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Lo mejor del 2017 – CINE

Ya se acaba 2017 y es el momento de echar la vista atrás para destacar las películas más destacadas del año. Un muy buen año cinematográfico que nos ha regalado algunas excelentes películas muy, muy diferentes entre si.

 

10- Múltiple, de M. Night Shyamalan

La película de M. Night Shyamalan es un auténtico triunfo narrativo que ha servido para volver a situarle en la primera división. Kevin es un enfermo con múltiples personalidades, y significa un auténtico desafío interpretativo que James McAvoy consigue sacar adelante con gran estilo. Y además, tiene el final más impactante desde el Sexto Sentido, que sirvió para darle una nueva dimensión a toda la película. Tengo muchísimas ganas de ver Glass, la continuación de esta película. Lo malo es que no estrenará hasta primeros de 2019.

9- The handmaiden, de Park Chan-Wook

Dentro del apartado asiático, he disfrutado mucho The Handmaiden, la última película de Park Chan-Wook (Old Boy, Thirst, Stoker), en la que nos presenta una emocionante y sensual historia de una joven dama japonesa, Hideko (interpretada Kim Min-hee), que vive en una finca aislada por su opresivo tío y una mujer coreana. Sookee (Kim Tae-ri), es contratada para servir como su nueva criada, pero está secretamente involucrada en el complot de un estafador que se hace pasar por un Conde japonés (Ha Jung-woo), para robar su gran herencia.

Un guión con giros increíbles, torturas coreanas, sexo lésbico explícito, Y una fotografía y puesta en escena espectaculares. Una película que no dejará a nadie indiferente.

8- Silencio, de Martin Scorsese

A partir de la adaptación de una novela del japonés Shusaku Endo, en la que dos jesuitas portuguese viajan hasta Japón a mediados del siglo XVII buscando a su maestro, Martin Scorsese construye un intenso drama en el realiza una exploración del significado de la fe en las circunstancias más extremas. Además de permitirme conocer un periodo de la historia de Japón muy interesante, en la que no solo vemos la cerrazón nipona, sino también la insultante superioridad moral que tenían los europeos sobre los territorios que visitaban, y como veían normal imponer su religión y cultura a sociedades igual de avanzados que ellos.

7- Kingsman: El círculo dorado, de Matthew Vaughn

A veces, el típico «más grande, más espectacular» característico de las secuelas, significa un problema de repetir esquemas y ofrecer más de lo mismo. Pero en manos de Matthew Vaughn, uno de los más brillantes y elegantes directores de acción actuales, tenemos una de las películas más divertidas, políticamente incorrectas y over-the-top del año. La política antidroga de los Estados Unidos va a tener para mi siempre un significado diferente y divertido tras ver esta película, y me ha dejado con muchas ganas de que comiencen a rodar la tercera parte.

6- Coco, de Lee Unkrich y Alfred Molina

Este año la factoria Pixar nos ha regalado una de las historias más bonitas y emotivas del año, una celebración de la cultura mexicana y la familia, que se convierte por derecho propio en LA película de estas navidades.

5- Detroit, de Kathryn Bigelow

Kathryn Bigelow realiza una tensa reconstrucción de unos hechos reales ocurridos hace 50 años en Detroit, para que nos demos cuenta que aunque la sociedad americana ha evolucionado mucho, el problema del racismo sigue muy, muy presente en la sociedad.

Rodada con una vocación documental que hace que te sientas dentro de la acción, alcanza una cotas de tensión y dramatismo in-crescendo que fue casi insoportable.

4-  Mother! de Darren Aronofsky 

Y hablando de tensión in-crescendo, Mother! ha sido más que una película, una experiencia sensorial como nunca antes había experimentado. A pesar de ser odiada y no entendida por muchos, Darren Aronofsky vuelve a confirmarse como uno de los autores más importantes del panorama cinematográfico actual. Una película que debes ver con la mente abierta y dispuesto a que tu mente reciba una metáfora que va más allá del cine.

3- Guardianes de la Galaxia vol. 2, de James Gunn

James Gunn ha creado su propio mundo dentro del universo Marvel. Y lo ha creado gracias a su amor a los personajes, al comic y al lenguaje cinematográfico. Esta segunda parte de Los Guardianes de la Galaxia no tiene la ventaja de la novedad que supuso la primera película, pero me ha encantado descubrir el siguiente capítulo en la vida de esta familia disfuncional. Y por si fuera poco, tenemos uno de los finales más bellos y perfectos del año, y uno de los más inesperados en una película de super-héroes.

 

2- La La Land, de Damien Chazelle

¿Puede ser un musical la mejor película del año? Gracias a Damien Chazelle, la respuesta es si. Tras su brillante Whiplash, Chazelle nos enamora con una historia que sirve de homenaje al mundo del cine y al Hollywood clásico, con unos carismáticos e increibles Emma Stone y Ryan Gosling.

1- Blade Runner 2049, de Denis Villeneuve

Y hablando de Ryan Gosling… Blade Runner 2049 es un espectáculo que hizo que recordara por qué me enamoré de la magia del cine y su capacidad de transportarme a mundos diferentes al nuestro. Denis Villeneuve ya era grande, pero con Blade Runner 2049 se sitúa en el panteón de los maestros, y consigue algo que parecía imposible: mejorar en muchos aspectos al clásico entre los clásicos de la ciencia ficción.

Obviamente, esta es una lista de las película que he visto, y sé que se me han quedado muchas en el tintero. En todo caso, podeis aprovechar los comentarios para comentarme cuales fueron para vosotros las mejores películas del año.

¡Saludos!

Crítica de Madre! de Darren Aronofsky

Cuando hablamos de la magia del cine normalmente lo aplicamos a la capacidad del séptimo arte de trasladarnos durante dos horas a un mundo diferente y contarnos una historia que nos divierta, nos apasione, nos enamore… O en el caso de Madre! la nueva película de Darren Aronofsky, que nos pegue un puñetazo que nos despierte de nuestra apatía frente lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

PUNTUACIÓN: 9/10

Jennifer Lawrence es la MADRE, la joven esposa de Javier Bardem, al que solo conocemos como ÉL. Madre reconstruye la casa en el campo de Él que ardió en un incendio tiempo atrás, viviendo una pacífica vida alejados de todo. Él es un poeta que intenta superar un bloqueo que le impide escribir su siguiente gran obra. Su plácida existencia se verá alterada por la llegada de una extraña pareja, interpretados por Ed Harris y Michelle Pfeiffer. A partir de este momento, la tranquila vida de Madre se convertirá en una espiral de locura y violencia.

Doy gracias a que existan creadores como Darren Aronofsky que busquen expandir las posibilidades narrativas del cine, que normalmente los espectadores entendemos como fuente de entretenimiento. Sin duda esto es una parte de lo que es el cine y tampoco debe avergonzarse una película que «solo» busque entretener. Pero en las manos adecuadas, el cine puede convertirse en mucho más, una obra de arte expresiva, que nos provoque una cascada de sentimientos viscerales y que genere una reflexión sobre nosotros mismos. Y si duda, todo eso lo consigue Madre!

Igual que digo que la película me ha encantado, también entiendo que esta película NO es para todos los públicos y de hecho evitaría recomendarla a la mayoría de gente. Las imágenes del último tercio crean una tensión y una violencia in-crescendo que no son fácilmente digeribles, sobre todo si el público fue esperando una típica película comercial.

Esto lo viví en carne propia cuando fuimos a verla a una sala de Versión Original. Al terminar la película, mientras empezábamos a comentarla, vi que una chica me miraba con cara aturdida y de no haber entendido nada. Esta chica estaba sentada con otras dos mujeres que por su acento me parecieron americanas y efectivamente, ninguna se había enterado de nada y estaban todas muy impactadas por la violencia de las imágenes que acabábamos de ver. Fue cuando mi hermano y yo les contamos lo que pensábamos que significaba la película y cuales eran las metáforas que habíamos entendido durante el visionado cuando sus ojos se abrieron y fliparon muchísimo, entendiendo lo que se habían perdido.

En Madre!, Aronosfky crea una obra deliberadamente compleja y ambigua que busca impactarnos en cada fotograma, transmitiendo una atmósfera malsana que nos inquieta, nos asquea y hace que queramos dejar de mirar en numerosos momentos. No quiere darnos respuestas, sino solo enseñarnos su visión para que cada uno la interiorice y saque sus propias conclusiones. En este aspecto, objetivo más que cumplido.

Jennifer Lawrence creo que hace la mejor interpretación de su carrera, en un espacio nada cómodo. Está en pantalla el 95% del tiempo, y la cámara la acompaña en todo momento por la casa, ya sea con los incesantes primeros planos, o utilizando largos travellings en los que  parece que los espectadores estamos situados justo detrás de su hombro. De esta forma somos testigos en primera persona de la confusión de Madre ante lo que está pasando, y cómo su vida pacífica se va al infierno, y no hablo metafóricamente. Javier Bardem también está genial como Él, el marido que desconcierta a Madre! al preocuparse más por los desconocidos que van llegando a su casa antes que por su propia esposa. Su mirada es fría y transmite superioridad, violencia y también amor, una paradoja que se entiende al final.

Llegados a este punto, tengo que entrar en terreno de spoilers, así que si te gustó Pi, Requiem por un Sueño o Cisne Negro, te invito a que dejes de lees y vayas a verla antes de que nadie, incluido yo, te chafemos las numerosas sorpresas de la película. Si no te importa que te destripe la trama o ya la has visto, quédate y continúa leyendo.

Darren Aronosfky reconoce que escribió el primer borrador del guión de Madre! en una semana, asqueado y sobrecogido por la situación actual de nuestro mundo y nuestra sociedad «civilizada». El caso es que los espectadores sufrimos acompañando a Madre! durante su martirio, pero al final son solo dos horas de gran intensidad. Aronofsky ha vivido con este drama en su cabeza durante ¡más de dos años! ¡Oh, boy!! Si que debe estar jodido el mundo…

¡SPOILERS!

Increíble poster obra de James Jean

Madre! es en su totalidad una gran metáfora en la que descubrimos el paso de la humanidad sobre el planeta Tierra siguiendo los acontecimientos contados en la Biblia cronológicamente hasta nuestros días, mostrándonos sin tapujos cómo la raza humana estamos destruyendo el planeta y nos vemos abocados a la aniquilación. Que vendrá provocada por nuestros actos violentos e indignos, en muchas ocasiones realizados bajo la coartada de la religión. No es broma, la película va de esto. Es lógico que todos los que esperaran ver una historia sencilla pudieran salir espantados.

Madre! (Jennifer Lawrence) es el planeta Tierra y la Madre Naturaleza, con unas pinceladas de Virgen María en el sentido bíblico de ser la madre del Hijo de Dios. Un ser de paz y amor que verá como su existencia será puesta a prueba por la voracidad y la violencia del hombre, y el egoismo de ÉL.

ÉL (Javier Bardem) es Dios, creador de vida y la humanidad. Inicialmente es feliz con la Naturaleza e incluso en el momento de la creación casi se encuentran al mismo nivel, aunque siempre él un poco por encima. Su existencia se define por la creación, por lo que enseguida se ve que el amor de la Naturaleza no es suficiente para contentarle, necesita algo más. Bardem es también otro de los aciertos de la película, solo él tiene una presencia en pantalla tan enorme, y puede proyectar amenaza y amor con la misma mirada.

Increíble poster obra de James Jean

En este momento llega el Hombre (Ed Harris), la primera creación de Dios. En esencia, estamos hablando de Adán. A continuación, la Mujer (Michelle Pfeiffer) simboliza a Eva. A pesar de la amabilidad de Dios y la Naturaleza, son exiliados del Paraíso que simboliza el estudio del artista cuando rompen la más preciada posesión de Él, lo que sería equivalente al acto de comer la manzana del paraíso.

El momento clave de la película para mi fue la llegada a la casa del Hijo Mayor y el Hijo Menor. Este último mata a su hermano por celos, lo que hizo que todo encajara y que por fin entendiera lo que estaba viendo. En ese momento me di cuenta que Aronofsky estaba mostrando el asesinato de Abel a manos de Caín, y por tanto entendí el significado de las imágenes. A partir de ese momento, las analogías entre lo que veía y los pasajes bíblicos fueron evidentes, y el visionado mejoró exponencialmente.

Tras la muerte de Abel, vemos como su funeral degenera en una orgía de sexo y violencia (Sodoma y Gomorra) que culmina con un accidente en la casa que provoca que Madre eche a la gente de su casa (el diluvio universal de Noé). La Naturaleza se revela contra Dios, lo que culmina con relaciones sexuales entre ambos. Al quedar embarazada, volveremos a ver un breve momento de paz en la casa libres de los hombres, en el que Dios tendrá un nuevo momento de creatividad y alumbrará su nueva obra, lo que podría ser la redacción de los Diez Mandamientos. Los hombres vuelven a la casa y Dios reconoce que prefiere la adoración de sus fieles «fans» antes que el amor de su esposa, lo que marca el comienzo de la espiral hacia el infierno.

Aunque el mensaje de Dios es de amor y paz, e inicialmente así lo entienden los hombres, enseguida esto degenera en odio, esclavitud, guerra, muerte y destrucción, que sería la historia de la humanidad desde la Edad Media hasta la actualidad. Guerras y muertes provocadas en gran parte por la intolerancia religiosa y en general por el odio y la envidia innatas que habitan en el corazón de los hombres.

La tensión crece hasta uno de los momentos más fuertes de la película, cuando la Madre da a luz a su hijo, y Él lo entrega a sus fieles intentando aplacar su violencia. Pero nada puede parar la voracidad y egoismo del ser humano, y el destino del bebe (Jesús) es inevitable. Aronosfky se recrea con una violencia extrema que llega a su paroxismo con unas terribles escenas de canibalismo. Un horror, que precisamente es lo que quiere Aronosky que sintamos.

Ante esto, el único final posible es el contraataque de la Naturaleza, que se revela hasta acabar con nosotros. Un acto de destrucción al que sigue otro de creación en el que la Madre ofrece a Dios lo único que le queda, su corazón, dando inicio de nuevo al ciclo de la vida.

Buff! Escribo estas líneas y alucino aún más con el desafío que Aronofsky propone a la audiencia. Y más si tenemos en cuenta que esta es solo mi opinión. Hay quien opina que hay una clara crítica al machismo de nuestra sociedad, en el que la mujer es sometida por el hombre, que la ningunea y la empequeñece en casa escena. También se comenta que Aronofsky hace una crítica feroz a los artistas que nutren su arte del amor de otros, a los que necesitan para el proceso de la creación, a los que acaba despreciando cuando les han sorbido toda su energía.

Y aunque mirándolo desde esos puntos de vista quizá algo de razón no les falta, para mi la crítica contra el daño que las religiones han provocado en la humanidad, unido a una feroz defensa de la Naturaleza y el Medio ambiente frente a la acción tóxica de la humanidad se encuentran muy por encima de estas consideraciones, que solo se quedan en una parte del todo.

Comparto el teaser de la película, entendiendo que no se acerca ni por asomo a la locura que vamos a ver.

Darren Aronofsky se encuentra en un momento excelente creativamente hablando. Y espero que el fracaso en taquilla, que no creativo, no le impida seguir expresándose con esta libertad, señalando crudamente los cánceres que amenazan con acabar con nosotros, si no le podemos remedio. Madre! es una película que creo que dentro de 10 años seguirá provocando encendidos debates sobre sus múltiples y posibles significados. Una película que va a pasar a la categoría de obra de culto, y que os recomiendo esta semana.

PUNTUACIÓN: 9/10