Tras el maravilloso primer volumen de Wonder Woman: Historia de Kelly Sue DeConnick y Phil Jiménez, DC Comics decidió que este segundo volumen fuera dibujado por Gene Ha, un artista que palidece en la comparación.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
La segunda entrega de la asombrosa y ambiciosa historia de las Amazonas encuentra a su futura reina, Hipólita, atravesando el mundo de los hombres, desesperada por reunirse con las increíbles mujeres que le salvaron la vida… pero, por desgracia para ella, son difíciles de encontrar. Tal vez sea voluntad de las diosas que vuelvan a cruzar sus caminos… pero antes de ese momento, Hipólita reunirá a su propia tribu y descubrirá que los corazones de todas las mujeres no arden necesariamente con una llama tan justa como la suya.
Este comic incluye Wonder Woman Historia Book Two: The Amazons USA, un comic en cartoné de 72 páginas.
A pesar de la redundancia, el primer volumen de Wonder Woman: Historia fue una experiencia histórica gracias al trabajo increíble de Phil Jiménez que creó el que probablemente sea el mejor trabajo de su carrera. Historia tenía una cualidad mitológica y casi mística que lo elevaba respecto al cualquier comic maintream publicado por DC este año, y consiguió que nos volara la cabeza a todos los que lo leímos. Pero ya en mi reseña de dicho comic expresaba mi decepción al enterarme que Jiménez no dibujaba toda la miniserie sino tan sólo el primer volumen, dejando a Gene Ha y Nicola Scott los dibujos de los números dos y tres. Entonces comenté que esto iba a plantear una situación muy incómoda e injusta para Ha y Scott, porque aunque son grandes artistas y a priori perfectos para el mundo de Wonder Woman, siempre van a palidecer en la comparación con Jiménez.
Y tras la lectura de esta segunda parte con dibujo de Gene Ha y color de Wesley Wong se confirman peores previsiones. El caso es que desde que le descubrí en Top Ten junto a Alan Moore, Ha es un dibujante que me gusta mucho, destacando en esa historia de policías futuristas por el increíble y loquísimo nivel de detalle que creó para ese comic. Por desgracia, en este comic no encontramos a ese Ha detallista hasta niveles imposibles, sino uno nuevo mucho más funcional con una sorprendente falta de fondos y localizaciones que nos muestren donde está sucediendo la acción, perdiéndose el elemento preciosista de obra de arte que tenían las páginas de Jiménez. A pesar que Ha intenta lucirse en algunas dobles splash-pages que nos recuerdan el primer volumen y creo que están bastante conseguidas, el conjunto queda desangelado, casi como si estuviera a medio dibujar, lo cual no puede ser más injusto para el trabajo del dibujante nacido en Chicago.
Pero ojo porque parece que todo es problema del dibujo y casi más problemático es la historia de DeConnick. Si la primera parte prometía una historia mitológica a la altura de las grandes epopeyas, la historia de este comic podría resumirse en «Hyppolita se va de viaje y se encuentra a gente», planteando un soufflé que se ha desinchado a las primeras de cambio. Un comic que llegué a pensar que podría mirar de tu a tu a los grandes clásicos de DC se ha transformado de golpe en una historia que si se hubiera publicado en la grapa normal de Wonder Woman me parecería una de sus historias más descafeinadas. De hecho, para ser un volumen de casi 64 páginas de historia (descontando los extras del proceso creativo), podría decirse sin equivocarse que realmente no ha pasado casi nada interesante que destacar. Ese es el nivel de la decepción que me ha producido este volumen, y esto es problema del guion, no del dibujo.
Probablemente con Nicola Scott dibujando el tercer volumen la sensación final mejore y consiga dejarnos con mejor sabor de boca que tras esta segunda parte. Pero me resulta incomprensible la decisión de DC de mutilar una obra con vocación de clásico absoluto si Jiménez la hubiera dibujado en su totalidad, quedando ahora mismo como otro comic «entretenido sin más» de la editorial, desde luego no algo que recordar y atesorar.
Comparto las primeras páginas de este comic, que realmente no son representativas del comic en su totalidad:
La decisión de DC de hacer que Jiménez no dibuje toda la serie de Wonder Woman: Historia me parece incomprensible y un bajonazo monumental, a pesar del intento de Gene Ha de mantener el nivel, cosa que no consigue por la intrascendente historia de DeConnick. Qué pena de comic.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
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Si te gusta disfrutar de los comics especialmente por el dibujo y sólo tienes que comprar un comic este mes, Wonder Woman Historia con guión de Kelly Sue DeConnick y un despliegue artístico alucinante por parte del dibujante Phil Jimenez (con color de Hi-Fi Arif Prianto y Romula Fajardo Jr.), es probablemente la única elección posible.
PUNTUACIÓN: 9/10
Hace milenios, la reina Hera y las diosas del panteón olímpico se sentían muy decepcionadas con los dioses varones. Y a sus espaldas, pusieron en marcha un plan. Nació una sociedad nueva, una nunca vista en la Tierra que era capaz de cosas maravillosas y también terribles; sin embargo, el secreto de su existencia no duró mucho tiempo. Y cuando una mujer desesperada llamada Hipólita se cruzó en el camino de las amazonas, desencadenó una sucesión de acontecimientos que condujeron a una guerra abierta en el Cielo… ¡y a la creación de la principal defensora de la Tierra!
Este Libro Uno de Wonder Woman Historia titulado Las Amazonas es un volumen de 72 páginas que ECC Ediciones ha publicado en cartoné dentro de su sello Black Label.
Kelly Sue DeConnick (Ohio, 1970) es una guionista de cómic estadounidense, editora y traductora de obras manga al inglés. Tras su paso por Marvel donde trabajó entre otras en la serie de Capitana Marvel, ha triunfado en el mundo indy con sus series Bella Muerte con Emma Rios, y Bitch Planet, ambas editadas por Image Comics. Está casada con Matt Fraction, y este trabajo para DC Comics dentro del sello Black Label tiene muchas posibilidades de quedar como uno de los puntos álgidos de su carrera.
Phil Jiménez (Los Ángeles, 1970) es un artista estadounidense, conocido por su obra como guionista y dibujante para Wonder Woman desde 2000 a 2003, como uno de los cinco dibujantes de la miniserie Crisis Infinita (2005-2006), y por sus colaboraciones con el guionista Grant Morrison en New X-Men y Los Invisibles. En sus inicios como dibujante, estuvo muy implicado en comics de Los Nuevos Titanes, en los que parecía un alumno aventajado de George Pérez. Aunque entre 2007 y 2010 firmó en exclusiva con Marvel trabajando entre otros en los comics de Spiderman, su figura ha estado siempre asociada con DC Comics. Wonder Woman Historia puede convertirse también en LA gran obra de Jimenez.
Para esta Wonder Woman Historia, Kelly Sue DeConnick acierta a la hora de plantear contarnos una historia que se remonta mucho antes de la creación de las Amazonas. Los mitos griegos son un campo fértil para contar todo tipo de historias, pero lo cierto es que bajo un prisma del siglo XXI, Zeus y su panteón eran seres crueles que sólo pensaban en su propia satisfacción egoísta explotando a las mujeres de las peores formas imaginables. Que en medio de esta dominación las diosas se rebelaran y acabaran creando a las Amazonas lanza un poderoso mensaje feminista con el que toda persona normal estará de acuerdo, ya que no puede aceptarse que nadie piense que es mejor o superior que sus semejantes.
Pero dentro que me ha gustado y me ha sorprendido la historia de DeConnick, si por algo recordaremos este Wonder Woman Historia es por el exuberante y recargado dibujo de Phil Jimenez. Cada página es una OBRA DE ARTE con mayúsculas, en el que aparte de la propia narración de la historia, Jimenez apabulla al lector con cientos de detalles en cada página que al menos a mi me volaron la cabeza.
Aparte de la exuberancia y la vistosidad visual de cada página, Jiménez aprovecha al máximo las posibilidades narrativas y expresivas de la doble página, haciendo que la mayoría de páginas se planteen casi como collages dentro de las cuales se sitúa la acción, consiguiendo un efecto estético maravilloso que añade una cualidad épica al relato. En este sentido, también hay que reconocer el fantástico trabajo de Hi-Fi Arif Prianto y Romula Fajardo Jr. en el color, con una paleta de colores vivos que aún acrecienta la sensación de relato épico que se ha contado desde hace siglos de madres a hijas.
Para mi Jimenez era un muy buen dibujante con un estilo quizá demasiado influenciado por George Pérez. Con Historia encuentro la primera obra en la que el alumno puede haber superado al maestro. De hecho, si tengo que ponerle un pero al dibujo de Jimenez es que aporta tantas cosas a cada viñeta y a cada página que al terminar de leerlo sentí que mi cerebro había recibido una sobrecarga de información. Ya podéis imaginar que si este es todo el problema, es que la cosa me ha gustado. En el tiempo en que estoy escribiendo estas páginas he vuelto a leer el comic y he flipado aparte de con todo en general, con detalles del dibujo que no capté la primera lectura. Y no tengo duda que esta experiencia satisfactoria la voy a tener en próximas lecturas.
Tras el subidón que ha supuesto leer este primer número y sobre todo, sumergirme en el arte de Phil Jimenez, me he pegado un bajonazo importante al descubrir que Jimenez NO va a dibujar los siguientes números. Y el caso es que Gene Ha y Nicola Scott, los artistas asignados para los libros 2 y 3, son también dos fuera de serie con estilos de dibujo que van perfectos a esta historia de las Amazonas, pero mucho me temo que la comparación va a ser inevitable y van a acabar dejándonos con la sensación que con Jimenez hubiera estado mejor. Lo cual reconozco que va a ser una situación super injusta para ambos.
En todo caso, en este caso prefiero quedarme con lo bueno de un comic que puede convertirse en el Watchmen del mundo de Wonder Woman, el comic que sumado a la celebrada etapa de George Perez de 1987, dentro de 20 años seguirá en las estanterías y servirá de puerta de acceso para las próximas generaciones de lectores.
Wonder Woman Historia: Libro Uno – Las Amazonas me ha volado la cabeza. Una compra obligada alucinante.
PUNTUACIÓN: 9/10
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Con algo de retraso he podido leer los tres volúmenes de Wonder Woman: Tierra Uno de Grant Morrison y Yanick Paquette, con colores de Nathan Fairbairn, la maravillosa reimaginación de los mitos de las Amazonas, en el que es uno de los comics mejor dibujados que podemos encontrar hoy en día en las librerías.
PUNTUACIÓN: 7,5/10
De las mentes magistrales de Grant Morrison (Crisis Final, El Multiverso) y Yanick Paquette (La Cosa del Pantano, Batman Inc.) llega el origen más provocador de Wonder Woman que hayas leído. Un relato único que rinde homenaje a su rica trayectoria.
Tras Batman, Superman y los Jóvenes Titanes, llega el momento de que los mejores autores aborden el mito de Wonder Woman desde una nueva óptica. Provocadora pero respetuosa, completamente moderna pero atemporal, esta nueva incorporación a la serie de novelas gráficas Tierra Uno de DC nos presenta el poder y el valor de Wonder Woman, la campeona de Isla Paraíso.
Wonder Woman: Tierra Uno ha sido una serie de 3 novelas gráficas, publicadas en España por ECC Ediciones en 2016, 2019 y julio de 2021. La primera novela gráfica contó con 144 páginas, con 136 las dos siguientes.
Grant Morrison (Glasgow, 1960) es uno de los principales guionista del mundo del cómic americano mainstream. Ha trabajado y revitalizado demasiados conceptos como para mencionarlos todos, pero habría que destacar entre sus comics más destacados y celebrados Animal Man, Doom Patrol, la novela gráfica Arkham Asylum, The Invisibles, Justice League, Batman, All-Star Superman, We3, Flex Mentallo, 52, Final Crisis o su relanzamiento de los X-Men, que forman ya parte de la historia del medio. En prosa escribió la novela Super Gods, análisis de la historia del comic book americano en la que Morrison conectó con sus propias vivencias personales.
Yanick Paquette es un artista canadiense que ha realizado al igual que Morrison la mayoría de su obra en DC Comics. Tras realizar varios cómics independientes, llegó a DC en 1997 gracias al especial JLA: Tomorrow Woman. Realizó muchos más encargos para la misma editorial antes de iniciar una prolífica colaboración con Marvel en títulos como Ultimate X-Men. En 2006, dibujó la miniserie Secret Soldiers: Bulleteer escrita por Grant Morrison, con quien repetiría más adelante en The Return of Bruce Wayne y Batman Inc. Tras su etapa en La Cosa del Pantano del Nuevo Universo DC junto a Scott Snyder, puede decirse sin generar polémica que este Wonder Woman: Tierra Uno es su mejor trabajo como profesional.
La reimaginación de los mitos de Wonder Woman a manos de Morrison me ha parecido super curiosa porque me alucina ver en 2021 que Morrison haga un elogio tan poco sutil del ideario del creador de Wonder Woman William Moulton Marston, que creó al personaje en 1941.
Wonder Woman fue un banco de pruebas empleado por el psicólogo Marston, creador del polígrafo, para exponer sus puntos de vista sobre el feminismo, con “un nuevo tipo de superhéroe que triunfaría no con puños o potencia de fuego, sino con amor”, lo que obligatoriamente hizo que debiera ser una mujer. Marston creó Wonder Woman para ser una alegoría del líder amoroso ideal; el tipo de mujer que él creía que debería dirigir la sociedad. «Francamente, Wonder Woman es propaganda psicológica para el nuevo tipo de mujer que, creo, debería gobernar el mundo», escribió.
Marston era un feminista convencido, practicante del poliamor y firme creyente en la superioridad de las mujeres. Describió la servidumbre y la sumisión como una «práctica noble y respetable». La Wonder Woman de Marston a menudo terminaba encadenada antes de liberarse inevitablemente. Esto no solo representaba la afinidad de Marston por el bondage, sino también el rechazo frontal que mostraba frente a la subyugación de las mujeres y la esclavitud.
Grant Morrison toma todos estos elementos unidos a la propia mitología griega de la Amazonas para crear un mundo de Wonder Woman que se siente moderno y atemporal a la vez, respetuoso del pasado del personaje pero sin miedo de llevarlo a caminos hasta ahora nunca explorados cuando se lleva la ideología de Wonder Woman y las Amazonas hasta sus últimas consecuencias. Frente a la versión guerrera espada en mano que se ha impuesto en los últimos años en los comics de DC, me gusta que Morrison nos devuelva a la Diana más utópica y optimista que busca convencer con el poder del amor y que tiene como principal arma su lazo de la verdad. Que este concepto que parece tener una connotación silver-age un poco ñoña tenga tanta importante en la historia realmente me parece un acierto.
Morrison es también un feminista convencido y no tiene problema en mostrar que el ideal de sociedad de esta historia, tal y como imaginó Marston, es una que esté dominada por las mujeres en la que el hombre de un paso al lado, y no tuvo miedo a la polémica que entiendo que sabía que estas ideas podrían provocar en el público americano.
Los lectores veteranos de comics ya sabemos que los comics siempre han sido políticos, y este Wonder Woman: Tierra Uno es una historia 100% feminista de principio a fin, con una presentación de Diana en el mundo “real” de los Estados Unidos que pone en contraste su mundo ideal idílico con los problemas de nuestra sociedad, con unos poderes económicos y militares que se oponen a toda posibilidad de alterar el statu-quo. Una sociedad con graves problemas y desigualdades al que le falta mucho para llegar al ideal al que aspiran las mujeres de la historia.
Pero no nos vamos a engañar, la historia de Morrison está bien, pero el plus de calidad que hará que este comic se recuerde durante años es el suntuoso y maravilloso dibujo de Yanick Paquette con colores de Nathan Fairbairn. Hace mucho tiempo que no he visto a una Diana tan bella, poderosa y segura de si misma, a la vez transmitiendo la ingenuidad, positivismo y esperanza de un mundo mejor que supone la juventud. A una perfecta anatomía (literalmente), no sólo de Diana, sino de todas las Amazonas, hay que añadir una fuerte personalidad de cada personaje, que transmiten perfectamente el ideal de belleza imposible que forma parte del ADN de esta sociedad utópica perfecta formada únicamente por mujeres. Este Wonder Woman: Tierra Uno es sin duda una celebración del cuerpo femenino en todas sus formas.
Los dibujos de Paquette quitan el hipo y son increíbles. Hay que agradecer la oportunidad que este formato de novelas gráficas le ha proporcionado para poder crear su mejor trabajo sin tener que preocuparse de los plazos de entrega mensuales habituales del mundo del comic-book, que son el gran problema para la creatividad artística del medio. Paquette crea una arquitectura maravillosa con una Temyscira que cobra vida de forma mágica. El increíble trabajo de fondos es otro elemento que hace que estas novelas gráficas sobresalgan respecto a la gran mayoría de comics que se publican en la actualidad, y quiero destacar además las estupendas portadas, como la del número 3 inspirada en «La libertad guiando al pueblo» de Delacroix.
A esto hay que sumar un gran dominio de la narrativa, consiguiendo la cuadratura del círculo de hacer que su Wonder Woman sea una belleza que admirar en cada página y que además la historia se lea de forma super fluida casi de una sentada gracias a una composición de páginas que son un escándalo, llena de suntuosidad, respeto por sus orígenes mitológicos y frescura a la hora de contar la historia. Y si a todo esto le sumamos un indudable elemento erótico en la historia con numerosas viñetas planteadas como puro bondage con Diana apresada o arrodillada delante nuestro, mirándonos a los lectores con la boca abierta y ojos solícitos, ¡buff!! La lectura aumentó varios grados de temperatura a mi alrededor mientras lo leía. Y creo que este elemento es un claro homenaje a la figura de Marston y los valores que defendía.
Si tengo que ponerle un pero, es que Morrison construye a unas Amazonas tan superiores en todo, belleza pero sobre todo fortaleza e inteligencia, que realmente no llega a haber nunca una amenaza creíble que tenga capacidad real para oponerse a ellas. Si a eso sumamos a unos hombres machistas presentados como personas pequeñas y ridículas, la sensación de inocuidad está presente de principio a fin. Esto además viene aumentado por la propia existencia de las tres oráculos que indican que el destino ya está marcado de antemano, así para ¿para qué preocuparse por nada si todo va a suceder como estaba previsto?
Luego hay otro elemento que es mucho más cuestionable, y es la propia ideología de Marston y su «feminismo sumiso». En los últimos años estamos acostumbrados que a la hora de actualizar historias y personajes clásicos para las nuevas generaciones de lectores, en las versiones modernas se modifican aquellos elementos que han envejecido mal y puedan resultar ofensivos por transmitir elementos que con ojos del siglo XXI puedan ser vistos como machistas, racistas, etc… Algo que no me parece mal, la verdad. Que sin embargo se haya considerado conveniente publicar un comic que presenta la superioridad de las mujeres frente a los hombres, y que los hombres deben aceptar sumisamente esta posición de superioridad femenina me deja flipado. Soy una persona convencida de los valores del feminismo clásico y creo que hombres y mujeres somos iguales en derechos y obligaciones, y que nuestra sociedad debe derribar las barreras y toda discriminación que impidan el crecimiento y la felicidad de la mujer, de cara ha conseguir una democracia de ciudadanos iguales. Y no tengo la piel fina, entiendo que Morrison plantea este elemento a sabiendas de ser polémico, y me gusta leer contenidos que planteen un desafío intelectual. Pero pensaba que el objetivo a conseguir era este, una sociedad de hombre y mujeres con las mismas oportunidades y derechos. Igual resulta que estaba equivocado.
Creo que en 40 años leyendo comics mainstream americanos es la primera vez que un héroe afirma la superioridad de un género frente al otro como un ideal al que aspirar. Es algo que se sobreentiende en el discurso de un villano, que para eso es el malo que busca provocar desigualdades, pero que nunca esperé leer de alguien como Wonder Woman. Ni de ningún otro héroe, ojo. Y para que entendamos lo problemático de todo, imaginemos que DC hubiera querido publicar un comic de Superman (por ejemplo) en el que promoviera una sociedad utópica en la que el hombre es más importante que la mujer, y en la que el género femenino debe acostumbrarse a vivir una vida servil hacia el hombre, y que esta sociedad se mostrara como un paraíso de paz y felicidad. Obviamente este comic no se hubiera publicado porque DC sabe con razón que se le hubieran tirado encima todo tipo de activistas por ser discriminatorio, ofensivo para la mujer, etc, etc. Y sin embargo, aquí tenemos un comic que propugna eso mismo al revés para aplauso generalizado. En este sentido, esta historia de Morrison muestra una visión de un feminismo radical reaccionario que intenta controlar todos los discursos que se realizan en obras de entretenimiento, que no busca igualar los derechos y las obligaciones de hombres y mujeres sino crear privilegios de unas frente a otros.
Y si a esto le sumamos que el propio ideal de feminismo sumiso de Marston copiado por Morrison podía ser genial en el entorno universitario de los años 40 en el que vivía Marston, pero resulta bastante ridículo si se piensa que alguien lo toma en serio como ejemplo en pleno siglo XXI a la hora de plantear una revolución feminista en nuestra sociedad. Esto hace que el final del comic en mi opinión acabe siendo un tanto descafeinado y problemático si pensamos en el mensaje que nos está contando. El problema de los ideales es que en los comics son mostrados y ejecutados por seres puros y perfectos como en este caso las inmortales amazonas, mientras que en la vida real las personas, también las mujeres, estás llenas de prejuicios y envidias, y son capaces de lo mejor y de lo peor.
A pesar de estos elementos con los que no comulgo, tampoco es que me rasgue las vestiduras ni nada, como comic de entretenimiento ligero creo que cumple perfectamente su función, sobre todo gracias al sublime dibujo de Paquette. Y en estas novelas gráficas he encontrado también elementos positivos que contrarrestan los menos buenos que hacen que me haya gustado la lectura.
Wonder Woman: Tierra Uno es una de las mejores lecturas de Wonder Woman que puede encontrarse: provocadora, respetuosa de su pasado, moderna y atemporal al mismo tiempo. Si eres fan de Diana, no te lo puedes perder.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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Zack Snyder es el Rob Liefeld del mundo del cine. Y en su Zack Snyder´s Justice League estrenado hace unas semanas en HBO tenemos una sobredosis de su vacua potencia visual y su pretenciosa y embarullada narrativa, que traslada a imagen real todo lo malo del grim-n-gritty que sufrimos en el mundo del comics en los años 90.
PUNTUACIÓN: 3/10
Con la determinación de asegurar que el sacrificio definitivo de Superman (Henry Cavill) no fue en vano, Bruce Wayne (Ben Affleck) une fuerzas con Diana Prince (Gal Gadot) para reclutar a un equipo de metahumanos que protejan el mundo de una amenaza inminente de proporciones catastróficas. La tarea es más difícil de lo que Bruce imaginaba, ya que cada uno de los reclutas deberá enfrentarse a sus propios demonios para trascender aquello que los detenía, para unirse y formar de manera definitiva una liga de héroes sin precedentes. Ahora unidos, Batman, la Mujer Maravilla, Aquaman (Jason Momoa), Cyborg (Ray Fisher) y Flash (Ezra Miller) deberán salvar al planeta de la amenaza de Steppenwolf, DeSaad y Darkseid, antes de que sea demasiado tarde.
Versión extendida de «Justice League» (2017), que representará una versión fiel a la visión original de la obra de Zack Snyder, que fue apartado de la producción de la misma tras una tragedia personal y reemplazado por Joss Whedon. (Filmaffinity)
En mi reseña de Justice League (2017) ya comenté los problemas que tuvo el rodaje y post-producción de la película, que provocó el abandono de Snyder de la producción al negarse en realizar los cambios que Warner le exigía. No es el momento de alargarme sobre este tema en este post, si es algo que te interesa te invito a que visites dicho artículo.
Sobre el asunto de la injerencia de Warner, sólo recalcar varios hechos fundamentales, en mi opinión. El primero y principal es que ¡Batman v Superman es una película muy mala!! Es terrible como adaptación del espíritu de los comics de DC, pero incluso sin tener en cuenta esto es una mala película de aventuras, cosa que al menos no pasaba en Man of Steel. Cuando alguien como Geoff Johns que conoce y ama a los personajes ve la película y el desastre que Snyder y Terrio realizaron con los mejores superhéroes de DC Comics, haciendo que cayeran antipáticos por culpa de un guión desastroso, es normal que no quisieran que se repitiera el desastre en este caso con la Liga de la Justicia. Whedon llegó con un encargo imposible y lo cierto es que a pesar de todo mejoró un montón de elementos que pudieron verse en su versión de 2017, partiendo del hecho que podía tocar cosas, pero el esqueleto central de la historia era inamovible y era 100% de Terrio y Snyder. Además, la labor de Whedon también se vio truncada por unos ejecutivos codiciosos que mantuvieron el estreno en 2017 para cobrar sus bonus anuales en lugar de permitir más tiempo para ajustar la película, y obligaron a reducir el metraje a menos de dos horas, lo que convirtió el remontaje en una misión imposible destinada al fracaso.
Tras la debacle de Justice League, tardó poco en empezar el rumor de que existía un montaje diferente, el que fue llamado Snyder-Cut, que no sólo era una película completamente terminada, sino que los ejecutivos de Warner lo ocultaban para que los fans no pudieran disfrutarlo. Al poco, el propio Snyder se unió a esta campaña confirmando la existencia de su Snyder Cut, ofreciendo detalles con cuentagotas que mantuviera la llama de un movimiento con tintes de secta mesíanica que empezó una de las campañas online de cyber-bullying más largas y terroríficas que se recuerdan.
Aunque durante años Warner negó la posibilidad de completar este Snyder-Cut, la suerte (para Snyder) quiso que el lanzamiento del canal de streaming HBO Max en 2020 fuera un fracaso, quedándose muy rezagada frente a los gigantes Netflix, Amazon Prime e incluso también de la recién estrenada Disney+. AT&T, la dueña de Warner y HBO, apostó fuerte por el canal y se lanzó a la búsqueda de contenidos potentes que pudieran generar nuevas suscripciones. En este contexto, el Snyder-Cut parecía una apuesta ganadora, ya que en teoría el montaje estaba acabado y el ruido en internet garantizaba el interés de una parte del fandom. La primera propuesta de HBO ofrecía estrenarlo tal cual estaba, sin finalizar los efectos especiales pendientes, de forma que el coste para HBO sería cero. Snyder por supuesto se negó, y tras unos meses de negociaciones, finalmente HBO aceptó no sólo pagar para que se terminaran los CGI pendientes, (algo importante ya que daba trabajo a las empresas de efectos especiales que por culpa del COVID estaban cerradas por falta de actividad), sino que invirtió lo que se estima son más de 70 millones de dólares para que Snyder pudiera incluso rodar nuevas escenas que pudieran completar su visión de la mejor manera posible. Por lo que se ha publicado, Snyder renunció a su sueldo pero a cambio se guardó el «final-cut» para asegurar que lo que estrenara ahora sí fuera lo que él quería al 100%. Y tras varios cambios, finalmente esta versión de 4 horas ha sido dividido en 6 capítulos consecutivos por HBO y ya está al alcance de los suscriptores.
Y empezando por los elementos positivos, hay que aplaudir que un creador pueda ver su trabajo publicado tal y como él lo pensó. Ya he comentado que no comulgo con la visión de Snyder de los personajes de DC Comics, que muestran a un megalómano que no se ha leído casi ningún comic que no sea TDKR de Frank Miller pero que ha jugado mucho al Injustice, pero sí hay que defender que si Warner le aceptó la idea en su momento, que no se la mutile a mitad del camino. De esta manera, ahora que ya tenemos este Zack Snyder´s Justice League a nuestra disposición, los espectadores podemos salir de dudas y valorar si tanto odio en internet valió la pena.
Un primer elemento positivo que me ha gustado de este ZSJL es poder ver los momentazos visuales que Flash protagoniza en la película y que por motivos narrativos Whedon tuvo que eliminar de su montaje. Desde un punto de vista únicamente visual, el rescate de Iris West inicial y la carrera a través del tiempo en el climax final son super espectaculares y con imágenes realmente brillantes que te dejan con un WHOA!!! en la cara alucinante, de forma que te das cuenta la pena que fue perderse esta espectacularidad en la versión de 2017.
En general, a pesar de algún matiz que luego comentaré, todo el climax final es mucho más redondo y espectacular que el que vimos en la versión de Whedon. Como dije en la crítica de Justice League, creo que Whedon tenía razón en su análisis de los problemas de la historia de Snyder y Terrio y que era un error mostrar a Darkseid en esta película, aparte que su inclusión dejaría un argumento inconcluso que podría generar frustración dado que ya se sabía que Justice League 2 había sido cancelada y no se iba a hacer.
Debo decir que a pesar de las críticas que se escucharon en los días posteriores al estreno sobre la elección de Snyder de estrenar SU película en formato 4:3 y lo raro que queda al verse obligatoriamente en televisión con las dos franjas verticales, a mi no me ha molestado en ningún momento ni me ha generado ningún problema. Es más, diría que esta formato cuadro aporta una cualidad casi operística más grande que la vida que creo que le va de maravilla al estilo grandilocuente -aunque vacío- de Snyder. Es posible que mis sensaciones positivas también vengan derivadas de la propia novedad del formato, pero sea por el motivo que sea, a mi me funciona y ese aspecto concreto ayudaba a que me enganchara a la película durante su larguísimo visionado.
Estoy intentando buscar algún elemento positivo más para resaltar en este post, pero la verdad es que no acabo de encontrarlos. Y me estoy esforzando. Pero nada. Si me voy acordando de algo, lo añadiré sobre la marcha. Bueno si, hay que reconocer que gráficamente, es una pasada ver a BATMAN posando en posturas molonas durante toda la película, suspendido en lugares elevado para lucir cool, recordando las típicas splash-pages de los comics. Visualmente, la verdad es que está super chulo.
Pero llegamos al quid de la cuestión. Y es que en lo fundamental, el núcleo del guión Snyder y Terrio es el mismo que vimos en la versión de Whedon, con Steppenwolf llegando a la Tierra buscando las 3 cajas madres, la resurrección de Superman y la batalla final en Rusia. Y la verdad es que en lo relativo a la caracterización de los personajes y el ritmo, me quedo sin dudarlo con la versión de Whedon. Y eso a pesar de que claramente es una película frankenstein en la que se notan los remiendos a la legua, pero Whedon aporta muchísima más humanidad a los personajes en 2 horas que lo que Snyder consiguió en ¡tres películas de estos personajes!!!
El debate si son la misma película o son películas diferentes me parece un tanto estéril. Si, la historia básica es la misma, pero hay muchos cambios entre ambas en lo relativo a motivaciones e historia de los personajes, hasta el punto que alguna escenas contando lo mismo cambian el foco de unos personajes a otros. Aparte, un montaje de dos horas y otro de cuatro difieren tanto que yo al menos las considero entidades diferentes.
Y volvemos a lo que comentaba al principio. El primer gran problema de ZSJL es que Chris Terrio es un guionista nefasto que firma de nuevo un guión muy flojo caracterizado por la arbitrariedad, en el que la causalidad y la lógica no son tenidos en cuenta. Esto provoca que por cada momento visual chulo que encontramos hay una idea cuestionable en el guión que me saca de la película y que entiendes que Whedon lo quitara de su montaje.
No quiero convertir este post en una relación exhaustivo con todas los saltos de lógica y absurdeces del guión, porque se haría eterno. Si quieres hacer unas risas, te recomiendo que leas el hilo que mi amigo tuitero Caedus ( @SepZed ) ha publicado sobre la película, que me parece excelente. Solo comentaré algunas locuras que me parecen fragrantes.
Empezando porque la primera aparición cinematográfica de DARKSEID (posiblemente el más poderoso villano de DC Comics) en imagen real en la película sea para verle caer derrotado y casi destruido a manos de las amazonas, atlantes y dioses del Olimpo capitaneados por Ares. Si Darkseid fue DERROTADO, ¿por qué debe dar sensación de amenaza Steppenwolf, que no deja de ser el subalterno del perdedor? ¿Cómo es posible que Terrio tuviera esta idea y nadie se diera cuenta que era una tontería y un error? Pues porque ejemplifica lo que es Snyder, un director motivado por los golpes de efecto y los momentos visuales al que realmente le da igual cómo se llega a esos momentos. Si, ya se que Sauron también es derrotado al comienzo de LOTR, pero supongo que aparte que precisamente eso ya esá muy visto, no querrás admitir que copiar unas novelas escritas hace más de medio siglo queda un pelín vago, ¿no es verdad, Chris Terrio?
A esto se une la absurdez que Darkseid nunca ha sido derrotado en miles de mundos, pierde las cajas madre en la Tierra y se marcha con su nave del Sistema Solar (no teletransportándose) para luego decir que las cajas madre estaban perdidas y no se sabía su paradero. ¡Pero si está claro, si te las dejaste en la Tierra!! ¿Nadie se dio cuenta de esto tampoco? Claramente no, Terrio debe pensar que los espectadores somos tontos.
La presentación de Wonder Woman (Gal Gadot) en el banco en Londres es básicamente la misma en ambas versiones, pero la de Snyder no sólo es más lenta sino que convierta a Diana en una asesina sanguinaria cuando no hay necesidad de ello, destrozando además el propio banco porque si en otro momento gratuito que no viene a cuento y me recordó a lo peor de MoS y la destrucción de Metrópolis porque molaba. Sin embargo, tras destrozar la cabeza de un terrorista y esparcir sus sesos por una pared, en uno de los momentos más embarazosos que creo voy a ver en una película este año, una niña la dice «de mayor quiero ser como tú». Vaaaaale, que alguien llame al psicólogo, no cabe duda que la niña ha quedado traumatizada. Aparte de lo ridículo del plan de los terroristas que básicamente buscan suicidarse porque si. Whedon consigue que empatices con Diana, según Snyder es un témpano de hielo sin debilidades ni humanidad, algo que se hace dolorosamente visible en el climax en el que ¡¿decapita a steppenwolf porque mola?! WTF?
Flash (Ezra Miller) comentaba que tiene momentos visuales estupendos, pero también otros que generan un cierto bochorno, como la entrevista de trabajo, el salvamento de Iris West adoptando una actitud de stalker ante la indefensa joven, que la salve a ella pero le de igual la destrucción y las muertes que provoca el accidente de tráfico detrás suyo, o que sea imposible localizarle y viva casi como un okupa sin ingresos, pero resulta que visita a su padre en la cárcel (donde hay listado de visitas) todas las semanas y tiene una casa llena de alta tecnología y se ha construido un traje con materiales de última generación.
Como digo, la película es una sucesión de superficialidad tras tonterías tras momentos embarazosos. Y eso continuamente. Algo de lo que sufre sin duda el personaje de Cyborg. Ya comenté en mi post de Justice League que Ray Fisher es un error de casting de bulto y de largo el peor actor de los seis que interpretan al super grupo. Sus apariciones tienen el carisma de un poste de la luz con el problema de estar enfadado todo el rato pero en especial con su padre ¿por salvarle la vida? Vamos hombre… Si, Fisher tiene muchos más minutos en pantalla y el guión hace que varios momentos clave le tengan a él en el centro, pero su carisma es nulo y el CGI de su traje tampoco funciona, por lo que en este caso, más no es mejor. Aparte, tener más metraje para ver que siendo universitario llaman a su madre como si fuera un niño cuando le pillan habiendo hackeado el ordenador del colegio no funciona para que empaticemos con él. Como tampoco lo hace que nos digan que es un héroe porque tiene el poder de entrar en cualquier ordenador y saltarse todas las protecciones para conocerlo todo de nosotros, pero elige no hacerlo… para a continuación espiar a una mujer aunque acabe dándole dinero.
Y eso sin entrar en la absurdez que los parademonios buscan las cajas madres atraídos por sus patrones de energía únicos, lo que les lleva a Star Labs donde estuvo almacenada, pero no a la caja en sí que se encuentra en la casa de Cyborg. Pero como digo, como estas hay en todas las escenas.
Aquaman (Jason Momoa) es igual de irrelevante en el aspecto emocional y como personaje en el ZSJL como lo era en la versión de Whedon, pero aquí mata sin compasión a Steppenwolf y cae en todavía más contradicciones frente a la estupenda película de James Wan. Y unas jóvenes cantan cuando entra en el mar porque queda bonito aunque no tenga sentido.
Batman (Ben Affleck) en la versión de Whedon conocía en la propia película la amenaza de los parademonios, lo que justificaba la creación de la Justice League, haciendo que la película fuera autocontenida y en ese sentido, satisfactoria. Junto a Diana se ayudaban mutuamente a recuperar la fe en la humanidad y mirar más allá de los errores de ambos del pasado. Además, haciendo un buen uso de la continuidad, tras su sueño en BvS, avisa a Lois cuando van a resucitar a Superman para que esté presente y sea su arma secreta en caso que las cosas vayan mal, consiguiendo con su previsión que Superman no caiga en la oscuridad. De esta forma, todo lo que hace tiene una justificación, es lógico y provoca una evolución en el personaje que mola. En el ZSJL, no hay lógica ni evolución ni nada. Bruce empieza ya el reclutamiento sin habernos mostrado por qué, no tiene la conexión con Diana y si Lois está en el parque, es por pura casualidad random cualquiera.
Y hablando de Lois (Amy Adams), la única escena que de verdad me parece bien escrita es la que Lois y Martha Kent (Diane Lane) hablan y comparten su dolor tras la muerte de Clark (Henry Cavill). Un momento super chulo que Snyder se carga ridículamente al añadir en los reshoots al Detective Marciano, lo que de hecho cancela el momento emocional y lo transforma en algo embarazoso. Aparte, para ser telépata y saber la importancia de Lois aún no se muy bien porqué, ¿no va y le dice que pase página en su vida, lo que de facto convierte su visita al memorial de Superman un momento totalmente aleatorio?
Todo en el guión de Terrio viene motivado por la casualidad, no la causalidad. Y por la molonidad vacía que no aporta nada, cosa que queda totalmente de relevancia en el uso del traje negro por parte de Superman, que no parece tener más justificación que la obsesión de Snyder por la falta de color como herramienta para hacer la historia más «adulta», lo que demuestra una mentalidad adolescente un tanto acomplejada.
Todo lo anterior refleja que a pesar de estar ante una película de cuatro horas, eso no significa que los personajes estén mucho mejor construidos o que las dos horas extra nos aporten elementos fundamentales para hacerlos más redondos de lo que vimos en la versión de Whedon. De hecho, como ya pasó en BvS, se hace muy difícil poder empatizar con estos personajes ya que son mostrados casi como estatuas de mármol más que como personas o héroes. Si la idea era de alguna manera sugerir la icónica etapa de Grant Morrison en el comic, el naufragio es total.
Pero no es sólo que los personajes flojeen a pesar de la espectacularidad de algunos momentos contadísimos, o que el guión sea directamente un desastre. En este ZSJL tenemos la mayor demostración de ombliguismo «autoral» y nula capacidad para contar una historia de forma adecuada que he sufrido en mucho tiempo. Las cuatro horas son un horror a cámara lenta en la que conceptos como ritmo, construcción de tensión o la evolución dramática ni están ni se los espera, llegando incluso a pensar si Zack Snyder olvidó la habilidad que mostró en sus primeras películas Amanecer de los muertos o 300, las mejores de su filmografía y hoy por hoy, casi un espejismo.
Snyder se olvida de la síntesis ofreciendo un relato alargado y recargado que sin embargo es puro humo vacío de contenido. Comparaba a Snyder al comienzo de mi reseña con Rob Liefeld, y lo cierto es que la frase es de mi hermano Fernando, pero es que dio en la diana. Liefeld es super majo en redes sociales (y un poco flipado) y tiene muchísimos fans desde los años 90. Pero el caso es que tras más de 30 años trabajando sigue sin saber dibujar ni respetar los más mínimos conceptos de anatomía o perspectiva. Con el problema añadido que en sus últimos trabajos se le nota todavía más acomodado y vago que de costumbre porque sabe que haga lo que haga, sus incondicionales se lo van a comprar igual. El mundo del comic tiene a veces estos milagros, yo tampoco lo acabo de entender. Snyder está siendo lo mismo pero peor al aplicarse al medio cinematográfico, su grandilocuencia, oscuridad y estilo visual videoclipero ya no ocultan su nula capacidad narrativa o su vacía pretenciosidad, anclado en la splash-page, y olvidando que ante todo se trata de contar una historia. De hecho, da la sensación que la adoración del culto ha provocado que su endiosamiento sea aún mayor y se crea que cualquier cosa vale, porque es suya.
Y aún no he terminado. A todo esto hay que sumar unos CGI penosos impropios de una película de gran presupuesto como esta. En la versión de Whedon Steppenwolf quedaba cutre, pero la versión de Snyder no lo mejora en absoluto. De hecho, en otra muestra de infantilismo, Snyder cae un poco en el ridículo de pensar que el poner pinchos irreales en su armadura lo iba a hacer más peligroso y «malote» cuando es al contrario, queda incluso menos creíble. Pero es que el diseño de Darkseid es aún mas terrible y queda fatal con el deficiente CGI, al igual que varias escenas como el combate en el pasado que parece sacado de un juego de la Play Station 2. Si con 70 millones extra que ha contado Snyder sólo puede conseguir esto, la cosa no podría ser peor.
No tengo demasiados peros con la música de Junkie XL más allá que me falta un tema realmente icónico del grupo, pero en general es funcional con lo que se pedía de él. Con lo que no conecto nada es con la elección de canciones de Snyder en las que la letra de las mismas verbaliza lo que está pasando en pantalla, como si pensara que el espectador es un niño pequeño que necesita ayudas adicionales.
Las cuatro horas se hicieron eternas sobre todo porque el conjunto acaba siendo realmente aburrido. Y eso es además de por todo lo anterior por una guinda final de Snyder con los larguísimos epílogos que no aportan nada y quedan como unos easter-eggs totalmente vacíos. La conversación de Batman y Joker es realmente tonta, al igual que la aparición final del Detective Marciano. Todo es vacío y superficial, con el agravante que Snyder lo pone a sabiendas que estos teaser no van a llegar a ningún lado, como si de alguna forma quisiera seguir presionando a Warner en lugar de pasar página y dedicarse a sus propios conceptos, en lugar de maltratar los de DC Comics.
Tras todo esto, hay un último detalle menor que realmente es lo menos importante de todo, pero que me parece muy ilustrativo del conocimiento y respeto de Zack Snyder y Chris Terrio hacia el mundo de los comics. Y es que en los títulos de crédito se reconoce a Jack Kirby como creador del Cuarto Mundo y Darkseid (mola, las cosas como son), y también se menciona a los creadores de los miembros de la Justice League: Simon y Shuster como creadores de Superman, Kane y Finger como creadores de Batman, etc… Pero, salvo error por mi parte, diría que no hay ningún agradecimiento a ningún guionista, artista o editor que haya trabajado en los comics de la Liga de Justicia. Triste confirmación que esto es así porque en el fondo nunca leyeron esos comics…
Por todo esto, el ZSJL es para mi de largo la peor película de toda la filmografía de Snyder.No sólo por la duración, sino por la sensación autocomplaciente de un director que cada vez se gusta más a si mismo en lugar de intentar pensar cual es la mejor forma de contar esta historia en concreto.
Tengo claro que una versión de Whedon de 140 minutos sería infinitamente superior que esta, y hubiera sido la versión definitiva del grupo, incluso a pesar de las deficiencias del guión de Terrio. Por contra, la versión de Snyder de 160-180 minutos que se hubiera estrenado en cines, probablemente sería una mejor versión que este ZSJL, pero seguiría sin ser una buena película.
Comparto el trailer de la película:
Zack Snyder´s Justice League ha sido todo lo que se esperaba de ella. Lamentablemente, no es un elogio. Ha sido una experiencia que espero no tener que volver a experimentar nunca más.
PUNTUACIÓN: 3/10
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Siguiendo con mi repaso cronológico a la filmografía de Zack Snyder, hoy me toca hablar de la polémica Justice League de 2017, película que Snyder abandonó al no aceptar los cambios que le exigían los productores de Warner y que tuvo que terminar Joss Whedon tras unos extensos reshoots que modificaron el metraje original.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
Motivado por la fe que había recuperado en la humanidad e inspirado por la acción altruista de Superman, Bruce Wayne recluta la ayuda de su nueva aliada, Diana Prince, para enfrentarse a un enemigo aún mayor. Juntos, Batman y Wonder Woman se mueven rápidamente para intentar encontrar y reclutar un equipo de metahumanos que combata esta nueva amenaza. El problema es que a pesar de la formación de esta liga de héroes sin precedentes –Batman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y Flash– puede que sea demasiado tarde para salvar el planeta de una amenaza de proporciones catastróficas. (FILMAFFINITY)
La Liga de la Justicia es el comic de DC Comics que agrupa a los más grandes héroes de su universo. Warner estuvo valorando durante años la posibilidad de hacer una película inspirada en este comic, siendo el proyecto Justice League Mortal de George «Mad Max» Miller el que a punto estuvo de hacerse realidad en 2007.
Haciendo un rápido repaso, es julio de 2013, tras no cubrir Man of Steel las expectativas de taquilla que Warner esperaba, la productora enterró la posibilidad de rodar Man of Steel 2 como Christopher Nolan y David Goyer habían planeado inicialmente, dando prioridad al estreno de Batman v Superman: El amanecer de la justicia en 2016, con un Zack Snyder convertido de facto en el «showrunner» que controlaría la creación del universo compartido de los personajes de DC Comics.
Snyder debió deslumbrar a los ejecutivos de Warner durante esos meses, ya que durante el rodaje de BvS, Warner confirmó a Snyder como director de Justice League y que Chris terrio iba a repetir como guionista.Y lo que es más, Justice League no era una película, sino dos, que se rodarían de forma simultánea. La Parte Uno se estrenaría el 17 de noviembre de 2017, y la Parte Dos el 14 de junio de 2019. Esos eran los planes anunciados en 2014, y ya sabemos que gran parte de estos anuncios no llegaron a realizarse.
El rodaje de Justice League comenzó en 2016 tras la finalización del rodaje de Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017), y justo después que Batman v Superman se estrenara en los cines en marzo de ese año. Y este es un momento clave, ya que a pesar de ser BvS un éxito de taquilla, la terriblemente mala acogida que tuvo la película entre los críticos y una parte importante de los aficionado debió ser un jarro de agua fría para los ejecutivos de Warner, que se dieron cuenta que haber dado todo el poder a Snyder igual no era tan buena idea como ellos pensaron en un primer momento. De hecho, en mayo de 2016, en mitad del rodaje de Justice League, Warner anunció que John Berg y Geoff Johns entraban como productores de la película y se hacían cargo del desarrollo del Universo extendido de DC. Un viraje en toda regla de Warner en medio de la que tenía que ser la más grande película de superhéroes jamás rodada. Larry Fong, el director de fotografía de toda la filmografía previa de Snyder fue reemplazado a última hora por Fabian Wagner debido a problemas de agenda con otra película con la que se había comprometido.
En mayo de 2017 Snyder renunció durante la postproducción a finalizar la película. En ese momento se explicó que era debido al dolor provocado por la muerte de una hija adoptiva meses antes y que Snyder cedía gustosamente el bastón de mando a Joss Whedon para que finalizara la producción e hiciera unos cambios mínimos en una película que básicamente estaba ya completada.
La realidad era muy diferente. Además de tener que lidiar con el control que Berg y Johns intentaban ejercer durante el rodaje, Snyder se negó a recortar la película después que un primer montaje del director no gustara a los ejecutivos y éstos le exigieron cambios y recortes. Y para estar la película terminada, Whedon se embarcó en dos meses de reshoots que alteraron completamente la película. Oficialmente Snyder continúa apareciendo como director de la película y Whedon aparece acreditado únicamente como guionista junto a Chris Terrio. Obviamente Terrio y Whedon no trabajaron juntos, ya que Whedon se encargó de modificar el guión original de Terrio.
Se criticó mucho en su día a Marvel cuando dejó marchar a Edgar Wright durante la pre-producción de Ant-Man o más recientemente a Scott Derrickson de Doctor Strange and the multiverse of madness. Pero realmente es más honesto por parte del productor parar antes de empezar si la visión de un director no se ajusta a los planes del estudio, que dejarle hacer y luego mutilarle la película en post-producción. Algo que no sólo pasó en Justice League, sino también en Suicide Squad de David Ayer. Pero, claro, para hacer eso Warner debería tener a un Kevin Feige como jefe supremo que controlara y supervisara todas sus producciones y tuviera capacidad de decisión para decirle a un director que aunque una idea suya podía ser molona, igual no era la más adecuado para el universo compartido. Pero claro, ese claramente no fue nunca el caso de Warner, y aún están pagando las consecuencias.
Por añadir contexto, Disney también alteró Rogue One (2016) apartando a Gareth Edwards y aparentemente dando el control y el final-cut a Christopher McQuarrie. Pero todo pasó entre bambalinas y el público casi ni nos enteramos. Sin embargo, Warner en esa época era una jaula de grillos en los que en esos años todas las desavenencias se aireaban en los medios de comunicación, lo cual no tengo duda que también empeoró las expectativas que el público aficionado pudiera tener.
A eso hay que sumar a unos ejecutivos sin escrúpulos que forzaron que se mantuviera el estreno en 2017 a pesar de las solicitudes de más tiempo para arreglar la película porque temían que si la película se estrenaba en 2018 ellos pudieran perder un bonus millonario en su salario, y como forzaron incomprensiblemente que la película durara menos de 2 horas para poder tener más pases diarios en los cines, sin importarles lo imposible que era mutilar una película pensada para tres horas largas y que pudiera quedar bien tras quitarle un tercio de metraje. El interés egoísta era claro, había que estrenar fuera como fuese, si la película era buena, mala o muy mala era secundario. Y con estos mimbres en juego, el resultado final no podía ser bueno.
Y ese es el pecado original de Warner. No los reshoots, ya que eso es una herramienta muy útil en el mundo del entretenimiento para mejorar el resultado final de una película a la que el montaje ha ayudado a detectar algo que no funciona. El pecado es la avaricia, querer desnaturalizar una película no para hacerla mejor, que les daba igual, sino para ajustarse a una moda con la que pensaron que podían ganar más dinero.
Y frente a esto, es una pena ver en lo que se metió Whedon y como su carrera profesional se fue al garete por ello. Porque recordemos que Whedon fichó por Warner para desarrollar una película de Batgirl y se encontró en una situación imposible cuando los productores de Warner que le contrataron le pidieron el favor de que les ayudara a arreglar el probleman que tenían con Justice League. Hacer una película de Justice League era la oportunidad de una vez en la vida, o se subía o el tren hubiera pasado. Y Whedon realmente hizo una tarea titánica para intentar mejorar la historia de Snyder y Terrio, hasta el punto que en lo relativo a los personajes y su evolución esta Justice League es muchísimo mejor película que el montaje que finalmente vimos en el Zack Snyder´s Justice League estrenado en HBO.
Y esto es lo mejor de esta versión de Justice League. A partir de una historia general de Steppenwolf buscando las 3 cajas madres, la resurrección de Superman y la batalla final en Rusia de Snyder y Terrio que era inamovible y no podía cambiarse, Whedon realmente da una lección de narrativa que hace que la historia sea autocontenida y explique todo lo necesario para entenderla sin tener que ir a ver otras películas previas. Consigue que empaticemos con los principales personajes del grupo, Batman (Ben Affleck) y Wonder Woman (Gal Gadot), y que conozcamos lo básico del resto de miembros: Aquaman (Jason Momoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher), mientras esperamos el regreso triunfal de Superman (Henry Cavill), ahora sí convertido en el símbolo de esperanza que mueve sobre todo a Batman a convertirse en su mejor versión, a pesar de estar viejo y cascado.
De esta forma, Whedon nos muestra a un parademonio en Gotham que explica y justifica que Batman busque con premura al resto de héroes porque viene una amenaza indeterminada a partir de una pesadilla previa vista en BvS. Y dado que Justice League se estrenó después de Wonder Woman, esta película muestra el dolor que Diana que aún en ese momento siente por la pérdida de Steve Trevor. Además de hacer que Batman la haga asumir su error de vivir anclada al pasado si quiere ser la heroína que realmente debe ser. Y a su vez, Diana también ayuda a Bruce formando una pareja muy interesante sin ningún detalle romántico.
Viendo el ZSJL, realmente hay un casi nulo desarrollo de los personajes de Aquaman, Flash y Cyborg, porque que tengan más minutos en pantalla no implica que estén construidos mejor. Empezando porque todo lo relacionado con Aquaman entra en contradicción con lo visto posteriormente en su película en solitario en la que James Wan se enfrentó a las ridiculeces y prejuicios que Snyder tenía sobre el personaje en temas tan tontos como el hablar bajo el agua y donde triunfó donde Snyder se ahogó en un vaso de agua (perdón por el chiste fácil, no pude evitarlo).
Respecto a Flash, saber su drama personal al estar su padre en la cárcel por un crimen que los fans de los comics sabemos que no cometió ya estaba en el guión de Terrio. Whedon estima que es suficiente para empatizar con él, aunque sus momentos de humor no acaben de funcionar. Flash es el segundo más perjudicado de este montaje ya que Whedon eliminó sus DOS MOMENTAZOS visuales, el de presentación y en el climax final viajando en el tiempo, al entender con buen criterio que la película no podía mostrar a Darkseid y tenía que hacer que Steppenwolf fuera el único villano de la historia. Sustituirlo por el salvamento de la familia rusa realmente es una decepción que no le hace brillar lo que se merece.
Otro tema sobre Flash sobre el que merece la pena detenerse es en su horrible diseño del traje, que es de largo el peor de todos los vistos en imagen real. Si, casi peor que el de la primera serie de televisión de los años 90. Esto también es un problema que no ayuda a que nos guste el personaje, a lo que hay que añadir un origen poco claro, como que sea pobre y viva casi de ocupa y tenga un traje de ultimísima tecnología y materiales surgido casi de la nada.
Sobre Cyborg, hay que reconocer que el personaje fue el gran damnificado del montaje de Warner. Pero ante la obligación de reducir a menos de dos horas una historia de Snyder que daba para tres, entre dar minutos a un personaje poco conocido o ayudar a construir a iconos como Batman y Wonder Woman para hacerles más interesantes de lo que habían sido hasta ahora en las películas previas, creo que la decisión de Whedon fue la correcta. Correcta teniendo en cuenta que los ejecutivos de Warner le trajeron para arreglar los errores vistos en el primer montaje de Snyder.
Y sin querer hacer sangre, fue la decisión correcta teniendo en cuenta, visto el ZSJL, que Ray Fisher es un error de casting de bulto y de largo el peor actor de los seis que interpretan al super grupo. La interpretación de Fisher es terrible, como ver un palo inexpresivo que convierte a Cyborg en un incordio que no está al nivel de los demás. Y teniendo en cuenta que para Snyder, Cyborg tenía un papel central, si la interpretación de Fisher no funcionaba, eso provocaría que todo cayera con él, por lo que, de nuevo, veo acertado centrar el foco en el carisma que sí había en Batman y Wonder Woman.
A todo lo anterior habría que sumarle también un terrible diseño del personajeque no queda bien en pantalla. Sus cromados y colorines creados con CGI quedan falsos, distraen y no ayudan tampoco a que nos creamos al personaje, lo cual es responsabilidad de quien le dió luz verde, que entiendo que fue Snyder.
La película es espectacular y tiene varios momentos visuales estupendos, como la presentación de Wonder Woman, el combate en el pasado o algunos destellos aquí y allá. Momentos todo hay que decir que son casi exclusivos de Snyder. En este caso, hay que reconocerle también los méritos a Snyder cuando los tiene. En todo caso, también hay que indicar que Whedon fue contratado para arreglar los problemas, por lo que funcionaba no necesitaba tocarlo. De hecho, como comentaba al principio, a pesar de los extensos reshoots, realmente sólo Snyder aparece acreditado en la película o en IMDB.
Viendo las dos horas de película, creo realmente que con 20-30 minutos más de metraje y retrasando el estreno al estreno cinco o seis meses hasta 2018, la película de Whedon hubiera podido ser considerada buena o al menos relativamente satisfactoria. Obviamente eso no pasó, y por eso a partir de aquí empiezan los aspectos negativos de la película.
Empezando por lo más evidente, Justice League fracasa porque se nota en todo momento que estás viendo dos versiones de la misma película de dos directores diferentes. Antes de ver la ZSJL, casi todos podíamos decir qué escenas eran de Snyder y cuales fueron añadidas por Whedon, quedando una sensación de «Frankenstein» muy extraña en una película.
Para empeorar todo, el insuficiente metraje hace que todo sea demasiado frenético y todo pase demasiado rápidamente sin dar tiempo que lo que pasa impacte en los personajes (y en nosotros los espectadores), imposibilitando que empaticemos con los protagonistas. Batman y Wonder Woman si muestran una interesante humanidad y debilidades, pero también el valor de enfrentarse a sus problemas y evolucionar positivamente. También Superman tiene unos buenos minutos cuando se reencuentra con Lois Lane (Amy Adams) y su madre MARTHA Kent (Diane Lane). Fuera de eso, todo es demasiado plano.
Hay otro elemento clave que debo comentar también, y es que el guión de Snyder y Terrio es malo con avaricia. Salvar una película que está tan mal construida realmente era una misión imposible, como mucho se trataba de haber maquillado sus defectos, cosa imposible de conseguir en 120 minutos, un metraje que no hizo más que enfatizar estos problemas. Por dar un sólo ejemplo, Steppenwolf pierde las cajas madre en el pasado y se retira derrotado de la Tierra no con un tubo Boom sino con naves espaciales tradicionales. Que luego diga que las cajas madres estuvieron perdidas y por fin las encontró en el presente miles de años después es una ridiculez porque ¡FUE ÉL QUIEN PERDIÓ LAS CAJAS, SABÍA CLARAMENTE QUE ESTABAN EN LA TIERRA!!!! El guión de Terrio está plagado de este tipo de ridiculeces, esto NO es de Whedon, sino 100% de Snyder. Y para Terrio, los superhéroes no hay duda que son un género menor para el cual no hace esforzarse en crear conceptos de causa efecto lógicos o una evolución de personajes coherente y justificada que no sea «porque si».
Steppenwolf, interpretado por Ciarán Hinds, realmente es un fail de villano con un CGI penoso en lo visual y genérico a más no poder en lo relativo a su caracterización y sensación de peligro. Eso es así, y partiendo de esto es complicado que haya sensación de amenaza cuando todo nos transmite feeling de videojuego malo, de forma que el suspenso general fuera casi inevitable. Pero sin embargo, Whedon aquí también tenía una misión imposible ya que entendió con buen criterio que mostrar a Darkseid por primera vez PERDIENDO contra los héroes del pasado era un error de libro que mermaba su capacidad de poder ser EL VILLANO del Universo DC. Y una vez esto queda claro, la única opción era dar todo el peso a Steppenwolf, pero a la vez con el metraje limitado, no había forma de construir nada de entidad con él. Y aunque la muerte de Steppenwolf resulta in tanto ridícula y anticlimática, peor hubiera sido ver a la JL convertidos en asesinos sanguinarios. ¿Qué me dices, que eso ha pasado?
Tampoco voy a decir que Whedon acertó con todo. Obviamente todo la relativo a la familia rusa que la Justice League va a rescatar mientras atacan la base de Steppenwolf no funciona y queda ridículo. Soy el primero que criticó Man of Steel en la que Superman destruía Metropolis sin preocuparse de las bajas humanas mientras peleaba contra Zod. Por esto, entiendo que Whedon quisiera recordarnos que primero y ante todo, la Justice League son héroes cuya primera preocupación es salvar a los inocentes. De hecho que es posible vencer al villano y salvar a los inocentes a la vez. Sin embargo, la realización es descuidada y está mal ejecutada.
Tampoco tengo claro que quitar el traje negro de Superman sea un acierto. Está claro que esto es otro «porque sí» tonto de Snyder no ganado por el personaje sino por los complejos adolescentes de Snyder para hacer que su película pareciera más adulta. Si, por muy ridículo que suene, realmente me creo que Snyder pensaba sinceramente que poner a Superman de negro ayudaría a que la película fuera más oscura y seria, aunque todo a su alrededor sea un ridiculez. Este es el nivel. Dicho lo cual, probablemente una decisión intermedia de hacerle llevar el traje negro durante la resurrección para luego cambiar al tradicional en el climax final cuando vuelve a la luz y a ser el héroes que inspira a los demás quizá hubiera sino una decisión más acertada.
La música tampoco acertó. Tras Hans Zimmer en Man of Steel y Zimmer y Junkie XL en BvS, Whedon y Warner contrataron a ultimísima hora (y casi sin tiempo) a Danny Elfman para que sustituyera a Junkie XL. Elfman compuso en 1989 la música de Batman (y también de Batman Returns) y usó su tema musical en Justice League, además del tema de Superman de John Williams con un toque oscuro. Y realmente esto no funciona, ya que estos Batman y Superman NO son los de las películas originales. El feeling clásico que intentaron conseguir no compensa la sensación de truco tramposo para intentar conectar con el espectador veterano que sigue teniendo esas películas e el altar super heroico. En todo caso, esto no creo que sea problema de Elfman que tampoco contó con tiempo suficiente para escribir una buena partitura.
Y no quiero ni hablar del bigote de Henry Cavill y los millones de dólares que se gastaron en eliminarlo para hacerlo mal, cosa que también ayuda a que sea imposible conectar con casi nada de los que le pasa a Superman en el tramo final.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, no es de extrañar que las críticas fueran terribles y que los fans salieran decepcionados de este montaje estrenado en 2017 en los cines. Además, que los medios de comunicación airearan todos los problemas de la producción y los reshoots hizo que recordáramos el desastre de Suicide Squad el año anterior, lo que provocó que muchos no nos dejamos engañar como para pagar por verla en el cine. Frente a los más de 300 millones de presupuesto, Justice League acabó recaudando 657 millones en todo el mundo, lo que significó un enorme fracaso comercial.
BvS recaudó 875 millones en todo el mundo, lo que significa que millones de espectadores que sí vieron BvS en el cine decidieron NO ver la siguiente película de Zack Snyder con estos personajes. ¿Eso es un problema de Justice League o la película sufrió también la debacle que significó BvS para los espectadores? Una película puede ser mala pero hacer un taquillazo. Sin embargo, si no ha dejado a los espectadores satisfechos, no volverán a pagar por la secuela. Lo hemos visto en las franquicias de TMNT, Amazing Spiderman o las últimas películas de Transformers de Michael Bay. Lo que quiero decir es que Justice League es mala, pero la gente que NO la vió (yo por ejemplo) tomó la decisión no tanto pensando en esta película sino en lo decepcionantes que fueron MoS y BvS. Lo cual es todo responsabilidad de Snyder, que se cargó a pulso el universo compartido cinematográfico de Warner / DC.
Pero incluso de entre los espectadores que si la vieron, el boca a boca fue terrible y terminó de aniquilar a la película. Justice League recaudó 96 millones de dólares en USA y un total de 285 millones en todo el mundo EN SU FIN DE SEMANA DE ESTRENO. Eso a priori parecen muy buenas cifras, pero supusieron en USA un 44% menos que los 166 millones que recaudó BvS, marcando la primera película del DC que no superó los 100 millones de recaudación. En Estados Unidos y Canadá terminó recaudando tan sólo 229 millones, es decir, casi un 40% del total lo consiguió en el primer fin de semana. Un desastre.
Justice League en una película fallida que realmente es una decepción bajo casi cualquier punto de vista. Whedon lo intentó, pero salvar la película de Snyder era una misión imposible.
Comparto el trailer de la película.
Es la segunda vez que veo Justice League, si puedo evitarlo no volveré a verla una tercera.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
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¡Saludos a todos!
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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