Crítica de Chad Powers temporada 1 (Disney+)

Me ha encantado Chad Powers la comedia creada por Glen Powell y Michael Waldron para Disney+, ambientada en el mundo del fútbol americano universitario.

PUNTUACIÓN: 8/10

Un quarterback universitario caído en desgracia llamado Russ Holliday se disfraza de Chad Powers y entra en un equipo sureño en apuros para revivir su carrera futbolística.

Chad Powers es una serie de televisión estadounidense de comedia deportiva creada por Glen Powell y Michael Waldron (Loki, Doctor Strange en el multiverso de la locura), protagonizada por Powell en el papel principal. Desarrollada a partir de un sketch de Omaha Productions de Eli Manning, la serie sigue a Russ Holiday (Powell) el quarterback estrella de un importante equipo de futbol americano universitario caído en desgracia que decide disfrazarse como última oportunidad de hacer lo que más le gusta.

De forma inexplicable, esta primera temporada de Chad Powers ha tenido tan sólo 6 episodios, que han sido dirigidos por Tony Yacenda (3 episodios) Payman Benz (2) y Michael Waldron el episodio final. Los episodios han sido escritos por Glen Powell y Michael Waldron, Paloma Lamb, Jamie Lee, Ben Dougan, Jordan Mendoza, Luvh Rakhe y Gaelyn Golde.

Glen Powell como Russ Holliday, un exquarterback de fútbol americano universitario arrogante y narcisista cuya carrera se ha visto arruinada tras deshonrarse en un partido del campeonato. Se disfraza como el titular Chad Powers para empezar de nuevo como jugador suplente en un equipo universitario. Perry Mattfeld como Ricky Hudson, el entrenador asistente ofensivo de los South Georgia Catfish y la hija de Jake; Quentin Plair como el entrenador Byrd; Wynn Everett como Tricia, la presidenta del fondo de apoyo; Frankie Rodríguez como Danny, la mascota del equipo que ayuda a Russ con su disfraz; y Steve Zahn como Jake Hudson, el entrenador jefe de los South Georgia Catfish.

Chad Powers se siente como una heredera de Ted Lasso, la maravillosa comedia de Apple TV protagonizada por Jason Sudeikis sobre un entrenador de fútbol americano que se convierte en entrenador de un equipo de la Premier casi por accidente, al no tener ni idea de fútbol. Tener una comedia ambientada en un ambiente deportivo y que el protagonista tenga una forma de ser peculiar que contrasta con los miembros de su equipo resultaban claves para esta apreciación.

Pero en realidad las series no pueden ser más diferentes. Porque Ted Lasso era casi un manual de vida en la que chocaba que una buena persona, el entrenador Lasso, en realidad no quería ganar sino que sus jugadores fueran felices. El humor nacido del desconocimiento de Lasso del deporte del fútbol generaba situaciones realmente divertidas en una serie que para mi es histórica. Pero era un humor a partir de un desconocimiento sin malicia, sin mala intención.

En realidad Chad Powers es totalmente diferente. Russ Holliday (interpretado por Glen Powell de forma brillante), es un egoísta narcisista cuya carrera profesional se fue al traste por un error suyo que nunca reconoció, y que es una mala persona que ha tomado siempre las peores decisiones posibles. Encontrándose en el pozo, decide disfrazarse de Chad Powers como última oportunidad de jugar al fútbol americano en una universidad de segunda que ha perdido a su quarter-back titular. Y aunque me he reído muchísimo viendo la serie con mi hijo, con las chorradas que se va inventando Powers, en realidad la naturaleza freak de Chad es tan sólo la forma de ocultar el pecado original y que está mintiendo a todo el mundo. Aparte de hacer humor por hacer que Chad parezca casi un retrasado mental, lo cual es también otro elemento cuestionable. Aunque durante la serie Russ pueda encontrar cierta redención convertido en una buena persona (Chad), eso no oculta el aspecto clave de estar mintiendo a todo el mundo.

Más que a Ted Lasso, a lo que Chad Powers tiene muchas más similitudes es con Tootsie, la comedia de 1982 dirigida por Sydney Pollack y protagonizada por Dustin Hoffman y Jessica Lange, en la que un actor en paro desesperado se hace pasar por una mujer para conseguir un trabajo que le hará famoso. Aunque hay algunos momentos deportivos, la clave de la serie es ver lo que Russ y su amigo Danny (Frankie Rodríguez) van haciendo para mantener el engaño y que Chad pueda seguir jugando. De esta forma, la similitud con Tootsie es muchísimo mayor que con Ted Lasso, a pesar de compartir ambas la naturaleza deportiva.

Me resulta super llamativo que esta primera temporada de Chad Powers haya tenido tan sólo 6 episodios y de momento no haya sido confirmada una segunda. Pensando en las duraciones de las comedias, que hayamos tenido tan pocos episodios de una duración de entre 28 y 42 minutos ha hecho que la serie se me haya hecho super corta.

Hablando del reparto, creo que todos los actores están geniales, empezando por un Glen Powell espectacular. Powell tiene un rango increíble, confirma que es un actor genial de comedia, algo que ya vi en Cualquiera menos tu), y tiene numerosos momentos dramáticos que funcionan de forma increíble. Me cuesta ver a nuevas estrellas de Hollywood en las nuevas hornadas de actores que están saliendo, pero creo que Powell es lo más parecido a una que ha salido en los últimos años. Tengo muchas ganas de verle en la nueva versión de The running Man dirigida por Edgar Wright que se estrena en Noviembre. Y que produjera y escribiera Hit-Man junto a Richard Linkater me sugiere que Powell es un profesional muy inteligente que es mucho más que una cara bonita.

Perry Mattfeld como Ricky Hudson, la hija del entrenador Hudson (Steve Zahn) que es ayudante en el cuerpo técnico del equipo de South Georgia Catfish es descubrimiento de esta serie. Su papel me parece super dramático, al ser una mujer que se enfrenta al estigma de «hija de…» cuando sabe casi lo mismo que su padre, subriendo ninguneos constantes del resto de entrenadores. Ricky tendrá una conexión peculiar con Chad Powers, y se mostrará especialmente dolida con los sucesos que veremos en esta temporada. He conectado un montón con la interpretación de Mattfeld, para mi es lo segundo mejor de la serie.

Dentro que el reparto cumple con lo que la historia necesita, la otra gran diferencia de Chad Powers frente a Ted Lasso es que a esta serie le falta TODO el enorme reparto de memorables personajes secundarios que sí tenía Lasso. Aquí la diferencia es abismal, Ted Lasso gana por goleada. Y es que en realidad la serie se centra en 4 personajes, Chad, Ricky, el entrenador Hudson (su padre) y Danny, la mascota del equipo que ayuda a Russ con su disfraz. El resto simplemente están, un poco como el atrezzo.

Los momentos deportivos son pocos, pero los que hay son geniales. De nuevo, en realidad la serie no va de ganar un partido, sino de las peripecias de Chad y Danny para mantener el engaño. De cara a una segunda temporada, que espero se haga realidad, me gustaría que podamos ver algo más de acción deportiva.

Mi principal reparo venía con la mentira de Russ a todo el equipo, y en especial a Ricky y al entrenador Hudson. Por eso me alegra poder decir que me ha gustado muchísimo el último episodio de la temporada y cómo Russ decide responsabilizarse de sus errores como forma de intentar ser mejor persona. La persona que ha sido Chad para sus compañeros. Que él intente ser mejor persona y a la vez no sea suficiente añade un elemento dramático fantástico. Como también que Russ hará lo que sea para seguir jugando, lo que indica que aún le falta mucho para terminar su cambio de persona. Para ser una serie de comedia, este último episodio me resultó super dramático y satisfactorio, dentro que han dejado todo abierto para la continuación de la historia.

No puedo dejar de comentar lo de la extensión de tan sólo 6 episodios. Con lo difícil que es que te aprueben una serie, que sólo hayan hecho 6 episodios se me ha hecho cortísimo. Sobre todo ahora que Russ realmente está intentando ser mejor persona. Ya veremos si lo consigue. O si le dejan, pensando que con el final de temporada Chad claramente se ha hecho un enemigo en el equipo.

Comparto el trailer de esta serie:

Chad Powers me ha gustado mucho, y me ha fastidiado bastante que esta primera temporada haya tenido tan sólo 6 episodios. Esperemos que Disney confirme lo antes posible la segunda temporada.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Una casa llena de dinamita, de Kathryn Bigelow (Netflix)

Dentro de la morralla, Netflix a veces sorprende con películas y series que se salen de lo normal. Es junto el caso de Una casa llena de dinamita, la última película de Kathryn Bigelow (Point Break, Strange days, The hurt locker, Zero Dark Thirty, Detroit) que acaba de estrenarse esta semana.

PUNTUACIÓN: 5/10

Cuando un misil sin identificar el origen es lanzado contra Estados Unidos, la Casa Blanca comienza una carrera contrarreloj para determinar quién es el responsable y cómo actuar en respuesta.

Kathryn Ann Bigelow (San Carlos, California, 1951) es una directora, productora y guionista de cine estadounidense. Bigelow debutó como directora con la película sobre moteros The Loveless (1981). Saltó a la fama dirigiendo los thrillers Near Dark (1987), Blue Steel (1990), y ese clásico del cine de acción que es Point Break (1991). A estas películas siguieron Strange Days (1995), K-19: The Widowmaker (2002) y The Hurt Locker (2008), la película con la que Bigelow se convirtió en la primera mujer en ganar el Óscar a la mejor dirección. Desde entonces, ha dirigido Zero Dark Thirty (2012) y Detroit (2017).

Una casa llena de dinamita está escrita por Noah Oppenheim, y cuenta con fotografía de Barry Ackroyd, montaje de Kirk Baxter y música de Volker Bertelmann. La película tiene 112 minutos de duración.

En el reparto tenemos a Idris Elba como el presidente de los Estados Unidos, Rebecca Ferguson como la capitana Olivia Walker, una oficial superior de la Sala de Situación de la Casa Blanca, Gabriel Basso como el asesor adjunto de Seguridad Nacional Jake Baerington, Jared Harris como el secretario de Defensa Reid Baker, Tracy Letts como el general Anthony Brady, oficial superior de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en el Comando Estratégico de los Estados Unidos (STRATCOM), Anthony Ramos como el comandante Daniel González, comandante de Fort Greely, una base militar responsable de detectar amenazas entrantes y destruirlas con misiles interceptores terrestres. Moses Ingram como Cathy Rogers, funcionaria de la FEMA en la Oficina de Programas de Continuidad Nacional; Jonah Hauer-King como el capitán de corbeta Robert Reeves, asesor de estrategia de represalias y ayudante militar presidencial; Greta Lee como Ana Park, oficial de inteligencia nacional de la NSA para Corea del Norte, y Jason Clarke como el almirante Mark Miller, alto funcionario de la Sala de Situación en comunicación con el presidente.

Es curioso cómo funcionan el mundo del cine. Nos pasamos años con películas mainstream con narrativa lineal convencional, y en muy pocas semanas se han estrenado tres películas que juegan con una narrativa no lineal poco convencional. La primera fue Weapons, de Zack Cregger, la semana pasada vi La vida de Chuck de Mike Flanagan y justo a continuación nos llega a Netflix Una casa llena de dinamita de Kathryn Bigelow.

La película plantea la premisa novedosa de ver el punto de vista de varios personajes a partir de un lanzamiento de un misil nuclear contra los Estados Unidos, volviendo atrás en el tiempo para ver durante los 3 actos de la película como viven varias personas esos minutos dramáticos. De forma que llegaremos a ver varios diálogos claves desde 3 puntos de vista diferentes.

Y no quiero esperar más. La película me parece totalmente fallida. Si, hay un grupo tremendo de actores mirando preocupados hacia varias pantallas, y lo cierto es que lo hacen de maravilla. Y Kathryn Bigelow plantea un curioso ejercicio de tensión a partir de un hecho dramático tremendo: Que un misil nuclear se dirige hacia Estados Unidos y las defensas antiaéreas fallan en destruirlo. Ante la inminente destrucción de Chicago que no puede ser evitada, la maquinaria militar inicia los protocolos de extracción del personal esencial, y se plantean un contraataque nuclear ¿Contra quién?

Bigelow plantea todas las trampas narrativas imaginables para aumentar la tensión y la incertidumbre. Empezando porque se lanza un misil nuclear contra los Estados Unidos y los americanos no saben desde donde se ha lanzado. Y por tanto y más importante, contra quien contraatacar con toda la potencia de su arsenal nuclear. Que alguien haya hackeado los satélites militares para que no detectaran el lanzamiento indica un grado de preparación y de amenaza bestial, que creo invalida la posibilidad de un error, siendo algo planeado de forma premeditada por un pais con recursos, nunca un grupo terrorista radical aislado. Pero queda claro que lo único que se busca es generar la situación imposible, no plantear hacer nada plausible sobre el grado de peligrosidad de los enemigos de los Estados Unidos..

Si, es verdad que la posición del Presidente de los Estados Unidos, estupendamente interpretado por Idris Elba, es imposible. Porque tiene que tomar una decisión que puede provocar la destrucción de toda la vida del planeta Tierra si decide lanzar un ataque masivo ¿contra quien? Una decisión para la que no tiene los datos correctos, pero que es inevitable porque un ataque de esa escala contra los Estados Unidos no puede quedar sin respuesta. Con todo lo que ello implica. De los 3 actos de la película, el tercero desde el punto de vista del Presidente es el actoralmente hablando el mejor de la película gracias a la interpretación de Idris Elba. Y porque nos hace ver no tanto el drama del misil nuclear que ya vimos en los 2 actos precedentes, sino lo complicado que es su situación. Una situación que se agudiza debido a que cuando empieza esta crisis, el Presidente no está en el Despacho Oval, sino en un acto en mitad de la nada. Lo que va a dificultar las comunicaciones y su acceso a una información clave que no tiene. Pero que no le va a impedir tomar la decisión de ataque, aunque nos quedemos sin saber el alcance del mismo.

Lo malo de Una casa llena de dinamita es que Bigelow parece plantear varias críticas al mundo real. Pero es todo tan ambiguo que en mi opinión no funcionan. Por supuesto, la primera crítica viene provocada desde el propio título, que viene a decir que cuando existe un armamento nuclear tan enorme en el planeta, es inevitable que alguien encienda una cerilla y arda todo. Pero, ¿la crítica es hacia los Estados Unidos o hacia todas las naciones nucleares? Si fuera el segundo caso sería algo razonable, pero dado que sólo vemos el punto de vista de lo Estados Unidos, la crítica parece que se hace hacia la administración americana, lo cual es absurdo. Hay un corto diálogo de un asesor de la Casa Blanca con un ministro ruso que sugiere que ellos son inocentes y no lanzaron el misil, pero todo queda en la duda.

En este momento, si la crítica es hacia el gobierno de los Estados Unidos, es absurda. Porque reconociendo que la realidad es la que es y hay demasiadas armas nucleares, la respuesta correcta sería evitar que ningún nuevo jugador consiga convertirse en una potencia nuclear. Por lo tanto, las acciones contra Irán o Corea del Norte estarían plenamente justificadas. Pensar que los Estados Unidos deberían eliminar su arsenal nuclear sin que lo hagan los demás es ridícula. Otra idea que nos da a entender la película es que la idea de «destrucción nuclear mutua» de la Guerra Fría podía ser correcta en su momento, pero en estos momentos con tantos jugadores (enemigos) potenciales, ha dejado de tener sentido. Podría ser una idea interesante para un documental, pero en medio de todas las situaciones simplistas del guion de la película, queda como una más.

La película hace otra trampa, al hacer que los 2 misiles lanzados para destruir el misil nuclear fallen. Y entonces la película plantea un golpe en los morros hacia la falsa sensación de seguridad de los Estados Unidos, afirmando que en las pruebas realizadas, sólo un 61% de los misiles aciertan (es tirar una moneda a ver qué sale, dicho literalmente). Luego se comenta que «Se quiere detener una bala con una bala» para destacar lo absurdo de la estrategia de defensa americana. Y no se si el dato del 61% es correcto, la verdad. Pero viendo como Israel ha defendido con éxito su país de misiles enemigos con la misma estrategia de «detener una bala con una bala», benditos misiles Patriot, no se si me creo lo que me muestra Bigelow. Por supuesto, la acepto sin problemas para crear un drama en una película de ficción, pero me chirria si se piensa en esta película como una muestra de como es del mundo real.

Bigelow comete la trampa definitiva con el final abierto que plantea, dejando una sensación de haber visto una escena alargada que es apenas una anécdota, sin contexto previo ni un final aceptable. Y acepto que como ejercicio de tensión Bigelow sabe plantear situaciones muy potentes, apoyada en un reparto hace maravillas pensando que está el 90% mirando a una pantalla. A todo esto, esta producción parece un quién es quien del nuevo Hollywood, con montones de caras conocidas en papeles pequeños de apenas dos frases. El reparto no es el problema. En realidad, creo que todos lo hacen muy bien.

Analizando la película globalmente, el problema que se me planteó mientras la estaba viendo es que en el primer acto si tenemos un notable ejercicio de tensión cuando descubrimos toda la historia: La detección del misil dirigiéndose a los Estados Unidos, el fallo de las contramedidas, la posible destrucción de Chicago y la decisión del Presidente de contraatacar. Las reacciones emocionales de todo el reparto me gustan mucho. Pero cuando empieza el segundo arco, la tensión se pierde cuando empezamos a ver los mismos hechos desde otros puntos de vista repitiendo diálogos una segunda vez. Si, esto muestra lo complejo que la toma de decisiones y la cantidad de actores tienen un papel en una crisis de esta naturaleza. Pero la tensión se perdió completamente, y ni siquiera las buenas interpretaciones del reparto o el ritmo de Bigelow consiguieron recuperarlo.

En el tercer acto con el punto de vista del Presidente de los Estados Unidos, Idris Elba lo hace muy bien, pero hemos visto en los 2 actos precedentes que el Presidente SI va a lanzar un ataque, por lo que por curioso que sea el mecanismo burocrático y la complejidad de tener que tomar estas decisiones claves en su coche o en un helicóptero, el final de la película no me funciona en absoluto. Se que el muy obvio mensaje de Bigelow es que da igual a quien ataquen o la intensidad del mismo, en el momento en que los EE.UU. lancen un ataque sea el que sea el mundo se va a la mierda. Pero como ejercicio narrativo que me cuenta una historia con principio y final, la película me ha fallado completamente.

Otro aspecto super positivo es el diseño de producción de la película. No he encontrado el dato del presupuesto de la película, pero estamos ante una super producción absoluta. Entiendo que no han rodado en la Casa Blanca, pero las imágenes de Washington son estupendas, y las imágenes del helicóptero del presidente, los B-52 y todas las medidas de seguridad lucen completamente reales. Además, al tener varias localizaciones, la sensación de historia coral se consigue completamente.

El chasco que me llevado con Una casa llena de dinamita ha sido tremendo. No lo puedo expresar de otra manera.

Comparto el trailer de la película:

Me he llevado un buen chasco con Una casa llena de dinamita, a pesar de la habilidad de Bigelow para crear tensión, el concepto y la ejecución me parece completamente fallido.

PUNTUACIÓN: 5/10

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Crítica de Batman – Superman: World´s Finest 40-44 de Mark Waid y Adrián Gutiérrez (DC Comics)

Batman – Superman: World´s Finest es uno de los comics más disfrutones de la DC Comics actual. Hoy comento mis impresiones de los números 40 a 44 de la serie regular, como siempre con guiones de Mark Waid y dibujada por Adrián Gutiérrez (40-43) y por Lucas Meyer (44).

PUNTUACIÓN: 8/10

¡Comienza Bizarro World Tour!

Arriba es abajo, izquierda es derecha y rojo es verde, pero el peligro sigue siendo peligro cuando Batman y Superman despiertan en el Mundo Bizarro sin saber cómo llegaron allí, ¡ni por qué los persigue uno de los seres más peligrosos del universo! Aunque sobrevivan, ¿podrán encontrar el camino de vuelta a casa desde un planeta al revés a tiempo para salvar a sus amigos del peligro?

Frente a la tónica general de la serie de arcos de 4 números, este arco en el que volvemos al mundo de Bizarro contó únicamente con 3 grapas USA, publicadas en los números 41 a 43.

Un virus está asolando Mundo Bizarro, al convertir a sus habitantes en gente inteligente a la manera humana. Lo que es un desastre que puede acabar con esta civilización. Los Bizarro Superman y Batman piden ayuda a sus contrapartidas humanas, acabando por error Robin también aislado en un mundo de pesadilla. Saber qué ha causado este virus, intentar arreglarlo y descubrir a las versiones Bizarras de personajes como el propio Batman, Lex Luthor o Brainiac, son los principales puntos fuertes de este arco. Aparte de la gracia que tiene ver a versiones «inteligentes» de Batman y Superman, sumando además sus interacciones con los héroes originales.

Mark Waid se nota que se lo pasa cañón dialogando a los seres del Mundo Bizarro, y consigue que el comic sea un estupendo entretenimiento dentro de la naturaleza ligera de la colección. Dentro de ser un arco de apenas 3 grapas, consigue que hayan un montón de sorpresas y giros, consiguiendo que no sepas nunca lo que va a suceder a continuación. Y aunque inicialmente parecía que Robin no pintaba demasiado en este arco en el Mundo Bizarro, Dick va a ser clave en varios momentos.

Desde el punto de vista de la historia, me parce un arco muy equilibrado, con un Waid jugando con todos los juguetes imaginables de los mundos de Batman y Superman. El disfrute es total.

Adrián Gutiérrez dibuja en su totalidad los números 41 y 42, pero supongo que por los plazos de entrega, Sean Izaakse tiene que dibujar prácticamente la mitad del número 43 que cierra la historia. Una vez me he acostumbrado al dibujo super dinámico de Gutiérrez, la verdad es que estoy disfrutando mucho de esta colección. A eso hay que sumar en positivo que Izaakse es un buen narrador, lo que hace que dentro del salto de estilos, su comic se lea estupendamente.

Gutiérrez parece que ha debido congeniar de maravilla con Mark Waid, porque sus imágenes de acción están bien, pero lo mejor de su dibujo es el sentido del humor que tiene todo. Por ejemplo, el diseño del Bizarro-Lex Luthor como un tío super majo me hizo mucha mucha gracia. Pero junto a eso, en las primeras páginas del arco, que puedes ver a continuación, Gutiérrez se las apaña para plantear un tono terrorífico que funciona de maravilla.

El dibujo de estos comics son también u elemento que explica el éxito de esta colección.

¡¿BRUCE WAYNE Y CLARK KENT EN LAS GARRAS DE… UN LATE-NIGHT?!

Una amenaza acecha Metrópolis, pero Superman y Batman no pueden hacer nada al respecto hasta que Clark Kent y Bruce Wayne encuentren la manera de escapar… ¿de un programa de entrevistas? ¿Dependerá de sus amigos —Perry White, Lois Lane, el comisario Gordon y Alfred Pennyworth— intervenir y ayudar a salvar el día?

Antes de Bizarro World Tour se publicó el número 40 «Late night on the town», una historia que combina a Batman y Superman con kaijus y monstruos gigantes que amenazan con destruir Metrópolis. Llevo meses viendo como los kaijus deben estar de moda en Estados Unidos, porque no dejo de ver historias protagonizadas por ellos. Algo que para mi asegura el disfrute.

Waidn plantea la historia para criticar a los medios de comunicación más novedosos, al plantear que el villano es el presentador de un podcast online que provoca la amenaza para aumentar la audiencia de su programa. La forma de hacerlo es de lo más loco y over-the-top, pero entra dentro de la locura de este comic. Adrián Gutiérrez con el color de Matt Herms está estupendo como siempre, y añade algunos gags visuales super chulos. Tener grapas autoconclusivas de esta calidad es algo que alegra mi corazón de fan de los comics de superhéroes.

¡Porque lo pedisteis: el regreso del equipo Supergirl/Robin! ¡Edición viaje por carretera!

En una misión internacional secreta, Robin se alía con la Chica de Acero… ¡que decide «animar» lo que se supone que es una discreta operación encubierta!

El número 44 es otro número autoconclusivo escrito por Waid y Mark Russell, con Lucas Meyer dibujando y Rain Beredo en el color. Este comic amplía una de las subtramas más divertidas de la colección, la relación de amor-odio entre Robin (Dick Grayson) y Supergirl. El guion es realmente divertido, con unos diálogos geniales y un sentido del humor que funciona de maravilla. Si a eso le sumamos el maravilloso dibujo de Meyer, que entiende el tono humorístico de la historia y la plasma de forma maravillosa en este número, tenemos un comic autoconclusivo que explica perfectamente el éxito de esta colección. Es que todo es genial.

En resumen, aunque ya no tenemos a Dan Mora más que en las estupendas portadas (portadones, en realidad) Batman – Superman: World’s Finest sigue siendo un comic super disfrutón que siempre me deja con buen sabor de boca.

Comparto las páginas del número 41 USA que inician el arco Bizarro World Tour:

Me reenganché al universo comiquero de DC gracias entre otros a Batman – Superman: World´s Finest. Y 44 números después sigue siendo una de las colecciones más disfrutonas.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de New History of the DC Universe 3 de Mark Waid, Dan Jurgens y Doug Mahnke (DC Comics)

Tercer número de la Nueva Historia del Universo DC de Mark Waid. Un comic dibujado por Dan Jurgens y Doug Mahnke que cubre los sucesos a partir del final de Crisis en Tierrras Infinitas hasta el final de Final Crisis y la resurrección de Barry Allen.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Tras los catastróficos acontecimientos de Crisis en las Tierras Infinitas, el Universo DC ha cambiado para siempre. Se pasa el testigo cuando héroes legendarios como Wally West abrazan el legado de sus predecesores, héroes como Hal Jordan se ven tentados por la oscuridad y la Liga de la Justicia se enfrenta a nuevas y formidables amenazas como Doomsday, Black Hand y Superboy-Prime. El narrador Barry Allen resume estos acontecimientos a través de su regreso, ¡que culminará con el cataclísmico Flashpoint!

Esta Nueva Historia del Universo DC parece escrita para mi. Lo primero a destacar es que todos los sucesos de detallados en este tercer número son comic que ya leí en directo cuando se publicaron, lo cual ayuda a que la conexión emocional sea mayor. Hablamos de los comics publicados por DC desde 1987, año en que terminaron las míticas Crisis en Tierras Infinitas, hasta 2010, tras contarnos la Crisis Final de Grant Morrison y ver la resurrección de Flash que sucedió en The Flash: Rebirth de Geoff Johns y Ethan Van Sciver.

Dentro que los principales eventos están todos en estas páginas y en esto no hay sorpresas, me llama la atención las cosas que Waid incorpora en la narración principal de Barry Allen, como la segunda alineación de Doom Patrol que empezó en el Universo DC normal pero terminó en Vertigo. También me resulta llamativo que el universo Milestone, que nació como un sello separado pero fue incorporado al universo DC por el reboot de los Nuevos 52, ahora forma parte de la nueva continuidad desde siempre. Un universo Milestone que cuenta con 2 páginas dentro de este número, algo que diría que no se corresponde con la importancia real que han tenido estos comics más allá del hecho que Milestone fuera creado por autores afroamericanos.

En este número tenemos el mismo problema que ya comenté en el segundo número, que es el baile de dibujantes. En positivo, Dan Jurgens y Doug Mahnke son más similares en estilo y narrativa de lo que lo fueron Brad Walker y Mike Allred. Un Allred cuyo estilo me resulta totalmente inadecuado para un comic de esta naturaleza. Pero hay una diferencia bestial entre el impacto visual que consigue Mahnke, con color de David Baron, que nos ofrece páginas increíbles, con la falta de fuerza que el siempre correcto Jurgens ofrece para este comic.

Jurgens está entintado por Norm Rapmund, con color de John Kalisz. Y dentro que entiendo que es una opinión totalmente subjetiva, a sus páginas les falta fuerza, son como decía antes «correctas». Algo que no es suficiente cuando hablamos de un comic con vocación de clásico como se supone que es esta Nueva Historia del Univers DC. Es llamativo por ejemplo lo poco acertada que está su representación de la Muerte de Superman. Pero es algo que le pasa en todas sus páginas. Y me parece una pena.

Por contra, igual es que conecto más con el estilo de Mahnke, pero sus páginas me parecen una pasada, empezando con la página en la que Joker dispara a Barbara Gordon y mata a Jason Todd, la de la corrupción de Hal Jordan por parte de Parallax , más adelante la guerra del espectro de colores que vimos en Green Lantern de Geoff Johns. Visualmente me da pena que tengamos un comic en el que sólo el 50% del comic es una pasada.

El problema de fondo de este comic es que uno de los motivos de la iconicidad de la primera Historia del Universo DC de Marv Wolfman y George Pérez fue debido a que fue dibujada en su totalidad por Pérez. Si esa miniserie hubiera estado dibujada a 4 manos entre varios dibujantes, el impacto visual y emocional no hubiera sido ni la mitad del que tiene. Y eso es justo lo que le pasa a esta New History of the DC Universe. Tras leer 3 grapas dibujadas por 6 dibujantes diferentes, dos de los cuales no me ha gustado, creo que se ha perdido una ocasión de oro para crear un comic para el recuerdo que dentro de 10/15/20 años se seguirá vendiendo. Algo que se va a agravar al comprobar que el cuarto número va a estar dibujado por Tony S. Daniel y  Hayden Sherman, pensando que Daniel no me gusta nada. Este baile de dibujantes creo sinceramente que están desluciendo el resultado final. Y me parece una pena.

Como en números anteriores, el comic se completa con un apéndice escrito por Dave Wilgosz basado en la investigación que llevaron a cabo Waid y él para la creación de este comic. Unos apéndices que en realidad son la verdadera línea temporal oficial de DC Comics, ya que el mismo comic indica que los eventos narrados por Barry Allen están agrupados temáticamente para que tengan una cohesión narrativa, pero que la línea temporal de los principales sucesos, eventos y actores es la que tenemos en estas páginas finales.

Y la verdad es que en estas 14 páginas si tenemos detalladas un montón de historias y personajes, como el momento en que Wally West conoció a su futura mujer Linda Park, la aparición de The Ray en los años 90 o la de Kyle Rayner, el Green Lantern que sustituyó a Hal Jordan cuando perdió la cabeza. Este apéndice incluye momentazos de los comics de esos años, como el Underworld Unleashed de Neron, la presentación de Prometheus en la Justice League de Grant Morrison o el arco de No Man´s Land en la franquicia de Batman. También alguno de los desastres noventeros, como la sustitución de Diana por Artemis como Wonder Woman.

Hablaba al principio de la conexión emocional que tengo con unos comics que compré y leí en el momento en que se publicaban, y reconozco que la inclusión de muchos de estos comics en la timeline oficial de eventos principales es algo que me encanta.

Queda un último número de esta Nueva Historia del Universo DC, y tengo muchas ganas de ver cómo Waid cierra la historia. Lástima el baile de dibujantes.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Black Phone 2 de Scott Derrickson

Me gustó mucho Black Phone, la película de Scott Derrickson con Ethan Hawke. Tener al equipo de vuelta incluyendo el guionista C. Robert Cargill hizo que el visionado de Black Phone 2 fuera obligado.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Secuela de «Black Phone». El Raptor quiere vengarse de Finn desde la tumba y escoge como objetivo a Gwen, su hermana pequeña. Gwen, una adolescente de 15 años con mucho carácter, empieza a recibir llamadas de un teléfono negro en sueños, acompañadas de inquietantes visiones de algo o alguien acechando a tres chicos en el campamento de invierno de Alpine Lake. Decidida a resolver el misterio y a acabar con el tormento de su hermano, Gwen convence a Finn para ir al campamento durante una tormenta de nieve. Juntos, los dos hermanos deberán enfrentarse a un asesino aún más poderoso desde la muerte. (FILMAFFINITY)

Scott Derrickson (Denver, 1966) es un director y guionista conocido en el mainstream tras dirigir la primera película de Doctor Strange (2016) para Marvel Studios. En realidad su sensibilidad le ha hecho conectar principalmente con el terror, estando la mayoría de sus películas conectadas a este género: Hellraiser: Inferno (2000), El exorcismo de Emily Rose (2005), Ultimatum a la Tierra (2008), Sinister (2012), Líbranos del mal (2014).

Tras abandonar Doctor Strange in the multiverse of madness (Sam Raimi, 2022) debido a las típicas diferencias creativas, Derrickson volvió por sus fueros con Black Phone (2022), película basada en una historia de Joe Hill (Locke & Key) que escribió junto a su colaborador habitual, el escritor C. Robert Cargill. Antes de esta secuela, Derrickson estrenó en Apple TV The Gorge , película protagonizada por Anya Taylor-Joy y Milles Teller.

The phone 2 es una película de terror de 114 minutos de duración que cuenta con guion de Derrickson y C. Robert Cargill. La fotografía es de Pär M. Ekberg, el montaje de Louise Ford y la música de Atticus Derrickson (hijo del director). Su presupuesto ha sido de 30 millones de dólares, superior a otras producciones similares de Blumhouse, su productora. Viendo que recaudó en USA 26 millones durante su primer fin de semana de estreno, parece claro que va a ser rentable.

En el reparto encontramos a Mason Thames como Finney, el único superviviente conocido del Grabber; Madeleine McGraw como Gwen, la hermana menor de Finney; Ethan Hawke como el Grabber, un asesino en serie que fue asesinado anteriormente por Finney; Demián Bichir como Armando, el supervisor del campamento Alpine Lake, y Jeremy Davies como Terrence, el padre de Finney y Gwen.

Me gusta mucho Scott Derrickson como director. Y sus colaboraciones con el escritor C. Robert Cargill ha sido siempre una gozada de ver. En el caso de Black Phone, Derrickson y Cargill adaptaban una historia de Joe Hill que era una película «pequeña» rodada casi en su totalidad en un espacio cerrado, el sótano del asesino en serie Grabber en el que había dejado al joven Finney, el niño que había secuestrado y al que estaba claro que acabaría matando.

Para esta Black Phone 2, Derrickson y Cargill han partido del clásico «bigger, badder, more spectacular» que se espera de las secuelas de películas de éxito. En lugar de un sótano oscuro, la acción se traslada a un campamento al lado de un lago helado en medio de la mayor helada que se recuerda. Esto ya es un cambio sustancial, pero no el mayor. Porque lo que más me ha gustado de esta película es que los creadores se han atrevido a hacer una película diferente a la primera. Por supuesto, el hecho que el asesino de la primera hubiera muerto complicaba las cosas, pero montones de películas de terror simplemente han optado por presentar a otro asesino en serie. Por suerte, Black Phone 2 no es el tipo de película.

Black Phone 2 cambia el mundo real por el mundo de los sueño como el campo de batalla. Grabber está muerto, pero en la primera película ya descubrimos que «muerto es sólo una palabra». Finney, el protagonista de la primera película, ha crecido pero sigue traumatizado por los sucesos de la primera película. Para no parecer débil no deja de meterse en peleas (que gana), muchas veces con la excusa de proteger a Gwen, su hermana ahora adolescente. Gwen se va a convertir en la gran protagonista de la película, al descubrir que posee los poderes de su madre, que aparentemente se suicidó debido a las visiones que tenía del más allá.

En sus sueños, Gwen ve a unos niños asesinados hace años en el campamento Alpine Lake, pidiendo su ayuda. También escucha a su madre, que fue monitora de ese campamento cuando los crímenes tuvieron lugar. Unos crímenes que van a estar conectado con Grabber, el asesino interpretado por Ethan Hawke en la primera película. En cierto sentido, esta película tiene muchas similitudes con Pesadilla en Elm Street 3: Dream Warriors, en el que los sucesos que suceden en el mundo onírico tiene consecuencias en el mundo real. Y es una historia que me ha gustado mucho.

Viendo Black Phone 2 me daba cuenta de lo buen director que es Scott Derrickson. Otro de los hallazgos visuales de la película es que Derrickson hace que la imagen en el mundo de los sueños sea como si estuviéramos viendo una película antigua, con poca definición y muchísimo grano, consiguiendo que parezcan películas distintas. Imagino que una gran parte de los 30 millones del presupuesto de la película fueron a los efectos visuales creados en post-producción para crear este efecto. Visualmente la película tiene momentazos increíbles, aparte de varias escenas super perturbadoras cuando vemos algunas de las muertes provocadas por Grabber en el pasado.

Otro elemento muy interesante es que aunque la película es muy diferente a la primera, argumentalmente es una perfecta continuación de la primera, continuando y explicando de forma super orgánica aspectos clave de la historia de la familia de Finney y Gwen. Las sorpresas están bien distribuidas a lo largo de la película. Una película que dura casi 2 horas y nunca se hace larga, y que consiguió mantenerme super implicado con los personajes todo el grupo.

En lo referido al reparto, me han gustado mucho el trabajo de los dos protagonistas Mason Thames y Madeleine McGraw como los hermanos Finney y Gwen. Ambos consiguieron que me importaran mientras intentan luchar contra los miedos que les acosan. El drama que sufre Gwen y las cosas que descubre en el mundo de los sueños son super impactantes. No pude ver la película en versión original, así que no puedo comentar demasiado el trabajo de Ethan Hawke más allá de confirmar que está, aunque siempre con la máscara y mucho maquillaje y prótesis. Por poner un pero a un película que me ha gustado mucho, tendría que decir que el resto del reparto tienen muy poca importancia más allá de estar ahí.

Como digo, Black Phone me ha gustado mucho, creo que prácticamente todo lo que plantean lo hacen bien. Por supuesto, veré seguro la próxima película que haga Scott Derrickson. Dicho esto, lo cierto es que me ha gustado pero no me ha flipado. Igual hay un par de momentos con diálogos expositivos demasiado largos, aunque acierten en la parte emocional. Al mismo tiempo, hay un par de momentos en que Gwen es herida de gravedad en el mundo de los sueños, con heridas abiertas en el mundo real, que luego no tuvieron una consecuencia más adelante en la película, cuando debería haber provocado que llevara el brazo en cabestrillo. Son detalles muy pequeños, y ciertamente no me molestaron durante la película ni me la han arruinado de ninguna manera, pero son pequeñas cosas que igual influyeron en la valoración general.

De igual manera, el climax me parece narrativamente perfecto, pero al mismo tiempo sorprende un poco que nos avisen de la debilidad de Grabber y que al final sea exactamente eso lo que le derrota sin ningún giro posterior. Y me gustan mucho los guiones que son lógicos, pero al mismo tiempo igual el climax debería haber tenido algún highlight más potente.

En todo caso, Black Phone 2 me ha gustado mucho, y sin duda la recomiendo.

Comparto el trailer de la película:

Da gusto ver a un director atreverse a llevar una franquicia cinematográfica por un camino diferente al visto en la primera película. Black Phone 2 me ha gustado mucho.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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