The Night Comes For Us es la película de artes marciales más bestia desde The Raid 1 y 2, y se ha estrenado en todo el mundo gracias a Netflix. Si eso no hace que la veas corriendo, no se qué más decir.
PUNTUACIÓN 7/10
Ito, un hombre que trabajaba para la mafia, tendrá que proteger a una joven y escapar de su anterior banda criminal en una violenta batalla en las calles de Jakarta.
La película es una producción Indonesia dirigida por Timo Tjahjanto, y cuenta con el equipo de coreografías de escenas de acción de The Raid. Está interpretada por Joe Taslim y Iko Uwais, que ya aparecían en la primera The Raid, aunque aqui Taslim tiene el papel principal y Uwais hace de antagonista.
La verdad es que el guión es una locura, como suele pasar en muchas películas asiáticas. Las motivaciones de los personajes son algo cuestionables y aparecen algunos personajes por que si, sin más motivo que porque quedan guay.
Hay también que reconocer que Gareth Evans es mejor director que Timo Tjahjanto, siendo The Raid 1 y 2 mejores películas tanto por la simplicidad de la primera como por el despliegue técnico de la segunda, ambas con unas coreografías brutales que han influido de forma clara en el cine de acción de los últimos años.
He preferido decir esto lo primero para no dar lugar a engaños. En todo caso, cuando vemos este tipo de cine, no buscamos una profundidad de personajes, sino os€»@s como panes. Y las que vemos en The Night Comes For Us son antológicas, con una pelea final entre Iko Uwais y Joe Taslim brutal y salvaje hasta decir basta.
Pero además hay varias melés sangrientas e incluso una pelea entre tres luchadoras que resultó novedosa y muy chula.
Dado además que hace años de The Raid 1 y 2, la segunda parte se estrenó en 2014, ver esta película me ha parecido una pasada. Y más teniendo en cuenta que gracias a Netflix la podemos ver al mismo tiempo en todo el mundo. Por que no nos engañemos, esta película no se hubiera estrenado en cines, igual que The Raid no se estrenó y solo unos pocos privilegiados pudieron verla en festivales tipo Sitges. Igual que hace unos días con Apostle, de Gareth Evans, tengo que agradecer que Netflix esté ofreciendo un catálogo tan variado y alejado en muchas ocasiones del mainstream.
The Night Comes For Us es la película de acción más bestia del año. Para los fans del cine asiático es como si fuera nuestro cumpleaños, Navidad y nos hubiera tocado la lotería todo el mismo día. Imprescindible su visionado lo antes posible.
The Predator (2018) de Shane Black es una vuelta al pasado con una película over-the-top que recuerda la diversión gore y políticamente incorrecta de las películas de acción de finales de los ochenta y noventa. Una película que aunque no es perfecta sí me ha ofrecido un par de horas de entretenimiento con unas risas geniales.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
Desde los confines del espacio hasta los suburbios de las pequeñas ciudades, la reinvención de la saga «Predator» llega de la mano del director Shane Black (Iron Man 3, The Nice Guys). Ahora, los cazadores más letales del universo son más fuertes, más inteligentes y más mortales que nunca, y se han mejorado genéticamente con ADN de otras especies. Cuando un niño accidentalmente desencadena su regreso a la Tierra, solo un grupo de ex soldados y una profesora de ciencias podrán evitar, quizá el fin de la raza humana…
Fox ha intentado relanzar la franquicia del cazador alienígena contratando al director de Iron Man 3 Shane Black, director que apareció como actor en la primera película de John McTiernan y Arnold Schwarzenegger de 1987, que ha adquirido por méritos propios la categoría de película de culto del cine de acción.
Shane Black es un guionista y director que se ha convertido en un género en si mismo. Sus afilados diálogos, su humor políticamente incorrecto y su feeling a un tipo de cine que recuerda al de épocas pasadas son algunos de sus rasgos distintivos que hemos disfrutado en películas como Kiss kiss bang bang (2005) y más recientemente The Nice Guys (2016). Estas películas se caracterizan por ser un crossover de géneros que hacen que sean difíciles de vender para los encargados del marketing de los estudios. ¿Es cine negro con toques de humor? ¿Son comedias con toques negros? ¿Parodias del cine de detectives? ¿O son todo esto a la vez?
En The Predator, Black se ha unido al guionista Fred Dekker, amigo y colaborador habitual, para entregar una película que nos recuerde por qué nos alucinó el personaje de Predator en 1987 y que abra las puertas de una nueva franquicia cinematográfica para Fox que de a conocer a este icono a las nuevas generaciones de espectadores. Y quizá este es el origen de los problemas de la película.
Pero no nos adelantemos. Empezando por lo que más me ha gustado, The Predator es principalmente una comedia que cuenta con algunos gags antológicos. Black y Dekker vuelven a deleitarnos con unos diálogos frescos y super divertidos, y consiguen que nos interesemos por unos personajes que en su mayoría se ve a la legua que son carne de cañón camino del matadero.
Boyd Holbrook (conocido principalmente por Narcos) es Quinn McKenna un tirador del ejército que sobrevive a un enfrentamiento contra un Predator. Tras quedarse con armas y material del alien, el gobierno intenta enterrar el asunto ingresándole en una clínica para veteranos con Síndrome de Stress Post-Traumático y otros problemas mentales. Allí conocerá a un grupo de soldados desequilibrados entre los que están Thomas Jane, Trevante Rhodes y Keegan-Michael Key entre otros.
Mientras, el gobierno contacta con la bióloga Casey Bracket (Olivia Munn) para que les ayude en su investigación del alien, mientras que el agente Sterlin K. Brown intentará que no queden cabos sueltos.
El primer giro chulo de Shane Black es precisamente el meter a McKenna en medio de un grupo de enfermos mentales, en contraste con el equipo de Dutch de la primera película que eran lo mejor de lo mejor. Esto crea unas dinámicas muy chulas que me descolocaron y me sorprendieron durante el visionado. Todos los personajes molan, no solo los protagonistas Olivia Munn y Boyd Holbrok, sino en general todo el reparto de grillados. Incluso el hijo de McKenna, Rory (Jacob Tremblay ) un niño autista está bien y no quieres que muera como le pasa al 99% de niños que salen en este tipo de películas. Las dinámicas entre personajes molan y se nota el carisma de los actores y la buena química entre ellos, lo que hace que toda la parte central de la película con los soldados sea muy entretenida.
Globalmente, diría que se nota que Shane Black y Fred Dekker se lo han pasado genial haciendo la película. El tono de no tomarse muy en serio a sí mismos es lo que tocaba para darnos un buen espectáculo que opta por potenciar el humor frente al gore y la violencia, que en todo caso sí aparece en dosis pequeñas hasta que llegamos a la batalla final.
Además, la música de Henry Jackman recupera el tema original de Alan Silvestri, y mola mucho cada vez que suenan sus acordes iniciales. Otro elemento positivo es la fotografía del veterano Larry Fong, colaborador de Zack Snyder en 300, Sucker Punch o Batman v Superman.
Sin embargo, más allá de estos dos elementos positivos del casting y el humor de la película, hay numerosos elementos mucho más flojos. En primer lugar, en una película de acción como es Predator yo esperaba principalmente eso, acción. Y la acción no acaba de llegar y al final queda eclipsada por la comedia. Y lo cierto es que esto a priori no es malo, e incluso narrativamente puede servir para aumentar la expectación ante el climax. Pero si haces que la acción tarde en llegar, cuando lo haga debería ser la bomba, y lamentablemente la acción es solo correcta y principalmente confusa. Sin duda decepcionante. Entiendo que es difícil ser original en la sexta película protagonizada por los Predators, pero deberían haber intentado cuidar más este aspecto.
Pero es que además se nota para mal que la película ha sufrido cortes en el montaje y los reshoots han cambiado elementos de la historia y el final. Durante toda la película hay un montón de saltos no justificados que hacen que aunque superficialmente parezca que va al grano realmente provoca que el visionado vaya a saltos y sean escenas sueltas sin conexión. Por poner un ejemplo, los soldados escapan del Predator en un autobús de transporte de presos. La siguiente vez que les vemos, han llegado a la casa de McKenna armados hasta los dientes conduciendo una caravana. ¿What?! ¿Qué ha pasado? Está claro que no ver como roban una caravana a un traficante de drogas no es importante para la trama principal, pero no puedes pegar ese salto y quedarte tan tranquilo. Y como este ejemplo hay un montón.
No, este tanque tampoco sale en la película.
Por eso aunque la película es divertida, globalmente te das cuenta que no es todo lo buena que hubiera podido ser. Con el añadido de que su final abierto y la sorpresa final no aporta nada especialmente interesante a la franquicia ni creo que deje este universo en un mejor punto respecto a como estábamos antes de ver la película.
Pero yendo más allá, hay una realidad que ni FOX ni Shane Black han entendido sobre lo que los espectadores esperan de una franquicia como la que querían relanzar. Y es que las películas deben comunicarse de una manera clara, no puedes hacer una película y que la siguiente haga como si lo anterior no existiera, empezando por los protagonistas. Es cierto que el guión inicial quería que la película terminara con un cameo de Arnold Schwarzenegger retomando el personaje de Dutch. Este final que no pudo ser porque Arnold no acepto no tener mayor protagonismo. Pero si no es Arnold, ¿porqué no aprovechar a los personajes de Danny Glover o Adrien Brody? La sensación que han transmitido es que esta es otra película más en la franquicia, sin llegar a ofrecer elementos realmente originales. Y es que aunque la principal amenaza es la presencia de un super predator evolucionado, lo cierto es que esto ya lo vimos en la anterior película de 2010.
Y volviendo a la película de 2010, hubieron fans de la saga que se cabrearon con el cliffhanger del final de la película, ante la sospecha que nunca iban a cerrar la historia. Cuando anunciaron The Predator se confirmaron las sospechas, y cuando ves franquicias, quieres que todas las películas cuenten y sean «importantes». Sin embargo, vemos como vuelven a reunir a un nuevo grupo de desconocidos para ser masacrados, por lo que es muy difícil que te preocupes por ellos, a pesar del carisma de los actores implicados. Sin garantías además de que los productores no decidan tirar a la basura a estos personajes y empezar de cero en el futuro. Este error es garrafal, sobre todo teniendo en cuenta los ejemplos existentes en otras franquicias cinematográficas, como Misión Imposible o Fast & Furious. Aunque llamar «actores» a los protagonistas de «Fast & Furious» es ser muy generoso, lo cierto es que desde la cuarta película estamos viendo a los mismos personajes y cada historia se construye claramente de la anterior, por lo que al final les coges cariño. Hacer un 4º film de Predator sin que se asome ninguno de los protagonistas de las 3 primeras película es una pena de muerte y demuestra que no están al tanto de lo que la gente espera de una franquicia hoy.
Y encima, tenemos la confirmación de que el taquillazo de Iron Man 3 fue una excepción en la filmografía de Shane Black. Es un director que me encanta, pero lo cierto es que no conecta con el público generalista, de forma que peliculones como Kiss kiss bang bang o The Nice Guys fueron fracasos de taquilla que no supieron encontrar a su público. Esto, unido a la polémica provocada por Olivia Munn al descubrir que Black había contratado a un amigo actor con antecedentes de acoso sexual, ha provocado que durante los días previos se haya hablado más de este tema que de la película, algo que sin duda tampoco le ha venido bien.
Comparto el trailer de la película:
The Predator es super divertida pero a la vez es una pena, porque no es todo lo buena que nos hubiera gustado. Creo que a los espectadores veteranos nos gustará bastante, pero entiendo que puede dejar indiferentes a los espectadores que no sean fans de la franquicia.
En el nuevo Twisted Podcast Fernando Verniere y un servidor analizamos la última película de Denzel Washington, The Equalizer 2, dirigida de nuevo por el director y colaborador habitual de Denzel Antoine Fuqua…
The Equalizer fue una de las sorpresas de 2014, una excelente película de acción sobre un agente retirado que tiene que volver a actuar al ver los problemas que acosan a varias personas de su entorno. Esta secuela llega 4 años después de la original ya que en 2016 Washington y Fuqua estrenaron el remake de «Los 7 magníficos». Denzel tiene en la actualidad 63 años y vuelve a ponerse en la piel de Robert McCall, el p#%@ amo de los agentes especiales retirados.
Puedes encontrar nuestras impresiones sobre la película en el enlace siguiente:
Estoy muy contento de haber podido participar en un nuevo Twisted Podcast junto a Fernando Verniere de Twist Comics para comentar nuestras impresiones tras haber visto Misión Imposible Fallout en formato 4DX en Kinépolis Valencia.
Más que un visionado, el 4DX de Kinépolis Valencia convirtió la nueva aventura protagonizada por Tom Cruise dirigida por Christopher McQuarrie en una alucinante experiencia. Aquí os dejo el link al audio en Ivoox:
Misión Imposible Fallout es un peliculón que no te puedes perder, a ser posible en la pantalla más grande de los alrededores. Os contamos todos los detalles en el nuevo Twisted Podcast.
No me voy a andar con rodeos: Misión Imposible: Fallout es una pasada super entretenida. La sexta película de la franquicia protagonizada por Tom Cruise está de nuevo dirigida por Christopher McQuarrie, y verla en el increíble formato 4DX hizo que este peliculón se convirtiera en toda una experiencia.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Sexta entrega de la saga. En esta ocasión presenta a Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo IMF (Alec Baldwin, Simon Pegg, Ving Rhames), con algunos aliados conocidos (Rebecca Ferguson, Michelle Monaghan), en una lucha contrarreloj después de que una misión salga mal.
Christopher McQuarrie se ha convertido en un seguro de vida para Tom Cruise. El actor y productor capta enseguida el talento y no lo deja escapar. La relación entre ambos nació a partir de Valkiria (Brian Singer, 2008), película con guión de McQuarrie, y ha continuado con Misión Imposible: Protocolo Fantasma de Brad Bird (2011), en la que McQuarrie participó reescribiendo el guión, y ya como director en Jack Reacher (2012), Misión Imposible: Nación secreta (2015) y ahora con Fallout, la sexta entrega de la saga que demuestra que Tom Cruise tiene cuerda para rato.
La película es excelente y no te deja un segundo de respiro. Las escenas de acción son su principal atractivo, y en este aspecto, Fallout es de diez. Como ya ocurrió tras ver Mad Max, cuando ves y sientes que actores han rodado físicamente en escenarios reales, aún cuando luego se inserten vehículos y elementos digitales, el visionado tiene un plus. Y Tom Cruise se ha convertido en el nuevo Jackie Chan con su «obsesión» de rodar todas las escenas peligrosas. La media hora en París es para enmarcarla, con Tom Cruise en moto cruzándose la ciudad para intentar escapar de varios perseguidores. Pero no solo esta persecución, el tiroteo en Berlín, el salto base o la pelea de la discoteca son brutales, así como el alucinante climax con persecución de helicópteros incluida.
Aunque nacido escritor, McQuarrie se ha demostrado como un perfecto narrador visual que sabe siempre cómo presentar la historia desde el mejor punto de vista, con una fluidez asombrosa. Los escenarios se convierten en otro personaje, y consigue que siempre esté claro donde está cada personaje y sus movimientos son lógicos y entendibles.
Pero no sólo triunfa McQuarrie en las escenas de acción. Hay escenas brutales como el prólogo o una escena sin sonido en la que Ethan Hunt anticipa cual puede ser el resultado de una misión, que son excelentes ejemplos de narrativa cinematográfica.
Otro hecho importante es que aunque se puede ver como una misión independiente, Fallout es continuación directa de Nación Secreta y cierra tramas abiertas desde Protocolo Fantasma. Es la primera vez en la franquicia de Misión: Imposible que se utiliza una narrativa serializada, y el resultado es sencillamente genial, creando una verdadera sensación de peligro y de que Ethan Hunt puede fallar. La historia es clara y tiene numerosos giros, y tiene la complejidad justa para que no parezca algo muy obvio y tampoco te pierdas. Además, consigue que haya una tensión in-crescendo que culmina con una misión que implica tres acciones simultáneas, lo que quedará en los anales de la saga.
Respecto al casting, Tom Cruise está impresionante como siempre, llenando la pantalla con sus stunts reales. Junto a él, los habituales Simon Pegg («Benji» Dunn) y Ving Rhames (Luther Stickell) tienen un papel más importante que en anteriores películas. A ellos se les unen Alec Baldwin como el jefe del FMI Alan Hunley y Angela Basset como la directora de la CIA Erica Sloan.
Ante el fallo de Hunt en la misión anterior, la CIA ordenará que su agente August Walker (Henry Cavill) acompañe y supervise a Hunt en la misión. Walker es lo opuesto a Hunt, un martillo para una misión en la que se requiere un escalpelo, y sirve de interesante contrapunto para Hunt. Junto a él Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), presentada en Nación Secreta, volverá a ser el elemento «rogue» con una misión propia que amenace la de Hunt.
Sean Harris como Solomon Lane es el mejor villano de toda la saga y vuelve a mostrarnos el porqué. Incluso estando en prisión, sus planes siguen su curso y pueden amenazar con destruir a Hunt y todos los que ama, incluida su ex-esposa Julia (Michelle Monaghan).
Por cierto, es una pena comprobar que el pobre Jeremy Renner se ha quedado sin sitio en esta franquicia. Aunque es muy buen actor, no es una estrella y no tiene el carisma de Cruise, Robert Downey Jr. o Chris Evans, por poner algunos compañeros de reparto. Aunque siempre cabe la posibilidad de que sea recuperado en próximas películas, quien sabe.
Globalmente, diría que Protocolo Fantasma sigue siendo la mejor película de la saga, no solo por sus indudables cualidades cinematográficas, sino además porque marcó las bases del renacimiento de la franquicia: más humor mezclado con acción increible, Hunt cometiendo fallos y mostrando que es humano, gadgets que fallan en mitad de la misión que obliga a improvisar sobre la marcha, una misión con una tensión in-crescendo hasta el final. Todo eso es Misión Imposible y Fallout lo muestra de manera brillante, hasta el punto de que está película queda muy, muy cerca de Protocolo Fantasma.
Y luego está el visionado en 4DX en Kinépolis Valencia. Esta novedosa tecnología de momento sólo está disponible en Madrid y Valencia, y hace que la película sea toda una experiencia. La combinación de un 3D de última generación con un asiento móvil y numerosos efectos como viento en la cara y los pies, agua, olores, vibraciones o incluso relámpagos en la sala, consiguen que te sientas en medio de la acción.
En los choques te sientes como si estuvieras subido en una montaña rusa, pero lo que más me ha gustado de esta tecnología son los efectos menos vistosos pero mucho mejores para el disfrute de la acción. Durante las persecuciones y los travelings, los asientos se inclinaban y con el aire en la cara y el 3D sentías que estaban dentro de la película, creando una experiencia brutal.
Destacar también el perfecto 3D de la película, que lucía genial durante la película, y la sobresaliente calidad de imagen y sonido de esta sala. Lamento decir que en mi localidad de residencia he tenido muy malas experiencias con salas en mal estado que hacen que ni la imagen si el sonido tengan la calidad mínima exigible. Esto ha hecho que en película seleccionadas no me importe desplazarme hasta Valencia para asegurarme que voy a ver Vengadores Infinity War con la máxima calidad posible. Ahora con el 4DX, voy a ser más habitual si cabe.
Otros efectos más anecdóticos pero muy chulos son por ejemplo, cuando entran en la discoteca el asiento vibra al ritmo de la música, y la sala despide un olor que fue sorprendente e interesante a la vez. O los rayos cuando se tiran en salto base.
Si tengo que ponerle un pero es que para sentir los efectos de la silla debías estar quieto toda la película, y al tener Fallout 145 minutos, esto hizo que el asiento se me hiciera algo incómodo. Entiendo que en películas «normales» de 100/120 minutos esto no pasará.
Además, al terminar la película nos sentiamos como si nos hubieran dado una paliza, debido a todo el «machaque» sufrido durante dos horas y media. Esta sensación no es mala, de hecho, es brutal haber visto una película super entretenida y acabar con esta sensación.
En mi caso, me quedé super satisfecho de la experiencia del 4DX y la recomiendo a todo el mundo. Creo que la diferencia de precio está super justificada en esta película y que vale la pena el desembolso extra.
Dicho esto, también creo que el 4DX sólo valdrá la pena para dos o tres películas como máximo al año, aunque ojala los estudios tengan en cuanta las posibilidades que esta tecnología abre para el visionado de las películas y lo tengan en cuenta en sus rodajes. De momento, la próxima película que probablemente veamos en 4DX será Aquaman de James Wan, que se estrena estas navidades.
Comparto el trailer de esta nueva Misión: Imposible.
Mision Imposible: Fallout es la película del verano, con permiso de Los Increíbles 2. Una película super entretenida que mantiene a Tom Cruise como la mayor estrella del cine comercial de acción. Si te gusta este tipo de cine, debes ir a verla en la pantalla más grande que puedas. Y si puedes, prueba el 4DX, creo que te gustará.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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