Fieles a su cita, Ed Brubaker y Sean Phillips acaban de publicar la segunda novela gráfica de su serie Reckless, Friend of the devil, con colores de Jacob Phillips y editada por Image Comics, que nos devuelve al Los Ángeles de los años 80 con un caso completamente nuevo.
Reseña SIN spoilers.
PUNTUACIÓN: 8/10
¡El siguiente libro de la serie superventas RECKLESS ya está aquí!
«Nadie hace ficción criminal como BRUBAKER y PHILLIPS, y su colaboración nunca se ha sentido más nueva. Explosiva. Vital. Y sí … imprudente». – DAMON LINDELOF (Lost, Watchmen de HBO)
Los maestros del género negro superventas ED BRUBAKER y SEAN PHILLIPS están de regreso con una nueva novela gráfica original que presenta al buscalíos de alquiler Ethan Reckless. Es 1985, y las cosas en la vida de Ethan van bastante bien … hasta que una mujer desaparecida aparece en el fondo de una vieja película de serie B, y Ethan se ve atraído por los secretos ocultos de Hollywood mientras la busca entre los escombros de los días salvajes de los 70.
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Dado que se trata de una obra inédita en España que acaba de publicarse en USA, planteo esta reseña completamente libre de spoilers.
En mi reseña de la primera novela gráfica de Reckless ya comentaba cómo el COVID cambió la forma en que Brubaker y Phillips planteaban sus obras, siempre con la vista puesta en una distribución tradicional, primero en formato de grapa, luego en tomo, softcover, hardcover, etc… Recordando la serie de novelas gráficas que Darwyn Cooke realizó de Parker antes de su prematuro fallecimiento, y las novelas de género negro que Brubaker leía con su padre de niño, planteó a su socio Sean Phillips la posibilidad de crear su propia serie de novelas gráficas en las que cada una cuente una historia autoconclusiva con el mismo protagonismo.
Ethan Reckless es un personaje que bebe mucho de la historia personal de Brubaker y sus aventuras muestran también muchas de sus obsesiones y temas fetiches que hemos leído en otras obras suyas previas. De igual forma, la localización de la historia en Los Ángeles de los años 80 tampoco es casualidad, al ser los años de niñez y adolescencia de Brubaker en los que los dramas y problemas de esa época más le marcaron.
Entrando en la historia, se nota que Reckless tiene vocación de perdurar en el tiempo. Un primer elemento interesante es que en contraste con el actual mundo del entretenimiento planteado a partir de largas historias-río que se cuentan en múltiples novelas o temporadas televisivas, Brubaker y Phillips plantean estas novelas gráficas como si de una novela de Parker o una película de 007 se tratara, es decir contando una historia cerrada autoconclusiva que sea satisfactoria en si misma y sin continuarás ni cliffhangers. De esta forma, obviamente si compras todas conocerás mejor al protagonista, pero puedes leer esta segunda parte sin haber leído la primera sin ningún problema. Lo cual es algo totalmente premeditado que casi lo convierte en una rareza.
Tras una primera aventura en 1981, en esta segunda novela gráfica Friend of the devil saltamos a 1985, un año en el como bien indica Brubaker el crack estaba empezando a hacer estragos en la sociedad americana, y sobre todo en la californiana. Aparte de la ambientación ochentera, la narración en primera persona y el misterio que Ethan Reckless tiene que investigar conectan con los principales clichés del género negro con los que Brubaker se siente super a gusto. Ethan es un héroe atormentado por su pasado al que la posibilidad de ser feliz le es extraña, y cuya investigación en seguida sugiere que no va a tener un buen final. Es por esto que toda la historia tiene una sensación de inevitabilidad trágica estupenda que también ayuda a que empaticemos (y un poco suframos) con el protagonista.
Friend of the devil tiene 144 páginas, y ello permite a Brubaker desarrollar la historia a su ritmo sin tener que caer en giros locos o cliffhangers impactantes para mantener interesado al lector. Curiosamente, al igual que en Reckless, la novela empieza con un momentazo super potente, para luego volver atrás para conocer la historia desde el principio en orden cronológico. Tras estas 4 páginas iniciales, encontramos dos grandes capítulos de 34 y 24 páginas respectivamente, claramente separados por dos páginas en negro que remarcan el cambio y permiten incluso que respiremos y pensemos en lo que hemos leído hasta el momento. A partir de ahí, la historia no frena hasta llegar a un climax que, aunque es lógico y hasta cierto punto razonable, acaba resultando un tanto anticlimático. Sobre todo teniendo en cuenta lo fuerte que comenzó la historia.
En todo caso, se nota que Brubaker y Phillips han creado a Ethan Reckless con la intención de ser un personaje recurrente al que volver cada poco tiempo para contar una nueva aventura. De hecho, Brubaker comenta en su newsletter que inicialmente habían planteado hacer tres novelas gráficas de Reckless antes de cambiar de registro, pero la escritura le dió nuevas ideas y el plan actual es hacer cinco novelas gráficas seguidas. Teniendo en cuenta el éxito arrollador de crítica y ventas, tampoco me extraña, la verdad.
Sean Phillips comenta que el cambio de la grapa mensual al nuevo formato de novela gráfica, incluso de un tamaño de 144 páginas como éste, le ha supuesto un chorro de aire fresco y novedad que le ha sentado de maravilla. Mientras que con las grapas mensuales tiene que dibujar páginas interiores, pensar la portada más icónica y plantear diferentes opciones hasta acertar con la definitiva, controlar las pruebas de impresión, etc… lo que de facto interrumpe constantemente su trabajo, ahora puede concentrarse todo el tiempo en dibujar, en la narrativa y la creatividad, lo que le ha ayudado incluso a aumentar su productividad. De esta forma, incluso descontando las páginas en negro que separan los diferentes capítulos, tenemos más de 120 páginas dibujadas en el periodo de cuatro meses que pasó desde la publicación de la anterior novela novela gráfica, lo que suponen más de 30 páginas al mes. Ya le gustaría al 99% de los profesionales del medio mantener un ritmo como el de Phillips en los últimos meses.
El resultado gráfico me parece más que notable. Phillips se encuentra en un momento de plenitud creativa increíble. Aparte de una perfecta ambientación en los años 80 en lo referido a vestuario, vehículos y edificios, sus páginas brillan ante todo en la narrativa y la fluidez de la historia, que se convierte en una experiencia inmersiva que no puedes dejar hasta que llegas al final. De hecho, un elemento de autor veterano es que no pierde el tiempo con elementos superfluos, cuando hay que crear fondos y elementos que resalten un detalle de los personajes y la ambientación, ahí está. Sin embargo, en otras muchas viñetas sólo encontraremos una figura, un plano medio o un primer plano, lo justo para la perfecta comprensión de la historia. Dado que la narrativa es perfecta, nunca te da la sensación que Phillips sea rácano o busque quitarse trabajo que tendría que hacer. Algo que sin ir más lejos sí le noté a Mike Deodato Jr. en The Resistance.
Esto me sirve para conectar con el carismático color que aplica su hijo Jacob. Parte del éxito de estas novelas gráficas se encuentra también en los colores pastel aplicados en la página que ayudan a transmitir una sensación atemporal. Aunque se siente actual en lo referido a la historia y los personajes, te creerías si alguien digera que se había publicado por primera vez hace 25 años. Y del mismo modo, dentro de 15 años seguiré leyéndola y no creo que me deje la sensación de que ha envejecido mal. Comentaba antes sobre la falta de fondos en algunas viñetas, pero eso creo que también se explica porque Sean da espacio a su hijo para que se luzca y sea su color el que cree la ambientación y el sentimiento que necesita la página en cada momento.
Está claro que en mi caso, Brubaker, Phillips y Phillips están predicando a un converso, pero gráficamente me encanta su obra y la sensibilidad que subyace.
En la reseña de Reckless comenté que NO le encontraba nada malo a esa novela gráfica y que pensaba que todo estaba estupendamente planteado y ejecutado. Sin embargo, si tengo algo menos bueno que comentar sobre Friend of the devil. Y no me entendáis mal, me ha gustado mucho todo lo que nos han contado. El pero que le veo viene provocado porque en el último medio año he aprovechado para volver a leerme la obra completa de Brubaker y Phillips para reseñar aquellos comics que por un motivo u otro aún no había reseñado. Criminal, Fatale, La escena del crimen, incluso me he leído en estas últimas semanas Gotham Noir, cuya reseña publicaré en breve.
Y en este sentido encontrarme en este Friend of the Devil otra historia ambientada en la industria de Hollywood y con una secta satánica de por medio me dió cierta sensación de repetición, de estar leyendo algo que no acaba de ser novedoso ni original. Y eso a pesar que realmente en su desarrollo Friend of the devil no tiene nada que ver con lo leído en The Fade Out, La Escena del Crimen y Fatale entre otras. Además, ya se que la segunda novela gráfica de un personaje por definición no puede ser novedosa ni original, independientemente de la historia que contara. Eso lo se. Y también creo que es normal que dado que Brubaker admite que los asesinatos de sectas satánicas de finales de los años 70 y 80 provocó un shock tremendo en la sociedad americana, eso le marcara a él también y sea algo que quiera reflejar en su obra. Sin embargo, lo que veo lógico desde un punto de vista racional, en lo emocional hizo que no conectara como debería con esta novela gráfica. Estando muy bien, que quede claro.
De hecho, incluso un detalle menor en la historia como que Ethan Reckless esté depresivo por la muerte de su padre, algo inspirado en la propia vida de Brubaker contado por él mismo en multitud de columnas en sus comics previos, también hizo que todo tuviera una excesiva sensación de familiaridad, como si de alguna forma esto ya lo hubiera leído.
En todo caso, reafirmar que me ha gustado mucho esta novela gráfica y que por supuesto voy a comprar la siguiente, DESTROY ALL MONSTERS, prevista para octubre, sin necesidad de leer su sinopsis. Entiendo que difícilmente nadie que no sea yo pueda sentir lo mismo que yo leyendo esta novela gráfica, teniendo en cuenta que no debe ser normal que un lector lea tantas obras seguidas de un mismo equipo creativo en tan poco tiempo.
Comparto algunas páginas del comic:
Friend of the devil es un nuevo éxito de Ed Brubaker y Sean Phillips, espero que mantengan esta consistencia y calidad durante muchísimos tiempo, yo les seguiré comprando encantado.
PUNTUACIÓN: 8/10
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