Aquaman vuelve al universo DC tradicional para los números 9 a 11 de su colección, que sirven de conexión con el evento DC KO que acaba de empezar. Unos números escritos por Jeremy Adams, con John Timms y Nimit Malavia dibujando, y color de Rex Lokus.
PUNTUACIÓN: 7/10
¡REENCUENTRO CON LA LIGA DE LA JUSTICIA!
Aquaman ha regresado a la Tierra con nuevos poderes, nuevos aliados y una nueva oportunidad de ser padre… ¡mientras surge un nuevo misterio desde las profundidades de Atlantis! Tras los devastadores acontecimientos de la batalla de Dagon, la llamada Liga de la Justicia Azul de Aquaman debe reagruparse y volver a centrar sus esfuerzos en la Tierra… ¡y en el regreso de uno de los enemigos más mortíferos del Rey de los Siete Mares!
En el primer arco de la nueva etapa de Aquaman de Jeremy Adams los poderes de Arthur Curry han aumentado exponencialmente, al convertirse en el avatar del Blue, prácticamente un Dios. Y tras su aventura por otras dimensiones, toca volver a nuestra realidad con su nuevo grupo de héroes marinos, entre los que encontramos a Arion, al Capitán Nemo, a la Dama del Lago y sobre todo, a su crecida hija Andrina, que posee la fuerza y ferocidad de su fallecida madre Mera.
La creación de este grupo de personajes secundarios me parece el elemento más interesantes de esta etapa, más incluso que el upgrade en el nivel de poder de Aquaman. Y aunque el número 9 pone el foco en la reunión de Arthur con sus compañeros de la Justice League, me gusta que quede claro que sus aventuras van a seguir centradas en el fondo del mar.
Jeremy Adams plantea estas 3 grapas como tres aventuras autoconclusivas, aunque sigue construyendo sus tramas en paralelo. Y lo primero que tengo que reconocer es la habilidad de Adams para sorprender al lector. Por ejemplo, reconozco que una de las cosas que no me gustaron nada del arco anterior fue la forma en que Adams mató a Mera, de alguna forma sustituyéndola por una hija convertida en adolescente que permitiría a Adams tener una Mera más joven y soltera. Sin embargo, tengo que reconocer que mis reparos estaban equivocados, porque Adams nos muestra en el número 9 y siguientes que hay mucho que Aquaman no sabe sobre su hija Andrina y sobre la muerte de su mujer. Las sorpresas en esta trama han conseguido que mi interés por la colección haya aumentado considerablemente.
Me gusta que Jeremy Adams tenga la grapa como unidad narrativa, consiguiendo que la lectura de cada número resulte satisfactoria en si misma y haga avanzar las tramas que se supone van a dominar el segundo año de la colección. En concreto, en el número 10 descubriremos que Andrina tiene su propia agenda, no se sabe con qué fines. Para recuperar un tesoro oculto, Andrina reanimará a unos piratas que protagonizarán un aventura con toques muy divertidos. Divertido, dentro de la duda que surge sobre si Andrina pretende de alguna manera traicionar a su padre. A todo esto, ¿Es su padre?
El número 11 es un tie-in con DC KO, en el que Arthur descubre que Deep Six, unos parademonios que son villanos clásicos de la colección, están intentando crear erupciones colcánicas submarinas que ayuden a la transformación de la Tierra en una nueva Apokolips. Esta aventura sirve para que descubramos el alcance de los nuevos poderes de Aquaman y el miedo que este poder divino pueda acabar corrompiendo a Arthur. Unos poderes que Andrina anima a Arthur a que lance contra todo aquel que le desafíe.
En la parte de la historia, lo principal de estas grapas de Jeremy Adams es que consigue ofrecer un entretenimiento genial que me mantiene interesado y con ganas de saber como van a seguir desarrollándose las tramas secundarias, entre las que tenemos las de la supuestamente fallecida Mera. Dentro de la narrativa de grapa que comentaba antes, me gusta mucho que se nota que Adams tiene un plan a largo plazo para Arthur Curry. De momento, la forma en que está desarrollándose todo me gusta mucho.
En el apartado gráfico tenemos a John Timms dibujando los número 9 y 10, mientras que el desconocido Nimit Malavia dibuja en número 11., todo con color de Rex Lokus. Timms no es una estrella, pero creo que está resultando un dibujante sólido para esta colección, brillando en la parte de la espectacularidad más que a la hora de la emotividad. En lo que más tiene que mejorar es en la expresividad de las caras de los personajes, pero creo que cumple con lo que un dibujante de superhéroes debe plantear en sus comics.
En relación a Nimit Malavia, dibujante del fill-in del número 11, me ha gustado. Su narrativa la veo buena, planteando un comic estupendamente dibujado que hace que no sienta que tenemos a un artista inferior para este número. Muchas veces el dibujo puede acabar siendo un problema que no suma interés a una colección, pero me alegra que Aquaman tenga cubierto el apartado gráfico.
El siguiente número de Aquaman ya se mete de lleno en el evento DC KO, al servir para ver uno de los combates de los cuartos de final del torneo, que enfrentará a Aquaman contra Hawkman. Un comic que analizaré con el resto de combates cuando me llegue de mi librería, probablemente ya en Enero. Pero de momento, lo mejor de esta nueva etapa de Aquaman es que Jeremy Adams se mantiene como un seguro de vida dentro de DC. Mientras siga con este nivel, sus colecciones son compra segura.
Comparto las primera páginas del número 9 USA:
Aquaman sigue siendo un estupendo entretenimiento, con unas sorpresas geniales que me mantienen deseando saber cómo continúa la historia.
PUNTUACIÓN: 7/10
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El segundo número de Robert Kirkman y Dan Mora en Transformers, con el color de Mike Spicer, mantiene el interés y las sorpresas.
PUNTUACIÓN: 8/10
¡Robert Kirkman y Dan Mora sacuden el universo Energon!
¿Optimus Prime… traicionado? La nueva esperanza de los Autobots puede acabar siendo su perdición.
¡La nueva epopeya de TRANSFORMERS continúa aquí!
El decepticon Thundercracker atacó el arca para intentar liberar a su amigo Skywarp de la tortura a la que Starscream le sometió, al usar sus partes para reparar el ordenador del Arca Teletraan-1, que se encarga de la reparación de los robots y la teleportación del arca. Frente a la inmoralidad de los decepticons, me encanta que Optimus Prime tenga unos principios morales que le hagan intentar ayudar incluso a un teórico enemigo.
Una de las cosas que más me gustan de Kirkman es que en tan sólo dos números en Transformers ya ha demostrado que las cosas no son blanco o negro absoluto. Al dilema moral del decepticon Thundercracker hay que sumar la confirmación que Miles Mayhem, el director del grupo Shadow Watch teóricamente bajo el mando del General Flagg, no es de fiar, y tiene sus propios planes para los autobots.
Además, dentro de la narrativa con múltiples protagonistas, me gusta que el comic tenga tiempo para mostrarnos qué están haciendo Carly y Spike en Chicago, ayudando a la reconstrucción, o Elita-1 y Cliffjumper en Cybertron.
En el dibujo, Dan Mora con Mike Spicer están perfectos. Mora añade una expresividad alucinante a todos los personajes, con unas páginas super dinámicas que son marca de la casa. Ya no sorprende la cantidad de cosas que suceden en apenas 20 páginas, con un Mora dibujando hasta 10 viñetas en alguna página, siendo 7-8 la cantidad más utilizada. A pesar de no tener ninguna splash-page en este número, la narración es super dinámica, consiguiendo que el tebeo se lea solo.
La primera obligación de una grapa es entretenerte y dejarte con ganas de leer la siguiente. En ambos apartados, Robert Kirkman y Dan Mora están triunfando, y me dejan con la idea que perfectamente pueden igualar o superar a la maravillosa etapa previa de Daniel Warren Johnson y Jorge Corona.
Comparto las primeras páginas del comic:
El factor entretenimiento está asegurado con Robert Kirkman y Dan Mora. Disfrute es absoluto.
PUNTUACIÓN: 8/10
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Cuarto número de New History of the DC Universe de Mark Waid, que en este último número viene acompañado por Howard Porter y Hayden Sherman en el dibujo, y Hi-Fi y Friona Farrel en el color.
PUNTUACIÓN: 6/10
La documentación de Barry Allen sobre la historia del Universo DC llega hasta nuestros días, comenzando con los acontecimientos que cambiaron el mundo en Flashpoint. Los héroes se enfrentan a nuevas amenazas como Perpetua y el Batman que ríe, y la próxima generación de héroes, como Jon Kent, Wallace West y Jackson Hyde, comienza a surgir de las cenizas de la destrucción a nivel de crisis. Todo conduce a la muerte de Darkseid y a un atisbo de lo que está por venir en el futuro. ¡No te pierdas esta última entrega!
Decepción. Es lo primero que pensé cuando terminé de leer este comic. Parte de la decepción empieza con la maravillosa portada de Chris Samnee para este comic. Si él hubiera dibujado esta Nueva Historia del Universo DC, el resultado sería un comic histórico que estoy seguro se vendería y disfrutaría durante años y años. En realidad, no es un tema de que si no lo dibuja Samnee no mola. Es que me valía cualquier dibujante que pudiera aportar su personalidad única a este comic. En su lugar, DC ha decidido que 8 dibujantes hayan trabajado en esta miniserie, provocando que el comic sea un popurrí de estilos diferentes que en muchas ocasiones ni siquiera encajan entre si.
Y como ejemplo, este cuarto número dibujado por el clásico Howard Porter, dibujante entre otros de la mítica etapa de Grant Morrison en la Justice League, y la nueva estrella Hayden Sherman (Absolute Wonder Woman y Batman: Patrones oscuros). Por separado, ambos dibujantes me gustan. Pero Porter y Sherman tienen estilos casi opuestos, con un Porter con unas páginas recargadas de líneas con los personajes mostrando emociones extremas, mientras que Sherman plantea justo lo contrario, dibujos con las líneas justas y unas páginas más frías ys in emoción. Es que son un huevo y una castaña leídos uno a continuación del otro.
Otro elemento que ha roto toda la cohesión es el color. En los números previos, cada dibujante trabajaba con un colorista diferente, pero se guardaba cierta coherencia cromática, consiguiendo que el salto entre dibujantes no fuera tan acusado. Sin embargo, en este cuarto número, ya no es que los dibujantes tengan estilos opuestos, es que el color de Hi-Fi y Triona Farrel es también super diferente. Hi-Fi tiene una paleta de color tradicional, mientras que Farrell plantea unos colores planos que generar un destrozo aún mayor. Como ejemplo mirad las páginas de preview de abajo. Es que no pegan en absoluto.
Es una pena que DC parece que ha primado la salida puntual de estos comics en lugar de haber cuidado la edición para convertirlo en un libro de cabecera para fans y profesionales de la casa. Y no se si este encargo se ha planteado como un premio para los diferentes dibujantes que han trabajado en él, pero la idea no les ha salido bien. De los 8 dibujantes, Jerry Ordway, Todd Nauck, Brad Walker, Michael Allred, Dan Jurgens, Dough Mahnke, Howard Porter y Hayden Sherman, creo que Allred y Sherman han sido los que más han desentonado en el global. Pero creo que hubiera sido mejor que, por ejemplo, Allred hubiera dibujado todo el comic, antes que el popurrí sin alma en que los editores de DC han convertido este comic. Qué pena.
En la parte de la historia, Waid empieza este cuarto número con Blackest Night, el evento de Green Lantern de Geoff Johns e Ivan Reis, llegando a Flashpoint y el reboot que reinició la línea temporal de DC. Pensando que dejé de comprar comics de DC durante varios años, este comic me resulta muy útil para rellenar los huecos que no leí. Me sabe muy mal por el problema que me genera los cambios de dibujantes. De nuevo, es que Sherman y Farrell no pegan en absoluto. Pero me gusta que Waid no se quede con llegar al presente que supone el inicio de DC KO, sino que se acuerde de los diferentes futuros alternativos que se han ido creando en DC a lo largo de los años. Este detalle me ha gustado mucho también.
Como siempre, al comic de Waid le sigue la línea temporal oficial, escrita por Dave Wielgosz a partir de la investigación que Waid y él hicieron para crear este comic. Esta línea temporal está aún más llena de detalles que sirven para que conozca las historias principales de DC Comics durante los años del desastre que fue el reinicio de los Nuevos 52.
Que quede claro que el problema de este comic NO es de los dibujantes que han trabajado en esta Nueva Historia del Universo DC, sino de los editores. Estoy seguro que cada uno ha hecho el mejor trabajo que ha sido capaz, pero alguien debería haber pensado que mezclar a estos artistas con estos estilos diferentes no iba a salir bien. Y lamentablemente, el resultado no puede ser más decepcionante. Qué diferente con la primera Historia de Marv Wolfman y George Pérez. No se en qué estaban pensando, pero han fallado de forma espectacular.
Comparto páginas de este comic especial:
DC ha perdido una oportunidad de oro de publicar un comic histórico. Lamentablemente, el baile de dibujantes, muchos de los cuales no pegaban entre si, ha convertido este comic en una amalgama de imágenes deslavazadas. Decepción.
PUNTUACIÓN: 6/10
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Con algo de retraso he leído la edición de Panini de la miniserie The Question: All along the Watchtower, realizada con guión de Alex Segura y dibujos de Cian Tormey, Andy MacDonald y Raúl Fernández, con color de Rómulo Fajardo Jr. y Patricio Delpeche.
PUNTUACIÓN: 5/10
¿Quién vigila la Atalaya? Tras Absolute Power, La Liga de la Justicia ha creado un refugio para todo héroe y heroína, pero ahora han de mantener su seguridad. Ahí entra Renee Montoya, en busca de un lugar en el que asentarse. Pero la Trinidad no la llamó para que se relajase en la Atalaya, sino para ocuparse de la oscura amenaza que se oculta bajo la superficie. Solo Question podría identificar dicha amenaza antes de que sea demasiado tarde.
Este volumen incluye Batman: The Brave and the Bold 15-17 y The Question: All Along the Watchtower 1-6 USA.
Como veis en los créditos, este volumen de Panini incluye la miniserie The Question: All along the Watchtower, pero también la historia corta Dualidad protagonizada por René Montoya en los números 15 a 17 de Batman: The Brave and the Bold. Una historia en tres partes de 12 páginas cada una, que me parece la mejor parte de este cómic. The Question es un personaje urbano que funciona en los callejones oscuros de Gotham o en Hub City. En esta historia René descubre que alguien está atacando a sus compañeros de trabajo y amigos para vengarse de ella por algo indeterminado de su pasado. René en ese momento es la comisaria de policía de Gotham, y tiene un importante dilema. Además, para ser una historia corta, el guión de Alex Segura hace un trabajo estupendo mostrando la historia de René y sus problemas como ex-alcohólica. Si a eso le sumamos un apartado gráfico muy acertado formado por el dibujante Andy MacDonald y el colorista Patricio Delpeche, tenemos un cómic muy destacable cuyo único problema es la extensión de la historia. Al tratarse de una historia que debe contarse en apenas 36 paginas, el guión tiene que ir al grano y se plantean algunas absurdeces en la forma en que se resuelve todo. Pero dicho esto, lo cierto es que esta historia deja claro el potencial que tiene Question dentro del universo DC.
Esta es la parte buena del cómic, dado que en realidad la historia principal no me ha gustado. En los comics de superhéroes y en general en cualquier historia de ficción hay una parte fundamental que es creerte la premisa. Por supuesto, estás historias no son «realistas», parten de situaciones fantásticas que obligan a cierta suspensión de la credulidad que te permitan entrar en la historia. All along the Watchtower no lo consigue en lo fundamental, que me crea que Question puede ser la «Sheriff» de la Atalaya, o incluso que la estación espacial necesite uno teniendo a Mr. Terrific, a Plastic Man o a Batman entre sus miembros, es absurdo. Y ya me lo pueden vender como quieran, es que no me lo creo.
Y lo cierto es que el cómic empieza bien, al sentir Batman, Superman y Wonder Woman que algo no funciona en la Atalaya de la nueva Liga de la Justicia Ilimitada, por lo que llaman a René para que use sus dotes como detective para descubrir el problema. Este arranque me gusta, y también la presentación de los secundarios Animal Man, Blue Beetle Ted Kord y Blue Beetle Jaime Reyes. Y por supuesto, la antigua novia de René Kate Kane, Batwoman. El primer número de esta miniserie muestra un potencial que lamentablemente el resto de la miniserie no alcanza.
Lo malo es que el caso es absurdo y provoca situaciones ridículas, al dar a uno de los enemigos de Superman unos poderes absurdos e inverosímiles. Porque si el villano controla el metal de la estación aparte de controlar mentes, no necesita hacer estallar la Atalaya, con abrirla al espacio ya mataría a todo el que esté dentro. Como digo, es todo una absurdez tras otra que me han sacado completamente de la lectura. La identidad de los villanos de esta miniserie es uno de los fails absolutos de la miniserie, al tener una potencia de fuego muy por encima de las capacidades de Question, algo que fuerza todas las situaciones. Y es una pena, porque el personaje de René me gusta y tengo claro el potencial que tiene. Pero es algo que queda diluido en una historia que no la pega y que va en contra de sus puntos fuertes.
En la parte del dibujo, Cian Tormey y Raúl Fernández con el color de Rómulo Fajardo Jr. creo que son funcionales y correctos. Sin más. Consiguen que los momentos de Batwoman molen, por ejemplo en su presentación, y consiguen que empaticemos con René ante los problemas que tendrá que enfrentar. Además, consiguen que las splash-pages y los momentos de los villanos resulten espectaculares. Lo malo es que la historia no hay por donde cogerla. Por no gustarme, el final me parece un fail absoluto, en el que René lanza al villano fuera de la Atalaya hacia la Tierra, ¿dejándole libre? No me ha gustado, no.
Para esta miniserie, DC ha planteado un rediseño de Question, con un abrigo largo, un pañuelo y un sombrero que hace que parezca un sheriff del far-west. Y dentro que no me parece feo, en realidad me gusta muchísimo más la imagen urbana clásica, con un traje de calle normal que solo destaca cuando René se pone la máscara que hace que sus facciones desaparezcan. Esa siempre fue la clave de Question, NO tener un traje de superhéroe, y el cambio de esta miniserie no mejora al personaje. Por ejemplo, me hace gracia lo del enorme rifle que lleva en su espalda, que no se sabe para que sirve ni lo que hace más allá de lucir molón.
Me sabe mal que no me haya gustado la historia de esta miniserie. Creo que el guionista Alex Segura debería mantenerse en las historias urbanas tipo Dualidad, ahí creo que si puede demostrar cuáles son sus puntos fuertes. Cuando se trata de super poderes y ciencia ficción, sus limitaciones se han hecho muy evidentes. Una pena.
Comparto las páginas del cómic, correspondientes a la historia de The Brave and the Bold:
The Question es un personaje urbano al que no le pega situarle en un contexto de ciencia ficción como el de esta miniserie. Espero que DC se deje de experimentos con René Montoya, porque el personaje tiene potencial dentro de historias de corte urbano.
PUNTUACIÓN: 5/10
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¡Feliz Domingo! A partir de las amenazas de muerte que recibió el escritor Tim Seeley por parte de fans enfadados por una historia suya en un comic online de Marvel, quiero ampliar a los intentos de determinados colectivos para censurar a creadores al creerse con la facultad de poder decirle a un escritor y a una editorial qué temas pueden tratar sus comics y cuales no.
La noticia la conocí a través de Bleeding Cool, al hacerse eco de que Tim Seeley, para mi siempre será el creador de Revival en Image Comics junto a Mike Norton, había abandonado X (Twitter) después de sufrir decenas de amenazas de muerte en esta red social. Aunque una locura así es injustificable, el motivo de la queja es la historia del comic online X-Men Age Of Revelation Marvel Infinity Comic #4, obra de Seeley y el dibujante Philip Sevy.
Age of Revelation es un futuro alternativo en el que Cifra (Doug Ramsey) se ha convertido en Revelation, y ha dominado el mundo. Todo lo que nos cuenta Age of Revelation NO es la línea temporal 616 y muy probablemente quedará borrado cuando las cosas vuelvan a la normalidad en Enero de 2026. Porque esta historia es la enésima repetición / variación de la Era de Apocalipsis en la que la línea temporal normal se ve interrumpida durante unos meses por una línea alternativa.
En este mundo de Age of Revelation, el comic en cuestión de Seeley Marvel Infinity Comic #4 nos cuenta la como la Illyana Rasputin (Magik) de esta línea temporal se ha convertido en la villana Darkchild. Tras ser traicionada por Revelation, Illyana muere en una misión y su alma va al infierno. O en realidad, al limbo, la dimensión infernal en la que se crio hasta que escapó gracias a su espada-alma y el control de sus poderes. Ahora que ella ha fallecido, su alma fue capturada por Belasco y S´Ym y su forma transformada en Darkchild. Eventualmente, Darkchild escapará del Limbo y se hará con el control de una parte de los Estados Unidos, que es como empieza Age of Revelation.
El comic muestra que Illyana está hambrienta y S´Ym se ofrece a darle comida (de hecho, tiene una pata de «pollo» en la mano), y le dice que se la da «si le convence que lo necesita». Darkchild responde que está agradecida por la forma en que S´Ym «satisface sus patéticas necesidades.» Esto puede interpretarse de la forma que se quiera, pensando que el alma de Illyana ha sido corrompida. Además, unos demonios esbirros de S´Ym se relamen ante Illyana, lo que invita a que imagines todo tipo de abusos. Abusos que no son explícitos en el comic. Como si la corrupción misma de su alma no fuera abuso más que suficiente.
El comic me parece que tiene un dibujo bastante flojo. Y la historia de Seeley me parece un trabajo alimenticio en el que recrea 40 años más tarde la mítica miniserie de los años 80 de Chris Claremont, John Buscema, Ron Frenz, Sal Buscema y Tom Palmer. La falta de imaginación de Seeley me parece lo más criticable de este comic, pero en realidad no es más que un comic digital que explica el origen de un villano de una línea temporal alternativa, no es que hayan alterado de forma irreversible al personaje de Illyana. En Febrero, cuando se retome su serie regular, en la que compartirá cabecera con su hermano Coloso, nada de esto habrá tenido lugar ni influirá en Illyana.
Estos detalles dieron igual, y provocaron a una jauría de haters que se lanzaron en tromba a insultar y amenazar de muerte a Seeley en Twitter.
Y esto es una locura absurda, pero merece la pena recordar que el que no te guste una historia de ficción no hace que su autor merezca la muerte. Por mucho que acuses de revictimizar a un personaje de ficción o que este ha sufrido violencia física o sexual en el comic, cosa que en realidad no se muestra explícitamente. El que opina esto es un desequilibrado mental peligroso, al que no se debería permitir que marcara la conversación de lo que puede o no decirse en un comic.
Al mismo tiempo, aunque no estoy al tanto de todo lo que se publica en redes sociales, hasta el momento en que estoy escribiendo estas líneas Marvel Comics, la empresa que aprobó la historia de Seeley y ha publicado el comic, no ha apoyado a Seeley públicamente. Tampoco he visto que haya surgido una marea de solidaridad por parte de otros autores de comics de Marvel ante las amenazas de muerte que ha sufrido un teórico compañero. Algo que muestra la cobardía de esta industria y como se achanta en cuanto alguien les acusa de «__ismo», en función del sectarismo identitario de cada momento. En este caso, la acusación es de «misóginos».
El guion de Seeley puede criticarse por su falta e imaginación y a sonar a algo que sobre todo los lectores veteranos ya hemos leído antes, mejor. A mi no me parece un comic especialmente bueno. Pero Seeley tiene razón en que es necesario el drama para que los comics no sean aburridos. Sobre todo en historias de universos alternativos que en las que nada va a tener repercusión futura una vez que se reinicie el universo Marvel 616 normal. Entiendo la intención de Seeley Y DE MARVEL de generar un shock que llame la atención de los lectores, pensando lo saturado que está el panorama comiquero americano. Que este comic haya provocado amenazas de muerte es asqueroso. Y que haya gente que no lo condene y de alguna manera lo justifique, aunque sea algo esperable, es igual de asqueroso.
Esta polémica hizo que algunas personas recordaran el «Women in refrigarators» para acusar a Tim Seeley, y de nuevo a Marvel Comics y la industria del comic en general de sexistas, machistas y misóginos.
Para quien no esté familiarizado con el término, fue creado en 1999 por Gail Simone cuando aún era una bloguera y columnista aspirante a escritora de comics, en la época en la que Warren Ellis la empezaba a promocionar en su mítico foro de internet. Women in Refrigerators plantea la idea de que los personajes femeninos sirven básicamente como un recurso argumental para motivar y hacer avanzar la historia de un héroe masculino, en lugar de tratar al personaje femenino como un personaje por derecho propio. El término nace a partir del Green Lantern vol. 3 #54, publicado en 1994, en el que el héroe Kyle Rayner encuentra a su novia, Alexandra DeWitt, asesinada y metida dentro de su frigorífico por el villano Major Force.
Dependiendo de la persona que plantee la idea, esta práctica puede considerarse un ejemplo de escritura perezosa, de sexismo o misoginia descarados, o de promoción de la violencia contra las mujeres. Y en defensa de quienes defienden esta idea, a lo largo de la historia de los comics de superhéroes, es fácil encontrar numerosos ejemplos de personajes femeninos secundarias en comics de héroes masculinos traumatizadas, agredidas o incluso asesinadas.
Pero ¿esto en realidad se trata de un problema de género? Dentro que por supuesto algún ejemplo concreto si pueda ser resultado de machismo, etc… en realidad no creo que pueda trasladarse como un problema que afecta a toda la industria. El concepto de «mujeres en neveras» es una consecuencia de uno de los recursos más utilizados en la narrativa, sobre todo en el ámbito heroico y/o mitológico. Una de las formas más eficaces de provocar un shock en un héroe que provoque el inicio su viaje y/o misión es matar a alguna de las personas que le rodean. Este tropo es algo tan antiguo como la ficción misma, existe desde siempre. Desde antes incluso de la mitología griega. Ahora bien, ¿afecta de manera desproporcionada a las mujeres? No estoy seguro. Pero incluso aunque así fuera, no es algo que pueda atribuirse al sexismo.
Poner en peligro a las personas queridas por el protagonista es una forma segura de iniciar el viaje del héroe. Eso podría considerarse sexista, si no fuera porque los personajes masculinos queridos por los protagonistas mueren con la misma frecuencia que los femeninos. ¿Cuántos personajes masculinos que actúan como mentores mueren para que el protagonista, sea hombre o mujer, aprenda alguna lección o empiece su misión? ¿Cuántos padres son asesinados, solos o junto a sus esposas, para convertir a los héroes en huérfanos? El tío Ben, T’Chaka, Thomas Wayne, Obi-Wan, Yoda, el tío Owen, Jor-El, Jonathan Kent, Alfred, Jason Todd, Bucky Barnes… La muerte de un personaje masculino para motivar a un héroe masculino es igual de frecuente que la muerte de uno femenino. Por poner otro ejemplo, Frankenstein ha vuelto a ser popular gracias a la película de Guillermo del Toro. Pero en la novela de Mary Shelley, el hermano menor y el mejor amigo de Víctor Frankenstein mueren antes de que muera también su prometida.
También es difícil considerar esto como algo sexista cuando le pasa también al interés amoroso masculino de los personajes femeninos. En la película de Wonder Woman Steve Trevor es quien muere al final para motivar el crecimiento de Diana y provocarla un trauma a ella. Esto también le sucedió a Steve varias veces en los cómics, muriendo y siendo resucitado para cambiar la motivación de Diana. Terry Long, el marido de Donna Troy también fue asesinado en The New Teen Titans para generarle un drama a Donna. Lo mismo ocurre con los personajes homosexuales. Moondragon acabó siendo asesinada para motivar a su amante Phyla-Vell. No se trata de que a las mujeres les sucedan cosas malas para motivar a los héroes masculinos. Se trata de que a los personajes secundarios, sean hombres o mujeres, les sucedan cosas malas para motivar al héroe, sea hombre o mujer. Y es una práctica que probablemente no cambiará, ya que es una forma segura de crear drama.
DC trató mal a Barbara Gordon cuando Joker la disparó y la dejó paralítica en Batman: La Broma Asesina de Alan Moore y Brian Bolland. El abuso sufrido por Barbara es uno de los ejemplos más repetidos cuando se habla de «Women in refrigerator». Pero, ¿Sabéis qué más hizo DC con 10 meses de diferencia? Mataron a Robin (Jason Todd). ¿Puede ser sexista una cosa y algo normal en el comic de superhéroes la otra? Yo no creo que sea un ejemplo de sexismo, sino que los editores a finales de los años 80 creían que los secundarios le quitaban fuerza a Batman, y por eso optaron por eliminar a todos sus compañeros. Chicos y chicas. Lo mismo podría decirse de Supergirl, que tras morir en las Crisis en Tierras Infinitas y Superman fuera reiniciado y simplificado por John Byrne, se decidió eliminar a Superboy, a Krypto o la ciudad de Kandor. Se habla mucho de la muerte de Supergirl, aunque Barry Allen (Flash) también murió en las Crisis. De facto, Superboy también «murió» editorialmente hablando, al no aparecer en un comic durante años. Luego todos fueron recuperados, Barbara Gordon se convirtió en Oracle, Tim Drake se convirtió en el tercer Robin y Supergirl acabó volviendo a la vida. Pero esa es una historia para otro día.
Igual que digo esto, creo que el maltrato que sufrió Carol Danvers en el infame Avengers 200 (1980), en cuyo guion aparecen acreditados David Michelinie, Bob Layton, Jim Shooter y George Pérez, y que fue «arreglado» por Chris Claremont en el Annual 10 (1981), es uno de los ejemplos más terribles de destrozo provocado a un personaje por unos guionistas y editores que odiaban a este personaje y querían desembarazarse de él. Eso es así. Pero excepto casos como el de Carol Danvers, creo que en la mayoría de casos no existe sexismo, sino el resultado de un escritor perezoso que va a lo fácil para provocar un drama en el protagonista a costa de unos de sus personajes secundarios. Ni siquiera tengo claro que hubiera sexismo en el caso de Carol Danvers, porque casi inmediatamente después Marvel presentó a una nueva Capitana Marvel, Monica Rambeau. Sexismo no, odio a ese personaje concreto, seguro que si.
Hay otro elemento para mi muy ilustrativo que se repite en todas estas denuncias de «Women in refrigaterator» que se repiten cada cierto tiempo. Y es que los ejemplos que se ponen son siempre los mismos, en muchos casos de hace más de 40 años. Carol Danvers, Barbara Gordon, Illyana Rasputin, X-23, Felicia Hardy, Janet Pym, Jessica Jones… Su drama se vivió en comics publicados hace más de 15 años. ¿Puede decirse que la industria es sexista cuando no existen ejemplos recientes? Incluso cuando yo mismo no creo que el propio concepto exista en realidad o demuestre la existencia de un sexismo sistémico, aunque seguro si existan ejemplos puntuales que si sean sexistas.
Cuando se critica a Tim Seeley por su comic y se pone el grito en el cielo contra una industria misógina, aunque no encuentras otros ejemplos similares en un personaje principal en los últimos 5/10 años, ¿El problema es el supuesto sexismo de los comics o que quieres forzar que no se traten temas que a ti no te gustan? No creo en el concepto Women in refrigerator, pero incluso si lo hiciera, ¿Marvel no puede publicar un comic en el que un personaje femenino sufra cuando no ha publicado nada similar en 10 años? ¿En serio? Los personajes masculinos si pueden morir o ser torturados, pero los femeninos parece que no. Tampoco convertirse en villanos. Solo se puede escribir de lo que ELLOS quieran.
Y el caso es que diría que es normal que se quejen, porque en los últimos 10/15 años cada vez que un flipado o flipada ha gritado «machista» a Marvel, la editorial se ha acojonado SIEMPRE y ha agachado la cabeza y ha pedido perdón. Y creo que es lamentable que Marvel escuche a gente que justifica que se amenace a un escritor por escribir un comic que no les ha gustado. O que directamente sean los que hagan las amenazas. En algún momento, Marvel tendrá que plantarse ante gente violenta como esta. Pero no será hoy.
Otro melón que podría abrirse es que estoy bastante seguro que la mayoría de personas que han realizado estas amenazas e insultos no han comprado el comic. O en este caso, no están suscritos al Marvel Unlimited. Y se quejan «de oído». De forma que Marvel no deja de pedir perdón a gente que ni siquiera compran sus comics. Una gente que ha marcado la agenda de lo que Marvel publicaba y a las que la editorial escucha más que sus clientes reales, los compradores. Pero creo que esto es un embolao para otro día.
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