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Crítica de The running man de Edgar Wright

Me encanta Glen Powell. Y creo que Edgar Wright es un director talentoso. La unión de ambos para The running man, la nueva versión de la novela de Stephen King que tuvo una famosa versión protagonizada por Arnold Schwarzenegger, era de visionado obligado en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

En una sociedad de un futuro cercano, The Running Man es el programa de mayor audiencia de la televisión: una competición mortal en la que los concursantes, conocidos como Runners, deben sobrevivir 30 días mientras son perseguidos por asesinos profesionales. Cada movimiento es retransmitido a un público sediento de sangre y cada día que pasa, la recompensa en metálico es mayor. Desesperado por salvar a su hija enferma, Ben Richards (Glen Powell), de clase trabajadora, es convencido por el encantador pero despiadado productor del programa, Dan Killian (Josh Brolin), para que participe en el juego como último recurso. Pero la rebeldía, los instintos y las agallas de Ben lo convierten en un inesperado favorito de los fans y en una amenaza para todo el sistema. A medida que se disparan los índices de audiencia, también lo hace el peligro, y Ben debe burlar no sólo a los Cazadores, sino a una nación adicta a verle caer.

Edgar Howard Wright (1974) es un director de cine, guionista y productor inglés. Inicialmente conocido gracias a sus colaboraciones con Simon Pegg y Nick Frost, primero en la serie de televisión Spaced (1999-2001), seguido de la ya mítica trilogía del Cornetto: Shaun of the dead (2004), Hot Fuzz (2007) y The World’s End (2013). Entre medias dirigió la maravillosa Scott Pilgrim vs. the World (2010), y junto con Joe Cornish y Steven Moffat escribió el guión de Las aventuras de Tintin (Steven Spielberg, 2011). Fichado por Marvel Studios para dirigir Ant-Man, finalmente tuvo que abandonar el proyecto por diferencias creativas, tras lo cual dirigió Baby Driver (2017) y el documental The Sparks Brothers (2021) antes del estreno de Última noche en Soho (2021).

Wright produce, dirige y escribe el guion junto a Michael Bacall de esta adaptación de la novela de 1982 de Stephen King. La película de 133 minutos de duración y un presupuesto de 110 minutos cuenta con fotografía de Chung-hoon Chung, montaje de Paul Machliss y música de Steven Price.

The Running Man está protagonizada y casi monopolizada por Glen Powell como Ben Richards, el abnegado marido y padre que se apunta al concurso mortífero para conseguir dinero para medicinas para su hija enferma. Josh Brolin interpreta a Dan Killian, el productor del programa, Colman Domingo como Bobby «Bobby T» Thompson, el presentador del programa, Lee Pace es Evan McCone, el líder enmascarado de los cazadores, Michael Cera aparece como Elton Parrakis, un rebelde que ayuda a Ben, Emilia Jones es Amelia Williams, una civil secuestrada por Ben, William H. Macy es Molie Jernigan, un hombre que ayuda a Ben cuando está huyendo Daniel Ezra como Bradley Throckmorton, un rebelde que ayuda a Ben, Jayme Lawson como Sheila Richards, la esposa de Ben, Alyssa y Sienna Benn como Cathy Richards, la hija pequeña de Ben, Katy O’Brian como Jenni Laughlin, una concursante, Karl Glusman como Frank, un cazador, Martin Herlihy como Tim Jansky, un concursante, completan el reparto.

Glen Powell me parece claramente una ESTRELLA de cine, el actor con más carisma de la última hornada de actores. Y esta realidad queda completamente claro viendo The running man, una película en la que su presencia y carisma aguanta la película y en la que está presente en pantalla el 95% del tiempo. Powell es uno de los grandes motivos por los que vi la película y su presencia para mi vende la película y me justifica pagar por verla en pantalla grande.

Justo a Powell, Edgar Wright me parece que es un director que tiene flow. Por supuesto por su capacidad de plantear escenas e imágenes visualmente poderosas, pero también por el fantástico uso que hace de la música y las canciones en películas como Baby driver o Última noche en Soho. Aunque en esta última la historia me falló algo, para mi The running man tenía una combinación ganadora.

Unido a esto tenemos el propio concepto de The running man. Reconozco que no he leído la novela de Stephen King, pero la película de Arnold Schwarzenegger de 1988 dirigida por Paul Michael Glaser me parece un clásico alucinante de esos años maravillosos. Creo que fue el año pasado cuando le puse a mi hijo esa película y reconozco que ha envejecido bastante mal sobre todo por la parte de los cazadores, que ahora quedan ridículos. Tras ver esa película y llevarme un pequeño chasco por habérsela puesto a mi hijo, reconozco que estaba con muchas ganas de encontrarme con la versión definitiva de este concepto. Lamentablemente, no ha sido así.

Empezando por las partes positivas, incluso aunque en muchos aspectos me parece una película fallida, creo que Glen Powell está fantástico en el papel de Ben Richards, el protagonista que se apunta al concurso mortífero para conseguir dinero para medicinas para su hija enferma. Powell me hace conectar completamente con sus problemas y nos muestra la crueldad de este futuro distópico en el que aparentemente las grandes corporaciones se han hecho con el poder en los Estados Unidos. Richards es un buen hombre que ayuda a compañeros de trabajo en peligro y que denuncia los excesos de la empresa que pone en peligro a sus trabajadores, lo que provoca que se le incluya en una lista negra que le impide trabajar en ningún sitio. Nadie estaría lo bastante loco como para apuntarse en un programa en el que nadie ha conseguido sobrevivir, pero Richards se encuentra en una situación límite.

El primer tercio de la película me parece que está genial. Todo me funciona. El drama de Richards y la forma en que el programa realiza las pruebas de candidatos del que sale elegido para The running man. La selección de otros 2 concursantes, y las reglas que debe cumplir para ganar el gran premio de 1000 millones de dólares: Sobrevivir 30 días solo por el país con 5 cazadores con todo el poder y los recursos del programa buscándole para matarle en directo. Richards debe enviar a la cadena un video demostrando que sigue con vida, y si falla en enviarlo, pierde el premio. Obviamente, cuando deja la cinta en correos, la cadena sabe en qué área se encuentra. Para empeorar las cosas, el programa ha puesto una recompensa sobre su cabeza de forma que cualquiera que le localice e informe sobre su paradero, o incluso le mate, recibirá una cuantiosa recompensa, lo que hace que tenga a prácticamente todo un país en su contra.

La crítica hacia los medio de comunicación que mienten para crear su mensaje y convertir en un enemigo a quienes ellos quieren es otro elemento muy presente en la película, como lo es la idea que la televisión y en general el entretenimiento actual se ha convertido en el nuevo circo romano que los espectadores nos tragamos como si fuéramos zombies. Mientras las grandes empresas nos adormecen con este salvaje entretenimiento, la vida es cada vez peor y la gente corriente sufre al no poder permitirse una vida honrada. Todo eso lo tenemos en la primera parte de la película y como digo esta película me estaba gustando mucho.

Luego tenemos el papel de Edgar Wright, que consigue que The running man luzca maravillosa visualmente. Hablaba de un director con flow, y lo cierto es que la película en ese apartado no se le puede poner ni un pero. Además, Wright añade unas canciones funki con mucho ritmo que hace que varias escenas parezca que tengan tempo, y son escenas super llamativas. Sobre todo cuando tienes a una estrella como Powell llenando la pantalla.

Sin embargo, eso no es suficiente cuando la historia me parece completamente fallida y se derrumba en el último tercio, sobre todo a partir de la llegada del personaje interpretado por Michael Cera. Hasta ese momento, la película estaba empezando a tener problemas, pero seguía siendo super disfrutable. Pero a partir de ahí, la película se convierte en una locura tras una chorrada tras un todo vale algo ridículo. Por cierto, en positivo tengo que decir que incluso cuando la historia se convierte en una locura (en el mal sentido), la película sigue siendo super entretenida. Tratándose de una película de dos horas y media de duración, a mi nunca me aburrió. Sobre todo porque el protagonista no deja de moverse y cambiar su localización, creándose pequeñas mini capítulos.

Como decía al principio, no he leído la novela de King, así que no puedo decir si esta versión de The running man es una buena o mala adaptación, sólo si como película que cuenta una historia me funciona. Y en muchos aspectos, no lo hace. En positivo, la película tiene un giro muy chulo, que es una crítica hacia el mundo de los realities actuales, cuando Richards descubre que el programa NO le va a matar porque sería malo para las audiencias. No le van a matar si no están en directo, y por supuesto, no le van a matar demasiado pronto porque si eso sucede, el programa acabaría demasiado pronto. Sin embargo, lo que Richards hace a partir de ese momento es ridículo, porque que no le vayan a matar no significa que no le puedan detener. De hecho, es ridículo que no suceda.

Otro problema que he encontrado con la película es que para llamarse The running man, en realidad me he encontrado muy pocas persecuciones y menos acción de lo esperado. De hecho, puede decirse que el trailer muestra los dos principales sets de acción, el hotel que acaba explotando con Richards cayendo a las alcantarillas, y la persecución por el campo que termina con Richards saltando de un coche de explota a un río. Es que quitas eso, y en realidad, es prácticamente todo lo que hay antes del climax final. Para ser una película tan larga, me parece demasiado poco.

Y no puedo comparar con la novela, pero si con la película de Schwarzenegger. Y aunque la acción de la película de los 80 ha envejecido fatal, pero en otros aspectos me parece una película mucho más redonda. Por ejemplo, tenía mucho más sentido que la persecución tuviera lugar a lo largo de un único día. Más que tener un programa que se alarga durante días en los que en realidad no tienen nada que emitir porque los perseguidos están escondidos y no se sabe donde están. En la película de Schwarzenegger, se indica que hay una rebelión que se opone al régimen despótico, y que Arnold les encuentre es el detonante para la lucha que derrotará a los malvados. Sin embargo, en la versión de Wright todo lo que le pasa a Richards es completamente por casualidad, sin tener Richards ningún papel más allá que le vayan explicando como es la realidad en la que se encuentra. En ese sentido, su papel se convierte en muy poco proactivo a lo largo de una parte importante del tiempo.

Otro elemento que me ha dejado bastante perplejo es la música. Hablaba antes del flow de Wright y cómo la música tiene una gran importancia en sus películas. Sin embargo, lamentablemente en esta película creo que Wright equivoca completamente el tono, entre otros motivos por canciones que no casan con lo que pasa en pantalla. Aunque ver escenas con tempo es curioso, en realidad no pegan en momentos en que Richards está escapando y tiene que mantener un perfil bajo. A todo esto, para tener una recompensa sobre su cabeza, lo cierto es que es algo que prácticamente no se ve en toda la película.

El reparto creo que no es parte de los problemas de la película, haciendo un buen trabajo. aparte de Powell, tenemos a Josh Brolin, Colman Domingo, Lee Pace, Michael Cera, William H. Macy y Emilia Jones. Y todos están estupendos y cumplen con lo que Wright necesita de ellos. Brolin está genial como el amoral director del programa que hará lo que sea por la audiencia, como cambiar los mensajes que graba Richards para que parezca un asqueroso hijo de puta que merece morir.

Precisamente por esto que digo, el final y la forma en que la película hace que de forma imposible Richards pase de ser el más odiado del mundo al más amado. Es algo que la película nunca justifica y que queda como una ridiculez que sucede porque si. Porque aparte de todo la película SI ha indicado que los poderosos controlan completamente los medios de comunicación, por lo que nada fuera del mensaje oficial se ha podido contar. En esta versión, varios momentos absurdos, se plante un giro final que recuerda al final de la película de Schwarzenegger. Solo que en aquella película tenía sentido y en esta es una ridiculez. Otra más.

Me sabe fatal que esta película no me haya funcionado. En positivo, como digo la película es muy entretenida y a mi no se me hizo larga. Aunque a mi hermano Fernando si. Y hay que decir que el presupuesto se ve en pantalla, hay un montón de momentazos visuales y el diseño de producción me parece super chulo. Me sabe mal que con lo difícil que es hacer una buena película, se cuide la fotografía, se cuide el montaje, la música o el diseño de producción. Y sin embargo, Wright no acabe de darle una vuelta más a un guion que no es todo lo bueno como debería.

Por otro lado, justo cuando estaba entrando en el cine me di cuenta de otro posible problema que ayuda a explicar que esta película haya fracasado completamente en la taquilla internacional. Y es que se ha estrenado con una semana de diferencia con La larga marcha. Dos películas basadas en novelas de Stephen King en las que los Estados Unidos se ha convertido en una distopía y en las que un gobierno despótico emite un programa de televisión que graba la muerte de gente inocente de forma super dramática y bastante morbosa. Aunque las historias son muy diferentes, como veis la premisa es super similar. Y podrían entender que el público esté cansado de que le quieran colar panfletos que hablen mediante metáforas de la realidad política de los Estados Unidos. Por cierto, para que no haya duda tengo que decir que La larga marcha me ha gustado muchísimo más que esta The running man. Qué pena.

Comparto el trailer de la película:

Me sabe fatal, pero creo que Edgar Wright no ha acertado con The running man, me parece una historia completamente fallida. Lástima.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

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Crítica de La larga marcha de Francis Lawrence

La larga marcha es una adaptación de una novela de Stephen King, dirigida por Martin Lawrence (Constantine, Soy leyenda, Los juegos del hambre).

PUNTUACIÓN:8/10

En un futuro distópico, cien adolescentes participan en una brutal competición conocida como «La larga marcha», donde deben caminar sin descanso: si se detienen o reducen la velocidad de la marcha, mueren. Solo uno sobrevivirá. Adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King.

Francis Lawrence (Viena 1971) es un director y productor de cine estadounidense. Tras consolidarse como director de vídeos musicales y anuncios publicitarios, Lawrence debutó como director de largometrajes con Constantine (2005). Desde entonces, ha dirigido Soy leyenda (2007), el drama romántico Agua para elefantes (2011), y la serie de películas de Los juegos del hambre (2013-presente). Además, dirigió el thriller de espionaje Red Sparrow (2018), que me gustó mucho.

La larga marcha es una novela de Stephen King que J.T. Moliner se ha encargado de adaptar para este versión cinematográfica. La película de 108 minutos de duración y un presupuesto de 20 millones de dólares ha contado con fotografía de Jo Willems, montaje de Mark Yoshikawa y música de Jeremiah Fraites.

La película tiene un reparto joven formado entre otros por Cooper Hoffman como Raymond «Ray» Garraty (n.º 47), David Jonsson como Peter «Pete» McVries (n.º 23), Garrett Wareing como Billy Stebbins (n.º 38), Tut Nyuot como Arthur «Art» Baker (n.º 6), Charlie Plummer como Gary Barkovitch (n.º 5), Ben Wang como Hank Olson (n.º 46), Jordan Gonzalez como Richard Harkness (n.º 49), Joshua Odjick como Collie Parker (n.º 48). Junto a ellos Mark Hamill interpreta al Mayor.

Stephen King escribió esta novela a finales de los años 60, siendo publicada en 1979. Me resulta muy curioso descubrir que esta historia de King es previa, y posiblemente influyó, en muchas obras posteriores que han adquirido una enorme popularidad, como por ejemplo Battle Royale (Koushun Takami, 1999) y Los juegos del hambre (Suzanne Collins, 2008,–). Leo que King se inspiró en el drama de Vietnam en el que miles de jóvenes se veían obligados a ir a morir a una tierra lejana por un sistema que no habían elegido y no podían cambiar.

La película ofrece una visión nihilista y sin esperanza del futuro de los Estados Unidos. Tras una guerra civil, el país está sumido en la pobreza y es controlado por un régimen militar totalitario que ha limitado las libertades y prohibido la literatura y todo aquello que ellos consideran anti-patriota. En este mundo de pobres, todos los años se hace una competición con 50 jóvenes elegidos por sorteo, uno por cada estado. El juego es sencillo, andar por encima de los 5 km por hora hasta que sólo quede uno. El ganador podrá elegir el premio que prefiera. Los demás serán asesinados uno a uno.

El tema es tremendamente dramático, y el director Francis Lawrence no duda en mostrar muchas de las ejecuciones con todo detalle, viendo como soldados pegan un disparo en la cabeza al joven que se para. Hay muchos momentos tremendos, y en cierto sentido puede decirse que Lawrence se recrea con esta violencia del estado opresor hacia jóvenes que no pueden hacer nada para evitarla.

Sin embargo, lo que más me ha gustado de La larga marcha es que Lawrence plantea la historia como una celebración de la amistad y del espíritu humano incluso en las peores circunstancias. Aunque los participantes saben que sólo uno va a sobrevivir y todos los demás van a morir, la historia no plantea una rivalidad para ver quien gana la carrera, sino un intento sincero de los protagonistas por ser buenas personas y ayudar al que tienen a su lado, si está en su mano hacerlo.

Los regímenes totalitarios como el comunismo se aprovechan de la desigualdad del poder del estado, con su policía y ejército opresores, contra el individuo que no puede hacer nada contra ellos para defenderse. En este sentido, los participantes nos plantean que cuando el sistema es corrupto, en realidad nadie participa por voluntad propia, aunque quieran pensar que es así. Y por tanto, aunque no sirvan de nada hay que celebrar los pequeños actos de desafío que puedan realizar a lo largo de sus vidas.

Martin Lawrence triunfa absolutamente con La larga marcha. A pesar de ser una película con un argumento sencillo, consigue que la narración sea siempre emocionante, consiguiendo que nunca me aburriera. A pesar que como digo el patrón de andar, hablar entre ellos y que uno de los participantes muera, se repite a lo largo de toda la película. Lawrence realiza unos planos super currados que resaltan el drama tremendo que viven los chavales con la celebración de la amistad y la camaradería incluso en la peor de las circunstancias, como vemos aquí. Su dirección me parece notable, consiguiendo que la película tenga drama, emoción y mucha incertidumbre ante el desenlace de la película.

Los chavales protagonistas me han gustado mucho. La película se apoya en la amistad que entablan Ray (nº 47, interpretado por Cooper Hoffman) y Pete (Nº23, David Johnson). Ambos están increíbles y transmiten una humanidad y unas ganas de sobrevivir que me parecen increíbles. Cuando veo la metáfora del Vietnam que planteaba King en su novela, puedo sentir la conexión con los pelotones de soldados formados por personas muy diferentes de diferentes partes de los Estados Unidos que lucharon por sobrevivir y crearon vínculos para toda la vida entre ellos.

Ben Wang (protagonista de Karate Kind Legends) es Hank (nº46) y Tut Nyuot interpreta a Art (nº6). Ellos 4 formarán «Los mosqueteros» que intetarán ayudarse durante la marcha. Todos los chavales están geniales transmitiendo lo que la historia necesita de cada uno de ellos, ya sean algunos momentos divertidos, dramáticos o directamente terroríficos cuando todos vayan muriendo.

La sorpresa de la película es ver a Mark Hamill (Luke Skywalker) interpretar al Mayor, el villano de la película. No vi la película en versión original, así que no pude disfrutar de la voz de Hamill, pero creo que es un buen villano que representa lo más aterrador de los totalitarismos que convierten a seres mediocres en líderes que pueden decidir la vida y la muerte de seres humanos por motivos totalmente egoístas. El Mayor no es un gran hombre, pero su voluntad es ley, lo que le convierte en un ser terrorífico. Hamill lo hace genial, lo que hace que me pregunte qué pasó para que Hamill estuviera fuera las películas durante varias décadas, limitando su aparición a la del doblaje de series de animación como la de Batman: The Animated Series. Igual algún día lo descubriré.

La música, el montaje y la fotografía de La larga marcha me parecen sobresalientes. Reconozco que es una historia que hay que ver con el estado mental adecuado, porque el drama y la muerte sin sentido es la constante de la película. Pero que en medio de esta historia de terror los chavales decidan intentar ser buenas personas lo cambia todo. Incluso en un sistema corrupto como este ofrece un rayo de esperanza. Uno muy pequeño, pero ahí está.

El final es sorprendente y me ha gustado. No voy a spoilearlo porque creo que merecéis llegar sin que os chafen esta sorpresa. Las historias de los protagonistas y sus motivos para apuntarse a la carrera son super emocionantes. Aunque el final podría decirse que rompe con el intento de ser buenas personas, de alguna manera es el único posible para dejar una cierta sensación satisfactoria, dentro de lo horroroso que es todo. Y que en realidad no está en su mano cambiar la dictadura que controla el país. Me he enterado que Lawrence ha cambiado el final respecto a la novela de King, pero me gusta. Y además podría ser que plantea un última escena metafórica que implica más de lo que la imagen muestra, que en ese caso si está copiado del final de King.

No sabía qué esperar de La larga marcha, pero me ha parecido una película super emocionante y recomendable.

Comparto el trailer de la película:

La larga marcha me ha gustado mucho. Dentro de lo macabro de la temática, su historia de superación y de amistad me ha emocionado.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de La vida de Chuck de Mike Flanagan

Tenía ganas de ver La vida de Chuck, la película de Mike Flanagan adaptando un relato de Stephen King que está protagonizada entre otros por Tom Hiddleston.

PUNTUACIÓN: 8/10

Basado en el relato de Stephen King, cuenta tres historias relacionadas con el personaje Charles Krantz, en orden inverso: desde su muerte por un tumor cerebral a los 39 años hasta su infancia en una casa supuestamente encantada.

Mike Flanagan es uno de los grandes nombres del terror en televisión y un especialista en la obra de Stephen King, al que ha adaptado en numerosas ocasiones. Para televisión creó, escribió, produjo y fue showrunner de las series de terror de Netflix La maldición de Hill House (2018), La maldición de Bly Manor (2020), Misa de medianoche (2021), El club de medianoche (2022) y La caída de la casa Usher (2023). Para el cine hizo lo propio con Absentia (2011), Oculus (2013), Hush, Before I Wake, Ouija: Origin of Evil (todas de 2016), Gerald’s Game (2017) y Doctor Sleep (2019).

Flanagan adapta la novela del mismo nombre de Stephen King. Como en otras ocasiones, Flanagan produce y ha realizado el montaje de esta película de 111 minutos de duración, que cuenta además con fotografía de Eben Bolter y música de The Newton Brothers.

Como su nombre indica, en esta película conoceremos la vida de Chuck, que está interpretado por Tom Hiddleston en su edad adulta. Jacob Tremblay, Benjamin Pajak y Cody Flanagan también interpretan a Chuck en diferentes etapas de su vida.

Chiwetel Ejiofor como Marty Anderson, un profesor de instituto y exmarido de Felicia (Karen Gillan), una enfermera que se enfrenta al fin del mundo; Mark Hamill como Albie Krantz, abuelo de Chuck que también es contable; Mia Sara como Sarah Krantz, la abuela de Chuck que inspira el amor de Chuck por la danza, Nick Offerman como el narrador, Carl Lumbly como Sam Yarborough, un anciano dueño de una funeralia, Annalise Basso como Janice Halliday, una joven que se recupera de una ruptura sentimental y que se convierte brevemente en la pareja de baile de Chuck y Taylor Gordon como Taylor Franck, una percusionista callejera y artista callejera, completarían el reparto en sus papeles principales.

Flanagan guarda pequeños papeles para Kate Siegel, Samantha Sloyan, Rahul Kohli y Carla Gugino, habituales de su filmografía. La actriz mito del cine de terror Heather Langenkamp (Pesadilla en Elm Street), David Dastmalchian , Harvey Guillén y Matthew Lillard completan el reparto.

Más que una historia convencional, lo primero a destacar es que La vida de Chuck es un cuento. Tener a un narrador con la voz de Nick Offerman como voz neutra que nos acompaña a lo largo de todo el relato es una primera clave que hace que no haya demasiadas dudas al respecto. También me ha parecido muy curioso encontrarme una película de estructura poco habitual. Digo esto porque hace nada vi Weapons de Craig Zeggler, una buena película que se apoya en una narración fragmentada divida en varios capítulos cada uno de los cuales está dedicada a ver el punto de vista de uno de los personajes. En el caso de La vida de Chuck tenemos una historia en 3 partes contada en orden cronológico inverso. La primera parte presenta de forma brillante un argumento de terror existencial que plantea un misterio que tendrá que ser aclarado a lo largo de los otros dos capítulos. Unos capítulos ahora sí protagonizados por Chuck Krantz.

Mike Flanagan es un director brillante y un estupendo guionista. Cuando terminé de ver la película y pude pensar en ella en su totalidad, me encantó lo claro que tenía el mensaje humanista que pretendía transmitir, consiguiendo que la película me dejara con buen sabor de boca. Dentro que no me flipó, cosa que luego comentaré. Técnicamente, la película es también de 10, con un montaje, una música y una producción perfectas que transmiten de forma modélica lo que Flanagan quería mostrar al público.

En lo referido a la dirección de actores, lo primero a destacar es que el reparto me parece que está increíble. Chiwetel Ejiofo, Karen Gillan, Mark Hamill y Mia Sara están increíbles dentro de lo pequeños que son sus papeles, demostrando lo buenísimos actores que son y lo bien que están en facetas dramáticas. Dentro del trabajo de actores de Flanagan, me encanta que todos los secundarios tengan una escena para lucirse actoralmente. Desde sus amigos con los que trabaja en todas sus series a los más inesperados como Matthew Lillard o la actriz Heather Langenkamp. En la parte actoral, están todos de 10. Y lo mismo los jóvenes actores que interpretan a Chuck de niño y adolescente.

Con Tom Hiddleston me pasa algo curioso. Creo que lo hace muy bien, pero su participación destaca sobre todo por un baile increíble de un montón de minutos junto a Annalise Basso, que me gustó mucho. Aunque el baile también se me hizo un pelín largo, las cosas como son. Sin embargo, y reconociendo lo difícil que es que unos actores bailen tanto rato y tan bien, por la parte actoral la participación de Hiddleston se me hizo muy corta. Pensando que él es el gran reclamo en el poster de la película, que aparezca apenas un tercio del metraje me supo a muy poco.

La historia busca plantear una historia humanista que destaque la importancia de intentar vivir la vida de la mejor forma posible ahora, sin dejarnos nada para el futuro porque no sabes si te vas a morir mañana. Sin embargo, en muchos momentos hay un sentimiento melancólico, al ver la infancia y adolescencia de un niño al que en su edad adulta hemos visto morir previamente. Una muerte extraña al estar conectada con el misterio del primer acto, que en ese momento no sabes qué es pero opaca este drama.

Comentaba que los tres actos de la película están contados en orden inverso cronológicamente. «Gracias, Chuck», es el tercer acto pero es el primero que vemos. «Músicos callejeros para siempre», con el baile de Tom Hiddleston, es el segundo. Y «Yo contengo multitudes», una referencia a una frase del poema «Song of myself» de Walt Whitman que es la clave de la película, es el primer acto, pero lo vemos el último. Un primer acto en el que veremos la infancia de Chuck en la que aprenderá las claves de la vida.

Cuando el Chuck niño descubre lo que significa de esta frase «Yo contengo multitudes» y de alguna manera se descubre el pastel que aclara el enigmático primer arco, la película de alguna manera se me desinfló. Y es que todo el primer arco fue un gran truco un poco tramposo para llamar nuestra atención de algo que no era de lo que iba la película en realidad. Tras esta respuesta aún queda otro misterio que el joven Chuck tiene que descubrir y que no hará hasta justo el final de la película: Lo que hay en el ático de casa de sus abuelos que aterrorizó a su abuelo cuando lo vio hace un montón de años. Esto es un elemento que conecta con el elemento fantástico que tan bien ha utilizado Stephen King en sus historias.

Mi problema principal con La vida de Chuck es que el tono de cuento y la figura del narrador en off hizo que toda la película me resultara demasiado plana. Aunque hay buenos momentos actorales, al final son una parte del engranaje planteado por Stephen King en su novela. Y no llegó a emocionarme en ningún momento. Y es curioso que intelectualmente entienda que todo en la película funciona de maravilla, hasta el punto que no le pueda poner ni un pero. Pero al mismo tiempo la frialdad del conjunto impidió que existiera esta conexión emocional.

Por otro lado, dentro de ser una historia «bonita», cuando pienso en la vida que llevó Chuck después de descubrir lo que descubre de joven con 17 años, de alguna manera pienso que no ha cumplido el propósito que vivir una vida plena, pensando lo aburrida que es su vida en el segundo acto antes del baile. Igual sobreanalizo las cosas y le doy vueltas a algo que no toca, pero me supo mal no haber salido del cine flipado con la película de Mike Flanagan.

En todo caso, creo que es una buena película que en realidad si consigue dejarte con un buen sabor de boca, así que ni tan mal.

Comparto el trailer de la película:

Me ha gustado La vida de Chuck, pero aún sabiendo que es una película estupenda bajo todo punto de vista, no me ha llegado.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de El misterio de Salem´s Lot de Gary Dauberman (Max)

Aprovechando las vacaciones navideñas me animé a ver la nueva versión del clásico de Stephen King El misterio de Salem´s Lot, realizado por el director y guionista Gary Dauberman, que Max ha estrenado recientemente.

PUNTUACIÓN: 6/10

El escritor Ben Mears regresa a Jerusalem’s Lot, la casa de su infancia, en busca de inspiración para su próximo libro. Allí descubre que su ciudad natal está siendo presa de un vampiro sediento de sangre.

Gary Dauberman es un guionista y director estadounidense más conocido por escribir las películas de terror del universo The Conjuring Annabelle (2014), Annabelle: Creation (2017), The Nun (2018) y Annabelle Comes Home (2019). Con esta última película debutó como director. Dauberman también coescribió la película de terror sobrenatural It (2017), y escribió su continuación It Chapter Two (2019), basadas en la novela de Stephen King.

Dauberman está muy unido al mundo de Stephen King, y también al universo de terror creado por James Wan. De hecho, Wan produce esta nueva versión del clásico de King a través de su empresa Atomic Monster, que la ha producido junto a New Line Cinema, que vendieron los derechos a Max. La película de 113 minutos de duración ha contado con fotografía de Michael Burgess, montaje de Luke Ciarrocchi y música de Nathan Barr y Lisbeth Scott.

En el reparto tenemos a Lewis Pullman como Ben Mears, Makenzie Leigh como Susan Norton, Alfre Woodard como Dr. Cody, John Benjamin Hickey como Padre Callahan, Bill Camp como Matthew Burke, Jordan Preston Carter como Mark Petrie, Nicholas Crovetti como Danny Glick, Spencer Treat Clark como Mike Ryerson, William Sadler como Sheriff Parkins Gillespie, Pilou Asbæk como el vampiro Richard Straker y Alexander Ward como su vasallo Kurt Barlow.

Hacer una nueva versión de El misterio de Salem´s Lot es un empeño muy arriesgado, pensando que es una de las novelas de King que más veces se ha adaptado. Previamente se han hecho dos series, la super icónica de 1979 y una segunda en 2004. La serie de 1979 la vi cuando era muy pequeño y es una de las series (y películas) que más miedo me provocó en toda mi vida. Esta familiaridad con las obras previas, aparte de la propia novela de King, un clásico del terror, es lo que hizo que inicialmente no me animara a ver esta película, estrenada en Max aprovechando Halloween. Por cierto, esta es la primera vez que El misterio de Salem´s Lot se adapta en película.

Y empezando por los elementos positivos, la película tiene el feeling correcto que se espera de esta historia de vampiros situada cronológicamente a finales de los años 70 o principio de los 80. Al ser una historia conocida, la primera mitad se mueve por situaciones conocidas, y tengo que reconocer que me gusta mucho el terror que Dauberman imprime a varias escenas. Sobre todo las primeras muertes y las apariciones del vampiro Straker me parece que están super bien y nos dan momentazos visuales super potentes.

Además, Dauberman plantea una novedad que recuerda a la espada de Frodo en el Señor de los Anillos, Dardo, que se iluminaba ante la llegada de trasgos, trolls y otros monstruos. En esta película las cruces se iluminan en la presencia de vampiros, lo que permite que, unido a unos ojos de los vampiros que también se iluminan en la oscuridad, las escenas de terror tengan una potencia mucho mayor de la habitual.

El reparto creo que está bastante bien en una historia super conocida en la que prácticamente todo el mundo acaba muriendo. (Esto no es spoiler pensando que estamos ante una historia de vampiros de Stephen King). Quizá los jóvenes protagonistas Lewis Pullman y Makenzie Leigh están correctos, pero sufren de no tener un carisma que si tienen secundarios de lujo como Bill Camp o Alfre Woodard, aunque su aparición sea mucho menor. En todo caso, creo que es un buen reparto que da lo que la película necesitaba.

Otro tema importante es que tras una primera hora y pico modélica, la película tiene que acelerar para llegar al climax, lo que no acaba de funcionar todo lo bien que debería. Hay momentos visualmente alucinantes, como la visión de los vampiros en el tejado de la casa de Burke o el ataque a la iglesia, pero el clímax resulta super decepcionante a partir que Dauberman se desvía de la historia de la novela. Y no lo entiendo. No se si porque Dauberman consideró que el final es hiper conocido y por eso plantea algo diferente, pero situar el climax final en el auto-cine provoca una escena completamente fallida que no está a la altura de lo visto hasta ese momento.

Otro cambio que me parece super fallido es hacer que sea Mark Petrie, el chaval de ¿11 años?, el que sea el puto amo mata vampiros, mientras que Ben Mears y el resto de adultos son bastante pringados. Este cambio no sólo es una chorrada, sino que quita la sensación de verosimilitud que debe tener cualquier historia. No sólo las de terror, todas. Y que con decisiones como esta provocan que la suspensión de credulidad saltara por lo aires.

Además, la novela de King terminaba de forma muy nihilista, al matar al vampiro jefe pero no al resto de vampiros del pueblo, lo que planteaba un final feliz casi imposible. Sin embargo, este final de Dauterman parece que se plantea para poder decir «sí hemos matado a todos los vampiros», aunque en realidad sea imposible saberlo. Y veo todos estos cambios y me pregunto para qué público dirigía Max y el director esta película. ¿Estaban buscan captar al público adolescente que quiere ver películas de terror en Halloween? (Y que seguro nos han visto la serie clásica de 1979). Es algo que no sería del todo descartable.

Pero es una pena, porque creo que el director Gary Dauberman nos da 80/90 minutos estupendos de terror puro de la vieja escuela, que se ven malogrados por un climax absurdo que no funciona en absoluto. Una pena. Visto lo visto, creo que Dauterman tiene buen ojo para el terror como director, pero por favor que alguien impida que se crea más listo que Stephen King para atreverse a cambiarle el final. Quien podría imaginar que no acabaría bien.

Comparto el trailer de la película:

Con lo bien que empieza esta nueva versión de El misterio de Salem´s Lot, me da pena el fallido climax final. En todo caso, una película para los muy fans del terror.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de El Visitante (HBO)

El Visitante es una serie de HBO creada por Richard Price, escritor en series como de The Wire, The Night of y The Deuce, adaptando la novela de Stephen King. No hace falta decir más, ¿no?

PUNTUACIÓN: 7/10

Miniserie de TV. 10 episodios. El detective Ralph Anderson (Ben Mendelsohn) y Holly Gibney (Cynthia Erivo), una investigadora poco ortodoxa, investigan el brutal asesinato de Frankie Peterson, un niño de 11 años, ocurrido en un pacífico pueblo. Aunque al principio todo parece tener una explicación dentro de lo plausible, pronto se darán cuenta de que una fuerza sobrenatural parece tener mucho que ver en la desaparición del chico. (FILMAFFINITY)

Richard Price (El Bronx, Nueva York 1949) es un novelista y guionista estadounidense, conocido por los libros The Wanderers (1974, adaptado al cina por Phillip Kaufman), Clockers (1992, también con película, en este caso dirigida por Spiker Lee) y Lush Life (2008). Las novelas de Price exploran la América urbana de finales del siglo XX de una manera áspera y realista que le ha traído un considerable reconocimiento literario. Además de escribir literatura, ha escrito para televisión, en series como The Wire, The Night Of y The Deuce. Price ha escrito además numerosos guiones cinematográficos, entre ellos El color del dinero (Martin Scorsese, 1986) con Paul Newman y Tom Cruise) por el que fue nominado al Oscar.

Además de crear la serie, Price ha escrito los guiones de 7 de los diez episodios que se compone esta serie. Dennis Lehanne, escritor de novelas como Mysic River, Gone Baby, gone o Shutter Island, escribe dos episodios, mientras que Jessie Nickson-Lopez escribe un episodio.

Los 10 episodios han sido dirigidos por el actor y productor Jason Bateman (2 episodios), Andrew Bernstein (3), Igor Martinovic, Karyn Kusama, Daina Reid, J.D. Dillard y Charlotte Brändström. La serie cuenta con fotografía de Igor Martinovic, Zak Mulligan, Rasmus Heise, con música de Danny Bensi, Saunder Jurriaans.

HBO estrenó esta serie en enero de 2020. A pesar que King comentó que se habían escrito los guiones de una eventual segunda temporada, que entiendo sería con un caso nuevo, HBO de momento ha renunciado a producirla.

La serie está protagonizada por Ben Mendelsohn como Ralph Anderson, un detective del departamento de policía que lucha por sobrellevar la pérdida de su hijo Derek y tiene una actitud y escéptica hacia su trabajo. Jason Bateman es Terry Maitland, un vecino del pueblo arrestado por el asesinato de un niño, Frankie Peterson. Y sobre el que pesan unas abrumadoras pruebas en su contra.

Julianne Nicholson es Glory Maitland, la esposa de Terry que lucha por criar a sus hijos en medio del estigma impuesto a su familia después del arresto de su esposo. Mare Winningham es Jeannie Anderson, la esposa de Ralph y trabajadora social que se hace amiga de Glory y ayuda a Ralph a descubrir el verdadero alcance del caso.

Por último, Cynthia Erivo interpreta a Holly Gibney, una detective privada con una memoria y una capacidad de percepción asombrosa, que es llamada para consultar sobre la investigación de Maitland.

El visitante ha resultado una serie super inesperada y entretenida. No me ha cambiado la vida ni inventa ninguna rueda, pero cuenta con una historia sólida y original, unas buenas interpretaciones y puesta en escena, y un final satisfactorio que me deja la sensación ha mantenido el standard de calidad que se le supone a una serie de HBO. Lo mejor del visionado viene de empezar a ver la serie sin saber nada sobre la historia más allá que la serie adaptaba una novela de Stephen King en el que se investigaba un asesinato. Para mi el nombre de King ya es suficiente para darle un margen de confianza y en este caso me alegra decir que no me he equivocado.

Dado que explicar el giro ya es en sí mismo un spoiler, lo único que diré es que me ha gustado el tono realista que tiene toda la narración y la forma en la que la investigación de las pruebas y las dudas que se van suscitando lleva a los personajes por territorios imposibles. Y sin embargo, cuando las pruebas descartan el resto de opciones, al final lo más loco es sin embargo la respuesta correcta. Este misterio plantea una narrativa en la que las sorpresas y los giros están muy bien distribuidos y te mantienen super enganchado de episodio a episodio.

Todo el reparto realiza un estupendo trabajo, pero el caramelo se lo lleva Ben Mendelsohn como el atormentado policía cuya vida dio un vuelco al morir su hijo y que lleva mucho dolor en su interior, además de ser un investigador serio que no cree en nada que no pueda ver con sus ojos. Cynthia Erivo tiene el papel de la investigadora cuyas habilidades la separan de lo que se consideraría “normal”, y entiendo que su personajes sería el nexo para poder contar nuevas historias, mientras se desplaza por los Estados Unidos investigando sucesos sin explicación lógica.

Esta temporada ofrece una historia cerrada con un final satisfactorio, y me gusta que me cuenten una historia original que no se eternice en el tiempo, de forma que en un visionado de fin de semana pudimos conocer la resolución de la historia.

En todo caso, por aportar elementos menos buenos, dentro que el final es el lógico teniendo en cuenta el desarrollo de los acontecimientos, sí me dejo con sensación de que podía haber estado mejor y quizá le faltó algo de fuerza e impacto dramático. En ese sentido además, comento que el gran caramelo está en el drama del policía interpretado por Ben Mendelsohn. Sin embargo, la serie va cambiando y en la segunda parte su personaje pierde importancia mientras la gana la excéntrica detective Cynthia Erivo, lo cual explica que este impacto emocional que esperaba no llega a producirse. En todo caso, este es un pequeño detalle dentro de una valoración que a nivel general no puedo calificar más que de positiva.

Comparto el trailer de esta serie, que reconozco yo no he llegado a ver y casi te recomendaría que tú también lo obviaras:

El visitante es una buena historia que nos ha gustado a toda la familia. A veces, sólo con eso ya hay que darse más que satisfecho.

PUNTUACIÓN: 7/10

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¡Un saludo grande!