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Crítica de Thunderbolts* de Jake Schreier

Ya tenemos la siguiente película de Marvel Studios, Thunderbolts*, dirigida por Jake Schreier. Y me alegra que por fin tengamos una historia redonda que sabe qué quiere contar y cómo sacar el máximo partido a sus protagonistas.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

PRIMERA PARTE DE LA RESEÑA SIN SPOILERS.

Un grupo de supervillanos poco convencional es reclutado para hacer misiones para el gobierno: Yelena Belova, Bucky Barnes, Red Guardian, Ghost, Taskmaster y John Walker. Después de verse atrapados en una trampa mortal urdida por Valentina Allegra de Fontaine, estos marginados deben embarcarse en una peligrosa misión que les obligará a enfrentarse a los recovecos más oscuros de su pasado.

Jacob Stacey Schreier (Berleley, California) es un director estadounidense. Fue miembro fundador de Waverly Films, un colectivo cinematográfico con sede en Brooklyn, y se unió a Park Pictures en 2006, estrenando su primer largometraje Robot & Frank en 2012, que pudo verse en Sitges. En 2015 estrenó Ciudades de papel, adaptación de la novela homónima de John Green de 2008. Antes del estreno de Thunderbolts*, Disney le hizo dirigir uno de los capítulos de la estupenda Star Wars Tripulación perdida.

Schreier dirige esta película con un guión de Eric Pearson (escritor en plantilla de Marvel Studios que ha trabajado en varias películas del estudio como Thor Ragnarok y Black Widow y que también estará en la película de Los 4 Fantásticos) y Joanna Calo (co-showrunner de The Bear junto a su creador Christopher Storer), a partir de una idea de Pearson. La película tiene una duración de 126 minutos y un presupuesto orientativo de 180 millones de dólares. Además, ha contado con fotografía de Andrew Droz Palermo, montaje de Angela Catanzaro y Harry Yoon y música de Son Lux

En el reparto encontramos a un montón de caras conocidas dentro del MCU. Florence Pugh interpreta a Yelena Belova, la nueva Viuda Negra a la que conocimos en la película de 2021 y que apareció en la serie de Ojo de Halcón. Sebastian Stan vuelva a interpretar a Bucky Barnes, Wyatt Russell es John Walker / U.S. Agent, al que conocimos en la serie Falcon and the Winter Soldier. En la película de Viuda Negra conocimos a David Harbour como Alexei Shostakov / Guardián Rojo y a Olga Kurylenko como Antonia Dreykov / Taskmaster. Mientras, Ant-Man y la Avispa presentó a Hannah John-Kamen como Ava Starr / Fantasma. Por último Julia Louis-Dreyfus es Valentina Allegra de Fontaine actualmente la directora de la CIA. Por último, la nueva incorporación al MCU es Lewis Pullman como Bob, un individuo con superpoderes que sufre de amnesia.

Empezando a valorar Thuderbolts* SIN SPOILERS, tengo que decir que estoy muy contento porque Marvel Studios por fin haya estrenado una película casi redonda que resulta satisfactoria. Tras los fracasos creativos de Capitán América Brave New World y The Marvels, poder disfrutar de una BUENA película del MCU era una necesidad. Y Jake Schreier cumple gracias a un guion muy sólido.

Thunderbolts* sabe qué historia quiere contar y cómo sacar el máximo partido a los protagonistas. Porque esta NO es una película de coreografías y explosiones, aunque hay varias y muy buenas. Estamos ante una historia de antihéroes que son personas rotas que tendrán que aprender a confiar en otras personas rotas como ellos, creyendo que es posible cambiar y hacer el bien quien sabe si una primera vez.

Me gusta mucho que Marvel Studios reconozca que Florence Pugh es la mejor actriz del grupo y plantee para ella el principal peso dramático de la película. Yelena lleva la película, la historia empieza con ella y es nuestros ojos a través de gran parte del metraje. Y tenemos a una gran Florence Pugh interpretando a una mujer rota tras la muerte de su hermana que se da cuenta que su vida como asesina a sueldo no tiene sentido y siente un vacío tremendo en su interior. La idea del vacío existencial y cómo luchar contra ello es la clave de la película. De hecho, podría decirse que el verdadero villano de la película es la depresión, la soledad y la enfermedad mental, y no Valentina Allegra de Fontaine. Algo que, por supuesto, es una interesante novedad en una película del MCU.

En este sentido, el sorpresón de Thrunderbolts* es Lewis Pullman como Bob. Pullman me ha parecido un actor excelente que transmite la confusión de otro personaje perdido con un pasado trumático. Bob, al igual que Florence, consiguió que las emociones corrieran a flor de piel durante el metraje. Y hace otra cosa que es tremenda, que es transmitir todo el poder y la oscuridad que saldrán al mundo real a partir del giro de la película. Un giro que de momento no comentaré, dejándolo a la segunda parte en la que entre a analizar la trama con spoilers. La forma en que la película nos muestra la enfermedad mental de Bob es uno de los éxitos absolutos de la película.

Otra de las cosas que me gusta mucho de Thunderbolts* es su capacidad de síntesis y de contar una historia completa en apenas dos horas. Dentro de lo cerrada que puede ser una historia en el MCU, claro. Digo esto porque en una película coral como ésta los guionistas podrían haber caído en el error de querer seguir a cada miembro del grupo antes de su reunión, cosa que hubiera hecho que la introducción se hiciera eterna. Entender esta clave es básica para conseguir un metraje ajustado a las dos horas en el que no sientes que te falta nada vital para entender la historia. Y de ahí el acierto de seguir a Yelena y cómo su última misión de limpieza para Valentina hará que se encuentre con otros 3 operativos en la misma ubicación, lo que pondrá en marcha la historia.

Una de las claves del disfrute de la película es haberla visto en versión original. Y es un placer escuchar a Florence Pugh y a David Harbour con acento ruso. Yelena es el corazón dramático de la película, a lo que hay que sumar una excelente química con Harbour. de hecho, Harbour está perfecto jugando al humor del personaje patético que realmente ama a su hija adoptiva y haría lo que fuera por protegerla. El Guardián Rojo tiene varios momentos de humor involuntario que funcionan, y también la emoción en el momento justo de la película, en que los héroes tienen que levantarse a pesar que el enemigo delante suyo sea imposible de derrotar. El trío formado por Pugh, Harbour y Pullman son los que mantienen la emoción y el interés de la película.

Sebastian Stan está bien como Bucky Barnes. Su papel es importante en la parte en la que el resto del grupo ve que es posible hacer lo correcto y convertirse en héroes a pesar de su pasado, porque Bucky (Soldado de Invierno) ya ha recorrido ese camino. Stan se nota que está muy a gusto con su personaje y sabe ser un escudero de las principales espadas (emocionalmente hablando) de la película. Dentro de los roles secundarios, a pesar de estar en el poster de la película, tenemos a Wyatt Russell como John Walker / U.S. Agent, que ya se enfrentó a Bucky en la serie de televisión, y que en la película juega al humor a costa del agente super capaz que irrita a todo el mundo. Pero que también tiene sus propios pecados en su pasado y un dolor a pesar de la fachada que intenta ofrecer.

Hannah John-Kamen como Ava Starr / Fantasma y Olga Kurylenko como Antonia Dreykov / Taskmaster son las partes secundarias del conjunto, sobre todo una más que la otra. De hecho, dentro de los traumas de los personajes que iremos viendo a lo largo del metraje, no vemos los de estos dos personajes, dejando claro, por si no quedara claro desde el principio, su naturaleza secundaria. Hablando de estas dos asesinas black-ops, la escena de acción a cuatro bandas con Yelena, Walker, Ghost y Taskmaster en la que cada personaje utiliza sus habilidades especiales, me parece una de las más originales que he visto en mucho tiempo.

Esto me lleva a la parte visual. Thunderbolts* tiene pocas escenas de acción, pero están todas muy guay. En especial Ghost y su habilidad de convertirse en intangible me parece una pasada dentro de un grupo que como ellos mismo dicen, sólo «disparan y pegan puñetazos». Me gustan mucho los trajes de los personajes, empezando por Taskmaster y también el de Ghost. Y por supuesto, del personaje al que vemos una vez conocemos el giro de la película. La película luce estupenda sabiendo la escala de lo que nos están contando.

La parte negativa de Thunderbolt* es todo lo relacionado con la villana Valentina Allegra de Fontaine interpretada por Julia Louis-Dreyfus. Marvel Studios sigue con su racha de villanos decepcionantes. Y comentaba al principio que en realidad el villano es la depresión y la enfermedad mental, pero dentro de ser así es algo provocado también por una Valentina super floja que es una villana de una sola voz, la de megalomaniaca que hará lo que sea para conseguir sus planes y no tener que responder de sus crímenes. Se que en USA Julia Louis-Dreyfus es una actriz super valorada, pero en el MCU no ha demostrado nada. Si eso, tiene el triste record de convertir a este personaje en lamentable.

Tampoco no me han gustado los 30 últimos segundos de película (antes de las dos escenas post-créditos). Creo que emborronan la que era una película brillante hasta ese momento, provocando una situación absurda que no hay por donde cogerla. Incluso aceptando las posibilidades que esto abre en el MCU de cara a las siguientes películas. Pero tengo que reconocer que a pesar de este mal final, he disfrutado mucho de la película, y recomiendo pasar por caja para ver la película en pantalla grande.

A partir de aquí voy a analizar los aspectos claves de la trama CON SPOILERS, sigue leyendo bajo tu responsabilidad.

Aparte de la lucha contra el trauma y la depresión que es el tema central de Thunderbolts*, la trama gira en torno a que el Congreso de los Estados Unidos quiere despedir a Valentina de su puesto como directora de la CIA por sus actividades ilegales, entre otras el intento de crear su propio superhéroe. Valentina intenta borrar cualquier prueba incriminatoria, lo que implica deshacerse de 4 operativos que han realizado misiones encubiertas para ella. Esto nos lleva a la brillante escena de acción a cuatro bandas entre Yelena, Walker, Ghost y Taskmaster que comentaba antes, que creo que está super chula. En medio de este combate, una caja es dañada y de ella aparece un amnésico Bob, que será clave a partir de ahora. Cuando Valentina descubra la identidad de Bob, la única persona que ha sobrevivido a los experimentos, querrá utilizarle para tener su propio superhéroe que la ayude a llevar a cabo sus planes de dominación. Algo que los antihéroes más inesperados intentarán evitar.

Una de las cosas que más me gustan de la película es que estamos ante una historia coral en la que no todos tienen el mismo peso, con varios secundarios claros desde el minuto uno. Y dentro de estos roles secundarios, estaba claro que uno de los personajes iba a morir en algún momento, para dejar claro que las apuestas eran altas y cualquiera podía morir. Sin saberlo, tenía la sensación que iban a utilizar una estrategia tipo Escuadrón Suicida entraba en todas las apuestas. Y claro, viendo la promoción y todo lo relacionado con la película, estaba claro que Taskmaster tenía todas las de perder. De hecho, los breves segundos en los que vemos la cara de Olga Kurylenko como Taskmaster no parecen que se rodaran con el resto del grupo, probablemente confiando toda la coreografía de acción a una doble que lleve su armadura, insertando su cara digitalmente en post-producción. Dentro que claramente Taskmaster iba a morir, tengo que decir que su muerte sorpresiva en medio de la brillante coreografía de acción resultó decepcionante. Decepcionante por lo anticlimática y por la falta de peso dramático. Es un pero pequeñito a una escena que por lo demás está muy bien.

Cuando ya nos quedamos con Yelena, Walker, Ghost y Bob, la película muestra sus señas de identidad, con una química tremenda entre estos personajes tan diferentes y parecidos a la vez. La frase con la que despachan a la fallecida Taskmaster «vivió matando y murió de esa manera» sería aplicable a todos ellos. Y que la asesina fuera Ghost, la secundaria absoluta del grupo, permite evitar que Walker y Yelena lo hagan. Sobre todo pensando que ambos buscan empezar un camino de redención. La posterior llegada de Red Guardian ofrece momentos de humor super divertidos. Y luego Bucky es la brújula moral que les marca el camino al que aspirar. Son un montón de piezas que encajan muy bien entre si, formando un tapiz brillante.

La sorpresa de Bob puede ser una de las peor guardadas de la historia del MCU. Bob es SENTRY / Void. Una persona sometida por Valentina a experimentos para convertirle en superhéroe bajo su control que sufre una enfermedad mental que provoca que su yo oscuro (Void) se haga con el control en situaciones dolorosas o de stress. Me encanta la interpretación de Pullman, y aún más cuando le vemos convertido en el brillante y super poderoso Sentry y el malvado Void. Por cierto, el traje de Sentry me parece una pasada, me encanta. Y sus poderes le convierten en alguien que puede mirar de tu a tu a Thor o Capitana Marvel. Su personaje es el MVP de la película, pensando que ya sabiamos que Florence Pugh lo iba a hacer genial, pero todo lo relativo a Sentry es novedoso y sobresaliente. La parte en la que los Thunderbolts* entran en la oscuridad de la mente de Bob para rescatarle a él y a Yelene me parece una de las mejores escenas recientes en una película de superhéroes. Desde luego, de las más inesperadas y satisfactorias. Otro de las cosas positivas de Thunderbolts* es que no caigan en la solución fácil de «quemar» personajes que tantas veces hemos visto en el MCU. Que Bob / Sentry / Void siga vivo y en el grupo plantea posibilidades muy potentes pensando que Sentry pueda enfrentarse a Thor, por poner una posibilidad automática que me viene a la cabeza.

No me ha gustado nada la villana Valentina. Es una megalomaniaca sin matices que resulta penosa. Como decía antes, me parece lo peor de la película de largo. Y en ese sentido, el final de la película es un fail como una casa. La idea que después de que Valentina intentara matarles a todos, que ha maniobrado para salir indemne ante la investigación del Congreso y lo consiga porque decide convertir a los Thunderbolts* en SU grupo ante los medios de comunicación, y Yelena y el resto acepten me resulta penoso, absurdo y ridículo. Al final, Valentina NO paga por sus crímenes. Patético.

La película plantea que Yelena, Walker y Ghost desean dejar atrás su pasado asesino oscuro y volver a la senda del bien. Red Guardian incluso verbaliza que quiere volver a ser adorado por el público como en Rusia. Si no piensas mucho en ello, eso podría explicar que Yelena y el resto acepten la mentira a Valentina que les convierta en héroes para la opinión pública. Aparte que en el fondo ha quedado claro que NO son héroes. Pero esto es una absurdez dado que Valentina intentó matarles en varias ocasiones. La frase de Yelena de «Ahora nos perteneces» es ridícula porque nada impide a Valentina volver a matarles en cuanto la interese, porque va a seguir controlando todos los recursos de la CIA.

Pero este giro final es aún más absurdo pensando que Bucky Barnes está allí, y todo su arco en la película es encerrar a Valentina por sus crímenes en la CIA. Puedo aceptar que Yelena en un momento egoísta pueda aceptar el gambito de Valentina, pero Bucky no lo haría jamás. Y puedo especular que Bucky pasa por el aro porque si tira de la manta Valentina iría a prisión, pero también Yelena, Walker y Ghost, que han sido asesinos a sueldo de Valentina. Pero la idea que Bucky acepte que esta megalomaniaca peligrosa siga controlando la CIA es absurdo y ridículo. Como digo, no me ha gustado nada este final.

Parte de la gracia de la promoción de la película empezaba por el propio título de Thunderbolts* ¿A qué viene ese *?¿Qué significa? La sorpresa viene cuando Valentina afirma que el grupo son sus NUEVOS VENGADORES. No los Thunderbolts, que es un nombre en medio de una broma repetida en varias ocasiones a lo largo de la película. NEW AVENGERS. En la escena post-créditos tenemos el que puede ser el conflicto en las próximas películas del MCU. La negativa de San Wilson / Capitán América a unirse a este grupo formado por la villana que además es la directora de la CIA va a provocar la existencia de dos grupos enfrentados. Estos Nuevos Vengadores de Yelena y Bucky (Absurdo) y los Vengadores que forme Sam, con un montón de opciones abiertas empezando con Doctor Strange, Shang-Chi, Hulk, Capitana Marvel, Photon y quien sabe si incluso Thor. Desde luego, si han querido plantear hype para Vengadores: Doomsday, lo han conseguido.

Tener la posibilidad de tener dos grupos de Vengadores enfrentados entiendo que era una idea demasiado jugosa para desaprovechar, debieron pensar los productores de Marvel Studios empezando por Kevin Feige y los hermanos Russo. Sin embargo, esto rompe lo que creo que pudiera haber sido el final natural de la película, en la que Mel, la ayudante de Valentina, acaba traicionándola tirando de la manta en la rueda de prensa, dejando a los Thunderbolts como héroes. Mel ve lo malvada que es Valentina y descubre que no dudará en matar a cualquiera que signifique una amenaza para ella, lo que incluye por supuesto a ella. Esto es algo que la película muestra explícitamente. Que no se atrevieran a llevarlo a cabo y planteen este final es decepcionante. Incluso aceptando las posibilidades que se abren para el futuro del MCU, de alguna manera ha empañado una película que esta siendo brillante.

La primera escena post-créditos es una broma con Red Guardian a partir de ver que uno de sus sueños se ha cumplido. La segunda anticipa este conflicto con el grupo que vaya a formar Sam Wilson, y nos deja con una sorpresa final, la llegada a nuestra realidad de una nave que lleva un símbolo de un 4 en su fuselaje. Esta sorpresa no lo es tanto porque la música ya anticipa el tema de Los 4 Fantásticos de Michael Giacchino, por lo que la identidad de los tripulantes de esta nave está claro desde el comienzo. Sin embargo, queda la duda de si el final de su película, que se estrena en apenas dos meses y medio, conectará con esta escena o será algo diferente. Veremos qué depara el futuro.

Lo que sí está claro es que tras varias decepciones, Thundebolts* vuelve a mostrar un MCU que apetece ver qué nos ha preparado a continuación. Un futuro que tengo ganas de ver. Espero que la película sea un éxito de taquilla, sin duda lo merece.

Comparto el trailer de la película:

Thunderbolts* ha sido una sorpresa muy positiva en una película casi redonda. Así si.

PUNTUACIÓN: 7.5/10



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¡Saludos a todos!

Crítica de Pam & Tommy (Disney+)

No tenía demasiado interés a priori por conocer la historia de Pamela Anderson, Tommy Lee y su cinta de video robada. Sin embargo, tengo que reconocer que Pam & Tommy, la serie de Disney+ recién finalizada, ha sido super entretenida y con una profundidad inesperada en algunos momentos.

PUNTUACIÓN: 7,5/10

Narra la historia de la relación entre Pamela Anderson y Tommy Lee, el turbulento romance que comenzó cuando se casaron después de conocerse solo durante 96 horas en 1995 y el escándalo mundial cuando salió a la luz un video de la pareja manteniendo relaciones sexuales. (FILMAFFINITY)

Pam & Tommy es una miniserie dramática estadounidense de ocho episodios que narra el matrimonio entre la actriz Pamela Anderson y el batería de Mötley Crüe Tommy Lee, interpretados por Lily James y Sebastian Stan respectivamente, durante el periodo en que se hizo público su vídeo sexual no autorizado.

Pam & Tommy es una miniserie dramática estadounidense de ocho episodios basada en el artículo de Rolling Stone de 2014 «Pam and Tommy: The Untold Story of the World’s Most Infamous Sex Tape» de Amanda Chicago Lewis, la serie fue creada para Hulu por Robert Siegel, que escribe además cuatro de los ocho episodios. El resto de episodios cuentan con guión de Matthew Bass & Theodore B. Bressman, Brooke Baker, D.V. DeVincentis y Sarah Gubbins. Craig Gillespie dirige tres episodios, Lake Bell y Gwyneth Horder-Payton dos cada uno y Hannah Fidell el restante.

Aunque inicialmente el proyecto consiguió luz verde al estar James Franco interesado en dirigirla e interpretarla, finalmente Franco salió de un proyecto rodado en Los Angeles entre abril y junio de 2021.

La serie destaca por la increíble transformación de los protagonistas Lily James y Sebastian Stan, que se convierten en unos gemelos de Pamela Anderson y su marido Tommy Lee. James y Sebastian lucen increíbles a lo largo de unos episodios que tienen como tercer protagonista a Seth Rogen, que interpreta a Rand Gauthier, el carpintero que supuestamente robó la cinta rodada por el matrimonio tras dejarle a deber Lee una importante cantidad de dinero.

Pam & Tommy está basada en unos hechos reales que sucedieron entre 1995 y 1996. En ese momento, yo era un universitario de 21-22 años y eran unos años en los que el mundo de internet estaba en pañales. En esos años la aparición de Pamela Anderson en Los Vigilantes de la Playa la convirtió en una celebridad a nivel mundial, con una carrera en el cine truncada por el desastre de Barb Wire, película de 1996 que reconozco vi en el cine al ser un personaje de los comics de Dark Horse, y que fue realmente terrible. Aunque ¿meses / años? más tarde llegó a España el escándalo de la cinta porno de Pam y Tommy, realmente se trató de una historia que ni conocía ni me interesaba lo más mínimo.

La serie funciona muy bien a varios niveles. Empezando por el elemento pseudo-biográfico al contarnos la historia de amor y la relación que compartieron durante varios años Pamela Anderson y Tommy Lee, la serie consigue que empatices con ambos, siendo realmente Pamela la más perjudicada por el escándalo. Incluso Tommy Lee acabó cayéndome más o menos simpático, a pesar de ser un gilipollas total.

Lily James y Sebastian Stan están ambos increíbles, su caracterización es alucinante. Viéndola en versión original, Stan como Tommy Lee está clavado como una estrella del rock millonario estúpido con aires de grandeza que trata a todo el mundo fatal. Sin embargo, el amor que siente por Pamela se siente real durante toda la serie, a pesar que al mismo tiempo no puede dejar de ser una persona egoísta que no acaba de ponerse en el lugar de su mujer ante el trauma que sufrieron.

James hace de una increíble Pamela Anderson. Dentro que me gusta su interpretación, sobre todo a medida que avanza la serie, me queda una duda importante ya que la voz que usa para recrear a Anderson me dio la sensación que la estaba representando como si fuera una persona extremadamente simple y sin ninguna luz en la cabeza, casi retrasada, y no se si esto es algo buscado a propósito, la verdad. De hecho, no se si realmente Pamela Anderson era así de simple o se trata de una licencia interpretativa, aunque en ese sentido tampoco es que Tommy Lee aparezca como un dechado de inteligencia.

El mayor acierto de la serie es cuando en su segunda mitad nos mete de lleno en el machismo de la sociedad de la época que entiendo sigue vigente hoy en día, que trata a Pamela como una zorra que se merece lo que le pasa y que no se creyó que ella no había vendido la cinta y por tanto no tuviera derecho a su intimidad. Aunque Tommy también es víctima del robo, él es visto como el «machote» que se tiró al pibón, mientras que Pamela sólo recibió escarnio público y vio como su carrera cinematográfica no llegó nunca a despegar al verse perjudicada por la difusión de la cinta. Aparte que no era buena actriz, pero muchas malas actrices tuvieron más de una oportunidad cosa que no tuvo Pamela.

Al haberse estrenado la serie en Disney+ (dentro de Star), sorprende ver las numerosas escenas con desnudos explícitos sobre todo de Sebastian Stan (que por otro lado no se si ese miembro es real o se trata de un inserto digital, que sería lo más probable), dejando a Lily la mayoría del tiempo con los pechos al aire. Más allá de la sorpresa inicial, me parece que se trata de la elección creativa correcta en una serie de estas características.

La otra sorpresa de la serie sobre todo al principio es comprobar que la historia plantea dos puntos de vista, el de Pam & Tommy pero también el de Rand Gauthier, el carpintero que robó la cinta interpretado por Seth Rogen. Gauthier es un perdedor de libro del que todo el mundo se aprovechó, y conocer su parte de la historia y descubrir que supuestamente es el que menos dinero consiguió a partir de la difusión de la cinta robada añade una dosis adicional de patetismo al conjunto. Porque aunque en el primer episodio podríamos pensar en Gauthier como una víctima del caracter irascible de Tommy Lee (posiblemente lo fuera), sus acciones y errores posteriores en la serie le pasan al papel de persona patética y un tanto repulsiva, a pesar de la humanización que tiene gracias a su relación con su ex-esposa.

La serie sirve además como crónica de una época que parece super lejana cuando sólo han pasado 25 años. La vida en Los Angeles de 1996 pre-internet en el que el grunge de Seattle está sustituyendo al rock y al heavy en las listas de éxitos es algo que recuerdo perfectamente porque lo viví en primera persona. Este mundo y como el robo de la cinta de Pamela y Tommy abrió las puertas del infierno para la pareja al estar completamente desprotegidos a la hora de defender su intimidad, estando a merced de aprovechados y empresarios sin escrúpulos, me han encantado. En este sentido, la forma en que presentan el nacimiento de la industria del porno en internet y como esta cinta fue uno de los hitos que se vivieron durante esos años.

Frente a la historia de perdedores y seres penosos con que empieza la serie, su evolución a drama por todo lo que tuvo que sufrir Pamela hace que el visionado de la serie haya sido super satisfactorio y no me hayan sobrado episodios. En ese sentido, al estar inspirado en hechos reales, no es posible que hayan finales felices, con lo que la sensación dramática está perfectamente conseguida.

Estoy pensando en elementos menos buenos de la serie, y el primero y principal es que hay muchas posibilidades que esta historia no interese a un grupo muy amplio de espectadores. Sin embargo, el elemento de crítica social en lo relacionado con la pérdida de nuestra intimidad por culpa de las redes sociales es un tema que está de rabiosa actualidad, por lo que creo que es una historia que han sabido sacarla en el momento justo.

Otro cosa a tener en cuenta es que esta serie es una dramatización inventada a partir de los hechos reales. A partir del artículo de 2004 en el que se hacía una cronología de los sucesos alrededor del robo de la cinta, los productores se inventan todos los diálogos y situaciones que viven los personajes, por lo que podemos caer en el error de pensar que los sucesos sucedieron realmente como aquí se cuentan, cosa que no tiene por qué ser así.

Comparto el trailer de esta serie disponible en Disney+:

Pam & Tommy me ha parecido una muy buena serie que me ha gustado mucho más de lo que pensaba a priori que lo haría y que recomiendo sin duda a todo el mundo.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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¡Saludos a todos!

Crítica de Falcon y el Soldado de Invierno episodio 6 (Disney+)

Dos años después del final de Vengadores Endgame, por fin vemos a Sam Wilson convertido en el Capitán América en el final de Falcon y el Soldado de Invierno, la segunda serie de Marvel Studios estrenada en Disney+.

Artículo CON spoilers.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Episodio 6. Un mundo, un pueblo.

Los Sin Banderas se vuelven más peligrosos. Sam y Bucky entran en acción.

El showrunner Marcolm Spellman escribe este último episodio de Falcon y el Soldado de Invierno junto a Josef Sawyer, que ha sido dirigido como los anteriores por Kari Skogland. El episodio tiene una duración de 52 minutos, lo que le convierte en el cuarto de menor duración, sólo superando a los dos primeros.

Como comentaba en la introducción, han pasado dos años desde el final de Vengadores Endgame, y poder ver por fin a Sam Wilson (Anthony Mackie) convertido en el Capitán América es una pasada. Me gusta mucho lo fiel que es el diseño del traje de la serie al diseño de Carlos Pacheco que Stuart Immonem convirtió en uno de los más molones trajes vistos en acción. En este sentido, las escenas en vuelo me flipan y me dan lo que llevaba esperando desde el principio de la serie.

Vista la serie ya en su conjunto, Falcon y el Soldado de Invierno ha sido espectacular y globamente entretenida, con varios momentazos increíbles, como el ver a John Walker empuñar el escudo ensangrentado, o el propio traje de «Capi» Sam. Aunque desde ya confirmo que para mi no llega satisfacer como debería por culpa de un guión muy deficiente. Y no me mal entendáis, me parece perfecto el camino que realizan los personajes a nivel general durante la serie y donde se encuentran al final. Creo por ejemplo que narrativamente tenía todo el sentido y era más interesante que Sam tuviera dudas al principio pero acabara abrazando su identidad de Capitán América al final de la serie tras sufrir una evolución y un aprendizaje. También mola (a nivel general) la presentación de John Walker (Wyatt Russell), que fuera brevemente el Capitán América, su «fall-from-grace» y que adopte al final su identidad comiquera de U.S. Agent con un traje perfecto. O que Bucky Barnes (Sebastian Stan) busque no sólo a vengarse de Hydra, sino intentar reparar el daño que causó a personas concretas que aún hoy siguen sufriendo por la pérdida de seres queridos.

En general, la serie tiene un feeling comiquero con el que conecto, y tiene destellos con momentos que están bien, pero te dejan en la mayoría de los casos con una sensación de que no han conseguido sacar todo el partido a la situación como hubiera sido deseable.

El problema es que la ejecución es realmente floja, lo que ha sido una decepción brutal. Y todo es culpa del flojísimo guión. Me imagino a Kevin Feige dándole el visto bueno a las ideas a nivel general viendo el timeline de la serie en la sala de escritores, pero luego Spellman ha fracasado terriblemente como creador de momentos carismáticos a partir de diálogos interesantes y una buena caracterización y evolución de los protagonistas.

El camino de Sam, Bucky y Walker es correcto, aunque no la ejecución, sobre lo que luego me extenderé. Pero todo lo relativo a Karly Morgenthau (Erin Kellyman) y sus Sin Banderas y el GRC me parece terrible. Ya he comentado en las reseñas previas de los episodios tres, cuatro y cinco los diversos problemas relacionados con ellos. Sobre el GRC, querer utilizarlo como metáfora del intento de expulsión de inmigrantes ilegales de Trump me parece que no funciona en ningún momento y queda como un pegote mientras la serie se mantiene en una estudiada ambigüedad.

Los Sin Banderas son unos villanos random y sin sensación de amenaza que no han estado a la altura de la serie. Eso para empezar. Pero partimos del problema de un showrunner que busca todo el rato que empaticemos con una terrorista que ha puesto un bomba y matado a inocentes porque su «lucha es justa», lo que transmite una lamentable traslación de esta historia de ficción con los disturbios raciales del BLM donde se quemaron casas y negocios de gente inocente y también se decía que había que «intentar comprender» a los manifestantes violentos, evitando calificarles de violentos o delincuentes, cosa que eran. NO todos los manifestantes lo son, claro, y está genial manifestarse contra el racismo, pero los violentos son violentos y querer ocultar esta realidad desde luego no creo que que ayude a aliviar los problemas que se viven actualmente en los Estados Unidos.

Esto vuelve a hacerse dolorosamente presente en este episodio en el terrible diálogo de Sam al senador de GRC «Dejen de llamarles terroristas«. Dice Sam ¿Y cómo llamas tú a alguien que pone una bomba y mata a inocentes? «Estas etiquetas, terrorista, refugiado, matón.. a menudo se usan para eludir la pregunta ¿por qué?» WHAAAAT? ¿Qué me estás contando? No hombre no, el discurso y en general toda la escena no funciona porque el diálogo es terrible en la medida que nos cuela de mala manera este ideario político tan pernicioso que nos alecciona para que creamos que determinadas violencias son buenas siempre que alguien diga que se hacen «por nuestro bien» o que la causa «es justa».

Y me parece estupendo la parte del discurso en el que dice que aspira a inspirar a la gente a hacerlo mejor «El único poder que tengo es que YO creo que podemos hacerlo mejor. No podemos exigirle a gente que de un paso adelante y no encontrarles a medio camino«. Esa parte está muy chula y me gusta, porque realmente esa es la esencia del Capitán América de los comics con los que he vivido toda mi vida. El que cree que para que las cosas mejoren todos bebemos ayudar en la medida de nuestras posibilidades. Y que si alguien necesita ayuda, es nuestro deber hacerlo sin importar nuestra conveniencia personal. Esta parte sí está muy bien.

Otro tema que en mi opinión no funciona es la forma en que nos intentar meter el tema racial en la historia. «Soy un hombre negro que lleva las barras y estrellas. ¿Qué es lo que no entiendo? Cada vez que cojo este escudo, se que hay millones que van a odiarme por ello. Incluso ahora, aquí, lo noto. Las miradas, juzgándome, y no puedo hacer nada para cambiarlo. Y aún así, aquí estoy sin super suero, sin pelo rubio u ojos azules.» Y el caso es que este diálogo sería brillante en el comic de Nick Spencer y Daniel acuña (entre otros artistas) que sí realizó un acertado análisis y crítica al racismo y al papel de los medios de comunicación en la sociedad americana que ayudaban a extender el odio y el conflicto. Pero aquí, en esta serie, el diálogo no funciona porque ¡es la primera vez que se pone el traje de Capitán América!! ¿Cada vez que cojo este escudo? ¿De qué estás hablando? De hecho, la gente que hay a su alrededor sin ninguna duda le vitorea, en el puente primero y tras salvar a los políticos después. ¿Quién le está odiando en ese momento? Claro que no funciona el diálogo, es que decirlo en ese momento es absurdo y no se corresponde con lo que estamos viendo, ni con el camino vital de Sam como personaje del MCU en el que nunca ha sufrido el racismo en pantalla. Por cierto, en ambos momentos le aplauden gente de varias razas incluidos blancos, sin embargo, tampoco es casualidad que en el momento del diálogo «– Ese es Black Falcon. -NO, es el Capitán América«, sólo se vean afroamericanos. Y todo eso aparte que es en respuesta a una pregunta del senador que le intenta explicar que el asunto de los asentamientos en un tema complejo, por lo que de hecho la respuesta de Sam no tiene sentido en el contexto de lo que esa persona le dice.

Pero si Karly es maniquea y tramposa, y no tanto ella sino el mensaje que Spellman lanza aprovechando ese personaje, muchísimo peor lo de Sharon Carter (Emily VanCamp), que se convierte en el verdadero desastre de la serie. De hecho, viendo de nuevo el tercer episodio sabiendo lo que sabemos ahora, te das cuenta que todo es un sinsentido terrible, y conecta completamente con el simplismo y los giros locos de las series de The CW, que en todo caso son honestas y saben qué tipo de producto son y a pesar de su falta de presupuesto y calidad profesional, hacen maravillas y transmiten su amor a los comics. Pero que de calidad de guión van justitas, justo lo mismo que este Falcon y el Soldado de Invierno. La idea que Sharon, lider de UN PAIS SOBERANO invitaría a Sam y Bucky a que se acercaran para detener a su principal activo, el doctor creador del suero del super soldado del que sólo ella tiene control y que le puede fabricar más, es una ridiculez que casi me hace pensar si Spellman nos trata a los espectadores como si estuviéramos tontos.

Sobre Bucky comentaba que es genial que busque reparar el daño a los familiares de la gente que mató. Pero su escena final con el padre de una víctima a la que mató está super mal rodada y peor, deja ambiguo un momento que debería haber sido super emocional. ¿El vecino de Bucky le ha perdonado? ¿Incluso si eso es imposible, ha encontrado algún tipo de satisfacción al conocer cómo murió su hijo y al menos eso le permite pasar páginas? NO lo sabemos, porque queda todo ambiguo debido a un montaje demencial. En todo caso, comentar que a pesar de su papel secundario, creo que Sebastian Stan está mucho mejor que Anthony Mackie y muestra un mayor carisma en pantalla que su limitado compañero.

Me gusta que en este último episodio John Walker aparezca como un héroe intentando detener a los Sin Banderas en Nueva York. Y su traje de U.S. Agent me parece perfecto. Pero sin embargo, Spellman hace que Wyatt Russell añada unos tics en su interpretación que no se entienden y no acaban de tener tampoco sentido. Además de hacerle decir una frase final que resulta de nuevo, absurda: «¡He vuelto!» ¿Has vuelto a donde? ¿Al ejército, te han readmitido? Realmente no se sabe porque, de nuevo, la escena está mal contada. Pero además, tiene lugar en la misma sala donde el ejército echó a Walker en el episodio anterior sin posibilidad de defenderse, lo que diría que es únicamente porque Julia Louis-Dreyfus (Condesa Valentina Allegra de Fontaine) sólo rodó con ellos un día y usaron el mismo set para las dos escenas, no porque esta tenga un significado concreto. Ni en un sentido ni en otro. Por cierto, el personaje de la Condesa es otro que tampoco funciona por su ambigüedad y por unos diálogos que no funcionan.

Sobre Sam / Capitán América, he comentado que me flipa verle volando con el escudo en la mano, y me traslada a los comics de Stuart Immonem y Daniel Acuña, entre otros artistas. Sin embargo, debo reconocer que el traje que es perfecto en los comics y a adaptación es literal, no acaba de funcionar en imagen real. No lo hace en lo referido a la cabeza, las gafas de vuelo y las orejas al aire, pero tampoco a la sensación de «hinchado» que da al cuerpo y sobre todo la zona de los hombros. Posiblemente esto sea una sensación subjetiva y no compartida por todo el mundo, pero debo decirlo porque así lo sentí. En todo caso, tampoco acabaron de acertar con el traje de Steve Rogers en su primera película o en la de los Vengadores, así que hay tiempo de ajustar hasta mostrar el que espero que sea el traje definitivo del nuevo Capitán América de cara a su próxima película, recién anunciada de momento en pre-producción.

Pero más allá del tema anecdótico del traje, Marcus Spellman hace un deficiente papel a la hora de construir la evolución de Sam. En la crítica del episodio pasado comentaba que NO habían mostrado correctamente dicha evolución y por qué si antes pensaba que el escudo era un símbolo que sólo tenía sentido con Steve, porqué ahora piensa diferente. «De qué serviría todo el dolor y el sacrificio si no estuviera dispuesto a seguir luchando» no es una explicación satisfactoria. Porque de hecho, él ya seguía luchando como Falcon, no es como si se hubiera retirado tras Endgame. Que no expliquen bien el cambio de opinión cuando explícitamente sí nos informaban de todos los motivos por los que NO debería ser el Capitán América narrativamente es el gran problema de la serie. Y lamentablemente, se veía venir que este último episodio tampoco se explica el cambio de criterio de Sam, no era un tema de «ya lo explicarán la semana que viene». Parece también claro que no quieren mostrar a un afroamericano admitir que se había equivocado en una idea previa, lo que al final confirma que tenía razón en mis críticas al episodio anterior, con unos problemas que no se han arreglado en este.

Falcon y el Soldado de Invierno es muy entretenida, no me molesta decirlo una vez más. Pero está muy mal escrita. Fijáos si está mal escrita que tras detener a los Sin Banderas, tenemos la escena en la que TRES supersoldados entran en un furgón para ser trasladados a la Balsa, y acaban muriendo en un atentado. Pero luego la noticia dice que murieron ¡cuatro!! Pero si sólo habían tres, ¿que mie~€¬ de guión es éste? Esta locura para terminar la serie sin otros supersoldados que Bucky y Walker, es de nuevo un elemento menor si se quiere, pero ilustrativo de lo mal acabado que está todo y que parece que les da igual que se note, lo que probablemente sea lo que más mal me sabe de todo el asunto. Y como esta, hay varias iguales durante el episodio.

Es una pena que teniendo las herramientas para haber hecho un serión, se hayan confirmado con una aventura normalita «sin más, que claramente me deja una sensación de decepción que se queda muy lejos del éxito creativo que supuso Wandavisión. De hecho, se nota que incluso en Marvel sabían que esa serie y no la de Bucky y Falcon era la buena y por eso le dieron prioridad a la hora de estrenarla.

Por todo lo expresado en las últimas semanas, me parece super equivocada la decisión de Marvel de permitir que Malcom Spellman escriba el guión de la próxima película de Capitán América protagonizada por Sal Wilson. No lo puedo decir de otra manera.

Comparto el trailer de este último episodio, que me alegra que fuera totalmente libre de spoilers.

Falcon y el Soldado de Invierno ha sido entretenida y espectacular, pero sin más. Algo que claramente me ha dejado sensación de decepción y de que los autores no han estado a la altura del encargo recibido. Una pena.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Falcon y el Soldado de Invierno episodio 5 (Disney+)

Falcon y el Soldado de Invierno parece que se toma un respiro en este quinto episodio emitido en Disney+ preparando el que va a ser el climax final de la semana que viene.

Artículo CON spoilers.

PUNTUACIÓN: 6/10

Episodio 6. La verdad.

John Walker afronta las consecuencias de sus actos. Sam y Bucky vuelven a Estados Unidos.

Este quinto episodio de Falcon y el Soldado de Invierno ha sido escrito por Dalan Musson, escritor que firma su primer y espero último episodio en la serie (luego entraré a comentarlo). La serie creada por Malcolm Spellman y dirigida por Kari Skogland se acerca al final la semana que viene, y este episodio ha tenido una hora de duración, siendo el más largo hasta la fecha.

Este episodio vuelve a poner el foco en los personajes de Sam Wilson (Anthony Mackey) y Bucky Barnes (Sebastian Stan), y del ahora caído en desgracia John Walker (Wyatt Russell). Y empezando por lo positivo, la escena de acción inicial con el esperado combate entre Sam y Bucky frente a John Walker la verdad es que me ha gustado y es de largo lo mejor del episodio.

También me parece bien que narrativamente tras el impactante combate, la serie opte por levantar el pie y frenar para recordar a las personas antes que en los héroes y por qué deberían interesarnos. Como intención la veo correcta. Otra cosa es la ejecución, sobre la que luego hablaré. Por primera vez Sam y Bucky se ayudan desinteresadamente buscando únicamente ayudar al otro, y eso a mi me vale, la verdad, haciendo que su conversación sea un elemento interesante por no habiamos visto antes algo similar, lo cual ya indica un problema para empezar. Y respecto a John Walker, todos sabíamos que el puesto de Capitán América le venía grande, pero ver que está preparándose para ser U.S. Agent puede poner el primer paso en el camino de su redención.

Reconozco que me equivoqué la semana pasada cuando comenté que parecía que el showrunner Malcolm Spellman estaba planteando la historia para que el climax fuera la lucha entre Sam y Walker por el escudo y el título de Capitán América. Ese combate ya lo hemos visto en este episodio y Walker ha perdido. El impactante climax del cuarto episodio con el escudo ensangrentado me sugería que no iban a despachar esta cuestión de forma tan rápida como lo han hecho, pero así ha sido. Y sobre eso tampoco tengo problemas.

Y es que lo cierto es que llevamos esperando ver a Sam Wilson vestido como el Capitán América, recordando los comics de Rick Remender y Nick Spencer (y Stuart Immonem y Daniel Acuña entre otros dibujantes), desde que anunció la serie. Veo por tanto normal que no nos hagan esperar al último minuto de la serie para verlo y lo vayamos a ver a tope en todo el climax final. En ese sentido, entiendo que esta decisión narrativa es correcta y espero nos ofrezca muchos momentazos en el climax final de la semana que viene.

Pero hasta aquí llega lo bueno. Teniendo en cuenta que estamos ante un episodio de una hora, podéis imaginar mi decepción ante todos los sinsentidos en la historia y diálogos mal escritos que hemos tenido que sufrir en este episodio . Y es que el guión de este episodio me ha parecido terrible, un desastre absoluto que me hacen desear que ni el showrunner Martin Spellman y los guionistas de la serie vuelvan a trabajar en Marvel, porque vaya tela…

Incluso en situaciones en las que me parece correcto el camino que toma la historia, el cómo hacen que pase es una absurdez que ahora ya si hay que decir que conecta completamente (para mal) con las series de The CW tipo Arrow, Flash y similares, en las que todo pasa «porque si» e incluso asumes que no debes pensar sobre ello para que te entretengan. Con la diferencia del target juvenil que tiene el canal CW, que no se corresponde con el alcance de las series y películas de Marvel.

Empecemos con John Walker. Para que nazca U.S. Agent, Walker debe caer en desgracia y dejar de ser el Capitán América. Eso es correcto y entendible. Pero para hacerlo, ¿no se les ocurre nada mejor que expulsarle del ejército sin posibilidad de defenderse? Eso es una locura absurda, no me lo puedo creer en absoluto. ¿Qué es eso de «te expulso sin pensión y da gracias que no te hagamos un consejo de guerra»? Si Walker precisamente lo que quiere es el consejo de guerra para poder defenderse!! Entiendo la necesidad de síntesis, pero habían otras formas de ejecutar esto para no caer en una escena ridícula.

Siguiendo con Walker, ¿por qué le hacen mentir a la familia de Battlestar cuando va a darles el pésame? El sabe que NO ha matado al asesino de su compañero, fue Karly, ¿porqué esa necesidad de hacer que nos caiga mal el personaje a los espectadores? Nadie en Marvel se dió cuenta que esta mentira es un problema y además es innecesaria? La escena entera hubiera podido resolverse mejor simplemente cambiando una línea de diálogo:

«-¿Ese tío es quien mató nuestro muchacho?» pregunta el padre de Lemar.

«-Pertenecía al comando terrorista que le mató. Acabé con uno, no descansaré hasta que los demás hayan pagado también el precio por matar a Lemar.» ¡Y SOLUCIONADO!!

¿Como es posible que los guionistas le hagan decir a Walker que jamás habría permitido que su asesino escapara cuando él sabe que Karly sigue libre? No tiene sentido y es absurdo. Todo vale para hacer que nos caiga mal a los espectadores, y la cosa no funciona así. O al menos creo que no debería.

Y podría decirse como también comenté en anteriores reseñas que el suero amplifica lo que uno lleva dentro. Y que Walker desde que tomó el suero muestra síntomas de estar desequilibrado. Pero si ese es el caso, ¿porqué Karly -asesina de inocentes- Laguerthau o sus super soldados muestran ninguno de esos síntomas? De nuevo, porque está mal contado y los guionistas fuerzan de mala manera que Walker nos caiga mal.

Por cerrar lo relacionado con Walker, la presentación de la Condesa Valentina Allegra de la Fontaine​es, interpretada por la actriz Julia Louis-Dreyfus, es también un fail en toda regla por culpa de un diálogo ridículo que no funciona en ningún momento. En los comics, Valentina fue durante muchos años la compañera y pareja de Nick Furia, y protagonizó muchas aventuras con él. En los últimos años, Jonathan Hickman la cagó con un giro en el que la convirtió en un agente de HYDRA retroactivamente, algo que no me pareció nada bien en su día. Esto me da que pensar que Marvel Studios va a utilizarla en función de villana, pero está tan mal contada la escena que no podría resultar más intrascendente e insulsa, y por tanto, el personaje no puede importarme menos.

Un tema que ya he comentado que no estaba bien contado en la serie es la explicación que dan a todo lo relacionado con el blip, los desplazados y el Consejo de Repatriación Global (GRC). Escribí sobre ello en mis reseñas de los episodios tres y cuatro.  Y en este episodio me ha llegado la inspiración, porque me he dado cuenta que los guionistas de la serie utilizan este argumento como metáfora sobre la situación de los emigrantes ilegales mexicanos y centro-americanos que se encuentran en los USA y que durante el mandato de Trump se hablaba que iban a ser deportados a sus países de origen.

Sin embargo, en lugar de haber planteado la historia en los Estados Unidos, parece que no se atrevieron a ser tan obvios y por eso situaron la historia en Europa, pero eso provocó una situación absurda tras otra al no explicar bien la situación, que provocaba que mi suspensión de credulidad saltara por los aires. En América si hay un flujo claro de emigrantes que buscan llegar a Estados Unidos, que a su vez les rechaza. Y existe el convencimiento que estos inmigrantes que ya están en el país se dedican a realizar los peores trabajos que no quieren los americanos y ayudan al progreso del país aún siendo ilegales. Pero esto que funcionaría en USA no funciona cuando se intenta trasladar a Europa referido a europeos de varios países en general, o si hablamos en particular de Letonia o Lituania en la que se sitúa la acción de la serie (aunque se rodó en Praga), porque allí la situación socio-política es totalmente diferente y los guionistas demuestran no tener ni la más mínima idea de las particularidades europeas. La idea que tras el chasquido de dedos de Thanos un portugués vendría a España a reconstruir nuestro país y luego al volver los desaparecidos quisiéramos echarles es absurda, porque a) El portugués NO reconstruiría España, se quedaría en su ciudad a arreglar su país. b) Europa tiene libertad de circulación de ciudadanos, pero incluso sin tener en cuenta esto, los numerosos idiomas de cada país hacen inviables estas migraciones masivas. La localización en centro-europa y que nos digan es el norte de Europa ha sido un fail total. Quizá esto mismo en Marruecos, Grecia o Italia que está sufriendo por la llegada de inmigrantes en la vida real, hubiera ayudado a que nos lo pudiéramos creer, pero en la República Checa donde se ha rodado no funciona.

Todo este argumento ha resultado ser un fail como una catedral, a lo que hay que sumarle la vergonzosa y nada sutil escena final en la que en medio de la reunión del GRC en Nueva York en la que se decide aprobar la ley que permite las deportaciones masivas, de nuevo, algo americano no europeo, el SENADOR (otro detalle que sugiere USA, no la ONU) a favor es un hombre blanco y las dos que ponen objeciones sean mujeres racializadas, una asiática y otra hindú por el acento en la versión original. El panfleto in-your-face es como poco un tanto burdo. Aparte que lo fundamental de todo esto es por qué no usan la ONU, cosa que obviamente no hacen porque esta organización de alcance mundial que no queda claro quien son y qué controlan realizan una función negativa.

Tampoco funciona el final de Zemo en la serie. Y, de nuevo, me parece bien la idea que al final sea detenido y llevado a la Balsa por las Dora Milaje. Pero de nuevo, la ejecución es malísima. ¿En serio que Zemo se entrega, ahora que sabemos que es un Barón y tiene dinero, contactos y recursos para desaparecer? De verdad que es todo muy tonto, incluso aunque intenten justificarlo en que Zemo quiere tener una última conversación con Bucky para que mate a todos los Sin Banderas convertidos en Super Soldados. Por cierto que Daniel Brühl me parece un actor notable, pero ha estado completamente desaprovechado, no entiendo para nada el hype que he encontrado con Zemo en redes sociales.

Comentaba medio en broma medio en serio tras el tercer episodio cuando las cosas no acababan de cuadrar alrededor del personaje de Sharon Carter que a ver si es que ella iba a ser el «Power Broker» de Madripur. Sigo sin creerlo, sería una super locura. Con la aparición de la Condesa la identidad de la persona más poderosa de Madripur se complica, pero que Sharon parece estar trabajando para ella parece claro, lo que es un tanto ridículo también y entraría en conflicto con lo visto en el tercer episodio. En todo caso, en este caso mejor esperar a ver si consiguen cuadrar su arco correctamente la semana que viene. Algo que visto lo visto me parece difícil que vaya a pasar, la verdad.

A todo esto, prefiero no detenerme demasiado en este post sobre Karly o sus Sin Banderas, pero simplemente dejo caer que no tienen carisma, ni sensación de amenaza, ni me funcionan a nivel general las cosas que hacen. Además, su plan de nuevo me devuelve al feeling de The CW, no a lo que se espera un producto a priori mejor de Marvel. Pero lo más grave de todo es que parece confirmarse más si cabe la intencionalidad política de los guionistas al estar intentando conscientemente que una asesina terrorista le caiga bien a los espectadores, por que de alguna manera su lucha «es justa», lo que enlazaría con los disturbios del BLM en los Estados Unidos, sobre lo que hablé más extensamente en el post del episodio anterior.

Y llegamos al quid de la cuestión. Sam y Bucky. En el fondo todo lo que acabo de comentar no tendría la más mínima importancia si ellos molaran mucho. Y no lo hacen. Hay una peligrosa falta de química entre ambos y tampoco es que el guión les ayude a tener momentos para lucirse, por lo que globalmente las interpretaciones de Anthony Mackey y Sebastian Stan son demasiado grises para que la serie enganche con el que debería ser el núcleo emocional que debería estar a su alrededor.

Bucky ya explicó su implicación. Steve apostó por Sam para ser el Capitán América. Al renunciar al escudo, Bucky siente que si Steve se equivocó con Sam, también pudo hacerlo con él. Eso está bien y es perfectamente entendible. Además, sigue teniendo una larga lista de errores del pasado que intentar enmendar. Pero ambas cosas las sabemos desde el primer y segundo episodios respectivamente, después de ahí no ha hecho nada que realmente sólo él pueda hacer y que resulte de interés para la historia. Si me ha gustado la conversación en la que Sam le enseña como terapeuta que fue que no se trata de hacer cosas para sentirse bien, sino que debe actuar pensando antes cómo hacer que el agraviado por sus años de Winter Soldier pueda sentirse mejor y conseguir algún tipo de cierre para su dolor. Ese momento es poderoso. Sin embargo, Sebastian Stan peca por un limitado registro que hace que este momento que debe ser importante -fundamental- para él parezca que le resbala.

Y sobre Sam. Anthony Mackie también es muy limitado actoralmente, eso para empezar. Pero tras volver de Europa, la serie pierde literalmente el tiempo con la alargadísima e intrascendente escena del barco que realmente no aporta nada. ¡Qué lejos quedan los tiempos en que Christopher Markus y Stephen McFeely hacían que todo lo que pasara en sus guiones de Vengadores tuviera dos funciones narrativas, para los personajes y la historia general!! Pero además, los guionistas naufragan en este episodio de forma considerable con todo lo que le rodea y la evolución que justifique lo que vamos a ver a continuación.

Isaiah Bradley le enseña a Sam (y a los espectadores) el racismo sistémico que han sufrido los afroamericanos en los Estados Unidos también existe en el Universo Marvel. Hasta ahí todo funciona. Bueno, más o menos, no quiero detenerme sobre las varias locuras de la historia de Bradley (¿una enfermera falsificó mi expediente y me hizo pasar por muerto?) porque no quiero hacerlo eterno. Pero si quiero que quede constancia que como todo el guión es una ridiculez, esta escena y la cronología de Isaiah tampoco aguanta un análisis riguroso.

Pero Isaiah va más allá cuando dice que «Ellos no dejarán que un afroamericano sea el Capitán América. Y aunque lo hicieran, ningún afroamericano con amor propio querría serlo jamás«. No quiero alargarme más de la cuenta. Lo primero es obviamente FALSO, porque para ser Sam el Capitán América, ¡no tiene más que ponerse el traje y serlo!!! No existen «Ellos» que le impidan serlo, y lo vamos a comprobar la semana que viene. Pero lo segundo es aún peor, porque Isaiah pone encima de la mesa las actuales doctrinas raciales mas radicales en los que la persona como individuo no importa ni importan sus experiencias ni sentimientos, ya que la RAZA debe ir primero a su bagaje vital. ¿Que exista racismo en los Estados Unidos hace que un afroamericano no deba aceptar el cargo del Capitán América a pesar del bien que puede hacer a la sociedad? ¿En serio han dicho eso en la serie?

Soy un adulto que creció en los 80 y 90, en una época en la que el entretenimiento americano nos mostraba que Denzel Washington o Will Smith podían hacer cualquier papel y que ellos fueran afroamericanos no les impedía hacer lo que quisieran gracias a su carisma y aptitud profesional. Entonces lo importante era «todos somos iguales y todos podemos hacer lo que queramos porque somos libres». Las actuales doctrinas sociales marcan lo contrario, al decir que un afroamericano debe obligatoriamente pensar y actuar de una manera homogénea sin importar sus experiencias personales, teniendo que actuar en función de los agravios cometidos contra su raza, aunque esa persona no los haya sufrido personalmente. Lo cual, como persona libre que soy me parece una aberración. Y sin embargo, ahí tenemos a Malcolm Spellman dando voz a estas ideas radicales en una serie de Marvel Studios y Disney que se emite a escala planetaria.

Esta idea se resalta en la conversación posterior entre Sam y Buckie, cuando este le dice que «Cuando Steve me contó el plan ninguno de los dos nos dimos de lo que significaba para un hombre negro recibir este escudo. ¿Cómo podríamos? Te debo una disculpa Whaaaaaaat the fuck!!? De nuevo, ¿qué significa que un afroamericano pudiera ser el Capitán América? Significa la confirmación que todos somos iguales y que una buena persona puede ser un héroe sin importar su raza. Poner en boca de Bucky OTRA VEZ que la historia de racismo de los Estados Unidos pudiera hacer de alguna manera incorrecto que Sam fuera el Capi o que lo considerara siquiera es penoso.

Siguiendo con Sam, él comentó que los símbolos no tienen sentido sin las personas que los empuñaron al principio de la serie. La sensación que transmitía Mackie es que Sam no se veía a la altura de Steve, algo en lo que cualquier persona normal podemos empatizar y comprender. Es cierto que luego ver a Walker empuñar el escudo ha sido un bajón, pero tras hablar con Isaiah, sólo vemos elementos de por qué Sam NO debe empuñar el escudo. No le hemos escuchado a él verbalizar qué le lleva a cambiar de opinión y por qué ahora si va a ser el Capitán América y empieza el entrenamiento. Y esto narrativamente es un error de bulto del episodio. Es aceptable que no muestren el nuevo traje y nos hagan esperar hasta la semana que viene, no lo es que no nos cuenten por qué ahora sí. Pero claro, todo es porque sí.

Además que niego la mayor, puedes explicar en este episodio el cambio de opinión en Sam y en el climax final recalcar como precisamente en este mundo complejo en el que el racismo está más presente que nunca es importante que un afroamericano encarne al Capitán América. Si has mostrado la filosofía radical de Bradley dos veces en el mismo episodio por boca de Isaiah y Bucky, claro que puedes mostrar la idea clave de la serie en dos episodios diferentes, no hay ningún problema. Hacerse es muy sencillo, lo que pasa es que hay que hacerlo bien. La sensación es que no quieren. O no saben.

Llegados a este punto, el episodio medio intenta jugar al despiste sobre quien empuñará el escudo, como si hubiera alguna duda tras llevarle Bucky a Sam su traje Wakandiano mejorado. Pero luego, tras lanzarse Sam y Bucky el escudo sin problemas durante su conversación, la serie nos muestra un entrenamiento de Sam que también me parece lamentable, super mal rodado y haciendo que un momento típico en este tipo de cine que siempre mola quede aburrido y sin chispa. Aparte del hecho que por mucha elipsis que queramos darle, también resulta imposible que Sam en 4 días ¿una semana? pueda entrenar como para estar listo para ser el Capitán América. NO-ME-LO-CREO.

El episodio pasado comenté que fue el primero que me dió sensación televisiva y no cinematográfica. En este, la hasta ahora buena labor de la directora Kari Skogland queda también empañada por unas escenas flojísimas y un montaje demencial que aparte de mostrar mal algunas escenas como la del entrenamiento, cambia de orden algunas escenas quitándolas parte del peso dramático que pudieran tener al colocarlas en medio de otra cosa. Por ejemplo, la llamada de Sharon.

Cada vez veo más difícil creer que final va a ser satisfactorio. Mucho tendría que molar el climax, los nuevos trajes de Sam y Walker, el discurso inspirador de Sam (¿lo va a haber? Tiene que haberlo!!) y la resolución general para evitar que la sensación sea de que estamos ante el primer fracaso «creativo» de Marvel. Espero equivocarme y que me callen la boca con calidad.

Me leo y me da pena ver lo negativo que me queda el artículo, pero lo escribo como lo siento. Y si me habéis leído semana a semana, sabréis que yo quería que me gustara la serie, y ha resultado imposible ya que me han echado poquito a poquito en cada episodio que pasaba. Entretenido a secas no es suficiente.

Comparto el trailer de este episodio:

Falcon y el Soldado de Invierno se acerca al final. Este viernes sabremos si el viaje mereció la pena.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Falcon y el Soldado de Invierno episodio 4 (Disney+)

El cuarto episodio de Falcon y el Soldado de Invierno en Disney Plus cuenta con el que probablemente sea el momentazo visual más potente de toda la serie, pero también otros momentos que no acaban de cuadrar y que hacen que mi suspensión de credulidad salte por los aires.

Artículo CON spoilers

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Episodio 4. El mundo nos observa.

John Walker pierde la paciencia con Sam y Bucky, que se enteran de más cosas sobre Karli Morgenthau.

Derek Kolstad vuelve a escribir este cuarto episodio, como siempre dirigido por Kari Skogland, manteniéndose Malcolm Spellman como showrunner. Tras rebasar el ecuador la semana pasada, todas las cartas están ya sobre la mesa. Ahora es cuando empieza la resolución de la historia y terminaremos de saber si van a cuadrar con el final o se van a quedar cortos.

Y empezando en lo positivo, lo principal que Falcon y el Soldado de Invierno es que es super entretenida y ver a estos personajes del Marvel Cinematic Universe cobrar protagonismo siempre es buena noticia. Este cuarto episodio vuelve a tener 53 minutos, empatando con el tercero como los más largos hasta la fecha, y lo cierto es que su visionado pasó volando y nos deja con ganas de más.

En este episodio me gusta sobre todo que Sam Wilson (Anthony Mackie) intente resolver el conflicto con los Sin Banderas hablando e intentando convencer a Karli Morgenthau (Erin Kellyman) para que se entregue y evitar así que mueran inocentes. Que un héroe muestre su inteligencia antes que sus puños en una obra de entretenimiento siempre es una buena idea, y Sam es el hombre adecuado para ello al haber ayudado a soldados con problemas tras volver del frente.

Y sobre todo, la última imagen con el escudo del Capitán América manchado de sangre, es una imagen poderosísima que impacta. Ya sabíamos desde el principio que John Walker no iba a estar a la altura del legado de Steve Rogers, aparte de la historia del personaje en los comics, pero no podía imaginar que iba a matar a un Sin Banderas indefenso delante de tanta gente, a pesar del dolor que pudiera sentir por la muerte de su compañero Battlestar (Clé Bennett ). Puedo imaginar que el shock de estas imágenes van a hacer que aún más gente se una a la causa de los Sin Banderas y la situación vaya a escalar en el próximo episodio.

La confirmación de la relación de Ayo y Bucky Barnes y cómo fue ella la que le ayudó a romper el condicionamiento de Hydra, así como ver a las Dora Milaje dar caña en su aparición son también dos buenos momentos que confirman que no se debe subestimar a los guerreros de Wakanda.

Y hasta aquí se acaba lo bueno de un episodio que como digo, me ha resultado super entretenido. Sin embargo, por cada cosa buena que me gusta de Falcon y el Soldado de Invierno, hay dos que no me cuadran y hacen saltar por los aires mi suspensión de credulidad. Esto ya empezó la semana pasada con Zemo y la misión en Madripur, pero en este episodio se confirma que no fue un error puntual sino la norma que esperar a partir de ahora.

Un primer elemento que no me ha cuadrado de este episodio es que ha trasmitido la sensación que todo está rodado en la misma manzana de pisos. Es la primera vez en la serie que un episodio me da sensación televisiva y no cinematográfica y aunque no es algo especialmente grave ni importante, si es una pena. La escena en la que Sam entra a hablar con Karly y Bucky, John Walker, Battlestar y Zemo se quedan ¡en el vestíbulo del edificio donde están haciendo el funeral! queda un tanto ridículo, por no hablar que los héroes han llegado andando y todo el mundo les está viniendo venir. La idea que Sam sorprenda a Karly dentro del edificio o que un grupo terrorista que hasta la fecha eran imposibles de encontrar no tengan vigías allí donde van es sencillamente inverosímil. Con el pero añadido que como comenta parece que Karly y su grupo escapa del funeral para irse a ocultar en el piso de al lado mientras Sam y Bucky lamentan haber perdido el rastro. ¡Si están ahí al lado!!

La escena de las Dora Milaje está chula, sobre todo cuando Ayo desconecta el brazo de Bucky indicando que Wakanda se había guardado un importante as en la manga para controlar a Bucky en caso que se volviera contra ellos. Sin embargo, la huida de Zemo es otra ridiculez teniendo en cuenta que la misión de las Dora Milaje era detenerle, por lo que la idea que 3 guerreras le hayan perdido de vista lo suficiente como para poder ir al baño y escapar por un tunel secreto es un momento de humor involuntario que esperaría ver en Arrow por jamás en una serie de Marvel Studios que se supone que está mejor escrita y trabajada que las series de The CW.

Hay otro elemento que no me creo y que Bucky lanza en este episodio, y es que no confía en John Walker porque «está loco». Y lo sabe porqué él también lo está. Aparte de lo gratuito que resulta, realmente no se corresponde con nada de los que hemos visto hasta el momento, ya que Walker se ha comportado de forma normal a como lo haría un militar acostumbrado a entrar en misiones de combate y que ve que no consigue resultados porque se enfrenta a seres super poderosos. Yo también tengo claro que Walker no es Steve Rogers, pero en el fondo un militar que va a entrar en una base terrorista primero dispararía y luego preguntaría. Y esto es así y no implica que esté haciendo nada malo a priori.

Además, uno supone que el militar elegido para ser el Capitán América además de estar condecorado fue sometido a todo tipo de pruebas psicológicas para estar seguro el gobierno que Walker podrá aguantar la presión. Lo mismo a lo que son sometidos los astronautas antes de iniciar una misión en el espacio. Por esto y por lo visto hasta ahora en la serie, no me creo esta afirmación de Bucky que parece estar pensada para poner la primera piedra de lo que posiblemente sea el climax de la serie, no de Sam y Bucky contra Karly y sus Sin Banderas, sino contra un John Walker reconvertido en villano de la serie en un giro sorpresa de última hora.

Comentaba la semana pasada que me gustaría pensar que la serie va a mostrar que este atentado de los Sin Banderas fue provocado porque el suero del Supersoldado es inestable y empieza a provocarles locura. Esto además ayudaría a entender que no es que Walker esté loco, sino que es el suero el que le está enloqueciendo. Sin embargo, realmente los tiros no parece que vayan por ahí, ya que tras asesinar a sangre fría a gente inocente, los guionistas vuelven a mostrarnos a Karly en modo «super-friendly» y socialmente responsable, por lo que no veo en ella que me sugiere que está enloqueciendo.

Es cierto que el profesor Erskine le dijo a Steve Rogers en la primera película que el suero aumentaba aquello que ya estaba dentro de la persona. A Steve le convirtió a un héroe mientras que a Cráneo Rojo le hizo un monstruo. Sin embargo, hay que recordar que esta NO es la fórmula de Erskine, sino lo que un científico de Hydra ha recreado intentando imitarlo, por lo que no deberiamos esperar resultados equivalentes partiendo que Karly es una super soldado sin los super músculos como Steve. Pero incluso si esto es así y Walker se va a convertir en malo porque eso siempre lo fue, ¿en qué lugar queda Karly-lanza-bombas? Porque no hay duda que lo que ha hecho -poner una bomba y matar inocente- es intrínsicamente malvado. ¿Qué explicación van a dar ante esto? Empiezo a temerme que una no muy buena. O lo que es peor, que no lo expliquen y pasen a otra cosa. En este sentido, veremos a ver qué nos cuenta el próximo episodio, pero no puedo más que temerme que la cosa no va a ir bien.

Pero llegamos al gran problema de la serie, y son los Sin Banderas y en general, todo lo relacionado con Karli Morgenthau. La semana pasada en mi post analizando el episodio 3 ya expresaba mi opinión que todo lo relativo al blip, a los desplazados y el Consejo de Repatriación Global (GRC) me parecía que no estaba bien explicado y eso provocaba dudas fundamentales sobre todo lo que la serie nos estaba mostrando. Este episodio no aclara mis dudas y de hecho, algunas explicaciones sencillamente no tienen demasiado sentido y me sugieren a un americano que no sabe nada sobre Europa escribiendo sobre geopolítica europea, pero no voy a detenerme en este aspecto, si quieres leerlo, pincha en este link.

Lo que sí es cuestionable es que Sam y Bucky podían darle el beneficio de la duda a Karly mientras ayudaba a gente y cometía delitos menores como robo. Después de todo, si ellos han sacado a un convicto de la cárcel, ¿quién son ellos para decirle a nadie que romper las leyes está mal? (inciso, qué desastre de fuga de prisión de Zemo). Pero en el momento que Karly pone una bomba y mata a gente inocente, ahí se ha sobrepasado una línea que en la que no hay vuelta atrás. Ahora sí que sólo hay dos opciones, o se entrega voluntariamente o se la para de la forma que sea para evitar que siga matando.

Y en este contexto, puedo entender que Sam intente hablar con ella la primera vez para que se rinda sin lucha. Hasta ahí bien. Pero en el momento en que Karly amenaza a su hermana y sus sobrinos, además indicando que saben donde viven y que la amenaza a sus vidas es real, de nuevo Karly cruza una línea que tendría que haber provocado su detención inmediata sin mediar palabra, cosa que no ocurre y que de nuevo rompe mi suspensión de credulidad.

En este complejo mundo real de lo políticamente correcto y del activismo extremista en el que vivimos, podría parecer malpensado si dijera que creo que de alguna manera una serie de televisión de Disney / Marvel Studios está diciéndole al público americano que hay que ponerse en la piel de la gente del movimiento Black Lives Matters que quema casas y negocios de gente inocente y que aunque eso son delitos graves, de alguna manera están justificados «porque su lucha es justa». No se, oír a Sam decir que «está de acuerdo con sus ideas pero no con sus métodos» cuando debería detener a Karly y ponerla ante las autoridades me parece de nuevo una idea extraña dentro del MCU, que siempre ha intentado parecerse al «mundo al otro lado de tu ventana». Si, se que eso son los comics, pero creo que ya me entendéis. Llamadme loco, pero eso mismo es lo que creo que acabo de ver en este episodio.

Pero es que la serie además está haciendo un ejercicio clarísimo de intentar que empaticemos con Karly y su movimiento, cuando ella ha puesto en marcha una emboscada a John Walker¡para MATARLE!, separándole de Sam y Bucky. Y el plan de Karly claramente hubiera tenido éxito y los Sin Banderas hubieran matado a Walker si éste no se hubiera tomado por sorpresa el último suero de Super Soldado. Eso es así, no hay duda al respecto. Matar accidentalmente a alguien podría llegar a justificarse de alguna manera, organizar una emboscada mortal muestra a las claras que Karly es una asesina psicópata que debe ser detenida a cualquier precio porque no se va a detener. Y sin embargo, ¿a qué viene la sorpresa y casi dolor que muestra Karly cuando mata a Battlestar? No hay duda que si iba a matar a John Walker su compañero hubiera muerto junto a él, matar a Battlestar entraba dentro de lo esperable en la emboscada. Esa sorpresa y el miedo de los Son banderas es tramposo a más no poder porque ellos estaban allí como asesinos. Pero claro, la serie vuelve a intentar en que empaticemos con los terroristas, casi hasta poniéndose de su lado, al mostrar justo a continuación la terrible ejecución que comete un John Walker roto de dolor por la muerte de su compañero.

Walker sí parece estar sufriendo efectos secundarios del suero al empezar la misión. Su asesinato es igualmente injustificable y debería llevarle ante un tribunal. Y nos muestra que NO es el hombre correcto para llevar el manto del Capitán América. Y sin embargo, es más entendible que Walker cometa una locura roto por el dolor de no haber podido salvar a su compañero que la emboscada mortal que ha planeado Karly. Además, aparte que Walker probablemente tenga licencia para matar del gobierno americano, es un militar americano experto en situaciones de combate que sabe que no se debe dudar ante un enemigo con capacidad de matarte. Y los Super Soldados han demostrado que tienen esta capacidad.

Por todo lo anterior y partiendo que de inicio no soy pro-Walker y sigo siendo del equipo de Sam y Bucky, creo que es entendible la motivación de Walker y no le convierte en el villano de la función. Sin embargo, comentaba al comienzo que estoy convencido que ese es el plan de Malcolm Spellman y sus guionistas. Y creo que esa idea era en principio lógica y esperable recordando los comics, pero la forma en que la han ejecutado me parece extremadamente pobre y simplista.

No quiero alargarme más de la cuenta. Y eso que como os habréis dado cuenta, en este artículo no he dicho nada sobre Zemo, Sharon Carter ni sobre el cambiante tono en la relación Sam y Bucky, que en este episodio ha abandonado el feeling de «buddy-movie». Son elementos sobre los que creo que me detendré más extensamente en mi reseña del quinto episodio.

Hasta ahora, las película de Marvel Studios y Wandavision en televisión estaban marcando el standard de calidad en que se compararían el resto de series y películas. Lamento decir que tras estos cuatro episodios, Falcon y el Soldado de Invierno, a pesar de sus notables valores de producción, nos está ofreciendo una historia al mismo nivel que cualquier serie del Arrowverso. Aún confío en que acierten el final y mejoren mis sensaciones actuales, pero de confirmarse convertiría a Falcon y el Soldado de Invierno en el primer fracaso creativo de Marvel Studios. Creativo, que no de audiencia, ya que estoy seguro que lo está petando.

Comparto el trailer de este episodio:

Por cada cosa buena que me gusta de Falcon y el Soldado de Invierno, hay dos que no me cuadran y hacen saltar por los aires mi suspensión de credulidad. En todo caso, aún confío que consigan acertar el final y nos dejen con un buen sabor de boca. En menos de dos semanas saldremos de dudas.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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