Termina el actual volumen de X-Force que se ha desarrollado a lo largo de 50 números USA. Hoy quiero comentar el último arco «Objetivo: La Bestia» del equipo habitual de Benjamin Percy y Robert Gill.
PUNTUACIÓN: 6/10
¡El renacimiento de X-Force! Después de las revelaciones acerca de Coloso y La Bestia, X-Force debe reagruparse en una nueva base en el fin del mundo. Pero si el ambiente del ártico no acaba con ellos, quizás Orchis sí lo consiga.
Y después, comienza la saga que llevas años esperando: “Objetivo: La Bestia”. Hank McCoy fue el líder de X-Force. Ahora se ha convertido en su principal misión. X-Force contra La Bestia. ¡Y responderá por todos sus crímenes!
Estas cuatro últimas grapas de Panini incluyen X-Force 47-50 USA.
X-Force ha sido la única colección de la Era de Krakoa que ha comprado de inicio a fin. Pensando que incluso ha acabado dejando la colección principal de X-Men tiene que se un hecho muy positivo, al conseguir este equipo de operaciones encubiertas lo que no ha conseguido la serie principal de la franquicia. Pero tengo que reconocer que nunca fue mi serie favorita de Panini, aunque si me ofrecía un entretenimiento suficiente como para querer seguir comprándola al mes siguiente. Llegados a este punto, tenía claro que NO iba a dejar de comprar la colección cuando apenas faltaban 4 meses para terminar la serie.
Y más cuando la propia Marvel se encargó de publicitar que el último arco trataría sobre la intención de hacer pagar a Bestia por todas las tropelías que ha cometido en los últimos meses y años, desde el inicio de esta etapa. Una de las partes más interesante de este volumen de X-Force giraba precisamente en torno a Bestia y como con la mejor de las intenciones (proteger a los mutantes de Krakoa), un héroe podía acabar convirtiéndose en alguien igual de malo que los villanos que se supone combate. La forma en que ha ido pasando de un mutante bordeando zonas grises para convertirse en un villano con sus propios planes sobre cómo debe dirigirse el mundo de los mutantes ha sido la gran subtrama de esta colección. Una trama que culmina ahora, y lo hace de la peor forma posible.
Y tras un número 42 (nº 47 USA) en el que los mutantes se reagrupan en una nueva base de operaciones, en el nº 48 USA se inicia la caza de Bestia. Una cacería que es super anticlimática desde el primer momento, algo que conduce a un final super decepcionante que me parece una pequeña estafa al lector.
Benjamin Percy ha sido un guionista con muchos altibajos. Es capaz de crear historias super macarras y no tenía miedo de ensuciar las manos de los protagonistas de sangre, pero en muchos momentos ha pecado al plantear soluciones demasiado sencillas y convenientes, como si se quedara sin espacio en las grapas y tuviera que terminar demasiado rápido.
En este último arco “Objetivo: La Bestia”, Percy ya empieza planteando una gran trampa, y es que ante la imposibilidad de encontrar a Hank McCoy por métodos convencionales, los mutantes deciden revivir un clon de la Bestia cuya memoria sólo llega hasta sus años de pertenencia a los Defensores, algo que sucedió a mitad de los años 80. La idea es tener a alguien que piense como esta Bestia Oscura, aunque el revivido McCoy es una versión que nunca tuvo siquiera que pensar en comenter ningún crimen. El despertar de este clon indicaba que las ideas de Marvel podían pasar por la sustitución de un personaje por otro, cosa que finalmente ha sucedido. Que tras 50 números esto sea todo lo que se le ha ocurrido a Percy para acabar su historia me ha resultado un bajonazo increíble. Aparte que tener ahora a una Bestia «buena» sacada de otra época es algo qua ya hemos visto en otras ocasiones y me parece la solución más burda posible.
Como podéis ver en la portada del número 44 de Panini, Percy juega a tope con el factor nostálgico al repetir el mítico dúo de Bestia y Hombre Maravilla que conocimos en las páginas de los Vengadores. Pero es un team-up que parece un gimmick más que otra cosa, con una resolución de la historia que no puede ser más decepcionante.
En la parte del dibujo, el número 47 USA (42 de Panini) está dibujado por Daniel Picciotto, con color de GURU-eFX, que ha sido el colorista de toda la serie. En el resto de números ya tenemos a Robert Gill, el que ha sido el dibujante oficial de la colección en esta última etapa. En positivo, me gusta que por una vez, Marvel haya dado la oportunidad al artista titular de dibujar en su totalidad en último arco, para que estos últimos números tengan al menos una coherencia gráfica.
Lo malo es que Gill, y lo mismo vale para Picciotto, es un artista extremadamente normalito. No diré que sea malo, porque la historia la cuenta de forma razonablemente bien, pero no sabe imprimir ni fuerza, ni expresividad y personalidad. En un dibujo tan gris que provoca que nada destaque. Y si a eso le sumamos que la historia de Percy es tramposa y decepcionante, tenemos unos comics que no consiguen dejarme con buen sabor de boca.
Destacar en positivo las expresivas y potentes portadas de Daniel Acuña, que para mi suponen lo mejor den estos comics en lo relativo al apartado artístico. Unas portadas que resaltan aún más si se comparan con el nivel del dibujo de Gill.
En resumen, triste final para este volumen de X-Force, que ha dejado a la colección en su punto más bajo. Descansen en paz, X-Force.
Comparto las primeras páginas del comic:
X-Force ha terminado de la forma más anticlimática e insatisfatoria posible. Triste final para un volumen que empezó por todo lo alto y se ha ido desinflando a medida que pasaban los meses. Un poco como toda la Era de Krakoa.
PUNTUACIÓN: 6/10
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