Tenía muchas ganas de ver Black Phone, la nueva película de Scott Derrickson con Ethan Hawke en el papel de un asesino en serie, con guion del propio Derrickson y su amigo y colaborador C. Robert Cargill, a partir de una historia de Joe Hill. Y la verdad es que la película ha resultado super satisfactoria.
PUNTUACIÓN: 8/10
En una ciudad de Colorado, en los años 70, un enmascarado secuestra a Finney Shaw, un chico tímido e inteligente de 13 años, y le encierra en un sótano insonorizado donde de nada sirven sus gritos. Cuando un teléfono roto y sin conexión empieza a sonar, Finney descubre que a través de él puede oír las voces de las anteriores víctimas, las cuales están decididas a impedir que Finney acabe igual que ellas. (FILMAFFINITY)
Scott Derrickson (Denver, 1966) se mudó a California y allí obtuvo las licenciaturas de humanidades y de producción cinematográfica. Su primera película como director fue Hellraiser: Inferno en 2000, película que también escribió y que fue estrenada directamente en video. En 2005 disfrutó de su primer éxito con «El exorcismo de Emily Rose», este éxito le permitió trabajar en una película de gran presupuesto, realizando en 2008 el remake de «Ultimatum a la Tierra», protagonizada por Keanu Reeves y Jennifer Connelly. La película resultó fallida y es la única de su filmografía que no está escrita por él.
Tras este fracaso, decidió volver al género en el que mejor se mueve, el terror, realizando en 2012 Sinister, que significó otro gran éxito para los productores, al recaudar más de 70 millones en los Estados Unidos a partir de un presupuesto de tan solo 3 millones. Líbranos del mal (2014), thriller sobrenatural protagonizado por Eric Bana y Edgar Ramirez. Aunque la película puede considerarse también fallida, la mezcla de géneros que Derrickson planteaba fue lo que llamó la atención de los creativos de Marvel y llevó a su contratación para dirigir Doctor Extraño (2016)
Tras abandonar Doctor Strange in the multiverse of madness (Sam Raimi, 2022) debido a las típicas diferencias creativas, Derrickson volvió por sus fueros con esta Black Phone, una película de terror con la que se había comprometido para después de dirigir la película de Marvel Studios. A partir de una historia de Joe Hill (Locke & Key, ) Derrickson escribe el guion de Black Phone junto a su colaborador habitual, el escritor C. Robert Cargill.
Black Phone es una película modélica de 102 minutos que cuenta con fotografía de Brett Jutkiewicz, montaje de Frédéric Thoraval (nominado al Oscar por Una joven prometedora) y música perturbadora de Mark Korven, colaborador de Robert Eggers en La Bruja y El Faro. La película se rodó entre febrero y marzo de 2021 en localizaciones de North Carolina y ha contado con un presupuesto de 18 millones de dólares. Tras conseguir 21 millones de dólares en su estreno en USA, se confirma como el nuevo éxito de taquilla para la productora especializada en terror Blumhouse.
El star-power de Black Phone lo aporta el siempre genial Ethan Hawke, que interpreta a El Agarrador, un secuestrador de niños y asesino en serie. El resto del reparto lo forman Mason Thames como Finney, un joven estudiante capturado por El Agarrador, Madeleine McGraw como Gwen, la hermana de Finney que experimenta sueños psíquicos y Jeremy Davies como Terrence, el padre viudo, alcohólico y abusivo de Finney y Gwen. Además, E. Roger Mitchell y Troy Rudeseal interpretan a los detectives Wright y Miller que se encargan del caso de los niños desaparecidos.
Me encanta la expresión «poner mi cartera donde pongo mis opiniones», todas mis decisiones como consumidor de comics, cine, libros o las series se construye a partir de ella. Es por esto que tras la decepción por el abandono de Derrickson de Doctor Strange (o que Marvel le mostrara la puerta) tenía claro que tenía que ver su siguiente película en el cine, para apoyarle de la única manera que importa realmente, pagando el precio de la entrada. Saber que Derrickson y Cargill iban a adaptar una historia de Joe Hill parecía una combinación ganadora a priori, y me alegra comprobar que las expectativas se han cumplido totalmente.
Black Phone me ha parecido una película estupenda super recomendable y un excelente ejercicio de estilo de un cine que plantea el terror no desde el gore sino desde la ambientación y la creación de un feeling opresivo y desasosegante. La película cuenta con un guion estupendo en el que las cosas suceden por una razón y todo lo que vive Finney en su intento de escapar de su captor crea las vivencias y enseñanzas que serán clave en el climax de la película. El hecho de ambientar la historia en los años 70 plantea un momento de la historia de los Estados Unidos en los que los asesinos en serie crecieron y existía la sensación que muchos crímenes quedaban sin resolver, lo que añade una tensión adicional a lo que sucede. Y en ese sentido, el elemento sobrenatural del teléfono negro aporta un feeling perturbador extra que significa la guinda de un pastel perfectamente condimentado.
Además de un guion super chulo, Derrickson realiza un ejercicio de narrativa audiovisual maravilloso, con una planificación en los planos increíble en la que todo suma y ayuda a contar la historia de la mejor forma posible. Todo en Black Phone funciona como un reloj suizo, desde la fotografía de Brett Jutkiewicz, el montaje de Frédéric Thoraval y la música de Mark Korven. Y dentro de una narrativa pausada que se toma su tiempo en presentar y hacer avanzar la historia, la duración de 100 minutos resulta perfecta para la historia que nos quieren contar.
La película está construida alrededor de los hermanos Finney y Gwen, dividiendo la historia entre el sótano claustrofóbico en el que está encerrado él con los intentos de ella de usar unas habilidades sobrenaturales que no controla para intentar encontrar a su hermano antes que se tarde. Y a veces pasa que un casting erróneo convierten a niños protagonistas en personajes «ostiables» que te caen mal desde que entran en escena. Black Phone NO es una de esas películas, y creo que los niños Mason Thames y Madeleine McGraw están estupendos por separado y comparten una química estupenda cuando comparten escena. En este sentido, la película también acierta.
Debido a la acumulación de estrenos de este fin de semana, no pude ver Black Phone en versión original porque no estaba disponible en los cines de mi comarca. Y esto obviamente afecta a lo que voy a decir a continuación, ya que había leído que Ethan Hawke realizaba una de sus mejores interpretaciones y que resultaba aterrador, y lo cierto es que al menos en la versión doblada no me he encontrado nada de esto. Sí hay que agradecer que Hawke acepte un proyecto de este tipo que le obliga a llevar una máscara que oculta sus facciones el 99% de su tiempo en pantalla. Pensando en las películas de superhéroes en las que los actores buscan quitarse la máscara a la menor oportunidad, el compromiso de Hawke con la historia resulta loable.
Sin embargo, dentro de una película que me ha gustado mucho, diría que el villano es la parte más floja del conjunto, al no acabar de explicarse nada suyo, a pesar de sugerirse que de niño tuvo una conexión con el teléfono negro ¿al abusar su padre de él encerrándole en el sótano? No llega a aclararse nunca, y está claro que el mal existe y la gente es mala y a veces no se debe buscar más explicaciones, pero en este caso más allá de la máscara, el personaje de El Agarrador se me ha quedado como un contenedor vacío.
Esto realmente no supone ningún problema ya que como comentaba, la historia de Hill + Cargill + Derrickson se centra en la lucha de Finney por escapar de la forma que sea y de su hermana Gwen en encontrarle, de forma que el villano es como el huracán en el fondo de la imagen que se siente siempre amenazante pero en segundo plano. Es cierto que hay un salto de lógica en que El Agarrador no vea los cambios que Finney va realizando en el sótano mientras intenta escapar, sobre toto el de la rejilla de la ventana es exagerado, pero eso entra dentro de las convenciones del género y no me supuso un problema durante el visionado.
La sensación super satisfactoria con que me dejó Black Phone a pesar de este único salto de lógica me recuerda la decepción de Obi-Wan Kenobi con sus locuras y porque sís casi en cada escena. Y es que como comentaba en mis reseñas de los diferentes episodios, el espectador acepta sin problemas uno o dos saltos de lógica dentro de la historia. A veces son inevitables para hacer que la historia avance, y si se plantean bien no llegan a romper la suspensión de credulidad obligada para disfrutar de este tipo de historias.
Comparto el trailer de la película, aunque casi te recomendaría que NO lo vieras:
Black phone es un maravilloso ejercicio de estilo y una historia super bien planteada y resuelta. Muy recomendable.
PUNTUACIÓN: 8/10
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