Xavier asesinó a la tripulación de una nave militar americana, bajo indicación de Orchis. Y es un crimen que merece un castigo. Y ante esta divergencia, la lucha parece la única opción. Me gusta como plantea MacKay estas diferencias y cómo en realidad tienen todo el sentido del mundo.

Por ponerle un pero, el odio de Cíclope hacia Xavier, afirmando que les ha manipulado toda la vida, es un poco exagerado. Pero el comic explica que el telépata Escorbuto que sirve a la doctora Ellis está aumentando el odio entre los mutantes, por lo que en realidad el comic tiene sentido. El ataque de Escorbuto y la sorpresa de la aparición sorpresa de Charles Xavier marcan los potentes cliffhangers del comic.

Esta grapa de Patrulla-X me ha gustado, aunque el cambio de dibujo ha empañado un poco la experiencia.

La cuarta parte de «Asalto a Graymalkin». La historia termina con Pícara y Cíclope en los extremos de la lucha mutante, quizás para siempre. ¿Honrarán el legado de Xavier o lo destruirán? El resultado tendrá resultados devastadores para la comunidad mutante.

El último número de Asalto a Graymalkin está dibujado por Javier Garrón, con color de Matthew Wilson. Y este hecho ya hace que este comic tenga mejor dibujo que el de Patrulla-X. Me encanta el dinamismo que Garrón imprime en la página, además de ser un crack a la hora de mostrar la personalidad de los personajes con sus expresiones faciales. Garrón dibujó el último volumen de Imposibles Vengadores durante la Era de Krakoa, y es un experto dibujando a Pícara. El dibujo es el gran plus de este comic, sin duda alguna.

En la historia, Gail Simone plantea la existencia de 5 mutantes super poderosos, de los cuales nunca se supo nada hasta ahora, llamados los Aviares. Escorbuto es uno de ellos, y el fallecido Harvey X era el segundo. ¿Quién serán los otros 3? Y sobre todo, ¿tan poderoso es el Aviar que está detenido en la celda del Prisionero X de la cárcel de Corina Ellis? Esto es una herramienta que se ha usado toda la vida e la franquicia mutante, presentar a un villano super poderoso que retroactivamente siempre estuvo allí, pero decidió no hacerse público. Entiendo que estos Aviares van a ser importantes en el futuro de la colección guionizada por Gail Simone.

Elis secuestró a varios mutantes de ambos grupos. El final de Asalto de Graymalkin confirma que Patrulla-X e Imposible Patrulla-X rescatan a sus compañeros. En ese sentido, el final cumple con el objetivo inicial. La historia ha planteado un cisma total entre Pícara y Cíclope debido a sus puntos de vista sobre Xavier. Al final, que Charles decida quedarse y pagar por su crímen decide la cuestión, pero el daño ya está hecho. Esa parte de la historia me gusta. Con lo que no he conectado tanto es con otros aspectos del final de este crossover. Corina Ellis secuestró a mutantes en la calle sin motivo legal. Los héroes han rescatado a los suyos, pero Ellis no ha pagado por este crimen. Además, tras meses mareando la perdiz con que Xavier estaba era el Prisionero-X, al final resulta que no era así. Julián Clemente en el Spot On de este comic comenta que lo mucho que le ha gustado la historia de Simone con un feeling a los comics escritos por Chris Claremont. Lo dice por los misterios planteados y el montón de de tramas abiertas que deja este evento. Soy un gran fan de la histórica etapa de Claremont en la Patrulla-X, pero es una etapa que terminó en 1992. Han pasado más de 35 años desde esos comics, y el medio ha cambiado. Yo desde luego he cambiado. Y que la solución para la franquicia mutante sea volver a la idea de tramas inacabadas, no se si me cuadra. Dentro que no puedo negar que los comics han resultado entretenidos.

Por cierto, no puedo dejar de comentar el desastre de la por otra parte chulísima portada de David Marquez de este número. Una portada que anticipa la llegada de ¿Mister Siniestro? a la antigua mansión de Xavier, y que es algo que NO llega a pasar en el comic. Esto es malo, pero pensar que nos han spoileado algo que la historia del comic realmente no llega a suceder en el comic sería otro error garrafal de los editores de Marvel.

Comparto las primeras páginas del Patrulla-X 7:

Dentro de ser unos comics entretenidos, el crossover Asalto a Graymalkin ha tenido un feeling a los comics de Chris Claremont dicho este NO de forma positiva.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de El Increíble Hulk 9-11 de Phillip Kennedy Johnson y Danny Earls (Marvel Comics – Panini)

Me gustan las historias que Phillip Kennedy Johnson está creando en su etapa en El Increíble Hulk, con un terror y unos monstruos asentados en el folk y la mitología. Sin embargo, el desastroso dibujo de Denny Earls han hecho que estos comics sean ilegibles. Lo que me faltaba.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

Charlotte congelada.

El deambular de Hulk y Charlie les conduce hasta un poblado sobrenatural, azotado por un asesino en serie. Pero no se trata de un asesino convencional, y Hulk necesitará la ayuda de un detective diferente si quiere acabar con él.

Phillip Kennedy Johnson me parece un escritor muy interesante que ha sabido encontrarle el punto que necesita Hulk para que sus historias funcionen. Por ejemplo, a pesar de que el over-the-top inicial resultó divertido, Donny Cates no supo encontrar ese punto, y por eso su etapa no funcionó, aparte de su accidente que le obligó a abandonar la escritura. El pitch es que con un Banner y un Hulk cada vez más enfrentados, la Progenitora que domina a los monstruos del Universo Marvel obliga a Bruce y a su acompañante Charlie a moverse por toda la geometría de los Estados Unidos escapando de estas amenazas sobrenaturales. Esto les lleva hasta Nueva Orleans para este arco de tres números en que conoceremos a Nephele, consorte de Lucifer Lucero del Alba y la más hermosa de los Nefilim, que fue arrastrada a la Tierra tras la caída de Lucifer. Nephele es un mito de Nueva Orleans, una asesina en serie que desde hace más de un siglo se dedica a matar jóvenes víctimas para sacarles sus almas y dejarlas almacenadas en figuras diminutas. Este arco ofrece otra muestra del folk-terror creado a partir de mitos y leyendas, religiosas o no, lo que hace que su ambientación tenga un toque onírico que me funciona,

En la segunda historia contenida en el número 11 de Panini, que incluye la nueva historia del Giant-Size Hulk 2024, Hulk se encontrará con Parches Jack, el supervisor sobrenatural de los trenes que se encarga que todos los polizones paguen su billete. El combate resultante y la destrucción están a la altura de lo que se espera de un comic de Hulk. Hablando con mi hermano Fernando sobre este comic, me comentaba que la idea de «vencer a ostias a amenazas sobrenaturales» es algo que ya en Hellboy no nos funcionaba (de hecho, es el motivo por el que no compramos el comic de Mignola y otros). Sin embargo, no se por qué, pero de momento las historia de Johnson me funcionan de formas que Mignola nunca consiguió.

El problema gravísimo es este arco es el lamentable dibujo de Danny Earls. En el Spot-On Julián Clemente comenta que Earls es un jugador de futbol británico que llegó a debutar en la Premier y que jugó durante muchos años en Estados Unidos. Tras volver a su casa en Inglaterra decidió volcarse con su otra vocación, dibujar comics, consiguiendo cierta notoriedad tras ser alabado por Gail Simone. Esto le consiguió sus primeros encargos en Marvel, entre los que tenemos este arco de tres números.

Matthew Wilson en el color no puede hacer milagros, porque los lápices de Earls parecen los de un niño de 10 años que no acaba de saber dibujar figuras de forma profesional, con figuras anatómicamente horrendas que además parece como si estuvieran a medio terminar. Aparte de unos dibujos básicos e insatisfactorios, su narrativa me parece terrible también, haciendo que todo luzca acartonado y estático. Además de todo esto, quizá lo menos malo sean las imágenes de las personas «normales», en cuanto se pone a dibujar elementos sobrenaturales, empezando por el mismo Hulk, sus imágenes son aún peores. Earls no sabe dibujar a Hulk, pero aquí le tenemos cobrando por haber dibujado tres grapas del personaje.

Me quedo muerto pensando en que un editor vio las páginas de prueba de Earls y le gustaron lo bastante como para pagarle. Me he encontrado con muchos artistas mediocres y sin personalidad en Marvel y DC en los últimos años. Pero Earls está a otro nivel, puede ser el peor dibujante que he visto en un comic Marvel seguro de los últimos 10 años. Terrible.

Fijaros como será la cosa que tras sufrir estos comics lamentables de Earls, tener a Andrea Brocardo dibujando la historia de Giant-Size Hulk, con color de K.J. Díaz, me pareció como si tuviera a George Pérez o John Byrne en su mejor momento. La realidad es que Brocardo está bien, pero es la comparación lo que hizo casi elevarle a los altares. Cuando en realidad estamos ante otro comic que está bien sin más.

El comic es ante todo un medio que cuenta historias con imágenes. Y si estas imágenes no están a la altura, el resultado final solo puede ser suspenso. Y seguro que Earls es una bellísima persona, pero su mediocridad y falta de calidad no le dan para ser un dibujante profesional de comics mainstream de superhéroes. El palo que me han pegado estos comics me ha parecido tremendo. Ojalá no tenga que leer otro comic dibujado por este artista. Desde luego, si puedo evitarlo no. Y mucho menos pagar por ello, como hice con estos comics.

Comparto las primeras páginas del número 9 USA, que curiosamente son las páginas «buenas» de este arco. Y si estas páginas son las mejores, imaginad el resto:

Con dibujos como el de Danny Earls resulta imposible comprar un comic mainstream. Por suerte, el mes que viene vuelve Nic Klein, pero qué desastre estos tres últimos números.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

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Crítica de El Inmortal Thor 1 de Al Ewing y Martín Cóccolo (Marvel Comics – Panini)

Comienza la nueva etapa de Thor de la mano de Al Ewing y Martín Cóccolo, con alucinantes portadas de Alex Ross. Y la propuesta de Ewing me ha conquistado, a pesar de alguna cosa que también comentaré.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Al EwingMartín Cóccolo y Alex Ross dan al Dios del Trueno el tratamiento «Inmortal». Le han llamado de muchas maneras. Los dioses le conocen como el Rey de Asgard, guardián de Mjolnir, héroe de las historias. Cuando las injusticias golpean la Tierra, lucha por aquellos que no pueden hacerlo. Ésta es la historia del Inmortal Thor. 

Al Ewing comenta al final de la grapa cómo conoció al personaje de Thor y su aproximación al personaje de cara a esta nueva etapa que se inaugura con este número. Y fue leerlo y sentir que había clavado lo que se supone que es Thor para mi y lo que le hace grande. Por un lado, sus aventuras no deben ser contra villanos terrenales. Aunque está bien que en algún momento detenga un robo a un banco, su carácter de DIOS le deben lanzar contra amenazas más grandes que la vida, que muestren que no es un héroe como los demás. Sus aventuras deben ser más grandes, mejores. Esto es algo que muchos otros autores han planteado, sin ir más lejos la pasada etapa de Donny Cates en la que planteaba la amenaza del Invierno Negro. La parte que más me ha gustado de esta premisa de Thor es la afirmación de Ewing que le gusta ver a un Thor que ríe. Y esto para mi, tenerle desde una vertiente positiva y optimista incluso cuando se enfrente al Ragnarök, me gusta mucho. Algo que contraste con la etapa de Cates en la que le convirtió en un protagonista desagradable y un poco capullo. Y que al final fue el motivo por el que ese comic no funcionó, incluso cuando Cates lo escribía.

Más allá de la premisa, leyendo esta primera grapa de El Inmortal Thor te das cuenta que Ewing ha clavado al personaje. Su felicidad al ver la reconstrucción de Bifrost, el puente del Arco Iris, es algo contagioso. Como también me gusta mucho la conexión de Thor con Midgard y el importante papel que Ewing plantea para Loki como Contador de Historias además de Dios de las Mentiras. Y por si fuera poco, la presentación de Toranos y la propia existencia de Utgard, el reino de las sombras que son de alguna manera los Dioses de los Aesir, plantea una amenaza más grande que la vida que hace que lectura de las siguientes grapas y en realidad de todo el primer arco sea una obligación. Como primer número de una nueva etapa, este comic me parece modélico.

No todo es bueno en esta grapa, lamentablemente. La premisa de Ewing y en general su guion de esta primera grapa me han gustado mucho mucho. Pero sin embargo, el dibujo de Martín Cóccolo me parece totalmente inadecuado. De hecho, me parece un error tremendo por parte del editor el haberle dado este encargo. Creo que conocí a Cóccolo hace unos meses con el crossover de Thor y Hulk, un arco mediocre como pocos, de historia pero también de dibujo. Y aunque buscando algo positivo que decir creo que está más acertado que en dichos comics, lo cierto es que en este El Inmortal Thor a su dibujo le faltan muchas cosas, empezando por la personalidad. Por cierto, el color de Matthew Wilson sí me parece que está muy bien, sobre todo en la presentación de Toranos.

Se habla mucho de la celebrada etapa de Ewing en El Inmortal Hulk. Pero ese comic es histórico empezando porque tenía a un fuera de serie como Joe Bennet que plasmó como nadie la atmósfera terrorífica de la historia de Ewing con sus toques de body-horror. Con otro dibujante menos bueno, como Cóccolo por ejemplo, el impacto de ese comic no hubiera sido ni la mitad. Y es precisamente el problema que ver en este comic. (Por cierto, un inciso para destacar para mal el texto rastrero de Panini en esta grapa en la que intencionadamente no nombran a Bennet por su nombre al hablar de El Inmortal Hulk, hablando de «y el dibujante que acompañó a Ewing». Lamentable es poco, y confirma que a Bennet está en pleno proceso de cancelación, no recuerdo muy bien por qué declaraciones).

El dibujo de Cóccolo puede ser anatómicamente correcto y no realiza ninguna locura narrativa a la hora de contar la historia, pero a la vez todo es muy plano, incluso a pesar del buen hacer de Wilson en el color. No hay momentos de WHOA!!!, y los que hay son gracias al color. El dibujo debería transmitir la sensación de «más grande que la vida» y no lo consigue, pero tampoco en la narrativa, en la forma de contar la historia no ves más que planos medios «normales» sin nada que haga que flipes y que te haga pensar que este comic es mejor que cualquiera de los otros 100 que Marvel publica todos los meses. En lo referido al dibujo no lo es, y «normal» o «correcto» seguro no es suficiente cuando hablamos de THOR.

Las caras de Thor son super inexpresivas y me da la sensación como si Cóccolo trabajara con photoshop o similar y todas sus caras estuvieran hechas a partir de una plantilla base, de forma que tampoco genera que tengamos conexión emocional con un personaje que por otro lado la historia de Ewing lo pone todo de su parte para que Thor sea el DIOS más grande y este comic el mejor de todo el catálogo de Marvel. Cosa que Cóccolo lamentablemente no aprovecha. Me gusta que Ewing haya optado por un back-to-basics al devolverle a Thor su traje clásico, indicando que no por ser su traje más modernos sus aventuras tienen que ser mejores. Y en ese sentido, si destacaría el enorme portadón de Alex Ross, un dibujante que ya hizo las portadas de El Inmortal Hulk y que en Thor puede darnos las imágenes más grandes que la vida que lamentablemente el dibujo interior no nos va a dar. Me flipa mucho la plenitud creativa en la que se encuentra Ross dentro de Marvel, por ejemplo con las portadas en Doctor Extraño.

Me sabe muy mal que el dibujo de Cóccolo me parezca tan montonero e inadecuado, porque la historia de Ewing si me ha gustado mucho. En todo caso, como comentaba al comienzo, creo que leeré seguro toda la etapa de Ewing. Ojalá Cóccolo con el paso de los meses se entone un poco más de lo que ha estado en esta primera grapa.

Comparto las primeras páginas del comic:

A pesar del dibujo inadecuado, El inmortal Thor ha comenzado de la mejor forma posible. Ganazas de leer las siguientes grapas.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Thor 31-35 de Torunn Grønbekk, Nic Klein, Juan Gedeón y Sergio Dávila (Marvel Comics – Panini)

Termina la actual etapa de Thor con más pena que gloria. Hoy analizo el último arco «Sangre de los Padres» obra de Torunn Grønbekk con el dibujo de Nic Klein, Juan Gedeón y Sergio Dávila, y color de Matt Wilson, que se ha desarrollado en los números 31 a 35 de la edición de Panini.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

¡Las puertas de Valhalla están rotas y las almas de todos los que lo habitan han desaparecido! Con la ayuda de Jane Foster y Odín, Thor debe encontrar a quien tiene el poder y la audacia para perturbar el descanso final de los mejores guerreros de Asgard.

Tras la historia en dos partes El legado de Thanos con la que Torunn Grønbekk llegó a la colección, la escritora noruega toma las riendas de la colección para cerrar la actual etapa con una historia en cinco partes titulada Sangre de los Padres, que se ha desarrollado en los números 31 a 35 USA, numeración que comparte con la edición española de Panini.

Tengo que reconocer que en parte la escritora noruega Torunn Grønbekk tenía un encargo casi imposible, dado que Marvel necesitaba cerrar lo antes posible la actual etapa empezada por Donny Cates y que quedó cortada en seco por culpa del accidente de coche que casi le cuesta la vida al escritor texano y que le ha tenido postrado en una cama durante meses. Y lo que Cates seguro planteaba como una historia super epiquísima desarrollada quien sabe a lo largo de cuantos meses o años, Grønbekk ha tenido que cerrarla en apenas 7 números, los dos números del arco anterior y los cinco de este.

Dicho esto, como siempre no es tanto el planteamiento lo que es problemático, sino la ejecución. Y es que no creo que Grønbekk sea una mala guionista, pero tampoco es excesivamente buena. Su principal virtud es su gran conocimiento de los mitos nórdicos, algunos de los cuales ha incorporado a esta historia o en la anterior miniserie de Thor y Jane Foster también guionizada por ella. Tras leer estas grapas, me ha recordado esa miniserie, en la que teniamos una historia más o menos correcta a nivel general pero que estaba contada de la forma menos interesante posible. Sus interminables textos de apoyo y bocadillos se me hacen eternos y me acaban aburriendo una barbaridad.

Además, aunque se supone que va a cerrar las tramas abiertas por Cates, al final opta por pasar un tupido velo sobre elementos como el Thanos empuñando triunfante a Mjornir que tiene insertadas las Gemas del Infinito y liderando un ejército de zombies que ha derrotado a los héroes de la Tierra, contando una última historia con el Doctor Muerte de villano que al final no acaba de cuajar. Hay otro elemento importante que ha lastrado esta etapa de Thor y que en realidad no es achacable a Grønbekk y es que Cates convirtió al Dios del Trueno en un imbécil desagradable, echando por la borda el brillante final de Jason Aaron en el que nos mostró por qué era y es el mejor Dios de todos. En estos comics, cualquier mujer que pasa por aquí, Jane Foster / Valquiria, Runa, la nueva-vieja Valquiria inspirada en el personaje interpretado por Tessa Thompson en las películas del MCU, o Laussa, la hermana pequeña de Thor, está mostrados desde una óptica más positiva que el teórico protagonista de este comic. Lo cual no puede ser más problemático, y que refleja el gran problema de no tener claro qué historia quieres contar y a quién debes mostrar como personaje positivo e inspirador.

A todo esto hay que sumarle los cambios de dibujantes que también lastran a este comic. No hay nada que muestre más a las claras cuando un comic no interesa a los editores de Marvel que ver cuando retirar al dibujante titular Nic Klein para que se encargue de comics más atractivos para la editorial. De esta forma, Klein sólo dibuja el primer número de este arco antes de partir en dirección a la interesante nueva etapa de El increíble Hulk junto al guionista Phillip Kennedy Johnson, quedando el final de la etapa en manos del artista argentino Juan Gedeón, un dibujante que si bien no es malo, si tiene un estilo super diferente al de Klein, conjuntando como un huevo con una castaña. Para empeorar las cosas, no se los motivos, pero Gedeón no fue capaz de mantenerse como artista de los cuatro números restantes, añadiendo Marvel al español Sergio Dávila como artista de ¡tres! páginas del número 34 y trece páginas del último número. Un desastre, como ya nos viene acostumbrando Marvel.

En resumen, un final super triste y decepcionante de una etapa de Thor que prometía mucho y se fue desinflando a medida que pasados los meses y los arcos, sufriendo también el desinterés por parte del staff editorial de Marvel. Una pena.

Comparto las primeras páginas del número 31 USA, obra de Nic Klein y Matt Wilson:

Thor termina con más pena que gloria con un último arco decepcionante y sin chispa. Llegados a este punto, uno no puede más que desear que Al Ewing y Martín Coccolo, el próximo equipo creativo, acierten a la hora de traer de vuelta a Thor desde un punto de vista más positivo que el que tuvimos en toda esta etapa.

PUNTUACIÓN: 5.5./10

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