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Crítica de Peaky Blinders temporada 6 (Netflix)

Tenía muchísimas ganas de ver la sexta temporada de Peaky Blinders recién estrenada en Netflix. Comento mis impresiones de unos episodios que siendo una pasada quedan condicionados por el hecho que NO han cerrado la historia.

PUNTUACIÓN: 7,5/10

Peaky Blinders es un drama criminal de época ambientado inicialmente en la Birmingham de 1919, en la que la familia Shelby liderada por Thomas (Cillian Murphy) controla los bajos fondos de la ciudad. A lo largo de las cinco temporadas iniciales, el poder y la influencia de los Shelby no paró de crecer en todo el Reino Unido. Sin embargo, en la quinta temporada Tommy pareció encontrar al enemigo que no podía derrotar, el lider del partido fascista inglés Sir Oswald Mosley (Sam Claflin).

Tras resolver el monumental cliffhanger con el que terminó la quinta temporada, la sexta temporada da un salto de 4 años hasta el final de 1933, un momento en el que el final de la prohibición en Estados Unidos abre un nuevo mundo de oportunidades para Tommy y su familia. Sin embargo, en Inglaterra los problemas siguen presentes, con el partido fascista de Sir Oswald Mosley está consiguiendo cada vez más poder, intentando emular el ascenso de los Nazis en Alemania.

El creador de Peaky Blinders Steven Knight vuelve a escribir los 6 episodios de esta sexta temporada estrenada en Netflix el pasado 10 de junio. Anthony Byrne, que ya dirigió la quinta temporada, repite en la dirección en todos los episodios. Aunque Knight indicó que esta era la última temporada de Peaky Blinders, posteriormente se anunció que se planeaba realizar una película a modo de evento que realmente cerrara todas las tramas abiertas. Esta decisión explica las decisiones creativas posteriores que se ven reflejadas en la historia que han presentado a los espectadores.

En esta sexta temporada, volvemos a encontrarnos con los miembros de la familia Shelby, encabezados por un espectacular Cillian Murphy como Tommy. Junto a él, tenemos a Paul Anderson como Arthur Shelby, Jr., el hermano mayor de Tommy, Sophie Rundle como Ada Thorne (antes Shelby), la única hermana de la familia, Finn Cole como Michael Gray, el primo de los Shelby hijo de Polly (la tristemente fallecida Halen McCrory, cuya memoria es recordada en el primer episodio), Harry Kirton como Finn Shelby, el más joven de los hermanos, y Natasha O’Keeffe como Elizabeth «Lizzie» Shelby, la segunda esposa de Tommy y la madre de su hija Ruby.

Junto a Sam Claflin como Sir Oswald Mosley, un político británico fundador de la Unión Británica de Fascistas, la siempre estupenda Anya Taylor-Joy como Gina Gray, la esposa americana de Michael, y Charlene McKenna como Laura McKee/Capitán Swing, una líder del IRA que sigue teniendo una deuda pendiente con Tommy, presentados en la temporada anterior, en esta sexta y última temporada conoceremos a James Frecheville como Jack Nelson, líder de una banda del sur de Boston, tío de Gina y jefe de Michael en Estados Unidos, con contactos políticos que llegan hasta la Casa Blanca y que es la clave de poner empezar a hacer negocios en los Estados Unidos, Amber Anderson como Lady Diana Mitford, la segunda esposa de Sir Mosley, una de las aristocráticas hermanas Mitford y una socialista fascista, y Conrad Khan como Erasmus «Duke» Shelby, el primogénito de Tommy nacido antes de la Gran Guerra sin que él supiera de su existencia.

Empezando a comentar mis impresiones de esta sexta temporada, tengo que reconocer que una parte fundamental de que la quinta temporada me pareciera la más floja de todas, fue en hecho que NO tuviera un final y dejara literalmente todo a mitad, empezando por el intento de suicidio de Tommy. Y claro que las otras temporadas tuvieron cliffhangers loquísimos como ese, como el del final de la primera temporada en que el inspector de policía Chester Campbell (Sam Neill) parecía que había matado de un disparo a Grace (Annabelle Wallis). O el final de la tercera temporada en el que la policía detenía a los Shelby. Pero incluso en esos momentos el «villano» de esa temporada había sido derrotado y había una sensación que un capítulo de la historia se había cerrado.

Narrativamente, todo lo que vemos está muy bien y va construyendo una estupenda tensión de cara al último episodio en la que varias tramas llegan a su explosivo final. Además, la serie plantea un último giro alucinante que me ha volado la cabeza y que abre unas posibilidades bestiales de cara a la película que debe cerrar la historia. Sin embargo, dentro que como digo la serie me ha gustado mucho, la verdad es que es una pena que al NO ser el final, algo que al menos se sabía con antelación, haya varios elementos que no tengan el final que deberían haber tenido de haberse cerrado todo con esta temporada.

Y tengo claro que la valoración final sobre Peaky Blinders queda pendiente de ver la película que cierre la historia. Si aciertan con el final puede quedar en el imaginario colectivo como una de las grandes series criminales de la historia. Pero dicho esto, encuentro una preocupante tendencia de todas las cadenas y productoras de querer alargar más de la cuenta una historia que hubiera quedado mejor cerrada si se hubiera hecho ya. Y al ejemplo de este Peaky Blinders o al anundio de la quinta temporada de Stranger Things me remito.

La parte emocional de Tommy Shelby siempre ha sido el corazón de la serie, y aunque todo el reparto está maravilloso, realmente todo está construido para que Cillian Murphy se luzca en numerosos momentos. Esta sexta temporada ha sido aún más si cabe la más centrada en Tommy, con el resto de personajes orbitando a su alrededor. Lo cual no es necesariamente malo, ya que Cillian Murphy está como siempre increíble. Su obsesión de cumplir los objetivos que se ha planteado para garantizar la supervivencia de su familia provoca que se aparten de su lado todos los que le quieren y añade una cualidad trágica a la historia dado que todo apunta que NO saldrá con vida de esta. A esto hay que sumar que Tommy sufre importantes golpes en su vida personal que le castigan donde más le duele. Toda su evolución y la forma en que culmina su historia me parecen estupendas.

En este sentido, la trama general del surgimiento del partido fascista / nazi en el Reino Unido de la década de los años 30 añade un contexto histórico muy interesante. De hecho, aunque no tengo ni idea el nivel de fidelidad de este argumento con los hechos reales, si está documentado que muchos políticos y nobles ingleses estaban en esa época muy cercanos a las tesis fascistas como remedio frente a la amenaza del comunismo y como medio de garantizarse sus privilegios. No tengo ni idea si los personajes de Sir Oswald Mosley o el americano Jack Nelson están basados en alguna figura real, pero son justo el tipo de personajes clasistas asquerosos que la serie necesitaba en este momento. En ese sentido, ¿Jack Nelson puede estar inspirado en el patriarca de la familia Kennedy? No se por qué, pero esa idea se me pasó por la cabeza en varios momentos. Dicho esto, aunque a nivel general me gustan, también veo que no llegan a los niveles de peligro real que tuvimos en otras temporadas de la serie.

La dirección de Anthony Byrne amplifica en esta sexta temporada las sensaciones que me dejó en la temporada anterior, al plantear una narración más visual que nunca en la que prima la potencia de las imágenes y la música frente a la trama. Le pasan un montón de cosas a Tommy Shelby en esta temporada, y sufre mucho. Pero a la vez, tenemos episodios de 50 minutos en los que hay dos / tres escenas alargadas sin diálogos con personajes yendo de un sitio a otro que acaban siendo un tanto redundantes y repetitivos. En los episodios 5 y 6 diría que incluso más. Y realmente son momentos visualmente brillantes en la mejor tradición de Peaky Blinders, pero a la vez me dejaba cierta sensación que realmente no estaban pasando tantas cosas en cada uno de los episodios.

Por cierto, la duración de 6 episodios siempre me ha parecido perfecta, y su estreno en Netflix me permitió organizarme el visionado a razón de un episodio al día, reconociendo eso si que no pude contenerme y vi los dos últimos episodios a la vez. Y el caso es que me gusta mucho Peaky Blinders y he disfrutado esta última temporada, pero al mismo tiempo noto que a este final de la historia le falta la fuerza, la tensión y la sensación de amenaza del comienzo, aunque el sexto episodio está muy bien.

Comparto el trailer de esta sexta temporada:

Peaky Blinders es un estupendo entretenimiento, pero hay que reconocer que estando muy bien, estos dos últimas temporadas no han estado a la altura de las cuatro primeras. En todo caso, me dejan muy loco esperando que anuncien la fecha de estreno de la película que cierre la historia. Qué difícil es saber cerrar bien las historias…

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de El Último Duelo de Ridley Scott

El último duelo es un películón de los que merece la pena ver en pantalla grande y que recupera al mejor Ridley Scott de los últimos años, con un reparto de lujo formado por Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer y Ben Affleck.

PUNTUACIÓN: 8/10

Artículo CON spoilers.

Basada en hechos reales, la película se centra en el duelo entre Jean de Carrouges (Matt Damon) y Jacques Le Gris (Adam Driver), dos amigos que se convirtieron en rivales. Francia del siglo XIV, cuenta la historia de Marguerite de Carrouges (Jodie Comer), que declara haber sido violada por el caballero Le Gris, el mejor amigo de su marido Jean. Al no creerle nadie y ante tal ofensa, su marido acusa a su mejor amigo ante el rey Carlos VI, quien decide autorizar un duelo a muerte entre ambos. (FILMAFFINITY)

The Last Duel: A True Story of Trial by Combat in Medieval France es un libro de 2004 del autor estadounidense Eric Jager sobre el último duelo judicial oficialmente reconocido en Francia, que tuvo lugar en 1386. Es interesante indicar que aunque este fue el último duelo judicial celebrado en Francia, no fue el último duelo legal. Los posteriores duelos autorizados no fueron duelos judiciales que decidieron la culpabilidad e inocencia de los participantes, sino duelos por el honor para vengar una afrenta. La adaptación del libro de Jager se anunció por primera vez en 2015, aunque no se dio luz verde oficialmente hasta julio de 2019, cuando Ben Affleck y Matt Damon fueron confirmados como estrellas y coguionistas de la película junto al director Ridley Scott.

Hablar de Ridley Scott (Inglaterra, 1937) es hablar de una leyenda viva del cine: Alien, Blade Runner, Gladiator, El Reino de los cielos, Thelma y Louis, Los duelistas, Black Hawk Down… Demasiadas películas buenas como para acordarme de todas. Sin embargo, hay que reconocer que The Martian (2015) también con Matt Damon, fue su última gran película, y que en los últimos años hemos tenido más decepciones (Prometheus, Alien: Covenant) que aciertos. El último duelo es su vuelta por la puerta grande.

Como comentaba, a partir de un guión de Affleck, Damon y Nicole Holofcener, Scott ha creado una película de 152 minutos que fue rodada durante 2020 (sufriendo una paralización del rodaje debido al COVID) en localizaciones de Francia e Irlanda. El último duelo cuenta con fotografía de Darius Wolski, montaje de Claire Simpson y música de Harry Gregson-Williams. La película contó con un presupuesto de 100 millones de dólares que lucen espectaculares en pantalla. Lamentablemente, ha sido un fracaso comercial absoluto, ya que en el momento de escribir estas líneas tan sólo ha recaudado 25 millones en todo el mundo. La película producida por 20th Century Studios, va a generar millones de dólares de pérdidas para Disney.

El reparto de El último duel me parece alucinante y transmiten todo el carisma que se espera de las grandes estrellas de Hollywood. Empezando por Matt Damon como Sir Jean de Carrouges, un caballero poco reflexivo más interesado en la guerra que en cuidar de sus propiedades y de su esposa. Junto a él tenemos Adam Driver como Jacques Le Gris, escudero del Rey de Francia amigo de Jean que se convertirá en la mano derecha del Conde Pierre d´Aleçon (Ben Affleck), el noble que controlaba la zona de Normandía. Jodie Comer es Marguerite de Carrouges, la esposa de Jean que aparte de bella es mucho más inteligente de lo se estilaba en la época.

Completarían el reparto Harriet Walter como Nicole de Buchard, madre de Jean y suegra de Marguerite, Alex Lawther como el Rey Charles VI, Marton Csokas como Crespin, un escudero amigo de Jean y Tallulah Haddon como Marie, una amia de Marguerite.

Si hablamos en positivo del cine comercial de entretenimiento, no se puede hacer mejor que lo que Ridley Scott nos ofrece con esta película. El último duelo es una estupenda película que cuenta una historia interesante que nos habla de un suceso real del pasado que puede tener enseñanzas para nuestra sociedad actual, contada de forma visualmente brillante con una estructura narrativa poco habitual y que tiene a 4 grandes actores que transmiten todo su carisma y calidad actoral a la pantalla, con una duración de 150 minutos que en ningún momento se hace larga. Como digo, no se puede hacer mejor, con un diseño de producción, una fotografía, un vestuario y una música de diez que nos transportan desde el minuto uno al siglo XIV.

Aunque hay importantes escenas de acción rodadas con una brutalidad poco habitual además del duelo que da nombre a la película, realmente la película no es una historia de acción, sino que busca mostrarnos cómo era la sociedad medieval, con especial atención al sufrimiento y sometimiento que sufría la mujer convertida poco menos que en una propiedad para el marido. Uno de los elementos que más me gustan de El último duelo es que la historia te muestra de forma fría, aséptica y dura un montón de elementos que resultan terroríficos bajo el prisma de nuestra sociedad moderna pero que eran lo más normales hace 7 siglos y a nadie se le ocurría cuestionar.

Empezando por una violación mostrada por duplicado que resulta no ser un delito dentro de las leyes de la época. Debido al sometimiento de la mujer al varón, ésta no podía denunciar a su agresor, sino que tenía que hacerlo su marido en cuanto a que habían usado ¿estropeado? sin permiso “su propiedad”. Buff, se me pone la carne de gallina sólo con pensarlo. O que lo normal de la época era que la mayoría de mujeres hubieran sido violadas en algún momento de su vida, algo que descubrimos por boca de la madre de Jean, y como las mujeres tenían que agachar la cabeza y seguir adelante con su vida.

Y qué decir de un clero que tenía normas especiales que se aplicaban sólo a ellos y que les permitían salir libres de prácticamente cualquier acusación de violación, un hecho que prácticamente ha continuado hasta nuestros días. O de la llamada cultura de la violación actual que hace una persona poderosa no conciba que ha violado a una mujer porque quién no querría estar con él siendo alguien tan importante. Ambos detalles son puestos en el contexto medieval pero tienen una correspondencia actual absoluta. Como lo es que la peor enemiga de una mujer suele ser otra, en este caso que no la cree y piensa que de alguna manera probablemente ella lo provocó y fue culpa suya.

Todos estos elementos son únicamente el subtexto que muestran la realidad de la época, y no es necesario que me digan que es algo malo porque cualquier persona normal que tenga la brújula moral en el sitio adecuado que vea la película lo entenderá automáticamente. Mostrar sin pretender dar todas las respuestas o dejar espacio para la comprensión del espectador es siempre mejor opción que el abofetear al espectador con los panfletos con los que nos están machacando otras producciones.

Aparte de este subtexto, otro elemento que me ha gustado mucho es que la historia es super entretenida a pesar de ser casi dos horas y media de película, al plantear una premisa poco habitual en el cine comercial, al contarnos la historia desde el punto de vista de los tres protagonistas, primero el de Sir Jean de Carrouges (Damon), el marido agraviado, después el de Jacques Le Gris (Driver), el autor del crimen, terminando con el de la víctima Marguerite de Carrouges (Jodie Comer). Esto hace que la película vuelva atrás en dos ocasiones cuando cambiamos de punto de vista, ofreciendo cada nuevo narrador matices que son super interesantes y aportan una nueva dimensión a hechos que acabábamos de ver.

De esta manera, descubrimos que Sir Jean en lugar de ser el noble y valeroso guerrero que parecía es un ser mezquino y envidioso que se interesa más por la guerra que por dirigir bien sus tierras, tratando de forma despótica a su mujer. De igual forma, Le Gris es un cerdo violador, pero también intenta ayudar y ser un buen amigo de Sir Jean, a pesar de sus numerosos desplantes, lo cual le convierte en un personaje complejo. Asqueroso, pero interesante.

Quizá el pero de la película es que mientras veía la película estaba esperando un giro, una sorpresa que hiciera que todo lo que pensabas que estaba pasando hasta ese momento fuera falso, y nunca llegó a pasar. De hecho, hubo un momento que me sorprendí pensando si no sería todo una trama creada por Marguerite para desacreditar a Le Gris y enriquecer a su marido, pero que va. La historia no va de un whudinit, sino de documentar de forma interesante y entretenida el sufrimiento de la mujer en la Edad Media. Y por tanto cada punto de vista no hace sino reforzar que SI hubo violación, nunca hubo duda al respecto. Esto hace que sobre todo la tercera parte con el punto de vista de Marguerite quede un pelín larga con momentos que refuerzan lo ya visto pero sin aportar demasiadas novedades. En especial en la escena de la violación que es mostrada casi igual que la habiamos visto, siendo un momento dolorosa de ver pero algo redundante. Esto hace que el ritmo se resienta un poco en esa parte, pero a mi nunca se me hizo aburrida.

Creo que del trío protagonista, dado que Ben Affleck tiene un papel secundario, Jodie Comer es la mejor de los tres. Su interpretación es tremenda y nos mete de lleno en un drama que no puede exteriorizar y que es puesto en duda por todos a su alrededor. Comer lo hace genial, pero también hay que reconocer que este papel es el más agradecido de los tres. Adam Driver creo que también lo hace muy bien como un noble inteligente y carismático que se sabe mejor que los demás y que sabe explotar sus habilidades en su propio provecho. Y agradezco que una gran estrella como Matt Damon se haya arriesgado con el papel del cerdo, impulsivo y desfigurado Sir Jean. Reconozco que se me hizo raro creerme que este chaval de la Costa Este americana sea un escudero en la Francia medieval, pero si el objetivo era conseguir que despreciáramos a Sir Jean, el éxito es brutal.

El climax de la película con el duelo también me parece tremendo, dejando claro que Sir Jean no está luchando por restaurar el honor de su mujer sino por su propio orgullo, y que ha apostado la vida de su mujer para vengarse de un Le Gris contra el que se ha sentido acomplejado toda su vida. El duelo es un prodigio de narrativa, espectacularidad y brutalidad, con una muerte super bestia que hizo que apartara la mirada y en el que las apuestan no pueden ser mayores, ya que Marguerite también morirá si su marido pierde el combate.

De hecho, más allá del ganador del combate, el shock viene del convencimiento que adquiere Marguerite sobre que si hubiera sabido que su marido estaba dispuesto a jugarse su vida y hacer que su hijo quedara huérfano, ella no hubiera acusado a Le Gris y se hubiera centrado en criar a su hijo como han hecho miles y miles de mujeres violadas antes que ella. De hecho, la historia llega a su final de forma satisfactoria, pero la cultura de la violación llegó hasta nuestros días, por lo que en la parte de crítica social su denuncia queda de candente actualidad.

Por último, un comentario sobre el fracaso comercial de la película. Hay un grupo de gente que siempre se queja del cine comercial, en concreto del blockbuster palomitero y sobre todo de los superhéroes, como si fueran la fuente de todos los males de la industria del cine, afirmando que NO se hacen películas interesantes para un público «adulto», o al menos mayor de 30 años, entre los que esos comentaristas se suelen situar. Sin embargo, cuando se estrenan precisamente películas de ese tipo que reclama, tampoco va a verla, quizá argumentando entonces que el cine es muy caro, y como va a ir todas las semanas al cine pagando teniendo su suscripción a Netflix (o a Filmin). Yo pongo mi cartera donde pongo mis opiniones, así que no tengo problema en apoyar el tipo de cine que quiero ver.

Pero es que hay que negar la mayor, porque los datos de las taquillas tras el levantamiento de las restricciones del COVID indican que si los cines están consiguiendo ser rentables de nuevo y tener ingresos más o menos regulares es precisamente gracias al cine comercial que estas personas desprecian, sin el cual la mayoría de salas habrían cerrado. Este mes de octubre y noviembre hay una amplísima oferta de cine variado dirigido a un público adulto, y ninguna de estas películas está consiguiendo recaudaciones importantes, lo que indica que es este tipo de espectadores es el que aún no ha vuelto a las salas. Luego que no se quejen que no hacen cine para ellos si cuando se estrenaron «sus» películas ¡ellos tampoco fueron!

Sin embargo, en lugar de intentar vender mejor la película o recomendarla a sus conocidos, tengo claro que habrá quien siga diciendo que la culpa de todo es de la gente que sólo va al cine una vez al mes y ha preferido ver Shang-Chi o Eternals antes que Dune o este El último duelo. Una opinión ridícula, obviamente, que deja en evidencia a quien la expresa. Deberían preguntarse qué han hecho mal para no saber captar la atención del espectador, en lugar de llorar porque alguien hizo su trabajo mejor que ellos.

Comparto el trailer de la película:

El último duelo es un peliculón que no te deberías perder que justifica sin duda el ir al cine y pagar por verlo en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 8/10

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¡Un saludo a todos!

Crítica de Kingdom: La historia de Ashin (Netflix)

Kingdom fue una de las series sorpresa de Netflix durante sus dos temporadas gracias a su interesante premisa mezclando el género de zombies con el drama histórico. El estreno de Kingdom: La historia de Ashin, película especial centrado en un personaje menor da a entender que aún queda mucha tela que cortar en esta historia.

PUNTUACIÓN: 7/10

Un misterioso descubrimiento aviva la sed de venganza de una mujer que ha perdido a toda su familia. Episodio especial de Kingdom, centrado en el personaje de Ashin, que apareció brevemente al final de la segunda temporada. (FILMAFFINITY)

Kim Seong-hoon dirige el spin-of de su serie histórica de zombies Kingdom. Esta película está a su vez escrita por Kim Eun-hee, guionista de la serie, lo que asegura la perfecta conexión entre la serie, esta película, y la que espero sea la futura tercera temporada de la serie.

El reparto está compuesto por Jun Ji-hyun, Park Byeong-eun, Gyo-Hwan Koo, Kim Roe-ha, Jeong Seok-won, Kim Shi-A, Beom-Taek Kwon, Su-ji Jeon.

Kingdom transcurre durante la Dinastía Joseon (1392-1897). Ashin, nuestra protagonista, fue presentada al final de la segunda temporada como la mano detrás de la infección Zombie que asoló Corea. Es esta película conoceremos su origen desde niña como parte de una tribu Yurchen (los antiguos manchúes) que vive en una aldea dentro de la frontera norte de Joseon. Debido al racismo de la época, ni son considerados parte del pueblo de Joseon, aunque el padre de Ashin es un fiel servidor del reino, ni sus hermanos Yurchen les tienen en ninguna estima, al sentir que les han abandonado. Es por esto que la tragedia que ponga en marcha la venganza de Ashin se siente casi inevitable.

Kingdom sorprendió en su momento por un sobresaliente diseño de producción que nos metía de lleno en el drama histórico, al realizar un alucinante recreación del pasado de Corea. La historia de Ashin continúa con esta línea y nos trae una producción modélica en todos los aspectos.

Además de mostrar los motivos que justifican el ansia de venganza de Ashin, una cosa que me gusta de esta película es que explica qué provoca la infección zombie. Esto es una novedad importante dentro del género, en el que en general el virus aparece porque sí, o ha sido creado en un laboratorio y liberado. Que esta película dé las respuestas me parece un plus que me justifica el visionado. Además de poder ver a varios animales zombificados atacando todo lo que pillen por delante, claro.

Quizá el problema de este spin-of es que intenta abarcar demasiado, teniendo muchos elementos que vistos individualmente están muy chulos, pero que puestos en conjunto en una película de 100 minutos no acaban de casar bien y acaban dando una sensación deslavazada, como de partes con una conexión endeble. Y es que tenemos geo política con la posible invasión Yurchen, traiciones al pueblo de Ashin, la explicación del origen de los zombies, una historia de venganza y dos infecciones zombies, una de animales y otra de humanos. Muchos frentes abiertos para muy poco tiempo, de forma que me deja con cierta sensación que todas estas partes hubieran merecido un mayor desarrollo.

En todo caso, hay como digo un montón de momentazos durante la película (aunque quizá varios CGIs sobre todo de los animales queden un pelín flojos), y hay que aplaudir la valentía de los autores al plantear una película tan ambiciosa como es esta Historia de Ashin. Una película super entretenida que merece un visionado.

Comparto el trailer de la película:

Kingdom: La historia de Ashin me ha parecido un estupendo complemento para el mundo de Kingdom, que se muestra imprescindible ante lo que está por venir. Imprescindible para los fans del género de zombies.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Akelarre de Pablo Agüero (Netflix)

Akelarre del director Pablo Agüero fue una de las grandes ganadoras de la pasada edición de los Premios Goya, al conseguir 5 premios. Gracias a Netflix pude ver la película.

PUNTUCIÓN: 6.5/10

País Vasco, 1609. Los hombres de la región se han ido a la mar. Ana participa en una fiesta en el bosque con otras chicas de la aldea. El juez Rostegui, encomendado por el Rey para purificar la región, las hace arrestar y las acusa de brujería. Decide hacer lo necesario para que confiesen lo que saben sobre el akelarre, ceremonia mágica durante la cual supuestamente el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas. (FILMAFFINITY)

Pablo Agüero es un director de cine y guionista francés-argentino que alcanzó renombre internacional con su cortometraje Primera Nieve, ganador del Premio del Jurado del Festival de Cannes en 2006. Agüero escribe el guión de Akelarre junto a Katell Guillou.

En la ceremonia de los Premios Goya 2021 obtuvo 8 nominaciones, de los que obtuvo 5 galardones, siendo la cinta más premiada esta edición: Mejor dirección artística (Mikel Serrano), Mejores efectos especiales, Mejor música original (Maite Arrotajauregi y Aránzazu Calleja), Mejor diseño de vestuario y Mejor maquillaje y peluquería.

Javier Agirre es el director de fotografía de la película, mientras que Terasa Font realiza el montaje de una pelicula de 90 minutos justitos, incluyendo los títulos de crédito.

El reparto de Akelarre está liderado por un grupo de jóvenes actrices que interpretan a las «brujas» que serán sometidas a juicio:  Ana (Amaia Aberasturi), María (Yune Nogueiras), Maider (Jone Laspiur), Olaia (Irati Saez de Urabain), Katalin (Garazi Urkola) y Oneka (Lorea Ibarra). Los hombres que las juzgarán son Àlex Brendemühl como el juez Rostegui, Daniel Fanego como el Consejero, Asier Oruesagasti como el  Padre Cristóbal e Iñigo de la Iglesia como el sargento.

No pude ver Akelarre en su día en el cine. De hecho, no estoy seguro que llegara a estrenarse en Castellón, aunque tampoco estoy seguro. En este sentido, tengo que agradecer que Netflix me haya dado la oportunidad de ver la película, ahora que ha triunfado en los Goya. Y lo primero y más positivo de la película es que, sin haber visto todas las películas nominadas, entiendo el por qué de los premios que ha recibido, y los encuentro totalmente merecidos. La dirección artística, los efectos especiales, la estupenda música, el vestuario y el maquillaje y peluquería, todos estos elementos me han parecido excelentes.

Y es que la sensación de viajar en el tiempo y ser trasladado al siglo XVII está super bien conseguido, y es lo mejor de la película. Un momento histórico y unos pueblos en el norte de España en los que la razón ni estaba ni se la esperaba, y la religión dominaba (o lo intentaba al menos) todos los aspectos de la vida.

La película tiene la particularidad de que las niñas hablan en Euskera entre ellas, lo que contrasta con el castellano de los inquisidores castellanos. No tengo problemas en ver cine coreano o japonés subtitulado, menos lo voy a tener por tener subtítulos en esta película. No estoy seguro, pero diría que es la primera película en euskera que veo, y la experiencia me pareció interesante, la verdad.

Este choque idiomático sirve claramente para resaltar la guerra cultural y religiosa que la película busca mostrar, además del plantear la historia con un marcado carácter feminista, planteándola desde la sororidad frente a un patriarcado que oprimía a la mujer de la época. Existe conflicto en el uso de las lenguas, pero también en los ritos y las creencias populares que chocaban con el orden establecido por la iglesia católica.

Claramente no se trataba de demonios ni brujas, sino de controlar desde el miedo y el castigo extremo al pueblo y golpear a quien intentara salirse del camino marcado. Algo que la mujer, que se quedaba en casa mientras los hombres trabajaban en el mar o eran empleados como soldados, sufrieron especialmente.

Me gusta que la película muestre algo que forma parte de la historia que nuestra sociedad democrática occidental claramente ha superado. En este caso merece la pena resaltar que este drama es algo que históricamente las mujeres han sufrido en todo el mundo, independientemente de la religión que se profese. E incluso dentro del cristianismo, a pesar de la «leyenda negra» que pesa sobre España y su Inquisición, la realidad es que la inquisición alemana o británica fueron muchísimo más sanguinarias comparadas con España. Me parece fatal conocer lo que sufrían las mujeres en el pasado, obviamente, pero el contexto histórico es también fundamental a la hora de entender estos hechos del pasado, y en su caso, su correlación con el presente, en caso que alguien busque hacer este análisis, cosa que ya he visto que está sucediendo. Como lo es el hecho que las sociedades cristianas han evolucionado a lo largo de los siglos hasta una igualdad de derechos de hombres y mujeres que disfrutamos actualmente, cosa que no puede decirse de países con mayorías de otras religiones en África o Asia.

No tengo duda que en aquella época la Inquisición encontraba primero al culpable y luego buscaba las pruebas que sustentaran aquello que ya estaba decidido de antemano. Esto lo veo muy bien reflejado en la parte de los interrogatorios en la que el juez pregunta «¿Qué es una bruja?» y no es que las niñas no lo sepan, es que él tampoco parece tener una respuesta, más allá de «toda persona que haga algo que se salga de la norma». O la tortura a las niñas buscando una inexistente marca del diablo en las niñas.

El guión juega muy bien la parte de unas jóvenes que saben que van a morir y buscan hacer todo lo que esté en su mano para evitarlo, jugando con la credulidad y, por qué no decirlo, en la incultura de los hombres. Y construye muy bien la tensión que culmina en la celebración del Akelarre. Un climax en el que la música y la fotografía dominan la escena y crean unos momentos impactantes que hacen que la película sea disfrutable y merezca la pena su visionado.

Además, intentando desvelar lo menos posible, casi da la sensación que además del estudio histórico de la época, el director Pablo agüero escuchó la conocida frase «la humanidad siempre ha tenido miedo de las mujeres que vuelan» y casi ha planteado la película para dar un sentido literal a dicha metáfora.

La parte menos buena es que más allá de la perfecta reconstrucción histórica, la historia es la que es y no plantea ningún giro ni sorpresa a lo largo de los escasos 87 minutos de historia. Aunque la película es muy corta se hace larga por momentos porque lo que pasa no acaba de resultar interesante, en concreto toda la parte de las niñas en la cárcel. Esto hace que si, todo lo técnico está muy bien, pero el conjunto acaba resultando correcto sin nada memorable que haga que más allá del detalle idiomático, me merezca la pena acordarme de ella dentro de una semana o un mes. Vista, no creo que repita y vuelva a verla.

Y luego hay pequeños detalles de clara intencionalidad política partidista de la película que me han molestado un poco, como es que nombren «Pais» a las comarcas de Euskadi, algo que no sólo es falso, sino que es un enorme error histórico en unas comarcas que nunca tuvieron una unidad territorial. Y me parece curioso que con toda la investigación histórica que han dicho haber hecho, justo se les cuele este error. O tal vez es que no hay ningún error, y estamos ante un nuevo ejemplo de reescritura de la historia, buscando construir un relato inexistente para que cale en la audiencia, sobre todo en la más joven.

Otro detalle con el que no acabo de encajar es que como estoy viendo en otras películas autodenominadas «feministas», tenemos una historia en la que TODOS los hombres que aparecen son malos para las jóvenes, tanto los soldados castellanos como el cura del pueblo, mientras que TODAS las mujeres muestran elementos positivos en la película y son ejemplo de sororidad. Teniendo en cuenta que históricamente este tipo de denuncias normalmente eran realizadas por otras mujeres del mismo pueblo, ya sea por exceso de fe o por envidias u odios entre ellas, es también curioso que este detalle se les haya pasado por alto a la hora de construir la historia.

Este «mujeres poderosas y unidas contra los hombres malos» me parece de un maniqueismo extremo y, lo peor, es que me da pena porque no hubiera sido tan difícil construir un buen relato feminista que hubiera huido de los elementos simplistas y de los slóganes infantiles. Sobre todo teniendo en cuenta que la crítica general que se hace es perfectamente correcta y la discriminación que sufría la mujer en esa época era real, por lo que realmente no hacía falta caer en estos «errores» para haber creado una historia igual de impactante o más. Y es una pena, que queréis que os diga.

Comparto el trailer de la película:

Akelarre ha resultado una película interesante, incluso aún teniendo en cuenta los elementos que no me gustaron. En todo caso, creo que se trata de una película que se puede ver, teniendo en cuenta que está disponible en Netflix.

PUNTUCIÓN: 6.5/10

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Crítica de El Cid temporada 1 (Prime Video)

Tras alabar ayer la película de El Cid de 1961, un autentico CLÁSICO del cine, hoy toca analizar la serie de televisión que Prime Video estrenó el pasado mes de diciembre, cuyo visionado ha sido como la noche y el día en todos los aspectos.

PUNTUACIÓN: 3,5/10

FILMAFFINITY. ‘El Cid’ cuenta la historia del hombre detrás de la leyenda, Rodrigo Díaz de Vivar, también conocido como “Ruy”, desde que era niño hasta que se convirtió en un héroe de guerra, mientras intenta encontrar su lugar dentro de una sociedad donde las intrigas de la Corona de León intenta controlarlo. El Cid es un héroe por todos conocido pero también uno de los personajes más misteriosos y complejos de la historia de España. La trama tiene lugar en el siglo XI, una de las épocas más fascinantes de la historia de España, donde cristianos, árabes y judíos convivieron en la Península Ibérica, enfrentándose en guerras y/o forjando alianzas. Una historia de aventuras, amor, intriga, traición y lucha entre quienes ostentan el poder y quienes poseen la auténtica autoridad.

La primera temporada de El Cid constó de 5 episodios estrenados por Prime de forma simultánea el 18 de Diciembre. Tras ciertas dudas, finalmente ha sido renovada para una segunda, con estreno previsto este 2021 (supongo que de cara a final de año). La serie ha sido creada por José Velasco y Luis Arranz. Velasco es uno de los profesionales con mayor experiencia en la producción audiovisual en España. Es presidente de Zebra Producciones, y cofundador de Globomedia y Zeppelin, productoras responsables de programas de éxito como Inocente, Inocente (entretenimiento, 1995-), El Super (primera serie de emisión diaria entre 1996-99), Querido Maestro o el tristemente célebre Gran Hermano.

Luis Arranz ha escrito para series como «Lalola (2008-09), «La sopa boba (2004), Fernández y familia (1998-99) o «El Gordo: Una historia verdadera (2010). También co-escribió la ópera prima de Adolfo Martínez “Zona hostil (2017). Arranz, Martínez y José Velascoaparecen acreditados como creadores del argumento de la serie, mientras que los episodios fueron escritos junto a Curro Royo, Luis Moreno, Nicolás Saad, Ángel E. Pariente, Felipe Mellizo y Cristina Pons. Además, para dirigir los 5 capítulos, tenemos al propio Adolfo Martínez, Miguel Alcantus (2 episodios), Marco A. Castillo (2) y Arantxa Echevarría.

La serie se vendió como la producción española más cara de la historia, aunque no se han hecho públicas las cifras exactas de inversión. Con un equipo formado por más de 200 personas, más de 1100 figurantes, unos sets de decorados de más de 4000 m2 y un 70% rodado en exteriores y localizaciones históricas de Soria, Burgos, Albarracín, Madrid (Colegiata de San Isidro), San Martín de Valdeiglesias, Guadamur y La Adrada y en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, la sensación a priori no podía ser mejor, al haber contado con todos los medios para crear una gran serie.

Esta sensación vino también por la contratación de reputados profesionales de Hollywood como son el director de arte Benjamín Fernández (Gladiator), el músico ganador de 2 Oscars Gustavo Santaolalla (Babel y Brokeback mountain) y el director de fotografía Javier Salmones, ganador del Goya y con una amplísima carrera con películas como Anticristo, Capitan Trueno, Romasanta, Carreteras secundarias o La lengua de las mariposas entre otras muchas.

Curiosamente, el proyecto inicial que vendieron a los medios de comunicación cuando Prime anunció el contrato para producir esta serie era que se iban a rodar de forma simultánes 2 temporadas de 6 episodios cada una, con 7 meses de rodaje en total, y con la idea que el final de la 2ª temporada situaría a Rodrigo con 20 años ANTES del inicio del Cantar del Mío Cid. Sin embargo, esto no ha llegado a materializarse así, ya que finalmente sólo se rodó una temporada de 5 capítulos y durante 2021 tendrá que rodarse la segunda.

La serie está protagonizada por Jaime Lorente (Casa de Papel, Élite) como Rodrigo Díaz de Vivar «El Cid» o Ruy, Lucía Guerrero como Jimena Díaz, la futura esposa del Cid, José Luis García Pérez como Fernando I el Grande, figura histórica y esposo de la Reina Sancha la Bella (Elia Galera).

Sus hijos los infantes están interpretados por Alicia Sanz (infanta Urraca de León), Lucía Díez (infanta Elvira de León), Jaime Olías (Alfonso VI el Bravo de León), Francisco Ortiz (Sancho Fernández II el Fuerte de Castilla) y Nicolás Illoro (rey García de Galicia). El resto del reparto está formado por Ginés García Millán (Ramiro I de Aragón), Juan Echanove (Obispo Don Bernardo), Juan Fernández (abuelo de Rodrigo), Carlos Bardem (Conde Flaín de León) y Pablo Álvarez (Orduño Flaínez, hijo del conde Flaín de León).

Entrando en materia, lo mejor que puedo decir de esta serie es que gracias a su estreno la figura histórica que es El Cid y el apasionante momento histórico que vivió han recibido un interés que hacía décadas que no tenía. Yo mismo me puse a investigar sobre el siglo XI tras ver las película de Charlton Heston y esta serie.

El siglo XI fue un momento histórico increíble en la Península Ibérica, en el que convivieron varios reinos cristianos (Castilla, León, Navarra, Aragón) con unos reinos de Taifas musulmanes surgidos tras la desintegración del Califato de Córdoba. Entre estos reinos se crearon multitud de dinámicas de colaboración y agresión en función de los intereses de cada monarca. En ese momento concreto, la idea de una cristiandad unida contra los musulmanes invasores era totalmente errónea, y asistimos a cristianos y musulmanes unidos contra otro reino cristiano, o cristianos y musulmanes contra otro reino de Taifa rival. O cristianos contra musulmanes y viceversa.

Frente a las comparaciones de la serie El Cid con Juego de Tronos, lo cierto es que el complejo mundo de esa época bien pudo servir de inspiración para George R.R. Martin para escribir las novelas. Y en ese sentido, si algo hace bien esta primera temporada es haber mostrado la complejidad de estos reinos y las luchas por el poder que tuvieron lugar durante esos años.

Y hasta aquí puedo leer. Me quedo muerto viendo la forma tan desastrosa en la que los creadores han desaprovechado los increíbles hechos históricos para crear casi 300 minutos de televisión aburridos hasta decir basta y que no hay por donde cogerlos. No quiero alargarme más de la cuenta ni hacer sangre del árbol caído, pero El Cid me ha parecido increíblemente mediocre a todos los niveles: Actoral, de guión, visual y estético… no se salva nada.

En primer lugar, tiene delito que habiendo rodado tantas escenas en localizaciones históricas y espacios naturales, todo de sensación de falso. Mi compañera Lupe hizo un símil muy acertado, al sentirse viendo la serie como si fuera a recibir una lección de historia y se encontrara que la han llevado a Port Aventura. Esto me muestra que en muchas ocasiones no es cuestión de dinero, sino de calidad de los que deciden y de atención a los detalles.

En este sentido, me produce bochorno que excepto algún momento puntual del ¡4º capítulo! con la única batalla de la temporada, me parece que TODO está rodado de la peor forma posible, como si ante la posibilidad de rodar y mostrar algo de forma dinámica e interesante optaran siempre por la opción más cutre y televisiva posible, dicho esto en el peor sentido posible (lamentablemente). En todo caso, los momentos correctos son demasiado pocos, demasiado tarde.

El Cid es una serie aburrida, plana y que se hace lenta porque aunque el contexto histórico es interesante, lo que hacen los personajes no lo llega a ser nunca. Y peor, con unos diálogos realmente penosos que parecen sacados de “Al salir de clase” o subproductos similares y unas interpretaciones flojísimas que cuando oyen hablar de carisma no saben a qué se refieren.

El casting es terrible y es otro de los motivos que la serie no enganche. Es cierto que los actores tienen que lidiar con unos diálogos que no se los desearía a mi peor enemigo, pero sobre todo Jaime Lorente y todos los actores jóvenes de la serie transmiten que en el fondo no se acaban de creer lo que están interpretando y que estarían más cómodos en una serie juvenil ambientada en la actualidad. Lorente jamás está a la altura del desafío, y eso lastra también el visionado.

Aunque es cierto que la España del siglo XI pudo inspirar a George R.R. Martin, la realidad es que la serie intenta copiar sin ningún pudor a Juego de tronos con resultados lamentables. Para alargar la serie y justificar una franquicia de múltiples temporadas que ofrezca a Prime contenidos para varios años, los guionistas se inventan tres líneas argumentales diferentes que se van desarrollando a paso de tortuga y nunca acaban de interesar. En primer lugar un drama histórico con conspiraciones palaciegas de mercadillo, en segundo lugar una historia juvenil con grandes dosis de empoderamiento femenino y amoríos adolescentes nivel al salir de clase, y por último una historia de aventuras repleta de acción, que acaba resultando pobre y tampoco funciona. 3 arcos, todos mediocres que en ningún caso te dejan con ganas de querer saber cómo continuará la historia.

Esta primera temporada acaba resultando un chiste que se olvida de lo principal de cualquier obra de entretenimiento, que es ofrecer algo que haga al espectador querer volver la próxima semana, la próxima temporada, etc… Y es cierto es esta primera temporada es poco menos que un prólogo y que todo lo bueno del Cid queda para mucho más adelante, pero alguien con un poco de cabeza debería haber pensado que antes que 6 temporadas mediocres alargadas, que ya veremos si llegan a rodarse cosa que dudo, no hubiera sido mejor plantear únicamente dos (máximo tres), que fueran realmente potentes con los principales hechos históricos conocidos. Que no optara por inventarse todo lo que les pasa a los personajes y que dejara a los espectadores con ganas de seguir viendo próximos episodios.

Como véis, no me ha gustado la serie como producto de entretenimiento, y ni siquiera entro en las diferentes polémicas que han rodeado a la serie como son su falta de fidelidad histórica por ejemplo con la espada con la que Prime promocionó la serie, o el revuelo que se formó cuando Lorente expresó en una entrevista “Que se preparen las derechas” con el tratamiento realista e histórico con el que se ha planteado la serie, teniendo en cuenta que “la sombra de El Cid ha sido absolutamente manipulada por intereses políticos”. No me interesan, no me parecen algo tan grave para empezar y hubiera preferido eso sí que todos hubieran empleado sus energías en hacer una serie “buena” en lugar de algo que intentara meter con calzador elementos actuales que no interesan ni pegan con la historia.

Comparto el trailer de esta serie:

El Cid me parece una serie muy floja, aunque debo agradecer su existencia porque gracias a ella volví a ver y disfruté el peliculón de 1961, un clásico imperecedero. Pero, en fin, hazme caso y no pierdas cinco horas de tu vida en este serie cuando hay tanto contenido bueno, variado y de calidad con el que aprovechar nuestro tiempo.

PUNTUACIÓN: 3,5/10

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¡Saludos a todos!