Tercer número de la miniserie La muerte de Estela Plateada de Greg Pak y Sumit Kumar, con color de Frank D´Armata, que nos trae unos invitados de excepción.
PUNTUACIÓN: 7/10
Estela Plateada… ¿traicionado o traidor? Una amenaza más vieja que el Universo, nacida de los pecados de Galactus, ha sido liberada. Con Estela Plateada abatido, Los 4 Fantásticos deben hacer una apuesta desesperada. La última esperanza de Norrin Radd y de la Tierra podría residir en su enemigo más odiado…
El tercer número de La muerte de Estela Plateada puede considerarse un número de transición mientras nos dirigimos hacia el climax final. La portada no deja lugar a duda, Los 4 Fantásticos han estado tan ligados a Estela Plateada que no podían no aparecer en la que nos están vendiendo que es la última aventura de Norrin Radd. Su aparición sirve para responder qué es lo que Dennis Harmon, el dueño de ONA, encontró en el número anterior. Y no era el cadáver de Galactus, sino una costra creada a partir de una gota de su sangre, que aparentemente posee un poder cósmico inmenso. Con este poder, Harmon puede rehacer la Tierra según sus deseos o destruirla. Pero mientras la Primera Familia se dirige a intentar liberar a Norrin Radd de su cautiverio.
En el comic domina una larga escena entre los 4 Fantásticos y Kelly Koh, que protege la nave donde está preso Norrin. Es curioso que el protagonista del comic esté ausente del comic, aunque intenta convencer a Koh de que haga lo correcto. La pelea me recordó los comentarios sobre quien sería más fuerte, si Hulk o Thor, y la respuesta de Stan Lee siempre fue «el que quiera el guionista según el momento». Por mucha tecnología que tenga Koh, que gane a los 4F es un poco ridículo, si no fuera que es lo que necesita Pak que suceda para que la historia llegue a donde le interesa. Con todo, la acción está bien planteada y el entretenimiento asegurado.
Por la parte del dibujo, como en los números anteriores el dibujante Sumit Kumar hace un buen trabajo, apoyado por el buen color de Frank D´Armata. Un buen trabajo, pero no uno fantástico (aprovechando los invitados de este número). La acción está bien planteada y Kumar nos da varios momentazos visuales, con lo que en realidad me gusta lo que veo. En este número merece destacarse que Kumar dibuja a los 4F con un nuevo uniforme, un uniforme que la verdad es que queda chulo. En la parte gráfica, hay que destacar la potente portada de Dike Ruan y Rachelle Rosemberg, que me gusta mucho. Al ifual que las anteriores.
Los 4 Fantásticos no podían liberar a Norrin Radd, su papel en esta historia creo que ha terminado. Es Kelly Koh, la que debe hacer lo correcto, pero antes creo que tendremos que conocer su pasado y por qué odia a todos los alienígenas. De hecho, sin saber nada del final, apostaría que Marvel ha planteado esta miniserie para jubilar a un personaje y dar protagonismo a la que será la próxima Estela Plateada. Una mujer, igual que vimos en la película. Aunque en este caso sea Kelly Koh.
El caso es que de momento todo lo que he leído me parece que está bien, pero si el objetivo se confirma que es este, no por una idea creativa sino por el mandato de los directivos de aproximar los comics a la película, sería algo que me molestaría bastante. En todo caso, habrá que ver si esto se confirma en los próximos números y si la ejecución es la adecuada.
Comparto las primeras páginas del comic:
La muerte de Estela Plateada se dirige a buen paso hacia lo que probablemente sea la sustitución del protagonista.
PUNTUACIÓN: 7/10
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Benjamin Percy y Geoff Shaw, acompañados por Bryan Valenza en el color, continúan las aventuras del General Trueno Ross de nuevo convertido en Hulk Rojo, dentro del actual marco narrativo de Un mundo bajo Muerte.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Cruce con Un mundo bajo Muerte. «Trueno» Ross, el Hombre Máquina y Deathlok han escapado de las garras del Doctor Muerte. Con Muertebots a su caza y captura, pronto descubrirán que, ahora que el villano ha conquistado la Tierra, la batalla no ha hecho más que complicarse.
Este comic de Panini incluye Red Hulk 4-6 USA.
Me gusta el trabajo del guionista Benjamin Percy en Marvel. Percy no inventa ninguna rueda, pero su X-Force y Motorista Fantasma fueron comics estupendos, cada uno a su manera. A Percy la acción paramilitar y el terror se le dan bien, y eso le convertía en el guionista perfecto para esta nueva colección de Hulk Rojo dentro del actual evento Un mundo bajo Muerte. El primer número de la colección publicado por Panini me pareció modélico en la presentación del protagonista Thaddeus Ross y de los secundarios, Deathlok y el Hombre Máquina. Ross es un militar que se demuestra un gran estratega, y tengo debilidad por Deathlok, así que el disfrute fue absoluto.
Tras el clifhhanger del número enterior, aparte de sobrevivir, Ross tendrá que encontrar la manera de volver a convertirse en Hulk Rojo si quiere derrotar a Muerte. Primero tendrá que luchar contra los Muertebots, y luego con el mismísimo ejército de los Estados Unidos, que ahora se encuentran bajo el control de Muerte. Las tres grapas USA contenidas en este número de Panini hacen avanzar un montón la historia y ofrecen situaciones super locas, acción estupenda y otro estupendo cliffhanger que provoca que la compra del siguiente número, que será el último de la serie, sea obligada.
En el complejo mundo editorial de Marvel, con plazos de entrega cada vez más ajustados, tiene mucho mérito que Geoff Shaw haya dibujado los 6 primeros números de la colección sin interrupción. Al igual que me pasa con Percy, Shaw es un dibujante que me gusta mucho, dentro que me doy cuenta que no será nunca un super estrella. Sin embargo, la caracterización de los personajes es perfecta, sus escenas de acción molan y saba sacar el máximo partido de la historia de Percy para plantear montones de momentazos visuales. Por la parte artística, no tengo ninguna queja. Es más, me ha gustado mucho.
Percy y Shaw tienen claro el objetivo de entretenimiento escapista que tiene este comic, y nos dan justo lo que los lectores necesitamos. Por ponerle un pero, el Hombre Máquina no deja de ser destruido y ensamblado de nuevo con demasiada facilidad, y su papel de hacker facilitador está un poco cogido por los pelos, pero todo funciona razonablemente bien dentro de una historia que sabemos que se mueve por el over-the-top. El dibujo creo que está super bien y cuenta la historia de la mejor manera posible, consiguiendo que la lectura sea un éxito.
La colección de Hulk Rojo terminó en el número 10 es USA, al mismo tiempo que terminaba el evento Un mundo bajo Muerte. Lo que estamos leyendo en esta colección es ciertamente secundario y no va a afectar en nada en el final del evento, pero creo que ha servido para ampliar la escala de lo que supone que Muerte se haya convertido en el señor del mundo. A falta de saber si Percy consigue cerrar bien la historia, algo que suele ser el punto flaco del guionista, queda la duda de si va a ser un punto y seguido, o la historia de Trueno Ross como Hulk Rojo va a terminar por el momento. Pero de momento tengo que decir que el viaje está siendo la mar de entretenido.
Comparto las primeras páginas del número 4 USA:
Red Hulk me está pareciendo un comic super entretenido muy bien dibujado que sabe qué tipo de entretenimiento ofrece a sus lectores, y nos lo da sin avergonzarse. Más comics sin pretensiones como este, por favor.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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La Biblioteca Marvel: Los Vengadores llega a otro momento histórico de la colección con la llegada de VISIÓN. Unos comics clásicos de Roy Thomas, John Buscema, Don Heck y Werner Roth.
PUNTUACIÓN: CLÁSICO ABSOLUTO
Es más que un cómic: es una máquina del tiempo. Los Vengadores de la actualidad luchan contra los fundadores del equipo, en el segundo Annual de su serie, en que tiene lugar el debut del Centurión Escarlata. Acto seguido, presentamos el debut de La Visión, en que descubrirás que hasta un androide puede llorar, y sin tiempo para un respiro asistimos a la llegada de Chaqueta Amarilla. Contiene los correos de lectores de la edición original y la cronología que lo sitúa todo en contexto. ¡Biblioteca Marvel, como siempre y mejor que nunca! ¡No puedes perderte esta edición histórica!
Este volumen incluye The Avengers 56-59 y Annual 2, publicados originalmente en 1968.
Estamos en 1968 y Marvel Comics ya estaba perfectamente engrasada y afianzaba el éxito de ventas y de acogida por parte de los lectores de esa época. La editorial iba viento en popa y Roy Thomas ya estaba asentado como guionista de la serie, aunque aún recibía notas de Stan Lee de tanto en tanto.
Este volumen de la Biblioteca Marvel se compone de 5 números, dado que el Annual 2 es un especial con más del doble de páginas. En el primer número, el 56 USA, los Vengadores usan la máquina del tiempo del Doctor Muerte, usada Fantastic Four #5, para viajar al pasado para que el Capitán América pueda comprobar si Bucky realmente murió al final de la 2ª Guerra Mundial. Esta aventura se convierte en una absurdez cuando los Vengadores se convierten en fantasmas que no pueden interactuar con el pasado, sólo ver lo que sucede. Algo que plantea un uso diferente a como funcionaba la máquina del tiempo en el comic de los 4F que deja claro el «todo-vale» que marcaba esos años. El comic provoca un cambio en el pasado, ya que debido a algo misterioso, Avispa se queda dormida y aprieta sin querer un botón que provoca que los héroes en el pasado se vuelvan de carne y hueso, iniciando una pelea contra Zemo y sus robots. Aunque Zemo no se de cuenta porque parece alelado, y el Capitán América se convence que Bucky debió morir, en realidad el pasado de 1944 ha cambiado. Sin embargo, en este momento nadie se da cuenta de ello, planteando su retorno al presente.
Esto nos lleva al Annual 2 de Los Vengadores. En la introducción, Raúl López indica que este Annual tiene una importancia capital dentro de Marvel, al ser la primera historia que planteaba universos paralelos o mundos alternativos. El nuevo villano Centurión Escarlata, una versión intermedia de Inmortus y Kang, alteró emocionalmente al Capitán América para que quisiera viajar al pasado por Bucky. Además, provocó que Avispa se durmiera, lo que provocó la aventura que vivieron en el número anterior. Cuando Los Vengadores llegan a su presente, se encuentran un mundo muy diferente al que abandonarons. En él, Los Vengadores originales (Iron Man, Hulk, Thor, Avispa y ¿Hombre Gigante, no era el Hombre Hormiga?) justo después del número 2 USA, recibieron la visita de Centurión Escarlata, que les hipnotiza, alterando el continuo temporal. Este cambio genera una Tierra en la que los Vengadores convertidos en villanos eliminaron a todos los héroes y villanos, convirtiéndose en el único grupo de superhéroes.
Cuando llegan los «Nuevos» Vengadores, tenemos un enfrentamiento entre ambos grupos. En el primer combate los ahora villanos están a punto de vencer, mientras que en el segundo, Roy Thomas se inventa algunas situaciones ridículas para que Hulk y Thor sean derrotados. Si una cosa queda clara leyendo estos comics es que Thomas planteaba historias que pintaban muy bien, pero por lo general no sabía terminarlas satisfactoriamente, cayendo en situaciones ridículas con mucha frecuencia. Para ridícula, la forma en que se derrota al Centurión Escarlata y se arregla el continuo temporal. No es que sea ridícula, que lo es, es que en realidad no tiene sentido. Es terrible.
A pesar del interés histórico que tiene este Annual, lo cierto es que es el comic más flojo de este volumen. Flojo por la historia de Thomas, por ejemplo dando al villano todo tipo de poderes absurdos como provocar que una persona se duerma sin estar él en ese continuo. Aparte que si el Centurión Escarlata había cambiado el pasado, los «nuevos» Vengadores en realidad no habrían llegado a existir. Es todo realmente ridículo y sin sentido.
El otro motivo de queja es que este Annual está dibujado por Don Heck y Werner Roth, abocetando las páginas Heck para que las terminara Roth. Ver estas páginas al lado de las de John Buscema, que dibuja la colección regular, son un bajón. Todo lo bueno que tiene el dibujo de Buscema en lo relativo a composición de página, dramatismo y espectacularidad, Heck y Roth no lo tienen. La diferencia es abismal.
Y es que más allá del interés de las diferentes historias de Roy Thomas, el verdadero tesoro de estos comics es poder disfrutar del dibujo de John Buscema. En muchos casos comento que hay que leer estos comics clásicos entendiendo el contexto histórico para no tener muy en cuenta algunas de las absurdeces o machistadas que podemos encontrar. Porque no hay que olvidar que hablamos de comics publicados hace más de 55 años. Pero esto en realidad no se aplica al dibujo de Buscema, que tiene una calidad abrumadora. Ya le gustaría a la mayoría de dibujantes actuales de Marvel poder transmitir el dramatismo y la espectacularidad como lo hace Buscema en estas páginas. Aparte de lo bien narrado que está todo. Para mi, poder disfrutar de Buscema me compensa de sobra el precio de este comic.
Aparte del Annual 2 y la presentación de Centurión Escarlata, en realidad lo importante de este volumen de la Biblioteca Marvel Los Vengadores son los comics con la presentación de Visión primero, y de Chaqueta Amarilla después.
Visión es el protagonista de los números 57 y 58 USA. En el primero, Ultrón le lanza para matar a los Vengadores, empezando por Janet Van Dyne. En positivo, Thomas emplea tiempo que que veamos la vida de los personajes alejados de los Vengadores. Ojo de Halcón intenta tener una relación con Viuda Negra, pero son interrumpidos, mientras que Black Panther descubre que le gusta ser el héroe del pueblo tras detener a unos ladrones en un barrio afroamericano. Sin embargo, los diálogos de Thomas, por ejemplo entre Janet y Hank Pym suenan super rancios. En este número, Visión traiciona a su creador Ultrón y acaba destruyéndole en una escena ridícula que parezca como si Thomas y Buscema se quedaran sin espacio y tuvieran que matar a Ultrón de la forma más tonta en una viñeta. Por suerte, el dibujo de Buscema compensan los problemas de la envejecida historia de Thomas.
En el número 58, Visión se une a los Vengadores, y para ello Iron Man, Thor y Capitán América aparecen para dar su voto favorable. En este número hay una espectacular splash-page de Buscema en la que homenajea a todos los personajes que han sido miembros de los Vengadores. En esta página aparece Hércules, Viuda Negra, Mercurio y Bruja Escarlata, pero lo curioso es que hay un error, al incluir también a Spider-Man que nunca llegó a ser miembro.
Tras ser nombrado, Los Vengadores intentarán descubrir el origen de Visión, dando lugar a la mítica frase, «hasta un androide puede llorar». En este número, los Vengadores descubren que Ultrón es creación de Hank Pym, que le lavó el cerebro para que olvidara lo sucedido, y luego Ultrón construyó a Visión en un laboratorio en una casa de Pym. Visión es un sintozoide, un androide con órganos sintéticos, a los que Ultrón añadió la consciencia de Simon Williams, el Hombre Maravilla, después que falleciera y Pym salvara sus pautas cerebrales antes que falleciera.
Aunque la presentación de Visión es lo más recordado, este número resulta enormemente importante porque crea las bases de la desestabilización mental de Hank Pym, primero con la llegada de Chaqueta Amarilla y luego con la depresión y otros problemas mentales que sufrió Pym a lo largo de los años, que culminaron con la agresión a Janet años más tarde.
La presentación de Chaqueta Amarilla fue justo en el número siguiente, el 59. Y resulta curioso leerlo por primera vez, porque por supuesto conozco que Chaqueta Amarilla es una personalidad desquiciada de Hank Pym que nace como respuesta del control mental que sufrió por parte de Ultrón. Pero pensando en los lectores que no sabían nada más que lo que esta grapa nos cuenta, es muy curioso ver la presentación de un supuesto ¿héroe / villano? que exigía entrar en Los Vengadores y como mérito afirmaba haber matado al Hombre Gigante.
Chaqueta Amarillo es un personaje aún más pagado de si mismo que Ojo de Halcón, llevando al extremo la personalidad de «soy el mejor y lo se». El dibujo de Buscema destaca por su expresividad y dinamismo como siempre, planteando un rango de emociones extremas en este nuevo personaje. Aunque el comic plantea el inevitable enfrentamiento entre los Vengadores y este teórico nuevo villano, el comic termina con el enorme cliffhanger de Avispa afirmando que la pelea debe concluir porque ha decidido casarse con él. Con el asesino de su novio. Evidentemente este debe ser debido a que Janet a descubierto que Chaqueta Amarilla es en realidad Pym, pero esa sorpresa tendrá que esperar al próximo volumen.
Aunque Thomas intenta dar protagonismo a todos los personajes, me parece llamativo que desde la marcha de Capitán América, Hank Pym era el principal protagonista del grupo, con muchas situaciones girando en torno a él. Como comentaba, la creación de Ultrón fue cosa suya retroactivamente, al haberlo olvidado, y la creación de esta nueva personalidad y la confirmación de sus problemas mentales creo que fue algo nada habitual de ver en un comic de esta época.
Con la llegada de John Buscema el disfrute de esta Biblioteca Marvel Los Vengadores se ha multiplicado. Y me gusta poder leer por primera vez la llegada de Vision o de Chaqueta Amarilla. Estos si son comics que merecen tenerse. Y con el cliffhanger con que nos han dejado, tengo ganas de saber cómo van a explicar Thomas y Buscema lo que le está sucediendo a Hank Pym.
PUNTUACIÓN: CLÁSICO ABSOLUTO
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Tercer número de Imperial, el comic de Jonathan Hickman, Iban Coello, Federico Vicentini y Federico Blee en el que se intenta insuflar nueva vida a la franquicia galáctica de Marvel. Un número en los que se ponen las cartas sobre la mesa y conoceremos a los dos villanos en la sombra que han conspirado para provocar la guerra.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
Tercera parte del gran evento cósmico de Marvel. Mientras la guerra comienza a extenderse a lo largo del universo, descubrimos quién ha orquestado el gran juego de poder entre las casas y se presenta la última oportunidad para detener la contienda. ¿Serán los héroes capaces de hacerlo?
Si me habéis leído desde hace tiempo, creo que sabéis que no conecto con el estilo de escritura de Jonathan Hickman. Así que en realidad me doy cuenta que el problema es mío por comprar algo que hay muchas posibilidades que no me vaya a gustar. Pero al final siempre pesa más el deseo de saber cual va ser la siguiente «Next-Big-Thing» de Marvel, ya que en los últimos años han decidido que sea Hickman quien lance los nuevos conceptos que se quiere que sean importantes en los próximos meses y años.
Imperial es el intento de revitalizar la franquicia galáctica de Marvel, con una miniserie planteada para generar una guerra de todos contra todos que presente un tapiz interesante para nuevas historias que llamen la atención del lector. Este tercer número de miniserie me recuerda muchísimo a la para mi fallida miniserie Ultimate Invasion que presentó la nueva versión del Universo Ultimate. Y en concreto, este Imperial 3 es demasiado similar al Ultimate Invasion 3, el comic en el que Hickman planteó una grapa doble para mostrar a los villanos de ese universo hablando de principio a fin para explicar sus planes de dominación de este mundo. Todo un comic empleado en una conversación.
Imperial 3 desvela el misterio de los 2 jugadores que han conspirado en la sombra para provocar esta guerra civil. A poco que conozcas el universo Marvel, hay un ser cósmico que estaba cantado que sería uno de los dos jugadores. La sorpresa positiva del comic está en la identidad del segundo jugador, que significa el retorno de un grupo ausente del universo Marvel desde hace más de 5 años. Aunque Hickman cree, siempre lo ha creído, que ver a gente lista hablando de sus cosas va a resultar interesante para el lector, lo cierto es que no es así. Incluso con la sorpresa nada sorprendente que uno de los jugadores traiciona al otro justo cuando el otro quería traicionar al primero. La realidad es que el comic es un tostón, lo contrario a entretenido.
Hickman fracasa por su frialdad emocional y porque en realidad los personajes no pueden traernos más sin cuidado. El segundo villano que plantea la sorpresa del comic es un villano al que siempre he considerado super repelente, no me gusta nada. De hecho, diría que nunca fue la mente maestra que Hickman le hace ser en este comic. La idea de que planee conspiraciones con más de un año de antelación y lo organice todo para ganarle la mano a un ser cósmico que si es experto en esos menesteres, es uno de esos cambios de naturaleza tan habituales en los comics de Hickman. Cambios que alteran la esencia de los personajes para que el engranaje que plantea puede suceder. ¿Os suena esto de otros comics previos de Hickman?
Cada escritor escribe sus historia como quiere, con la estructura que mejor le convenga. Pero no aguanto que Hickman no plantee la grapa como unidad narrativa satisfactoria, pegándome una chapa expositiva acojonante en este número. Justo como ya hizo en Ultimate Invasion 3. De hecho, mi yo cínico me hace plantearme (de nuevo) que Hickman ni siquiera quiere contar una historia completa sino un prólogo de otra cosa mayor, y por eso sus últimas miniseries son apenas de 4 números. Porque el final es lo de menos, de hecho, posiblemente ni siquiera plantee uno. Y no es que el Hickman de «estructura sobre personajes» me sorprenda con nada que no supiera. Pero quizá si me sorprende que Marvel venda todo como un comic «inteligente» con nuevas ideas, mientras plantea que la guerra empieza gracias a que los skrulls se han infiltrado en todos los reinos y cometen actos de terrorismo. LOS SKRULLS. Super novedoso todo, qué os puedo decir que no sepáis.
Siguiendo con la comparación con Ultimate Invasion, al menos esa miniserie estuvo dibujada en su totalidad por Bryan Hitch, que hizo que el comic diera gusto verlo. Sin embargo, en estos dos años Marvel ha avanzado con su estrategia de desmerecer la importancia de sus artistas en sus comics. Los editores de Marvel creen que los dibujantes son secundarios e intercambiables, por eso no ven un problema en que esta miniserie esté dibujada por Iban Coello y Federico Vicentini, con el color de Federico Blee. Coello me gusta bastante, Vicentini menos. Y ambos se reparten los capítulos del comic. Pero al final la sensación es de un comic sin personalidad, más allá de la narrativa de estructura de Hickman. Y un comic sin personalidad gráfica es un comic sin alma. Otro elemento que no ayuda al disfrute del comic.
Fruto de la estrategia de Marvel de generar apenas un prólogo, me encuentro que Panini no va a publicar el mes que viene el final de esta miniserie de 4 números, sino un tomo en el que se recopilan los 5 one-shots Imperial War: Black Panther, Planet She-Hulk, Exiles, Nova Centurion e Imperial Guardians. Especiales planteados como prólogo de las series regulares o miniseries que surgirán a raíz de este evento. Y tras leer una miniserie super insatisfactoria que ni siquiera ha terminado, me doy cuenta de dos cosas:
– Imperial NO me deja con ganas de leer nada más.
– Incluso en el caso del comic que si me genera cierta curiosidad, la serie de Nova que guioniza Jed MacKay, NO voy a comprar ese comic a sabiendas que inmediatamente se cruzará con el resto de comics que no me interesan.
Si el objetivo de un comic es provocar en el lector las ganas de leer los siguientes, Hickman NO ha cumplido con su parte del trato. Compraré el último número de Imperial en Febrero y ya. Y creo que va siendo hora que me baje definitivamente del carro Hickman, por muy importante que diga Marvel que va a ser su siguiente concepto que busque revitalizar a un personaje o franquicia. En realidad, es que son comics que no son para mi. Llevo tantos años leyendo comics Marvel que se me hace difícil, casi doloroso dejar ir este universo. Pero tras darle incontables oportunidades para que me enganchen con lo que sea, me doy cuenta que igual ha llegado el momento de dejarlo descansar una temporada. Dejé de comprar DC y el mundo no se detuvo. Ahora años más tarde DC está mejor que nunca y parte de su atractivo reside en el tiempo transcurrido y las ganas de reencontrarme con muchos personajes. Probablemente esto mismo le sentaría bien a Marvel. Va a ser fácil ponerlo en marcha, simplemente esperar que las etapas de los comics que compro vayan acabando.
Comparto páginas del comic:
La capacidad de Hickman de no contar nada satisfactorio con una grapa de 40 páginas está alcanzando dimensiones épicas. Un grapa entera de Imperial para descubrir el plan del villano. Vaya tela.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
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Un mundo bajo Muerte muestra en su sexto número de nueve el pecado original de Victor Von Muerte convertido en el Hechicero Supremo. Esta grapa de Ryan North, R.B. Silva y David Curiel nos ha ofrecido el interés que la serie no había conseguido transmitir hasta ahora. Ojalá sea el comienzo de un buen final.
PUNTUACIÓN: 7/10
En un desesperado intento por derrotar a Muerte, Reed Richards descubre el secreto de cómo alcanzó la dominación mundial. ¿Será suficiente para que la gente le dé la espalda? ¿Y qué es lo que Muerte ha estado ocultando en el domo de Latveria? Todo será revelado, a un precio terrible.
Hasta el momento, la miniserie-evento Un mundo bajo Muerte estaba resultando un bluff tremendo. Uno de sus principales pecados es que parecía que «perdía» el tiempo en tramas y situaciones sin interés, mientras las cosas realmente interesantes quedaban en un segundo plano. En este sexto número por fin tenemos algo interesante que toca el núcleo de la enemistad entre Muerte y Reed Richards, que es el choque intelectual y el interés de Muerte desde siempre de demostrar que es más inteligente que Reed. Cosa que obviamente nunca ha sucedido.
El debate entre Muerte y Reed está muy bien planteado por parte de Ryan North, haciendo que Reed intente convencer con la fría lógica mientras que Muerte apela a las emociones más básicas de los espectadores. Por eso empieza ganando. North hace una conexión entre Muerte y los populismos actuales, al ofrecer Muerte seguridad y certeza aunque sin aclarar qué se va a perder en el camino, mientras la lógica de la ciencia pierde importancia frente a la emotividad forzada. Me resulta muy llamativo haber leído esta semana dos comics con gente «lista» hablando como eje narrativo del comic. Mientras que Imperial 3 de Jonathan Hickman fracasa por su frialdad emocional y porque los personajes no pueden traernos más sin cuidado, en el caso de Muerte y Reed Richards tenemos personajes complejos que tienen un combate de ideas interesante con buenos giros y sorpresas que provocan que te preocupes por lo que va a pasar a continuación. Al menos en este sentido, Ryan North 1 – Jonathan Hickman 0.
A pesar de estar ante un número en que lo principal es el debate entre Muerte y Reed, R.B. Silva y David Curiel consiguen que el comic sea dinámico de leer. Silva creo que plantea este debate con unos planos interesantes que consiguen que la conversación no aburra. Por ponerle un pero, algunas caras de Reed Richards y en concreto su nariz se ven raras en algunas viñetas. Pocas, pero sucede. En positivo, la escena en la que Sue Richards, la Bruja Escarlata y Viuda Negra descubren el misterio que oculta Muerte en Latveria es un homenaje clarísimo a Matrix que me hizo gracia como concepto, y es un triunfo en lo dramático. En este número por fin he visto al R.B. Silva que apuntaba a dibujante super estrella de Marvel.
El comic se aprovecha además del llamativo color de David Curiel, que consigue que los diferentes shocks emocionales del comic funcionen perfectamente. Por ejemplo, el color que emplea Curiel en la doble página en la que Muerte explica lo que podría haber sido el mundo si los héroes hubieran empleado sus inventos para mejorar la humanidad está super chulo, utilizando de forma brillante el color verde que siempre ha estado asociado a Muerte.
Quizá el problema de un buen comic es que los héroes han descubierto cómo Muerte ha aumentado sus poderes místicos. Una revelación terrorífica. Pero eso no significa que la negociación política que llevó a cabo Muerte previamente para conseguir el dominio del mundo no fuera correcta y legal. Al menos con lo que sabemos hasta ahora. Este comic ha jugado a presentar conceptos del Universo Marvel como si fueran cosas que pasan en el mundo real. Pero obviar que la elección fue legal no es más que la excusa para poder plantear el climax final de esta miniserie. Dicho esto, había oído cosas muy buenas de Ryan North, y hasta el momento no había visto reflejado en este comic. Este número si me ha gustado. Ojalá de ahora en adelante su historia sea un triunfo y nos deje con un buen sabor de boca.
Por otro lado, aunque el guion de North me parece sólido, hace un poco de trampa a partir de una convención del género. En el mundo real un genio como Reed Richards cambiaría el mundo para mejor con sus invenciones. Sin embargo, como el universo Marvel ha intentado transmitir la idea de «el mundo al otro lado de la ventana», los héroes sólo aspiran a mantener el statu-quo, nunca a generar cambios sustanciales que alejaran a los comics del mundo real actual. Por ello, tanto en Marvel como en DC se plantea la idea que «los superhéroes no pueden provocar el cambio, este debe llegar de la propia sociedad civil». Superman o Capitán América son especiales defensores de esta idea en sus comics.
Esta convención ha sido aprovechada por idiotas woke para atacar al mundo del comic, con idioteces como que Batman no debería combatir el mal a puñetazos cuando tendría que cambiar la sociedad con su fortuna. Aparte que luchar contra el crimen le convierte en fascista. Aunque Bruce Wayne ya donaba miles de millones de dólares a causas sociales antes que Tom Taylor empezara a imaginarlo siquiera para Nightwing. Pero daba igual. Gente que nunca había comprado un comic ni creo que se lo planteara se arrogaba con la potestad de criticar un medio que por otro lado siempre se ha caracterizado por ser cobarde y no atreverse a defenderse cuando alguien lo critica con ideas más o menos descabelladas.
North aprovecha esta convención para plantear una de las ideas principales del populismos de Muerte. Los héroes en realidad no han ayudado de forma significativa a la gente más humilde cuando podrían haberlo hecho, mientras que Muerte SI ha hecho cosas que mejoran de forma objetiva la vida del pueblo llano. En el contexto de esta historia, lo cierto es que me ha gustado y creo que funciona. Bien por North.
Tras este sexto número, North, Silva y Curiel han conseguido reavivar mi interés por este comic. Ojalá consigan terminar la historia de forma satisfactoria.
Comparto las primeras páginas del comic:
Un mundo bajo Muerte por fin nos ha dado una historia que engancha con personajes por los que me preocupo. Ya era hora.
PUNTUACIÓN: 7/10
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¡Saludos a todos!
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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