Kurt Busiek y George Pérez crearon entre 1998 y 2000 una de las versiones de Los Vengadores más icónica y humana que se recuerda. Hoy quiero compartir mis impresiones durante la lectura de los primeros 25 números de esta serie.
PUNTUACIÓN: 9/10
Antes de comenzar a hablar sobre estos estupendísimos comics, merece la pena recordar cómo los años 90 fueron, desde un punto de vista empresarial y comercial, un autentico desastre para Marvel Comics. Tras la marcha de sus dibujantes estrella Jim Lee, Todd McFarlane, Marc Silvestri, Rob Liefeld, etc… para crear Image Comics en 1991, la calidad media de los comics Marvel era paupérrima mientras que en contraste, debido a la burbuja especulativa, Marvel publicaba cada vez más comics.
Tras la declaración de bancarrota de 1995 provocada principalmente por la compra de la distribuidoras Heroes World y de empresas de cartas como ToyBiz en un momento en que las ventas de comics sufrieron una implosión, Marvel se encontraba en una decisión desesperada y necesitaba una acción rápida que diera un giro de 180º a la situación.
La solución que encontraron para aumentar las ventas no pudo ser más polémica, al entregar 4 de las principales comics de la editorial a Jim Lee y Rob Liefeld para que a modo de franquiciados los relanzaran a su gusto al menos durante un año. Los damnificados fueron Los Vengadores y Capitán América, a cargo de Rob Liefeld y Jeph Loeb entre otros, y Los 4 Fantásticos e Iron Man, realizados por Jim Lee y su equipo de Wildstorm. La iniciativa: Heroes Reborn, que tuvo lugar entre 1996-97, en un momento en que decenas de trabajadores del staff editorial y cretivo de Marvel fueron despedidos.
En cuanto se vio que las ventas de Heroes Reborn no acompañaban como se esperaba y que cretivamente el experimento tampoco estaba funcionando, Marvel optó por no renovar el acuerdo con Jim Lee (Rob Liefeld fue despedido a mitad por sus retrasos en las entregas y su infumable calidad), y relanzar estas cuatro comics con lo mejor de lo mejor de Marvel en ese momento, buscando además transmitir una sensación de clasicismo y de vuelta a los orígenes.
Este es a grandes rasgos la situación que explica el fichaje de Kurt Busiek y George Pérez para el relanzamiento de VENGADORES, que crearon una etapa que más de 20 años después los fans aún recordamos, en el buen sentido. George Pérez es uno de los grandes artistas del mundo del comic americano que no necesita presentación: Vengadores, Nuevos Titanes, Crisis en Tierras Infinitas, Wonder Woman… sus lápices son historia viva tanto de Marvel como de DC Comics.
Kurt Busiek (Boston 1960), era un escritor poco conocido hasta que su MARVELS en 1993 junto a Alex Ross revolucionó el mundo del comic. No solo por las páginas pintadas de Ross mediante la técnica del fotorealismo, sino porque el concepto de mirar a los superhéroes desde el punto de vista del hombre corriente de la calle nos devolvió un «sense-of-wonder» perdido durante años por la moda del «grim-n-gritty» que triunfaba en esa década.
Su gusto por el clasicismo pudo verse en su icónico Astro City junto al dibujante Brent Anderson, comic que empezó a publicarse en 1995. Además, durante el año del Heroes Reborn, Busiek junto al dibujante Mark Bagley creó el mejor comic de Marvel en ese momento: Thunderbolts. Este curriculum tan brillante confirmó que era el guionista perfecto para este relanzamiento.
El volumen 3 de Los Vengadores inaugurado por Busiek y Pérez fue sin duda un retorno a los orígenes en toda regla. Los enciclopédicos conocimientos de Busiek le permitía emplear a todos los personajes sin problema, mientras que estas páginas multitudinarias eran perfectas para el estilo de Pérez, que para esta etapa contó con Al Vey como entintador e incluso terminando sus bocetos en algunos números. Tom Smith a los colores completaba el equipo creativo de este comic.
Lo primero que puede comprobarse al empezar a leer estos Vengadores es cómo ha cambiado el mundo del comic en estos años. En los últimos 10 años nos hemos acostumbrado a que los comics agrupen sus historias en arcos más o menos cerrados de 4, 5 o 6 números de cara a su posterior recopilación en tomo. Tomos que en sus versiones softcover, hardcover o en edición Omnibus siguen disponibles para los lectores años y años después de haberse editado la grapa.
Sin embargo, a finales de los años 90 esta realidad del tomo recopilatorio casi no existía, de forma que los escritores planteaban sus historias de forma completamente diferente. Debido quizá a la influencia de Chris Claremont y sus X-Men, estos comics plantean arcos cortos de dos o tres números en los que además de grandes batallas, Busiek va desarrollando a sus personajes, de forma que los lectores vamos viendo como crecen delante nuestro a modo de lo que ahora se ha popularizado como una historia-río.
De esta forma, el primer arco de esta serie fue una historia de 3 números en la que Busiek y Pérez reúnen literalmente a todos los miembros que alguna vez fueron Vengadores, e incluso alguno que aún no lo era, para enfrentarse a Morgana LeFey.
Fruto de la narrativa de ese momento, estos comics están llenos de textos que hacen que sepamos sin problemas quien es quien, que personalidad tiene y los planes del villano. Hoy en día los aficionados nos quejamos por algunos autores que fruto del «decompressing storytelling» publican comics que se leen en 3 minutos y te dejan con sensación que no ha pasado nada (¿he oído Bendis?). No es el caso con estos comics. Leer un comic de estos Los Vengadores lleva su tiempo, dicho esto en el mejor sentido posible, y Busiek y Pérez nos dejan siempre con una sensación satisfactoria, al haber encontrado tiempo para grandes batallas y para desarrollar a los personajes principales.
Es este primer número destaco, aparte de la propia reunión de todos los miembros de los Vengadores, pequeños momentos alucinantes como la llegada de Ojo de Halcón a la mansión, que transmite la confianza y un poco la chulería de Clint Burton, un humano sin ningún super poder que sin embargo se convirtió en Vengador por méritos propios, llegando a mirar de tú a tú a cualquier otro miembro. Este sí es mi Ojo de Halcón, y no la versión «torpe» que años más tarde popularizó Matt Fraction y David Aja, un Hawkguy penoso que para mi no representa al héroe que se convirtió en uno de mis personajes favoritos. En ese comic, se nota demasiado que para hacer a Kate Bishop (la nueva Hawkeye de la época) super capaz y hábil optaron por desmerecer a Clint para que ella ganará siempre en la comparación.
No quiero alargarme demasiado, o este post se me va a hacer eterno. Solo comentar que esta sensación que una sola página me transmitió de Ojo de Halcón sería trasladable para casi todos los personajes, en mayor o menor medida, sensación aumentada aún más si cabe por los maravillosos lápices de Pérez que nos muestran a los héroes en su momento más icónico.
Otro elemento muy destacable de este primer arco es su capacidad de ir al grano desde el minuto uno, siendo un milagro de síntesis. Estos 3 números hoy en día darían para un arco de 6 u 8 números contando lo mismo.
Tras la primera aventura contra Morgana LeFay, el cuarto número es otro clásico del grupo, ya que los héroes fundadores deben elegir cual será la nueva alineación oficial del grupo, ya que 20 personajes no son operativos en una batalla. Fruto del análisis de cada héroe, la alineación queda formada por Capitán América, Iron Man, Thor, la Bruja Escarlata, Visión (en ese momento herido), Ojo de Halcón y Ms. Marvel. Los jóvenes Justicia y Firestar, procedentes de los New Warriors, entrarán a formar parte del grupo en modo de entrenamiento, y además, en el número anterior asistimos a la resurrección del Hombre Maravilla (Simon Williams), otro de los personajes clásicos de los Vengadores de los años 80. Como veremos más adelante, Busiek parece que utiliza estos comics para enmendar algunas injusticias cometidas contra los héroes, empezando por la muerte de Simon en comics anteriores.
Otro elemento que me parece muy chulo de la Marvel de ese año es que diseñaron en la contraportada una página doble informativa sobre quienes son los héroes y villanos que veremos en este número y el resumen de lo que habíamos visto en números anteriores, de forma que cada número de este primer año es completamente «reader-friendly». Este resumen inicial es una forma genial de conseguir que cualquier posible cliente accidental pueda coger cualquier número y subirse a la historia sin problemas.
El segundo arco de la serie es el enésimo enfrentamiento contra el Escuadrón Supremo, contado en los números 5, 6 y en el Annual 1998 dibujado por nuestro Carlos Pacheco, que a continuación colaboró con Busiek en otro de los grandes comics de la época, la maxiserie de 12 números Avengers Forever (otro comic genial que en algún momento tendré que repasar. Este segundo arco es otra vez modélico. Busiek no inventa nada, y el argumento de unos héroes combatiendo entre si por culpa de un malentendido es algo super trillado que hemos leído sientos de veces. Dicho esto, la forma en la que nos mete en la cabeza de cada personaje y conocemos sus miedos, problemas personales e inseguridades muestra que está más interesado en desarrollar a los protagonistas que en hacerles combatir. Aunque de hecho con Pérez a los mandos, las escenas de pelea son geniales.
El número 7 es la conclusión del Crossover Live Kree or Die junto a Iron Man, Capitán América y Mercurio (si, tuvo serie propia en esa época), cruce centrado en Carol Danvers, que se encuentra en un momento de crisis tras haber perdido los poderes cósmicos de Binaria y haber vuelto a su identidad de Ms. Marvel.
Este arco marcó la salida momentánea de Ms. Marvel del grupo, y llamadme mal pensado, pero no creo que hoy en día hubiera podido publicarse este argumento con El Juicio de Carol Danvers. Este arco es un «fall-from-grace» de libro, debido a sus problemas con la bebida y por mentir sobre la pérdida de poderes. Pero esto hoy en día sin duda hubiera sido calificado de «machista».
Los números 8 y 9 son una aventura en 2 partes en la que se presenta a Triathlon y Silverclaw, además de marcar la salida del grupo de Ojo de Halcón, que tras haber liderado los Vengadores Cosa Oeste se encontraba cada más incómodo dentro del grupo al tener que seguir las órdenes del Capi.
El número 10 es un especial doble que sirve de celebración del 35 aniversario de los Vengadores, y marca el retorno de Grim Reaper, hermano de Simon Williams, y algunos miembros caídos del grupo que volverán para combatir a la nueva alineación.
Este aniversario sirve para que Pérez se luzca con unas splash-pages maravillosas, como por ejemplo las centradas en los héroes y los villanos.
El número 11 marca el final del arco y muestra como el núcleo emocional del grupo siempre fue el triángulo formado por Wanda, Visión y Simon Willians.
Tras esta historia, la pregunta ¿dónde está Ojo de Halcón? tiene una inesperada respuesta: ¡Uniéndose a los Thunderbolts!!! Clint quiere ayudar a que estos antiguos villanos puedan rehabilitarse, y Marvel creó un numero 0 publicado por la todopoderosa revista Wizard para presentar a Clint en el grupo. Además, dado que Busiek era el guionista de ambas series, todo fluye orgánicamente y se nota que existía un plan desde el principio para dirigirnos hacia este momento.
Que todo fluya no significa que no tengamos en el final de fiesta para este primer año de serie un número de enfrentamiento entre ambos grupos, hasta que se unen para combatir una amenaza mayor. Este número 12, que también fue especial con más páginas de lo normal, es otro comic con aroma clásico que marcó un final del primer año imperial, confirmando que estos Vengadores eran el mejor comic de la Marvel de 1998-99.
Narrativamente, en estas páginas vemos a un Pérez desatado, con páginas con 8-10 viñetas que permiten que veamos lo que hacen todos los personajes en cada momento, además de mostrarnos a personas físicamente muy diferentes.
El segundo año de Kurt Busiek y George Pérez en Vengadores (1999-2000) sirvió para que recordáramos las relaciones de los miembros de Los Vengadores con el resto del Universo Marvel. Así, en el número 13 Justice y Firestar volverán a vivir una aventura con los New Warriors, que harán dudar a Justice sobre su valía para pertenecer a los Vengadores.
En el número 14 tenemos el maravilloso reencuentro de Bestia con Wonder Man, que nos confirma que el gran valor de los comics Marvel no está en las batallas, sino en las relaciones personales de los héroes. Además, en estos números veremos la presentación de nuevo villano, Lord Templar, y de la organización Triune Understanding, que van a tener una gran importancia en próximos números.
Durante estos números me gusta una idea que Busiek ya presentó en los primeros números, y es que incluso los Vengadores pueden perder si los héroes no trabajan en equipo o no están 100% concentrados en lo que hay que hacer, sobre todo cuando todos tienen problemas personales que les preocupan.
Y por eso, el momento de Wanda en este número tomando el control del grupo en combate y coordinando a todos es un puntazo fantástico que no se había visto antes. Por supuesto, con Pérez todo luce mucho mejor, pero merece la pena resaltar el hecho que Busiek no escribe sólo nostalgia y repetición de esquemas, sino que sabe crear situaciones completamente nuevas que no habiamos leído en sus 35 años de historias que además con congruentes con esa misma historia.
Tras 15 meses ininterrumpidos con varios números especiales entre medio, Busiek y Pérez se tomaron 3 meses de descanso mientras preparaban su siguiente arco, posiblemente el más celebrado de esta etapa. Para ello, Jerry Ordway tomó el relevo con un arco de transición. En este arco, Ordway recupera a Photon, Ms. Marvel, Caballero Negro y Arkon para una historia contra el Equipo de Demolición y Doomsday Man. Son comics correctos, pero la comparación le hace mucho mal a estos comics y a Ordway como artista.
Tampoco queda muy bien parado el Annual 1999 de John Francis Moore y Leonardo Manco. El guión está bien, pero el estilo de Manco no le pega nada a los Vengadores y crea unas escenas de acción super confusas con las que no conecté. Manco era un gran artista para historias oscuras tipo Hellblazer o westerns, pero no encaja en estos superhéroes puros.
Y entonces, cuando parecía que el comic de Los Vengadores se estaba estancando en este segundo año, y que no podrían igualar el nivel inicial…
Ultron Unlimited es el arco más largo de Busiek y Pérez hasta la fecha y se desarrolló entre los números 19 a 22, una historia que ha tenido una enorme importancia en la historia del grupo y sirvió de inspiración a Joss Whedon para escribir el guión de Vengadores: Age of Ultron.
De nuevo, Busiek y Pérez consiguen condensar un montón de elementos en tan sólo 4 números. Así, en este arranque vemos más desarrollo del trío Wanda / Simon / Visión y los crecientes problemas de los Vengadores con la prensa.
El guión consigue crear una tensión creciente al hacer que Ultron no aparezca hasta las últimas páginas de este primer número, teniendo que enfrentarse primero a Alkhema. Además, el comic es súper «reader-friendly», explicando quién es Ultron y todo lo que necesitas saber.
El número 19 termina con un cliffhanger antológico, al descubrir los Vengadores la masacre que Ultron está cometiendo en el país europeo de Slorenia.
El número 20 es la segunda parte del arco, «This evil unfolding». Por un lado, el grupo principal de Vengadores asistirá al plan de Ultron tras masacrar a todos los habitantes de Slorenia. Cap, Iron Man, Thor, Black Panther y Firestar se prepararán para el combate.
Por otro lado, un segundo grupo de Vengadores formado por La Avispa, Wanda, Visión y Hombre Maravilla investigan el secuestro de Hank Pym a manos de Ultron, lo que permite a Busiek contarnos la complicada historia de Pym.
Este grupo es atacado por una horda de Ultron es que les hacen prisioneros y les trasladan a Slorenia, mostrando que todos ellos tienen una importancia fundamental en el plan de Ultron.
«Los Vengadores van a la guerra.» No podía ser un mejor resumen de lo que nos vamos a encontrar en esta tercera parte, «This evil unveiled», mientras vemos a los héroes dirigir el contraataque en Slorenia, unas páginas repletas de splash pages que quitan el hipo y acción más grande que la vida como sólo los Vengadores pueden ofrecer.
Sin embargo, lo más interesante no sucede en el campo de batalla, sino en la base de Ultron, donde conoceremos su plan de crear una raza de seres robóticos usando los patrones cerebrales de los héroes secuestrados, que forman su «familia».
Mientras, en Nueva York, el herido Justice, que tuvo que quedarse atrás al tener una pierna rota, estudia todos los archivos sobre Ultron para intentar encontrar una clave para derrotarle.
En este número también noto que algunas páginas no están igual de bien acabadas que el resto, y me da la sensación que Pérez solo abocetó y fue Al Vey, acreditado en todo el arco como «acabado», el que hizo la mayor parte del trabajo. Demasiado trabajo, incluso para Pérez.
Llegamos al clímax de Ultron Unlimited, «This evil triunphant», publicado en el número 22.
¿Os suena está splash-page? Me pregunto de dónde sacó Joss Whedon la inspiración para el clímax de Age of Ultron…
Y aunque a todos nos encantan las grandes batallas y las splash-pages más grandes que la vida de Pérez, me flipa que al final la clave para derrotar a Ultron sea la inteligencia. Además, Busiek usa este arco para reivindicar a Hank Pym, «maltratado» en años anteriores por los autores previos que no supieron qué hacer con el personaje. A pesar de reconocer que está lleno de problemas y miedos, la forma en que se levanta frente a la adversidad nos muestra un Pym con el coraje y determinación necesaria para ser un Vengador.
Ultron Unlimited es sin duda una de las mejores historias de Ultron que recoge toda la grandeza de los Vengadores, y además muestra a unos héroes muy humanos con dudas y miedos a los que enfrentarse. Espectacular se queda muy corto.
Pero en el mundo del comic «the show must go on», y el siguiente mes volvemos a Nueva York con nuevos y viejos problemas. Mientras que por un lado este número 23 está centrado en la relación entre Visión y su hermano Simon Williams, en este número encontraremos una amenaza inesperada para Los Vengadores: los medios de comunicación y la sociedad civil.
Tras intentar encontrar a Lord Templar en las instalaciones de la fundación Triune Undertanding en el número 15, parece que alguien ha puesto a los medios de comunicación contra los Vengadores. El Capitán América decide no hacer nada, confiando como siempre que sus acciones hablen por el grupo, en un momento en que la sociedad ha cambiado y esto ya no es suficiente.
Además, se produce una polémica muy interesante en este número 23, al ver cómo manifestantes afroamericanos se quejan que no hay miembros de color en el grupo. El Capi afirma como ya sabemos que los Vengadores nunca han discriminado a nadie por motivos de su raza, ese nunca ha sido un factor, sino que ellos valoran sólo la habilidad de la PERSONA. En este sentido, Black Panther afirma que él no quiere ser el Vengador Negro que cubra una cuota, ya que es un Vengador de pleno derecho por sus cualidades. Y junto a estos manifestantes, otros se quejan porque los Vengadores admiten a mutantes mientras que no cuentan con miembros de otras etnias o razas.
El punto de vista del Capi es sin duda el correcto, y los lectores y cualquier persona normal que leyera estos comics en 1999-2000 entendería que esto es así. Pero si pensamos en los cambios sociales que se han producido en los últimos años, podría decirse que las demandas de los manifestantes de este comic sí tuvieron su efecto después de todo en la editorial, al convertirse la «diversidad» en el elemento central de la gestión de Axel Alonso en la Marvel de 2010, una época en la que se crearon nuevos personajes de razas, géneros y orientaciones sexuales variadas, buscando que todas las minorías tuvieran un héroe en el que verse reflejado: el Hulk coreano de Amadeus Cho, la Ms. Marvel musulmana, Miles Morales, el nuevo y genial Spiderman afroamericano, la antes mencionada Ojo de Halcón Kate Bishop y muchos más.
Mientras el problema con los medios de comunicación y los manifestantes aumenta, Nueva York se verá atacada por un grupo de seres superpoderosos, los Exemplars, 7 personas que adquirieron el poder de elementos místicos de gran poder que fueron presentados en el evento The eighth day y que buscan a Juggernaut, poseedor a su vez del poder del cristal de Cittorak, para vengarse por su traición en el citado evento.
Esto nos lleva hasta el número 25 que marca el segundo aniversario del comic y que nos llevará a la pelea definitiva de los Vengadores y otros héroes como Hercules, Nova y Spiderman frente a los Exemplars. De nuevo, tras una gran batalla, la inteligencia vuelva a ser la clave para detener esta amenaza, mostrando al Capitán América que no todas las peleas se pueden vencer con los puños.
Este hecho, sumado a los problemas con la opinión pública marcan un final de ciclo que provoca un nuevo e importante cambio en la alineación de Vengadores que Busiek presentarían el mes siguiente en un número con Stuart Immonem como dibujante invitado.
Estos dos años están entre lo mejor de lo mejor de la historia de los Vengadores. Aunque George Pérez aún dibujó 8 números más, abandonó este comic en el número 34 y la serie empezó a resentirse por el baile de dibujantes primero, y quizá por un cierto agotamiento por parte de Busiek, cuyos guiones ya no estuvieron tan frescos y acertados como en estos primeros 25 números.
Estos comics son el ejemplo perfecto de por qué nos enamoramos de los comics Marvel. Una perfecta combinación de caracterización de personajes con los que conectas y de los que te preocupas, unido a acción más grande que la vida. En lo referido a comic mainstream de superhéroes no se puede hacer mejor.
Los Vengadores de Kurt Busiek y George Pérez es una etapa soñada que ningún fan de los comics Marvel debería perderse.
PUNTUACIÓN: 9/10
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