Archivo de la etiqueta: Alex Ross

Crítica de El Inmortal Thor 1 de Al Ewing y Martín Cóccolo (Marvel Comics – Panini)

Comienza la nueva etapa de Thor de la mano de Al Ewing y Martín Cóccolo, con alucinantes portadas de Alex Ross. Y la propuesta de Ewing me ha conquistado, a pesar de alguna cosa que también comentaré.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Al EwingMartín Cóccolo y Alex Ross dan al Dios del Trueno el tratamiento «Inmortal». Le han llamado de muchas maneras. Los dioses le conocen como el Rey de Asgard, guardián de Mjolnir, héroe de las historias. Cuando las injusticias golpean la Tierra, lucha por aquellos que no pueden hacerlo. Ésta es la historia del Inmortal Thor. 

Al Ewing comenta al final de la grapa cómo conoció al personaje de Thor y su aproximación al personaje de cara a esta nueva etapa que se inaugura con este número. Y fue leerlo y sentir que había clavado lo que se supone que es Thor para mi y lo que le hace grande. Por un lado, sus aventuras no deben ser contra villanos terrenales. Aunque está bien que en algún momento detenga un robo a un banco, su carácter de DIOS le deben lanzar contra amenazas más grandes que la vida, que muestren que no es un héroe como los demás. Sus aventuras deben ser más grandes, mejores. Esto es algo que muchos otros autores han planteado, sin ir más lejos la pasada etapa de Donny Cates en la que planteaba la amenaza del Invierno Negro. La parte que más me ha gustado de esta premisa de Thor es la afirmación de Ewing que le gusta ver a un Thor que ríe. Y esto para mi, tenerle desde una vertiente positiva y optimista incluso cuando se enfrente al Ragnarök, me gusta mucho. Algo que contraste con la etapa de Cates en la que le convirtió en un protagonista desagradable y un poco capullo. Y que al final fue el motivo por el que ese comic no funcionó, incluso cuando Cates lo escribía.

Más allá de la premisa, leyendo esta primera grapa de El Inmortal Thor te das cuenta que Ewing ha clavado al personaje. Su felicidad al ver la reconstrucción de Bifrost, el puente del Arco Iris, es algo contagioso. Como también me gusta mucho la conexión de Thor con Midgard y el importante papel que Ewing plantea para Loki como Contador de Historias además de Dios de las Mentiras. Y por si fuera poco, la presentación de Toranos y la propia existencia de Utgard, el reino de las sombras que son de alguna manera los Dioses de los Aesir, plantea una amenaza más grande que la vida que hace que lectura de las siguientes grapas y en realidad de todo el primer arco sea una obligación. Como primer número de una nueva etapa, este comic me parece modélico.

No todo es bueno en esta grapa, lamentablemente. La premisa de Ewing y en general su guion de esta primera grapa me han gustado mucho mucho. Pero sin embargo, el dibujo de Martín Cóccolo me parece totalmente inadecuado. De hecho, me parece un error tremendo por parte del editor el haberle dado este encargo. Creo que conocí a Cóccolo hace unos meses con el crossover de Thor y Hulk, un arco mediocre como pocos, de historia pero también de dibujo. Y aunque buscando algo positivo que decir creo que está más acertado que en dichos comics, lo cierto es que en este El Inmortal Thor a su dibujo le faltan muchas cosas, empezando por la personalidad. Por cierto, el color de Matthew Wilson sí me parece que está muy bien, sobre todo en la presentación de Toranos.

Se habla mucho de la celebrada etapa de Ewing en El Inmortal Hulk. Pero ese comic es histórico empezando porque tenía a un fuera de serie como Joe Bennet que plasmó como nadie la atmósfera terrorífica de la historia de Ewing con sus toques de body-horror. Con otro dibujante menos bueno, como Cóccolo por ejemplo, el impacto de ese comic no hubiera sido ni la mitad. Y es precisamente el problema que ver en este comic. (Por cierto, un inciso para destacar para mal el texto rastrero de Panini en esta grapa en la que intencionadamente no nombran a Bennet por su nombre al hablar de El Inmortal Hulk, hablando de «y el dibujante que acompañó a Ewing». Lamentable es poco, y confirma que a Bennet está en pleno proceso de cancelación, no recuerdo muy bien por qué declaraciones).

El dibujo de Cóccolo puede ser anatómicamente correcto y no realiza ninguna locura narrativa a la hora de contar la historia, pero a la vez todo es muy plano, incluso a pesar del buen hacer de Wilson en el color. No hay momentos de WHOA!!!, y los que hay son gracias al color. El dibujo debería transmitir la sensación de «más grande que la vida» y no lo consigue, pero tampoco en la narrativa, en la forma de contar la historia no ves más que planos medios «normales» sin nada que haga que flipes y que te haga pensar que este comic es mejor que cualquiera de los otros 100 que Marvel publica todos los meses. En lo referido al dibujo no lo es, y «normal» o «correcto» seguro no es suficiente cuando hablamos de THOR.

Las caras de Thor son super inexpresivas y me da la sensación como si Cóccolo trabajara con photoshop o similar y todas sus caras estuvieran hechas a partir de una plantilla base, de forma que tampoco genera que tengamos conexión emocional con un personaje que por otro lado la historia de Ewing lo pone todo de su parte para que Thor sea el DIOS más grande y este comic el mejor de todo el catálogo de Marvel. Cosa que Cóccolo lamentablemente no aprovecha. Me gusta que Ewing haya optado por un back-to-basics al devolverle a Thor su traje clásico, indicando que no por ser su traje más modernos sus aventuras tienen que ser mejores. Y en ese sentido, si destacaría el enorme portadón de Alex Ross, un dibujante que ya hizo las portadas de El Inmortal Hulk y que en Thor puede darnos las imágenes más grandes que la vida que lamentablemente el dibujo interior no nos va a dar. Me flipa mucho la plenitud creativa en la que se encuentra Ross dentro de Marvel, por ejemplo con las portadas en Doctor Extraño.

Me sabe muy mal que el dibujo de Cóccolo me parezca tan montonero e inadecuado, porque la historia de Ewing si me ha gustado mucho. En todo caso, como comentaba al comienzo, creo que leeré seguro toda la etapa de Ewing. Ojalá Cóccolo con el paso de los meses se entone un poco más de lo que ha estado en esta primera grapa.

Comparto las primeras páginas del comic:

A pesar del dibujo inadecuado, El inmortal Thor ha comenzado de la mejor forma posible. Ganazas de leer las siguientes grapas.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Crítica de Marvel Arts. Los Cuatro Fantásticos: Círculo Cerrado de Alex Ross (Abrams ComicArts – Panini)

La publicación de Los Cuatro Fantásticos: Círculo cerrado de Alex Ross es un acontecimiento que ningún fan de los 4F se debe perder.

PUNTAUACIÓN: 9/10

Después de que un intruso aparezca en el Edificio Baxter, Los Cuatro Fantásticos se encuentran rodeadores de un enjambre de parásitos. Proceden de la Zona Negativa y han llegado a la Tierra a través de un huésped humano. ¿Con qué propósito? ¿Quién está detrás de ellos? La Primera Familia debe acudir a la Zona Negativa para averiguarlo. Marvel se enorgullece en presentar la primera obra de una nueva colección de gran formato, en colaboración con Abrams ComicArts, con el aclamado Alex Ross revisitando una historia clásica de Stan Lee y Jack Kirby. ¡Nada es imposible y todo puede pasar!

Este volumen de 64 páginas en tapa dura contiene Marvelarts. Fantastic Four: Full Circle USA.

¡Fua, chaval!!! Qué maravilla de comic!! Si eres (o en algún momento fuiste) fan de los 4 Fantásticos, no te puedes perder esta Novela Gráfica, que ofrece una de las lecturas más satisfactorias en muchísimo tiempo. Fin de la reseña. 😀

Ahora en serio, Círculo cerrado no es una historia vacía a mayor gloria del dibujo de Alex Ross. Estamos una de las mejores celebraciones de lo que significan los 4 Fantásticos para varias generaciones de lectores. Gracias a la Primera Familia vivimos unas aventuras que nos enseñaron lo que significaba «sense-of-wonder» antes incluso que el término se acuñara o se utilizara en el mundo mainstream, y este volumen nos devuelve a esa sensación que teniamos de críos y abriamos un comic de los 4F por primera vez. A partir de la historia «This man… This monster!» de Stan Lee y Jack Kirby, una historia publicada originalmente en el número 51 de Fantastic Four en 1966, Ross plantea esta novela gráfica como una suerte de continuación de dicho comic, narrando sucesos y presentando personajes que aparecían en esa historia. Sin embargo, este detalle que es café para los muy cafeteros no resulta un problema para el disfrute del comic, ya que el propio Ross resume hábilmente este comic al comienzo de su obra para que entiendas todo y tengas claro de donde vienen todos los personajes.

No hace falta descubrir a Ross como artista, pero sí que me ha sorprendido su habilidad como autor completo. El amor de Ross por los personajes y sus conocimientos históricos casi enciclopédicos también son hechos conocidos que no sorprenden, pero luego hay que tener habilidad para plasmar esos conocimientos en una historia interesante que transmita el carisma de los personajes y permita el lucimiento artístico de Ross. Círculo Cerrado consigue eso y mucho más. A partir de un nuevo viaje de la Primera Familia a la Zona Negativa, asistiremos a una master-class narrativa a manos de Ross, que nos muestra de forma super chula y potente a algunos de los habitantes de este peligroso universo paralelo. Y a los 4 Fantásticos con una fuerza que no tenían en una página impresa desde que Jack Kirby (años 60) o John Byrne (años 80) los dibujaran.

Ross sabe sacar todo el partido al formato extra-grande de 21.59X27.94 cm que tiene este tomo y riega las 64 páginas de algunas splash-pages que sólo puedo calificar de históricas y que me han volado la cabeza. Pero aparte de la potencia de las imágenes, este volumen deja en mal lugar al 99% de los comics publicados en la actualidad con un dibujo extraordinario con figuras reconocibles y unos escenarios con fondos super chulos siempre que son necesarios. A Ross siempre se le ha acusado de que sus figuras pecan por falta de fluidez, al resultar demasiado estáticas al utilizar la foto referencia para pintar sus comics y portadas. No es el caso de este comic, en el que gracias a unas composiciones y unos planos super dinámicos consigue que la lectura haga sido un placer de principio a fin. Como hijo de los 80 que empezó a amar los comics de superhéroes gracias a George Pérez o John Byrne, reconozco que Jack Kirby en su momento me parecía un artista viejuno con un estilo que no pegaba con los nuevos tiempos. Alex Ross consigue con Círculo cerrado transmitir lo que los lectores de los 60 debieron sentir la primera vez que vieron un comic de los 4F dibujado por Jack Kirby, que ofrecía un torrente de fuerza e imaginación.

La Silver Age es un periodo que siempre le ha encantado a Ross. En este sentido, realmente el comic tiene una increíble cualidad atemporal que hace que la sensación sea aún más satisfactoria que si estuviera situado en algún momento cronológico concreto. Sabemos que estos sucesos tienen lugar después del antes mencionado Fantastic Four 51 de 1966, y el estilo de Ross realmente se inspira en la representación gráfica de Jack Kirby, con un peinado y figura de Susan Storm que nos devuelve a los años 60 y unas figuras con facciones cuadradas que transmiten muchísima fuerza. Sin embargo, al aparecer los dos hijos de Reed y Susan al final del comic, Franklin y Valeria, su ubicación cronológica real sería bastante más compleja, ya que el personaje de Valeria Richards (antes Von Doom) no fue creado hasta 1999 por Chris Claremont y Salvador Larroca. Esto diría que es un elemento superfluo para Ross, porque como digo creo que plantea el comic como una historia atemporal que pueda ser leída y disfrutada por cualquier tipo de lector, no sólo ahora, sino dentro de 20 años.

En muchos sentidos, este comic con sus imágenes más-grandes-que-la-vida me han recordado porqué durante muchos años resultaba impensable pensar en la posibilidad que se pudiera hacer una buena película en imagen real de los 4 Fantásticos. De hecho, el principal problemas de las dos primeras películas de 2005 y 2007 (la de Roger Corman no cuenta) dentro que sí tenían el espíritu correcto de los comics es que se quedaban demasiado mundanas, olvidando por problemas presupuestarios la cualidad de imaginautas de la Primera Familia. Este comic nos muestra todo lo bueno del comic original, pero también lo difícil que resultará hacer una buena película si no se complementa a una correcta caracterización de los héroes esta cualidad de aventuras únicas diferentes a todo.

Tras disfrutar de este maravilloso comic, a parte de recomendarlo a todo el mundo, sólo me queda espera que se venda muy bien y Ross haya quedado lo suficientemente satisfecho de la experiencia como para que quiera repetirla con otros personajes del Universo Marvel, como hizo en su momento con los especiales que creó en DC Comics junto al escritor Paul Dini de Batman, Superman, Wonder Woman Shazam o la Liga de la Justicia. Si cada dos años Ross sacara un nuevo especial Marvel Arts yo sería extremadamente feliz, no os puedo engañar.

Por decir algo menos bueno, hay que reconocer que el precio de 25€ para un comic de 64 páginas es alto, incluso reconociendo el formato extragrande y la tapa dura con sobrecubiertas. Esto puede significar una barrera que impida la compra a muchos lectores, pero en el caso de esta obra de Alex Ross, realmente estamos ante un comic que merece la pena tener, así que irlo añadiendo a las listas de deseos para las Navidades, porque realmente no os lo deberíais perder.

Comparto las primeras páginas de este volumen:

Los 4 Fantásticos: Círculo cerrado de Alex Ross es una maravilla, un comic de compra obligada que nos recuerda el carisma de los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby y porqué fueron durante una época el centro del Universo Marvel. No te lo puedes perder.

PUNTUACIÓN: 9/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Leyendo Secret Wars de Jonathan Hickman, Esad Ribic, Ive Svorcina y Alex Ross

Tras terminarme la larguísima historia-río que Jonathan Hickman planteó en Vengadores y Nuevos Vengadores (puedes leer las partes uno, dos, tres, cuatro y cinco en los links respectivos), resulta obligatorio recuperar Secret Wars, el evento de Marvel de 2015/16 con dibujo de Esad Ribic, color de Ive Svorcina e icónicas portadas de Alex Ross que nos dio una de las historias más satisfactorias del siglo XXI.

PUNTUCIÓN: 8.5/10

¡El mayor evento de la historia de Marvel! La Incursión final tiene lugar. El Universo Marvel colisiona con el Universo Ultimate. Cuando ambos hayan desaparecido, todo lo que quedará será… Mundo de Batalla, una nueva realidad gobernada por el único hombre que pudo salvar los restos de la destrucción: Victor Von Muerte.

Publicada en Estados Unidos entre mayo de 2015 y enero de 2016, Marvel anunció esta miniserie inicialmente como de ocho números, pero finalmente amplió la serie con un noveno número final. Aunque los tres primeros números salieron con periodicidad quincenal, finalmente el resto de números se publicaron mensualmente, con un salto de un mes entre los números 5 y 6 que permitió a Ribic coger aire y recuperar el ritmo de publicación hasta el final de la serie.

Jonathan Hickman comenta que la idea de hacer unas Secret Wars con un Mundo de Batalla la tenía en la cabeza desde mucho antes de empezar a trabajar en Vengadores. De hecho, era un tema de conversación recurrente con el editor Tom Breevort, que la encontraba interesante pero creía que la idea necesitaba ser más trabajada y esperar al momento adecuado para lanzarla. Estamos hablando de 2009-2010, mucho antes de que Hickman desembarcara en Vengadores. De hecho, durante un tiempo Hickman planteó un escenario en el que su etapa en 4 Fantásticos presentara el concepto de las Incursiones y culminara en estas Secret Wars. Finalmente, la idea tuvo que ser aparcada hasta más adelante.

Las Secret Wars originales se publicaron en 1984-85 y es una de esas ideas que los fans recordamos con cariño incluso reconociendo que la historia dejaba bastante que desear. Aparte de la realidad de saber que la maxiserie fue un masivo elemento de promoción para convencer a Mattel de que apostara por los personajes de Marvel y lanzara su propia línea de figuras de acción. Figuras y naves que yo compré cuando salieron en España, las cosas como son. Dicho esto, el comic de Jim Shooter, Mike Zeck y Bob Layton sigue siendo una de las historias de mayor importancia histórica para Marvel por todo lo que supuso para sus personajes y la forma en que lanzó la idea de eventos dentro del universo Marvel desarrolladas en miniseries fuera de las colecciones normales.

A la hora de recrear las Secret Wars en el siglo XXI, Marvel y Hickman plantearon repetir la idea de un Mundo de Batalla creado de retazos de otros mundos, con la diferencia de ser creado por Victor Von Muerte en lugar de por el Todopoderoso de la historia original. Aprovechando la última Incursión que marcó el final de la etapa de Vengadores y Nuevos Vengadores que provocaría la destrucción de todos los universos, se creaba el marco narrativo perfecto para plantear un evento a gran escala que repitiera el concepto (y el éxito) de la Era de Apocalipsis (1995-96) dentro de la franquicia mutante, pero ampliado a todo el Universo Marvel.

El principal problema que le veo al final de la etapa de Hickman en Vengadores, aparte de los personajes fuera de su caracterización icónica (te miro a ti, Steve Rogers) es que planteó un NO final en ambas colecciones, al dejarlo todo abierto de cara a las Secret Wars. Sin embargo, como lector de Secret Wars la situación es la contraria, ya que todo el primer número está planteado para narrar el choque de realidades de las tierras 616 (la normal del universo Marvel) y la 1610 (el universo Ultimate), culminando el comic con la destrucción de todas las realidades y la formación del Mundo de Batalla en el segundo número. De esta forma, Secret Wars da información suficiente para entender la historia sin necesidad de haber leído los comics previos de Vengadores, que se convierten en un largo prólogo del evento. Obviamente, si los lees la experiencia mejora porque conoces porqué Thanos y su Cábala se encuentran en el universo 1610 y son aliados del joven y amoral Reed Richards de esa realidad, o cómo llegan Muerte y el Hombre Molécula a su enfrentamiento con los Beyonders (Todopoderosos) al comienzo del comic. Pero el comic puede entenderse sin problemas y la miniserie de nueve números forma una historia unitaria autocontenida en si misma. Lo cual es algo que tiene mucho mérito.

Como pasó con la Era de Apocalipsis, durante los meses de evento la mayoría de comics de la editorial dejaron de publicarse y fueron sustituidos por miniseries ambientadas en los diferentes reinos del Mundo de Batalla. Unas pocas series englobadas con el branding «Last Days» contaban los últimos días / horas de los héroes de esa cabecera antes de la incursión, pero la mayoría de comics de Marvel estaban englobados dentro del Mundo de Batalla. La lectura de estas miniseries junto a la serie principal enriquecía un montón la experiencia de este Mundo de Batalla durante los meses en que se publicaron, y hay algunas miniseries super chulas. Pero la realidad es que excepto Thors de Jason Aaron y Chris Sprouse, ninguna de estas series son necesarias para seguir la historia central de Hickman. De hecho, ahora que volví a leer esta maxiserie, sólo eché de menos leer la serie de Thors que cambia la lealtad del cuerpo de policías de Muerte de cara al climax de la colección.

Cuando lees Secret Wars, te das cuenta que Hickman empezó a pensar en ella durante su etapa en los 4 Fantásticos, porque se siente como una historia de la Primera Familia ampliada centrada en la rivalidad de Victor von Muerte y Reed Richards y con una gran importancia de Susan Richards, Valeria y Franklin. De hecho, sorprende un poco que Steve Rogers y Tony Stark, que fueron el centro de sus Vengadores, no es que no tengan importancia en la historia, es que ni siquiera aparecen. En la maxiserie original Muerte robaba los poderes al Todopoderoso, así que tenía todo el sentido que fuera él el creador del Mundo de Batalla en este reboot, siendo a todos los efectos el Dios de este mundo. A pesar de que Muerte salvó la realidad y eso es un hecho positivo innegable, su empeño de borrar de la existencia a Reed Richards y adueñarse de su vida casándose con Susan indica una obsesión que condena al fracaso su experimento. Sobre todo cuando los problemas empiezan a aparecer en el Mundo de Batalla dentro de las balsas salvavidas provenientes de las realidades anteriores. A pesar de todo, si hay un personaje que sale reforzado de esta miniserie, ese sería Muerte, ya que su complejidad e incluso nobleza está muy presente en todo el relato, incluso a pesar de quedar al final por debajo de Reed.

Los nueve números de la serie son un prodigio de síntesis narrativa y ofrecen un entretenimiento de primer orden, planteando un montón de conceptos en cada grapa mientras construye el Mundo de Batalla (y luego mientras lo destruye), dejando siempre unos cliffhangers super chulos que nos dejaban con ganas de más. El final del segundo número con la sorpresa de la identidad de los usuarios de la balsa que llegan al Mundo de Batalla es un momentazo increíble, uno de los mejores del comic.

Además del trío Richards (los Reeds de 616 y 1610) y Muerte y de los integrantes de los 4F, hay otros protagonistas interesantes en las Secret Wars como Stephen Extraño, T´Challa o Namor, algo que confirma la sensación que siempre tuve sobre que donde realmente Hickman se encontraba a gusto era en el comic de los Nuevos Vengadores (los Illuminati, vaya), frente a la que se suponía que era la serie principal de Vengadores. En los villanos, aunque sea en un rol secundario, Hickman utiliza bastante a Mr. Siniestro, algo que repitió en su relanzamiento de la franquicia mutante. Y junto a ellos, un Miles Morales que tras esta miniserie daría el salto del universo Ultimate al tradicional 616.

Secret Wars es un comic super entretenido que me deja una sensación super satisfactoria. Por ponerle un pero, quizá la resolución resulta un poco apresurada. Por ejemplo, el final del Reed Richards del universo Ultimate es, por decirlo suavemente, anticlimática. En ese sentido, se explica que Muerte no actúa casi nunca siendo omnipotente porque su principal preocupación está en mantener la existencia del Mundo de Batalla, pero al final echas un poco de menos que no haya usado sus habilidades en más ocasiones. Dicho esto, las veces que SI los usa con Stephen Extraño, Fénix o Thanos resultan unos momentazos increíbles.

Además de la compleja y satisfactoria historia de Hickman, Secret Wars triunfa por un apartado artístico sobresaliente. Empezando por las maravillosas portadas de Alex Ross, que son ya historia viva de la editorial. Junto a Ross, Esad Ribic y el colorista Ive Svorcina ofrecen uno de sus mejores trabajos de sus carreras.

Ribic ha dibujado grandes comics como Thor con Jason Aaron, Silver Surfer Requiem con J. Michael Straczynski o Loki con Robert Rodi. Pero la escala y la épica que plantea en Secret Wars, el worldbuilding del Mundo de Batalla y las decenas de personajes que aparecen en cada grapa que siempre se muestran en una versión icónica y reconocible, convierten este trabajo en el más exitoso y satisfactorio de su carrera. Se recuerda mucho y con razón las portadas de Ross, pero el dibujo interior de Ribic y el color de Svorcina son magia pura.

Además de la llegada de de Miles Morales al universo Marvel (y de otro personaje que ni siquiera aparece en esta miniserie aunque es nombrado en un par de ocasiones) y la transformación de Muerte en un héroe que intenta ser «mejor» tras pedírselo Reed en el climax final de la serie, el gran cambio que trajo estas Secret Wars fue la desaparición del comic de los 4 Fantásticos por primera vez desde su estreno en 1961. Hay que reconocer que los tiempos de gloria de la Primera Familia de la primera etapa de Stan Lee y Jack Kirby en los que el grupo era el centro del universo Marvel hacía tiempo que había pasado. Y quizá Mark Waid y Mike Wieringo fueron los autores de la última gran etapa del grupo en los primeros años del siglo XXI antes que Jonathan Hickman les devolviera al estrellato entre 2009 y 2011.

Pero siendo esto cierto, da pena que el elemento clave del cierre de su colección no fuera editorial o creativo, sino el boycott que Ike Perlmutter (Presidente de Marvel en ese momento) impuso hacia los personajes cuyos derechos cinematográficos estaban en manos de 20th Century Fox como la Patrulla X. Fruto de esto vino el ostracismo que sufrieron los mutantes durante esos años, al intentar la editorial sustituirles por los Inhumanos en importancia mediática. Algo que obviamente acabó en fracaso estrepitoso. Los mutantes eran una franquicia demasiado grande como para dejar de publicarla, y sus personajes, demasiado conocidos e icónicos. Sin embargo, los 4 Fantásticos al final eran una única colección, y en los últimos años ni siquiera una que vendiera demasiado bien.

A pesar de esta imposición política, la verdad es que Hickman les da un gran final a la familia Richards, resaltando la faceta de imaginautas y exploradores en las que siempre se movió tan bien el grupo, siendo este un estupendo punto y aparte en su vida editorial. Habría que esperar dos años y medio hasta septiembre de 2018 para volver a tener un comic de los 4 Fantásticos, al iniciarse entonces la etapa de Dan Slott, una etapa recién finalizada que lamentablemente no ha acabado de cuajar. Pero esa es otra historia.

Volver a leer Secret Wars ha sido una alegría y la confirmación que estamos ante uno de los mejores eventos de Marvel del siglo XXI. Unas aventuras super recomendables que no puedes dejar de leer.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

POSDATA: Ahora que he leído la serie principal de Secret Wars que cierra la etapa de Jonathan Hickman en Marvel entre 2012 y 2016, no puedo evitarlo y me voy a leer las series que compusieron el Mundo de Batalla. La semana que viene comparto con vosotros mis impresiones.

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Iron Man 1 de Christopher Cantwell y Cafu (Marvel Comics – Panini)

La nueva etapa de Iron Man no podía empezar mejor. Un auténtico cambio de rumbo y un back-to-basics de libro realizado por el guionista Christopher Cantwell, el dibujante español Cafu con color de Frank D´Armata, con unas portadas que no son de este mundo del maestro Alex Ross. ¿Tenemos nueva serie para el Top-5 Marvelita?

PUNTUACIÓN: 8.5/10

¡El motor se enciende de nuevo! Tony Stark ha decidido volver a las esencias, sumergirse en las entrañas de viejas máquinas y recuperar algo de metal anticuado. ¿Podrá dejar atrás su ego? La vida no es tan simple, algo que una vieja amenaza del pasado va a apresurarse a señalar.

Tras dos años de Dan Slott en Iron Man centrados en la Inteligencia Artificial y los territorios digitales, Tony Stark es un hombre en busca de si mismo. Y Christopher Cantwell nos invita a un back-to-basics que busca que volvamos a sentir el hierro y la sensación de construcciones mecánicas complejas y reales. Y el éxito de este inicio me ha parecido espectacular.

Al terminar de leer este comic tuve la misma sensación con la que me quedo tras ver una película de Mission: Imposible o de John Wick respecto a otras películas de acción en los que hay un exceso de efectos digitales. Cuando ves coreografías reales realizadas por personas delante de la cámara, hay un feeling que lo digital no puede imitar que cuando se hace bien, es insuperable. Pues, salvando las distancias, esto mismo me ha transmitido este Iron Man, no me había dado cuenta lo mucho que echaba de menos la armadura compacta y pesada, la sensación de garage y de ingeniería, hasta que leí estas páginas.

El guión de Cantwell me ha gustado aunque estas pocas páginas se sienten un poco como un aperitivo de lo que está por venir. Sin embargo lo que me ha volado la cabeza el el equipo artístico de este comic. Cada comic de Cafu que leo me parece mejor que el anterior, y su salto de calidad respecto a Valquiria, donde me gustó bastante, todo sea dicho, me parece increíble. Las personas, los vehículos, todo luce super realista pero sin perder el dinamismo que todo comic Marvel debe tener. Junto a Cafu alucino el color de Frank D´Armata y los contrastes de grises que aportan unas texturas y una profundidad a las viñetas tremendo, casi como si estuviera leyendo (exageradamente) un comics en 3D.

Y no digo nada nuevo si digo que las portadas que Alex Ross lleva realizando en Marvel en los últimos dos años no son de este mundo. En el caso de este comic, tenemos otro portadón que me pondría como poster en la pared de mi casa, además de haber realizado el diseño de la nueva armadura de clara inspiración clásica que nos devuelve a las mejores etapas de personaje. Sin duda, la guinda del pastel.

Un primer número de una nueva serie debe dejarte con ganas de querer comprar el siguiente. En el caso de este Iron Man 1, repitiendo el meme, solo puedo decir: «Marvel, Take my money!!

Iron Man no podía empezar mejor. Se que un sólo número es muy poco para valorar un comic, pero al menos a mi me han ganado.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Y tu, ¿has leído este comic, qué te pareció? ¡Espero tus comentarios!!! Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de El Inmortal Hulk 18 de Al Ewing, Tom Reilly y Matias Bergara (Marvel Comics – Panini)

Incluso en los números de transición Al Ewing consigue crear un comic muy especial con su El Inmortal Hulk que ha vuelto a las librerías tras el parón de tres meses provocado por el confinamiento.

PUNTUACIÓN: 8/10

¿Tus hijos son normales? ¿Te respetan a ti y a otras figuras de autoridad? ¿O son unos maleducados? ¿Simpatizan con conceptos peligrosos, como las protestas y el medioambiente? ¿Apoyan a Hulk? Pregúntate a ti mismo: Tus hijos son normales… ¿o se han unido a la Brigada Juvenil?

Tras el inicio el mes pasado de la guerra de Hulk contra ROXXON y su CEO el Minotauro Dario Agger, en este número Al Ewing plantea este comic dividido en dos partes. Por un lado el genial artista uruguayo Matías Bergara, al que conocí el año pasado gracias a su CODA en Boom Studios, nos cuenta la historia desde el punto de vista de Agger mientras inicia sus planes para devolverle el golpe a Hulk. Bargara nos transmite perfectamente la naturaleza brutal de Agger, por lo que creo que en su estreno en Marvel realiza un buen trabajo.

La segunda y mejor parte de este comic está dibujada por Tom Reilly con color de Chris O´Halloran, y seguimos a un padre de familia que no entiende como su perfecta y ordenada vida no va por donde él querría, sobre todo en lo referido a su hija adolescente que se encuentra en plena fase de rebeldía. Esta historia me parece una maravilla contada en tan sólo 10 páginas, ya que muestra la confusión de una generación adulta que no acepta que nuestros hijos quieren crear su propio camino sin tener en cuenta lo que nosotros pensemos, y que en un pequeño porcentaje pueden acabar utilizando la violencia hacia lo que perciben como una amenaza.

«No es justo. Nuestro mundo era bueno.»

«¿Qué tiene eso de malo?»

Estas dos líneas reflejan perfectamente la confusión de una generación que no entiende/entendemos que el mundo ha tomado otro camino, y Al Ewing recoge perfectamente la sensación de polvorín a punto de estallar, algo que lamentablemente estamos viendo actualemente en la vida real.

Ewing tiene una extraordinaria habilidad de tomar un elemento histórico de los comics. En este número la clásica «Brigada juvenil» de radioaficionado liderados por Rick Jones en los primeros comics de Marvel, es aprovechada por Ewing para darle una vuelta total y utilizarla para hacer un interesante comentario social sobre nuestra sociedad actual que me ha volado la cabeza.

Si tengo que ponerle un pero a este comic, es que tras muchos números publicando Panini números dobles con dos comics USA, tener una única entrega este mes realmente se me hizo corto y me dejó con muchísimas ganas de más. Lo cual, obviamente es algo bueno.

La guinda del pastel está en la super icónica portada de Alex Ross, que vuelve a recoger de forma increíble el espíritu y la idea central de este comic. Las portadas de Ross son sobresalientes siempre y consigue que este comic sea uno de los más personalidad de la lista de la compra comiquera.

 

El Inmortal Hulk de Al Ewing sigue camino de convertirse en una de las grandes comics de toda su larga historia. Me quito el sombrero ante Ewing, qué gran historia nos está contando y que ganas de leer su siguiente entrega.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!