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Crítica de Miracleman: The Silver Age de Neil Gaiman y Mark Buckingham (Marvel Comics)

Marvel por fin ha terminado de publicar Miracleman: The Silver Age de Neil Gaiman y Mark Buckingham, con colores de Jordie Bellaire. Una miniserie que quedó inédita desde los años 90 y que la Casa de las Ideas también ha querido que los lectores actuales hayamos tenido que sufrir para verla finalizada. Hoy comento mis impresiones de esta colección, una opinión sin duda condicionada por la periodicidad con que han salido las 7 grapas de esta miniserie.

PUNTUACIÓN: 6/10

Comienza «La Edad de Plata», la historia inacabada de Neil Gaiman y Mark Buckingham. Young Miracleman, el miembro perdido de la familia Miracleman, ha vuelto. Sus últimos recuerdos eran de un mundo de alegría e inocencia de 1963. Ahora se encuentra en el siglo XXI, donde sus mejores amigos se han convertido en dioses y monstruos. Remasterizado con nuevas e impresionantes ilustraciones de Mark Buckingham. Incluye material originalmente presentado en MIRACLEMAN nº 23 y 24, publicados originalmente por Eclipse en 1993-94, además de contenido extra.

Marvel Man, luego transformado en Miracleman cuando el comic fue publicado en Estados Unidos, es uno de los comics más influyentes de los años 80 que sin embargo muy poca gente leyó. Aunque fue creado en 1954 por el guionista y dibujante Mick Anglo para el mercado británico, no fue hasta 1982 en que Alan Moore escribió su etapa histórica dibujada por Garry Leach y Alan Davis. La editorial americana Eclipse empezó a publicar estos comics publicados inicialmente en la revista inglesa Warrior, que incluían entre otros elementos algunas de las escenas de matanzas más impactantes de la historia del comic. O un nacimiento mostrado de forma explícita sin tapujos.

Tras finalizar la etapa de Moore en el número 16, Eclipse contrató a Neil Gaiman para continuar la historia, algo lógico teniendo en cuenta la amistad de éste con Moore. Gaiman planteó tres arcos de seis números que denominó The Golden Age, The Silver Age y The Dark Age que cerraría su historia. The Golden Age se publicó en los números 17-23 de la colección entre 1990 y 1991, a lo que seguiría una miniserie de 3 números tituladas Apocrypha realizada por varios autores. El segundo arco The Silver Age quedó inconcluso tras publicarse tan sólo dos números, números 24 y 25, al declararse en quiebra Eclipse en 1994, y entrar los derechos del personaje en un conflicto legal que duró años en resolverse a favor de Gaiman. Que a su vez, cedió a Marvel tras ayudarle la editorial a pagar una disputa legal por la propiedad del personaje de Angela creado en el comic de Spawn.

Casi 30 años después, Marvel ha publicado de The Silver Age empezando por los dos números de Eclipse, aunque Mark Buckingham ha vuelto a dibujar estos números en su totalidad, como bien puede apreciarse en los extras que Marvel incluye en esta edición. Y es que puestos a terminar la historia, está claro que quedaría raro leer un comic que contuviera dos números con el estilo del Buckingham de hace 25 años mientras que los 5 restantes fueran con su estilo y narrativa actual. Y la verdad es que la «remasterización» le sienta muy muy bien al comic. Buckingham aprovecha la oportunidad ofrecida por Marvel para crear momentos más espectaculares y una narrativa más fluida, aprovechando las posibilidades de la doble página abierta como unidad narrativa. El nuevo dibujo supera ampliamente a los originales de los años 90 y ayudan a que la lectura de The Silver Age sea un placer. Además, me resulta muy interesante la decisión del color de Jordie Bellaire, que aporta una sensación de anacronismo a la obra, al plantear colores planos casi como si el comic se hubiera coloreado en los años 90 antes del surgimiento del coloreado digital que en este. El apartado gráfico me parece estupendo y posiblemente lo mejor de este comic

Marvel ha planteado esta edición con unos extras super interesantes centrados en el dibujo de Buckingham. En sus tres primeras grapas tenemos los lápices originales de 1993/94, incluyendo los del número 3 que no llegó a publicarse. En el cuarto número nos muestran, aunque en media página y muy pequeñas, las 7 páginas que había empezado a planificar y nunca llegó a dibujar debido a la bancarrota de Eclipse. Además, tenemos numerosas páginas que nos muestran los lápices que Buckingham ha creado para esta nueva edición. Estos extras me parecen super interesantes y creo que harán las delicias de todos los amantes del buen arte comiquero.

Dentro que me gusta el dibujo de Buckingham con Jordie Bellaire, tengo que ponerle un pero si pensamos en la locura que ha supuesto la periodicidad de la edición de Marvel. Y es que en realidad el dibujo tampoco es tan bueno, detallado o bello. Es un buen comic, sin duda, pero no justifican los 4 meses de parón que tuvimos entre la publicación del 5º número y el sexto, o entre el sexto y el séptimo. Cuando cojo un comic de J.H. Williams, por ejemplo, o de Marcos Martín, veo el resultado final y entiendo los meses de espera entre una grapa y la siguiente porque el dibujo me vuela la cabeza. Sin embargo, veo este comic y veo un buen comic, desde luego no uno extraordinario.

Esto me lleva a mi principal motivo de queja, (aparte de la historia sobre lo que luego comentaré), en realidad es la periodicidad que Marvel ha planteado para este comic. A continuación, indico las fechas en que se publicaron cada una de sus grapas y el contenido de las mismas, a lo que hay que añadir los extras que antes comentaba.

N.ºPublicaciónPáginas historiaComplemento
1OCTUBRE 202228no
2NOVIEMBRE 202224no
3DICIEMBRE 202226no
4FEBRERO 20231612 páginas
5MAYO 20231611 páginas
6SEPTIEMBRE 202322no
7ENERO 202426no

Compré los dos primeros números de esta miniserie en el puente de la Constitución de Diciembre de 2022. Tras casi 30 años oyendo hablar de esta miniserie, pensar que podría leerla por fin resultó una pasada. Y no he terminado de leer la serie hasta los últimos días de Enero de 2024. 13 meses para publicar las 5 grapas pendientes. En estos meses, la emoción o incluso el interés han ido decreciendo paulativamente a medida que las salidas de las diferentes grapas se iba demorando. Y sobre todo, con el contenido de las mismas.

Los tres primeros números remasterizados, los primeros 2 publicados por Eclipse más el tercero que estaba hecho pero nunca vio la luz, tienen en la edición de Marvel 28, 24 y 26 páginas de historia. Los problemas llegaron a partir del cuarto número, en el que nos encontramos 16 páginas de historia con 12 páginas de complemento con un reprint de una historia antigua que se siente como un relleno absurdo sacacuartos que justifique las páginas de la grapa y con ello el precio de portada. El mal feeling continuó con el quinto número. Porque aparte de los tres meses de espera, el bajón fue doble al comprobar que, de nuevo, Marvel nos colaba 16 páginas de historia con 11 añadidas con otro reprint. Teniendo en cuenta que la miniserie de los 90 estaba prevista que tuviera 6 números y la historia es la misma, lo que supongo que sucedió es que Gaiman y Buckingham debieron pensar que narrativamente quedaría mejor si añadían algunas páginas adicionales a la parte central de la historia. Y Marvel pensó que en lugar de publicar un cuarto número de 32 páginas de historia, sería mejor dividirlo en dos, alargando la colección hasta las 7 entregas.

Esto es suposición, pero veo que los números 6 y 7 ya vuelven a tener una extensión normal de una grapa, con 22 y 26 páginas respectivamente. Además, dentro de no tener unos cliffhangers de vida o muerte, por decirlo de alguna manera, en general sí hay unos buenos finales en todos los números excepto en el cuarto, que es justo el que aparentemente se desdobló. El cliffhanger es flojo porque no estaba pensado que hubiera uno ahí para empezar.

La «estafa» del sacacuartos que Marvel se ha sacado de la manga conecta con lo que de verdad me molesta de esta edición, y es que Marvel no solicitara la serie una vez la colección estuviera completa y tuvieran asegurada la salida mensual de todas las grapas. En realidad, si estos comics se hubieran publicado mensualmente y en abril-mayo de 2023 se hubiera completado su publicación, estoy seguro que no le estaría poniendo estos reparos. Los 4 meses de espera entre números me parece una pasada inaceptable.

Escuchando podcasts y entrevistas a autores de comic he descubierto que esto que parece tan obvio, no empezar a publicar una miniserie hasta que los autores no la hayan terminado (sobre todo pensando que hablamos de un comic antiguo no conectado con ninguna continuidad del Universo Marvel), resulta que no siempre es posible ni es tan fácil de cumplir. Igual Marvel necesitaba publicar algo en 2022 para poder justificar algún pago de royalties a Gaiman y Buckingham ya realizado, y esto obligó a empezarla estando a mitad. Aún a sabiendo que la salida de los siguientes números estaba en el aire.

Al mismo tiempo, en un mundo ideal los artistas y escritores deberían poder desarrollar su trabajo sin estar presionados por plazos de entrega, de forma que su creatividad podría volar libre de ataduras. Pero en el mundo real cuando alguien tiene todo el tiempo del mundo y ninguna presión acaba no realizando el trabajo, entre otros motivos porque se centre en otros encargos que sí estén sujetos a un plazo de ejecución. En varias entrevistas he escuchado a editores e incluso artistas comentar que son plazos de entrega son imprescindibles, sobre todo en el mainstream. Porque obliga a empezar y, sobre todo, a terminar los comics.

Comentaba al comienzo que me gusta el dibujo de Buckingham, pero que en ningún caso se justifican los 4 meses de espera entre números. Pero en realidad no tengo claro que estas demoras injustificables sean achacables a Buckingham, un artista que durante más de 25 años ha trabajado en infinidad de colecciones mensuales como Shade, The Changing Man, Hellblazer o Fábulas. De hecho, se me hace difícil pensar que pueda tardar tres meses en dibujar 16 páginas de una grapa. A no ser, claro, que esté al mismo tiempo trabajando en otras cosas. O que en realidad el retraso lo provocara Gaiman no entregando los guiones a tiempo. Algo que ya pasó en otro de los últimos comics de Gaiman, la miniserie Sandman Obertura con J.H. Williams III y Dave Stewart. En los años 90 igual la historia de Miracleman le interesaba mucho a Gaiman, pero 30 años después es hasta normal que esté a otras cosas que le atraigan más y no encontrara el momento de sentarse a escribir para terminar este comic. Empezando porque al final Miracleman es un trabajo de encargo y seguro gana mucho más con sus novelas o con la producción de las series de televisión de Good Omens en Prime y Sandman en Netflix.

Y hablando de Neil Gaiman, es interesante recordar que esta historia fue escrita por un Gaiman primerizo que aunque ya llevaba algún tiempo escribiendo Sandman no era es escritor super estrella que es ahora. En ciertos aspectos, me parece interesante comprobar que al igual que en Sandman, el teórico protagonista Miracleman es un secundario en su propio comic al convertirse The Silver Age en el contenedor donde poder contar otra historia que le interesa más. De hecho, esto no es nuevo, ya que en la miniserie Apocrypha publicada por Eclipse ya empleó esta misma técnica para contar historias de personas de todo el mundo.

La resurrección de Young Miracleman en un mundo que no reconoce como suyo con unos familiares convertidos en dioses vivientes en la tierra es el punto de partida para The Silver Age. A partir de ahí el joven Dickie Dauntless inicia un viaje para descubrir su origen real, al ser sus recuerdos una mentira implantada por el villano Doctor Gargunza. Lo que plantea Gaiman en estas páginas es una historia correcta bien desarrollada que quizá se siente demasiado obvia y evidente si has leído los comics previos y sabes de donde vienen los personajes. Porque al final Dickie descubre que fue abusado sexualmente de niño cuando vivía en la casa de acogida, al venderle sus tutores a ricos depravados. Un drama tremendo que conecta con los abusos que Johnny Bates (Kid Miracleman) sufrió en su identidad humana y que desencadenó su transformación que provocó la masacre de Londres en la etapa de Alan Moore.

Comentaba que Miracleman se convierte en el secundario de su propio comic. Pero es mucho más, porque en The Golden Age es un Dios en teoría omnipotente que en realidad es un pelele sin criterio propio que se deja influir por los demás. De hecho, se muestra tan altivo que parece muy alejado de la raza humana que se supone defiende y protege, hasta el punto de parecer antipático. Pero mucho peor es lo de Miraclewoman, que es directamente una estúpida caprichosa cuyo mal juicio hacia Young Miracleman provoca todo el conflicto. De hecho, llego incluso a pensar si no es mal juicio, sino que está aburrida y plantea algo que sabe va a provocar un problema como forma de entretenerse, lo cual es obviamente algo mucho peor.

El giro de The Golden Age sucede cuando Miraclewoman opina que Young Miracleman no se adapta al nuevo mundo porque está enamorado de su mentor y es un homosexual reprimido. Y la forma de hacer que se enfrente a esta realidad es hacer que Miracleman le bese sin avisarle. Esta mala idea obviamente sale mal y lanza a Dickie a un viaje a ninguna parte que acabará convirtiéndose en una búsqueda de sus orígenes. El momento en el sexto número en el que Meta-Maid, la compañera de viaje de Dickie, le pregunta si le puede dar un beso es un momento super bonito y emocionante, al ser la primera vez que alguien le pidió permiso para hacerlo, cosa que ninguno de los violadores hizo nunca. Y que explica el shock que le supuso a Dickie cuando Miracleman le dio un beso sin permiso. No es un tema de ser un beso entre dos hombres, sino que hace que recuerde todas las violaciones sufridas cuyo recuerdo estaba reprimido en su psique.

La serie presenta una idea rompedora en los años 90, al mostrar a los «hijos» superpoderosos de Miracleman como jóvenes nada heroicos que se dedican a una vida ociosa y edonista. El comic arranca con dos jóvenes jugando a luchar contra un «supervillano» destruyendo una ciudad. Y Meta-Maid nos muestra que su vida antes de conocer a Dickie es una sucesión de fiestas de alcohol y sexo. Dickie conoce a Richard Williams, la única persona que renunció a sus poderes al convertirse en un ser superpoderoso que no tenía ninguna función ni objetivo en el mundo. Esto sugiere que en esta teórica utopía las cosas no son tan perfectas como podría parecer, a pesar de haberse eliminado el hambre y la pobreza del mundo. Porque una sociedad con personas sin objetivos puede ser un ejemplo de unos cimientos que igual no son tan sólidos como podrían creer.

La portada del número 7 anticipaba un combate entre Miracleman y Young Miracleman como gran final de esta miniserie. Y en realidad no es una sorpresa que ese combate no llegue a producirse al ser Gaiman poco dado a batallas, optando por finales más pausados. Dicho esto, no se puede negar que este final resulta super anticlimático y ayude a la sensación decepcionante que me dejó el comic. El beso de Miracleman ha creado una distancia insalvable con Dickie que ya no tiene solución. Pero el diálogo en el que Young Miracleman explica su motivación me ha parecido super gratuito, al no aceptar una utopía simplemente por haber sido creada por Miracleman.

La sorpresa final en el que la psique de Johnny Bates sigue presente en la mente de Dickie es un giro que parece planteado para dejarte con ganas de más comics de Miracleman, pero en mi caso diría que no me ha acabado de funcionar. The Silver Age ha sido una historia correcta bien dibujada, pero no he conectado con este mundo a pesar de ser Dickie Dauntless un personaje interesante aunque dentro del cliché.

Miracleman: The Silver Age es un comic que había provocado unas expectativas imposiblemente altas de satisfacer, al plantearse la posibilidad de leer una historia inconclusa desde hace más de 25 años calificada como «mítica» que continuaba el histórico comic de Alan Moore. Lo digo porque soy el primero que siento que es injusto estar decepcionado con que un comic esté «bien sin más», cuando en realidad Gaiman y Buckingham solo buscaban crear un buen comic, no uno que parece que tenga que marcar un antes y un después en la historia del medio. Pero aunque lo entiendo intelectualmente, no puedo evitar que emocionalmente el comic me haya dejado así.

También hay que decir que en realidad fue Marvel la que vendió la colección como un comic histórico que todo lector debía leer si o si. En publicidad se generan muchas hipérboles, pero no es como si todo fuera una película que los lectores nos hemos montado en la cabeza. Marvel sin duda tiene una responsabilidad en crear este hype que acabó en frustración al no ser capaz de publicar las grapas de forma razonable.

Me doy cuenta que si Panini publica este comic en un tomo en España los lectores no van a sentir estas apreciaciones que he sentido con la lectura individual en grapa. Y es más que posible que pueda gustaros mucho. Pero en mi caso, la experiencia se vio lastrada por estos aspectos que he desgranado en esta entrada. Y ahora que me llegó el séptimo número, volví a leerle la serie de un tirón y la sensación que me dejó ha sido un «pues bueno, sin más».

Aparte del final anticlimático marca de la casa Gaiman, el comic me ha generado otra gran duda, dado que se indica que estos sucesos van a continuar en la siguiente miniserie, The Dark Age, que se supone que cerrará la historia. Teniendo en cuenta que Marvel solicitó por primera vez The Silver Age en ¡2017! y tardó cinco años en que el comic viera la luz, no tengo claro el tiempo que pueden tardar Gaiman, Buckingham y Bellaire en ponerse con este comic. Si es que llegan a hacerlo, al ser una historia que ya no les pone. Quiero ser positivo y pensar que The Dark Age llegará a publicarse, pero confío que cuando lo haga Marvel hará las cosas bien y no la solicitará hasta que no esté completa. Lo que nos puede llevar a varios años de espera para un comic con el que en realidad no he llegado a conectar.

Comparto las primeras páginas del comic:

Precisamente por ser un comic sólo correcto, Miracleman: The Silver Age ha sido una importante decepción.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Miracleman by Gaiman & Buckingham: The Silver Age 1-2 (Marvel Comics)

Que tras más de 25 años podamos por fin conocer el final de la historia de Miracleman: The Silver Age que Neil Gaiman y Mark Buckingham crearon en la década de los años 90 es un pequeño milagro. Hoy comparto mis impresiones de los dos primeros números publicados por Marvel Comics que aún pueden ser considerados como reedición de los comics de Eclipse, a pesar que Buckingham con color de Jordie Bellaire haya modificado casi completamente el dibujo respecto a lo publicado originalmente.

PUNTUACIÓN: 7/10

Comienza «La Edad de Plata», la historia inacabada de Neil Gaiman y Mark Buckingham. El joven Miracleman, el miembro perdido de la familia Miracleman, ha vuelto. Sus últimos recuerdos eran de un mundo de alegría e inocencia de 1963. Ahora se encuentra en el siglo XXI, donde sus mejores amigos se han convertido en dioses y monstruos. Remasterizado con nuevas e impresionantes ilustraciones de Mark Buckingham. Incluye material originalmente presentado en MIRACLEMAN nº 23 y 24, publicados originalmente por Eclipse en 1993-94, además de contenido extra.

Marvel Man, luego transformado en Miracleman cuando el comic fue publicado en Estados Unidos, es uno de los comics más influyentes de los años 80 que sin embargo muy poca gente leyó. Aunque fue creado en 1954 por el guionista y dibujante Mick Anglo para el mercado británico, no fue hasta 1982 en que Alan Moore escribió su etapa histórica dibujada por Garry Leach y Alan Davis. La editorial americana Eclipse empezó a publicar estos comics publicados inicialmente en la revista inglesa Warrior, que incluían entre otros elementos algunas de las escenas de matanzas más impactantes de la historia del comic. O un nacimiento mostrado de forma explícita sin tapujos.

Tras finalizar la etapa de Moore en el número 16, Eclipse contrató a Neil Gaiman para continuar la historia, algo lógico teniendo en cuena la amistad de éste con Moore. Gaiman planteó tres arcos de seis números que denominó The Golden Age, The Silver Age y The Dark Age que cerraría su historia. The Golden Age se publicó en los números 17-23 de la colección entre 1990 y 1991, a lo que seguiría una miniserie de 3 números tituladas Apocrypha realizada por varios autores. El segundo arco The Silver Age quedó inconcluso tras publicarse tan sólo dos números, números 24 y 25, al declararse en quiebra Eclipse en 1994.

Marvel ha iniciado la publicación de The Silver Age empezando por los dos números de Eclipse, aunque Mark Buckingham ha vuelto a dibujar prácticamente estos números en su totalidad, como bien puede apreciarse en los extras que Marvel incluye en su edición. Y es que puestos a terminar la historia, está claro que quedaría raro leer un comic que contuviera dos números con el estilo del Buckingham de hace 25 años mientras que los 4 restantes ya serían con su estilo y narrativa actual. Y la verdad es que la «remasterización» le sienta muy muy bien al comic. Buckingham aprovecha la oportunidad ofrecida por Marvel para crear momentos más espectaculares y una narrativa más fluida, aprovechando las posibilidades de la doble página abierta como unidad narrativa. En este sentido, me resulta muy interesante la decisión del color de Jordie Bellaire, que aporta una sensación de anacronismo a la obra, al plantear colores planos casi como si el comic se hubiera coloreado en los años 90 antes del surgimiento del coloreado digital que en este.

En lo relativo a la historia de Gaiman, aún queda todo por contar. Es interesante recordar que esta historia fue escrita por un Gaiman primerizo que acababa de empezar Sandman y no era es escritor super estrella que es ahora. La resurrección de Young Miracleman en un mundo que no reconoce como suyo con unos familiares convertidos en dioses vivientes en la tierra ya ha mostrado el punto de ruptura. Y me deja con ganas de saber cómo va a continuar la historia, dentro que confío y estoy seguro que Gaiman no repetirá una masacre, al ser algo ya contado por Moore. Pero es curioso que una historia planteada por Gaiman en los 90 como futurista al ambientarla en 2003, ahora queda de alguna manera como anacrónica y un tanto retro al leerse por primera vez en 2022.

Debo comentar además que estos comics publicados por Marvel están bien, pero se enfrentan a unas expectativas imposiblemente altas debido a las expectativas de los lectores de poder leer unos comics inconclusos desde hace más de 25 años. Lo digo porque soy el primero que los he leído y me han parecido «bien sin más». Y aunque espere a leer The Silver Age en su totalidad para valorarla, realmente Gaiman y Buckingham solo buscaban crean un buen comic, no uno que parece que tenga que marcar un antes y un después en la historia del medio. Cuanto antes consiga asumir esta realidad, creo que más posibilidades tendré de disfrutar de este comic como lo que es en realidad. Algo que no ha cambiado desde 1994 en que se publicó por primera vez.

Comparto las primeras páginas del comic:

Miracleman: The Silver Age ha comenzado bien pero falta por ver si Gaiman y Buckingham están a la altura de unas expectativas posiblemente demasiado elevadas teniendo en cuenta el tiempo transcurrido.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Marvel Comics 1000, celebrando 80 años de historias

Marvel Comics 1000 es el especial con el que Marvel celebra sus 80 años contando historias. El comic de Al Ewing y un verdadero All-Star de autores de comic es una auténtica celebración de lo que significa la Casa de la Ideas.

PUNTUACIÓN: 8/10

¡Ochenta años! ¡Un ejército de creadores legendarios! ¡Una historia!¡Para celebrar el 80 aniversario de Marvel, hemos reunido la mayor variedad de talentos que se haya reunido entre dos portadas! ¡Nombres del pasado, del presente e incluso del futuro! ¡Cada página está llena de trabajo completamente nuevo de los mejores creadores de cómics! Un misterio se extiende por todo el Universo Marvel, ¡uno que comenzó en MARVEL COMICS # 1 y une a una gran variedad de héroes y villanos a lo largo de las décadas! ¿Qué es la máscara de la eternidad? ¿Y quién es responsable de la conspiración para mantenerlo oculto? A medida que los secretos se despegan, ¡las respuestas se sentirán a lo largo de todo el Universo Marvel.

Al Ewing, Chris Claremont, Joe Quesada, Allan Heinberg, Jimmy Cheung, Dan Slott, Marcos Martin, Tom DeFalco, Ron Frenz, Kelly Sue DeConnick, David Lopez, Pepe Larraz, Jason Aaron, Goran Parlov, Kurt Busiek, Cameron Stewart, Phil Lord, Christopher Miller, Javier Rodriguez, Peter David, Adam Kubert, Jeph Loeb, Tim Sale, Kieron Gillen, Doug Braithwaite, Rob Liefeld, Kathryn Immonen, Stuart Immonen, Jonathan Hickman, Dustin Weaver, Jeff Lemire, Gerry Duggan, Chris Samnee, Patrick Gleason, Roy Thomas, Rod Reis, Charles Soule, Steve McNiven, Toby Whitehouse, Alan Davis, Al Ewing, Daniel Acuña, Jesús Saiz, Ron Garney, Leonardo Romero, Christian Ward, Cory Smith, Mike Deodato, Steve Epting, Carlos Pacheco, Joshua Cassara, CAFU, Adam F. Golberg, Adam Riches, Ryan North, James Harren, Kareem Abdul-Jabbar, Raymond Obstfelds, Mattia De Iulis, Tom Taylor, Juann Cabal, Gail Simone, David Baldeón, David F. Walker, JJ Kirby, Jim Zub, Nick Bradhsaw, Chip Zdrasky, Eve L. Ewing…

Neil Gaiman, Mark Buckingham, Joe Michael Strazcysnki, Ed McGuinness, George Perez, Brad Meltzer, Juan Totino Tedesco, Mark Waid, John Cassaday, Joe Hill, Mike Allred, Walter Simonson, Taboo, Jeffrey Veregge, Alex Ross, Erik Larsen, James Monroe Iglehart, Oscar Martin, Jeremy Whitely, Irene Kom, Saladin Amhed, Steve Rude, Glen David Gold, Chris Mooneyham, Derek Landy, Paco Medina, Tini Howard, Kia Asamiya, Rainbow Rowell, Kris Anka, Donny Cates, Geoff Shaw, Matthew Rosenberg, Leinil Francis Yu, Jen Bertel, Ed Brisson, Jorge Fornés, Jason Latour, Joe Bennet, Patrick Zircher, Phil Noto, Salvador Larroca, Eduardo Risso, Leonard Kirk, Kelly Thompson, Gerry Conway…

AVISO: ESTE ARTÍCULO CONTIENE PÁGINAS DE ESTE COMIC. Aunque no voy a spoilear nada de la trama de este comic, que entiendo es lo de menos, si eres un fan de Marvel te recomiendo leer este comic sin haber visto nada, para que cada página sea una sorpresa. ¡ESTAS AVISADO!!

No se cumplen 80 años todos los días, y Marvel ha tirado la casa por la ventana con este especial aniversario. Lo primero que hay que decir de este comic es que frente a otros especiales emblemáticos como fueron los Action Comics 1000 y Detective Comics 1000 de DC Comics, que se componían de varias historias cortas de equipos creativos de primer nivel, Marvel sorprende con un concepto diseñado para destacar los 80 años de la editorial, en el que a partir de una historia central de Al Ewing, cada página destaca un hecho importante o personaje surgido cada año desde 1939 hasta la actualidad. Así, como indica la portada, tenemos 80 páginas para 80 años de historia, que presentan un nuevo personaje del pasado que va a cobrar protagonismo en 2020.

Globalmente, este Marvel Comics 1000 me ha gustado bastante y me ha parecido que Al Ewing se ha inventado una excusa muy loca para justificar este homenaje a 80 años de historia y todos los personajes creados durante estos años por la Casa de las Ideas. Ewing demuestra que es uno de los escritores más en forma de la Marvel actual, su Inmortal Hulk es una excelente lectura mes a mes, y el final de Vengadores Sin Camino de vuelta junto a Jim Zub y Mark Waid, fue una pasada que cierra de forma brillante uno de los sleepers del año comiquero.

Marvel Comics 1000 busca celebrar los 80 años de historia de Marvel, no a un personaje o evento concreto. Hay muchas páginas chulísimas, pero debo decir que me han emocionado las páginas de Walt Simonson y George Pérez de este especial. Se nota que soy un lector veterano que empecé a leer comics en los 80. En este sentido, sobre todo si eres un fan de Marvel de toda la vida, solo por el All-star de autores creo que merece la pena comprar este cómic, aunque sea para verles en una única página.

A pesar de lo anterior, reconozco que me llevé una sorpresa mayúscula al ver a Conan en este comic. Sin embargo, teniendo en cuenta su importancia para la editorial durante los años 70 y 80, es lógico su aparición.

Y por eso mismo también tenemos una página dedicada a Star Wars, que durante años tuvo el record del comic más vendido de Marvel, y es de dominio público que ayudaron a que la editorial sobreviviera a finales de los 70 y principios de los 80.

De hecho, estas páginas me parecen de lo mejor de este especial y estarían en mi Top-10, que estaría formado por:

1- Walter Simonson – Iron Man.

2- Al Ewing  + George Perez – Heirs of the tiger

3- Mark Waid + John Cassaday – Captain America

4- Ralph Macchio + Marco Checchetto – Conan

5- Joe Quesada + Kevin Nowlan – Daredevil

6- Al Ewing + Gabriel Hardman – Marvel Boy

7- Neil Gaiman + Mark Buckingham – Miracleman

8- Allan Heinberg + Jimmy Cheung – Young Avengers

9- Charles Soule + Terry Dodson – Darth Vader

10- Jim Zub + Nick Bradshaw – Blade

Obviamente, que cada página destaque un hecho importante o personaje de cada año realizado por equipos creativos super variados y diferentes hace que algunas cosas encajen mejor que otras, pero globalmente me ha parecido un especial aniversario diferente a cualquier otro comic visto antes de cualquier editorial, y a mí, como celebración de la historia de Marvel, me funciona a las mil maravillas.

Igual que digo esto debo reconocer que por el propio concepto de este especial, estamos ante un cómic irregular que alterna paginazas con otras cuya inclusión en este especial es dudosa, ya sea por los personajes, autores o situaciones elegidas para cada año.

Por dar un ejemplo, me parece increíble que publicándose en 1991 el  X-Men 1 de Chris Claremont y Jim Lee, que sigue siendo el comic más vendido de la historia con más de 8 millones de ejemplares, ese año se destaque la creación de X-Force y Deadpool y tengamos a Rob Liefeld dibujando la página de ese año. En mi opinión, y sin desmerecer la importancia de Deadpool en el mundo friki, esto sólo se explica si pensamos que Liefeld sigue colaborando habitualmente con Marvel, mientras que Jim Lee lleva décadas como editor de DC Comics.

Esto provoca la «injusticia» que cuando más adelante destacan a los X-Men, utilizan un hecho muy tonto como fue que el artista manga Kia Asayima realizó un comic suyo, algo mucho mejor y que es casi una anécdota en la historia de estos personajes.

Incluso la página de Chris Claremont, el padre del éxito mutante, es una lástima, al emparejarle con Salvador Larroca. Larroca es un hombre 100% de Marvel y su dilatada experiencia le hacen merecedor de aparecer en este comic, y de hecho colaboró con Claremont en Extreme X-Men, pero nunca me gustó su estilo y hubiera sido un sueño ver a Paul Smith o Marc Silvestri dibujando este comic, por dar dos ejemplos.

Hablando de autores ausentes, entiendo que algunos autores como John Romita Jr, Brian Michael Bendis o el propio Jim Lee que trabajan en DC Comics y tienen contratos de exclusividad no aparezcan en este volumen especial. Pero me parece un pecado que autores clásicos de la editorial como John Byrne no estén. Qué igual hay una explicación, e incluso es posible que fuera el propio Byrne el que no quiso participar, siempre se dijo de él que su orgullo era su perdición, pero es una pena. E independientemente del motivo que sea, es una lástima para nosotros, los lectores veteranos no tenerle en este comic, al igual que Frank Miller, David Mazzuchelli, Barry Windarod-Smith y tantos otros.

Posiblemente no pudo encajar por el año en cuestión, pero también hecho de menos a Jim Starlin o a los personajes de la Marvel galáctica, como Nova o los Guardianes de la Galaxia fuera de Groot o Rocket: Quasar, Starlord, Gamora… Héroes  que brillaron gracias a Dan Abnett y Andy Lanning. Hubiera preferido una página de cualquier de estos personajes antes que, por ejemplo, la de Lobo Rojo. Aunque imagino que una prioridad para Marvel era mostrar la gran variedad de géneros y razas de sus personajes más que ser una enciclopedia de todos los héroes de la editorial.

Otro aspecto que para mi es una pasada es comprobar la gran cantidad de autores españoles que encontramos en este especial. Al ya mencionado Larroca se unen los maestros Carlos Pacheco y Marcos Martín, así como los dibujantes de la nueva hornada Pepe Larraz, Javier Rodríguez, Daniel Acuña, Jesús Saiz, CAFU, Juann Cabal, David Baldeón y Jorge Fornés. Creo que no me olvido de nadie ni he cometido ningún error, pero estamos ante 11 artistas españoles para las 81 páginas que contiene este comic. Diría que casi seguro España es la segunda nacionalidad más numerosa de este Marvel Comics 1000, y demuestra el gran nivel de nuestros profesionales y la gran cantidad de fans que crecimos con estos personajes.

La página con el homenaje a los autores de Marvel fallecidos me ha parecido también un detalle muy bonito. Y aunque para Marvel obviamente lo principal son los personajes, está genial aprovechar este comic para recodar a algunos de los autores que nos marcaron y que ya no están con nosotros.

Comparto por último el trailer que Marvel preparó para anunciar este especial 80 aniversario:

En resumen, este Marvel Comics 100 es un especial que merece la pena sobre todo para lectores veteranos que tienen una experiencia previa con estos personajes. Me ha parecido un dinero super bien aprovechado, y espero estar aquí para el 100 aniversario!!!

PUNTUACIÓN: 8/10

 

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