Hace mil años que vi la tercera temporada de Fargo, y aprovechando que Prime Video la ha incorporado a su catálogo he podido ver la cuarta temporada de la serie creada por Noah Hawley, en este caso ambientada en 1950.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Serie de TV (2020). 11 episodios. En 1950, al final de dos grandes migraciones, en Kansas City (Missouri), dos sindicatos delictivos han negociado una incómoda paz. Uno dirigido por un italiano y el otro por un afroamericano. Juntos controlan una economía alternativa: la de la explotación, los sobornos y las drogas. Esta también es la historia de Estados Unidos. Para cimentar su paz, los jefes de ambas familias pactan intercambiar a sus hijos más jóvenes.
La cuarta temporada de Fargo, la antología de género policíaco y comedia negra creada por Noah Hawley, se estrenó el 27 de septiembre de 2020, a través de la cadena de cable FX. Esta temporada constó de 11 episodios, una duración bastante atípica en la televisión, ya sea para un canal normal o dirigido al streaming. Hawley dirige los dos primeros episodios. Dana Gonzales (4 episodios), Dearbhla Walsh (2 eps.), Sylvain White (2 eps.) y Michael Uppendahl (1 ep.) completan el listado de directores. En los guiones, Hawley escribe en solitario los dos primeros y los dos últimos episodios, contando con colaboradores como Stefani Robinson, Francesca Sloane, Scott Wilson, Lee Edward Colston II y Enzo Mileti para los otros siete.
En el reparto, tenemos a Chris Rock como Loy Cannon, el líder del sindicato del crimen afroamericano Cannon Limited, así como un hombre de negocios que intenta hacer despegar su nueva idea, la tarjeta de crédito. Jessie Buckley interpreta a Oraetta Mayflower, una enfermera y asesina en serie. Jason Schwartzman es Josto Fadda, el poco imponente e impulsivo líder de la familia Fadda de Cerdeña. Ben Whishaw es Patrick «Rabbi» Milligan, un miembro irlandés-americano acogido por la familia Fadda. Por último, dentro de estar ante una serie coral destacaría a E’myri Crutchfield como Ethelrida Pearl Smutny, una adolescente afroamericana inteligente, que vive con sus padres dueños de una funeraria y conocerá a los principales jugadores del crimen de la ciudad.
En otros papeles tenemos a Jack Huston como Odis Weff, un policía con muchos tics nerviosos que sirvió en la Segunda Guerra Mundial y está en la nómina de los Fadda en secreto, Salvatore Esposito como Gaetano Fadda, el hermano menor pero mayor de Josto, un antiguo Blackshirt violento e implacable de Italia, Andrew Bird como Thurman Smutny, el padre de Ethelrida, propietario de una funeraria, y Anji White como Dibrell Smutny, la severa y protectora madre de Ethelrida. Jeremie Harris como Leon Bittle, un joven y ambicioso miembro de Cannon Limited, Matthew Elam como Lemuel Cannon, el hijo mayor de Loy cambiado por el hijo mayor de los Fadda para mantener la paz. Francesco Acquaroli es Ebal Violante, consigliere de la familia Fadda, Gaetano Bruno interpreta a Constant Calamita, sicario de la familia Fadda, Stephen Spencer hace del Dr. David Harvard, el prejuicioso director de un importante hospital privado de Kansas City, Karen Aldridge como Zelmare Roulette, la hermana de Dibrell, atracadora de bancos. Por último, Timothy Olyphant es Dick «Deafy» Wickware, un U.S. Marshal mormón que ha llegado a Kansas City para cazar a Zelmare y su novia Swanee tras escaparse de la prisión estatal.
Sabía que había pasado mucho tiempo desde que vi la tercera temporada, pero me ha volado la cabeza recordar que esa temporada es de ¡2017! Y el caso es que me enteré que esta cuarta temporada de Fargo existía, pero entre el COVID y que no tenía forma legal de verla, la verdad es que he tardado en ver esta de momento última temporada, una vez se ha incorporado al catálogo de Prime Video. Más vale tarde que nunca.
Fargo siempre fue una serie atípica poblada por freaks y personajes extravagantes que viven en el ambiente criminal de los Estados Unidos. En esta temporada, la acción se traslada a Kansas City en 1950 pero empieza mucho antes, con los enfrentamientos que se fueron produciendo a lo largo de las décadas anteriores entre el grupo mafioso dominante y el nuevo que amenaza con sacarles del tablero. Las situaciones son también atípicas, empezando por la decisión de los mafiosos de intercambiar a sus hijos mayores como forma de evitar la guerra entre familias. Una acción que no evitó que al final una de las familias fuera aniquilada por parte de la otra.
Una de las mejores cosas de esta temporada es la forma en que el racismo está omnipresente en todos los aspectos de la sociedad. Un racismo que no se ejecuta únicamente contra los afroamericanos sino contra cualquiera que llegara más tarde a los Estados Unidos que los protestantes británicos. Es por esto que a pesar de ser también blancos, los italianos son considerados como infraseres por poderes sociales y económicos. Y me gusta que la serie lo muestre pero sin que la serie vaya de eso, dentro que cualquier persona normal verá muchas cosas y sabe juzgar que la situación debía ser tremenda para esas comunidades.
La elección de la joven Ethelrida Pearl Smutny como narradora resulta muy interesante, ofreciendo reflexiones super potentes sobre la historia de los Estados Unidos, entre otras que son los vencedores los que imponen su relato de los hechos y transforman a su conveniencia la realidad con una política de hechos consumados. En cierto sentido, también parece que la historia es cíclica y está condenada a repetirse, no cumpliéndose eso de «tropezar dos veces en la misma piedra». Si hay que tropezar, se hace las veces que haga falta.
Esta temporada nos ha ofrecido momentazos increíbles en todos los episodios sobre todo en lo visual. Por ejemplo, cada uno de los pactos entre familias mafiosas o una escena que parece hija adoptiva del mítico tiroteo en la estación de Los Intocables de Elliot Ness. O el episodio en blanco y negro recordando a El Mago de Oz. Se nota que hay una intención estética para conseguir que la serie luzca de forma sobresaliente. Cosa que se consigue sin duda.
Y la verdad es que en los 11 episodios pasan un montón de cosas y hay un montón de giros y situaciones sorprendentes, lo que hace que saliera «rentable» el visionado semanal de los diferentes episodios. La enfermera asesina en serie que envenena a sus víctimas, la pareja de ladronas escapadas de la prisión o el policía con problemas mentales tras alistarse en la 2ª Guerra Mundial son algunos de los elementos más freaks de esta serie, cuya naturaleza coral consigue atraparte durante su visionado.
Dentro que todo lo que vi me gustó, quizá hay algo en esta historia ¿inspirada en hechos reales? que no me acabó de cuadrar. Me ha sorprendido para bien la potente interpretación de Chris Rock, normalmente asociado con la comedia, y sin embargo algo es su personaje me deja la sensación que podría haber estado mejor. Como de la serie en su conjunto. No es nada concreto, pero quizá todos los finales son super anticlimáticos, dentro que se refuerza la cualidad circular de todo el relato. Si me gusta en el arco del personaje de Rick que puede interpretarse como una metáfora de la lucha de la comunidad afroamericana que se enfrentaba a una sociedad con las cartas marcadas que no daban la posibilidad de que hubiera lucha real, estando dirigidos hacia su caída.
Me gusta mucho Fargo, y no me importaría que Noah Hawley, su creador, se quedara aquí toda la vida. Sin embargo, lamentablemente de momento esta es su última temporada, dado que Hawley está inmerso en otros proyectos. Hace tiempo se habló de un reinicio de Star Trek, proyecto que no salió adelante, pero también espero su serie ambientada en el universo de Alien, que podría ser la bomba, si llegamos a verla. Esperemos que sea el que sea, pronto se confirme su siguiente proyecto.
Comparto el trailer de esta temporada:
Fargo es un seguro de vida en lo relativo a televisión. ¡Más series así, por favor, Noah Hawley!
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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