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Reflexiones de Domingo 21/2024: Sobre la cancelación de The Acolyte

¡Feliz Domingo! Si una noticia ha marcado la actualidad de las redes sociales de la pasada semana, esa fue la confirmación de que Disney+ había decidido cancelar de la serie de Star Wars The Acolyte apenas un mes después de emitirse su primera temporada. Hoy quiero comentar mis impresiones sobre la noticia, y sobre todo sobre los problemas que Lucasfilm está sufriendo bajo el liderazgo de Kathleen Kennedy.

The Acolyte es una serie de televisión de Star Wars desarrollada por Leslye Headland para Disney+. Además de ser la ayudante de Harvey Weistein en sus tiempos en Miramax, Headland fue la co-creadora de la estupenda serie de Netflix Russian Doll junto a Natasha Lyonne y Amy Poehler. Headland escribió, produjo y dirigió la serie, que tiene lugar un siglo antes de los acontecimientos de Star Wars: Episodio I La amenaza fantasma, y se centra en la aparición de los poderes del lado oscuro en los últimos días de la Era de la Alta República.

Deadline dió la exclusiva el pasado lunes 19 de Agosto. Disney había decidido NO continuar produciendo la costosa serie The Acolyte, que se estima contó con un destacadísimo presupuesto superior a los 180 millones de dólares. Teniendo en cuenta que su creadora pudiendo hacer una historia con inicio y final,aunque dejando elementos abiertos, eligió hacer una temporada que dejaba abiertas la mayoría de cuestiones, esta cancelación (o igual el término más correcto seria «no renovación») significa que los fans de esta serie se quedarían sin saber como termina la historia.

En la noticia de Deadline se indica que «La noticia no es del todo sorprendente. The Acolyte fue bien recibida por la crítica, con un 78% en Rotten Tomatoes (tampoco es que ese dato sea especialmente bueno), pero dividió a los fans de Star Wars, lo que se reflejó en su audiencia general. Impulsada por el interés en la franquicia espacial, The Acolyte tuvo un buen comienzo cuando se estrenó el 4 de junio con dos episodios, generando 4,8 millones de visitas en su primer día en el streamer para situarse como el mayor estreno de series en Disney+ este año. La cifra ascendió a 11,1 millones de visitas en todo el mundo tras cinco días de emisión. Corroborando los datos de Disney, la serie debutó en el Top 10 de originales de Nielsen en su semana de estreno en el nº 7 (488 millones de minutos vistos), subiendo al nº 6 la semana siguiente. Pero El Acólito no pudo mantener el impulso, cayendo del Top 10 en la Semana 3 y manteniéndose fuera antes de volver al Nº 10 tras el estreno del final (335M minutos, se cree que es el más bajo para un final de serie de Star Wars).»

Deadline hace una pequeña trampa, porque aunque el dato de que The Acolyte tuvo el mejor arranque de una serie en Disney+ puede ser cierto, 2024 ha sido un año muy flojo en lo que a estrenos se refiere. The Acolyte fue la única serie de Star Wars en imagen real estrenada este año. A esto hay que sumar que Marvel Studios únicamente ha estrenado la flojísima Echo. Si The Acolyte consiguió ese dato fue más por falta de oponentes en la parrilla de Disney+ que por la calidad de la serie en si, más allá del reclamo de la marca Star Wars. Por cierto, comentar que en USA, Shōgun se estrenó en HULU, por lo que no entra en las cifras de Disney+.

Hace unos días comentaba en mi artículo aniversario de los 11 años que llevo escribiendo este blog que en lo relativo a televisión, 2024 será el año que dejé de ser público cautivo de Disney al no renovar mi suscripción a Disney+. La última mala racha de Marvel Studios en televisión y la falta de estrenos interesantes provocó que me diera de baja. Cuando llegó el momento del estreno de The Acolyte, no me daba buenas sensaciones, por lo que decidí no suscribirme para verla como sí hice para ver Shōgun. Preferí esperarme a leer críticas no fanatizadas para plantearme si verla o no. Y menos mal.

En todo caso, comentarios de Leslye Headland sobre que quería dar una nueva visión a los Jedi y los Sith, de forma que igual los Sith no eran tan malos e igual estuvieron oprimidos por los poderosos Jedi y los poderes de la República, me indicaron que esta serie probablemente no iba a ser para mi. Por tanto, no puedo opinar sobre la serie en si, dado que no la he visto. Sin embargo, si comentar que conceptos como este deberían hacer sido una red-flag clarísima que indicaba que igual Headland no era la persona indicada para hacer una serie de Star Wars. Y puedo aceptar la premisa de Andor (y en parte Rogue One) que nos muestra que no todos en la rebelión fueron seres de luz pura y se cometieron actos de sabotaje y asesinato contra el Imperio. Porque la premisa sigue teniendo a un mal claro (el imperio) y los buenos (la rebelión, con todos los matices que se le quiera poner). Pero lo que pretendía, como concepto, The Acolyte es otra cosa. Algo con lo que es muy difícil que yo pueda conectar.

Sobre la cancelación, lo primero que hay que comentar es que no es debido a que The Acolyte fuera «mala» (ni buena tampoco). Disney ha cancelado la serie porque muy poca gente terminó de verla y al tratarse de una serie de presupuesto alto, necesita audiencias millonarias que justifiquen su renovación. Y este es un matiz importante. Los fans de Star Wars SI probaron a ver esta serie, como refleja el dato de audiencia de Deadline. Lo que pasa es que a una gran mayoría de espectadores no les gustó lo que vieron y la dejaron a mitad. De alguna manera, este dato objetivo recuerda lo que pasó el año pasado con la terrible serie de Willow, una serie horripilante que no había por donde cogerla y que también fue cancelada tras una única temporada. De hecho, los desastres de Willow e Invasión Secreta provocaron que ya no vaya a ver ninguna serie de televisión simplemente por la marca del estudio que la produzca, ya sea Marvel Studios, Lucasfilm o quien sea. Si una serie pinta mala, no la veré, aún a costa de que alguien pueda pensar que soy un «mal fan». (Obviamente, esto me trae sin cuidado).

La (mala) experiencia de Willow provocó que durante la emisión de The Acolyte viera muchísimas similitudes con la reacción de los creadores y actores/actrices de la serie ante las críticas. A pesar de haber críticas razonadas que se centraban en aspectos de trama, diálogos, actuaciones y evolución de personajes, la showrunner Headland y algunas actrices metían todos los comentarios críticos en una campaña orquestada por «machistas, racistas y tóxicos». Como digo, esto ya lo viví en Willow y la serie era realmente mala bajo todos los puntos de vista «objetivos». Y claro que existen los fans tóxicos que vierten odio en las redes sociales. Odio que no comparto en absoluto. Pero esto no pueden servir de cortina de humo que oculte los numerosos problemas de una producción repleta de elementos cuestionables, a poco que te pones a leer opiniones no fanatizadas.

Decía antes que no puedo decir que The Acolyte sea una buena o mala serie. Pero si creo que es lógico pensar que todos los espectadores que la dejaron a mitad si creen que la serie es mala. Desde luego, no lo bastante buena como para seguir viéndola. Y me vuela la cabeza comprobar la forma lamentable en que Kathleen Kennedy ha quemado todo el crédito que tenía la mayor franquicia del entretenimiento como es Star Wars.

Leyendo entrevistas previas a Leslye Headland compruebo que su principal interés era reforzar lo feminista y «variada» que era su serie en lo relativo a su casting, premisa y elementos destacados. Olvidando que lo principal es si The Acolyte ¡es entretenida! Y obviando por supuesto todo intento de agradar a los fans de Star Wars. Como ha pasado en el mundo del comic mainstream americano, en el que llevamos años viendo cómo las editoriales, buscando captar a un nuevo lector «variado», se han dedicado a atacar a los clientes compradores que con su dinero mantuvieron vivas a Marvel Comics y DC. Simplemente por decir que los comics actuales no son buenos. Y el resultado no ha sido bueno para las cuentas de resultados de estas editoriales, sufriendo unas ventas lamentables en los últimos años.

Hay una falacia que se ha extendido en las redes sociales, en muchos casos ayudada por la propia Disney, que quiere criminalizar a los fans de Star Wars como «tóxicos». Y por supuesto que habrán fans tóxicos dentro del fandom de Star Wars, claro que si. Como en cualquier afición. Pero el fan de Star Wars siempre aceptó las historias con personajes variados, de hecho si Star Wars es la franquicia multimillonaria que es, es precisamente a ese fandom que mantuvo viva a la franquicia comprando los libros, comics y muñecos incluso cuando no habían nuevas películas. Lo que esos fans de Star Wars queremos son historias heroicas del bien luchando contra el mal. No es tan complicado. En cuanto me quieren colar revisiones históricas que quieran vender la idea que igual los Jedis eran malos y los Sith son un pequeño grupo de personas variadas oprimidas por el stablishment, está claro que la historia que quieres contar no es de Star Wars, es otra cosa. Disney debería preguntarse qué han hecho mal para haber perdido a miles y miles de espectadores que tenían hasta hace unos pocos años, en lugar de criminalizar a sus consumidores cuando expresar una opinión crítica hacia algunos de sus productos.

El fan de Star Wars vería y compraría encantado una buena serie de Star Wars. Pero parece obvio que ya estamos escarmentados y no todo vale. Sin embargo, la estrategia de Disney tras esta debacle no es el «mea culpa» sino seguir insultando a sus consumidores potenciales. Apuesto que el plan les va a salir bien.

Dentro de la locura que envuelve esta cancelación, en las horas siguientes al anuncio surgieron las voces en twitter lamentándose que Disney debería haber dado luz verde a la segunda temporada de The Acolyte para que tuviera tiempo de «encontrar a su público». Si, has oído bien. Una serie de la principal franquicia del entretenimiento a nivel mundial necesita «tiempo» para encontrar a su público. Sería para echarse a reir si no fuera tan ridículo. Aunque en realidad queda claro que una parte del problema es que no buscan al fan de Star Wars, sino a otro tipo de público. Para sorpresa de nadie, ese público no existe y a tus clientes actuales les han echado a base de malas series. Recordando por ejemplo la penosa Obi-Wan Kenobi.

Y en realidad no es tan difícil. Bastaría con intentar una historia que primero y ante todo sea entretenida, justo el standard que planteó The Mandalorian, y que no aspire a tratar temas «importantes» que conecten con la actualidad política americana. Que no intente reescribir nada porque la lucha del bien contra el mal ya es una historia que merece ser contada, preferentemente protagonizada por nuevos personajes que brillen por ellos mismos y no por pertenecer sus actores, guionistas y directores a colectivos «oprimidos». Creadores que quieran hacer una buena historia de Star Wars y no un fan-fiction que les muestre a ellos como protagonistas de una historia que hable de sus «mi&#€s».

Sin embargo, parece que Disney y Lucasfilm han quemado todo el crédito que tenía Star Wars y se encuentra en un momento de pánico en el que no saben qué hacer. Solo bajo ese prisma de pánico se explica la decisión de transformar su serie más exitosa, The Mandalorian, en una película que exprima su popularidad en el cine. The Mandalorian & Grogu será la próxima película de la franquicia con una fecha de estreno de Mayo de 2026, 7 años después del desastroso Episodio IX estrenado en 2019. La sensación es que están lanzando ideas y a profesionales a voleo para ver si algo conecta con el público, cosa que parece que aún no han conseguido.

Y mientras Lucasfilm fracasa a lo grande, parece que lo que puede tener éxito son las pequeñas historias. Como en su momento planteó Jon Favreau en the Mandalorian, y justo lo que parece que es Skeleton Crew, la próxima serie de Star Wars creada por Jon Watts (director de la última Trilogía de Spider-Man) cuyo trailer transmitía el feeling perfecto de una aventura adolescente con reminiscencias a los Goonies. Algo que puede ser una idea genial. ¿Podría volver a pasar que mientras los jefes de Lucasfilm la cagan a lo grande llegue una serie «pequeña» a rescatar a la franquicia? Yo sería el primero en alegrarme.

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¡Saludos a todos!

Crítica de Ahsoka episodio 7 (Disney+)

El séptimo episodio de Ahsoka estrenado en Disney+ es otro buen episodio que deja todo listo para el climax final de la semana que viene.

PUNTUACIÓN: 7/10

Episodio 7. Sueños y locura. Hera debe responder ante la Nueva República mientras una reunión tiene lugar en un sitio muy lejano.

El séptimo episodio de Ahsoka ha sido dirigido por Geeta Vasant Patel y cuenta como siempre con guiones de Dave Filloni, en showrunner y creador del personaje. El capítulo tiene una duración 46 minutos (40 sin los títulos de crédito) y quiero aprovechar para recordar el estupendo trabajo de Kevin Kiner con la música de esta serie.

En el reparto, seguimos disfrutando de Rosario Dawson como Ahsoka Tano, Natasha Liu Bordizzo como Sabine Wren y David Tennant como la voz de Huang, el droide que acompaña a Ahsoka. En este episodio tenemos ya a todo el reparto de la serie, empezando por Mary Elizabeth Winstead como Hera Syndulla. Genevieve O’Reilly como Mon Mothma, Nelson Lee como el Senador Hamato Xiono, Paul Sun-Hyung Lee como el Capitán Carson Teva y la aparición sorpresa de Anthony Daniels como C-3PO en la trama de la Nueva República en Coruscant. Hayden Christensen como Anakin Skywalker, y por el lado de los villanos, Ray Stevenson es Baylan Skoll, Ivanna Sakhno como Shin Hati, Diana Lee Inosanto como la Bruja de Dathomir Morgan Elsbeth, Lars Mikkelsen como el Gran Almirante Thrawn y Eman Esfandi como Ezra Bridger, completan el reparto en el planeta Peridea.

Llegados al séptimo episodio de una serie de ocho uno ya debe saber si la serie en cuestión te está funcionando o no. Y tengo claro que Ahsoka me está gustando y me parece un buen añadido al lore de Star Wars en el momento temporal post Retorno del Jedi que tanto me gusta, gracias a la existencia de esa joya que es The Mandalorian. Sin embargo, tengo que reconocer que me falta la conexión emocional para que esta serie me flipe.

En este episodio tenemos la continuación de varias tramas por terrenos más o menos esperables. Hera se enfrenta a una posible sanción al desobedecer la orden de no intervenir, pero esto queda anulado gracias a un cameo de C3PO que lleva a los senadores un mensaje de Leia Organa. Si este cameo tenía que emocionar, al menos conmigo no lo consiguió. Aparte de la suposición que el Senador Hamato Xiono sea un agente imperial durmiente, resulta un tanto absurdo que recién salidos de la guerra contra el Imperio la Nueva República no se mueva por la filosofía de «esperar lo mejor, prepararse para lo peor» expresada por Hera a Mon Mothma tras ser exonerada de todos los cargos. Veremos qué papel tiene Hera y la Nueva República en su oposición contra Thrawn, pero diría que eso va a ser algo que NO veremos en esta temporada.

Tras la emocionante presentación de Ezra la semana pasada, en este episodio asistiremos a la reunión de Ahsoka con Sabine y Ezra, que nos da otro momento muy chulo. Que Ahsoka no recrimine a Sabine su traición alegre como está de ver que Ezra está vivo es un detalle muy chulo del episodio, mostrando que Ahsoka es más comprensiva y menos dura de lo que parecía viendo los primeros episodios. Por cierto, Ahosoka vuelve a tener una nueva escena junto a Anakin Skywalker en la que su maestro le da un último consejo antes de convertirse en Darth Vader. Esta escena, como antes la de C3Po, veo clarísimo que en parte está planteada para hacer flipar a los fans, pero a mi me dejó frío.

Aunque es un elemento que se ha obviado, no puedo dejar de acordarme lo absurdo que es que Ezra haya vivido en libertad todos estos años sin que las fuerzas imperiales le detuvieran en algún momento. Esto diría que es una de tantas conveniencias planteadas por Filloni para hacer avanzar la trama sobre las que mejor no pensemos demasiado en ellas. Dicho esto, he aceptado rapidísimamente a Eman Esfandi como Ezra Bridger, creo que va a darnos a un estupendo Ezra en carne y hueso. Esto contrasta con lo flojita que veo interpretativamente hablando a Natasha Liu Bordizzo como Sabine Wren, siendo también una perfecta Sabine en lo superficial.

El Gran Admirante Thrawn confirma toda su inteligencia y falta de escrúpulos en este episodio, apoyado en unas Brujas de Dathomir que muestran de forma super guapa sus poderes para intentar localizar a Ahsoka en su escondite del cementerio de purgills en la órbita del planeta Peridea. Thrawn promete ser un villano importante para la franquicia de Star Wars, y me gusta la interpretación de Lars Mikkelsen que transmite la sensación de amenaza que este Gran Admirante debe transmitir no por su fuerza física sino por su mente analítica. Dicho esto, de alguna manera en este episodio se ha limitado a justificar su fracaso al no conseguir que sus hombres maten a los jedis.

Tras el buen episodio anterior, en este no me ha acabado de funcionar que Baylan Skoll decida no luchar contra los héroes para seguir su propio camino, cosa que sin embargo no le impide tener un nuevo enfrentamiento contra Ahsoka que queda en tablas y resulta un tanto gratuito. Lo lógico hubiera sido matar a los jedi Sabine y Ezra junto a su aprendiz y DESPUÉS decidir quedarse en el planeta para buscar los poderes de las brujas de Dathomir. Que deje tirada a Shin Hati es un poco absurdo y super rastrero, la verdad. Entre esto y que la pelea de los jedis contra Hati y dos pelotones imperiales me ha parecido super cutre, no he podido disfrutar como me hubiera gustado del episodio.

Aunque este combate en Peridea no me ha gustado, y creo que tiene algunas de las coreografías más flojas de los últimos tiempos, no se puede negar que esta serie de Ahsoka es puro Star Wars. En este episodio hemos tenido combates (persecución más bien) de naves espaciales, a una heroína escondida en un campo de asteroides, varios duelos de sables laser y a unos pelotones de tropas de asalto con una puntería lamentable en situaciones en que apriori lo tenían todo a favor. Como digo, puro Star Wars.

Queda un último episodio para que esta primera temporada de Ahsoka termine, y la gran duda ahora mismo es saber si la serie va a dejar las principales tramas abiertas o no, simplemente viajando los protagonistas de nuevo a la galaxia de Star Wars y confirmando a Thrawn como el gran villano a batir en las próximas series de Star Wars ambientadas en este momento temporal. Ahora mismo hay demasiadas cosas completamente abiertas para pensar que Dave Filloni va a querer cerrarlas en 45/50 minutos. De hecho, toda la serie estaba teledirigida a plantear (presentar) a Thrawn como gran enemigo de Star Wars de los próximos años. Que de alguna manera el final de la semana que viene haga que Thrawn quede varado de nuevo en Peridea me parecería absurdo. No va a ocurrir. Thrawn tiene que volver a la galaxia y de alguna manera las protagonistas lo harán también.

Ahsoka se planteaba como una secuela emocional de Star Wars The Clone Wars y de Star Wars Rebels. La forma en que han trasladado a estos personaje de animación a la imagen real me parece que sido exitosa, incluso reconociendo que de momento la serie no ha conseguido que forme un vínculo emocional con ellos. Pero no son sólo Hera, Sabine y Ezra, Filloni se ha traído tramas como los purgill o las brujas de Dathomir que hasta ahora sólo habiamos visto en animación ampliando el lore de Star Wars de forma brutal para el gran público. Un público que seguro NO ha visto las series de animación.

La resolución del arco de Baylan Skoll me parece que es lo que más en el aire está, y es donde más dudas me surgen de si Filloni conseguirá que resulte satisfactorio. Dicho esto, Filloni tiene mi total confianza, no creo que vaya a fallar ahora cuando nos ha dado siete buenos episodios hasta la fecha. Sin embargo, reconozco que me hubiera gustado que la serie me hubiera gustado más, cosa que no ha sucedido por la inexistente conexión emocional, algo que Filloni si podría haber asentado a lo largo de la serie.

En todo caso, creo que Ahsoka es una buena serie que seguro está haciendo las delicias a todos los fans de Star Wars entre los que me incluyo.

Comparto el trailer de esta serie:

Ahsoka está resultando una buena serie a la que ya sólo se le puede pedir que acierte con el final.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Ahsoka episodio 5 (Disney+)

En el episodio de esta semana de Ahsoka estrenado en Disney+ tenemos la secuela emocional de Star Wars The Clone Wars, la serie de animación de Lucasfilm en el que Dave Filloni creó al personaje.

PUNTUACIÓN: 7/10

Parte 5. La guerrera de las sombras.

Ahsoka se enfrenta a su pasado mientras Hera y sus aliados emprenden una misión de rescate.

Dave Filloni escribe y dirige el episodio clave para Ahsoka desde un punto de vista emocional, un capítulo de 52 minutos (46 sin los créditos finales) en los que la persecución a Morgan Elsbeth se toma un respiro mientras Ahsoka se enfrenta a los fantasmas de su pasado.

En el casting de este episodio tenemos a Rosario Dawson como Ahsoka Tano, Mary Elizabeth Winstead como Hera Syndulla, Evan Whitten como Jacen Syndulla, el hijo de Hera y Kanan Jarrus, que tiene habilidades en la fuerza, Hayden Christensen como Anakin Skywalker, el maestro de Ahsoka cuando era niña en The Clone Wars, Paul Sun-Hyung Lee como el piloto de X-Wing y capitán Carson Teva, David Tennant pone voz a Huyang, el droide de Ahsoka, Genevieve O’Reilly retoma su papel de Mon Mothma, y por último Temuera Morrison pone voz al Capitán Rex, un capitán clon y comandante clon de la Legión 501 que sirvió a las órdenes de Anakin y Ahsoka durante las Guerras Clon.

Tengo que reconocer que NO tengo ninguna conexión emocional con The Clone Wars y mucho menos con el personaje de Anakin Skywalker de la trilogía precuela. El joven que acabaría convirtiéndose en Darth Vader era un engreído imbécil y Hayden Christensen un actor super limitado que no transmitía nada. Digo esto por adelantado porque estoy seguro que este episodio se va a convertir en el favorito de mucha gente al tener la reunión de Ahsoka con su antiguo maestro, algo que ya se adelantó la semana pasada. Tras ser derrotada por Baylan Skoll la semana pasada, Ahsoka tendrá que decidir en el plano astral (World Between Worlds en el mundo de Star Wars) si merece la pena seguir luchando, si quiere vivir o morir, y para ello la protagonista revivirá algunos momentos de The Clone Wars por primera vez en imagen real junto a Anakin, lo que servirá de excusa para verles combatir con sus sables laser.

El momento es emocionante si tienes la conexión emocional que comentaba antes que a mi me falta. En mi caso veo la estructura narrativa y entiendo lo que Filloni quiere hacer, que es dejar claro por si algún espectador no lo sabía que esta serie es secuela directa de la serie de animación. La idea que los aprendices son la suma de sus experiencias y también de las cosas aprendidas de sus maestros, pero que no deben estar atados a los pecados o errores de otras personas y Ahsoka no tiene por qué terminar como su maestro, el gran miedo de la Jedi) es una buena idea pero que no tengo claro que esté bien expresada en el episodio. Un episodio que ofrece una historia cerrada en lo referido al resurgir de Ahsoka tras su derrota anterior, y que la lanza a la siguiente etapa de su viaje, en este caso dentro de un Purrgil que la trasladará a la galaxia donde se encuentra Thrawn. Tengo claro que los fans de The Clon Wars tendrán este capítulo como uno de sus favoritos dentro de Star Wars, pero a mi la parte onírica se me ha hecho un pelín larga. La reivindicación que se hace de Anakin en este capítulo (y de nuevo, del actor Hayden Christensen) me ha parecido un poco cogida por los pelos, porque aunque hizo cosas buenas de joven, masacró a la galaxia como Darth Vader.

Lo que sí que me ha gustado más es la parte de Hera en el planeta Seatos. O más concretamente, ver cómo su hijo Jacen se confirma como poseedor del poder jedi de su padre Kanan Jarrus. Si la parte de Ahsoka es la secuela emocional de The Clone Wars, toda la parte de Hera y su hijo lo es de Star Wars Rebels, la siguiente serie de animación que creó Filloni. Todo lo relativo a Jacen en el episodio me ha gustado mucho, sobre todo cuando su conexión con la fuerza le hace escuchar el combate de sables de Ahsoka y Anakin en el plano astral. En realidad, esta idea es un poco de bombero torero, pero durante el visionado acepté pulpo como animal de compañía y me dejé arrastrar por la emoción que transmite el conjunto. En este sentido, reconozco mi amor absoluto por Mary Elizabeth Winstead, que está siendo una estupenda Hera, empática, comprensiba, defensora y amante de su hijo, y fiera guerrera cuando tenga que serlo.

Puestos a ponerle un pero a un buen episodio que se me ha hecho un pelín largo, la verdad es que la parte de la burocracia de la Nueva República está alcanzando niveles ridículos con la posibilidad que Hera sea sancionada por desobedecer a los senadores que no autorizaron su viaje para ayudar / rescatar a Ahsoka. Lo digo porque tanto ella como los pilotos de X-Wing han visto el Ojo de Sión, la nave de Morgan Elsbeth con potencia suficiente para viajar a otra galaxia, aunque no pudieron detenerla. En este punto volver a comentar como ya hice la semana pasada lo absurdo que ha sido hacer que Carson Teva acompañe a Hera en esta misión para conseguir un cameo / easter egg vacío, dado que Teva ha comentado a Din Djarin los pocos recursos que tiene para defender el Borde Exterior, para a continuación abandonar sus deberes allí para dirigir una misión en el quinto pino.

La verdad es que Ahsoka me está resultando super entretenida. No me ha volado la cabeza ni creo que sea lo mejor de Star Wars jamás estrenado, pero creo que transmite un ADN 100% Star Wars y desde luego tiene el corazón en el sitio adecuado. Tras este episodio me muero de ganas de ver el siguiente, en el que espero que ahora ya si veamos en imagen real al Gran Admirante Thrawn. Confío que Filloni sepa mostrarle como el gran enemigo de la Nueva República que todos los que leímos Heredero del Imperio sabemos que es. Y que en Rebels no tengo claro si supieron trasladar adecuadamente. Para salir de dudas, tendremos que esperar unos días, pero tras 5 episodios las experiencia está siendo más que satisfactoria.

Comparto el trailer de la serie:

Ahsoka es puro star Wars y está resultando un entretenimiento genial. Espero que los días que faltan hasta el nuevo episodio pasen lo más rápidamente posible.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Indiana Jones y el Dial del Destino de James Mangold

Quinta película de Indiana Jones con el mítico Harrison Ford, dirigido por James Mangold sustituyendo a Steven Spielberg en la dirección.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

El arqueólogo Indiana Jones deberá emprender otra aventura contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, Jones pronto se encuentra enfrentándose a Jürgen Voller, un ex nazi que trabaja para la NASA.

15 años han pasado desde el estreno de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (Steven Spielberg, 2008). En esta quinta entrega Lucasfilm se encuentra dentro del paraguas de Disney, al vender George Lucas la compañía en 2012. En estos años, muchas cosas han cambiado, empezando porque los propios Lucas y Spielberg se han desvinculado del proyecto, aunque mantienen funciones de productor y entiendo que habrá cobrado un jugoso cheque para contar con su bendición.

James Mangold es un veterano director de cine comercial que nos ha dado una de cal y otra de arena. Debutó como director de cine con Heavy (1995), y es conocido por películas como Cop Land (1997), Girl, Interrupted (1999), Identity (2003), Walk the Line (2005), 3:10 to Yuma (2007) y Ford contra Ferrari (2019). Dentro de ser un director cumplidor y funcional, fue también el director de los dos desastres que fueron The Wolverine (2013) y Logan (2017).

Aparte de su correcta habilidad como director, lo que me molesta de Mangold es su hipocresía y lo acomplejado que transmite sentirse haciendo lo que hace. Y es que a pesar de su participación en las dos películas de Lobezno dentro de la franquicia de X-Men (en Fox), y ahora en la quinta entrega de Indiana Jones, Mangold se muestra contrario a las gigantescas franquicias cinematográficas comerciales. Las franquicias son malas, excepto cuando él trabaja en ellas, claro. Y por eso no ha tenido problema en aceptar dirigir una de las próximas películas de la franquicia de Star Wars dentro de Lucasfilm, y la futura película de Swamp Thing para DC Studios. En una reciente entrevista con Variety, Mangold habló de la absoluta falta de creatividad de Hollywood y de cómo los gigantescos estrenos ultracomerciales están arruinando el panorama cinematográfico, personificando por supuesto todos los males del cine en Marvel Studios. Ofreciendo la falacia que a él le gusta crear historias con un principio y un final, como si no fuera eso lo que tenemos en todas las películas de Marvel.

La sensación que me ha dado Mangold en los últimos años es que una persona acomplejada que le sabe mal ser un director de cine comercial. Porque eso es a lo que se dedica. Querría estar haciendo cine de arte y ensayo que le granjeara el beneplácito de la progresía cultural a la que gustaría pertenecer, pero eso no paga sus facturas, así que intenta justificar que «lo suyo» no es tan malo. Siendo por supuesto lo mismo que critica, convirtiéndose en un «Todd Phillips 2» de libro. Hecho este comentario no muy positivo no tanto hacia su valía como director sino a sus motivaciones, mis ganas de ver a Indiana Jones superan mi rechazo a las actitudes expresadas por Mangold en lo relativo al cine comercial que él también hace.

Cuando Disney compró Lucasfilm en 2012, sus esfuerzos se centraron en relanzar la franquicia de Star Wars, pero pronto miraron también a Indiana Jones, expresando su interés en producir una nueva película que ofreciera el gran final a Indy que la Calavera de Cristal no dio al personaje en 2008 según los nuevos responsables de Disney y Lucasfilm, claro. Que para mi si era más que satisfactorio. Tras múltiples revisiones y cambios en el proyecto, Spielberg abandonó su intención inicial de dirigir la película. Harrison Ford conocía a Mangold desde hacía algún tiempo, al ofrecerle Mangold a Ford un papel en su película Ford contra Ferrari y por trabajar en La llamada de lo salvaje (2020), que Mangold produjo. A raíz de esta relación, fue Ford quien sugirió a Spielberg y a Kathleen Kennedy (presidenta de Lucasfilm) que contrataran a Mangold como director, lo que sucedió en mayo de 2020. Mangold escribió el nuevo guion con Jez y John-Henry Butterworth, que trabajaron con él anteriormente en Ford contra Ferrari, al querer empezar prácticamente de cero con una historia con la que se sintiera satisfecho. A pesar de ello, David Koepp aparece acreditado también como guionista junto a Mangold y los Butterworth.

La película de 154 minutos de duración se dice que ha tenido un gigantesco presupuesto de casi 300 millones de dólares, cosa entendible si se computan todos los gastos desde que se anunció el proyecto en 2016, pero que no deja de ser una barbaridad absurda que va a ser imposible de recuperar durante su paso por los cines. Además del mítico John Williams, la película cuenta con fotografía de Phedon Papamichael y montaje de Michael McCusker, Andrew Buckland y Dirk Westervelt. Parte del coste de la película es debido a las múltiples localizaciones de la película, que ha sido rodada en Reino Unido, Escocia, Italia y Marruecos.

En el reparto además de a Harrison Ford como Henry Jones Jr. / Indiana Jones y John Rhys-Davies como Sallah, el viejo amigo de Jones que ayudó a encontrar el Arca de la Alianza en 1936 y el Santo Grial en 1938, encontramos a Phoebe Waller-Bridge como Helena Shaw, la ahijada de Jones, Mads Mikkelsen como Jürgen Voller, un antiguo nazi durante la Segunda Guerra Mundial que ha sido contratado por la NASA en el presente de 1969 en que tiene lugar la historia.

Toby Jones como Basil Shaw, un profesor de Oxford amigo de Indy de sus días en la Segunda Guerra Mundial y padre de Helena, que estaba obsesionado con el Reloj del Destino, Antonio Banderas como Renaldo, un viejo amigo de Indy experto submarinista y capitán de barco, Boyd Holbrook como Klaber, la mano derecha de Voller en 1969, Ethann Isidore como Teddy Kumar, el joven amigo y compañero de aventuras de Helena y Thomas Kretschmann como el Coronel Weber, un nazi que trabaja con Voller en 1944, completarían el reparto.

Me ha gustado Indiana Jones y el Dial del Destino. Dentro de los aspectos positivos, creo que James Mangold ha conseguido que la película tenga el feeling correcto que debe tener una aventura de Indiana Jones. Algo que NO consiguió tener El reino de la calavera de cristal en muchas partes y que al final es la principal pega que tuvo la anterior película de la saga. Aunque luego le voy a poner alguna pega, Mangold tenía un encargo imposible, dado que la comparación con películas que son clásicos absolutos del cine es inevitable, y creo que salva los muebles razonablemente bien. El sentido de la aventura y el espectáculo mientras Indy, Helena y Teddy viajan por el Mediterráneo y encuentran objetos misteriosos en ruinas antiguas que les llevan a la siguiente misión está bastante bien conseguido a lo largo del metraje. Para ser una película de dos horas y media de duración, no se me hizo larga en ningún momento, lo cual se mire cómo se mire es otro aspecto positivo de la película.

Ver a Harrison Ford como Indiana Jones una última vez es una pasada. Me parece una locura que Ford se conserve tan bien teniendo en cuenta sus 80 años. (Bueno, cuando rodó la película tenía 78, pero para el caso es lo mismo). Aunque en el presente de 1969 tenemos a un Indy deprimido por sucesos de su pasado reciente, tener que embarcarse en una última aventura nos devuelve al investigador carismático, inteligente y demasiado seguro de si mismo cuya bocaza le mete en situaciones peligrosas de las que ya veremos como saldrá. El carisma de Ford se sale de la escala y la historia le permite expresar el rango interpretativo que mejor controla Ford, siendo todo un acierto. Además de la acción en 1969, la película arranca con una aventura de Indy y su amigo Shaw en 1944, y me ha flipado lo bien que funciona la tecnología de rejuvenecimiento que Disney empezó a usar en Iron Man 3 y Rogue One, y que tan buenos resultados les ha dado en The Mandalorian. En esta escena Ford vuelve a ser joven y entiendo que gracias a su doble realiza acrobacias increíbles. Y además, siempre está genial ver a Indy apalizando nazis.

El casting en general creo que está muy bien escogido. Los castings de Phoebe Waller-Bridge como la ahijadad de Indy y Mads Mikkelsen como el villano Jürgen Voller me han gustado, aunque tengo que reconocer que el guion desaprovecha completamente a Mikkelsen, negándonos la posibilidad de tener a un villano carismático y peligroso, al optar por destacar su naturaleza fría al ser un científico físico y matemático. Volver a ver a John Rhys-Davies como Sallah es una alegría tremenda, aunque flipo al comprobar que ¡Rhys-Davies es un año más joven que Ford! La sorpresa final me parece que está muy bien y nos da un momento super emocionante que me ha gustado mucho. Y aunque breve, que nuestro Antonio Banderas tenga un papel como un aliado de Indy también es genial. No le pongo ningún pero al casting, si a algunas cosas que el guion hace hacer a los personajes.

Como no puede ser de otra forma, el diseño de producción es una pasada. Ver las diferentes localizaciones reales es genial y los sets tienen el tamaño enorme que se espera de una aventura de Indiana Jones. Siempre es un placer escuchar la música de John Williams, pero diría que no estamos ante una de sus mejores composiciones. Algo normal por otra parte pensando que Williams tiene ¡91 años! En el arranque de la película los temas me parecía que estaban directamente sacados de la música de La última Cruzada. Jamás dirá nada malo de Williams, que ha creado la banda sonora de mi pasión por el cine, pero esta partitura me parece continuista y funcional.

A nivel general ya digo que me ha gustado Indiana Jones y el Dial del Destino y me ha dado la aventura y el entretenimiento que me pedía el cuerpo. Sin embargo, puestos a comentar los aspectos negativos o menos buenos de la película, en general la labor de James Mangold me ha parecido un quiero y no puedo. Aunque es super entretenida y cuenta con todos los elementos esperables en una aventura de Indy, le falta el intangible de la MAGIA que tenían las 3 primeras películas. En cierto sentido, correcto NO es suficiente, no debería serlo nunca pero para un personaje tan icónico como Indiana Jones menos aún. Mi principal problema me lo generan las escenas de acción, con un exceso de CGI que no acaba de funcionarme. En el prólogo hay unos momentos de Indy subiendo al techo del tren que parecen sacados de un juego de PS3, en la persecución a caballo por Nueva York se nota que Mangold no domina la pantalla verde empleada para los fondos, y en la persecución en Tánger Mangold acelera la imagen en la mayoría de planos, quedando cutre. Y esos son tres ejemplos, luego entraré con el climax final. Ya no es que Mangold no sea Spielberg, nadie lo es, pero sus escenas son confusas y no tienen la brillantez visual de antaño. Siendo todo correcto, ninguna escena de toda la película me ofreció un momento WHOA!!, y la historia hubiera dado para ello con otro director visualmente mejor.

Aparte del correcto aspecto visual, me he encontrado con una película que avanza a trompicones con un ritmo no del todo acertado. Tras el prólogo en 1944, la parte en la Nueva York de 1969 no acaba de funcionar y para la película hasta que vuelve a arrancar de alguna manera en Tánger. Esto no es malo en si mismo, pero de nuevo no llega a ser especialmente bueno.

Pero peor que todo lo anterior es el guion de Mangold con Jez y John-Henry Butterworth. Hay un problema enorme de inconsistencias y situaciones extrañas a lo largo de la película que no son grandes problemas pero si situaciones en las que notas que algo no cuadra. Pequeñas chinas en el camino del visionado que hacen que la historia no sea lo fluida que debería. El prólogo de 1944 termina con una situación en la que Jürgen Voller aparentemente muere, y sin embargo luego está vivo como si tal cosa. Esa escena resulta confusa y parece que él tiene el Dial cuando no es así. En Nueva York los esbirros de Voller con supervisión del gobierno hacen locuras que no son admisibles y rompen la suspensión de credulidad. No me molesta que se inventen a los mafiosos de Tánger para que sean un segundo grupo que dificulte la persecución y la haga más complicada, ni tampoco el pequeño papel que tiene Antonio Banderas. Pero si que por ejemplo se anticipe un enfrentamiento contra el esbirro gigantón que machaca a Indy en varios momentos y luego eso quede en nada y ni siquiera lleguen a enfrentarse.

Reconozco que no he visto Fleabag, así que no tenía vista a Phoebe Waller-Bridge. Y la verdad es que actoralmente y en lo referido al carisma que tiene, puede mirar de tu a tu a Harrison Ford. Lo que no está tan claro es lo que el guion plantea para Helena, la ahijada de Indy que empieza la película convertida en una ladrona que le roba el objeto que tiene Jones en su poder, a pesar que su padre creía en su capacidad potencial para cambiar el mundo, para venderlo en el mercado negro. Su personaje es en si mismo una locura camuflada en la frescura que tiene Waller-Bridge en pantalla, y su evolución es un «porque si» de libro. Ahora hago esto, ahora lo contrario. El intento de crear un «Tapón 2» con el personaje de Teddy, el chaval que acompaña a Helena en sus golpes, me parece que como tantas cosas en la película no está mal, pero a la vez no acaba de funcionar, al darle unas habilidades imposibles que son otro de los muchos «porque sí» de la película.

Aparte del macguffin que justifica toda la búsqueda, cuando descubrimos el plan del villano Jürgen Voller resulta ser también una locura máxima. De hecho, eso nos lleva a uno de los WTF?! más gordos que probablemente voy a encontrarme en una sala de cine este año, con un climax final que no me ha funcionado en absoluto. No me ha funcionado por el exceso cantoso de CGI en la escena, pero sobre todo por lo absurda de la situación y lo mal ejecutada que está.

Que Indy no tenga un enfrentamiento final contra los malos es decepcionante, pero también lo es el final que ha elegido Mangold para ellos. Y dada la situación de depresión que vive Indy al comienzo de la película, es entendible que desde el punto de vista emocional Indy necesite ser salvado. Pero la ejecución no me gusta, empezando porque Indy también acaba siendo físicamente rescatado de los malos. Durante toda la película hubo un buen equilibrio entre él y Helena, con ambos mostrando sus conocimientos arqueológicos en momentos claves, pero justo en el momento clave de la película la balanza cae a favor de Helena y no debería sea así en una película de Indiana Jones.

De hecho, pensando en algo que no me cuadraba de la película, en la segunda mitad de la película Helena salva a Indy de morir en tres ocasiones, mientras que Indy a ella sólo una EN TODA LA PELÍCULA. Hay también un tiroteo, pero esa no es una situación clara de salvar Indy a Helena de una muerte segura, ya que al tener él la pistola es normal que se enfrente a los malos. Aparte, recordando la escena del submarino de En busca del arca perdida, hay una escena similar pero invirtiendo los roles siendo Helena el que va a salvar a Indy. En estos momentos de corrección no me sorprende que sea la chica la que salve al héroe, pero en una película de INDIANA JONES, queda extraño. Y no dirá más al respecto.

Unido a esto, tras el tremendo WTF?!, llegamos al final de la película. Y había leído varios comentarios opinando que era el final perfecto para Harrison Ford e Indiana Jones que finalizaba la serie de la mejor manera posible. No creo que sea así. De hecho, incluso con todos los problemas que tuvo El reino de la calavera de cristal, su final con Indy y Marion casándose y disfrutando Indy de un hijo con el que conectaba me parece un final mucho más redondo que este. El final de El Dial del destino el final si me parece emocionante gracias a una aparición de última hora super chula, pero que deje algún elemento abierto que me ha producido perplejidad.

Mirando el vaso medio lleno, sin duda me he entretenido con Indiana Jones y el Dial del Destino. Como comentaba al comienzo, a pesar de los numerosos peros, creo que Mangold sale bastante airoso de un encargo imposible. Sin embargo, entrando en lo concreto veo demasiados elementos que podrían haberse mejorado, no siendo todo lo brillante que debería.

Comparto el trailer de la película:

Indiana Jones y el Dial del Destino es una buena película de aventuras con el feeling correcto a la que le falta la MAGIA de las primeras películas.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de The Mandalorian 3×08 (Disney+)

¡Qué rápida se me ha pasado la tercera temporada de The Mandalorian! La serie creada por Jon Favreau ha sabido mantener el nivel de entretenimiento y se mantiene no sólo como la mejor serie de Star Wars sino el mejor entretenimiento mainstream de la televisión.

PUNTUACIÓN: PURO STAR WARS

Episodio 24: El retorno.

El mandaloriano y sus aliados se enfrentan a sus enemigos.

Tras el enorme cliffhanger de la semana pasada, Rick Famuyiwa se mantiene en la dirección de este último episodio de la tercera temporada. Un episodio escrito en solitario por el creador de la serie, Jon Favreau, y que tiene una duración de 42 minutos (37 sin los títulos de crédito) el tercer episodio más corto de esta temporada.

Junto a Pedro Pascal como Din Djarin, Katee Sackhoff como Bo-Katan Kryce, Grogu y Giancarlo Esposito como Moff Gideon, en este episodio tenemos de nuevo a la plana mayor de los Mandalorianos, con Emily Swallow como La Herrera, Simon Kassianides como Axe Woves y Mercedes Varnado como Koska Reeves. Además, Carl Weathers como Greff Carga y Paul Sun-Hyung Lee como el piloto rebelde Carson Teva también aparecen para cerrar sus tramas abiertas esta temporada.

Qué maravilla The Mandalorian. Qué suerte tenemos los fans de Star Wars de que exista esta serie. Hay que dar las gracias a Jon Favreau y todo su equipo por la creación de Din Djarin y el resto de personajes, y por darnos un final perfecto a esta tercera temporada que cierra de forma brillante todas las tramas abiertas con un episodio lleno de acción, tensión y emoción. ¡This is the way!!

Por ponerle un pero a este final de temporada, en aras de la síntesis y de ir al grano, Mando va como Pedro por su casa por la base de Moff Gideon, al igual que el grupo liderado por Bo-Katan escapa demasiado fácil tras caer en la trampa de Gideon en el episodio anterior. Pero estos detalles no son un problema real teniendo en cuenta que el hecho que en una base imperial fuertemente armada y poblada nadie detecte a un grupo de rebeldes no puede ser más Star Wars, casi forma parte del ADN de la franquicia galáctica. Como digo, esta sensación de rapidez y conveniencia la tuve en el visionado, pero no es un problema en absoluto. Esta necesidad de síntesis hace que me quede con ganas de haber visto con mayor extensión algunas situaciones que hubieran podido ser la bomba, como el combate aéreo entre las naves imperiales y el crucero mandaloriano o el combate también aéreo entre mandalonianos y Dark Troopers usando los jetpacks. Pero lo que vemos es más que correcto, y veo que el objetivo era también no restar protagonismo a los que de verdad lo requerían, que son Din Djarin y Grogu.

Cuando algo es exitoso en seguida le salen los críticos que buscan ser los que se salen la norma. Y me hace gracia las críticas que ha recibido Jon Favreau a lo largo de esta temporada, afirmando que sus episodios no avanzaban la trama o resultaban muy «chorras» en una serie cuya premisa de aventura por la aventura era parte central del concepto de la serie. De hecho, había cierta corriente de pensamiento que atribuía a Dave Filloni todas las virtudes de la serie en contraste con el desastre de Favreau, cuando la realidad es que Filloni sólo colaboró en el cuarto episodio y en el séptimo de la semana pasada. Entiendo que a esos críticos les habrá sabido mal descubrir la estupenda conexión que Favreau ha hecho de todas las tramas abiertas y la forma en la que les ha dado un cierre satisfactorio a esta temporada.

The Mandalorian siempre ha sido una serie de acción y aventura, y es algo que no han olvidado en la resolución de esta temporada, un episodio en el que prácticamente la primera media hora es todo climax con acción y tensión que no dejan de ir a más. Favreau siempre hizo que fuera la acción la que cuente la historia, y esta es espectacular. La forma en que hemos disfrutado en casa de un entretenimiento mainstream como este con una calidad y escala que deja en mal lugar a la mayoría de estrenos cinematográficos en la gran pantalla me ha parecido alucinante semana a semana. Una serie que es puro STAR WARS, pura diversión.

Esta temporada ha ampliado el lore de los mandalorianos de forma brillante, creando una historia mucho más coral que en las temporadas anteriores con Bo-Katan casi al mismo nivel de Din Djarin. A mi personalmente me ha gustado mucho el arco de Bo-Katan teniendo en cuenta donde se encontraba al principio de la temporada y hasta donde ha llegado en este final. Pero este protagonismo compartido también fue objeto de críticas, que no comparto. Sin embargo, el climax de acción y emoción de esta serie nos ha recordado (no hacía falta) que todo se construye alrededor de Din Djarin y Grogu, siendo ellos el centro de todo. Ver a Mando enfrentarse a Dark Troopers en parejas primero, a los guardias pretorianos después y en último término a Moff Gideon nos ha dado algunas de las mejores acciones de acción de toda la serie. Estos combates me recordaron a Game of Death de Bruce Lee en la que el mítico actor subía el edificio encontrándose un enemigo cada vez más fuerte y peligroso en cada piso. Todo el episodio es bestial.

Otro elemento interesante es que Grogu, manteniendo su faceta «adorable que quiero abrazar», había tenido poco protagonismo en esta temporada, sobre todo en los últimos episodios. En parte por la importancia de Bo-Katan y la trama general de devolver a los mandalorianos a su planeta natal, reconquistándolo por sus propios méritos. Sin embargo, este último episodio le ha devuelto al podium de los mejores personajes de Star Wars, primero usando el robot IG-12 como armadura y transporte, y luego con el uso de la fuerza para ayudar a Din Djarin en su lucha contra los diferentes enemigos. Había algunos comentarios sobre si Grogu había perdido su razón de ser en la serie, pero este episodio nos ha mostrado de forma modélica que la serie va de él y Mando. El final en el que Din Djarin adopta a Grogu, convirtiéndose en su hijo con el nombre de Din Grogu, ofrece el perfecto climax emocional que hace que este final sea perfecto. Pero además, el poder de Grogu en el final del combate contra Moff Gideon ofrece el momentazo más grande de un episodio lleno de momentazos increíbles. Es cierto que podría decirse que Grogu ha tenido un upgrade de sus habilidades jedi, pero realmente no ha dejado de entrenar, por lo que no le veo problema a uno de los grandes momentos de toda la serie.

En menos de 40 minutos Favreau y Famuyiwa cierran todas las tramas abiertas, algo que me parece una pasada. Moff Gideon ha resultado un espectacular villano de Star Wars, y aunque me da pena su muerte la realidad es que el combate final me parece brillante. Un final que refuerza la idea que en combates en solitario Gideon hubiera derrotado a Mando y a Bo-Katan, teniendo que ser el trabajo en equipo de ambos con Grogu, más la explosión de la nave derribada de los mandalorianos, lo que consigue derrotarle. Dentro del protagonismo total de Mando y Grogu, Bo-Katan tiene también su momento en el episodio y mola un montón verla terminar la serie como la líder de los mandalorianos. Y además Favreau tiene la buena idea de destruir el Dark Saber, eliminando un elemento tontísimo que nos viene desde The Clone Wars de Filloni, que era que el liderazgo de los mandalorianos venía marcado por la persona que poseyera el sable. Eliminarlo de la ecuación me parece la decisión correcta, dado que Bo-Katan ha demostrado de sobra que merece liderarlos por sus actos y su valor.

La semana pasada se extendió en redes sociales una teoría que sugería que había un traidor entre los mandalorianos, haciéndose porras para ver si era La Armera o Axe Woves. Me alegro que esta teoría se ha confirmado como falsa, entre otros motivos porque no hubiera tenido sentido. Por suerte, Favreau es un gran narrador que no necesita crear shocks sólo por la sorpresa, aunque rompieran con lo visto hasta ese momento. No es un J.J. Abrams, para entendernos y para mi alegría. Siempre se ha centrado en crear argumentos que lleven a sus personajes por caminos lógicos con lo visto en pantalla. Por cierto, a pesar de ser secundarios, Favreau guarda también buenos momentos para La Armera y Axe Woves en el episodio, guardándoles un momento para brillar.

Aparte del brillante final de Mandalore, Favreau se guarda unos epílogos estupendos para cerrar de forma satisfactoria todas las tramas abiertas, abriendo lo que será la base de las próximas aventuras de Din Djarin y Din Grogu. Que Mando vaya a ayudar (por un precio) a Carson Teva en la detención de criminales soluciona la falta de recursos de la Nueva República en el borde exterior y confirma la categoría de héroe de Mando. Además, que tenga su propia granja en Nevarro para vivir feliz con Grugu entre misiones, mientras ofrece a Greef Karga a un reconstruido IG-11 para que sea el nuevo Marshall de la capital deja a la familia en su mejor momento. El final de la segunda temporada con la llegada de Luke llevándose a Grogu fue un hito televisivo perfecto pero triste al separarse Mando de Grogu. El final de esta temporada nos da un final feliz que se siente completamente satisfactorio y que merecen los protagonistas. Si la historia de Mando y Grogu terminara aquí, me dejaría super satisfecho.

Viendo la temporada en su conjunto, el entretenimiento que nos ha dado The Mandalorian me parece modélico. Dicho esto, Favreau no se ha cortado al plantear experimentos narrativos durante estos ocho episodios, como fue el tercer episodio protagonizado en su mayoría por el Doctor Pershing en Coruscant que ponía el foco en la existencia de espías imperiales dentro de la burocracia de la Nueva República. Este episodio se siente como una isla dentro de la narrativa de la serie centrada en Din Djarin y el viaje de los mandalorianos para reclamar Mandalor como su hogar. Aunque luego siguiéramos viendo las andanzas de la espía Elia Kane en los episodios cinco (evitando que el Coronel Tuttle ayudara a Nevarro) y siete (informando a Gideon de la unión de los mandalorianos), esta trama sumado a la presentación del Consejo en la Sombra imperial se ha creado para que se desarrolle en futuras series de Star Wars. Teniendo en cuenta lo criticada que fue en su momento El libro de Boba Fett por los dos episodios protagonizados por Mando (y Luke, unos episodios brillantes, por cierto), me sorprende la valentía de Favreau al no ir a lo fácil y atreverse a plantar estas semillas para el futuro de la forma en que lo hizo.

Además, la forma en que la serie fue a tope narrativamente en todos los episodios no guardando nada para más adelante también me parece brillante. La serie que prometía un viaje de Mando a Mandalore para ser redimido de su pecado de quitarse el casco solucionó la trama en el segundo episodio, marcando el verdadero objetivo que era reconstruir la sociedad mandaloriana y a su lider Bo-Katan de cara a reclamar su planeta natal. Y todo ello contado a partir de acción y aventuras en tan sólo 8 episodios. Tiene mucho mérito Favreau.

The Mandalorian ha sido una pasada, marcando el standard de calidad que mide la excelencia en el mainstream televisivo. Le deseo suerte a Ahsoka, porque la verdad es que el listón ha quedado muy algo. Pero no sólo a la serie de Dave Filloni, porque el nivel de espectacularidad, aventura y emoción que nos ha dado la serie está al alcance de muy pocos contenidos de cine o televisión. Ojalá muchas más series así. Disney confirmó la producción de una cuarta temporada, pero visto el nivel ojalá Favreau se mantenga en Star Wars muchos años.

Comparto el trailer de esta tercera temporada:

The Mandalorian ha rozado la perfección en esta tercera temporada. dadme muchas más series así.

PUNTUACIÓN: PURO STAR WARS

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