La primera película del año 2022 que vi en una sala comercial fue The King´s Man de Matthew Vaughn, precuela ambientada en la Primera Guerra Mundial destinada a contarnos el nacimiento de la agencia de espionaje británica que vimos en la franquicia Kingsman.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Cuando un grupo formado por los tiranos y las mentes criminales más malvadas de la historia se une para desencadenar una guerra que matará a millones de personas, un hombre tendrá que luchar a contrarreloj para detenerlos. Tercera entrega de la saga ‘Kingsman’, ambientada muchos años antes de las anteriores y explicando el origen de la agencia.
Tras Kingsman y Kingsman: El círculo de oro, Matthew Vaughn plantea esta tercera película de la franquicia como una historia autónoma de origen de la agencia, que puede ser vista por todos los amantes del cine de acción y aventuras hayan visto o no las películas anteriores, o incluso sepan siquiera de la existencia del comic de Mark Millar y Dave Gibbons en el que se inspiró la primera película. Matthew Vaughn además de dirigir la película es el creador de la historia que sirvió de base para el guión escrito por él, su mujer, la productora Jane Goldman y Karl Gajdusek.
La película de 131 minutos cuenta con fotografía de Ben Davis, montaje de Jason Ballantine y Rob Hall, y música de Matthew Margeson y Dominic Lewis. La película, rodada en 2019 antes del Covid, tiene un ajustadísimo presupuesto de tan sólo 105 millones de dólares, que lucen increíbles en pantalla. Lamentablemente, la película de momento ha recaudado, en el momento que escribo estas líneas, tan sólo 25 millones, por lo que pinta a que va a fracasar en la taquilla. A pesar de elló, Vaughn ya ha anunciado que se encuentra en la pre-producción de The Kingsman 3, de cara a un posible estreno en 2023.
El reparto cuenta con el siempre perfecto Ralph Fiennes como el Conde Orlando Oxford, un militar experto reconvertido en pacifista tras conocer el horror de la guerra. Alexandra Maria Lara es su esposa Emily, mientras que su hijo Conrad está interpretado por Alexander Shaw de niño y Harris Dickinson ya como un joven decidido alistarse para servir a su país en la Primera Guerra Mundial. En el servicio de conde encontramos a Gemma Arterton como Pollyanna «Polly» Wilkins, experta en inteligencia y gran tiradora, y a Djimon Hounsou como Shola, gran luchador cuerpo a cuerpo.
Dentro del contexto Europeo, Rhys Ifans es Grigori Rasputin, Tom Hollander haciendo un triple papel como los reyes George de Inglaterra, el Kaiser Wilhelm y el Tsar Nicholas, que eran primos en la realidad. Charles Dance es Herbert Kitchener, alto mando del ejército británico, mienras que Matthew Goode es su ayudante el Capitán Morton. Por último, Daniel Brühl interpreta a Erik Jan Hanussen.
Ver una película de Matthew Vaughn es siempre una pasada, y The King´s Man no es una excepción. Aparte de ser una historia de origen de la agencia Kingsman, realmente la película transmite que Vaughn tenía ganas de hacer una película ambientada en la Primera Guerra Mundial y ha aprovechado la excusa y el nombre de la franquicia Kingsman para conseguir financiación y poder estrenarla.
Dentro del cine de acción, Vaughn sigue siendo uno de los directores más imaginativos del panorama internacional. En The King´s Man vuelve a ofrecernos varias escenas visualmente chulísimas que me confirman que sigue innovando y buscando mostrar cosas nuevas. La pelea contra Rasputín al son de la música, la silenciosa con cuchillos en la tierra de nadie entre las trincheras alemana e inglesa, o la pelea final con espadas tienen todas detalles estupendos que dejan en mal lugar a tantos y tantos directores que se conforman con rodar de forma funcional y genérica (¿He oído Matrix Resurrections?).
Parece imposible que esta película haya costado apenas 100 millones de dólares, teniendo en cuenta las numerosísimas localizaciones con que cuenta la película, siguiendo la tradición de las películas de 007 en las que la acción pasa por numerosos países. Al ser Vaughn también productor, se nota que saca el máximo partido a cada céntimo y la verdad es que la película luce increíble en todo momento en sus increíbles sets en las trincheras, entre palacios de Europa, o en la cima de la montaña que supone el climax final. En lo relativo a los elementos de producción, la película está genial.
Dentro que la película es ante todo una historia de acción y entretenimiento, y Vaughn también lo tiene claro, encuentro un guión super ambicioso al plantear que todos los sucesos importantes ocurridos en la Europa en la década de 1910 que provocó el inicio de la Primera Guerra Mundial, hasta su final en 1918, estuvieron conectados por una mano oculta que buscaba desestabilizar el continente. De esta manera, la película me recuerda hechos reales como que los tres reyes europeos más importantes eran primos (chulísimo el detalle de Vaughn de hacer que el mismo actor les interprete a los tres), que el apellido Windsor fue adoptado por el Rey Guillermo debido al odio anti alemán que surgió por la Primera Guerra Mundial o que los Estados Unidos tardó mucho en unirse a la guerra e incluso consideró no entrar en ella.
Esta ambición del guión es un elemento muy chulo, pero también parte del problema de la película, que acaba resultando un pelín episódica y al que le sobraría metraje. Y aunque todo es muy entretenido y sin duda pasan un montón de cosas que no te dejan un momento de respiro, visto a posteriori probablemente con menos tramas sucesivas y a la vez una duración de 100 minutos hubiera quedado todo más conjuntado y con un ritmo más homogéneo. Dicho esto, como digo me quito el sombrero ante la ambición de Vaughn con este guión, desde luego, queda claro que no le gusta jugar sobre seguro.
Además, aunque para mi no es un problema, la película alterna exuberantes escenas de acción con un toque de locura con un tono muy serio en lo referido a la trama, buscando como digo el máximo rigor histórico (dentro de las circunstancias, claro), con el resultado que no hay nada del tono gamberro y transgresor de las películas anteriores. Ya digo que para mi no me supuso un problema, pero pudiera pesarle quizá a un espectador que buscara más de lo mismo.
El reparto creo que hace un estupendo trabajo, en especial un Ralph Fiennes que se convierte en el corazón de la película. También me gustó el heroísmo juvenil de Harris Dickinson, que interpreta a Conrad, el hijo del Conde Oxford. En general creo que el casting ha estado muy acertado.
Aunque no es perfecta, The King´s Man es un más que perfecto entretenimiento por si misma, que además me ha dejado con unas ganas locas de volver a ver las dos primeras películas de Kingsman. De hecho, tengo que reconocer que me alegro porque a Vaughn le vaya tan bien creativa y economicamente con su productora MARV haciendo sus propias películas, pero al mismo tiempo me da pena porque si le dejaran hacer su versión de Superman, algo para lo que ya se ha ofrecido en varias ocasiones, estoy seguro que el espectáculo sería alucinante y la esencia fiel. Por soñar…
Comparto el trailer de la película:
The King´s Man es una película estupenda de acción y aventuras que ofrece un perfecto entretenimiento. Ojalá muchas más películas así este 2022.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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Tras el desastre que supuso X-Men: La Decisión final (Brett Ratner, 2006) la franquicia cinematográfica de los mutantes de Marvel estaba herida de muerte, y tuvieron que pasar 5 años hasta que Matthew Vaughn asombrara a los fans con la mejor película de la serie X-Men: First Class, película ambientada en los años 60 en el contexto de la crisis de los misiles de Cuba, que consiguió insuflar nueva via a la franquicia.
PUNTUACIÓN: 9/10
Antes de que los mutantes se dieran a conocer y adoptaran los nombres de Profesor X y Magneto, los jóvenes Charles Xavier (James McAvoy) y Erik Lehnsherr (Michael Fassbender) empezaban a descubrir sus poderes. No había animadversión alguna entre ellos, sino que los unía una sincera amistad y el deseo de trabajar juntos y entrenar a un grupo de jóvenes mutantes para evitar el Armagedón nuclear. Su enemigo común: el malvado Sebastian Shaw (Kevin Bacon), un mutante con el que Erik tiene una cuenta pendiente. (FILMAFFINITY)
Fox de había metido en un lío con el estreno en 2006 de X-Men: La decisión final, película en la que un mal guión había matado a tres de los principales personajes y dejaba a la franquicia sin un rumbo claro. La solución de la productora Lauren Shuler Donner fue la de crear películas en solitario de los personajes más carismáticos de la franquicia, con la esperanza de mantener con vida la franquicia mientras planteaban su siguiente película grupal.
Fruto de este plan, en 2009 se estrenó la desastrosa X-Men Origins: Wolverine, dirigida por Gavin Hood. Mientras esta película se producía, prácticamente en paralelo se estaba trabajando en la que sería la segunda película de orígenes, en este caso protagonizada por Magneto. En el guión inicial de Sheldon Turner, que acabaría acreditado en la película en el apartado de historia, conoceríamos el origen de Erik Lehnsherr, quien tras escapar de Auschwitz de dedicaría a cazar criminales nazis ayudado por un joven soldado llamado Charles Xavier.
Aunque X-Men Origins: Wolverine no fue un fracaso de taquilla, recaudó 370 millones de dólares a partir de un altísimo presupuesto para la época de 150 millones, sí fue machacada despiadadamente y con razón por crítica y público, y en la actualidad sigue considerada una de las peores películas de superhéroes del siglo XXI. Esto, sumado a la negativa de Ian McKellen a retornar al papel de Magneto debido a la edad fue lo que provocó que los planes de Fox cambiaran y optaran por una nueva historia coral, en este caso para presentarnos cómo se conocieron Charles Xavier y Erik Lehnsherr y se formó la mítica Escuela para jóvenes talentos del profesor Xavier.
Tras dirigir la decepcionante Superman returns (2006), Brian Singer quiso volver a dirigir esta nueva película, por lo que escribió su propio tratamiento. Finalmente Singer abandonó el proyecto en 2010 porque prefirió dirigir Jack El Cazagigantes (2013), pero mantuvo labores de producción a través de su compañía Bad Hat Harry Productions y fue acreditado en la historia junto a Sheldon Turner. En ese momento, Ashley Edward Miller y Zack Stentz fueron contratados para escribir el guión definitivo.
Para sustituir a Singer, los productores Lauren Shuler Donner, Simon Kinberg y Gregory Goodman finalmente escogieron a Matthew Vaughn, que ya estuvo vinculado con la franquicia cuando casi dirigió X-Men: La decisión final. Vaughn veía mucho potencial a la idea de poder reiniciar la franquicia centrando la historia en la relación de Charles y Xavier pero sin estar limitado por las películas anteriores, al estar esta ambientada en 1962, durante la crisis de los misiles cubanos.
Vaughn reescribió el guión junto a su colaborada habitual, la escritora Jane Goldman, y prometió una película rápida de rodar y relativamente barata que diera un nuevo rumbo a la franquicia. Y lo cumplió. Vaya si lo hizo. Fue contratado en mayo de 2010, comenzó el rodaje en agosto de 2010 y entregó la película a tiempo para su estreno el 3 de junio de 2011, un tiempo ridículamente corto teniendo en cuenta la gran cantidad de efectos digitales y localizaciones que cuenta la película.
La película cuenta con John Mathieson como director de fotografía, un estupendo diseño de producción de Chris Seagers y vestuario de Sammy Sheldon que nos trasladan sin problemas a los años 60, montaje de Eddie Hamilton y Lee Smith, y una estupenda banda sonora de Henry Jackman que nos devuelve el feeling de las películas de espías de la época, en especial James Bond 007.
Con un coste final de 140 millones de dólares, X-Men First Class fue un éxito de crítica y público, aunque acabó recaudando ligeramente por debajo de X-Men Origins: Wolverine, consiguiendo 353 millones de dólares en todo el mundo. En todo caso, igual que pasó con la notable Batman Begins (Christopher Nolan, 2008), los productores entendieron que habían acertado en la diana y que esta película había dado viva nueva a la franquicia.
Uno de los grandes aciertos de la película es su espectacular casting. James McAvoy interpreta a un joven Charles Xavier / Profesor X. Frente al veterano profesor que parecía un maestro zen en la versión de Patrick Stewart, McAvoy muesta a un Xavier engreído, mujeriego y quizá demasiado listo para su propio bien. Junto a él, Michael Fassbender como el joven Erik Lehnsherr / Magneto roba completamente la función con su espectacular actuación. Vaughn quería que Fassbender transmitiera el carisma del Sean Conery 007, una personaje que suda personalidad y que puede ser a la vez implacable y peligroso. Con el añadido del trauma sufrido por Erik, que le aporta una mayor dosis de profundidad y complejidad al personaje gracias a os matices que Fassbender aporta a su interpretacion.
Jennifer Lawrence es Raven Darkholme / Mystique. Recién salida de su Oscar por Winter´s Bone, Lawrence buscaba una película más ligera, además de querer trabajar con McAvoy y Fassbender. Su Raven es otro de los pilares de la película, ya que muestra el drama de los mutantes que debido a su apariencia sienten que son monstruos que deben esconderse. Su evolución es gradual y lógica, conectado de forma orgánica con la primera película de X-Men.
Me gusta mucho el carisma alucinante que Kevin Bacon aporta a su Sebastian Shaw, antiguo científico nazi y líder del Club Fuego Infernal que será el villano de la película y hará la función de mentor ideológico de Magneto, muy a su pesar. Shaw es un líder carismático de gustos refinados y educación exquisita bajo la que se esconde un sociópata de manual que realmente se cree que su plan va a beneficiar a los mutantes, aunque provoque la destrucción de la humanidad y la muerte de cientos de millones de personas.
Rose Byrne es Moira MacTaggert, una joven agente de la CIA inteligente y llena de recursos que tiene que luchar contra el mal y contra el machismo de la sociedad de la época que busca relegarla a mera secretaria. Su papel tiene una humanidad que me parece encaja a la perfección con el trio formado por Charles, Erik y Raven.
La formación de jóvenes X-Men se completa con Nicholas Hoult como Hank McCoy / Bestia, un científico super inteligente que cree que su mutación es una maldición y quiere desembarazarse de ella, Lucas Till como Alex Summers / Havok, un mutante con la capacidad de absorber energía solar que luego puede lanzar en forma de rayos desde su cuerpo, Zoë Kravitz como Angel Salvadore, una mutante con alas de libélula y saliva ácida, Caleb Landry Jones como Sean Cassidy / Banshee, un mutante con la capacidad de generar potentes gritos ultrasónicos, estallidos sónicos y ondas sonoras, pudiendo llegar a volar y Edi Gathegi comoArmando Muñoz / Darwin, un mutante super adaptativo a todos los ambientes.
Por el lado del Club Fuego Infernal, la parte menos desarrollada de la película, tenemos a January Jones como Emma Frost, una mutante telépata que puede convertir su cuerpo en diamante. Jones transmitió perfectamente la personalidad snob y engreida de la Frost de los comics, además de llevar un traje super sugerente que es clavado al de los comics y además encaja con la ambientación de los locos años 60.
Jason Flemyng es Azazel, un miembro del Club Fuego Infernal con la habilidad de teletransportarse, lo que le convierte en un feroz luchador, y Álex González es Janos Quested / Riptide, un mutante con la habilidad de crear poderosos torbellinos de viento que diría no tiene ni una línea de diálogo en toda la película. Por último, destacaría el pequeño papel de Oliver Platt como un Hombre de Negro de la CIA que conecta con los primeros comics de los X-Men de los años 60 en los que Charles Xavier colaboraba con el FBI y tenía de enlace al agente Fred Duncan.
Entrando en la valoración de la película, X-Men First Class me parece un triunfo arrollador y de largo la mejor película de toda la franquicia. Si, mejor que X-Men 2. Es alucinante volver a ver una película planteada por Matthew Vaughn como una película de James Bond con toques de thriller político a lo John Frankenheimer, que utiliza elementos históricos reales (la crisis de los misiles de Cuba), y que además es una entretenida aventura de gente con super poderes que consigue que empatices con los dramas y con la evolución que van a sufrir los personajes durante la película.
Aunque X-Men First Class se estrenó en 2011, el mismo año que Capitán América: El primer Vengador, película que mezclaba los superhéroes con el cine bélico, en algunos aspectos Matthew Vaughn se adelantó a Marvel Studios creando una película de superhéroes que temáticamente se alejara de los clichés del género, como luego vimos más claramente en Capitán América: Winter Soldier (Thriller conspiranoico), Guardianes de la Galaxia (ciencia-ficción espacial) y Ant-Man (comedia de robos).
Ambientar la película en los años 60 me parece además una decisión super acertada, ya que el feeling pop de la época conecta en parte con algunas locuras que visualmente vamos a ver y consigue que el choque no sea tan grande. En ese sentido, aunque es uno de los elementos menos importantes, me flipa ver cómo Vaughn introduce en la película los clásicos trajes amarillos y negros de los X-Men originales, aportándoles detalles distintivos a cada héroe, haciendo que funcionen perfectamente en pantalla. Esto obviamente deja en mal lugar a Bryan Singer y sus trajes de cuero negro genéricos, demostrando que el problema no son “los trajes de licra”, sino los prejuicios del profesional que no sabe hacerlos funcionar.
Siguiendo con las comparaciones, el guión en lo relativo a los personajes me parece maravilloso, y consigue dar herramientas para que unos grandísimos actores se luzcan. Frente a X-Men 1 y 2 en los que los fans estábamos tan contentos de ver a nuestros personajes favoritos en imagen real que perdonábamos que en la mayoría de ocasiones estos no hicieran cosas realmente interesantes en pantalla, Vaughn con la guionista Jane Goldman crean unos personajes complejos entre los que destaca el espectacular Magneto interpretado por Fassbender. El choque moral entre Xavier y Erik es perfecto y las decisiones que toman casi inevitables, pero me gusta mucho también el viaje de Raven para llegar a aceptar sus poderes y no verse a si misma como un monstruo, con el contraste de un Hank McCoy que acaba convertido literalmente en una Bestia al intentar eliminar la deformidad provocada por la mutación.
Otro detalle muy chulo del guión es la forma en que utiliza la Guerra Fría y el miedo nuclear de los años 50 y 60 para construir la amenaza de la película, y como Sebastian Shaw ve este miedo nuclear como la oportunidad de provocar el salto evolutivo definitivo que aniquile al homo sapiens y coloque a los mutantes como especie dominante del planeta. El diseño de producción y el vestuario de la película me parece también una pasada, haciendo que el salto entre las numerosas localizaciones recuerde para bien a las clásicas películas de 007 en las que pasaban muchas cosas y todas ellas eran interesantes.
Que una película de 130 minutos de duración tenga tiempo de mostrar perfectamente la relación de Charles – Xavier, la conexión de ambos con Raven, la amenaza y carisma de Sebastian Shaw, y el drama que viven en sus día a día Moira y Hank McCoy, además de ser un excelente entretenimiento, habla muy bien de la habilidad como escritores de Vaughn y Goldman, y de Vaughn como director, que dota a la película de un ritmo frenético espectacular.
Aunque tienen pocos minutos en pantalla, Vaughn consigue crear momentos de lucimiento para Banshee, Havoc y Angel que molan. Incluso la Emma Frost en modo “zorra fría manipuladora” me gusta y creo que hace una buena traslación del personaje en imagen real. Sí debo reconocer que Darwin, Azazel y Riptide quedan como meros figurantes, pero es inevitable en una película de esta envergadura en la que pasan tantas cosas en tan poco tiempo.
Otro elemento que quiero destacar unido al carisma y la personalidad que Vaughn sabe aportar a los personajes, es que es un director visual bestial, y crea un montón de momentazos alucinantes durante la película que, de nuevo, dejan en bastante mal lugar a Bryan Singer y a Brett Ratner. Además, sabe construir una tensión creciente que nos lleva a un climax en Cuba que triunfa gracias a la brillante resolución de la venganza de Magneto contra Shaw, pero también por la confirmación que el gran enemigo de los mutantes no es el Club Fuego Infernal sino los gobiernos del mundo que ven a los mutantes como una amenaza.
En este sentido, aunque me gusto mucho el Charles Xavier interpretado por James McAvoy, es Michael Fassbender el que se sale y roba completamente la película. El hecho que la película comience repitiendo la escena del Erik niño en la Polonia de la 2ª Guerra Mundial sirve para recordarnos el drama que sufrió y por el qué quiere venganza. Posteriormente, aunque la historia construye muy bien la relación entre Xavier y Mística, ver a Erik cazando nazis en Suiza y Argentina ofrece momentos excelentes que le sitúan en el centro emocional de la película. Y finalmente, aunque entiendes el punto de vista compasivo de Xavier que busca la coexistencia pacífica de humanos y mutantes, dado el pasado de Erik y los actos presentes de los gobiernos, el nacimiento de Magneto se ve inevitable, y casi la única opción posible para el personaje. Esto, para mi, es un ejemplo de gran escritura.
Si tengo que decir algo menos bueno, hay que reconocer que las coreografías de acción no son gran cosa, pero entiendo que en First Class el choque de ideas es el gran desafío al que tienen que enfrentarse los mutantes protagonistas.
Sin embargo, teniendo en cuenta que First Class tuvo un presupuesto inferior a X-Men origins: Wolverine y muestra a muchos más mutantes en pantalla de forma con muchísima más personalidad, tiene multitud de localizaciones por todo el mundo (recordando, de nuevo, las películas de James Bond), y un climax que funciona sin necesidad de enfrentamiento físico, creo que estamos ante una película bestial que rompe muchos de los tópicos del género de superhéroes.
Comparto el trailer de la película:
X-Men: First Class es la mejor película de toda la serie, una historia repleta de carisma y entretenimiento que encantará no solo a los fans de los super héroes, sino a todo aquel que ha disfrutado alguna vez una película de James Bond.
PUNTUACIÓN: 9/10
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Ya se acaba 2017 y es el momento de echar la vista atrás para destacar las películas más destacadas del año. Un muy buen año cinematográfico que nos ha regalado algunas excelentes películas muy, muy diferentes entre si.
La película de M. Night Shyamalan es un auténtico triunfo narrativo que ha servido para volver a situarle en la primera división. Kevin es un enfermo con múltiples personalidades, y significa un auténtico desafío interpretativo que James McAvoy consigue sacar adelante con gran estilo. Y además, tiene el final más impactante desde el Sexto Sentido, que sirvió para darle una nueva dimensión a toda la película. Tengo muchísimas ganas de ver Glass, la continuación de esta película. Lo malo es que no estrenará hasta primeros de 2019.
Dentro del apartado asiático, he disfrutado mucho The Handmaiden, la última película de Park Chan-Wook (Old Boy, Thirst, Stoker), en la que nos presenta una emocionante y sensual historia de una joven dama japonesa, Hideko (interpretada Kim Min-hee), que vive en una finca aislada por su opresivo tío y una mujer coreana. Sookee (Kim Tae-ri), es contratada para servir como su nueva criada, pero está secretamente involucrada en el complot de un estafador que se hace pasar por un Conde japonés (Ha Jung-woo), para robar su gran herencia.
Un guión con giros increíbles, torturas coreanas, sexo lésbico explícito, Y una fotografía y puesta en escena espectaculares. Una película que no dejará a nadie indiferente.
A partir de la adaptación de una novela del japonés Shusaku Endo, en la que dos jesuitas portuguese viajan hasta Japón a mediados del siglo XVII buscando a su maestro, Martin Scorsese construye un intenso drama en el realiza una exploración del significado de la fe en las circunstancias más extremas. Además de permitirme conocer un periodo de la historia de Japón muy interesante, en la que no solo vemos la cerrazón nipona, sino también la insultante superioridad moral que tenían los europeos sobre los territorios que visitaban, y como veían normal imponer su religión y cultura a sociedades igual de avanzados que ellos.
A veces, el típico «más grande, más espectacular» característico de las secuelas, significa un problema de repetir esquemas y ofrecer más de lo mismo. Pero en manos de Matthew Vaughn, uno de los más brillantes y elegantes directores de acción actuales, tenemos una de las películas más divertidas, políticamente incorrectas y over-the-top del año. La política antidroga de los Estados Unidos va a tener para mi siempre un significado diferente y divertido tras ver esta película, y me ha dejado con muchas ganas de que comiencen a rodar la tercera parte.
Este año la factoria Pixar nos ha regalado una de las historias más bonitas y emotivas del año, una celebración de la cultura mexicana y la familia, que se convierte por derecho propio en LA película de estas navidades.
Kathryn Bigelow realiza una tensa reconstrucción de unos hechos reales ocurridos hace 50 años en Detroit, para que nos demos cuenta que aunque la sociedad americana ha evolucionado mucho, el problema del racismo sigue muy, muy presente en la sociedad.
Rodada con una vocación documental que hace que te sientas dentro de la acción, alcanza una cotas de tensión y dramatismo in-crescendo que fue casi insoportable.
Y hablando de tensión in-crescendo, Mother! ha sido más que una película, una experiencia sensorial como nunca antes había experimentado. A pesar de ser odiada y no entendida por muchos, Darren Aronofsky vuelve a confirmarse como uno de los autores más importantes del panorama cinematográfico actual. Una película que debes ver con la mente abierta y dispuesto a que tu mente reciba una metáfora que va más allá del cine.
James Gunn ha creado su propio mundo dentro del universo Marvel. Y lo ha creado gracias a su amor a los personajes, al comic y al lenguaje cinematográfico. Esta segunda parte de Los Guardianes de la Galaxia no tiene la ventaja de la novedad que supuso la primera película, pero me ha encantado descubrir el siguiente capítulo en la vida de esta familia disfuncional. Y por si fuera poco, tenemos uno de los finales más bellos y perfectos del año, y uno de los más inesperados en una película de super-héroes.
¿Puede ser un musical la mejor película del año? Gracias a Damien Chazelle, la respuesta es si. Tras su brillante Whiplash, Chazelle nos enamora con una historia que sirve de homenaje al mundo del cine y al Hollywood clásico, con unos carismáticos e increibles Emma Stone y Ryan Gosling.
Y hablando de Ryan Gosling… Blade Runner 2049 es un espectáculo que hizo que recordara por qué me enamoré de la magia del cine y su capacidad de transportarme a mundos diferentes al nuestro. Denis Villeneuve ya era grande, pero con Blade Runner 2049 se sitúa en el panteón de los maestros, y consigue algo que parecía imposible: mejorar en muchos aspectos al clásico entre los clásicos de la ciencia ficción.
Obviamente, esta es una lista de las película que he visto, y sé que se me han quedado muchas en el tintero. En todo caso, podeis aprovechar los comentarios para comentarme cuales fueron para vosotros las mejores películas del año.
Mi comentario sobre Kingsman: El círculo dorado de Matthew Vaughn va a ser muy sencillo y rápido. ¿Te gustó Kingsman: Servicio Secreto? Entonces disfrutarás un montón esta continuación. Por el contrario, si la adaptación del comic de Mark Millar y Dave Gibbons te pareció soez y over-the-top, entonces mejor que te ahorres esta nueva película. Por suerte, yo me encuentro dentro del primer grupo, así que para mi han sido 140 minutos de diversión políticamente incorrecta protagonizada por personajes carismáticos y con unas escenas de acción espectaculares e imaginativas.
PUNTUACIÓN: 8/10
Kingsman: El círculo dorado es una historia completamente original que no adapta ningún comic de Mark Millar. Está escrita por Matthew Vaugh en colaboración con Jane Goldman, colaboradora habitual del director y productor inglés.
Cuando el cuartel general de los Kingsman es destruido por un misterioso cártel de la droga liderado por la sociópata Poppy Adams (Julianne Moore), Eggsy (Taron Egerton) tendrá que viajar junto a Merlin (Mark Strong) a los Estados Unidos para pedir ayuda a sus primos lejanos, los Statesmen. Ambas organizaciones secretas de élite tendrán que unir sus recursos para intentar derrotar a su enemigo común y salvar al mundo…
Kingsman: Servicio Secreto (2015) me pareció una película increíblemente divertida y carismática que mejoraba considerablemente el correcto tebeo de Mark Millar y Dave Gibbons. El éxito de esta película en un año en el que se estrenaron infinidad de películas de espías fue todo una sorpresa y un soplo de aire fresco a un género que parecía que ya no tenía nada interesante que contar tras las películas de Jason Bourne.
Fox dió luz verde a la continuación, pero a la vez ponía el listón muy alto y podía provocar unas expectativas imposibles de superar. En este sentido me alegra comprobar que Kingsman: El circulo dorado «sólo» ofrece más de lo mismo. Hablo, claro, de acción super espectacular con grandes dosis de inventiva e imaginación, multitud de personajes carismáticos en cada fotograma y situaciones irreverentes, over-the-top y políticamente incorrectas que me sacaban la sonrisa constantemente.
No diría que Kingsman: El círculo dorado es mejor que su antecesora, pero seguro que no es peor. Cumple sobradamente con nuestras expectativas y es una película palomitera en el mejor sentido que ofrece lo que se espera de ella sin reirse del espectador.
Técnicamente, la película se sale. Ya no es una sorpresa comprobar como Matthew Vaughn nos ofrece unas imágenes espectaculares y unos planos perfectos en cada escena. Lo increíble es que Vaughn haya realizado esta película con «sólo» 100 millones de presupuesto, una minucia si lo comparamos con otras películas recientes como Batman v. Superman, X-Men: Apocalypse o Transformers 5.
Ayudado por el director de fotografia George Richmond, que ya trabajó en Kingsman: Servicio Secreto, la acción está siempre clara y nítida. Vaughn mete al espectador en medio del meollo y siempre tenemos clara la situación de cada personaje en la escena, entendiéndose lo que está pasando. Además, los planos generales son espectaculares y en las escenas de diálogos la cámara está en el sitio justo para enfatizar los sentimientos de los personajes.
Otra cosa a destacar es que cuando vi que la película duraba 140 minutos, temí que se me hiciera demasiado larga. Nada más lejos de la realidad, la película pasa en un suspiro gracias al gran sentido del ritmo de Vauhgn, alternando los momentazos para que en ningún momento sientas que una escena o personaje sobran o están para hacer bulto y rellenar minutos. Al final, fueron casi dos horas y media de pura diversión.
Pero es que además el casting es un acierto brutal y se nota que todo el mundo se lo está pasando en grande. Vaughn consigue que conectemos con todos los personajes, independientemente de sus minutos en pantalla, y nos dejan con ganas de más. Para los que sobrevivan, claro.
Julianne Moore lo borda como una maruja psicópata obsesionada con la estética de los 50 que domina el mayor cartel de la droga a nivel mundial y cuyo plan maléfico es casi tan estúpido como el de Samuel L. Jackson en la primera película. La villana es quizá el eslabón más débil de la cadena, pero es la protagonista de algunos de los gags más bestias de la película y su actitud «happy» contrasta con sus acciones brutales.
En el lado de los americanos, tenemos a Jeff Bridges como Campagne, el director de los Statesmen, con pocos minutos pero bien aprovechados. Channing Tatum es Tequila, el agente más duro del cuerpo, Pedro Pascal es Whiskey, maestro en el uso del látigo y Halle Berry es Ginger, la oficial de inteligencia que solo desea un puesto como agente de campo pero que es rechazada una y otra vez sólo por ser mujer. Y por si fuera poco, tenemos al Presidente de los Estados Unidos interpretado por Bruce Greenwood, que dará un nuevo significado a la expresión «ganar la guerra contra la droga».
Por el lado británico, además de Eggsy (Taron Egerton) y Merlin (Mark Strong), descubriremos cómo pudo sobrevivir Galahad (Colin Firth) al final de la anterior película, y volveremos a ver a Roxy (Sophie Cookson), la Kingsman compañera de Eggsy.
Además, comprobaremos cómo la Princesa heredera Tilde de Suecia (Hanna Alström), protagonista de la criticada broma del final de la primera Kingsman ha encontrado con Eggsy al amor de su vida, lo que demuestra que algo bueno salió después de todo y siempre hay luz al final del túnel. Ya lo se, es una broma de mal gusto, pero no pude evitarla… y encaja perfectamente con el tono irónico y desmitificador de la película.
Y destacar también la impresionante aparición de Elton John interpretándose a si mismo, que protagoniza uno de los numerosos momentazos de la película. Viéndole en pantalla no me cabe duda que todo el reparto de lo ha pasado de p#$@ madre rodando esta película.
Vi la película en versión original, y me encantó el exagerado y divertido contraste entre el perfecto acepto British de los Kingsman y el cerrado acento tejano de los Statesmen yankis. Pero es que Eggsy cambia mucho cuando está en misión oficial, compórtandose como un perfecto gentleman, a cuando está con sus colegas del barrio y su acento es el un pandillero más. Habla y se comporta completamente diferente. Estos los pequeños gustazos que solo se disfrutan con la V.O. y que seguro se pierden con la traducción.
Esto me lleva a las escenas de acción. Como en todo en Kingsman: El círculo dorado, la acción no sorprende como lo hizo en la primera película. Pero ya le gustaría al 99% de los directores de acción actuales tener el sentido del ritmo y la continuidad que tiene Vaughn. Las persecuciones son increíbles y las peleas y tiroteos cuentan con unas coreografías fluidas y espectaculares. Aún sin elemento sorpresa, diría que el climax final está a la misma altura que el ya clásico tiroteo en la iglesia protagonizado por Colin Firth en la primera parte.
Si, Kingsman 2 es más de lo mismo. Pero si es un producto de esta calidad, ya pueden empezar a rodar la tercera parte, que yo pagaré encantado por verla en el cine. Como dirían en los USA, «Shut up, bitch, and take my money!» Vaya, Matthew Vaughn me está convirtiendo en un mal hablado…
Esto me lleva al tema de las críticas de los medios «serios». La verdad es que las críticas a Kingsman 2 no están siendo demasiado buenas, y en muchos artículos se comenta como negativo que la película no sorprende porque es igual a la primera. Aunque esto es un hecho objetivo, me sorprende como esto se expresa masivamente con una connotación super negativa que pesa más que todo lo bueno que la película ofrece, que es mucho. ¿Por qué no leí esos mismos comentarios de «más de lo mismo» con Fast 8, cualquier película de James Bond, Jurassic World o Star Wars VII? Pongo estos ejemplos, pero eso mismo podría decirse del 75% del cine comercial americano.
Compruebo además que la broma sexual del final de Kingsman 1 no le gustó nada a algunos críticos. En especial a las de sexo femenino, pero no exclusivamente. Y no han perdido tiempo en recordarlo cuando comprobamos que Kingsman 2 tiene este mismo tipo de gags sexuales. Pero ¿tan difícil es de ver que esas bromas buscan exponer de forma irónica (y un poco burra, por qué no decirlo) el machismo de las películas de James Bond en las que en cada película tiene una nueva novia de la que está enamoradísimo de una forma pura, para luego tirarla a la basura? El final de Kingsman 1 en ese sentido era muy bestia, pero más honesto. «Si salvas el mundo te daré tu premio», dijo la princesa. Y cumplió. No había amor, solo cumplía el acuerdo con Eggsy.
Entiendo que es mucho más machista una película al azar de James Bond que las de Kingsman, que reconociendo el machismo implícito en este tipo de cine, subvierten las reglas tradicionales y crean escenas super divertidas y over-the-top para poner encima de la mesa todos estos clichés y reirse de ellos. No se, a lo mejor el raro soy yo…
Como comentaba, viendo la calidad de Vaughn, ojala hubiera dirigido él películas decepcionantes como Logan o X-Men: Apocalypse, también producidas por Fox. Otro gallo hubiera cantado. Además, lleva tiempo comentándose que Vaughn sería el director perfecto para dirigir una hipotética Man of Steel 2, que devolviera al personaje al tono correcto que Snyder nunca entendió. No puedo estar más de acuerdo, con Vaughn a los mandos, la película sería increible. Dicho lo cual, lamentablemente no creo que lleguemos a ver nunca estrenada esta película. Aunque Vaughn ha trabajado para Fox en X-Men: First Class, tuvo muchísima libertad porque prometió una película barata y rápida de rodar y los ejecutivos no sabían muy bien qué hacer con la franquicia tras X-Men 3. En el caso de Warner, no tengo duda que sus ejecutivos intentarían controlar y cambiar los planes de Vaughn. Aunque ojala me equivoque.
Comparto el primer trailer de la película:
Como ya he comentado, Kingsman: El círculo dorado es una excelente película de entretenimiento que tiene claro que quiere ofrecer a los espectadores y triunfa al cumplir con nuestras expectativas, algo que no puede decirse de la mayoría de películas palomiteras actuales.
El título que escogí hoy para mi crítica de X-Men: Apocalipsis resume perfectamente lo que fue para mi la película, una historia que se queda en entretenida a secas pero que en manos más capaces hubiera podido ser una gran película.
¿De qué va X-Men: Apocalipsis? La película dirigida por Bryan Singer a partir de un guión del propio Singer y Simon Kinberg, que realizan también funciones de productores, nos cuenta como Apocalipsis, el primer y más poderoso mutante que desapareció en el antiguo Egipto, vuelve a la vida en los años 80 con la intención de acabar con la humanidad. Y para conseguirlo reclutará a sus 4 Jinetes del Apocalipsis entre los mutantes más poderosos del mundo, con Magneto a la cabeza. Solo Charles Xavier y sus X-Men podrán detener sus planes y salvar el planeta de la aniquilación.
La película, como veis, es a priori una típica película de superhéroes, en la que surge una amenaza que combatir, hasta aquí nada novedoso. Si quieres escuchar el podcast de Twisted Movies donde la comentamos, puedes pinchar aquí. Y si necesitas saber más sobre las películas previas de los X-Men, puedes leer el extenso artículo que publiqué esta misma semana. Pero quiero aprovechar este artículo para entrar a comentar la película con mayor profundidad.
Como no quiero sonar demasiado negativo, voy a empezar a comentar sobre los elementos que sí me han gustado, empezando por Apocalipsis y el nivel de amenaza de la película. Vi la película en V.O., así que vi disfruté con la voz original de Oscar Isaac y lo cierto es que me ha parecido el villano más poderoso que se ha visto jamás en una película de superhéroes.
Unido a esto, la pelea final me pareció una de las más acertadas de toda la franquicia mutante. En ella, todos los X-Men unen sus fuerzas y habilidades únicas para combatir al casi omnipotente villano, y cada habilidad tiene un papel esencial que solo ellos podían llevar a cabo. Me pareció un más que correcto climax que mejora el anterior visto en DDFP.
En cuanto a mis personajes favoritos de la película, me gusta que Charles Xavier (James McAvoy) y Magneto (Michael Fassbender) vuelvan a tener un papel fundamental en la historia. Con ellos, la sorpresa positiva de la película es la joven Jean Grey (interpretada por Sophie -Sansa Stark- Turner). Y me gusta también que el papel de Mística (Jennifer Lawrence) quede relegado a un segundo plano, evitando uno de los principales errores de DDFP, es decir, crear la historia en función del Star System y no del personaje.
Además, la película es un correcto final a la trilogía iniciada en First Class, con cierta sensación de cierre en los arcos de los tres personajes principales, Charles, Mística y Magneto (aunque volveré a él más tarde), sobre todo teniendo en cuenta que los actores muy probablemente no vayan a repetir sus papeles en la franquicia, al expirar los contratos que firmaron.
Por estos motivos, y a pesar de las críticas que voy a exponer a continuación, lo cierto es que tras ver la película sigo siendo un cliente fiel y volveré a pasar por taquilla para ver la próxima película de los mutantes de Fox. Al final, esto es lo mejor que se le puede decir a un estudio sobre su película, y en este caso, sobre la franquicia en general.
Tras exponer lo que me gustó de la película, ahora voy a comentar aquellas cosas que NO me han gustado, y lamentablemente son bastantes más…
ATENCIÓN, ENTRAMOS EN TERRENO DE SPOILERS!!!
Brian Singer. Su dirección es super plana y me dejó frío durante todo el visionado. No me trasmite nada, ninguna emoción en escenas que Matthew Vaughn hubiera sacado oro con ellas, como las de Polonia, Auschwitz, y en general en todas las escenas de acción. Sobre todo en la primera mitad convierte en aburrido todo lo que debería haber molado.
En 2014, cuando escribí la crítica de X-Men: Dias del Futuro Pasado escribí lo siguiente sobre la dirección de Singer: «Visualmente, aunque la película tiene algunos buenos momentos… , da la sensación que Singer ha perdido la frescura, y no consigue ni emocionarnos en los momentos de personajes, ni alucinarnos en las escenas de acción, destacando negativamente el anti-clímax en Washington.» Lo sorprendente es que esto es perfectamente aplicable para este X-Men; Apocalipsis, lo que significa que no es un bache puntual en la filmografía de Singer, sino que la realidad es que sus días de gloria ya se fueron y no se los espera de vuelta.
El guión (gracias por nada Simon Kinsberg) está más empeñado en meter easter-eggs que en desarrollar a los personajes.
En X-Men: Apocalipsis, los personajes ya comentados de Charles Xavier, Magneto, Mistica, Jean Grey y Apocalipsis si están correctamente desarrollados. Pero además, tenemos en pantalla un montón de personajes cuyo desarrollo es casi nulo, empezando por Hank McCoy / Bestia (Nicholas Hoult ) y Alex Summers / Kaos (Lucas Till), ya presentados en First Class y que ahora simplemente están ahí, al igual que Peter Maximoff / Mercurio (Evan Peters), que ya salió en DDFP y repite para hacer exactamente lo mismo que en esa película. Literalmente. Y un montón de nuevos personajes, por el lado de los héroes Scott Summers (Tye Sheridan), Kurt Wagner / Rondador Nocturno (Kodi Smit-McPhee ), y en el lado de los villanos Tormenta (Alexandra Shipp), Mariposa Mental (Olivia Munn) y Angel (Ben Hardy). Además de varios cameos en la escuela y de cierto mutante canadiense de nombre Logan.
No es que que Ángel no sea el Warren Worthington de los comics (que realmente me da igual), es que ¡la película no nos dice ni como se llama!! Si hubieran eliminado a los personajes de Angel y Mariposa Mental de la película no lo hubiéramos notado, dado que sus papeles y función en la historia no aportan nada. De la misma manera, aunque Mercurio protagoniza de nuevo la escena más espectacular de la película, es lamentable comprobar como la película nos presenta al personaje exactamente igual a como estaba 10 años antes al final de DDFP. ¡¿Como es posible que no haya cambiado nada en una década y siga metido en su sótano?! Pues porque lamentablemente para Kinberg y Singer los personajes, y en este caso Mercurio, les dan igual, solo lo quieren para rodar otra escena frenando el tiempo, pero no les interesa quien tiene que protagonizarla. Y lo mismo se podría decir de la mayoría de personajes, son solo herramientas para poner en marcha un argumento, no piezas fundamentales de la historia. Muy triste, y sobre todo tras haber visto hace menos de un mes como en Capitán América: Civil War, los guionistas Markus y McFeely clavan a todos los personajes simplemente con 2 frases. La diferencia entre unos buenos escritores que conocen el material de origen y a los personajes, y otros mediocres.
Pero no es solo que el guión sea malo porque no construye a los personajes que en el fondo es una realidad de esta franquicia, que se ha construido sobre dos o tres personajes principales con muchos secundarios alrededor sin desarrollar. Es que además, el guión es lineal, plano y sin sorpresas ni giros. Apocalipsis despierta, reúne a sus jinetes mientras conocemos a los nuevos alumnos de Xavier, raptan a Charles que es fundamental para el plan malvado (igual que pasó en X-Men 2), los buenos llegan a El Cairo, se enfrentan a los malos y gana los buenos. Fin. En serio que esto es todo, no hay giros ni lógica en la evolución de los personajes, que cambian de opinión porque si. Magneto se une a Apocalipsis y se convierte en un asesino de masas por su propia elección, pero cambia de bando de repente, y eso parece que le exculpa de haber asesinado a miles de personas en todo el mundo. Tormenta se une a Apocalipsis también porque si. Y cuando ve morir a todos sus seres queridos en El Cairo, porque son huérfanos de la calle no pueden haberse ido a ninguna parte, ni pestañea. Pero ¿de repente aparece Mística y tiene una epifanía y cambia de bando? ¿En serio?? Mejor no pensar mucho en cada uno de los personajes, porque sería para deprimirse.
Otro fallo en mi opinión de la película es que excepto en el climax final, los efectos especiales y las coreografías de acción son en general muy flojas, lo que tampoco ayuda a meterte en la película. Mis ojos sangraban viendo volar a Magneto o los saltos de la Bestia, que claramente están colgados de cables y no intentan disimularlo, y en general los combates son divididos en unos contra uno sin mucho sentido ni gracia.
Apocalipsis y el nivel de poder: Lo que sabemos de Apocalipsis es que puede hacer que su consciencia salte de un cuerpo a otro, lo que le convierte en inmortal, y que absorbe los poderes de otros mutantes. Así que, de hecho, puede hacer todo lo que quiera durante la película, y de hecho lo hace: Fabrica armaduras y pirámides con arena, amplifica los poderes de otros mutantes a voluntad, aprende idiomas tocando una televisión, se teletransporta por todo el mundo, crea campos de fuerza de energía y más cosas que me olvido. Y hasta ahí casi no digo nada ni me supone demasiado problema, porque es la forma de crear un enemigo omnipotente cuya amenaza sea real. Pero con ese nivel de poder, ¿para qué necesita a Tormenta, Mariposa o el Ángel? Realmente para nada, y solo se justifica porque en los comics existen unos 4 jinetes que obedecen a Apocalipsis. Realmente solo el poder de Magneto justifica su reclutamiento, el resto sobran, aunque intenten justificarlos como guardaespaldas que le protejan cuando cambia de cuerpo.
Pero es que además, durante la película tenemos a un montón de personajes omnipotentes además de Apocalipsis usando sus poderes, lo que visualmente queda chulo pero dramática y narrativamente hablando hace que la historia pierda interés : Charles Xavier, controla a cientos ¿miles? de militares a la vez usando a Cerebro, Magneto destruye ciudades por todo el planeta simultáneamente causando ¿miles de muertos?, Mercurio para el tiempo y salva a decenas de estudiantes en la escuela de Xavier y Jean Grey de repente es Fénix y destruye a Apocalipsis sin despeinarse. Por no hablar cuando reconstruye junto a Magneto la mansión en 5 minutos como si nada hubiera pasado. Era mucho más interesante cuando en First Class TODOS tenían unos poderes claros y unos limites, la verdad. Y lo que es más, con ese nivel de poder, ¿quién se atreverá a enfrentarse a ellos en próximas películas, que presente una amenaza real? Difícil lo tienen…
Y que decir de Logan / Lobezno. Hablando de personajes omnipotentes, como es indestructible y su poder de curación le cura de cualquier herida en décimas de segundo, toda su escena no tiene ninguna potencia dramática y desde luego no mejora la que vimos en X-Men 2. Por mucho que visualmente copien la estética del comic Weapon-X del mítico Barry Windsor-Smith, en la que se contó por primera vez el origen secreto de Lobezno y como consiguió su esqueleto forrado de Adamantium. Además que para conseguir su cameo, la película se para 20 minutos al llevar a los héroes a las instalaciones de Stryker para justificar su presencia. Los fans de Lobezno probablemente lo disfrutaron, pero no aporta nada y frena la historia, aunque sirve en parte para arreglar el embolado en el que metieron al personaje al final de DDFP.
Esto me lleva a otro problema de la película, el fanservice o recrear los greatest hits de la franquicia. Hay un montón de escenas durante la película que deberían alucinarnos y sin embargo me dejaron con la sensación de que ya lo habiamos visto y la primera vez fue mejor que ahora. Solo la escena de Mercurio es mejor que la de DDFP, pero se nota la intención consciente de repetir conceptos y situaciones, lo que va en contra del disfrute de la película y trasmite también cierta sensación de monotonía.
Por último, que ya me enrollo demasiado, si esta película se hubieran estrenado hace 4/5 años seguro que hubiera flipado bastante más de lo que lo hice. Pero la realidad es que X-Men: Apocalipsis se ha estrenado solo 3 semanas después de Capitán América: Civil War, y en la comparación sale perdiendo en prácticamente todos los aspectos, quedando demasiado a la vista sus numerosos defectos.
Se está hablando mucho de un supuesto agotamiento del cine de superhéroes en la taquilla, y lo cierto es que hasta ahora las recaudaciones no muestran eso, más bien lo contrario. Pero tras un 2016 en el que se han estrenado Deadpool en Febrero, Batman v Superman en Marzo y Capitán América: Civil War en Abril, todas con importantes recaudaciones, parece que sea X-Men: Apocalipsis la que vaya a pagar el pato, siendo la primera película de superhéroes que no triunfa en taquilla, habiendo recaudado 120 milones en los USA tras 10 días en pantalla y 400 millones en todo el mundo, lo que son cifras muy inferiores a las conseguidas por X-Men DDFP en 2014.
Como siempre, comparto a continuación el trailer para que sepais que esperar de la película:
X-Men: Apocalipsis entretiene aunque globalmente es decepcionante. Con todo, si te gusta el cine de acción y de superhéroes creo que podrás pasar un buen rato.
Puntuación: 5/10
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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