Fire Power de Robert Kirkman y Chris Samnee termina con un sexto volumen antológico que confirma que estamos ante uno de los mejores comics de los últimos años. Seguro de los más entretenidos y mejor dibujados.
PUNTUACIÓN: 9/10
¡EL ABRASADOR FINAL DE FIRE POWER!
Primero, Owen Johnson dominó el poder del fuego… después, fueron sus hijos. ¿Será cosa de familia, o podrá Owen impartir sus conocimientos y entrenar a otros para usar el poder del fuego?
Este sexto y último volumen recopila Fire Power nº 25-30 USA.
Fire Power me parece un éxito monumental de Robert Kirkman y Chris Samnee. Tiene muchísimo mérito ofrecer un comic tan entretenido con tanto corazón y con un nivel de espectacularidad pocas veces visto en el mundo mainstream.
Igual el primer elemento a destacar es que Fire Power es un comic 100% para todas las edades. Samnee y Kirkman comentan en los extras de este volumen que una historia de artes marciales luchando contra un dragón y con el poder de lanzar bolas de fuego (y otros poderes que veremos en este tomo) podría haberse convertido en un comic gore con escenas de carne derritiéndose por el fuego lanzado contra ella. Sin embargo, fruto de la colaboración entre ambos, consiguieron crear un equilibrio con escenas de acción super espectaculares que puedan ser disfrutadas por lectores de todas las edades. Esto es algo que me encanta.
Soy un gran fan de Robert Kirkman y verle aportar su característica sensibilidad narrativa a una aventura de artes marciales con un toque sobrenatural ha sido muy divertido. Desde la construcción del mundo hasta su enfoque con las relaciones entre los personajes, a los que pone en el centro de la acción, se puede decir al leerlo que Fire Power es un comic 100% de Kirkman. Me gusta mucho ver como son las acciones los que definen a los personajes y no tanto tener que leer diálogos eternos para que los personajes nos digan cómo se sienten. Dicho esto, Kirkman equilibra perfectamente el ritmo del comic, contrastando las escenas de acción más bestias con otros más íntimos de la familia Johnson.
Y es curioso, porque si Fire Power es un comic 100% de Kirkman, también es una colección definida por el increíble dibujo de Chris Samnee, acompañado de forma perfecta por Matt Wilson en el color. De hecho, si Fire Power es el éxito arrollador que es es sin duda gracias a un Samnee en estado de gracias. El combate final de Owen Johnson, su familia y el resto de maestros de las artes marciales de los clanes Flaming Fist y Scorched Earth contra el maestro Shaw y el dragón que está asolando el mundo está lleno de momentazos visuales y de una emoción increíble gracias a la potencia visual de Samnee, que tiene además la virtud de dibujar las escenas siempre desde el plano perfecto que hace que la acción se vea de la forma más clara y nítida posible.
Estoy un poco cansado de escribir reseñas de comics de Marvel y estarme quejando por el baile de dibujantes dentro de un mismo arco de una colección. Dibujantes de calidades muy diversas que muchas veces no pegan entre si y deslucen las historias de los guionistas. Y que hacen imposible que el comic tenga una personalidad, más allá de que aparezca el protagonista de turno. Y se que con Marvel es una batalla perdida. Pero es que luego leo un comic como Fire Power en el que Samnee ha dibujado los 30 números y la novela gráfica que publicaron a modo de prólogo, y es que no hay comparación posible. Son mundos diferentes, nada de lo que haga Marvel podrá acercarse a lo que estos autores han conseguido. Fire Power es una declaración de amor de dos autores en estado de gracia hacia los géneros de artes marciales y la fantasía asiática, y han volcado todo su corazón y toda su habilidad como narradores a lo largo de los 6 años que han tardado en realizar este comic. Es que nada de lo que haga Marvel podrá acercarse a la satisfacción que me ha dado este comic.
Fire Power termina además con un final perfecto super satisfactorio. Pero es llamativo que Kirkman y Samnee plantean varios desafíos narrativos en este último arco que implican duplicar la extensión de varios números para poder contar la historia de la mejor manera posible sin verse limitados por la extensión de las grapas americanas «normales» de 20-22 páginas por número. Además, la forma en que plantea el inicio de la guerra contra el maestro Shaw y el dragón en el número 28 me ha parecido super interesante. Porque la narración mediante splash-pages amplifica la sensación de acción más gran que la vida con el destino del mundo en juego. Y a la vez, la voz del narrador sirve para plantear que lo que vemos en este número es una guerra abierta que tiene lugar a lo largo de muchas semanas o meses, planteando elegantes elipsis entre viñetas. Si es que todo lo han hecho bien.
Chris Samnee va a estar el próximo año ocupado en DC Comics dibujando Batman and Robin Year One. Pero me encantaría que en un par años pudiera volver a reunirse con el fuera de serie de Kirkman para hacer juntos una nueva colección. Yo la compraría con los ojos cerrados, no necesito saber su temática o sus protagonistas para saber que lo disfrutaría enormemente. Porque el final de Fire Power ha sido perfecto, y estos autores sólo saben hacer buenos comics.
El final de Fire Power ha sido una de las lectoras más entretenidas de este 2024. Comicazo que debería leer todo el mundo.
Comparto las primeras páginas del número 25 USA:
Fire Power ha sido una colección maravillosa, el ejemplo perfecto de por qué me aficioné a los comics y a la lectura periódica de sus aventuras. Super recomendable no, lo siguiente.
PUNTUACIÓN: 9/10
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