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Crítica de The running man de Edgar Wright

Me encanta Glen Powell. Y creo que Edgar Wright es un director talentoso. La unión de ambos para The running man, la nueva versión de la novela de Stephen King que tuvo una famosa versión protagonizada por Arnold Schwarzenegger, era de visionado obligado en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

En una sociedad de un futuro cercano, The Running Man es el programa de mayor audiencia de la televisión: una competición mortal en la que los concursantes, conocidos como Runners, deben sobrevivir 30 días mientras son perseguidos por asesinos profesionales. Cada movimiento es retransmitido a un público sediento de sangre y cada día que pasa, la recompensa en metálico es mayor. Desesperado por salvar a su hija enferma, Ben Richards (Glen Powell), de clase trabajadora, es convencido por el encantador pero despiadado productor del programa, Dan Killian (Josh Brolin), para que participe en el juego como último recurso. Pero la rebeldía, los instintos y las agallas de Ben lo convierten en un inesperado favorito de los fans y en una amenaza para todo el sistema. A medida que se disparan los índices de audiencia, también lo hace el peligro, y Ben debe burlar no sólo a los Cazadores, sino a una nación adicta a verle caer.

Edgar Howard Wright (1974) es un director de cine, guionista y productor inglés. Inicialmente conocido gracias a sus colaboraciones con Simon Pegg y Nick Frost, primero en la serie de televisión Spaced (1999-2001), seguido de la ya mítica trilogía del Cornetto: Shaun of the dead (2004), Hot Fuzz (2007) y The World’s End (2013). Entre medias dirigió la maravillosa Scott Pilgrim vs. the World (2010), y junto con Joe Cornish y Steven Moffat escribió el guión de Las aventuras de Tintin (Steven Spielberg, 2011). Fichado por Marvel Studios para dirigir Ant-Man, finalmente tuvo que abandonar el proyecto por diferencias creativas, tras lo cual dirigió Baby Driver (2017) y el documental The Sparks Brothers (2021) antes del estreno de Última noche en Soho (2021).

Wright produce, dirige y escribe el guion junto a Michael Bacall de esta adaptación de la novela de 1982 de Stephen King. La película de 133 minutos de duración y un presupuesto de 110 minutos cuenta con fotografía de Chung-hoon Chung, montaje de Paul Machliss y música de Steven Price.

The Running Man está protagonizada y casi monopolizada por Glen Powell como Ben Richards, el abnegado marido y padre que se apunta al concurso mortífero para conseguir dinero para medicinas para su hija enferma. Josh Brolin interpreta a Dan Killian, el productor del programa, Colman Domingo como Bobby «Bobby T» Thompson, el presentador del programa, Lee Pace es Evan McCone, el líder enmascarado de los cazadores, Michael Cera aparece como Elton Parrakis, un rebelde que ayuda a Ben, Emilia Jones es Amelia Williams, una civil secuestrada por Ben, William H. Macy es Molie Jernigan, un hombre que ayuda a Ben cuando está huyendo Daniel Ezra como Bradley Throckmorton, un rebelde que ayuda a Ben, Jayme Lawson como Sheila Richards, la esposa de Ben, Alyssa y Sienna Benn como Cathy Richards, la hija pequeña de Ben, Katy O’Brian como Jenni Laughlin, una concursante, Karl Glusman como Frank, un cazador, Martin Herlihy como Tim Jansky, un concursante, completan el reparto.

Glen Powell me parece claramente una ESTRELLA de cine, el actor con más carisma de la última hornada de actores. Y esta realidad queda completamente claro viendo The running man, una película en la que su presencia y carisma aguanta la película y en la que está presente en pantalla el 95% del tiempo. Powell es uno de los grandes motivos por los que vi la película y su presencia para mi vende la película y me justifica pagar por verla en pantalla grande.

Justo a Powell, Edgar Wright me parece que es un director que tiene flow. Por supuesto por su capacidad de plantear escenas e imágenes visualmente poderosas, pero también por el fantástico uso que hace de la música y las canciones en películas como Baby driver o Última noche en Soho. Aunque en esta última la historia me falló algo, para mi The running man tenía una combinación ganadora.

Unido a esto tenemos el propio concepto de The running man. Reconozco que no he leído la novela de Stephen King, pero la película de Arnold Schwarzenegger de 1988 dirigida por Paul Michael Glaser me parece un clásico alucinante de esos años maravillosos. Creo que fue el año pasado cuando le puse a mi hijo esa película y reconozco que ha envejecido bastante mal sobre todo por la parte de los cazadores, que ahora quedan ridículos. Tras ver esa película y llevarme un pequeño chasco por habérsela puesto a mi hijo, reconozco que estaba con muchas ganas de encontrarme con la versión definitiva de este concepto. Lamentablemente, no ha sido así.

Empezando por las partes positivas, incluso aunque en muchos aspectos me parece una película fallida, creo que Glen Powell está fantástico en el papel de Ben Richards, el protagonista que se apunta al concurso mortífero para conseguir dinero para medicinas para su hija enferma. Powell me hace conectar completamente con sus problemas y nos muestra la crueldad de este futuro distópico en el que aparentemente las grandes corporaciones se han hecho con el poder en los Estados Unidos. Richards es un buen hombre que ayuda a compañeros de trabajo en peligro y que denuncia los excesos de la empresa que pone en peligro a sus trabajadores, lo que provoca que se le incluya en una lista negra que le impide trabajar en ningún sitio. Nadie estaría lo bastante loco como para apuntarse en un programa en el que nadie ha conseguido sobrevivir, pero Richards se encuentra en una situación límite.

El primer tercio de la película me parece que está genial. Todo me funciona. El drama de Richards y la forma en que el programa realiza las pruebas de candidatos del que sale elegido para The running man. La selección de otros 2 concursantes, y las reglas que debe cumplir para ganar el gran premio de 1000 millones de dólares: Sobrevivir 30 días solo por el país con 5 cazadores con todo el poder y los recursos del programa buscándole para matarle en directo. Richards debe enviar a la cadena un video demostrando que sigue con vida, y si falla en enviarlo, pierde el premio. Obviamente, cuando deja la cinta en correos, la cadena sabe en qué área se encuentra. Para empeorar las cosas, el programa ha puesto una recompensa sobre su cabeza de forma que cualquiera que le localice e informe sobre su paradero, o incluso le mate, recibirá una cuantiosa recompensa, lo que hace que tenga a prácticamente todo un país en su contra.

La crítica hacia los medio de comunicación que mienten para crear su mensaje y convertir en un enemigo a quienes ellos quieren es otro elemento muy presente en la película, como lo es la idea que la televisión y en general el entretenimiento actual se ha convertido en el nuevo circo romano que los espectadores nos tragamos como si fuéramos zombies. Mientras las grandes empresas nos adormecen con este salvaje entretenimiento, la vida es cada vez peor y la gente corriente sufre al no poder permitirse una vida honrada. Todo eso lo tenemos en la primera parte de la película y como digo esta película me estaba gustando mucho.

Luego tenemos el papel de Edgar Wright, que consigue que The running man luzca maravillosa visualmente. Hablaba de un director con flow, y lo cierto es que la película en ese apartado no se le puede poner ni un pero. Además, Wright añade unas canciones funki con mucho ritmo que hace que varias escenas parezca que tengan tempo, y son escenas super llamativas. Sobre todo cuando tienes a una estrella como Powell llenando la pantalla.

Sin embargo, eso no es suficiente cuando la historia me parece completamente fallida y se derrumba en el último tercio, sobre todo a partir de la llegada del personaje interpretado por Michael Cera. Hasta ese momento, la película estaba empezando a tener problemas, pero seguía siendo super disfrutable. Pero a partir de ahí, la película se convierte en una locura tras una chorrada tras un todo vale algo ridículo. Por cierto, en positivo tengo que decir que incluso cuando la historia se convierte en una locura (en el mal sentido), la película sigue siendo super entretenida. Tratándose de una película de dos horas y media de duración, a mi nunca me aburrió. Sobre todo porque el protagonista no deja de moverse y cambiar su localización, creándose pequeñas mini capítulos.

Como decía al principio, no he leído la novela de King, así que no puedo decir si esta versión de The running man es una buena o mala adaptación, sólo si como película que cuenta una historia me funciona. Y en muchos aspectos, no lo hace. En positivo, la película tiene un giro muy chulo, que es una crítica hacia el mundo de los realities actuales, cuando Richards descubre que el programa NO le va a matar porque sería malo para las audiencias. No le van a matar si no están en directo, y por supuesto, no le van a matar demasiado pronto porque si eso sucede, el programa acabaría demasiado pronto. Sin embargo, lo que Richards hace a partir de ese momento es ridículo, porque que no le vayan a matar no significa que no le puedan detener. De hecho, es ridículo que no suceda.

Otro problema que he encontrado con la película es que para llamarse The running man, en realidad me he encontrado muy pocas persecuciones y menos acción de lo esperado. De hecho, puede decirse que el trailer muestra los dos principales sets de acción, el hotel que acaba explotando con Richards cayendo a las alcantarillas, y la persecución por el campo que termina con Richards saltando de un coche de explota a un río. Es que quitas eso, y en realidad, es prácticamente todo lo que hay antes del climax final. Para ser una película tan larga, me parece demasiado poco.

Y no puedo comparar con la novela, pero si con la película de Schwarzenegger. Y aunque la acción de la película de los 80 ha envejecido fatal, pero en otros aspectos me parece una película mucho más redonda. Por ejemplo, tenía mucho más sentido que la persecución tuviera lugar a lo largo de un único día. Más que tener un programa que se alarga durante días en los que en realidad no tienen nada que emitir porque los perseguidos están escondidos y no se sabe donde están. En la película de Schwarzenegger, se indica que hay una rebelión que se opone al régimen despótico, y que Arnold les encuentre es el detonante para la lucha que derrotará a los malvados. Sin embargo, en la versión de Wright todo lo que le pasa a Richards es completamente por casualidad, sin tener Richards ningún papel más allá que le vayan explicando como es la realidad en la que se encuentra. En ese sentido, su papel se convierte en muy poco proactivo a lo largo de una parte importante del tiempo.

Otro elemento que me ha dejado bastante perplejo es la música. Hablaba antes del flow de Wright y cómo la música tiene una gran importancia en sus películas. Sin embargo, lamentablemente en esta película creo que Wright equivoca completamente el tono, entre otros motivos por canciones que no casan con lo que pasa en pantalla. Aunque ver escenas con tempo es curioso, en realidad no pegan en momentos en que Richards está escapando y tiene que mantener un perfil bajo. A todo esto, para tener una recompensa sobre su cabeza, lo cierto es que es algo que prácticamente no se ve en toda la película.

El reparto creo que no es parte de los problemas de la película, haciendo un buen trabajo. aparte de Powell, tenemos a Josh Brolin, Colman Domingo, Lee Pace, Michael Cera, William H. Macy y Emilia Jones. Y todos están estupendos y cumplen con lo que Wright necesita de ellos. Brolin está genial como el amoral director del programa que hará lo que sea por la audiencia, como cambiar los mensajes que graba Richards para que parezca un asqueroso hijo de puta que merece morir.

Precisamente por esto que digo, el final y la forma en que la película hace que de forma imposible Richards pase de ser el más odiado del mundo al más amado. Es algo que la película nunca justifica y que queda como una ridiculez que sucede porque si. Porque aparte de todo la película SI ha indicado que los poderosos controlan completamente los medios de comunicación, por lo que nada fuera del mensaje oficial se ha podido contar. En esta versión, varios momentos absurdos, se plante un giro final que recuerda al final de la película de Schwarzenegger. Solo que en aquella película tenía sentido y en esta es una ridiculez. Otra más.

Me sabe fatal que esta película no me haya funcionado. En positivo, como digo la película es muy entretenida y a mi no se me hizo larga. Aunque a mi hermano Fernando si. Y hay que decir que el presupuesto se ve en pantalla, hay un montón de momentazos visuales y el diseño de producción me parece super chulo. Me sabe mal que con lo difícil que es hacer una buena película, se cuide la fotografía, se cuide el montaje, la música o el diseño de producción. Y sin embargo, Wright no acabe de darle una vuelta más a un guion que no es todo lo bueno como debería.

Por otro lado, justo cuando estaba entrando en el cine me di cuenta de otro posible problema que ayuda a explicar que esta película haya fracasado completamente en la taquilla internacional. Y es que se ha estrenado con una semana de diferencia con La larga marcha. Dos películas basadas en novelas de Stephen King en las que los Estados Unidos se ha convertido en una distopía y en las que un gobierno despótico emite un programa de televisión que graba la muerte de gente inocente de forma super dramática y bastante morbosa. Aunque las historias son muy diferentes, como veis la premisa es super similar. Y podrían entender que el público esté cansado de que le quieran colar panfletos que hablen mediante metáforas de la realidad política de los Estados Unidos. Por cierto, para que no haya duda tengo que decir que La larga marcha me ha gustado muchísimo más que esta The running man. Qué pena.

Comparto el trailer de la película:

Me sabe fatal, pero creo que Edgar Wright no ha acertado con The running man, me parece una historia completamente fallida. Lástima.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

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Crítica de Skinbreaker 2 de Robert Kirkman y Dave Finch (Image Comics)

El primer número de Skinbreaker me voló la cabeza. Robert Kirkman y David Finch, con el color de Annalisa Leoni, continúan su historia con un fantástico segundo número.

PUNTUACIÓN: 9/10

¡CONTINÚA LA EXPLOSIVA EPOPEYA DE ROBERT KIRKMAN Y DAVID FINCH!

El desafío está servido.¡Y ahora el nuevo Anciano debe ser elegido a través del combate!

El mundo de Skinbreaker presenta una sociedad en el que la tribu de los protagonistas está liderada por el más fuerte de la tribu. Anok debe dar el paso de derrotar a su maestro Enor, que es demasiado anciano para seguir siendo el jefe, u otro guerrero le matará y sumirá a la tribu en una espiral de violencia. Y la forma en que Kirkman plantea la historia hace que sientas el dolor de alguien que tienen que matar a un ser amado. Es un momento muy duro.

El comic sigue siendo una pasada gracia al dibujo de David Finch, que consigue que un gran comic se convierta en uno HISTÓRICO. El nivel de detalle de Finch en estas páginas es increíble, situándose al nivel de los mejores autores europeos que emplean años en dibujar cada uno de sus álbumes. El color de Annalisa Leoni es perfecto para este comic y ayuda a que la experiencia lectora sea alucinante. La narrativa de Finch me parece impecable, y el hecho que este comic se publica en Skybound, el sello de Kirkman, les permite que esta grapa tenga 30 páginas de historia, que ayuda que todo fluya de forma perfecta. Dejando espacio para unas dobles splash-pages increíbles.

Dentro que Skinbreaker brilla gracias al dibujo de Finch, quiero celebrar también el trabajo de Kirkman en este comic. Porque la historia me parece lógica y sorprendente a la vez, planteando unos giros geniales. Por ejemplo, la forma en que vemos el paso del tiempo me parece magistral, planteando una elipsis que indica que todo es posible en este comic.

Leer comics como Skinbreaker explica por qué me aficioné al mundo del comic y por qué sigo enganchado después de tantos años. No puedo recomendarlo más.

Comparto páginas de este segundo número:

Skinbreaker continúa su publicación. Y todo apunta a que estamos ante un comic histórico. ¡Qué forma de disfrutarlo!

PUNTUACIÓN: 9/10

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Crítica de La muerte de Estela Plateada 2 de Greg Pak y Sumit Kumar (Marvel Comics – Panini)

Segundo número de la miniserie La muerte de Estela Plateada, con Greg Pak, Sumit Kumar y el color de Frank D´Armata.

PUNTUACIÓN: 7/10

Estela Plateada, temido y odiado por los humanos a los que su corazón anhela ayudar, se enfrenta a un sinfín de rivales empeñados en su aniquilación total. Pero en su arrogancia y codicia por un poder sin explotar, la humanidad despierta una antigua amenaza surgida de Galactus.

El primer número de la miniserie La muerte de Estela Plateada me dejó intrigado y con ganas de más. El comic nos presentó a la Oficina de Neutralización Alienígena (ONA), una organización dedicada a acabar con aliens que amenazan la Tierra. La mejor asesina de ONA es la Comandante Kelly Koh, una mujer que se intuye que tiene un trauma probablemente debido a que algún alien mató a alguien de su familia. Y aunque desde el principio tenemos claro que el Director Harmon, el empresario dueño de O.N.A., es malvado y sólo busca conseguir más poder, no salvar a los inocentes, parece que a Koh le da igual mientras ella consiga la venganza que busca.

En este segundo número asistimos al plan de Harmon, que pasa por absorber energía del ¿cadáver de Galactus? para sus propios fines. Mientras, Koh tiene la misión de apresar y tal vez matar a Skaar, el hijo de Hulk. Algo que puede conseguir gracias a la potencia de fuego alienígena que controla ONA. Aunque esta misión parece ser una cortina de humo para que Estela no pueda impedir la misión de Harmon en el cadáver de Galactus. Dado que se trata de una miniserie de 5 números, Pak va a tope y no tiene ni un segundo de respiro.

El dibujo de Sumit Kumar con color de Frank D´Armata me ha gustado menos respecto a la grapa inicial. No diré que es malo, pero la historia de Greg Pak ofrece varios momentazos de WHOA!, y los lápices de Kumar hace que simplemente estén bien. Se que Estela Plateada no es un superventas, nunca lo fue, pero en realidad creo que este personaje y la historia que se supone están contando, la muerte de Norrin Radd, merecían un dibujo mejor. Lo que SI me está flipando son las maravillosas portadas de Dike Ruan. La primera me voló la cabeza, y esta segunda me parece super icónica también.

Reconozco que no siendo un mal comic, la lectura de esta grapa me deja con la sensación que este comic me debería estar gustando mucho más de lo que lo ha hecho. Está claro que el dibujo tiene mucha importancia en esta apreciación, pero también espero que Greg Pak ofrezca una historia satisfactoria. A ver qué tal el próximo número.

Comparto las primeras páginas del comic:

La muerte de Estela Plateada está bien, pero tengo que reconocer que ha bajado un poco el nivel respecto a su notable primer número.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Void Rivals 19-24 de Robert Kirkman y Conor Hughes (Image Comics)

Void Rivals de Robert Kirkman ha estrenado nuevo dibujante en el cuarto volumen que comprende los números 19-24, Conor Hughes. Un dibujante brillante que nos ha hecho olvidar a Lorenzo de Felici.

PUNTUACIÓN: 8/10

¿COMPLETARÁN SOLILA Y DARAK SUS MISIONES?

Después de todo lo que han hecho juntos, ahora Solila y Darak están solos. ¿Podrán encontrar el camino de vuelta el uno al otro? Mientras tanto, los secretos de Skuxxoid se revelan… justo a tiempo para que el infame Wreck-Gar y los Junkions lleguen al Anillo Sagrado. El revolucionario equipo formado por Robert Kirkman (The Walking Dead, Invincible) y Conor Hughes (White Ash) continúa su aclamada serie explorando los rincones más inesperados del universo Energon.

Una de las cosas que más me gustan de Robert Kirkman es la forma que tiene de romper las expectativas manteniendo a la vez la lógica de las dinámicas que ha planteado. Un ejemplo perfecto es el número 19 con el que se inicia este cuarto volumen en el que conocemos la sorprendente historia de Skuxxoid, el secundario de esta serie que durante muchos números no estaba claro por qué Kirkman estaba dando tanta importancia en la serie. Aparte que ¿No estaba muerto? La historia de Skuxxoid y la forma en que Kirkman ha conseguido convertirle en uno de los personajes favoritos de esta serie es un ejemplo maravilloso de la magia que Kirkman ofrece en cada grapa. Aparte de servir para que los lectores descubramos que la galaxia está poblada por muchos más que los humanos y los robots de Cybertron.

En la parte principal, el final del tercer arco de Void Rivals nos dejó con el cliffhanger del posible enfrentamiento entre Darak y Solila, aparentemente situados de nuevo en bandos opuestos. Sin embargo, cuando llega el momento de combatir, lo que plantea Kirkman es lógico y coherente, con personajes que creen que tienen razón, pero pueden estar equivocados. La forma en que Kirkman ha llevado la trama de Goliant, el ser atrapado en el agujero negro que rodea el anillo donde viven los Zertonios y los Agorrianos, y como el objetivo de Zerta Trion es despertarle ahora para poder matarle mientras está débil, me parece super acertado.

Este arco vuelve a tener un montón de acción pero también sucesos que alteran el mundo para siempre. Empezando por el descubrimiento de los Quintessons del anillo donde está prisionero Goliant, lo que nos llevará al siguiente arco, «The Quintesson War», cuyo título no deja lugar a la duda. La forma en que Kirkman empezó una historia que parecía pequeña inspirada en la película Enemigo mío, y ha ido ampliando el universo y las amenazas a las que Darak y Solila tendrán que enfrentarse, me parece brillante.

Cuando un comic pierde al creador que le dio la personalidad gráfica, siempre sufre. Sin embargo Kirkman en su faceta editor ha encontrado oro con Conor Hughes, el nuevo dibujante de la serie. Hughes añade una expresividad a los protagonistas que me gusta mucho, y su fluidez narrativa en las escenas de acción son también un acierto total. Junto al color de Patricio Delpeche, me parece que es la primera vez en muchos años que un artista de reemplazo me gusta casi más que el creador de la serie. Esto dice mucho y todo muy bueno de la calidad que Hughes ha traído a la colección. Aunque Hughes no va a dibujar The Quintesson War, me gusta que Kirkman ya haya anunciado que Hughes volverá a dibujar a partir del número 31, lo que significa que va a dar margen de sobra para que pueda ofrecer su mejor trabajo mientras esté trabajando en Void Rivals. Esta forma de proceder me parece perfecta, ya me gustaría que Marvel planteara algo así para sus colecciones regulares.

Para Kirkman no existen los fill-ins. Todos los números son importantes. Da gusto leer un comic a ritmo mensual cuando el escritor tiene muy claro la obligación de ofrecer un entretenimiento satisfactorio TODOS los meses que te hagan querer volver a por más el mes siguiente. Y Void Rivals es eso y mucho más. El final de este arco nos sitúa en el comienzo de la Quintesson War en el número 25, que será el quinto y apasionante arco de la serie. Una serie que no deja de reinventarse y crecer con cada arco. Y creo a Kirkman cuando comenta en las páginas finales que por él estaría escribiendo Void Rivals durante muchos años, sin un final a la vista a corto plazo. Cuando lees un comic tan bueno, esa noticia me parece una pasada.

Comparto las primeras páginas del número 20 USA:

Void Rivals está siendo uno de los comics más sorprendentes y entretenidos que estoy leyendo en la actualidad. ¡Y el futuro pinta aún mejor!

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de La larga marcha de Francis Lawrence

La larga marcha es una adaptación de una novela de Stephen King, dirigida por Martin Lawrence (Constantine, Soy leyenda, Los juegos del hambre).

PUNTUACIÓN:8/10

En un futuro distópico, cien adolescentes participan en una brutal competición conocida como «La larga marcha», donde deben caminar sin descanso: si se detienen o reducen la velocidad de la marcha, mueren. Solo uno sobrevivirá. Adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King.

Francis Lawrence (Viena 1971) es un director y productor de cine estadounidense. Tras consolidarse como director de vídeos musicales y anuncios publicitarios, Lawrence debutó como director de largometrajes con Constantine (2005). Desde entonces, ha dirigido Soy leyenda (2007), el drama romántico Agua para elefantes (2011), y la serie de películas de Los juegos del hambre (2013-presente). Además, dirigió el thriller de espionaje Red Sparrow (2018), que me gustó mucho.

La larga marcha es una novela de Stephen King que J.T. Moliner se ha encargado de adaptar para este versión cinematográfica. La película de 108 minutos de duración y un presupuesto de 20 millones de dólares ha contado con fotografía de Jo Willems, montaje de Mark Yoshikawa y música de Jeremiah Fraites.

La película tiene un reparto joven formado entre otros por Cooper Hoffman como Raymond «Ray» Garraty (n.º 47), David Jonsson como Peter «Pete» McVries (n.º 23), Garrett Wareing como Billy Stebbins (n.º 38), Tut Nyuot como Arthur «Art» Baker (n.º 6), Charlie Plummer como Gary Barkovitch (n.º 5), Ben Wang como Hank Olson (n.º 46), Jordan Gonzalez como Richard Harkness (n.º 49), Joshua Odjick como Collie Parker (n.º 48). Junto a ellos Mark Hamill interpreta al Mayor.

Stephen King escribió esta novela a finales de los años 60, siendo publicada en 1979. Me resulta muy curioso descubrir que esta historia de King es previa, y posiblemente influyó, en muchas obras posteriores que han adquirido una enorme popularidad, como por ejemplo Battle Royale (Koushun Takami, 1999) y Los juegos del hambre (Suzanne Collins, 2008,–). Leo que King se inspiró en el drama de Vietnam en el que miles de jóvenes se veían obligados a ir a morir a una tierra lejana por un sistema que no habían elegido y no podían cambiar.

La película ofrece una visión nihilista y sin esperanza del futuro de los Estados Unidos. Tras una guerra civil, el país está sumido en la pobreza y es controlado por un régimen militar totalitario que ha limitado las libertades y prohibido la literatura y todo aquello que ellos consideran anti-patriota. En este mundo de pobres, todos los años se hace una competición con 50 jóvenes elegidos por sorteo, uno por cada estado. El juego es sencillo, andar por encima de los 5 km por hora hasta que sólo quede uno. El ganador podrá elegir el premio que prefiera. Los demás serán asesinados uno a uno.

El tema es tremendamente dramático, y el director Francis Lawrence no duda en mostrar muchas de las ejecuciones con todo detalle, viendo como soldados pegan un disparo en la cabeza al joven que se para. Hay muchos momentos tremendos, y en cierto sentido puede decirse que Lawrence se recrea con esta violencia del estado opresor hacia jóvenes que no pueden hacer nada para evitarla.

Sin embargo, lo que más me ha gustado de La larga marcha es que Lawrence plantea la historia como una celebración de la amistad y del espíritu humano incluso en las peores circunstancias. Aunque los participantes saben que sólo uno va a sobrevivir y todos los demás van a morir, la historia no plantea una rivalidad para ver quien gana la carrera, sino un intento sincero de los protagonistas por ser buenas personas y ayudar al que tienen a su lado, si está en su mano hacerlo.

Los regímenes totalitarios como el comunismo se aprovechan de la desigualdad del poder del estado, con su policía y ejército opresores, contra el individuo que no puede hacer nada contra ellos para defenderse. En este sentido, los participantes nos plantean que cuando el sistema es corrupto, en realidad nadie participa por voluntad propia, aunque quieran pensar que es así. Y por tanto, aunque no sirvan de nada hay que celebrar los pequeños actos de desafío que puedan realizar a lo largo de sus vidas.

Martin Lawrence triunfa absolutamente con La larga marcha. A pesar de ser una película con un argumento sencillo, consigue que la narración sea siempre emocionante, consiguiendo que nunca me aburriera. A pesar que como digo el patrón de andar, hablar entre ellos y que uno de los participantes muera, se repite a lo largo de toda la película. Lawrence realiza unos planos super currados que resaltan el drama tremendo que viven los chavales con la celebración de la amistad y la camaradería incluso en la peor de las circunstancias, como vemos aquí. Su dirección me parece notable, consiguiendo que la película tenga drama, emoción y mucha incertidumbre ante el desenlace de la película.

Los chavales protagonistas me han gustado mucho. La película se apoya en la amistad que entablan Ray (nº 47, interpretado por Cooper Hoffman) y Pete (Nº23, David Johnson). Ambos están increíbles y transmiten una humanidad y unas ganas de sobrevivir que me parecen increíbles. Cuando veo la metáfora del Vietnam que planteaba King en su novela, puedo sentir la conexión con los pelotones de soldados formados por personas muy diferentes de diferentes partes de los Estados Unidos que lucharon por sobrevivir y crearon vínculos para toda la vida entre ellos.

Ben Wang (protagonista de Karate Kind Legends) es Hank (nº46) y Tut Nyuot interpreta a Art (nº6). Ellos 4 formarán «Los mosqueteros» que intetarán ayudarse durante la marcha. Todos los chavales están geniales transmitiendo lo que la historia necesita de cada uno de ellos, ya sean algunos momentos divertidos, dramáticos o directamente terroríficos cuando todos vayan muriendo.

La sorpresa de la película es ver a Mark Hamill (Luke Skywalker) interpretar al Mayor, el villano de la película. No vi la película en versión original, así que no pude disfrutar de la voz de Hamill, pero creo que es un buen villano que representa lo más aterrador de los totalitarismos que convierten a seres mediocres en líderes que pueden decidir la vida y la muerte de seres humanos por motivos totalmente egoístas. El Mayor no es un gran hombre, pero su voluntad es ley, lo que le convierte en un ser terrorífico. Hamill lo hace genial, lo que hace que me pregunte qué pasó para que Hamill estuviera fuera las películas durante varias décadas, limitando su aparición a la del doblaje de series de animación como la de Batman: The Animated Series. Igual algún día lo descubriré.

La música, el montaje y la fotografía de La larga marcha me parecen sobresalientes. Reconozco que es una historia que hay que ver con el estado mental adecuado, porque el drama y la muerte sin sentido es la constante de la película. Pero que en medio de esta historia de terror los chavales decidan intentar ser buenas personas lo cambia todo. Incluso en un sistema corrupto como este ofrece un rayo de esperanza. Uno muy pequeño, pero ahí está.

El final es sorprendente y me ha gustado. No voy a spoilearlo porque creo que merecéis llegar sin que os chafen esta sorpresa. Las historias de los protagonistas y sus motivos para apuntarse a la carrera son super emocionantes. Aunque el final podría decirse que rompe con el intento de ser buenas personas, de alguna manera es el único posible para dejar una cierta sensación satisfactoria, dentro de lo horroroso que es todo. Y que en realidad no está en su mano cambiar la dictadura que controla el país. Me he enterado que Lawrence ha cambiado el final respecto a la novela de King, pero me gusta. Y además podría ser que plantea un última escena metafórica que implica más de lo que la imagen muestra, que en ese caso si está copiado del final de King.

No sabía qué esperar de La larga marcha, pero me ha parecido una película super emocionante y recomendable.

Comparto el trailer de la película:

La larga marcha me ha gustado mucho. Dentro de lo macabro de la temática, su historia de superación y de amistad me ha emocionado.

PUNTUACIÓN: 8/10

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