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Crítica de Yellowstone temporada 5 primera parte (SkyShowtime)

Me suscribí a SkyShowtime en marzo entre otros motivos para poder ver Yellowstone, la serie de Taylor Sheridan protagonizada por Kevin Costner que es una carta de amor a la profesión de cowboy moderno. Esta semana por fin conseguí ponerme al día al acabar de ver la primera parte de la quinta y última temporada.

PUNTUACIÓN: 7/10

Taylor Sheridan (Carolina del Norte, 1970) es un cineasta, productor, guionista y actor estadounidense. Como actor, Sheridan trabajó en series como Hijos de la anarquía y Veronica Mars. Dio el salto a guionista con Sicario (2015), la brillante película de Denis Villeneuve por la que fue nominado al premio Writers Guild of America al mejor guion original. Con Hell or High water (David Mackenzie, 2016), fue nominado al Óscar al Mejor Guion Original. Su primera película como director y guionsta fue Wind River (2017), tras la que escribió la secuela de 2018 de Sicario: El día del soldado dirigida por Stefano Sollima. En 2021 estrenó su segunda película como director, Aquellos que desean mi muerte, protagonizada por Angelina Jolie.

En televisión, Sheridan ha construido un imperio en Paramount Network y lo ha hecho a partir de buenas historias que han ido creciendo paso a paso. Además de Yellowstone, serie de la que es co-creador junto a John Linson, productor, guionista y director de algunos episodios, ha creado sus precuelas 1883 (2021) y 1923 (2022), y es cocreador del thriller policíaco Mayor of Kingstown con Jeremy Renner, con quien coincidió en Wind River. También ha creado la serie policíaca Tulsa King, que co-escribe y dirige con Terence Winter y está protagonizada por Sylvester Stallone.

Sheridan, creador de Yellowstone, se mantiene como guionista de los ocho episodios de esta primera parte de la quinta temporada, que han sido dirigidos por directores habituales en la serie, Stephen Kay y Christina Alexandra Voros.

Kevin Costner interpreta a John Dutton III, un patriarca viudo de la sexta generación de la familia Dutton que posee y explota el Yellowstone Dutton Ranch, el mayor rancho de Estados Unidos. Kelly Reilly es Bethany «Beth» Dutton, la única hija de John y una tiburón del mundo de los negocios. Luke Grimes es Kayce Dutton, el hijo menor de John y ex SEAL , que vive en el rancho con su mujer y su hijo, nativos americanos. Wes Bentley es Jamie Dutton, aspirante a político e hijo adoptivo de John, que actualmente es el Fiscal General del Estado. Cole Hauser es Rip Wheeler, el capataz del rancho Yellowstone Dutton y mano derecha y ejecutor de John. Kelsey Asbille es Monica Long Dutton, la esposa nativa americana de Kayce y nuera de John. Otros actores de la serie son Gil Birmingham como el Jefe Thomas Rainwater, Finn Little como Carter, un niño huérfano que es acogido por Beth y Piper Parabo como Summer Higgins, una ecologista que lidera un movimiento de protesta en Montana.

Lo que más me gusta de Yellowston no es el drama y los problemas de la familia Dutton, sino su esencia de carta de amor al medio natural y a la profesión del cowboy moderno. Cada vez que tenemos grandes paisajes abiertos, vaqueros a caballo moviendo reses o haciendo cosas de vaqueros y música country, el éxito está asegurado. De hecho, diría que ese es el hecho diferencial de la serie y el motivo por el que el público americano la ve, algo que en esta quinta temporada ha ocupado gran parte del tiempo. Cosa por la que yo me alegro. Aprovechando la fiesta del marcado del ganado en el rancho Yellowstone, hemos tenido unos episodios en los que hemos tenido 80-85% vaqueros y el resto para las intrigas políticas y económicas. Y es curioso comprobar que en estos momentos de dominio de la trama en el entretenimiento mainstream, son los momentos en que no pasa nada (desde el punto de vista de avance de la trama) los mejores de Yellowstone.

Ya se ha anunciado que Kevin Costner abandonará la serie al final de esta quinta temporada, con lo que estamos a punto de ver el final de Yellowstone. Esto no significa que sea el final absoluto, porque creo que hay posibilidades que veamos a algunos personajes aparecer en próximas series. Tras una cuarta temporada en la que John Dutton apenas tuvo importancia, en esta quinta Taylor Sheridan le devuelve el papel dominante que nunca debió dejar de tener. John se convierte en Governador de Montana tras ganar las elecciones con un único punto en su programa, ir en contra del «progreso», ejemplificado en el proyecto de aeropuerto que Market Equities amenazaba en construir en su rancho.

Y tiene gracia que el patriarca de los Dutton que repite sin cesar que «no existe el bien o el mal, sólo hacer lo que sea necesario para salvar el rancho», ahora tenga todo el poder de Gobernador para poder poner esta filosofía en práctica. Un puesto que no le interesa más allá de defender su rancho, y para el que ni siquiera se acerca al despacho, al tener cosas más importantes que hacer, como pastorear a sus vacas. Desde que empecé a ver esta serie he venido comentando lo interesante que resulta ver que Taylor Sheridan ha puesto de protagonista de su serie a alguien que hubiera sido el villano del 95% de cualquier otra película o serie de entretenimiento. La forma en que saca de la cárcel a Summer para poder trincársela (aunque él diga que no es por eso), es una muestra de corrupción y utilización de medios públicos para conseguir ventajas particulares alucinante. Que el público americano no lo se vea así sería un ejemplo de las diferencias que tenemos. En todo caso, es cierto que en las últimas temporadas se ha humanizado mucho a John, y en esta temporada incluso le dijo a uno de sus hijos que le quería.

Otro comentario vengo repitiendo es que Beth me repugna. La dura ejecutiva malota que maltrata a todo el mundo y es más lista y más peligrosa que todos me parece asquerosa, la ejemplificación de todos los vicios de la sociedad americana. Una persona que se cree con el derecho de romper una botella a otra mujer porque si y que al final se sale con la suya y no tiene que pagar por los delitos que comete. Los intentos de humanizarla no funcionan en absoluto, porque hace media cosa bien y cuatro mal. Ojalá termine en prisión, pero tengo claro que no va a suceder, porque al igual que su padre, ejemplifica el individualismo y el «do it yourself» tan apreciado en los USA.

El otro pero de la serie rodea a todo lo que hace Jamie, el hijo adoptado de John Dutton que es el actual Fiscal General del estado. Como no es un vaquero, la serie le presenta como un pusilánime ridículo al que nadie toma en serio pero tampoco lo merece. En esta temporada esto se confirma de nuevo al dejarse mangonear por la abogada «conseguidora» de Market Equities para que haga lo que ellos quieran. Está claro que las series de televisión no son el mundo real y la limitación de tiempo obliga a elipsis para hacer avanzar elementos de trama de forma a veces apresurada. Pero eso es una cosa y otra ver cómo Jamie se deja seducir por una abogada que él sabe que trabaja para los enemigos de su padre en su primera cita. Es penoso.

Rip, el capataz de John y marido de Beth me parece el mejor personaje de la serie. En esta temporada la serie plantea varios flashbacks para ver elementos de su adolescencia en el rancho que resultan muy interesantes. Junto al joven Rip, es sorprendente ver a un joven adulto John Dutton no interpretado por Kevin Costner sino por Josh Lucas, protagonizando unas escenas que refuerzan la idea de saga familiar que se ha conseguido con series como 1883 y 1923, enfrentándose a los mismos problemas que en la actualidad (los lobos protegidos) y deshaciéndose de los problemas en el acantilado de los cadáveres igual que en el presente. Como Rip está en el 100% de momentos de vaqueros, su participación en la serie siempre está bien, siendo él el que verbaliza una idea-fuerza repetida por muchos personajes a lo largo de la serie, y es que la profesión de vaquero está condenada a desaparecer por culpa de los impuestos que tienen que pagar los rancheros. Es decir, por culpa del stablishment del gobierno, que no deja vivir su vida a la gente normal. Esta es una idea que casa completamente con la idea de la libertad individual frente al estado opresor tan popular y tan conectada al ADN de los Estados Unidos.

Junto a Rip Kayce, el hijo de John, también está metido de lleno en las tramas de vaqueros, pero diría que ha perdido protagonismo respecto a otras temporadas. El drama que sufre su familia a partir de un accidente de cocher de Monica parece que se utiliza de excusa para mostrar nuevos elementos de la cultura de los nativos americanos, una de las constantes en la serie debido al empeño de Sheridan de corregir décadas de historias en Hollywood que maltrataron a los nativos americanos y transmitían una imagen distorsionada del pasado de los Estados Unidos. Los momentos de Monica con los diferentes miembros de la familia Dutton son super emocionantes y también de lo mejor de la temporada.

Y hablando de nativos americanos, el Jefe Thomas Rainwater se había quedado en tierra de nadie narrativamente hablando. Empezó como enemigo de los Dutton pero les ha ayudado repetidamente desde entonces. En esta temporada asistimos al intento de una joven ambiciosa de quitarle el puesto, por lo que definitivamente habrá que verle como una víctima del progreso como parece que puede serlo también John Dutton. Visto en perspectiva, Rainwater no es que fuera un «villano» sino que sus intereses y su defensa de la reserva y su pueblo entró en conflicto con los intereses de John. Pensando en la filosofía de los Dutton que «hacer lo que sea para proteger lo tuyo», Rainwater sería el héroe de su historia. Por cierto, pensando en que los americanos votan y confían en ancianos (mirad si no a Trump o Biden), es curioso que los ancianos John y Rainwater se vean amenazados por el avance de unos jóvenes igual de ambiciosos que los eran ellos. Otra muestra del american way of life.

El final de esta primera parte de la quinta temporada nos deja con un cliffhanger importante que vuelve a poner a John Dutton en el centro de la historia. La sensación que da no es sólo que puedan perder el rancho, es que no todos llegarán con vida al final de la serie. Y me gusta ver vaqueros cabalgando hacia el horizonte, pero al mismo tiempo ya era hora que las cosas se animen un poco. La cuarta temporada me pareció que siendo lo mismo fue más floja, quizá porque el inicio con el tiroteo y el atentado con bomba fue tan potente que luego el resto se veía más intrascendente. Pero en esta quinta temporada hemos vuelto a los hitos que han hecho de Yellowstone una de las series más populares en los USA. A ver cuando estrenan la segunda parte.

Comparto el trailer de esta temporada:

Yellowstone se dirige al final y ahora si parece que la cosa no tiene marcha atrás. Esperaré con ganas la llegada del otoño para ver el final de los Dutton.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Yellowstone temporada 4 (SkyShowtime)

La cuarta temporada de Yellowstone en SkyShowtime mantiene las señas de identidad que hicieron triunfar a esta serie creada por Taylor Sheridan con Kevin Costner de protagonista.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Tras el enorme cliffhanger de la tercera temporada en la que todos los miembros de la familia Dutton sufrieron de forma simultánea intentos de asesinato, los supervivientes tendrán que luchar con aún más ahínco para defender el rancho de los peligros que amenazan su forma de vida.

Taylor Sheridan (Carolina del Norte, 1970) es un cineasta, productor, guionista y actor estadounidense. Como actor, Sheridan trabajó en series como Hijos de la anarquía y Veronica Mars. Dio el salto a guionista con Sicario (2015), la brillante película de Denis Villeneuve por la que fue nominado al premio Writers Guild of America al mejor guion original. Con Hell or High water (David Mackenzie, 2016), fue nominado al Óscar al Mejor Guion Original. Su primera película como director y guionsta fue Wind River (2017), tras la que escribió la secuela de 2018 de Sicario: El día del soldado dirigida por Stefano Sollima. En 2021 estrenó su segunda película como director, Aquellos que desean mi muerte, protagonizada por Angelina Jolie.

Sheridan, creador de Yellowstone, se mantiene como guionista de los diez episodios de esta cuarta temporada, además de dirigir dos. El resto han sido dirigidos por directores habituales en la serie: Stephen Key (4 episodios), Guy Ferland (2) y Christina Alexandra Voros (2).

Kevin Costner interpreta a John Dutton III, un patriarca viudo de la sexta generación de la familia Dutton que posee y explota el Yellowstone Dutton Ranch, el mayor rancho de Estados Unidos y que también ejerce de Comisario de Ganadería de Montana. Kelly Reilly es Bethany «Beth» Dutton, la única hija de John. Es educada, inteligente y una maestra de la manipulación. Con problemas con la bebida, vive amargada y emocionalmente inestable. Luke Grimes es Kayce Dutton, el hijo menor de John y ex SEAL , que vive en el rancho con su mujer y su hijo, nativos americanos. Wes Bentley es Jamie Dutton, aspirante a político e hijo adoptivo de John, que actualmente es el Fiscal General del Estado. Cole Hauser es Rip Wheeler, el capataz del rancho Yellowstone Dutton y mano derecha y ejecutor de John. Rip ha trabajado en el rancho durante muchos años y es ferozmente leal a John. Kelsey Asbille es Monica Long Dutton, la esposa nativa americana de Kayce y nuera de John. Otros actores importantes en la serie son Jefferson White como Jimmy Hurdstrom, el joven aprendiz de cowboy que trabaja en Yellowstone y que terminó herido al final de la tercera temporada al caerse del caballo, y Gil Birmingham como el Jefe Thomas Rainwater.

El villano de la temporada anterior Rourke (Josh Holloway), cabeza visible en Montana de Market Equities, empresa financiera de Nueva York que quiere hacerse con los terrenos del racho Yellowstone para construir un aeropuerto, desaparece a las primeras de cambio. Un nuevo personaje es Carter (Finn Little) un niño que Beth conoce en el hospital mientras está cuidando de su padre, y que llevará al rancho cuando el padre de Carter muera de sobredosis dejándole solo en el mundo. Otro nuevo personaje es Summer Higgins (Piper Parabo), una ecologista que lidera un movimiento de protesta en Montana y que conocerá para su desgracia a la familia Dutton. También tendrá bastante importancia en la trama Garrett Randle (Will Patton), el padre biológico de Jamie Dutton al que conoció en la temporada anterior y que se mudará a vivir con él en su recién comprada propiedad. A título curioso, el propio Taylor Sheridan retoma esta temporada el papel del experto en caballos Travis.

El comienzo de la cuarta temporada de Yellowstone es de lejos el más potente hasta la fecha. Hay que reconocer que Sheridan fue un poco cabroncete con el final de la temporada anterior, al dejar la serie con John Dutton (Kevin Costner) herido en la cuneta de una carretera por varios disparos, mientras que la oficina de Beth sufría un paquete bomba y Kayce era atacado por pistoleros en su despacho. ¿Quién vive, quién muere? Los espectadores americanos tuvieron que esperar15 meses para conocer la respuesta, al emitirse el último episodio de la tercera temporada en agosto de 2020 mientras que el primero de la cuarta temporada no se emitió hasta noviembre de 2021. Por suerte, no he sufrido esa incertidumbre al haber empezado a ver la serie gracias a la suscripción en SkyShowtime con pocas semanas de diferencia entre temporadas.

El primer episodio es cojonudo. Tiene un tiroteo que casi mira de tu a tu a Heat, y la tensión que hay en las diferente localizaciones se corta con un cuchillo. Stephen Kay, el director del episodio, demuestra que puede narrar escenas de acción con calidad de cine, y me ha flipado. Las repercusiones incluyendo rehabilitaciones varias y la búsqueda del autor intelectual del ataque serán los elementos principales de la primera mitad de la temporada, siendo unos episodios que están entre los mejores de toda la serie.

Comentaba en mi reseña de la tercera temporada que más que un drama sobre los problemas de la familia Dutton Yellowstone estaba planteada como una carta de amor al medio natural y a la profesión del cowboy moderno. Y esto es una constante también en esta tercera temporada, por ejemplo cuando Jimmy viaja a Texas a aprender de verdad el oficio de cowboy o el aprendizaje del joven Carter mientras empieza a trabajar como un rancho como si fuera un adulto. Las escenas en las competiciones de caballos o atrapando reses con música country son bellísimas de ver, y reconozco que casi con eso me tendrían ganado de inicio. En este sentido, no sorprende que Sheridan se guarde el pepel de un experto cowboy domador de caballos o que Jimmy crezca y se convierte en un hombre «de verdad» tras su viaje a Texas, la cuna de los cowboys. Estos momentos tranquilos entre los que incluiría las noches en el barracón donde los vaqueros juegan al poker y pasan el rato entiendo que son especialmente valorados en los estados centrales de los Estados Unidos y son uno de los factores que hicieron de la serie un éxito.

Lamentablemente, la serie tiene a los Dutton de protagonistas. Beth me repugna. La dura ejecutiva malota que maltrata a todo el mundo y es la más lista y más peligrosa es terrible. Y esto a pesar de los intentos de humanizarla al hacerse cargo de un adolescente sin futuro que acaba convirtiéndose en un esclavo sin sueldo que trabaja en la propiedad de los Dutton. Dentro de la carta de amor a los cowboys resulta inevitable presentar a Jamie, el hijo adoptado de John Dutton que se convirtió en abogado por orden del patriarca y por eso ha sido despreciado por todos desde el principio de la serie, en un pusilánime ridículo. En este temporada se refuerza esto al dejarse mangonear por todo el mundo y no tener una opinión propia sobre nada. Algo que parece ser un reflejo de cualquiera que no es un vaquero.

Kayce siempre ha sido el hijo más interesante de los tres, pero tras el brillante arranque de la temporada la serie opta por desaprovecharle en la segunda mitad mientras intenta conectar con las tradiciones de los nativos americanos, con una trama que realmente no va a ningún lado. Rip Wheeler es uno de los mejores personajes de la serie. Mano derecha de John Dutton y ejecutor de sus planes, en esta temporada comparte su noviazgo con Beth con el mantenimiento de la paz entre los trabajadores ante las diferentes rencillas que se sucederán y la educación del chaval Carter, algo que no le interesa en absoluto de inicio pero que irá cambiando de idea a medida que avanzan los episodios.

Y por supuesto, tenemos a John Dutton (Kevin Costner). Él es el gran actor de la serie, pero tras ser herido y casi morir, lo cierto es que no hace nada especialmente interesante en este temporada. Tiene gracia sin embargo que el patriarca que repite que «no existe el bien o el mal, sólo hacer lo que sea necesario para salvar el rancho», ahora se erige en un protector de una ecologista que se cruza en el camino de Beth y se convierte en una víctima colateral de su lucha contra Market Equities. Porque ahora resulta que «no hacemos daño a inocentes». Da la sensación que hay un intento muy claro de humanizar a John, porque para mi hubiera sido el villano del 95% de cualquier otra película o serie de entretenimiento.

Por cierto, hablaba de Market Equities, y todo el arco de esta temporada, empezando porque la CEO de la empresa le da trabajo a Beth para que ella pueda luchar contra ellos desde dentro, me ha resultado ridículo. Puede decirse con razón que la lucha por la construcción del aeropuerto que amenaza al rancho Yellowstone no ha avanzado nada en esta temporada. A lo que habría que sumar el hecho que la resolución de la identidad de la persona que encargó el ataque contra los Dutton es anticlimático y ridículo para el personaje implicado. Como decía antes, la realidad es que estos problemas externos a la vida de los cowboys son secundarios en la serie, pero la ejecución de los últimos episodios me ha parecido super anticlimáticos y llenos de detalles bastante cuestionables. Este es el motivo por el que comentaba al comienzo que la temporada va claramente de más a menos, con un último episodio que me parece el más flojo de toda la serie. Por buscarle algo positivo a este final, me gusta la sensación de final feliz que la serie le da a Jimmy.

Al principio de la serie parecía que el gran enemigo de John Dutton iba a ser el Jefe Thomas Rainwater, líder de la reserva que aspira a recuperar las tierras de sus antepasados. A medida que avanza la serie esto ha cambiado y Rainwater cada vez es más aliado de los Dutton, al rechazar él también los planes del aeropuerto por lo que significará de cambio en su modo de vida. Escuché una entrevista a Sheridan en la que expresaba que buscaba contar la historia de los nativos americanos de forma justa, rechazando el papel de villanos que el mainstream americano les había puesto durante décadas. Es por esto que su papel en la serie no pueda ser negativo, y la verdad es que su papel ha pasado a ser un secundario de lujo. En una especulación, pero recordando 1883, James Dutton prometió que la ¿quinta o sexta? generación de los Dutton devolvería las tierras a los indios, y no me extrañaría que el final de la serie previsto para la segunda parte de la quinta temporada pueda ir por ahí. Veremos.

Como digo, Yellowstone se dirige al final, y por primera vez una temporada no me ha dejado con ganas de conocer como continúa la historia a pesar de lo bellas que son las escenas de los vaqueros en la naturaleza. Dicho esto, teniendo en cuenta que sólo resta una quinta temporada que ha sido dividida en dos, de momento sólo se han estrenado los 8 episodios de la primera parte, hace que seguro acabaré viéndola para ver cómo termina todo.

Comparto el trailer de esta cuarta temporada:

Yellowstone mantiene para bien y para menos bien sus señas de identidad en esta cuarta temporada, aunque hay que reconocer que tras su potente inicio se va desinflando.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Yellowstone temporada 3 (SkyShowtime)

Yellowstone confirma en su tercera temporada estrenada en SkyShowtime que más que narrar amenazas concretas a la familia Dutton, la serie creada por Taylor Sheridan es una carta de amor a la profesión de cowboy moderno.

PUNTUACIÓN: 7/10

La lucha contra los Becks de la pasada temporada está ganada y hay un pequeño alto el fuego con la reserva Broken Rock. Sin embargo, una vez más, John Dutton y el rancho Yellowstone Dutton se enfrentan a una nueva amenaza que puede ser casi imposible de vencer. Market Equities, una empresa de Fortune 500 con vínculos políticos, busca el control del rancho Dutton por cualquier medio. Por si fuera poco, existe hostilidad contra su rancho por parte de un ranchero rival con un viejo rencor contra los Dutton. Después de defender su rancho de un adversario, ¿podrá John mantener el legado de su familia una vez más contra un enemigo mucho más poderoso o será el último Dutton en poseer el rancho?

Taylor Sheridan (Carolina del Norte, 1970) es un cineasta, productor, guionista y actor estadounidense. Como actor, Sheridan trabajó en series como Hijos de la anarquía y Veronica Mars. Dio el salto a guionista con Sicario (2015), la brillante película de Denis Villeneuve por la que fue nominado al premio Writers Guild of America al mejor guion original. Con Hell or High water (David Mackenzie, 2016), fue nominado al Óscar al Mejor Guion Original. Su primera película como director y guionsta fue Wind River (2017), tras la que escribió la secuela de 2018 de Sicario: El día del soldado dirigida por Stefano Sollima. En 2021 estrenó su segunda película como director, Aquellos que desean mi muerte, protagonizada por Angelina Jolie.

En televisión, Sheridan ha construido un imperio en Paramount Network y lo ha hecho a partir de buenas historias que han ido creciendo paso a paso. Además de Yellowstone, serie de la que es co-creador junto a John Linson, productor, guionista y director y ya ha estrenado su quinta temporada y tiene confirmada una sexta, ha creado sus precuelas 1883 (2021) y 1923 (2022), y es cocreador del thriller policíaco Mayor of Kingstown con Jeremy Renner, con quien coincidió en Wind River. También ha creado la serie policíaca Tulsa King, que co-escribe y dirige con Terence Winter y está protagonizada por Sylvester Stallone.

Kevin Costner interpreta a John Dutton III, un patriarca viudo de la sexta generación de la familia Dutton que posee y explota el Yellowstone Dutton Ranch, el mayor rancho de Estados Unidos y que también ejerce de Comisario de Ganadería de Montana. Kelly Reilly es Bethany «Beth» Dutton, la única hija de John. Es educada, inteligente y una maestra de la manipulación. Con problemas con la bebida, vive amargada y emocionalmente inestable. Luke Grimes es Kayce Dutton, el hijo menor de John y ex SEAL , que vive en el rancho con su mujer y su hijo, nativos americanos. Wes Bentley es Jamie Dutton, aspirante a político e hijo adoptivo de John. Cole Hauser es Rip Wheeler, el capataz del rancho Yellowstone Dutton y mano derecha y ejecutor de John. Rip ha trabajado en el rancho durante muchos años y es ferozmente leal a John. Kelsey Asbille es Monica Long Dutton, la esposa nativa americana de Kayce y nuera de John.

El gran villano de esta temporada más que una persona es una gran empresa: Market Equities, empresa que es más grande, más mala y mucho más ambiciosa, y ha comprado el patrimonio del fallecido Jenkins para realizar un desarrollo urbanístico que cambiará para siempre la faz de Montana. La empresa encarga a Rourke (Josh Holloway) que llegue a un acuerdo con los Dutton o los expulse, lo que ocurra primero. Como explica Rourke: «¿Por qué soñar con construir campos de golf cuando puedes construir ciudades?»

Taylor Sheridan vuelve a escribir y producir toda la tercera temporada. Los diez episodios tienen como directores a Stephen Kay (4 episodios), John Dahl (2), Christina Voros (2) y Guy Ferland (2). El éxito de la serie en Paramount+ en Estados Unidos durante su emisión en el verano de 2020 aseguró la producción de las temporadas cuatro y cinco, que se está emitiendo en estos momentos.

Como comentaba en la introducción, cada vez resulta más claro que Yellowstone es un canto de amor a la figura de los vaqueros modernos y al medio natural, más que una serie que hable de intrigas empresariales para hacerse con la propiedad de unos terrenos. En esta temporada, durante varios episodios el patriarca John Dutton (Kevin Costner) se marcha de acampada con sus hombres para cuidar de sus animales y se lleva a su nieto con él, mostrándole lo bonita que es la vida natural, disfrutando de la naturaleza frente a la vida en las ciudades rodeado de hormigón. En todo momento estamos viendo junto a bellísimos parajes naturales, a los vaqueros haciendo aquello que hacen mejor y que les convierten en lo que son. Pastoreando reses, dirigiendo caballos, delimitando el vallado de la propiedad, comprando y vendiendo animales, asistiendo a competiciones y en general realizando actividades muy masculinas. Aunque haya mujeres que lo hagan igual o mejor que los hombres, cosa que también veremos, porque las mujeres de Montana son duras como las que más.

Es una pena que en medio de este ambiente bucólico tengamos a los Dutton, una familia que en lo que al patriarca se refiere es una persona egoísta que hará lo que sea para mantener sus propiedades sin importar lo que diga la ley. Me parece curioso que diría que lo que para mi son actitudes del villano para el público americano pueda ser la personificación del ideal americano de hombre hecho a si mismo que defiende lo suyo cueste lo que cueste. En temporadas anteriores tenía claro que los Dutton tenían muchas similitudes con la familia Roy, los protagonistas de Succession, una familia de malas personas haciendo actos egoístas y crueles a sus semejantes. Sin embargo, en esta temporada hemos asistido a un «blanqueamiento» para casi todos ellos. John se dedica a hacer feliz a su nieto sabiendo que es algo que nunca hizo con sus hijos. Kayce ayuda a los rancheros de Montana en su nuevo puesto de Comisario de Ganadería en sustitución de su padre. (A todo esto, un inciso. Que la gente aplauda que asesine a ladrones de reses en lugar de detenerles y llevarles ante un juez es sintomático también de una mentalidad americana que me parece terrible). Por su parte, Beth intenta ser feliz al consolidar su relación con Rip, y muestra una versión de si misma menos hija de puta de lo habitual.

No sorprende que el único mal parado de este temporada sea justo el único Dutton que no es un vaquero, Jamie. El hijo al que John encargó hacerse abogado para defender su rancho se confirma como un niño adoptado por John (que va a resultar que es un santo a poco que dure más la serie) que se muestra egoísta y que además de ser un asesino (como vimos la temporada anterior), conoceremos el motivo por el que Beth le odia a muerte. Un hecho terrible que por otro lado me muestra lo terrible que es la vida en los Estados Unidos, cuando en las reservas indias el único método anticonceptivo existente es ¿vaciar a una mujer para que no pueda volver a quedarse embarazada? Es que es muy fuerte todo.

Creo que todo el reparto de Yellowstone cumple de maravilla con lo que la serie necesita de ellos. Por supuesto, Kevin Costner está en su salsa y se le ve super cómodo con este papel de un hombre mayor con pecados en su pasado que tiene que hacer lo que sea necesario para defender lo suyo. La parte de la historia que pone a los impuestos que los terratenientes tienen que pagar al gobierno federal como el gran enemigo de esta forma de vida me parece que es algo interesante, y que conecta con el liberalismo salvaje que se defiende con uñas y dientes en los Estados Unidos. Algo que a su vez conecta con el ojo por ojo y el crear su propia ley para castigar a los que se oponen a los Dutton.

Esta tercera temporada en muchos momentos ha parecido que no va de nada, más allá de mostrar la vida de los vaqueros modernos. Lo cual no es algo malo por si mismo, porque las escenas de naturaleza o los vaqueros con sus caballos molan un montón. La vida en la reserva también tendrá su momento al ayudar Monica a detener a un violador de jóvenes indias, enfrentándose la reserva a sus propios problemas con una justicia típicamente americana. Es curioso que de nuevo en esta temporada Thomas Rainwater, que se suponía iba a ser el gran antagonista de los Dutton en la primera temporada, se une a él ante la llegada de gente de fuera que quiere transformar el valle en algo que ellos no quieren.

Los momentos empresariales de esta temporada son pocos y mal planteados, de forma que son lo peor de la serie. Josh Holloway tiene que bailar con la más fea en su papel de Rourke, al ser un supuesto galán tiburón de los negocios que se verá sorprendido (como no) por la actitud implacable de Beth. De hecho, después de estar la amenaza de Market Equities casi olvidada durante toda la temporada, la serie parece que pega un acelerón justo en el último episodio de forma que se plantee un final que sólo puedo calificar de tramposo al dejar ¡4 situaciones! colgadas a la vez. Situaciones de vida o muerte, no os vayáis a pensar que son cualquier cosa. Y el caso es que ya pensaba ver la cuarta temporada sin saber de la existencia de estos cliffhangers, pero pensar que los espectadores americanos tuvieron que quedarse casi un año esperando para saber cómo continúa la serie me ha dejado muerto.

Yellowstone me está gustando, sobre todo por ser tan diferente a todo lo que se está haciendo en televisión ahora mismo. Sin embargo, el verle problemas éticos a todo lo que hace John Dutton me está sugiriendo que igual esta erie no es tan para mi como yo pensaba al principio del visionado. No es para mi como europeo urbanita, claro, porque creo que queda claro que el target es precisamente todo el público de las zonas centrales de Estados Unidos, un público que entiendo que no se siente muy representado con las series ambientadas en Nueva York o en California.

Comparto el trailer de esta tercera temporada:

Yellowstone mantiene un buen nivel mientras nos muestra a un nivel super idealizado lo bonita que es la vida del cowboy actual, y de lo que tienen que hacer para defender su forma de vida.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Yellowstone temporada 2 (SkyShowtime)

Yellowstone aprieta el acelerador en una segunda temporada de la serie creada por Taylor Sheridan en la que por fin vemos a un enemigo a la altura de John Dutton (Kevin Costner).

PUNTUACIÓN: 7/10

John Dutton se enfrenta a una nueva amenaza para el rancho. Aparte de Thomas Rainwater y Dan Jenkins, los hermanos Beck han demostrado ser una espina en el costado de los tres. Dutton se da cuenta de que ahora dos de sus mayores enemigos se han convertido en aliados, ya que los hermanos magnates, que tienen vínculos políticos y conexiones con grupos de milicianos, continúan con su agresiva amenaza.

Taylor Sheridan (Carolina del Norte, 1970) es un cineasta, productor, guionista y actor estadounidense. Como actor, Sheridan trabajó en series como Hijos de la anarquía y Veronica Mars. Dio el salto a guionista con Sicario (2015), la brillante película de Denis Villeneuve por la que fue nominado al premio Writers Guild of America al mejor guion original. Con Hell or High water (David Mackenzie, 2016), fue nominado al Óscar al Mejor Guion Original. Su primera película como director y guionsta fue Wind River (2017), tras la que escribió la secuela de 2018 de Sicario: El día del soldado dirigida por Stefano Sollima. En 2021 estrenó su segunda película como director, Aquellos que desean mi muerte, protagonizada por Angelina Jolie.

En televisión, Sheridan ha construido un imperio en Paramount Network y lo ha hecho a partir de buenas historias que han ido creciendo paso a paso. Además de Yellowstone, serie de la que es co-creador junto a John Linson, productor, guionista y director y ya ha estrenado su quinta temporada y tiene confirmada una sexta, ha creado sus precuelas 1883 (2021) y 1923 (2022), y es cocreador del thriller policíaco Mayor of Kingstown con Jeremy Renner, con quien coincidió en Wind River. También ha creado la serie policíaca Tulsa King, que co-escribe y dirige con Terence Winter y está protagonizada por Sylvester Stallone.

Kevin Costner interpreta a John Dutton III, un patriarca viudo de la sexta generación de la familia Dutton que posee y explota el Yellowstone Dutton Ranch, el mayor rancho de Estados Unidos y que también ejerce de Comisario de Ganadería de Montana. Kelly Reilly es Bethany «Beth» Dutton, la única hija de John. Es educada, inteligente y una maestra de la manipulación. Con problemas con la bebida, vive amargada y emocionalmente inestable. Luke Grimes es Kayce Dutton, el hijo menor de John y ex SEAL , que vive en la reserva india de Broken Rock con su mujer y su hijo, nativos americanos. Wes Bentley es Jamie Dutton, aspirante a político e hijo adoptivo de John. Cole Hauser es Rip Wheeler, el capataz del rancho Yellowstone Dutton y mano derecha y ejecutor de John. Rip ha trabajado en el rancho durante muchos años y es ferozmente leal a John. Kelsey Asbille es Monica Long Dutton, la esposa nativa americana de Kayce y nuera de John.

En la anterior temporada conocimos a Danny Huston como Dan Jenkins, un multimillonario promotor inmobiliario de California cuyo principal objetivo es arrebatar el rancho Yellowstone a John y su familia, y Gil Birmingham como el jefe Thomas Rainwater, jefe de la reserva india de Broken Rock y vecino del rancho Yellowstone que pretende reclamar a los Dutton las tierras sobre las que se asienta el rancho Yellowstone, que cree que fueron robadas a los nativos americanos que las habitaban originalmente. Sin embargo, los grandes villanos de esta temporada son los hermanos Malcom y Teal Beck, interpretados por Neal McDonough y Terry Serpico, unos duros empresarios que controlan las tragaperras y las licencias de alcohol del estado y que quieren hacerse con el control del hotel que planean Dan Jenkins y el jefe Rainwater.

Paramount Network estrenó esta segunda temporada de Yellowstone en el verano de 2019. Su creador y showrunner Taylor Sheridan se mantiene como guionista de los diez episodios de esta temporada, aunque ayudado en algunos episodios por John Coveny, Brett Conrad, Ian McCulloch y Eric Beck. Los directores de esta tanda de episodios fueron Ed Bianchi (2 episodios), Stephen Kay (3), John Dahl (2), Ben Richardson (2) y Guy Ferland (1). Destacar además que esta segunda temporada tuvo mejor audiencia que la primera, confirmando el éxito para Paramount y dando luz verde para que Sheridan creara su universo televisivo.

En la reseña de la primera temporada ya expresaba mis ganas de ver esta serie creada por Taylor Sheridan y mi sorpresa al comprobar que la familia Dutton serían lo malos del 99% de cualquier otra ficción televisiva actual. En especial el patriarca John Dutton, interpretado por Kevin Costner, que es un padre abusivo egoísta que no quiere hijos, sólo esclavos que hagan siempre lo que él quiere sin cuestionarle jamás. Y para el que el «imperio de la ley» significa hacer lo que él quiere en cada momento en función de sus intereses, que pueden llegar al asesinato. Pero tampoco salen bien parados sus hijos Beth, una mujer alcoholizada por la pérdida de su madre cuando era una niña, algo que la excusa para ser una hija de puta asquerosa y abusiva hacia los que tiene a su alrededor. O Jaime, la personificación que hombre blando por no haber vivido en el rancho, a pesar de haberse convertido en abogado por deseo de su padre, algo que sin embargo jamás le agradeció. Jamie es un pusilánime que está tomando siempre las peores decisiones en cada momento, y cuyos errores (y crímenes) tienen que ser ocultados por su familia. Como comentaba, las conexiones de esta serie con Succession se me hacían más que evidentes, al estar viendo las peripecias de una gente mala haciendo cosas terribles.

Dentro de los personajes más o menos positivos pondría a Kayce Dutton, el hijo pequeño de la familia y que sufre al compaginar su lealtad hacia su padre con la supervivencia de su matrimonio con la nativa americana Monica, que en esta temporada empezará a dar clases en la universidad. Ryp, el soluciona problemas de los Dutton, muestra como cualidad positiva una lealtad a prueba de bombas hacia su patrón John. Pero claro, pierde la razón cuando se convierte en un asesino a sueldo sanguinario, con o sin el consentimiento de los Dutton.

Frente a los personajes despreciables a un lado y otro del conflicto, me parece muy curioso que la serie se detiene durante muchísimos minutos de todos los episodios en mostrar la vida de los vaqueros que trabajan para Dutton. Su trabajo con las reses y los caballos, y sus momentos de descanso. De alguna manera, es la forma que tiene Sheridan de mostrar el punto de vista de la gente corriente, de los trabajadores que sólo piensan el poder sobrevivir un día más, una semana más. Estos sí son los verdaderos héroes de la serie, y entiendo que lo son también para los espectadores. Ver la forma de vida de los vaqueros sirve además para que veamos la belleza de los parajes naturales donde se rueda la serie. Si algo bueno tiene la serie, diría que es justo el amor que transmite por la vida de campo y la naturaleza circundante, una rara-avis dentro del entretenimiento urbanita mainstream.

En esta temporada diría que Sheridan y sus colaboradores debieron ver muy claramente el problema de hacer a los protagonistas demasiado «malos», porque plantean unos villanos realmente cabrones como son los hermanos Beck que sin duda merecen la muerte. Porque para un hombre de la vieja escuela como son los Dutton, cuando alguien se atreve a pegar a una mujer o atacar a un niño inocente, el conflicto sólo puede acabar de una manera. Cuando ves lo chungos que son los Beck a lo largo de la temporada te das cuenta lo hermanitas de la caridad que fueron en la comparación el jefe Rainwater de la reserva o el inversor californiano Dan Jenkins, los teóricos villanos de la primera temporada

Reconozco que la parte que llevo peor de esta serie en su conjunto es la filosofía de americano duro que coge lo que quiere y luego lucha para defenderlo de los que a su vez se lo intentan arrebatar; «Es la única constante en la vida. Si construyes algo que vale la pena, alguien intentará quitártelo». Esto lo dice varias veces el patriarca de los Dutton a modo de filosofía de vida, a lo que habría que añadir las palabras que su padre le dijo antes de morir: «No dejes que te lo quiten. Ni una maldita pulgada». Algo que John se ha grabado a fuego y que lleva a cabo contra cualquiera que plantee una amenaza para la supervivencia del rancho.

Y la parte de defender lo que es tuyo no sería problemática si no fuera porque en una conversación con su rival Dan Jenkins, el multimillonario promotor inmobiliario de California, cuando este le dice que están en América y él tiene derecho a ir donde quiera, incluido Montana, para llevar a cabo sus negocios en terrenos de su propiedad, Dutton se ríe de él en la cara y le dice que puede querer algo, pero luego tendrá que luchar para que nadie (él) se lo arrebate. La ley del más fuerte aplicada al siglo XXI, acojonante. Con el condicionante que en este mundo, los poderosos y los abusones se salen con la suya. Viendo la serie y entendiendo lo que hay, no estamos en la lucha del bien contra el mal, sino del menor de dos males.

Entiendo que la mentalidad de «hombre hecho a si mismo» es muy del agrado de la mentalidad americana. Más si cabe si hablamos de los estados agrícolas del centro de los Estados Unidos. Pero a falta de ver la serie 1883 con el origen de la familia, estamos hablando de gente que tomó como suyo unas tierras que no les pertenecían y que llevan décadas (aparentemente) saltándose la ley cuando les conviene para hacer lo que ellos estiman oportuno, convirtiéndose en juez, jurado y ejecutor. De nuevo, esto es 100% americano, pero me revuelve las tripas saber no sólo que existe gente así, sino lo peor es que se salgan con la suya una y otra vez.

Otra cosa que me choca es que la serie hace decir a Kevin Costner frases potentes tipo: «Toda mi vida ha sido una larga serie de perder cosas que amo. No voy a perder esta, Rip. Esta no». Pero lo cierto es que ¡esto no se corresponde con la realidad! De hecho, es cierto que perdió a su mujer hace 20 años, pero su gran amor no son sus hijos ni su familia sino su finca, y no se ha modificado ni un acre en todos estos años. De hecho, él ha hecho un acoso y derribo contra sus hijos y les ha machacado durante años, no se puede perder cosas que amas aplicado a unos hijos a los que nunca amó.

Una vez sabes a lo que vienes, la verdad es que he disfrutado del visionado de esta temporada. Sin embargo, tengo que reconocer que el final de temporada me ha resultado un bluff absoluto. Por un lado está la ejecución de un asalto al campamento de unos supremacistas a sueldo de los Beck, que está tremendamente mal ejecutado por el director Stephen Kay. Pero yendo más allá, resulta que hasta ese momento hemos visto que los Beck son los putos amos que tienen aterrorizado a todo el estado con sus tácticas mafiosas, pero cuando llega el enfrentamiento, el final de ambos hermanos pone en duda todo lo anterior si una persona sola puede entrar en su propiedad como si tal cosa.

Quiero pensar que los actos super over-the-top de este final de temporada van a tener repercusión en la tercera temporada, porque de momento John Dutton habla mucho de perderlo todo, pero hasta ahora no ha hecho más que salirse con la suya con una lista de cadáveres cada vez mayor. Han pasado cosas demasiado gordas como para que todo pueda ser ocultado debajo de la alfombra, pero tampoco es que la serie haya sido especialmente realista, así que se me genera esta duda, dentro que el elemento de entretenimiento y la atracción que generan esta colección de malas personas me obliga a seguir viendo la serie. Por cierto, yo veo a John Dutton clarísimamente como una mala persona, me queda la duda si Sheridan o en general el público americano ve al personaje con los mismos ojos que lo hago yo. O por contra, ejemplifica los valores del americano hecho a si mismo.

En todo caso, Yellowstone es un estupendo ejemplo de historias con una sensibilidad masculina que muestran el medio rural americano con toda su crudeza, pero también con una belleza salvaje e indómita. Una serie que sabe el tipo de historias que cuenta, una en la que todos los personajes se mueven en los grises porque no existe el blanco y negro. Y que sabe dejar a los espectadores con ganas de más. Tengo ganas de ponerme con la tercera temporada, pero creo que antes veré 1883, la serie en la que el primer Dutton se hizo con sus terrenos en Montana.

Comparto el trailer de esta segunda temporada:

Yellowstone mantiene un buen nivel dentro que la resolución de esta temporada ha sido un poco bluff. Con todo, me deja con ganas de ponerme inmediatamente con la tercera temporada.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de The Highwaymen de John Lee Hancock (Netflix)

The Highwaymen de John Lee Hancock con Kevin Costner y Woody Harrelson estrenada en Netflix me ha gustado bastante. Un western crepuscular de dos rangers fuera de época que deben cazar a unos sanguinarios Bonnie & Clyde.

PUNTUACIÓN: 7/10

Frank Hamer (Kevin Costner) y su compañero Manny Gault (Woody Harrelson) son dos Rangers de Texas veteranos retirados, que son reasignados a la misión de encontrar y eliminar a Bonnie y Clyde, una pareja de bandidos y homicidas de policías y civiles que llegaron a tener 13 homicidios en la década de los años 30.

John Lee Hancock dirige esta película inspirada en hechos reales a partir de un guión de John Fusco, escritor muy interesado en la figura del ranger Frank Hamer, hasta el punto de hacerse amigo de su hijo para poder conocer los detalles de su vida y poder escribir este guión.

Thomas Newman realiza una banda sonora con un marcado sabor clásico y sureño. La fotografía es de John Schwartzman que muestra la dura realidad de la década de 1930 en el sur de los Estados Unidos, unas zonas deprimidas golpeadas por el crack de 1929 donde la mayoría de la población sobrevivía en el umbral de la pobreza más absoluta. En este sentido, la película está rodada en tonos grises y apagados, de forma que solo en la escenas iniciales en la casa de Hamer vemos algo de color. Durante la persecución, no habrá nada que provoque la menor chispa de luz o esperanza.

La filmación tuvo lugar en localizaciones históricas de Luisiana, entre ellas la carretera donde fueron asesinados Bonnie y Clyde por las fuerzas del orden. En contraste a la icónica versión de Bonnie & Clyde mostrada en la película de Warre Beatty y Faye Dunaway de 1967, Hancock opta por contar la historia desde el punto de vista opuesto, el de la policía. Despojando a los ladrones de todo mito heroico o aventurero, Bonnie y Clyde son fríos asesinos que no dudan en matar a un trabajador de una gasolinera por un depósito de gasolina, o a cualquiera que se cruce en su camino, por lo que deben ser detenidos cueste lo que cueste.

La interpretación de Costner y Harrelson destaca desde el minuto uno que Hamer y Gault son dos hombres fuera de su tiempo. Ragers forzados al retiro forzoso, son ancianos que saben que sus mejores días han pasado, pero que siguen siendo la mejor y casi única opción para detener a Bonnie y Clyde, que siempre han esquivado a las fuerzas del orden cuando usan medios convencionales. Hay un claro contraste entre Gault (Harrelson) que vive consumido por la culpa por todas las personas a las que asesinó como Ranger, con Hamer (Costner) que fue el Ranger más condecorado de la historia, y que no tiene ningún problema con acabar con todos los que se saltan la ley. Estamos ante unos actorazos en plena forma con una actuación fría y contenida en la que menos es más.

El tono de western crepuscular de toda la película creo que le viene muy bien a la película, dominada por los silencios, los paisajes y las carreteras vacías. Ambos protagonistas son hombres de pocas palabras cuya vida está definida por su trabajo y que sin él viven una existencia sin sentido. La narración es fría y está exenta de alardes y pirotecnias, y vemos el camino metódico de los rangers hasta que consiguen emboscar y matar a sus presas.

Aunque la película justifica desde el comienzo la necesidad de matar a Bonnie & Clyde como única opción, al ser mostrados como unos asesinos peligrosos que no han dudado en matar a policías que les pararon en controles rutinarios de tráfico, quizá el único pero que le veo a esta película, que en líneas generales me ha gustado bastante, es la apología del asesinato. Y es que la operación montada no buscaba la detención, sino la muerte de los forajidos. En una película es muy sencillo clasificar los hechos en blancos y negros y a los personajes en buenos y malos, pero dar carta blanca a la policía en la vida real da pie a los múltiples abusos policiales y asesinatos sufridos principalmente por la comunidad afroamericana. En todo caso, la película no esconde la realidad de lo que sucedió, que fue la ejecución a sangre fría de Bonnie y Clyde. Ni tampoco que los rangers fueron condecorados por ello.

Comparto el trailer de la película:

The Highwaymen (Emboscada final) es una buena película con dos grandes actores en plena forma que merece la pena verse, sobre todo teniendo en cuenta su disponibilidad en Netflix. Especialmente recomentada para todos los fans de los westerns crepusculares.

PUNTUACIÓN: 7/10