Me encanta Glen Powell. Y creo que Edgar Wright es un director talentoso. La unión de ambos para The running man, la nueva versión de la novela de Stephen King que tuvo una famosa versión protagonizada por Arnold Schwarzenegger, era de visionado obligado en pantalla grande.
PUNTUACIÓN: 5.5/10
En una sociedad de un futuro cercano, The Running Man es el programa de mayor audiencia de la televisión: una competición mortal en la que los concursantes, conocidos como Runners, deben sobrevivir 30 días mientras son perseguidos por asesinos profesionales. Cada movimiento es retransmitido a un público sediento de sangre y cada día que pasa, la recompensa en metálico es mayor. Desesperado por salvar a su hija enferma, Ben Richards (Glen Powell), de clase trabajadora, es convencido por el encantador pero despiadado productor del programa, Dan Killian (Josh Brolin), para que participe en el juego como último recurso. Pero la rebeldía, los instintos y las agallas de Ben lo convierten en un inesperado favorito de los fans y en una amenaza para todo el sistema. A medida que se disparan los índices de audiencia, también lo hace el peligro, y Ben debe burlar no sólo a los Cazadores, sino a una nación adicta a verle caer.
Edgar Howard Wright (1974) es un director de cine, guionista y productor inglés. Inicialmente conocido gracias a sus colaboraciones con Simon Pegg y Nick Frost, primero en la serie de televisión Spaced (1999-2001), seguido de la ya mítica trilogía del Cornetto: Shaun of the dead (2004), Hot Fuzz (2007) y The World’s End (2013). Entre medias dirigió la maravillosa Scott Pilgrim vs. the World (2010), y junto con Joe Cornish y Steven Moffat escribió el guión de Las aventuras de Tintin (Steven Spielberg, 2011). Fichado por Marvel Studios para dirigir Ant-Man, finalmente tuvo que abandonar el proyecto por diferencias creativas, tras lo cual dirigió Baby Driver (2017) y el documental The Sparks Brothers (2021) antes del estreno de Última noche en Soho (2021).
Wright produce, dirige y escribe el guion junto a Michael Bacall de esta adaptación de la novela de 1982 de Stephen King. La película de 133 minutos de duración y un presupuesto de 110 minutos cuenta con fotografía de Chung-hoon Chung, montaje de Paul Machliss y música de Steven Price.
The Running Man está protagonizada y casi monopolizada por Glen Powell como Ben Richards, el abnegado marido y padre que se apunta al concurso mortífero para conseguir dinero para medicinas para su hija enferma. Josh Brolin interpreta a Dan Killian, el productor del programa, Colman Domingo como Bobby «Bobby T» Thompson, el presentador del programa, Lee Pace es Evan McCone, el líder enmascarado de los cazadores, Michael Cera aparece como Elton Parrakis, un rebelde que ayuda a Ben, Emilia Jones es Amelia Williams, una civil secuestrada por Ben, William H. Macy es Molie Jernigan, un hombre que ayuda a Ben cuando está huyendo Daniel Ezra como Bradley Throckmorton, un rebelde que ayuda a Ben, Jayme Lawson como Sheila Richards, la esposa de Ben, Alyssa y Sienna Benn como Cathy Richards, la hija pequeña de Ben, Katy O’Brian como Jenni Laughlin, una concursante, Karl Glusman como Frank, un cazador, Martin Herlihy como Tim Jansky, un concursante, completan el reparto.
Glen Powell me parece claramente una ESTRELLA de cine, el actor con más carisma de la última hornada de actores. Y esta realidad queda completamente claro viendo The running man, una película en la que su presencia y carisma aguanta la película y en la que está presente en pantalla el 95% del tiempo. Powell es uno de los grandes motivos por los que vi la película y su presencia para mi vende la película y me justifica pagar por verla en pantalla grande.
Justo a Powell, Edgar Wright me parece que es un director que tiene flow. Por supuesto por su capacidad de plantear escenas e imágenes visualmente poderosas, pero también por el fantástico uso que hace de la música y las canciones en películas como Baby driver o Última noche en Soho. Aunque en esta última la historia me falló algo, para mi The running man tenía una combinación ganadora.
Unido a esto tenemos el propio concepto de The running man. Reconozco que no he leído la novela de Stephen King, pero la película de Arnold Schwarzenegger de 1988 dirigida por Paul Michael Glaser me parece un clásico alucinante de esos años maravillosos. Creo que fue el año pasado cuando le puse a mi hijo esa película y reconozco que ha envejecido bastante mal sobre todo por la parte de los cazadores, que ahora quedan ridículos. Tras ver esa película y llevarme un pequeño chasco por habérsela puesto a mi hijo, reconozco que estaba con muchas ganas de encontrarme con la versión definitiva de este concepto. Lamentablemente, no ha sido así.
Empezando por las partes positivas, incluso aunque en muchos aspectos me parece una película fallida, creo que Glen Powell está fantástico en el papel de Ben Richards, el protagonista que se apunta al concurso mortífero para conseguir dinero para medicinas para su hija enferma. Powell me hace conectar completamente con sus problemas y nos muestra la crueldad de este futuro distópico en el que aparentemente las grandes corporaciones se han hecho con el poder en los Estados Unidos. Richards es un buen hombre que ayuda a compañeros de trabajo en peligro y que denuncia los excesos de la empresa que pone en peligro a sus trabajadores, lo que provoca que se le incluya en una lista negra que le impide trabajar en ningún sitio. Nadie estaría lo bastante loco como para apuntarse en un programa en el que nadie ha conseguido sobrevivir, pero Richards se encuentra en una situación límite.
El primer tercio de la película me parece que está genial. Todo me funciona. El drama de Richards y la forma en que el programa realiza las pruebas de candidatos del que sale elegido para The running man. La selección de otros 2 concursantes, y las reglas que debe cumplir para ganar el gran premio de 1000 millones de dólares: Sobrevivir 30 días solo por el país con 5 cazadores con todo el poder y los recursos del programa buscándole para matarle en directo. Richards debe enviar a la cadena un video demostrando que sigue con vida, y si falla en enviarlo, pierde el premio. Obviamente, cuando deja la cinta en correos, la cadena sabe en qué área se encuentra. Para empeorar las cosas, el programa ha puesto una recompensa sobre su cabeza de forma que cualquiera que le localice e informe sobre su paradero, o incluso le mate, recibirá una cuantiosa recompensa, lo que hace que tenga a prácticamente todo un país en su contra.
La crítica hacia los medio de comunicación que mienten para crear su mensaje y convertir en un enemigo a quienes ellos quieren es otro elemento muy presente en la película, como lo es la idea que la televisión y en general el entretenimiento actual se ha convertido en el nuevo circo romano que los espectadores nos tragamos como si fuéramos zombies. Mientras las grandes empresas nos adormecen con este salvaje entretenimiento, la vida es cada vez peor y la gente corriente sufre al no poder permitirse una vida honrada. Todo eso lo tenemos en la primera parte de la película y como digo esta película me estaba gustando mucho.
Luego tenemos el papel de Edgar Wright, que consigue que The running man luzca maravillosa visualmente. Hablaba de un director con flow, y lo cierto es que la película en ese apartado no se le puede poner ni un pero. Además, Wright añade unas canciones funki con mucho ritmo que hace que varias escenas parezca que tengan tempo, y son escenas super llamativas. Sobre todo cuando tienes a una estrella como Powell llenando la pantalla.
Sin embargo, eso no es suficiente cuando la historia me parece completamente fallida y se derrumba en el último tercio, sobre todo a partir de la llegada del personaje interpretado por Michael Cera. Hasta ese momento, la película estaba empezando a tener problemas, pero seguía siendo super disfrutable. Pero a partir de ahí, la película se convierte en una locura tras una chorrada tras un todo vale algo ridículo. Por cierto, en positivo tengo que decir que incluso cuando la historia se convierte en una locura (en el mal sentido), la película sigue siendo super entretenida. Tratándose de una película de dos horas y media de duración, a mi nunca me aburrió. Sobre todo porque el protagonista no deja de moverse y cambiar su localización, creándose pequeñas mini capítulos.
Como decía al principio, no he leído la novela de King, así que no puedo decir si esta versión de The running man es una buena o mala adaptación, sólo si como película que cuenta una historia me funciona. Y en muchos aspectos, no lo hace. En positivo, la película tiene un giro muy chulo, que es una crítica hacia el mundo de los realities actuales, cuando Richards descubre que el programa NO le va a matar porque sería malo para las audiencias. No le van a matar si no están en directo, y por supuesto, no le van a matar demasiado pronto porque si eso sucede, el programa acabaría demasiado pronto. Sin embargo, lo que Richards hace a partir de ese momento es ridículo, porque que no le vayan a matar no significa que no le puedan detener. De hecho, es ridículo que no suceda.
Otro problema que he encontrado con la película es que para llamarse The running man, en realidad me he encontrado muy pocas persecuciones y menos acción de lo esperado. De hecho, puede decirse que el trailer muestra los dos principales sets de acción, el hotel que acaba explotando con Richards cayendo a las alcantarillas, y la persecución por el campo que termina con Richards saltando de un coche de explota a un río. Es que quitas eso, y en realidad, es prácticamente todo lo que hay antes del climax final. Para ser una película tan larga, me parece demasiado poco.
Y no puedo comparar con la novela, pero si con la película de Schwarzenegger. Y aunque la acción de la película de los 80 ha envejecido fatal, pero en otros aspectos me parece una película mucho más redonda. Por ejemplo, tenía mucho más sentido que la persecución tuviera lugar a lo largo de un único día. Más que tener un programa que se alarga durante días en los que en realidad no tienen nada que emitir porque los perseguidos están escondidos y no se sabe donde están. En la película de Schwarzenegger, se indica que hay una rebelión que se opone al régimen despótico, y que Arnold les encuentre es el detonante para la lucha que derrotará a los malvados. Sin embargo, en la versión de Wright todo lo que le pasa a Richards es completamente por casualidad, sin tener Richards ningún papel más allá que le vayan explicando como es la realidad en la que se encuentra. En ese sentido, su papel se convierte en muy poco proactivo a lo largo de una parte importante del tiempo.
Otro elemento que me ha dejado bastante perplejo es la música. Hablaba antes del flow de Wright y cómo la música tiene una gran importancia en sus películas. Sin embargo, lamentablemente en esta película creo que Wright equivoca completamente el tono, entre otros motivos por canciones que no casan con lo que pasa en pantalla. Aunque ver escenas con tempo es curioso, en realidad no pegan en momentos en que Richards está escapando y tiene que mantener un perfil bajo. A todo esto, para tener una recompensa sobre su cabeza, lo cierto es que es algo que prácticamente no se ve en toda la película.
El reparto creo que no es parte de los problemas de la película, haciendo un buen trabajo. aparte de Powell, tenemos a Josh Brolin, Colman Domingo, Lee Pace, Michael Cera, William H. Macy y Emilia Jones. Y todos están estupendos y cumplen con lo que Wright necesita de ellos. Brolin está genial como el amoral director del programa que hará lo que sea por la audiencia, como cambiar los mensajes que graba Richards para que parezca un asqueroso hijo de puta que merece morir.
Precisamente por esto que digo, el final y la forma en que la película hace que de forma imposible Richards pase de ser el más odiado del mundo al más amado. Es algo que la película nunca justifica y que queda como una ridiculez que sucede porque si. Porque aparte de todo la película SI ha indicado que los poderosos controlan completamente los medios de comunicación, por lo que nada fuera del mensaje oficial se ha podido contar. En esta versión, varios momentos absurdos, se plante un giro final que recuerda al final de la película de Schwarzenegger. Solo que en aquella película tenía sentido y en esta es una ridiculez. Otra más.
Me sabe fatal que esta película no me haya funcionado. En positivo, como digo la película es muy entretenida y a mi no se me hizo larga. Aunque a mi hermano Fernando si. Y hay que decir que el presupuesto se ve en pantalla, hay un montón de momentazos visuales y el diseño de producción me parece super chulo. Me sabe mal que con lo difícil que es hacer una buena película, se cuide la fotografía, se cuide el montaje, la música o el diseño de producción. Y sin embargo, Wright no acabe de darle una vuelta más a un guion que no es todo lo bueno como debería.
Por otro lado, justo cuando estaba entrando en el cine me di cuenta de otro posible problema que ayuda a explicar que esta película haya fracasado completamente en la taquilla internacional. Y es que se ha estrenado con una semana de diferencia con La larga marcha. Dos películas basadas en novelas de Stephen King en las que los Estados Unidos se ha convertido en una distopía y en las que un gobierno despótico emite un programa de televisión que graba la muerte de gente inocente de forma super dramática y bastante morbosa. Aunque las historias son muy diferentes, como veis la premisa es super similar. Y podrían entender que el público esté cansado de que le quieran colar panfletos que hablen mediante metáforas de la realidad política de los Estados Unidos. Por cierto, para que no haya duda tengo que decir que La larga marcha me ha gustado muchísimo más que esta The running man. Qué pena.
Comparto el trailer de la película:
Me sabe fatal, pero creo que Edgar Wright no ha acertado con The running man, me parece una historia completamente fallida. Lástima.
PUNTUACIÓN: 5.5/10
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