Cuarto número de New History of the DC Universe de Mark Waid, que en este último número viene acompañado por Howard Porter y Hayden Sherman en el dibujo, y Hi-Fi y Friona Farrel en el color.
PUNTUACIÓN: 6/10
La documentación de Barry Allen sobre la historia del Universo DC llega hasta nuestros días, comenzando con los acontecimientos que cambiaron el mundo en Flashpoint. Los héroes se enfrentan a nuevas amenazas como Perpetua y el Batman que ríe, y la próxima generación de héroes, como Jon Kent, Wallace West y Jackson Hyde, comienza a surgir de las cenizas de la destrucción a nivel de crisis. Todo conduce a la muerte de Darkseid y a un atisbo de lo que está por venir en el futuro. ¡No te pierdas esta última entrega!
Decepción. Es lo primero que pensé cuando terminé de leer este comic. Parte de la decepción empieza con la maravillosa portada de Chris Samnee para este comic. Si él hubiera dibujado esta Nueva Historia del Universo DC, el resultado sería un comic histórico que estoy seguro se vendería y disfrutaría durante años y años. En realidad, no es un tema de que si no lo dibuja Samnee no mola. Es que me valía cualquier dibujante que pudiera aportar su personalidad única a este comic. En su lugar, DC ha decidido que 8 dibujantes hayan trabajado en esta miniserie, provocando que el comic sea un popurrí de estilos diferentes que en muchas ocasiones ni siquiera encajan entre si.
Y como ejemplo, este cuarto número dibujado por el clásico Howard Porter, dibujante entre otros de la mítica etapa de Grant Morrison en la Justice League, y la nueva estrella Hayden Sherman (Absolute Wonder Woman y Batman: Patrones oscuros). Por separado, ambos dibujantes me gustan. Pero Porter y Sherman tienen estilos casi opuestos, con un Porter con unas páginas recargadas de líneas con los personajes mostrando emociones extremas, mientras que Sherman plantea justo lo contrario, dibujos con las líneas justas y unas páginas más frías ys in emoción. Es que son un huevo y una castaña leídos uno a continuación del otro.
Otro elemento que ha roto toda la cohesión es el color. En los números previos, cada dibujante trabajaba con un colorista diferente, pero se guardaba cierta coherencia cromática, consiguiendo que el salto entre dibujantes no fuera tan acusado. Sin embargo, en este cuarto número, ya no es que los dibujantes tengan estilos opuestos, es que el color de Hi-Fi y Triona Farrel es también super diferente. Hi-Fi tiene una paleta de color tradicional, mientras que Farrell plantea unos colores planos que generar un destrozo aún mayor. Como ejemplo mirad las páginas de preview de abajo. Es que no pegan en absoluto.
Es una pena que DC parece que ha primado la salida puntual de estos comics en lugar de haber cuidado la edición para convertirlo en un libro de cabecera para fans y profesionales de la casa. Y no se si este encargo se ha planteado como un premio para los diferentes dibujantes que han trabajado en él, pero la idea no les ha salido bien. De los 8 dibujantes, Jerry Ordway, Todd Nauck, Brad Walker, Michael Allred, Dan Jurgens, Dough Mahnke, Howard Porter y Hayden Sherman, creo que Allred y Sherman han sido los que más han desentonado en el global. Pero creo que hubiera sido mejor que, por ejemplo, Allred hubiera dibujado todo el comic, antes que el popurrí sin alma en que los editores de DC han convertido este comic. Qué pena.
En la parte de la historia, Waid empieza este cuarto número con Blackest Night, el evento de Green Lantern de Geoff Johns e Ivan Reis, llegando a Flashpoint y el reboot que reinició la línea temporal de DC. Pensando que dejé de comprar comics de DC durante varios años, este comic me resulta muy útil para rellenar los huecos que no leí. Me sabe muy mal por el problema que me genera los cambios de dibujantes. De nuevo, es que Sherman y Farrell no pegan en absoluto. Pero me gusta que Waid no se quede con llegar al presente que supone el inicio de DC KO, sino que se acuerde de los diferentes futuros alternativos que se han ido creando en DC a lo largo de los años. Este detalle me ha gustado mucho también.
Como siempre, al comic de Waid le sigue la línea temporal oficial, escrita por Dave Wielgosz a partir de la investigación que Waid y él hicieron para crear este comic. Esta línea temporal está aún más llena de detalles que sirven para que conozca las historias principales de DC Comics durante los años del desastre que fue el reinicio de los Nuevos 52.
Que quede claro que el problema de este comic NO es de los dibujantes que han trabajado en esta Nueva Historia del Universo DC, sino de los editores. Estoy seguro que cada uno ha hecho el mejor trabajo que ha sido capaz, pero alguien debería haber pensado que mezclar a estos artistas con estos estilos diferentes no iba a salir bien. Y lamentablemente, el resultado no puede ser más decepcionante. Qué diferente con la primera Historia de Marv Wolfman y George Pérez. No se en qué estaban pensando, pero han fallado de forma espectacular.
Comparto páginas de este comic especial:
DC ha perdido una oportunidad de oro de publicar un comic histórico. Lamentablemente, el baile de dibujantes, muchos de los cuales no pegaban entre si, ha convertido este comic en una amalgama de imágenes deslavazadas. Decepción.
PUNTUACIÓN: 6/10
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Con algo de retraso he leído la edición de Panini de la miniserie The Question: All along the Watchtower, realizada con guión de Alex Segura y dibujos de Cian Tormey, Andy MacDonald y Raúl Fernández, con color de Rómulo Fajardo Jr. y Patricio Delpeche.
PUNTUACIÓN: 5/10
¿Quién vigila la Atalaya? Tras Absolute Power, La Liga de la Justicia ha creado un refugio para todo héroe y heroína, pero ahora han de mantener su seguridad. Ahí entra Renee Montoya, en busca de un lugar en el que asentarse. Pero la Trinidad no la llamó para que se relajase en la Atalaya, sino para ocuparse de la oscura amenaza que se oculta bajo la superficie. Solo Question podría identificar dicha amenaza antes de que sea demasiado tarde.
Este volumen incluye Batman: The Brave and the Bold 15-17 y The Question: All Along the Watchtower 1-6 USA.
Como veis en los créditos, este volumen de Panini incluye la miniserie The Question: All along the Watchtower, pero también la historia corta Dualidad protagonizada por René Montoya en los números 15 a 17 de Batman: The Brave and the Bold. Una historia en tres partes de 12 páginas cada una, que me parece la mejor parte de este cómic. The Question es un personaje urbano que funciona en los callejones oscuros de Gotham o en Hub City. En esta historia René descubre que alguien está atacando a sus compañeros de trabajo y amigos para vengarse de ella por algo indeterminado de su pasado. René en ese momento es la comisaria de policía de Gotham, y tiene un importante dilema. Además, para ser una historia corta, el guión de Alex Segura hace un trabajo estupendo mostrando la historia de René y sus problemas como ex-alcohólica. Si a eso le sumamos un apartado gráfico muy acertado formado por el dibujante Andy MacDonald y el colorista Patricio Delpeche, tenemos un cómic muy destacable cuyo único problema es la extensión de la historia. Al tratarse de una historia que debe contarse en apenas 36 paginas, el guión tiene que ir al grano y se plantean algunas absurdeces en la forma en que se resuelve todo. Pero dicho esto, lo cierto es que esta historia deja claro el potencial que tiene Question dentro del universo DC.
Esta es la parte buena del cómic, dado que en realidad la historia principal no me ha gustado. En los comics de superhéroes y en general en cualquier historia de ficción hay una parte fundamental que es creerte la premisa. Por supuesto, estás historias no son «realistas», parten de situaciones fantásticas que obligan a cierta suspensión de la credulidad que te permitan entrar en la historia. All along the Watchtower no lo consigue en lo fundamental, que me crea que Question puede ser la «Sheriff» de la Atalaya, o incluso que la estación espacial necesite uno teniendo a Mr. Terrific, a Plastic Man o a Batman entre sus miembros, es absurdo. Y ya me lo pueden vender como quieran, es que no me lo creo.
Y lo cierto es que el cómic empieza bien, al sentir Batman, Superman y Wonder Woman que algo no funciona en la Atalaya de la nueva Liga de la Justicia Ilimitada, por lo que llaman a René para que use sus dotes como detective para descubrir el problema. Este arranque me gusta, y también la presentación de los secundarios Animal Man, Blue Beetle Ted Kord y Blue Beetle Jaime Reyes. Y por supuesto, la antigua novia de René Kate Kane, Batwoman. El primer número de esta miniserie muestra un potencial que lamentablemente el resto de la miniserie no alcanza.
Lo malo es que el caso es absurdo y provoca situaciones ridículas, al dar a uno de los enemigos de Superman unos poderes absurdos e inverosímiles. Porque si el villano controla el metal de la estación aparte de controlar mentes, no necesita hacer estallar la Atalaya, con abrirla al espacio ya mataría a todo el que esté dentro. Como digo, es todo una absurdez tras otra que me han sacado completamente de la lectura. La identidad de los villanos de esta miniserie es uno de los fails absolutos de la miniserie, al tener una potencia de fuego muy por encima de las capacidades de Question, algo que fuerza todas las situaciones. Y es una pena, porque el personaje de René me gusta y tengo claro el potencial que tiene. Pero es algo que queda diluido en una historia que no la pega y que va en contra de sus puntos fuertes.
En la parte del dibujo, Cian Tormey y Raúl Fernández con el color de Rómulo Fajardo Jr. creo que son funcionales y correctos. Sin más. Consiguen que los momentos de Batwoman molen, por ejemplo en su presentación, y consiguen que empaticemos con René ante los problemas que tendrá que enfrentar. Además, consiguen que las splash-pages y los momentos de los villanos resulten espectaculares. Lo malo es que la historia no hay por donde cogerla. Por no gustarme, el final me parece un fail absoluto, en el que René lanza al villano fuera de la Atalaya hacia la Tierra, ¿dejándole libre? No me ha gustado, no.
Para esta miniserie, DC ha planteado un rediseño de Question, con un abrigo largo, un pañuelo y un sombrero que hace que parezca un sheriff del far-west. Y dentro que no me parece feo, en realidad me gusta muchísimo más la imagen urbana clásica, con un traje de calle normal que solo destaca cuando René se pone la máscara que hace que sus facciones desaparezcan. Esa siempre fue la clave de Question, NO tener un traje de superhéroe, y el cambio de esta miniserie no mejora al personaje. Por ejemplo, me hace gracia lo del enorme rifle que lleva en su espalda, que no se sabe para que sirve ni lo que hace más allá de lucir molón.
Me sabe mal que no me haya gustado la historia de esta miniserie. Creo que el guionista Alex Segura debería mantenerse en las historias urbanas tipo Dualidad, ahí creo que si puede demostrar cuáles son sus puntos fuertes. Cuando se trata de super poderes y ciencia ficción, sus limitaciones se han hecho muy evidentes. Una pena.
Comparto las páginas del cómic, correspondientes a la historia de The Brave and the Bold:
The Question es un personaje urbano al que no le pega situarle en un contexto de ciencia ficción como el de esta miniserie. Espero que DC se deje de experimentos con René Montoya, porque el personaje tiene potencial dentro de historias de corte urbano.
PUNTUACIÓN: 5/10
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He vuelto a suscribirme a Apple TV para ver algunas cosas, y lo primero ha sido la última película de Spike Lee Del cielo al infierno, protagonizada por Denzel Washington.
PUNTUACIÓN: 5/10
Cuando un poderoso empresario musical (Denzel Washington) es víctima de una extorsión, se ve obligado a luchar por su familia y su legado mientras afronta un dilema ético vital. Basada en el magistral clásico «El infierno del odio» (High and Low, 1963) de Akira Kurosawa.
Shelton Jackson Lee (Atlanta, 1957), más conocido como «Spike» Lee, es un director de cine, guionista, productor, profesor, director de televisión y actor estadounidense. Debutó en 1986 con el largometraje She’s Gotta Have It y desde entonces ha escrito y dirigido películas y documentales elogiados por la crítica como Do the Right Thing (1989), Malcolm X (1992), 4 Little Girls (1997), 25th Hour (2002), When the Levees Broke (2006), Inside Man (2006), Infiltrados en el KKKlan (2018) y Da 5 Bloods (2020). Desde 1993 es profesor de dirección cinematográfica en la Universidad de Nueva York y en 2002 fue nombrado director artístico de la Escuela de las Artes Tisch. A lo largo de su carrera ha ganado numerosos reconocimientos por su trabajo, entre los que se incluyen un Premio Óscar al Mejor Guion Adaptado, un Premio BAFTA al Mejor Guion Adaptado, dos Premios Emmy, el Gran Premio del Festival de Cannes y un Óscar honorífico.
Del cielo al infierno es un remake en inglés de la película japonesa High and Low, dirigida por Akira Kurosawa en 1963, basada a su vez en la novela King’s Ransom, escrita por Ed McBain en 1959. La película de Spike Lee cuenta con un guion de Alan Fox, fotografía de Matthew Libatique, montaje de Barry Alexander Brown y Allyson C. Johnson, con música de Howard Drossin.
Denzel Washington es el principal reclamo de esa película, al interpretar a David King, un magnate de la música de Nueva York que va a ver su imperio tambalearse debido al secuestro de su hijo. Jeffrey Wright interpreta a Paul Christopher, amigo y chofer de David. Ilfenesh Hadera como Pam King, la esposa de David, ASAP Rocky como Archie/Yung Felon, John Douglas Thompson como el detective Earl Bridges, Dean Winters como el detective Higgins, LaChanze como la detective Bell, Aubrey Joseph como Trey King, el hijo de David, Elijah Wright como Kyle Christopher, Michael Potts como Patrick Bethea y Wendell Pierce como Gabe, completan el reparto en sus papeles principales.
Del cielo al infierno es una carta de amor a Nueva York y su multiculturalidad, algo que no sorprende viniendo de Spike Lee. Los mejores momentos de la película son los planazos de su skyline, las fiestas populares o ese momentazo en el que fans de los Yankees dirigiéndose al estadio cantan insultando a Boston. Una escena nada sutil en la que queda claro que Lee es uno de esos fans.
Podéis intuir que si eso es lo mejor, la película tiene un problema. Y es exactamente así. Un problema que ya sentí viendo Da 5 bloods hace unos años. Spike Lee muestra una sensibilidad musical y narrativa con la que no conecto en absoluto, y en Del cielo al infierno se ha hecho dolorosamente patente.
La película se supone un drama / thriller, al conocer la historia de un padre al que le dicen que han secuestrado a su hijo. Pero la música es totalmente errónea, provocando que las escenas que se suponen más carga dramática tienen que tener parezcan escenas de la teletienda con una música que no pega en absoluto con lo que está pasando. Algo que me distrajo una y otra vez. Este problema con la música me parece tremendo.
Spike Lee visualmente sigue siendo un creador muy potente, pero como narrador no deja de ponerse piedras que entorpecen el disfrute. Pasa también con el montaje, en el que varias veces muestran una misma acción desde varios puntos de vista. Pero hablamos de gente chocando las manos, no momentos realmente dramáticos ni nada, no entiendo el sentido de esto en absoluto. El cine es también una cuestión de sensibilidad, y no cabe duda que estoy en una onda completamente diferente a la de Lee.
El principal reclamo de Del cielo al infierno es ver la quinta colaboración de Denzel Washington con Spike Lee. Y Washington está genial en la película como un hombre poderoso cuyo imperio se desmorona y no sabe si sus decisiones son las correctas. Dentro de la calidad que Washington aporta, en realidad la narrativa de Spike Lee y la forma que tiene de contarlo todo no beneficia especialmente al actor.
Washington está acompañado por Jeffrey Wright que interpreta a Paul, el chofer de David que se convertirá en el centro del drama de la película. Y que sufrirá el acoso de la policía al ser un exconvicto. La película muestra el horror que ante un mismo hecho, la policía te trate de una manera si eres rico y de otra si eres pobre. Pero no se recrea en ello ni busca contar algo interesante de eso, cuando tenía un filón. Por contra, para lo único que sirve es para mostrar que de los 3 policías encargados en el caso, justo el blanco es el gilipollas. Para sorpresa de nadie, en realidad.
Aparte de la frustración que me provocaba la música, la historia tenía mucha más chicha de la que Spike Lee le ha sacado. Los momentos musicales y como David parece no estar en la onda de lo que se lleva ahora, queda como una curiosidad en la parte final de la película, más allá que sirve para que veamos a Washington rapear. Me llama mucho la atención la incapacidad de Lee de generar tensión a lo largo de toda la película, como el momento en que David descubre que puede ir a la cárcel por fraude, al emplear para el rescate del secuestro un dinero que tenía que usar para una compra corporativa. Esto debería haber sido un shock, y queda en un momento sin fuerza como si estuvieran eligiendo el menú de la comida. Esto no es un momento aislado, es un problema que se repite a lo largo de toda la película.
Me sabe mal que no me haya gustado la película, porque tenía ganas de que lo hiciera. Spike Lee ha evolucionado hacia un director que cuenta las cosas de forma que no me interesa. Hasta el punto que visto lo visto, no se si merecerá la pena invertir mi tiempo en su próxima película. Una pena.
Comparto el trailer de la película:
Tras ver Del cielo al infierno queda claro que Spike Lee y yo NO estamos en la misma línea. Cada vez queda más claro que su sensibilidad no es para mi.
PUNTUACIÓN: 5/10
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¡Feliz Domingo! A partir de las amenazas de muerte que recibió el escritor Tim Seeley por parte de fans enfadados por una historia suya en un comic online de Marvel, quiero ampliar a los intentos de determinados colectivos para censurar a creadores al creerse con la facultad de poder decirle a un escritor y a una editorial qué temas pueden tratar sus comics y cuales no.
La noticia la conocí a través de Bleeding Cool, al hacerse eco de que Tim Seeley, para mi siempre será el creador de Revival en Image Comics junto a Mike Norton, había abandonado X (Twitter) después de sufrir decenas de amenazas de muerte en esta red social. Aunque una locura así es injustificable, el motivo de la queja es la historia del comic online X-Men Age Of Revelation Marvel Infinity Comic #4, obra de Seeley y el dibujante Philip Sevy.
Age of Revelation es un futuro alternativo en el que Cifra (Doug Ramsey) se ha convertido en Revelation, y ha dominado el mundo. Todo lo que nos cuenta Age of Revelation NO es la línea temporal 616 y muy probablemente quedará borrado cuando las cosas vuelvan a la normalidad en Enero de 2026. Porque esta historia es la enésima repetición / variación de la Era de Apocalipsis en la que la línea temporal normal se ve interrumpida durante unos meses por una línea alternativa.
En este mundo de Age of Revelation, el comic en cuestión de Seeley Marvel Infinity Comic #4 nos cuenta la como la Illyana Rasputin (Magik) de esta línea temporal se ha convertido en la villana Darkchild. Tras ser traicionada por Revelation, Illyana muere en una misión y su alma va al infierno. O en realidad, al limbo, la dimensión infernal en la que se crio hasta que escapó gracias a su espada-alma y el control de sus poderes. Ahora que ella ha fallecido, su alma fue capturada por Belasco y S´Ym y su forma transformada en Darkchild. Eventualmente, Darkchild escapará del Limbo y se hará con el control de una parte de los Estados Unidos, que es como empieza Age of Revelation.
El comic muestra que Illyana está hambrienta y S´Ym se ofrece a darle comida (de hecho, tiene una pata de «pollo» en la mano), y le dice que se la da «si le convence que lo necesita». Darkchild responde que está agradecida por la forma en que S´Ym «satisface sus patéticas necesidades.» Esto puede interpretarse de la forma que se quiera, pensando que el alma de Illyana ha sido corrompida. Además, unos demonios esbirros de S´Ym se relamen ante Illyana, lo que invita a que imagines todo tipo de abusos. Abusos que no son explícitos en el comic. Como si la corrupción misma de su alma no fuera abuso más que suficiente.
El comic me parece que tiene un dibujo bastante flojo. Y la historia de Seeley me parece un trabajo alimenticio en el que recrea 40 años más tarde la mítica miniserie de los años 80 de Chris Claremont, John Buscema, Ron Frenz, Sal Buscema y Tom Palmer. La falta de imaginación de Seeley me parece lo más criticable de este comic, pero en realidad no es más que un comic digital que explica el origen de un villano de una línea temporal alternativa, no es que hayan alterado de forma irreversible al personaje de Illyana. En Febrero, cuando se retome su serie regular, en la que compartirá cabecera con su hermano Coloso, nada de esto habrá tenido lugar ni influirá en Illyana.
Estos detalles dieron igual, y provocaron a una jauría de haters que se lanzaron en tromba a insultar y amenazar de muerte a Seeley en Twitter.
Y esto es una locura absurda, pero merece la pena recordar que el que no te guste una historia de ficción no hace que su autor merezca la muerte. Por mucho que acuses de revictimizar a un personaje de ficción o que este ha sufrido violencia física o sexual en el comic, cosa que en realidad no se muestra explícitamente. El que opina esto es un desequilibrado mental peligroso, al que no se debería permitir que marcara la conversación de lo que puede o no decirse en un comic.
Al mismo tiempo, aunque no estoy al tanto de todo lo que se publica en redes sociales, hasta el momento en que estoy escribiendo estas líneas Marvel Comics, la empresa que aprobó la historia de Seeley y ha publicado el comic, no ha apoyado a Seeley públicamente. Tampoco he visto que haya surgido una marea de solidaridad por parte de otros autores de comics de Marvel ante las amenazas de muerte que ha sufrido un teórico compañero. Algo que muestra la cobardía de esta industria y como se achanta en cuanto alguien les acusa de «__ismo», en función del sectarismo identitario de cada momento. En este caso, la acusación es de «misóginos».
El guion de Seeley puede criticarse por su falta e imaginación y a sonar a algo que sobre todo los lectores veteranos ya hemos leído antes, mejor. A mi no me parece un comic especialmente bueno. Pero Seeley tiene razón en que es necesario el drama para que los comics no sean aburridos. Sobre todo en historias de universos alternativos que en las que nada va a tener repercusión futura una vez que se reinicie el universo Marvel 616 normal. Entiendo la intención de Seeley Y DE MARVEL de generar un shock que llame la atención de los lectores, pensando lo saturado que está el panorama comiquero americano. Que este comic haya provocado amenazas de muerte es asqueroso. Y que haya gente que no lo condene y de alguna manera lo justifique, aunque sea algo esperable, es igual de asqueroso.
Esta polémica hizo que algunas personas recordaran el «Women in refrigarators» para acusar a Tim Seeley, y de nuevo a Marvel Comics y la industria del comic en general de sexistas, machistas y misóginos.
Para quien no esté familiarizado con el término, fue creado en 1999 por Gail Simone cuando aún era una bloguera y columnista aspirante a escritora de comics, en la época en la que Warren Ellis la empezaba a promocionar en su mítico foro de internet. Women in Refrigerators plantea la idea de que los personajes femeninos sirven básicamente como un recurso argumental para motivar y hacer avanzar la historia de un héroe masculino, en lugar de tratar al personaje femenino como un personaje por derecho propio. El término nace a partir del Green Lantern vol. 3 #54, publicado en 1994, en el que el héroe Kyle Rayner encuentra a su novia, Alexandra DeWitt, asesinada y metida dentro de su frigorífico por el villano Major Force.
Dependiendo de la persona que plantee la idea, esta práctica puede considerarse un ejemplo de escritura perezosa, de sexismo o misoginia descarados, o de promoción de la violencia contra las mujeres. Y en defensa de quienes defienden esta idea, a lo largo de la historia de los comics de superhéroes, es fácil encontrar numerosos ejemplos de personajes femeninos secundarias en comics de héroes masculinos traumatizadas, agredidas o incluso asesinadas.
Pero ¿esto en realidad se trata de un problema de género? Dentro que por supuesto algún ejemplo concreto si pueda ser resultado de machismo, etc… en realidad no creo que pueda trasladarse como un problema que afecta a toda la industria. El concepto de «mujeres en neveras» es una consecuencia de uno de los recursos más utilizados en la narrativa, sobre todo en el ámbito heroico y/o mitológico. Una de las formas más eficaces de provocar un shock en un héroe que provoque el inicio su viaje y/o misión es matar a alguna de las personas que le rodean. Este tropo es algo tan antiguo como la ficción misma, existe desde siempre. Desde antes incluso de la mitología griega. Ahora bien, ¿afecta de manera desproporcionada a las mujeres? No estoy seguro. Pero incluso aunque así fuera, no es algo que pueda atribuirse al sexismo.
Poner en peligro a las personas queridas por el protagonista es una forma segura de iniciar el viaje del héroe. Eso podría considerarse sexista, si no fuera porque los personajes masculinos queridos por los protagonistas mueren con la misma frecuencia que los femeninos. ¿Cuántos personajes masculinos que actúan como mentores mueren para que el protagonista, sea hombre o mujer, aprenda alguna lección o empiece su misión? ¿Cuántos padres son asesinados, solos o junto a sus esposas, para convertir a los héroes en huérfanos? El tío Ben, T’Chaka, Thomas Wayne, Obi-Wan, Yoda, el tío Owen, Jor-El, Jonathan Kent, Alfred, Jason Todd, Bucky Barnes… La muerte de un personaje masculino para motivar a un héroe masculino es igual de frecuente que la muerte de uno femenino. Por poner otro ejemplo, Frankenstein ha vuelto a ser popular gracias a la película de Guillermo del Toro. Pero en la novela de Mary Shelley, el hermano menor y el mejor amigo de Víctor Frankenstein mueren antes de que muera también su prometida.
También es difícil considerar esto como algo sexista cuando le pasa también al interés amoroso masculino de los personajes femeninos. En la película de Wonder Woman Steve Trevor es quien muere al final para motivar el crecimiento de Diana y provocarla un trauma a ella. Esto también le sucedió a Steve varias veces en los cómics, muriendo y siendo resucitado para cambiar la motivación de Diana. Terry Long, el marido de Donna Troy también fue asesinado en The New Teen Titans para generarle un drama a Donna. Lo mismo ocurre con los personajes homosexuales. Moondragon acabó siendo asesinada para motivar a su amante Phyla-Vell. No se trata de que a las mujeres les sucedan cosas malas para motivar a los héroes masculinos. Se trata de que a los personajes secundarios, sean hombres o mujeres, les sucedan cosas malas para motivar al héroe, sea hombre o mujer. Y es una práctica que probablemente no cambiará, ya que es una forma segura de crear drama.
DC trató mal a Barbara Gordon cuando Joker la disparó y la dejó paralítica en Batman: La Broma Asesina de Alan Moore y Brian Bolland. El abuso sufrido por Barbara es uno de los ejemplos más repetidos cuando se habla de «Women in refrigerator». Pero, ¿Sabéis qué más hizo DC con 10 meses de diferencia? Mataron a Robin (Jason Todd). ¿Puede ser sexista una cosa y algo normal en el comic de superhéroes la otra? Yo no creo que sea un ejemplo de sexismo, sino que los editores a finales de los años 80 creían que los secundarios le quitaban fuerza a Batman, y por eso optaron por eliminar a todos sus compañeros. Chicos y chicas. Lo mismo podría decirse de Supergirl, que tras morir en las Crisis en Tierras Infinitas y Superman fuera reiniciado y simplificado por John Byrne, se decidió eliminar a Superboy, a Krypto o la ciudad de Kandor. Se habla mucho de la muerte de Supergirl, aunque Barry Allen (Flash) también murió en las Crisis. De facto, Superboy también «murió» editorialmente hablando, al no aparecer en un comic durante años. Luego todos fueron recuperados, Barbara Gordon se convirtió en Oracle, Tim Drake se convirtió en el tercer Robin y Supergirl acabó volviendo a la vida. Pero esa es una historia para otro día.
Igual que digo esto, creo que el maltrato que sufrió Carol Danvers en el infame Avengers 200 (1980), en cuyo guion aparecen acreditados David Michelinie, Bob Layton, Jim Shooter y George Pérez, y que fue «arreglado» por Chris Claremont en el Annual 10 (1981), es uno de los ejemplos más terribles de destrozo provocado a un personaje por unos guionistas y editores que odiaban a este personaje y querían desembarazarse de él. Eso es así. Pero excepto casos como el de Carol Danvers, creo que en la mayoría de casos no existe sexismo, sino el resultado de un escritor perezoso que va a lo fácil para provocar un drama en el protagonista a costa de unos de sus personajes secundarios. Ni siquiera tengo claro que hubiera sexismo en el caso de Carol Danvers, porque casi inmediatamente después Marvel presentó a una nueva Capitana Marvel, Monica Rambeau. Sexismo no, odio a ese personaje concreto, seguro que si.
Hay otro elemento para mi muy ilustrativo que se repite en todas estas denuncias de «Women in refrigaterator» que se repiten cada cierto tiempo. Y es que los ejemplos que se ponen son siempre los mismos, en muchos casos de hace más de 40 años. Carol Danvers, Barbara Gordon, Illyana Rasputin, X-23, Felicia Hardy, Janet Pym, Jessica Jones… Su drama se vivió en comics publicados hace más de 15 años. ¿Puede decirse que la industria es sexista cuando no existen ejemplos recientes? Incluso cuando yo mismo no creo que el propio concepto exista en realidad o demuestre la existencia de un sexismo sistémico, aunque seguro si existan ejemplos puntuales que si sean sexistas.
Cuando se critica a Tim Seeley por su comic y se pone el grito en el cielo contra una industria misógina, aunque no encuentras otros ejemplos similares en un personaje principal en los últimos 5/10 años, ¿El problema es el supuesto sexismo de los comics o que quieres forzar que no se traten temas que a ti no te gustan? No creo en el concepto Women in refrigerator, pero incluso si lo hiciera, ¿Marvel no puede publicar un comic en el que un personaje femenino sufra cuando no ha publicado nada similar en 10 años? ¿En serio? Los personajes masculinos si pueden morir o ser torturados, pero los femeninos parece que no. Tampoco convertirse en villanos. Solo se puede escribir de lo que ELLOS quieran.
Y el caso es que diría que es normal que se quejen, porque en los últimos 10/15 años cada vez que un flipado o flipada ha gritado «machista» a Marvel, la editorial se ha acojonado SIEMPRE y ha agachado la cabeza y ha pedido perdón. Y creo que es lamentable que Marvel escuche a gente que justifica que se amenace a un escritor por escribir un comic que no les ha gustado. O que directamente sean los que hagan las amenazas. En algún momento, Marvel tendrá que plantarse ante gente violenta como esta. Pero no será hoy.
Otro melón que podría abrirse es que estoy bastante seguro que la mayoría de personas que han realizado estas amenazas e insultos no han comprado el comic. O en este caso, no están suscritos al Marvel Unlimited. Y se quejan «de oído». De forma que Marvel no deja de pedir perdón a gente que ni siquiera compran sus comics. Una gente que ha marcado la agenda de lo que Marvel publicaba y a las que la editorial escucha más que sus clientes reales, los compradores. Pero creo que esto es un embolao para otro día.
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Gracias a mi amigo Félix he podido leer el primer arco de la nueva etapa de la JSA a cargo de Jeff Lemire, Diego Olórtegui y Joey Vázquez, con color de Luis Guerrero, que Panini ha publicado en los 2 primeros números de su colección.
PUNTUACIÓN: 8/10
Hawkman, Hawkgirl, Jade, Obsidian, Jesse Quick, Hourman, Ted Grant y Sandman refundan el primer superequipo de DC para enfrentarse a su mayor y más personal desafío. ¿Perdurarán los valores de la Edad de oro en un mundo renqueante tras los eventos de Absolute Power? ¿O necesitarán una actitud más ruda ante su injusta contrapartida?
La búsqueda de Beth Chapel de respuestas y su conexión con la Sociedad de la Injusticia, los intentos de la JSA de truncar los planes terroristas de KOBRA, la horda demoniaca que atacará la Torre del Destino o un traidor infiltrado presentarán más interrogantes que respuestas para el primer equipo superheroico del mundo… empezando por su propio futuro juntos.
Estos dos primeros números de la edición de Panini incluyen JSA 1-6 USA, que forman el arco Ragnarok.
Jeff Lemire es un autor super prolífico en el ámbito indy de creación propia, y también en las grandes compañías mainstream como DC y Marvel. Los comics de Lemire que más me gustan son todos de creación propia, hasta el punto que creo que aún no ha hecho un comic de encargo realmente BUENO. Sin embargo, un lo relacionado a sus temas fetiches, la familia y el legado es algo que ya ha tocado anteriormente, por lo que creo que era una buena elección por parte de DC para guonizar esta nueva colección de la JSA. Tengo que reconocer que mi presupuesto limitado y que otras cosas me apetecían más hicieron que no haya comprado esta colección ni en grapa USA ni una vez la ha publicado Panini. Tuve que esperar a que nuestro amigo Félix nos lo dejara para leerlo. Y me ha gustado bastante.
Lemire plantea el arco RAGNAROK con el que ha comenzado su etapa en JSA en medio de la acción, planteando un ENOOOORME plantel de protagonistas, con Doctor Fate (Khalid Nassour) , Doctor Mid-Nite (Beth Chapel) , Flash (Jay Garrick), Green Lantern (Alan Scott), Hawkman (Carter Hall), Hawkgirl (Kendra Saunders), Hourman (Rick Tyler) , Jade , Jakeem Thunder , Jesse Quick (Jesse Chambers) , Obsidian , Sand (Sanderson Hawkins) , Wildcat (Ted Grant) y Wildcat (Yolanda Montez).
La JSA se encuentra acosada en múltiples frentes. Por un lado, héroes veteranos como Flash, Green Lantern, Doctor Fate, Hawkman y Hawkgirl han desaparecido sin dejar rastro. En el mundo real, el resto del grupo de enfrentará a un enemigo invisible que se ha infiltrado en sus filas y va a intentar destruirles desde dentro. Los villanos son la Sociedad de la Injusticia, formada por Doctor Elemental, The Fog, Johnny Sorrow (suplantando a Obsidian), Lady Eve, Kobra Cult, Red Lantern (Ruby Sokov), Solomon Grundy y Wotan. Un grupo numeroso de villanos que plantea una amenaza real para el futuro del grupo.
Reconozco que me ha gustado Lemire. Presentar esta etapa in-media-res ha asegurado el interés de los comics, ofreciendo además buenos cliffhangers y una interesante combinación de caracterización de personajes y acción, añadiendo buenos giros y sorpresas. En un momento en que cada vez es más difícil vender una grapa, que implica convencer a un cliente para que lea un número y quiera volver a comprar el comic el mes que viene, me parece genial la forma en que Lemire ha hecho entretenida y adictiva esta colección. Si a esto le sumamos un shock tremendo en el final del sexto número, que resultará especialmente doloroso para lectores veteranos, la lectura de los lectores veteranos, la lectura del siguiente número resulta obligada.
En el apartado gráfico tenemos a Diego Olórtegui como dibujante oficial de la serie, con Joey Vázquez dibujando el número 4 USA a modo de tie-in. Luis Guerrero es el colorista de todo el arco, ayudando a que el comic tenga una conexión gráfica. No tenía leído a Olórtegui, y su dibujo me ha gustado mucho. El dibujante peruano destaca por la expresividad de sus personajes y por plantear sus páginas para mostrar la historia de la forma más clara posible, consiguiendo que la lectura fuera un placer. Dentro de lo que me disgustan los tie-ins en medio de un arco, al menos el estilo de Joey Vázquez es similar al de Olórtegui, por lo que no hay un salto visual que moleste a la vista. Pese al enorme casting de esta comic, Olórtegui consigue que todos sean reconocibles en todo momento, incluso aunque estén en sombra, lo que resalta el gran trabajo que ha hecho en este colección.
Empezar la historia en medio de la acción a mi me funciona y me parece parte del atractivo del comic. Entre otros motivos, porque ya conozco a los personajes, incluso aunque haga años que no leyera una aventura suya. Sin embargo, esto provoca que el comic no sea nada reader-friendly, hasta el punto que puede resultar complicado de entender para alguien que no conozca a estos personajes y empiece a leer de cero. No se si ese perfil de lector existe, en realidad. Pero considero que es obligatorio comentar esta faceta de no ser una lectura apropiada para lectores que no conozcan de nada a los héroes y villanos.
Hace un rato publiqué mi reseña de la nueva etapa de Nightwing de Dan Watters y Dexter Soy. Y en esa reseña comento que siendo un buen comic, la lectura de su primer arco me hizo ver que hice bien al no comprar esta colección. Sin embargo, la lectura de este primer arco de JSA me hace preguntarme si no debería comprar estos comics incluso tras haberlos leído gracias a nuestro amigo Félix. Porque me han gustado mucho y creo que aún puede ir a más.
Comparto las primeras páginas de esta nueva etapa de JSA:
Buen arranque de la JSA, con un cliffhanger final que hace que la lectura del siguiente volumen sea obligada.
PUNTUACIÓN: 8/10
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Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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