El año nuevo me ha traído una pequeña maravilla con la lectura del primer volumen de Jonna and the Unpossible Monsters de Chris y Laura Samnee, con colores de Matthew Wilson, comic publicado por Oni Press.
PUNTUACIÓN: 8/10
Rainbow ha estado buscando a su hermana, Jonna, durante un año. La última vez que vio a Jonna fue también la primera vez que vio a uno de los monstruos que ahora deambulan por el planeta. Son criaturas grandes, feas y peligrosas que llevan a la humanidad al borde de la extinción. Aunque no hay muchas esperanzas de sobrevivir en la naturaleza, Rainbow sabe que su hermana está en alguna parte y hará cualquier cosa para encontrarla.
¡No te pierdas la nueva serie, completamente original y llena de acción, coescrita y dibujada por el ganador del premio Eisner, Chris Samnee! ¡Chris se une para su primer libro totalmente creación propia con la co-escritora Laura Samnee y su colaborador frecuente, el colorista Matthew Wilson! Jonna and the Unpossible Monsters es una aventura para todas las edades de las que se recuerdan toda la vida.
Chris Samnee es un dibujante galardonado con los premios Eisner y Harvey. Es sobre todo conocido por su trabajo en Daredevil, Black Widow y Thor: The Mighty Avenger en Marvel Comics. Vive en St. Louis, Missouri, con su esposa Laura y sus tres hijas. Junto a sus trabajo de encargo en Marvel, en los últimos tiempos estamos disfrutando del arte de Samnee en el comic Fire Power junto a Robert Kirkman, que está siendo publicada en el sello Skybound de Image Comics.
Jonna and the Unpossible Monsters está planteada como una serie de 12 números, de los cuales este primer volumen de 104 páginas editado por Oni Press en Estados Unidos recopila las cuatro primeras grapas. Sobre la creación de este comic, Chris Samnee comenta que aparte de crear un comic que pudieran leer sus hijas pequeñas y sus ganas de dibujar “monstruos, destrucción y todas esas cosas divertidas en un comic de creación propia”, también ha buscado junto a su mujer Laura, que ha colaborado en la historia y la creación de personajes, crear un comic que pueda ser leído y disfrutado por los padres. Samnee comenta que le encantan los comic e historias “all-ages”, y como familia ellos disfrutan mucho de las películas de Pixar o Studio Ghibli, siendo ese mismo tipo de público amplio el que tienen en mente para la creación de este comic.
Chris Samnee es uno de mis dibujantes favoritos de la actualidad. Su principal valor es su extraordinaria narrativa y en Jonna parece que plantea una master-class de como crear un comic maravilloso en el que las imágenes cuenten la historia y nos hagan amar a las dos protagonistas, Rainbow y Jonna, dos hermanas claramente opuestas en todo que son todo frescura y personalidad. El mundo de Rainbow y Jonna cuenta con una naturaleza desbordante que se convierte en otro protagonista del comic junto a unos kaijus gigantes que amenazan la supervivencia de la raza humana. Todo ello cuenta con el perfecto color de Matthew Wilson, que colabora para convertir este comic en una delicia.
Leí el comic antes de buscar entrevistas a Samnee sobre el comic, y debo decir que el objetivo que planteaba a la hora de crear una obra “all-ages” que apelara a lectores de todas las edades es un éxito total. Los monstruos coloridos y el optimismo de Jonna conecta con los más pequeños, pero el viaje de Rainbow para encontrar a su hermana perdida es un argumento con el que yo como padre conecté inmediatamente e hizo que me preocupara por los protagonistas.
Jonna and the Unpossible Monsters me ha parecido un comic estupendo super recomendable para todo tipo de lectores. Más claro no puedo ser. De hecho, si algún pero le pongo al comic sería que se lee de un tirón en muy poquito tiempo y que me dejó con muchísimas ganas de más.
Comparto las primeras páginas del comic:
Tras este primer volumen, tengo claro que voy a disfrutar mucho de este Jonna and the Unpossible Monsters y se va a convertir en uno de mis comics favoritos. Espero que no tarde mucho en salir el segundo volumen, ya le tengo ganas.
PUNTUACIÓN: 8/10
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La enorme variedad de Netflix a menudo nos regala sorpresas como Cortar por la línea de puntos, serie de animación italiana creada por el autor del comic original Zerocalcare que mezcla con habilidad la comedia y el drama.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Un dibujante de Roma con un armadillo por subconsciente, reflexiona sobre su trayectoria vital y un posible amor mientras viaja con un par de amigos.
Zerocalcare es el nombre artístico de Michele Rech (Cortona, 1983) un historietista italiano conectado con la escena hardcore punk italiana. En noviembre de 2011 puso en marcha un blog de historietas, zerocalcare.it, en el cual publicaría relatos breves con un trasfondo autobiográfico. A finales de 2019, las ventas de los libros en los que recopilaba las diferentes tiras cómicas e historias habían alcanzado unas ventas de un millón de ejemplares.
En 2020, Zerocalcare tuvo una gran visibilidad en Italia gracias a los cortos animados Rebibbia Quarantine emitidos en LA7 en el programa Propaganda Live durante el confinamiento debido a la pandemia de COVID-19 en Italia. A finales de 2020 anunció que había firmado con Netflix la realización de esta serie.
Cortar por la línea de puntos es una serie de seis episodios de entre 16 y 22 minutos de duración. Zerocalcare transmite muy bien las ansiedades de la juventud con un punto de vista pesimista de la vida, algo que conecta con muchas de las inquietudes sociales que surgieron a partir de la crisis financiera de 2008. Dentro de que el protagonista no es un dechado de virtudes, más bien al contrario ejemplifica muchos de los problemas de la generación ni-ni, Zerocalcare sabe combinar elementos humorísticos, ejemplificados por el armadillo que simboliza su consciencia, con otros dramáticos. Esto consigue que la historia no sea un pozo negro sin salida y facilita que el visionado funcione, en parte ayudado también por la corta duración de los episodios, que resalta el origen de las historias como tiras cómicas de corta duración.
Siendo muy diferente en todo, la serie me transmitía un cierto feeling a Trainspotting en lo relativo a un protagonista sin objetivos, aunque despojado de todos los elementos sexuales o relacionados con drogas polémicos al tratarse de una serie con calificación +12 dentro de Netflix, haciendo que esta serie pueda ser considerada bastante mainstream para todos los públicos. No he leído los comics originales, así que no se si eran igual o se ha suavizado algún elemento polémico, pero está claro que el target de la serie es más bien amplio, lo cual no me parece mal en absoluto.
Aparte de diferentes anécdotas de la vida del protagonista, hay durante la serie un argumento recurrente de un viaje que el protagonista tiene que hacer con sus amigos a un lugar indeterminado por motivos que no conocemos. Cuando descubrimos la razón del viaje, la serie adquiere unos tintes dramáticos y una profundidad que no tenía hasta ese momento, haciendo que una serie que me estaba gustando pero sin más, termine de la mejor manera posible.
Muchas veces me quejo del «montonerismo» de muchas de las propuestas de Netflix, pero sin duda hay que agradecer al canal de streaming que nos ofrezca contenidos variados como este Cortar por la línea de puntos, que no hubieramos visto de no ser por ellos. Cuanta más variedad haya a nuestra disposición, ganamos todos, así que hoy no puedo más que dar gracias a Netflix por apostar por series de animación como ésta.
Comparto el trailer de esta serie:
Me ha gustado Cortar por la línea de puntos, un tipo de animación para adultos que me hizo pensar sobre la vida y la forma como nos relacionamos en el mundo real con la gente a nuestro alrededor.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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Comienzo el mes de febrero publicando una columna de opinión sobre uno de esos temas recurrentes sobre los que siempre estamos comentando los lectores de comics: ¿Qué es mejor, leer comics de superhéroes mes a mes con las grapas mensuales o esperarse a tener los tomos recopilatorios para leer los diferentes arcos argumentales?
Antes de responder a la pregunta, no hay duda que mi respuesta va a estar condicionada por el hecho de ser un lector de más de 40 años que creció leyendo las grapas de Forum (Marvel) y Zinco (DC Comics) en los años 80, que son las que me hicieron ser fan de los comics de superhéroes, una afición que me llega hasta hoy en día. Y en esos momentos la «unidad de medida» era la grapa, los tomos eran algo que prácticamente no existían, o se limitaban a los retapados.
Las historias se construían teniendo en cuenta que cualquier comic podía ser el primero para un posible nuevo lector, de forma que el comic ofrecía elementos suficientes para poder entenderse la historia sin problemas. Además, escritores como Chris Claremont en Patrulla X escribía pensando en el mes de diferencia entre una grapa y otra, de forma que aparte de los obligados cliffhangers al final de la mayoría de grapas, muchas cosas sucedían mediante elipsis dejando que el lector rellenara de alguna forma los huecos. El noviazgo de Kitty Pryde y Peter Rasputin en Patrulla X es un buenísimo ejemplo del estilo de Chris Claremont, junto a John Byrne, Marv Wolfman y George Pérez fueron los que me engancharon a la obligación mensual de comprar los comics de mis personajes favoritos para saber qué pasaba a continuación.
Con el paso de los años y los intentos de alcanzar otro tipo de lectores se empezó a popularizar la recopilación de historias en diferentes arcos argumentales, que permitían una experiencia de lectura más redonda al poder tener la historia completa de una sola vez. Que Watchmen sea el comic más vendido de DC y siga vendiéndose como churros 35 años después de terminar de publicarse en formato grapa en 1987 es un ejemplo claro de las ventajas que los tomos tienen frente a las grapas desde un punto de vista editorial. En este sentido, recuerdo que Mark Millar ha comentado muchas veces que «su» Civil War junto a Steve McNiven es el comic más vendido de Marvel del siglo XXI, pero no en su formato de grapas sino gracias a las diferentes ediciones recopilatorias, que permiten mantener una obra disponible para los lectores en las estanterías de las librerías durante muchísimo tiempo, frente a la dictadura de la novedad que sufren las grapas, que hace que la grapa del mes anterior desaparezca de la librería al tener que dejar sitio a la grapa actual.
La popularidad de los tomos ha provocado que el foco narrativo haya cambiado. Si en los 80 comentaba que la unidad narrativa era la grapa, no hay duda que ahora es el tomo, y los escritores y editores plantean los arcos de las colecciones mensuales pensando en su posterior recopilación. De esta manera, lo habitual es encontrarse con tomos recopilatorios de 5-6 episodios, por lo que las historias suelen ajustarse a esa longitud.
Escribir pensando en la lectura del tomos puede provocar problemas para los lectores que compramos las grapas mensuales, y es que en muchas ocasiones leer una grapa puntual (¿he oido Bendis?) puede ofrecer una sensación insatisfactoria al pagar 3 €uros por una grapa con 20 páginas de historia que se lee en 5 minutos y que en algunas ocasiones prácticamente no cuenta casi nada. Lo cual puede resultar un sinsentido, ya que las ventas que marcan la continuación de una serie son las de las grapas, no los tomos, y sin embargo, los editores no ofrecen productos acordes con el formato. Si no me ofrecen algo que me compense mi tiempo y mi dinero, no volveré el próximo mes a por el siguiente número, por lo que la serie a la larga acabará teniendo que cerrar.
Sin embargo, esto tampoco es algo generalizado, ya que hay escritores como Gran Morrison, Jason Aaron o Al Ewing que pueden escribir sus historias agrupadas en arcos argumentales como es ahora la norma, pero al mismo tiempo consiguiendo que la historia de cada grapa se sienta satisfactoria y en cierta manera completa, contando y cerrando un capítulo de una historia mayor. Hacer que cada grapa sea satisfactoria y provoque que quieras comprar la siguiente es más complicado de lo que parece, y estos autores lo consiguen, bravo por ellos. Digo esto teniendo en cuenta que hay otros escritores aparte de Bendis como Jonathan Hickman, más concentrado en el wordbuilding y la promesa de algo grande en el futuro olvidándose de que es el presente el que tiene que enganchar, o Tom King, con historias claramente pensadas para leerse en tomo con grapas en las que no pasa casi nada, que no siempre lo consiguen.
Otro factor a tener en cuenta es el precio de los comics, claro. Si es que si una grapa con 20 o 22 páginas de historia te cuenta 3 o 3.50 €uros, se refuerza la idea, con razón, que la afición comiquera es un hobby extremadamente caro que no es para todos los bolsillos, lo que quizá explique que muchos lectores seamos ya personas adultas con un salario que nos permite este gasto mensual. Que los universos superheroicos del mundo de los comics sean cada vez menos para niños es algo sobre lo que caben pocas dudas. Y si a todo lo anterior sumamos la complejidad de los universos de Marvel y DC con crossovers continuos que obligan a comprar comics de otras colecciones que no son las que comprabas a priori, la cosa se complica muchísimo más y convierte esta afición en una misión casi imposible.
Si hace años la grapa era el principal -y único- medio de entrada de nuevos lectores, esa función ahora claramente la realizan los tomos recopilatorios, por ejemplo el de la antes mencionada Civil War o el ya clásico Batman Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli, que ofrecen historias completas que muestran porqué merece la pena engancharse a estos personajes. Si a esto sumamos que hay ediciones para todo los gustos y bolsillos, ECC está potenciando un formato de bolsillo que recuerda a la mítica Biblioteca Marvel pero en color, hay múltiples opciones de engancharse a la afición comiquera sin necesidad de comprar ni una sola grapa. Lanzamientos de Panini como Marvel Premiere en el que se recopilan los arcos argumentales de las principales series a precios super competitivos hace que la lectura de estos tomos sea la mejor opción únicamente viendo el precio de las diferentes ediciones.
Tras todo lo anterior, vuelvo a la pregunta inicial, ¿cuál es el formato ideal para leer comic de superhéroes?
Pues aunque parezca mentira, y se que nado contracorriente, creo que sigue siendo la grapa. Empezando por el elemento principal, y es que quiero tener mi dosis de mis personajes favoritos todos los meses, mientras que si los leyera en tomo, lo normal es que pasen mínimo de 6 a 8 meses entre un tomo y el siguiente. Batman y Spiderman tienen múltiples series y por tanto podrían publicarse tomos casi todos los meses de sus diferentes colecciones. Sobre todo Batman. Pero cualquier otro personaje, Nightwing, Thor, Daredevil, etc… con una única grapa mensual, la publicación en tomo obligatoriamente me dejaría muchos meses de espera entre un número y el siguiente, lo cual es demasiado tiempo para mi. En series como Daredevil ya lo hemos vivido, y el tiempo entre tomos era exageradamente largo, a veces de casi un año. Más recientemente, hemos tenido la serie de Cable de Gerry Duggan y Phil Noto. El comic, publicado por Panini en dos volúmenes, se publicaron el primero en diciembre de 2020 y el segundo en noviembre de 2021. Es decir, 11 meses de diferencia. Vosotros veréis si esa es la forma en que queréis seguir una colección o más concretamente, a tu personaje favorito.
En este momento aprovecho para hacer un inciso, ya que estamos hablando de comics de Marvel o DC. Hace años compraba todo en grapa USA, y al menos en lo relativo a los comics indy tuve que cambiar de la grapa al tomo ante los repetidos problemas que me provocó mi librería de ese momento, que todos los meses me perdía alguna grapa del Previews. Esto me originaba unos problemas tremendos a la hora de completar mis colecciones y muchos dolores de cabeza. Una vez cambié al tomo, al no tener con Deadly Class la misma conexión emocional que con Hulk, no tenía problema en que pasara el tiempo que fuera entre un tomo y el siguiente.
Lo que si provocó el cambio de grapa a tomo es que puedo recordar sin problema en qué momento se encuentran las 15 o 20 grapas que compro y leo mensualmente, pero cada vez que me llega un tomo de una colección, tengo que ojear el anterior volumen porque no recuerdo casi nada. Algo que viene provocado por los 6-8 meses de diferencia y el pasarse un recuerdo de la memoria a corto plazo al almacenaje a largo plazo. O como sea que funcione el cerebro, que vete tú a saber. Lo que tiene de bueno el tomo en lo referido a leer un arco completo tiene de malo por la desconexión mental y emocional que se crea entre el lector y la obra durante todos los meses en que no hay nueva lectura.
Por otro lado, dentro que claramente la afición comiquera es cara en cualquier formato, se me plantea otra duda económica importante que pone en duda que la grapa es más cara que otros formatos. Con 50 €uros compro todos los meses 11 u 12 grapas de Panini, con lo que tengo 12 historias diferentes de 12 personajes diferentes. Si empleara esos mismos 50 €uros para comprar tomos que sustituyeran a las grapas, en los formatos 100% actuales de Panini apenas me llegaría para comprar 3 tomos. 4 algunos meses. Si pongo en la balanza 12 historias, aunque sea en dosis pequeñas, frente a 3/4 arcos completos que me obligan a dejar sin leer todo lo demás, no me compensan los tomos. Como fan de los universos de Marvel y DC que soy. (No hace falta explicar que no elijo, sino que todos los meses compro las grapas y los tres tomos, ¿verdad?)
El último elemento en el que la grapa tiene ventaja respecto al tomo es que con las grapas sigues las colecciones y estás siempre a la última, al tener Panini una diferencia de apenas 3-4 meses respecto a la edición americana. Si quieres seguir los eventos y sucesos principales de Marvel o DC, la grapa es a forma más adecuada para hacerlo. En este sentido, Panini se mostró muy lista comercialmente, ya que entre la grapa y el tomo recopilatorio a menudo pasaban varios años, por lo que de alguna manera obligaba a la compra de las grapas. El Marvel Premiere ha roto esta norma, de forma que ahora hay una solución intermedia que sólo tiene un año (o año y pico) de salto respecto a la actualidad en grapa. Sin embargo, ECC tiene una política completamente diferente, ya que en la mayoría de casos el mes siguiente a terminar una serie (sobre todo dentro del sello Black Label) publican el tomo recopilatorio, de forma que en mi opinión está desincentivando a los lectores a comprar sus grapas.
Hay otro elemento que quiero comentar, y es sobre las nuevas generaciones y el manga.Por un motivo que no acabo de entender no dejo de leer comentarios y escuchar opiniones en podcasts que ven normal que muchos chavales vayan todos los meses a comprar su manga, pero a la vez niegan que precisamente esos mismos lectores jóvenes puedan aficionarse a Marvel o DC con grapas que les obliguen a ir a la librería todos los meses. Y el caso es que entiendo que el manga por 10-12 €uros te dan 200 páginas de historia (en blanco y negro), frente a los 3 €uros por apenas 20 páginas de historia de las grapas USA. Pero no todos los mangas son de Urasawa y pasan muchas cosas, he leído mangas en los que a lo largo de 2-3 volúmenes han contado una larga escena de acción, o un partido de baloncesto o tenis, en los que realmente la historia no ha avanzado tampoco casi nada. Y frente a comics de Bendis o King, hay también lecturas de grapa que resultan super satisfactorias leídas mes a mes.
En lo que sí tiene todas las de perder las grapas es en lo referido a los cambos de hábitos de consumo.Si el modelo de Netflix y el binge-watching y los maratones son el modelo que se está imponiendo para ver televisión y ocio en general, no hay duda que leer 20 páginas de una historia y tener que esperar 5 meses en saber el final no resulta nada atractivo. En este sentido sí veo que las grapas están perdiendo la batalla frente a los nuevos modos de consumo, y por eso desde hace años los comics de Batman o Spiderman son quincenales, para que al menos los lectores no tengan que esperar tanto tiempo entre un número y el siguiente.
En todo caso, a modo de conclusión, aunque yo prefiero las grapas, que además de todo lo anterior es el formato en el que llevo casi 40 años leyendo las aventuras de mis personajes favoritos, lo bueno que tenemos hoy en día es que hay formatos y precios para (casi) todos los gustos, sensibilidades y poder adquisitivo. Lo importante es que si te gusta la lectura, no te privas y leas, sea en el formato que sea. Incluso en digital, si no tienes espacio. De hecho, el Marvel Unlimited es una opción cojonuda para leer los comics Marvel. Pero bueno, el melón de comic en papel o en digital casi lo dejo para la próxima columna.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿En qué formato leéis los cómics de superhéroes? Espero vuestros comentarios.
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Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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