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Crítica de Avatar: El sentido del agua 3D de James Cameron

Por fin se ha estrenado uno de los principales eventos cinematográficos de 2022. Avatar: El sentido del agua de James Cameron se estrena 13 años después de la revolucionaria primera Avatar, y su visionado en la mejor pantalla y en 3D era algo obligado.

PUNTUACIÓN: 9.5/10

Ambientada más de una década después de los acontecimientos de la primera película, ‘Avatar: The Way of Water’ empieza contando la historia de la familia Sully (Jake, Neytiri y sus hijos), los problemas que los persiguen, lo que tienen que hacer para mantenerse a salvo, las batallas que libran para seguir con vida y las tragedias que sufren. Secuela del éxito de taquilla Avatar (2009).

James Cameron declaró incluso antes del estreno de Avatar que si su película tenía éxito, tenía en mente la realización de varias continuaciones. Obviamente, tras convertirse en la película más taquillera de la historia y ganar tres Oscars, tuvo vía libre para llevar a cabo sus planes. Sin embargo, la adición de tres secuelas más, para un total de cinco películas de Avatar, y la necesidad de desarrollar una nueva tecnología para filmar escenas de captura de rendimiento bajo el agua, algo nunca antes realizado, condujeron a retrasos significativos para permitir que el equipo tuviera más tiempo para trabajar en la escritura, la preproducción y los efectos visuales.

Avatar: El camino del agua cuenta con un guion escrito por James Cameron junto a Rick Jaffa y Amanda Silver. Josh Friedman y Shane Salerno aparecen también acreditados en la historia, ya que Cameron ha utilizado un proceso similar al de las salas de escritura de las series de televisión, creando desde el principio la historia que contarán las 4 secuelas previstas para que luego sean unos escritores concretos os que escriban el guion de cada película. Se habla mucho del retraso debido al desarrollo de la tecnología, pero hay que destacar que Cameron y su equipo estuvieron años refinando la historia hasta conseguir que estas secuelas tuvieran el nivel de emoción, espectacularidad y worldbuilding que Cameron demandaba.

Avatar: El sentido del agua y Avatar 3 se rodaron a la vez, empezando el rodaje en agosto de 2017 y concluyendo a finales de septiembre de 2020, después de tres años de rodaje. Las películas cuentan con fotografía de Russell Carpenter, montaje de Stephen E. Rivkin, David Brenner, John Refoua y el propio Cameron, y música de Simon Franglen. Con un presupuesto estimado de 350-400 millones de dólares, es una de las películas más caras de todos los tiempos

Para el reparto de la película tenemos el retorno de Sam Worthington como Jake Sully y Zoe Saldaña como Neytiri. Sigourney Weaver regresa como Kiri, la hija adolescente adoptada por Jake y Neytiri, mientras que Stephen Lang también regresa como el coronel Miles Quaritch, que será como no puede ser de otra manera el villano de la película. Muchos de los secundarios de la primera película vuelven también para esta continuación.

Las nuevas caras de la película son Kate Winslet como Ronal, una buceadora de los Metkayina y esposa embarazada de Tonowari (Cliff Curtis), jefe del clan de los Metkayina. Los hijos de Jake y Neytiri tienen una gran importancia en la película. Son Neteyam (Jamie Flatters), el hijo mayor, Lo´Ak (Britain Dalton) el segundo y Tuktirey «Tuk» (Trinity Jo-Li Bliss) la hija de ocho años e hija menor de Jake y Neytiri. Además, Bailey Bass como Tsireya («Reya») y Filip Geljo como Aonung, son los hijos de Ronal y Tonowari.

Entrando a valorar la película, Avatar: El sentido del agua es un milagro cinematográfico. Tengo que reconocer que antes de entrar a verla tenía un poco de miedo por la duración de más de tres horas, pero la película pasa en un suspiro sin hacerse nunca larga, dejándote con la sensación que si hubiera durado una hora más, la hubieras disfrutado igual o más. Y es que Cameron ha conseguido un prodigio cinematográfico. De nuevo.

Cuando se habla de «director visionario» realmente sólo debería aplicarse el término a Cameron, que ha llegado a crear tecnología que nadie podía ni imaginar para poder crear la historia que quería de la forma que él estima más conveniente. Que haga cine mejor que nadie y sea una voz propia e independiente de las modas del momento o de los deseos de los grandes estudios entiendo que debe molestar a mucha gente dentro del negocio del cine. Como lo es que su cine sea popular y guste a los espectadores a pesar de haber sufrido una vergonzosa campaña de acoso y derribo durante más de diez años por gente que ninguneaba y restaba importancia a su filmografía. La forma en que esos críticos caen en la irrelevancia porque su opinión de lo que es o no «buen cine» interesa cada vez a menos gente, es algo de lo que no puedo más que alegrarme.

Es muy difícil explicar con palabras la sensación inmersiva que se crea en los espectadores al ver la película y entrar en el mundo de Pandora. Porque todo es real, sientes que todo es físico, tiene peso, textura, gravedad, a pesar de saber intelectualmente que son ambientes creados digitalmente. Es una locura volver a Pandora con este nivel de realismo, pero cuando llegan al arrecife y entran en el agua es una maravilla añadida a la maravilla. Los seres acuáticos y en general todo el ecosistema es increíblemente complejo y se siente perfectamente real en un mundo de estas características. He leído como crítica que la segunda hora de la película parece un documental de National Geographic, y qué queréis que os diga, dame más de esto y pónmelo en vena, porque me ha flipado.

Cameron argumentalmente repite el tema general de historia ecologista con unos humanos tratando de hacerse con el control del planeta y esquilmando los recursos naturales y unos Na´vi oponiéndose a ellos, ambientada en el mar. La escena de la caza de la ballena gigante de Pandora es un momento doloroso de ver, sobre todo al comprobar que la han matado únicamente para conseguir unos pocos gramos de líquido cerebral, desechando el resto. Hace más por el ecologismo Avatar que 18 documentales de la ONG de turno que nadie ve para empezar. Se habla que la historia es sencilla, pero aparte del prodigio visual, Cameron y su equipo han creado todo un ecosistema de la nada que es real y sitúa a una personajes dentro de este ambiente para vivir sus vidas y tener ahí sus aventuras. Como pasa siempre con estas cosas, cuando algo se hace tan bien, hace que parezca fácil, pero pensando en todos los elementos de la película, se entienden los más de tres años que Cameron pasó desarrollando la historia hasta que estuviera perfecta.

Pero no se trata de una repetición de la primera Avatar, sino de una continuación. Es normal que temáticamente hayan elementos comunes, pero el añadido de los hijos de Jake y Neytiri hace que la historia adquiera una nueva dimensión, ya que son ellos los que tienen el peso dramático y emocional durante una parte importante del tiempo del metraje, algo que le funciona de maravilla a la historia. Con Jake y Neytiri ya teniamos conexión emocional, pero es tremendo la forma con la que he conectado con los niños, algo que sólo puede ser calificado como de buena escritura y buena narrativa audiovisual.

Quiero destacar de nuevo esto. Porque Avatar 2 no es un prodigio visual con una historia vacía, el guion de la película funciona increíblemente bien ofreciendo una aventura que se siente completa y satisfactoria, aunque hay numerosos elementos que notas que han dejado abiertos para las continuaciones de forma consciente. La relación de Jake con su segundo hijo Lo´Ak va a sufrir problemas importantes en el futuro, y aunque la identidad del padre de Kiri está claro, queda mucho que contar sobre otro de los personajazos de esta película. Y por supuesto, queda la amenaza de los humanos, que siguen en Pandora y no se irán así como así. Tenemos Pandora para rato y a mi eso me encanta.

Hablaba de tres horas que se me hicieron cortas, y la verdad es que puestos a buscarle algo menos bueno da la sensación que al arranque de la película en el bosque le faltaron 15 minutos más, ya que Jake nos cuenta con voz en off cosas que hubiera molado más ver en directo, por así decirlo. Dicho esto, Cameron ha pegado un golpe encima de la mesa afeando al resto de la industria que no apuesten como él por una tecnología que permite añadir una potencia visual y expresiva que no tienen las películas «normales». Descubrir el mundo del mar contiene imágenes de belleza poética que me cautivaron y me hipnotizaron, pero cuando Cameron de pone con la acción en el climax final recuerdas que a la hora de crear acción no le gana nadie. Los momentos de Neytiri son brutales y el combate entre Jake y Quaritch es bestial. De nuevo, es increíble pensar ahora que lo que vi no fue rodado físicamente sino que ha sido creado por un ordenador, no salgo de mi asombro.

Hablando de críticos, me hace gracia ver a gente quejándose ayer en redes sociales porque en algunos cines Avatar ha copado la mayoría de salas durante este fin de semana de estreno. El caso es que el año tiene 52 fines de semana en los que se estrenan películas, pero es un problema que uno de esos 52 esté copado por una película que por otro lado el público quiere ver, porque el comentario general es que las salas están llenas y probablemente Avatar 2 vaya a ser la película más taquillera del año en España. Pero es que justo la semana pasada tuvimos el segundo peor fin de semana para la taquilla en España de 2022. Sin grandes blockbusters palomiteros que molestaran a los del «buen cine», resultó que ese fin de semana no fue nadie a las salas. ¡Qué curioso! A ver si no es tanto un tema de el número de salas de Avatar sino de que se estrene una película que no les gusta a ellos, apare que claramente les molesta ver las salas llenas de gente como no han estado desde el estreno de Spiderman No way home precisamente las navidades pasadas.

Por cierto, hablando de la taquilla, creo que Avatar: La forma del agua va a tener un taquillazo. Pero hay que recordar que usando el multiplicador x2.5 sobre su presupuesto, con que recaude 900 millones de dólares en todo el mundo, la película ya estará dando beneficios y asegura la continuación comercial del resto de películas a partir de la tercera que ya está rodada. Se está comparando con la primera película que es la película más taquillera de la historia, y no es lógico plantear que tenga que recaudar lo mismo o será una decepción para sus productores. De hecho, no tiene ni siquiera que superar los 1400 millones que ha recaudado Top Gun Maverick para que la película sea super rentable. Por poner los puntos sobre las íes. Por cierto, me acuerdo de Top Gun y como me flipó la sensación de sentir que todo era real al haberse rodado con aviones de combate reales. Lo que ha conseguido Avatar haciendo que todo se sienta igual de real me vuela la cabeza cada vez que lo pienso.

Avatar 3 se entrenará en las navidades de 2024. Aparte que no tengo duda que compraré seguro el blu-ray de esta película, la única duda que tengo tras ver Avatar 2 es cuando volveré al cine para verla por segunda vez. Y creo que como yo mucha gente hará igual, aparte que el boca a boca tengo claro que va a ser buenísimo, y muchísima gente que no va habitualmente al cine se va a acercar durante estas navidades a ver Avatar: La forma del agua. ¡Qué ganas tengo de volver a Pandora!

Comparto el trailer de la película:

Avatar: El sentido del agua es un milagro cinematográfico. Una película mágica que te traslada a un mundo nuevo que querrás visitar múltiples veces. La película del año que hay que ver si o si en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 9.5/10

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AVATAR 3D HFR de James Cameron: Retorno a Pandora

Aprovechando La Fiesta del Cine de vuelto a ver Avatar en el cine en formato 3D HFR, y he disfrutado como la primera vez con una película de 2009 que sigue luciendo mejor que cualquier película estrenada este año en salas de cine. ¡Grande James Cameron!

PUNTUACIÓN: 9/10

Año 2154. Jake Sully (Sam Worthington), un ex-marine condenado a vivir en una silla de ruedas, sigue siendo, a pesar de ello, un auténtico guerrero. Precisamente por ello ha sido designado para ir a Pandora, donde algunas empresas están extrayendo un mineral extraño que podría resolver la crisis energética de la Tierra. Para contrarrestar la toxicidad de la atmósfera de Pandora, se ha creado el programa Avatar, gracias al cual los seres humanos mantienen sus conciencias unidas a un avatar: un cuerpo biológico controlado de forma remota que puede sobrevivir en el aire letal. Esos cuerpos han sido creados con ADN humano, mezclado con ADN de los nativos de Pandora, los Na’vi. Convertido en avatar, Jake puede caminar otra vez. Su misión consiste en infiltrarse entre los Na’vi, que se han convertido en el mayor obstáculo para la extracción del mineral. Pero cuando Neytiri, una bella Na’vi (Zoe Saldana), salva la vida de Jake, todo cambia: Jake, tras superar ciertas pruebas, es admitido en su clan. Mientras tanto, los hombres esperan los resultados de la misión de Jake. (FILMAFFINITY)

James Francis Cameron (1954) es un director de cine y ecologista canadiense. Conocido por sus películas de ciencia ficción, su primera película Terminator (1984) ya le valió el reconocimiento de público y crítica. Aliens (1986), The Abyss (1989), Terminator 2: Judgment Day (1991) y True Lies (1994) fueron también super éxitos que le consolidaron en el star-system de Hollywood como un director al que merece darle carta blanca para hacer unas películas que tan sólo él puede imaginar. También dirigió Titanic (1997), que le valió los premios de la Academia a la Mejor película, Mejor director y Mejor montaje, y Avatar (2009), rodada con tecnología 3D, le valió nominaciones en las mismas categorías, aunque «solo» ganó otras tres categorías: Mejor fotografía, Mejor dirección artística y Mejores efectos visuales.

Cameron es cofundador de las productoras Lightstorm Entertainment, Digital Domain y Earthship Productions. Además de cineasta, es explorador marino de National Geographic y ha producido numerosos documentales sobre el tema, como Ghosts of the Abyss (2003) y Aliens of the Deep (2005). Cameron también ha contribuido a las tecnologías de filmación submarina y de vehículos remotos y ha ayudado a crear el sistema de cámara digital 3D Fusion. En 2012, Cameron se convirtió en la primera persona en hacer un descenso en solitario al fondo de la Fosa de las Marianas, la parte más profunda del océano de la Tierra, en el sumergible Deepsea Challenger.

Cameron escribe el guion de Avatar y realiza el montaje de la película junto a John Refoua y Stephen E. Rivkin. La mítica música es obra de James Horner, en la que fue su tercera colaboración con Cameron tras Aliens y Titanic. La película cuenta además con fotografía de Mauro Fiore y diseño de producción de Rick Carter y Robert Stromberg. Además de ganar 3 Oscars (Mejor fotografía, Mejor dirección artística y Mejores efectos visuales), Avatar es la película más taquillera de la historia a nivel mundial (sin contar la inflación) superando los 2800 millones de recaudación.

Sam Worthington interpreta al protagonista de la película, Jake Sully, un marine parapléjico que se une al proyecto Avatar para ocupar el puesto que, como científico, ejercía su hermano gemelo recientemente fallecido. Zoe Saldana interpreta a Neytiri Omaticaya, una habitante nativa de Pandora que se ve obligada a enseñar a Jake las costumbres de los na’vi. Sigourney Weaver interpreta a la Dra. Grace Augustine, una astrobióloga y directora del proyecto Avatar que sirve como mentora de Jake y que defiende las relaciones pacíficas entre humanos y na’vi. Stephen Lang interpreta al Coronel Miles Quaritch, comandante militar del proyecto y encargado de la seguridad de la base. Por último, Michelle Rodriguez interpreta a Trudy Chacón, una piloto de helicópteros.

Si hay un término manoseado en los últimos años en el mundo del cine, ese sería el tan manido «director visionario». Pero la verdad es que para pocos directores el término es más adecuado que para James Cameron. Un creador inconformista que ha hecho avanzar a la industria del cine al crear desarrollos tecnológicos que le permitieran contar y mostrar su película de la forma en que él la había imaginado. Ese es el caso de Avatar, una película que puede calificarse de revolucionaria al ser rodada y pensada para ser vista en 3D y que nos llevó a un mundo que nunca antes habiamos visto.

Da vergüenza echar la vista atrás y comprobar que si la tecnología 3D no ha triunfado y se está empleando masivamente en el mundo mainstream es por culpa de unos estudios cobardes que no se atrevieron a dar el salto e intentaron engañar al público estrenando películas rodadas en 2D a los que añadían algunos efectos en post-producción para dar la sensación de 3D, buscando aprovecharse de la moda del momento, dando mala fama a esta tecnología.

Avatar es una maravillosa locura. Un espectáculo visual increíble que nos muestra un mundo completamente nuevo lleno de animales y seres diferentes a lo que estamos acostumbrados a ver en ciencia ficción. Lo primero que me llamó la atención de una película que tengo comprada en blu-ray y hemos visto en casa seguro una vez cada dos años, es lo espectacular que es el 3D y cómo ayuda a convertir la experiencia en Pandora en una super inmersiva. La profundidad que añade el 3D y la sensación de estar tú en medio de la jungla con los protagonistas está presente en buena parte del metraje. Con el añadido de tratarse de una jungla alienígena con flora y fauna diferente a la nuestra. También la parte de los vuelos lucen increíbles con el 3D.

Junto al 3D, otro elemento que me ha flipado es que estamos ante un mundo creado con ordenador que parece real. La perfección que Cameron consigue en todo, desde los bosques pero también las naves y los animales nos meten de lleno en la película y jamás ves decorados de cartón piedra o un mal uno de ambientes digitales. Todo luce real como si la jungla de Pandora existiera y estamos hablando de un ambiente 100% digital. La suspensión de credulidad es total porque te crees estar en Pandora con Jake, algo que 13 años desde su estreno inicial hace que luzca mejor que cualquier otra película estrenada este año, o en los últimos años.

El otro gran desarrollo de Cameron fueron las cámaras de captura de movimiento que captaban todas las expresiones faciales de los actores con una definición nunca antes vista y que consiguen que las facciones de los na´vi y de los avatares parezcan también reales. Al final Avatar no es una película de tecnología que valorar únicamente por su apartado técnico, sino que esta tecnología permite a Cameron contar su historia y hacer que los espectadores conectemos con los personajes y no nos parezcan humanos pintados de azul inverosímiles como pasa en cualquier película de Star Trek. Todo va dirigido a crear una experiencia inmersiva en el espectador en la que creamos que estamos transportados a un nuevo mundo. Y la verdad es que funciona. Lo hizo en 2009 y lo ha vuelto a conseguir en 2022 incluso sabiendo lo que iba a ver. La experiencia ha sido increíble.

Hay que reconocer que si, el guion de Avatar puede ser resumido como «Bailando con lobos en el espacio». El propio Cameron reconoce la influencia de la película de Kevin Costner (estrenada en 1990, 19 años antes que Avatar) en la que un oficial del ejército norteamericano es destinado a un puesto militar abandonado fronterizo con territorio indio y acabará haciéndose amigo de una tribu sioux de la que aprenderá sus costumbres. Pero Cameron a partir de ahí crea una historia con una profunda vertiente ecologista y de defensa del medio natural, creando un ecosistema y una cultura de los na´vi completamente novedosa.

Esta influencia en el concepto básico de la película es la prueba de cargo para los haters para recordarnos que Avatar «no es para tanto». Incluso pueden encontrarse conexiones con otras películas como La selva esmeralda de John Boorman o Pocahontas en lo referido a la lucha entre civilizaciones o al ecologismo. Sin embargo, lo que olvidan esos haters es que a partir de ese concepto básico Cameron crea a personajes interesantes como la doctora Augustine (Sigurney Weaver) o los propios protagonistas Jake y Neytiri que quieres conocer y que consiguen que te preocupes por ellos. La fábula ecologista está super bien construida y realiza una crítica feroz contra el capitalismo salvaje que destruye el medio ambiente y la historia de amor me la creo y se crea con el ritmo adecuado.

Pero es que además estoy cansado de películas «serias» que cuando rascas la superficie compruebas que tienen guiones vergonzosos que parece que toman por tontos a los espectadores y que ni siquiera respetan las normas que ellos mismos establecen para ese mundo (Star Wars IX, Joker, Batman v Superman), por lo que ver una película en la que el guion es perfecto y no rompe la lógica de las reglas del mundo de Pandora es una refrescante novedad, casi una anomalía. Y eso en el mundo de los blockbusters, pero cuando nos vamos a dramas «adultos» la situación es casi peor, con personajes que no actúan según su naturaleza o que actúan porque si sin mayor explicación. Ver una película con un guion lógico y esperable es una maravilla. De hecho, que el final se sienta inevitable y casi el único posible no es señal de mala historia, en muchos aspectos sería justo lo contrario. Si hubiera que desmerecer cualquier drama «serio» que recomiendan algunos críticos simplemente por compartir argumento básico con otra película, no se podría ver cine. Pero eso es justo lo que se hace con Avatar, en parte por el odio que se le tiene a Cameron y en parte al tratarse de cencia ficción, un género ninguneado por estos creadores de opinión.

Y a todo lo anterior hay que sumarle un climax final super potente con un set de acción alucinante que deja en mal lugar a cualquier película del silo XXI que no sea Vengadores Infinity War y Endgame y que en 2022 ha significado un triunfo total para una película redonda a la que no se le puede poner un pero.

Cameron es un director odiado y envidiado a partes iguales, porque ha demostrado ser un profesional de éxito que ha triunfado donde los demás no lo han conseguido, y no cabe duda que lo ha conseguido haciendo lo que quería en cada momento y realizando mejores películas que la competencia. Eso en lo referido a otros estudios, pero tengo claro que también es aplicable a una parte de la crítica que no puede soportar que el público apoyemos con nuestro dinero las películas de Cameron cuando ellos nos insisten en que no lo merecen, porque hay otras películas mejores. Las que les gustan a ellos, claro. Unos críticos y unos influencers cada vez más irrelevantes que hoy en día solo engañan a su cada vez más pequeño público entregado.

Tras ver Avatar de nuevo en 3D, no tengo duda que Avatar: The Way of the Water va a arrasar las próximas navidades. Y es que incluso sin conocer el argumento, el público sabe(mos) que Cameron nos va a llevar a un mundo que sólo él puede imaginar y que la experiencia va a ser diferente a cualquier otra cosa que hayamos visto en el cine este año. Y en este caso, diferente SI es mejor. Cada vez cuesta más sacar al público de sus casas para ver una película en las salas de cine. Creo que Avatar 2 lo va a conseguir, porque la experiencia de ver de nuevo esta primera película en 3D ha sido una experiencia alucinante que recomiendo a todo el mundo.

Comparto el trailer del reestreno de esta película:

Avatar es un peliculón en si mismo que sigue luciendo mejor que el 100% de las películas estrenadas este año, cuya importancia para la industria del cine es aún mayor si tenemos en cuenta los desarrollos tecnológicos que Cameron creó para esta película y que revolucionaron el medio.

PUNTUACIÓN: 9/10

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Crítica de Manhunt: Unabomber, de Netflix.

Manhunt: Unabomber ha sido una buena historia basada en hechos reales, que explica la investigación que permitió la detención de Theodore Kaczynski, uno de los terroristas más buscados por el FBI durante más de 15 años.

PUNTUACIÓN: 7/10

Desde su cabaña remota en las montañas, entre los años 1978 y 1995, el matemático y terrorista Theodore Kaczynski (Paul Bettany), apodado «Unabomber», envió por carta 16 bombas a diferentes objetivos, como protesta por la sociedad moderna y la destrucción de la naturaleza. Las bombas de Kaczynski mataron a tres personas e hirieron a otras 23. El agente del FBI Jim Fitzgerald (Sam Worthington), experto criminalista y en perfiles criminales, intentará desvelar la identidad de asesino. Un manifiesto escrito por el terrorista y enviado al The New York Times será clave para ahondar en su perturbada mente a partir del lenguaje y las expresiones que utiliza.

Tras disfrutar hace unos meses de Mindhunter, en la que conocíamos el inicio en los años 70 de la investigación de los asesinos en serie y la creación de perfiles que pudieran ayudar a solucionar crímenes violentos, Manhunt: Unabomber casi parece su continuación. Y es que estamos ante unos hechos reales en los que unos investigadores del FBI crearon un perfil de Unabomber a partir de sus peculiaridades lingüísticas, es decir, la forma en que se expresaba el terrorista en sus cartas a los medios de comunicación.

Quizá un pero de esta serie es el propio personaje protagonista, el agente del FBI autor del perfil de Unabomber,  Jim Fitzgerald, protagonizado por Sam Worthington. No es que el actor australiano lo haga mal, muy al contrario, es que parece que se está popularizando el arquetipo de agente del FBI que es tan extravagante como los criminales que persiguen, creándose una especie de vínculo entre ambos. Es algo que precisamente vimos en Mindhunter, y que veo otra vez ahora. La idea de agente del FBI «normal» que se horroriza ante los actos de un perturbado que debe investigar, popularizado sin duda por Clarice Sterling de «El Silencio de los corderos», está cada vez más en desuso.

Quitando este pequeño pero, lo cierto es que todo el casting cumple perfectamente su función. Destacaría especialmente a Paul Bettany como Unabomber, una interpretación muy destacable y creible, sobre todo si la escuchas en versión original.

La serie se centra en la investigación criminal del FBI, y como tras años infructuosos, tuvieron que abrirse a nuevas posibilidades que nunca habían sido probadas hasta ese momento.

Un hecho importante de esta historia es como el terrorista  Theodore Kaczynski prefirió declararse culpable de todos sus crímenes antes de permitir que sus abogados intentaran una defensa basada en la inestabilidad mental. Él siempre creyó que su defensa de una sociedad sin tecnología era justa, sin importarle el dolor que estaba causando, lo que para mi demuestra claramente su sociopatía y su enfermedad mental. Y aunque la serie sugiere que durante su paso por la universidad fue víctima de maltrato psicológico, eso no justifica en ningún caso sus horribles actos.

Comparto el trailer de esta serie:

Manhunt: Unabomber es una entretenida serie que engancha desde la primera imagen, y que me ha sorprendido positivamente sobre todo en la forma en que nos explican las motivaciones de Unabomber. Si te gustan las series de investigación, te invito a que descubras esta serie.

PUNTUACIÓN: 7/10