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Crítica de Gotham City: Año Uno de Tom King y Phil Hester (DC Comics – ECC Ediciones)

Llevo varios años no conectando con los comics de Tom King. Sin embargo, gracias a que nuestro amigo Félix nos dejó su tomo de Gotham City: Año Uno junto al artista Phil Hester, publicado por ECC Ediciones, me animé a leer este ejercicio de estilo de noir de la vieja escuela.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

Por increíble que resulte, hace escasas décadas Gotham era un bastión de esperanza entre las grandes ciudades de los Estados Unidos. El bienestar y la prosperidad parecían su único horizonte. ¿Qué ocurrió para que se convirtiera en la devastada urbe que dio origen al Caballero Oscuro? Dos generaciones antes de la de Bruce Wayne, el detective Slam Bradley acepta el encargo de investigar la desaparición de la pequeña heredera de su familia tras “el secuestro del siglo”. El desenlace de sus pesquisas llegará a oídos del Hombre Murciélago en el presente, cuando un envejecido Slam le cuente los detalles, aunque no dejará de ser tan atroz como revelador…

Tom King y Phil Hester colaboran por primera vez en este crudo relato de seis episodios con aspectos jamás narrados sobre el deterioro de la ciudad de Batman. Gotham City: Año uno es una desgarradora y épica historia de serie negra destinada a dejar una profunda huella en sus protagonistas y en sus lectores por igual.

Tom King es un autor best-seller del New York Times y ganador de varios premios Eisner por Batman, Superman, Mister Miracle, Vision, El sheriff de Babilonia, Omega Men, Strange Adventures y muchos otros. Antes de convertirse en escritor, King sirvió en la CIA como oficial de operaciones en el Centro Antiterrorista. Vive en Washington DC con su mujer y sus tres hijos. En la actualidad King es uno de los principales escritores trabajando para DC Comics.

Phil Hester (Iowa, 1966) es un dibujante y guionista de cómics estadounidense con más de 25 años en el mundo profesional. Entre sus trabajos como dibujante figuran Green Arrow, La Cosa del Pantano, Brave New World, Flinch, Ultimate Marvel Team-Up, Clerks: La escena perdida, El cuervo: Waking Nightmares, The Wretch (nominada al premio Eisner 1997 a la mejor serie nueva), Aliens: Purge y The Irredeemable Ant-Man.

Gotham City: Año Uno está ambientada en 1961 y es una historia protagonizada por Slam Bradley, el mítico detective que apareció en el Detective Comics #1 (1937), muchos meses antes que Bat-Man hiciera su aparición. En este momento temporal los Wayne que dominan Gotham son (a priori) los abuelos de Bruce: Richard Wayne y su mujer Constance. El caso por el que Slab se verá arrastrado por el agujero de conejo por el secuestro de Helen Wayne, en ese momento la única hija de la pareja. Lo que Slam descubrirá romperá todo lo que se conocía de Gotham City hasta ese momento, y significarán unas revelaciones impactantes que revolucionará todo lo que Bruce Wayne conocía de sus parientes.

El guion de King parece un ejercicio de estilo con el que busca descubrir si puede escribir una historia noir de vieja escuela, incorporando todos los tópicos imaginables. El detective ex-policía con fuertes valores morales, aunque haya cometido muchos errores en su pasado, que nos cuenta la historia a través de la voz en off. Un Slam Bradley que viene con sorpresa de King en lo relativo a su árbol genealógico. Una historia de secuestro que será el desencadenante que saque a la luz la podredumbre de la sociedad oculta bajo el mundo luminoso de los años 60. Una femme fatale que jugará con Slam y parece que siempre está un paso por delante de él. En realidad, son dos las mujeres fuertes con una importancia en la historia, de formas sorprendentes. También tener a una policía sin escrúpulos que tortura primero y luego investiga qué ha pasado entra dentro de estos elementos esperables del género.

El guion de King plantea una buena historia plagada de giros y sorpresas a lo largo de los seis números que componen esta miniserie. Su lectura plantea una buena progresión dramática y de tensión a medida que avanza la serie, y los cliffhangers de cada uno de los números me parece que funcionan y son estupendos. Dentro de estar en un comic ambientado en el mundo de Batman en el que Bruce Wayne no juega ningún papel, DC Comics vendió el comic como una historia que iba a provocar importantes revelaciones para esta franquicia. Y en realidad, tengo que comentar que unas de las revelaciones del comic, el motivo que provocó el nombre Crime Alley me ha parecido un poco «chorra».

El apartado artístico es para mi lo más destacado de este comic. Phil Hester colabora con el entintador Eric Gapstur y con la colorista Jordie Bellaire para conseguir un comic que es puro noir. El color de Jordie Bellaire plantea el tono noir perfecto, luminoso en algunos momentos y tétrico cuando tiene que serlo. Tener una ambientación de los años 60 plantea una situación atemporal en la que el dibujo resulta imprescindible para resultar creíble, cosa que Hester aprovecha para realizar uno de sus trabajos más completos y satisfactorios.

El dibujo de Hester me parece casi perfecto, con una buena narrativa y una mejor expresividad de los personajes, si bien una vez has leído muchos comics del artista te das cuenta que las caras por ejemplo de Slam Bradley o Richard Wayne son siempre las mismas. Y lo mismo para los personajes femeninos. Esto que es así en realidad no es un problema, al tener este comic entidad propia y transmitir Hester una personalidad super interesante.

Dentro que la mayoría del tiempo creo que Gotham City: Year One es una buena lectura muy asentada en los clichés del género noir, hubo varios elementos de este comic que a medida que avanzaba la historia no me han dejado disfrutar de esta historia. Estos aspectos son SPOILER y los voy a comentar tras esta imagen, para que en caso de no haber leído este comic dejes de leer ahora mismo.

¡Estás advertido!!

Uno de los convencionalismos del noir es que aparte de los criminales, los malvados y en muchos casos los degenerados siempre son los poderosos. Los políticos por supuesto, con policías corruptos a su servicio. A este triángulo le falta la figura del empresario sin escrúpulos, que es el factor que compra voluntades y cree que la ley no se le aplica a él. Que Richard Wayne sea el malo de la historia no supone a priori un elemento extraño dentro del género.

Y en realidad, esto no sería un problema si no fuera por todo lo demás que Tom King añade a la historia y que busca destruir los cimientos conocidos de la ciudad de Gotham. Pensando sobre todo que las teorías woke americanas plantean que el hombre blanco es la fuente de todos los males de la sociedad americana. No es un problema puntual de una persona, sino que hablamos de algo sistémico que permea y corrompe toda la sociedad.

Resulta terrible asistir al secuestro de un bebé por su propio padre para conseguir el dinero que se ha fundido en mujeres, juego y alcohol, dilapidando la fortuna Wayne. Un secuestro que acaba con la muerte accidental del bebé. Pero en realidad King plantea que los dos Waynes son corruptos, por supuesto con distintos niveles de degradación moral. Richard Wayne es una escoria a todos los niveles, pero tras sufrir la pérdida de su hija, Constance se concentra en otro tipo de corrupción, el que busca acumular riqueza a costa de lo que sea. Algo que significa provocar la degradación social, económica y medioambiental de Gotham que se convierte en el caldo de cultivo para las amenazas a las que tiene que enfrentarse su nieto Bruce en el presente. Esto se muestra con la planta de productos químicos ACE, la fabrica abandonada donde Joker cayó en la cuba de productos químicos que le convirtió en el maestro del crimen, y que King muestra que era propiedad de los Wayne y les dio su principal fuente de ingresos, antes de abandonarla para no responsabilizarse del daño medioambiental que provocó a la ciudad. Mostrar que el desastre actual de Gotham es culpa de los Wayne del pasado, de ricos hombres y mujeres blancas, en realidad no es algo rompedor, sino lo más mainstream imaginable pensando en las teorías sociales woke a las que antes aludía. Y me cansa leer comics o ver película en las que este elemento está tan telegrafiado. O que resulta tan maniqueo.

En poco tiempo dentro del entretenimiento mainstream hemos asistido a la detención de Bruce Wayne por defraudar impuestos en la serie de animación de Harley Quinn en HBO Max. En Joker, Todd Phillips también situaba a Thomas Wayne como una mala persona, y en la franquicia de comics de Caballero Blanco de Sean Murphy Bruce Wayne también acababa entre rejas, aunque en este caso 10 años más tarde inicia un camino hacia la redención. Ver como Constance Wayne mata a su marido Richard por venganza por haber provocado la muerte de su hija y salir indemne, para a continuación destruir Gotham con su codicia, es una china más en esta tendencia de convertir a los ricos blancos en los villanos de cualquier historia.

Por cierto, aparte de las sorpresas finales, que una mujer ninguneada y engañada por su marido se vengue asesinándole entra dentro de las historias de venganza de ámbito feminista que también se han vuelto super mainstream en los últimos años. Con el añadido que se sale con la suya sin pagar por el crimen, planteando King que de alguna manera esa piltrafa humana que es Richard Wayne merecía morir. Las caracterizaciones de Richard como un desgraciado mentiroso, inmoral y sin coraje, con todo un rango de cualidades todas negativas, mientras que Constance es una mujer bella, inteligente y resolutiva, todas cualidades positivas, aunque sus actos no lo sean, entre también en el elemento maniqueo y panfletario que impregna la historia. Un maniqueismo con el que no comulgo que es lo que ha hecho que no disfrutara con la resolución de este comic.

Y acabo de caer que King hace que Slam Bradley se convierta en un mestizo hijo de un hombre blanco que le abandonó al nacer (cualidad negativa) que fue criado por su madre asiática (buena) que le crio con amor a pesar de los problemas raciales que esto suponía. Un Slam que tuvo que ocultar su origen para poder optar a un trabajo en la policía. Y en este caso estoy seguro que esto es algo real que pasaba sistemáticamente en los Estados Unidos de la época, pero utilizado en este comic de esta manera no hace otra cosa que sumar otro elemento identitario más en la historia de King.

Gotham City: Año Uno podía haber sido un gran comic, pero King no puede evitar convertirlo en un catálogo de wokismo in-your-face que me ha fastidiado leer. Esta visto que Tom King no es para mi. Y a pesar de intentarlo una y otra vez, la experiencia no acaba siendo nunca lo buena que me hubiera gustado. Definitivamente, que a King le disfrute quien pueda, yo no soy uno de ellos.

Comparto las primeras páginas del comic:

Gotham City: Año Uno es un noir de vieja escuela bien realizado y con un dibujo estelar. Lo malo es que el elemento woke desmitificador de la familia Wayne me impidió disfrutar del comic como me hubiera gustado.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

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¡Saludos a todos!

Leyendo Batman de Tom King números 28-43 ECC Ediciones (54-85 USA)

Hoy voy a probar algo distinto en el blog. En lugar de realizar la típica reseña al uso, quiero compartir mis impresiones a nivel general del final de la etapa de Tom King en Batman, que finalizó hace unos meses en el número 85 USA (nº 43 ECC Ediciones).

PUNTUACIÓN: 5/10

ARTÍCULO CON SPOILERS.

Hace dos años y medio de mi última entrada sobre el Batman de Tom King. En ese momento, me quedé justo a continuación de su polémica boda con Catwoman, con el maravilloso arco Días Fríos con Lee Weeks publicado en el número 27 de ECC Ediciones (nos. 51-53 USA). Y en ese artículo ya comentaba que King nos había dado lo mejor y lo peor en esos números, con números sueltos brillantes pero una gran historia río que aunque se notaba de gran ambición, empezaba a flaquear.

Gracias a mi amigo Félix he podido leer las 16 grapas de ECC que completan la etapa de King en Batman, a falta de la miniserie Batman & Catwoman que aún se está publicando, correspondientes a los números 28 a 43 españoles, en los que se incluyen los números 54 a 85 USA y varios especiales. Un primer elemento a resaltar es este precisamente, que teniendo un amigo que me podría dejar las grapas de Batman en cualquier momento, yo dejé de comprar Batman tras el final de la decepcionante etapa de Snyder y Capullo, durante todos estos meses no sentí la necesidad o la curiosidad de leer estos comics, dado que cada vez conecto menos con el estilo y la narrativa de King.

Ahora que encontré la tranquilidad mental para afrontar esta larga etapa, me he decidido a leer de un tirón estas 32 grapas USA, en el convencimiento que la experiencia mejoraría frente a la lectura mensual fraccionada.

En estos 35 números hemos tenido varios arcos narrativos. Tras un número unitario centrado en la relación de Bruce Wayne y Dick Grayson dibujado por el genial Matt Wagner (número 54 USA), King nos plantea Bestias de carga (55-57 USA), un arco dibujado por Tony Daniel en el que KGBestia hiere gravemente a Nightwing y Batman empieza a entrever que SI hay una mente maestra que ha estado manejando los hilos de sus últimas desgracias. Estos cuatro números son ilustrativos de la inteligencia de Tom King y su dominio del ritmo narrativo y el drama, al presentar un número centrado en Dick para que recordemos (por si hiciera falta) lo mucho que nos gusta el personaje previo a que le pegue un tiro en la cabeza y le haga perder la memoria, quitándole de en medio para lo que estaba por venir.

Tras este shock para Batman, Alas de tiranía se desarrolla en los números 58 a 60, con dibujos de los maravillosos Mikel Janin y Jorge Fornés. Un arco en el que King analiza la relación de Batman y el Pingüino, mientras éste intenta compartir la información clave clave que posee sobre el dominio de Bane de Arkham y como ha puesto un plan para destruir a Batman, como ya vimos en el epílogo del número 50 de la boda.

Hasta este momento, estos 4 comics españoles me estaban gustando, dentro del ritmo pausado de King y los enormes monólogos que acompañan las páginas que empezaban a hacérseme bola. El primer gran problema de esta etapa viene del siguiente arco: Pesadillas (61-63, 66-69 USA), publicados en los números 32, 34 y 35 de ECC. Y es que en medio de este arco, y como ejemplo de una cuestionable planificación de DC, se publicó en los números 64-65 USA de Batman y Flash en crossover El Precio, que continúa la reunión de estos personajes que inauguró “La chapa”, unos números con guiones de Joshua Williamson.

Volviendo a Pesadillas, tras el anticlimático final de Alas de tiranía, Bane y el Batman de Flashpoint Thomas Wayne de una realidad alternativa han vencido a Batman ¡fuera de plano! y le mantienen en Arkham sedado. Durante los larguísimos 7 números de este arco, Batman tendrá que darse cuenta que está durmiendo y viviendo situaciones que no son reales, pero a la vez le permitirán enfrentarse con sus demonios internos, como lo que provocó que Selina Kyle le abandonara antes de la boda. Estos siete números están maravillosamente dibujados por Travis Moore, Mitch Gerads, Mikel Janin, Jorge Fornés, Lee Weeks, Amanda Conner y varios artista y Yanick Paquette. Pero se me hicieron eternos con una verborrea que hacía que los comics se hicieran antipáticos de leer, con una trama que claramente King había alargado en demasía.

Tras despertarse del sueño, Batman inicia el que hubiera sido el contraataque contra Bane y Thomas Wayne, de no ser porque es barrido del mapa de forma humillante, lo que nos lleva a La caída y los caídos (70-74 USA, 36-38 ECC), un arco centrado en la relación entre Bruce y Thomas Wayne, en el que el Batman Flashpoint intenta modelar a Bruce a su imagen y semejanza, mientras veremos la diferencia entre las vidas que vivieron estos Waynes tan diferentes y a la vez, tan parecidos. Con los estupendos dibujos de Mikel Janin y Jorge Fornés, a pesar del enfrentamiento final entre ambos, al final de este arco tenemos a un Bruce Wayne roto que no representa una amenaza para Bane.

Esto nos lleva a Ciudad de Bane, el larguísimo arco final de Tom King en Batman, desarrollado en 11 largos números (números 75-85 USA, 38-43 ECC). Con dibujos de Tony Daniel (2), Mitch Gerads, John Romita Jr (2), Mikel Janin (2), Clay Mann (2) y Jorge Fornés, a pesar de la calidad individual de cada dibujante, el resultado final es un batiburrillo a la que le falta la más mínima consistencia.

Mientras Thomas Wayne se llevó al desierto a Bruce, Bane se ha hecho con el control de Gotham gracias a un ejército de supervillanos que han derrotado a todas las fuerzas del orden y a los miembros de la Bat-Familia. Y para que Bruce pueda volver, antes tendrá que recomponerse física y emocionalmente. La llegada de Selina en el momento justo permitirá a la pareja recomponer su relación, pasar página del dolor que provocó su ruptura recordando que son almas gemelas destinadas a compartir un amor eterno mientras sigan con vida, y poner en marcha una jugada maestra preparada por Bruce antes incluso de su caída que derrote a Bane. Sin embargo, la victoria final de Batman frente a Bane y Thomas Wayne quedará empañada por la muerte de Alfred, uno de los personajes más queridos por los fans de Batman, lo que hace que se abra una nueva situación inédita en los 40 años que llevo leyendo las aventuras del Caballero Oscuro en continuidad.

En lo positivo, hay que agradecer las ganas de King de contar una historia diferente de Batman, y la ambición ante su idea de hacer una gran historia río de 100 números, que finalmente fueron recortados y se quedaron en 85. Toda la etapa de King está planteada para desmontar la frase clave que Joker le dijo a Catwoman y que provocó que le abandonara en el altar: “Él no puede ser feliz. Y seguir siendo Batman.” Tras un calvario a manos de Bane y Thomas Wayne, Bruce aceptará que SI puede ser feliz con Selina y seguir siendo Batman y defendiendo a los ciudadanos de Gotham. Esta clave, permitir que Bruce sea feliz, rompe una dinámica de ¿40 años? en el que DC impuso el Batman oscuro y afligido probablemente a partir de The Dark Returns y Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli, cosa que por ejemplo no pasaba en los 70 durante las etapas de Denny O Neil y Marshall Rogers.

La relación de Bruce y Selina es un amor maduro y sereno que me parece una de las grandes historias de DC de los últimos años. Una relación que ha estado tan bien contada y en la que hemos conocido tan bien la psicología de Bruce y Selina que hace que recuerde con vergüenza ajena anteriores representaciones de esta relación como el penoso Catwoman 1 de 2011, en el reinicio de los Nuevos 52, en el que convirtieron a Selina en un pedazo de carne sexualizada que visto ahora da mucha grima. Pensando en las estúpidas normas que la DC de Dan Didio impuso durante el reinicio de 2011 de los Nuevos 52 con restricciones a que los héroes se casaran o tuvieran hijos porque eso les haría parecer mayores ante las nuevas generaciones de lectores, me alegra que DC se haya atrevido a quitarse complejos y permitiera a King contar esta historia. Demostrándose una vez más que no hay malas historias (o personajes), sino autores y editores mediocres que no saben qué hacer con ellos.

La historia de King se siente como una única historia río en la que todo parece previsto de antemano y todos los secundarios tienen su importancia. Un ejemplo de esto es el detalle de la kriptonita metálica presentada en unas páginas de complemento en un Batman: Secret Files que muchos meses después va a ser el mcguffin que solucione el problema de Gotham Girl con sus poderes. Como ese ejemplo los hay a montones, con escenas sueltas que parece no pintan nada cuando se publicaron inicialmente que luego conectan y sirven para construir y dar un nuevo significado más adelante. Debido a la extensión, creo que no me equivoco si digo que esta etapa de Batman va a ser el trabajo más complejo que King ha realizado como escritor.

También debo reconocer que a veces es mejor apuntar al sol y quemarse como Icaro a pasar inadvertido. En este sentido, no dudo que King prefiere mantenerse en el escaparte mediático pudiendo escribir los comics que elija en cada momento a costa de generar polémica y división de opiniones entre los fans del Hombre Murciélago. Pero incluso a pesar de no conectar con la forma en que nos ha contado esta historia, no dudo que seguro King tiene un público fiel que agradece sus ticks y su narrativa super descomprimida.

También dentro de lo positivo, Batman es el comic más vendido de DC de largo de los últimos 20 años, así que no hay duda que los dibujantes van a ser unos fuera de serie. Y en este sentido, poder disfrutar de los españoles Mikel Janin y Jorge Fornés, o John Romita Jr y Lee Weeks, ha sido una pasada. Tony Daniel menos, las cosas como son. Aunque igual que digo esto, la falta de consistencia artística de esta etapa, publicada en Estados Unidos de forma quincenal, también acaba siendo un pero que hace que no disfrute de estos comics como me hubiera gustado.

Y hasta aquí, lo positivo. Realmente me gusta mucho la relación de Bruce y Selina, y reconozco la complejidad de la propuesta de King. Pero la ejecución me ha parecido lamentable. Empezando obviamente por la duración. 85 números para esta historia han sido demasiados, de hecho es quedarme muy corto. King simboliza actualmente lo peor del decompressing storytelling, contando en una grapa la nada y haciendo que arcos de 5 o 6 números te dejen siempre con la sensación que eso mismo podría haberse contado mejor con la mitad de páginas.

Que la historia tenía problemas narrativos queda claro desde el momento que DC cortó por lo sano y no dejó llegar a King hasta la mágica y soñada cifra de 100 comics como guionista de Batman, algo que King afirmaba que quería conseguir una y otra vez en las entrevistas de la época. Incluso Mikel Janin comentaba en un Salón del Comic de Barcelona que estaba seguro que King llegaría hasta el número 100 y le había contado sus planes para llegar hasta ahí. Incluso siendo Batman, el comic más vendido de DC Comics, entiendo que la editorial vio que el alargamiento excesivo estaba perjudicando las ventas de sus serie estrella por lo que optó por acortar los plazos y forzar el final anticipado.

Hay una corriente de opinión que dice que dado que los comics son un hobby caro (lo es), las grapas deben ser densas para que al menos nos cueste leer el comic un rato. Entiendo el sentido de esta opinión, porque es realmente frustrante leer un comic (¿he oído Bendis?) y comprobar que contiene dos escenas que se leen literalmente en tres minutos. Pero eso es una cosa y otra es el pomposo y sobrecargado estilo literario de King que convierte las páginas de los comics casi en historias ilustradas, empleando numerosas splash-pages para poner larguísimos diálogos en voz en off de personajes que no están en la escena y cuentan una historia diferente a lo que estamos viendo en imágenes. Algo que incluso sabiendo que al final todo adquiere sentido, convierte la experiencia de lectura en desagradable.

King estuvo tan concentrado con la complejidad general y en conseguir que todo cuadrara que se olvidó de lo principal que debe ser un comic de superhéroes: ENTRETENIDO. Y lamentablemente, un montón de grapas se convierten en un coñazo. Literalmente. Como digo, me gusta la relación de Bruce y Selina. Pero no son necesarios dos comics enteros de ellos hablando y dándole vueltas a los mismos temas redundantes para mostrarla a los lectores. Pensaba que la experiencia lectora mejoraría si leía todos estos comics de un tirón, pero es justo lo contrario. Esta sobrecarga de Tom King hizo que aún le viera más claramente todas sus costuras narrativas y todos los momentos alargados que alguien debería haberle hecho ver que se podrían haber contado mejor si fueran más cortos.

Pero más allá del continente o del estilo de King como escritor, el problema es que la historia en si, una vez la has leído de un tirón y piensas en ella, es ridícula hasta decir basta, haciendo que la suspensión de credulidad salte por los aires en numerosos momentos. El comic se caracteriza por estar repleto de personajes inteligentísimos que maquinan sus planes con meses de adelanto sin equivocarse nunca en nada. Empezando por un Bane que ¿se deja derrotar en «Yo soy Bane» para que Batman le encarcele en Arkham para así hacerse con el control de Gotham desde dentro? Ridículo. O qué decir de Batman, que descubrimos que empezó a planear su contra-ataque ya contando con ser derrotado en primer lugar y que esa derrota le permitiría aprender los conocimientos para derrotarles más adelante. En serio, es que este comic es así todo el rato con todos los personajes. Thomas Wayne también es así, lo que al final resulta cargante, redundante y muy poco entretenido.

Y qué decir de Alfred. Su muerte me ha dolido, porque es un personaje que me ha acompañado toda la vida. Pero peor es descubrir que él también planeaba por adelantado y se deja matar porque sabe que con su muerte Batman podrá salir victorioso frente a Bane y Thomas Wayne y si estuviera vivo sería un elemento de chantaje que provocaría la muerte de Bruce. Es emocionante la despedida en la que vemos una vez más que Alfred quiere a Bruce como si fuera su hijo. Porque lo es. Pero la forma en que nos cuentan su sacrificio me pareció patética. Y aparte del shock que esta muerte provoca, ¿realmente era necesario matar a Alfred? Sinceramente, me pareció algo de cara a la galería, como si King estuviera desesperado por intentar que se le recuerde por algo importante, la relación de Bruce y Selina no debe serlo, y para lograrlo acudiera al shock que la muerte de Alfred sabía que iba a provocar. Aunque obviamente algo así no puede hacerse sin el beneplácito de los editores, así que en este caso la responsabilidad es compartida, no sólo de King.

Inicié el artículo reconociendo que cada vez conecto menos con al forma de hacer historias de Tom King. Sin embargo, también es cierto que empecé a leer estos comic confiando que me gustaran. Cosa que no llegó a suceder. Pero si realmente hubiera pensado de antemano que no me iban a gustar os aseguro que no hubiera comenzado, desde luego tengo cosas mejores en emplear mi tiempo de ocio que leyendo 30 y tantas grapas que no me gustan. Dicho esto, una vez llegué hasta el comienzo de Ciudad de Bane, ahí si leía los comics por obligación, porque para entonces ya me habían perdido.

Porque esa es otra, Ciudad de Bane, el gran climax a 74 comics previos, al final es un bluf detrás de otro que se desinfla hasta niveles terribles, terminando la etapa de King en su momento más flojo. A pesar de los intentos de generar interés con cada una de las grapas y sus cliffhangers, el arco de 11 números se me hizo eterno y, a la vez, los finales a cada uno de los arcos, decepcionante.

Una vez acabada la etapa de King en Batman, y tras comprobar que su Mister Milagro me dejaba frío, comprenderéis que no tenga prisa en leer Rorschach o Strange Adventures. Aunque tampoco descarto hacerlo cuando tenga el estado mental adecuado.

En todo caso, no puedo más que exponer una vez más mi decepción ante esta larguísima y estirada etapa de Tom King en Batman. De hecho, esta larguísima extensión creo que a la larga también va a jugar en su contra y va a desanimar a muchos lectores a empezar a leerla en tomo. Aunque por supuesto puedo equivocarme, se me hace muy difícil imaginar un futuro en que alguien califique esta etapa como una de las ¿5/10 mejores? etapas del personaje.

PUNTUACIÓN: 5/10

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¡Saludos a todos!

Crítica de Superman, Up in the sky de Tom King y Andy Kubert (DC Comics – ECC Ediciones)

Tom King y Andy Kubert se han propuesto darnos un chute de Silver Age en vena a los lectores con Superman: Up in the Sky, comic creado para recordarnos porqué Superman no es sólo el primer superhéroe de la historia, sino también el mejor, y que ha sido publicado recientemente por ECC Ediciones en España.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

¡Superman echa a volar en esta emocionante aventura! Unos alienígenas han abducido a una niña llamada Alice, y Superman está decidido a localizarla en algún punto del cielo. El Hombre de Acero hará lo indecible durante la búsqueda y aceptará numerosos desafíos. Boxeará contra Mighto, evitará un ataque con misiles espaciales y combatirá junto al Sargento Rock en la Segunda Guerra Mundial. Mientras esté fuera, se preocupará por los habitantes de Metropolis y también por Lois Lane, el amor de su vida, y no podrá evitar plantearse un dilema filosófico importante: ¿es correcto salvar a una sola persona en lugar de centrarse en salvar a miles? Superman: Arriba, en el cielo, obra del guionista Tom King (Batman, Strange Adventures) y del dibujante Andy Kubert (El Caballero Oscuro III: La raza superior, Flashpoint), recopila los números del 1 al 6 de la impactante serie original.

Igual que el Universo Batman, este Superman Up in the sky nació originalmente en los comics que DC Comics preparó para los especiales de 100 páginas publicados en exclusiva para los supermercados Wall Mart, lo que significaban una estupenda oportunidad para conectar con nuevos lectores que en la mayoría de los casos jamás hubieran comprado un comic en una librería especializada. El éxito de la historia acabó provocando que DC recopilara la historia en una miniserie propia, Superman: Up in the sky, que ECC Ediciones acaba de publicar también es España.

Tom King aprovecha esta historia y la oportunidad que este comic le brindaba para conectar con nuevas generaciones de lectores para meterse de lleno en la Silver Age para mostrarnos al Superman más icónico, virtuoso y más-grande-que-la-vida que se le recuerda desde tal vez el All-Star Superman de Grant Morrison y Frank Quitely. Y lo cierto es el que propósito creo que lo cumple de sobra y satisfará a los lectores y fans de Superman de toda la vida, y diría que a las nuevas generaciones de lectores con esta historia con toques de cuento mitológico.

El comic es espectacular, más-grande-que-la-vida y con el toque positivo incluso delante de las situaciones más complejas que una historia de Superman debe transmitir. Y lo cierto es que entendiendo todo esto, debo reconocer que no acabo de conectar con la historia de King. Y es que mi Superman es el de John Byrne y de Richard Donner y Christopher Reeves, cuando se ponen tan en modo Silver-Age y super loco, no puedo evitar que una parte de mi cerebro desconecte, incluso reconociendo que hay un montón de momentazos super emocionantes.

De hecho, incluso creyendo que es un comic perfecto para nuevos lectores, también veo que estamos hablando de niños, ya que estas «12 pruebas de Hércules» super locas igual a un adolescente, sobre todo si ya están en fase rebelde, puede que no les encaje para nada debido precisamente por este toque loco , fantástico y un tanto infantil (en el buen sentido).

Y el caso es que el All-Star Superman de Morrison y Quitely me flipa muchísimo, y Morrison busca ser super Silver Age, al igual que King hace en este comics. Pero aquí la diferencia artística marca la diferencia, y es que nunca he conectado con Andy Kubert. A pesar de reconocerle una personalidadc larísima a sus páginas, no conecto ni con sus composiciones imposibles ni con sus figuras captadas en escorzos eternos. En este comic Kubert cuenta con la colaboración de Sandra Hope en el entintado y el color de Brad Anderson, que son dos de los mejores profesionales de la DC Comics actual, cada uno en su ámbito, y que realizan un buenísimo trabajo a partir de los lápices de Kubert.

Kubert se lanza a captar la esencia del Superman más puro, y reconozco que hace un buen trabajo, a pesar de que tiene algo en su estilo con el que no conecto. En parte, creo que la estructura del comic, planteado como 12 partes de 12 páginas cada una, tampoco hace que cada aventura pueda ser desarrollada convenientemente para atrapar al lector, lo cual no es tanto cosa de Kubert sino de King. Aparte que por la propia naturaleza mitológica del comic, realmente saber que no hay amenaza ni peligro que Superman no pueda vencer, por lo que la tensión se vuelve inexistente ante el claro e inevitable desenlace.

En todo caso, parece que le estoy sacando muchos peros a este comic y ya digo que en líneas generales me ha gustado bastante y creo que cumple maravillosamente bien su función de captar nuevos lectores. Quizá lo único es que no lo veo como el comic definitivo de Superman ni una obra maestra del personaje que entraría en un hipotético Top-5 histórico, como he leído comentar a algunas personas. Es un buen comic, seguro que si, pero tampoco tan bueno, y es importante que un lector no se acerque a este comic con unas expectativas imposibles de cumplir.

Supeman: Up in the Sky es un comic que hará las delicias de los lectores veteranos y los fans de Superman, y es perfecto para regalar para mostrar a los más pequeños por qué Superman es el mejor héroes de todos.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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¡Saludos a todos!

Crítica de Mr. Milagro de Tom King y Mitch Gerads (DC Comics)

Llevaba unos meses alejado de la actualidad de DC Comics, publicada en España por ECC Ediciones. Gracias a un amigo pude leer recientemente el excelente El Reloj del Juicio Final de Geoff Johns y Gary Frank, y hoy comento mis impresiones de uno de los comics de DC más premiados de los últimos años: Mr. Milagro de Tom King y Mitch Gerads.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

No hay prisión que pueda detenerle ni trampa de la que no pueda escapar. Él es Scott Free, la celebridad mundial conocida como Mr. Milagro, y es el mejor escapista del mundo. Pero ¿podrá llevar a cabo el truco definitivo y escapar de la muerte? Algo ha salido terriblemente mal con la perfecta vida que Scott y su esposa Big Barda habían construido para ellos en la Tierra. Mientras la guerra devasta sus mundos natales de Apokolips y Nueva Génesis, Darkseid, el cruel padre adoptivo de Scott, parece haber encontrado por fin la Ecuación de la Antivida, el arma que le dará la victoria total. Mientras las montañas de cadáveres en ambos bandos no dejan de crecer, solo Mr. Milagro puede detener la matanza y restaurar la paz. Pero el terrible poder de la Ecuación de la Antivida podría estar ya interfiriendo en su mente, distorsionando su realidad y rompiendo la frágil felicidad que ha encontrado en la mujer que ama. ¿Es la muerte la trampa que le ha estado esperando todo este tiempo? ¿O es la vida misma? ¿Y qué precio tendrá que pagar Scott Free para conocer la respuesta?

Los ganadores del premio Eisner Tom King (Batman, Vision) y Mitch Gerads (El sheriff de Babilonia) presentan una nueva y atrevida visión de una de las mejores creaciones de Jack Kirby en Mr. Milagro: ¡impactante, profundo y sumamente original, este clásico moderno de los cómics hará que te cuestiones todo lo que creías saber sobre los superhéroes!

Mr. Milagro fue creado en 1971 por Jack Kirby y forma parte de los Nuevos Dioses y su Cuarto Mundo. Sin embargo, dentro de ser unas historias muy apreciadas por los fans del “Rey” Kirby, nunca ha contado con una regularidad en la publicación de sus comics. Esta miniserie de Mr. Milagro de 12 números fue publicada en Estados Unidos entre 2017 y 2018 y cuenta como el Volumen 4 del personaje, siendo el volumen 3 una serie de corta duración (7 números) publicada en 1996. Ya veis, hemos tenido muy poco del personaje en estos 20 años, con la única excepción de la miniserie de Grant Morrison de 2005-06 de cuatro números protagonizada por Shilo Norman, que formaba parte del experimento narrativo que fueron los 7 Soldiers.

Mr. Milagro de Tom King y Mitch Gerads ha disfrutado de un éxito de crítica y público bestial. Ya en 2018 con la serie a mitad Tom King y Mitch Gerads ganaron los Eisner a Mejor Escritor (junto a Marjorie Liu) y Mejor Artista Dibujante / Entintador. En 2019 se confirmó la aclamación universal a este comic, que acabó ganando los Eisner a Mejor Serie Limitada, Mejor Escritor (ahora ya sí King en solitario) y Mejor Artista Dibujante / Entintador.

King y Gerads empezaron una más que fructífera colaboración en 2015 con su primera serie Sheriff of Babylon, publicada en el sello Vertigo. Tras algunos números sueltos en el Batman de King, Mr. Milagro ha significado su consagración en el medio. Actualmente, King y Gerads están publicando su nueva serie Strange Adventures, en la que han cogido a otro personaje poco conocido o utilizado como es Adam Strange, un aventurero de la Tierra que se ve transportado al mítico mundo de Rann por un rayo Zeta de teletransportación, como centro de su mirada personal.

Tras esta primera parte en el que confirmo el éxito creativo sin paliativos que este Mr. Milagro ha supuesto para Tom King y Mitch Gerads, una vez he leído los 12 números de un tirón lamentablemente debo decir que este comic NO es para mi.

Al final, todo Mr. Milagro gira en torno a la metáfora de un adulto que debe madurar, abandonar las aventuras de juventud y asumir lo que significa la paternidad (y el matrimonio). El mensaje, aunque ambiguamente presentado, está para mi muy claro a lo largo de la serie, y tras la lectura he encontrado un enorme desequilibrio entre el envoltorio y el contenido.

En este sentido, debo indicar que no he conectado nada en absoluto con la historia de King, pero tampoco con el dibujo feísta de Gerads, que ejerce de artista completo aplicando también el color. Además de la metáfora sobre las obligaciones de la paternidad, hay otra metáfora para mi muy clara en el uso repetitivo de una estructura de página de 9 viñetas, unido al uso de múltiples viñetas idénticas: Tras las aventuras de la juventud, los adultos debemos asumir que la vida, sobre todo a partir de tener hijos, se vuelve monótona y repetitiva.

Gerads emplea sus conocimientos en diseño gráfico para plantear dos mundos en constante contraste, el mundo “real” en la Tierra en el que los tonos azulados y grisáceos dominan, y el mundo de Apokolips en el que el rojo es protagonista. Esto hace que cuando en varios momentos la historia mezcla la gama cromática plantea la duda de si Scott Free está viviendo esto en realidad, o si se encuentra preso de una prisión del pensamiento imposible de superar. Unido a esto, aunque en general Gerads hace un trabajo estupendo en lo referido a las expresiones faciales, sus páginas tienen cero narrativa y con unas figuras decepcionantes que no transmiten el movimiento que deberían.

¿Está Scott en el cielo, en el infierno o el mundo real es una mezcla de todo? ¿Acaso importa si Scott es feliz? El final ambiguo de la historia de King hace que todas las interpretaciones sean posibles, lo cual también en parte me parece tramposo por su parte, como si supiera que no dar respuestas fuera una solución “AUTORAL” que le iba a asegurar los premios y el reconocimiento. Como lector me gusta cuando una obra desafía mi percepción y mis ideas preconcebidas, pero no que me alarguen una idea que no daba para tanto gracias a un continente bastante vacío en mi opinión.

E igual que digo esto, hay momentos de gloria que brillan a gran altura, como en el número 9 en el que Scott alterna su vida de guerrero contra Darkseid con los momentos en los que disfruta en su casa de la paternidad con su hija recién nacida, que me llegaron porque me hicieron recordar lo que sentía siendo padre primerizo al volver a trabajar tras finalizar la baja de paternidad, en el que sólo pensaba en llegar a casa para estar con mi hijo. La situación en que se encuentra Scott Free es una que todos los padres / madres nos hemos encontrado, y consiguió que me identificara completamente.

Por cierto, lo que si me han encantado son las portadas de Nick Derington para esta serie, al igual que las portadas alternativas del propio Gerads, que congelan momentos de gran iconicidad y que las hacían destacar respecto a otros comics de DC que se publicaban en ese momento.

Se que mi opinión sobre Mr. Milagro se encuentra completamente en minoría, pero incluso sin acabar de gustarme como me cuentan King y Gerads esta historia, me parece perfecto que se hagan comics diferentes que se salgan de la zona de confort superheróica. Este es el detalle clave por el que creo que no pasa nada si no he conseguido conectar con este Mr. Milagro, creo que cuanta más variedad se publique, más lectores de todo tipo se acercarán al mundo del comic, lo cual siempre será bueno para la industria en su conjunto.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Detective Comics 1000 – Feliz 80 cumpleaños, Batman

DC Comics ha publicado el número 1000 de la serie Detective Comics protagonizada por Batman, un evento que no me podía perder y que quiero destacar esta semana tras tenerlo por fin en mis manos.

Este especial reúne a los principales nombres de la editorial para recordarnos por qué Batman sigue siendo tras 80 años unos de los mejores personajes del mundo del comic americano, manteniendo una salud envidiable. Las historias y equipos creativos que vamos a encontrar en este especial son los siguientes:

 

  • “Batman’s Longest Case”, de Scott Snyder y Greg Capullo

Uno de los equipos artísticos con más talento de la historia del Caballero Oscuro nos ofrece esta historia en la que Batman sigue pistas alrededor del mundo para desentrañar un caso que le ha costado años en resolver.

  • “Manufacture for Use ”, de Kevin Smith y Jim Lee

El director de Clerks y uno de los artistas más visionarios de Batman nos presentan una historia que va desde Batman luchando contra sus grandes enemigos como el intento por localizar la pistola que mató a sus padres.

  • “The Legend of Knute Brody”, de Paul Dini, Dustin Nguyen, Derek Fridolfs y John Kalisz

Los villanos de Gotham hablan, en estilo documental, sobre el que posiblemente sea el peor esbirro de la historia, Knute Brody.

  • “The Batman’s Design”, de Warren Ellis y Becky Cloonan

Warren Ellis presenta “The Batman’s Design” junto a Becky Cloonan, la primera mujer que dibujó a Batman en la serie principal, una historia en la que Batman sigue a un grupo de mercenarios tecnológicamente modificados hasta un almacén, donde se cree que los han atrapado.

  • “Return to Crime Alley”, de Denny O’Neil y Steve Epting

Una secuela directa del clásico de O’Neil “There Is No Hope in Crime Alley”, de ‘Detective Comics’ #457, en el cual Leslie Thompkins hace que Batman se enfrente a su adicción a la violencia, la cual, piensa, perpetúa el horror que le hizo ser quien es.

  • “Heretic”, de Christopher Priest y Neal Adams

Christopher Priest se une al clásico dibujante de Batman Neal Adams para contarnos un nuevo encuentro de Batman con la Liga de Asesinos de Ra’s al Ghul.

  • “I Know”, de Brian Michael Bendis y Alex Maleev

El equipo creativo detrás de SCARLET echa un vistazo a un particular futuro de Batman y el Pingüino.

  • “The Last Crime in Gotham”, de Geoff Johns y Kelley Jones

Historia ambientada en un futuro cercano en el que la familia de Batman y Catwoman se enfrenta a la familia del Joker y Harley Quinn.

  • “The Precedent”, de James Tynion IV y Alvaro Martínez

El equipo de James Tynion IV y Álvaro Martínez regresa a ‘Detective Comics’ después de su exitosa etapa en Rebirth, con la noche en la que Bruce Wayne decidió traer de vuelta a Dick Grayson a su mundo.

  • “Batman’s Greatest Case”, de Tom King, Tony Daniel y Joëlle Jones

Tom King nos cuenta una reunión de todos los miembros de Batfamilia a petición de Batman con un propósito muy especial.

  • “Medieval”, de Peter J. Tomasi y Doug Mahnke

Arkham Knight, personaje de los juegos de PS4 hece su primera aparición en un cómic de DC, con una historia que nos llevará a diversos encuentros de Batman con sus villanos a lo largo de su carrera desde los ojos de Arkham Knight.

 

Tras leer este comic hay varias impresiones rápidas que quiero compartir. En primer lugar, lamentablemente tengo que destacar (para mal) la horrible portada obra de Jim Lee que DC Comics ha elegido para que pase a la posteridad. Lee actualmente es co-editor de DC Entertainment (DCE) junto a Dan DiDio, y da un poco de vergüenza el caso de nepotismo, guardándose el jefe la mejor parte del pastel como ya pasó el año pasado con el Action Comics 1000. Hay muchísimas portadas mejores que la de Lee, como las que decoran esta entrada obra de Greg Capullo, Patrick Gleason, Brian Boland o Gabrielle del’ Otto  entre otros.

Como comentaba antes, referente a los autores que trabajan en este numero, los principales escritores de la DC actual tienen cabida en este especial, como los escritores actuales de Batman Tom King y James Tynion IV, los anteriores Scott Snyder y Peter Tomasi. asi como pesos pesados de la editorial como Geoff Johns, Brian Michael Bendis, Denny O’ Neil, historia viva del personaje, y Paul Dini, que creó la sobresaliente serie de Animación Batman Adventures que fue durante años la versión más pura del personaje. Se me hace más raro ver escribiendo en este especial a Kevin Smith, Warren Ellis o Christopher Priest, que apenas han tenido relación con el personaje en todos estos años. O el propio Bendis, todo hay que decirlo.

En el apartado artístico, lo primero es celebrar la presencia del español Álvaro Martínez, dibujante titular de Detective Comics. Martínez se une a un listado bestial de nombres ilustres como Neal Adams, Kelley Jones, Greg Capullo, Steve Epting o Jim Lee, además de Dustin Nguyen, Doug Mahnke o Tony Daniel. A la lista hay que añadir a Becky Cloonan, la primera mujer que dibujó un número de la serie regular de Batman en 2012.

Como ya me pasó el año pasado con el especial de Action Comics 1000, se me hace muy extraño que DC no haya invitado a Grant Morrison a trabajar en este especial. O a autores históricos como Frank Miller o David Mazzuchelli.

En lo referido a las diferentes historias, lamento decir que me han parecido una pequeña decepción. Aunque los dibujantes son todos geniales, las historias en su mayoría no dejan de ser anécdotas que no apelan demasiado al gran icono del Hombre Murciélago. Esta sensación no la tuve con el especial Action Comics 1000 publicado el año pasado.

Curiosamente, las mejores historias de este tomo son las de Kevin Smith y Warren Ellis, quizá precisamente por casi no haber tocado al personaje antes, y se nota que han intentado contar algo especial, o al menos, algo diferente.

Otra historia destacable es la presentación de Peter Tomasi de Arkham Knight contada con bestiales splash-pages de Douglas Mahnke. Y mención especial al español Álvaro Martínez que dibuja una de las historias junto al guionista de la serie James Tynion IV. Una historia muy chula de los primeros días de Dick Grayson como Robin, que confirma a Martínez como una de las estrellas emergentes para la editorial.

Por el lado negativo, las historias de los guionistas de la serie de Batman Scott Snyder (desde el relanzamiento del New DC Universe) y Tom King (desde Rebirth) son super chorras, como si no mereciera esforzarse más.

En resumen, mi yo coleccionista no pudo evitar comprar este Detective Comics 1000, pero a pesar de algunos buenos momentos puntuales, me ha parecido mucho menos inspirado que el especial de Superman del año pasado. No es un comic «reader-friendly» destinado a captar nuevos lectores, sino un especial pensado para los lectores veteranos y los coleccionistas.

Batman es uno de los personajes más icónicos del mundo del comic, conocido en todo el mundo incluso por gente que jamas ha leído un tebeo. Ahora que celebramos su 80 aniversario con este número 1000, espero que sirva para recordar a las nuevas generaciones que está más vivo que nunca y que va a seguir ofreciéndonos grandes historias y mucho entretenimiento durante mucho tiempo.

¡Brindo por otros 80 años!!!

 

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