Archivo de la etiqueta: Florence Pugh

Crítica de Ojo de Halcón episodio 5 (Disney+)

Menudo episodio nos acaban de regalar en Ojo de Halcón en la previa del estreno de Spiderman No way home. Este quinto episodio nos ha dado varias sorpresas mayúsculas y algunos de los momentos más emocionantes del año cinematográfico del MCU.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Episodio 5. Ronin

Un desencuentro amenaza con hundir su alianza, pero Kate descubre algo que lo cambia todo.

Este quinto episodio está dirigido por Bert & Bertie , directores de los episodios tres y cuatro, con guión de Jenna Noel Frazier y Jonathan Igla como creador y supervisor de guión. El episodio tiene 44 minutos, 39 sin los títulos de crédito.

Además de Jeremy Renner y Hailee Steinfeld como los titulares Clint Barton y Kate Bishop, en este episodio vuelven a tener protagonismo Vera Farmiga como Eleanor Bishop, la madre de Kate, su novio Jack Duquesne (Tony Dalton) y Alaqua Cox como Maya López / Echo, a los que hay que sumar la sorpresa de Florence Pugh como Yelena Belova / Black Widow, la gran sorpresa del episodio anterior.

Ojo de Halcón ha construido la tensión y la narrativa de la serie a fuego lento, pero nos ha volado la cabeza con lo que acabamos de ver en este quinto episodio, mostrando uno de los mejores y más emocionantes usos de la continuidad dentro del MCU, haciendo avanzar la historia para los principales personajes llevándolos hacia terrenos nuevos e inexplorados que abren un montón de posibilidades interesantes. Cuanto se habla de la continuidad en el buen sentido, es precisamente de esto de lo que estamos hablando.

El episodio también plantea lo difícil que es hacer un buen uso de la continuidad y como se corre el riesgo de quedar como un easter-egg vacío si no se utiliza correctamente, para lo cual es necesario construir la sorpresa y las apariciones a partir de una buena narrativa que marque el camino para lo que está por venir y haga que las sorpresas impacten porque primero te interesas por los personajes. Otro comentario recurrente que se me ocurre es cómo cuando se consigue, parece fácil, aunque luego no acabas de ver a la competencia conseguir este mismo nivel de emoción. Y de fácil no tiene nada. De momento, y hasta ver Spiderman No way home mañana, acabo de ver los mejores 40 minutos de MCU en este 2021. Así de contento me ha dejado este episodio.

Y reconozco que Wandavision me gustó mucho y me sigue pareciendo cojonuda, pero aunque Wanda y Vision me chiflan y Elisabeth Olsen y Paul Bettany están increíbles, en muchos aspectos estábamos ante una historia televisiva que homenajeaba y hablaba de la historia de la televisión. Por contra, Ojo de Halcón traslada la maravilla del mundo del comic al medio televisivo, haciendo que se entienda porque tantas generaciones de lectores nos hemos enamorado del Universo Marvel de los comics gracias al carisma de los héroes pero también por las conexiones y relaciones que se van creando con el paso de los años. Y no hay nada más comiquero que dos héroes peleando entre ellos por una confusión o un plan del villano, para acabar resolviendo sus diferencias para combatir a la amenaza común. Todo esto, lo han conseguido a partir de una historia pequeña que ha ido creciendo episodio a episodio y que jamás trató que creyéramos que el destino del mundo estaba en juego, sino que Clint y Kate son personas con las que podemos empatizar. Qué genial todo.

Jeremy Renner y Hailee Steinfeld están maravillosos una semana más, mostrando su amplio rango actoral y cómo saben ponernos el corazón en un puño, pero la auténtica M.V.P. de este episodio es Florence Pugh en su papel de Yelena Belova. No sólo asistimos a momentos claves de su pasado tras la película de Black Widow, sino que sus escenas unidas al momentazo de Renner de este episodio suponen el mejor homenaje al personaje de Natasha Romanoff en el MCU post-Endgame que se ha visto hasta ahora, consiguiendo en 40 minutos lo que no supieron hacer en su película en solitario.

Pero aparte de lo emotivo que es ver la forma en que Natasha influyó en tanta gente y en el caso de Clint es el motor que le impulsa a intentar ser mejor, Florence Pugh realiza un despliegue interpretativo al alcance de muy pocas actrices hoy en día. Aparte de su acento ruso (alucinante escucharla en la versión original) es que consigue hacerte reir y acojonarte en la misma frase, con momentos durante su conversación con Kate Bishop que tienen gracia y a la vez muestran lo peligrosa que es. Y todo ello planteado con una ligera entonación de la voz o un perfecto control en su interpretación. Hasta el punto es buena y los creativos de Marvel lo saben, que plantean una conversación únicamente con primeros planos de ella porque saben que su calidad y personalidad van a conseguir que la escena funcione. Espectacular.

En la reseña del cuarto episodio ya comentaba lo listos que habían sido los creativos de Marvel con la sorpresa de Yelena, dado que realmente ni Echo ni la mafia chandalera tenían la entidad suficiente para ser una amenaza real para Clint, que no olvidemos que como Ronin acabó con la mayoría de los elementos criminales a nivel mundial él solo. Pues esto mismo acaban de aplicarlo en el episodio de esta semana, elevado a la décima potencia.

Si tengo que comentar algo menos bueno, hay que reconocer que las coreografías de acción no son brillantes precisamente, quedándose en correctas. Además, el personaje de Jack Duquesne prometía mucho y de momento ha quedado como un bluff, aunque diría que le debe un duelo a Kate y llegaremos a verlo en el último episodio. Por último, de momento sólo hemos visto a Maya López / Echo en versión «tía dura siempre enfadada», pero me falta por ver la capacidad actoral de Alaqua Cox y que me venda que ella puede aguantar una serie de televisión por si sola con su carisma, cosa que de momento no ha pasado. En todo caso, me doy cuenta que la serie de Ojo de Halcón no tiene el foco en la acción sino en su corazón, y que es el primer papel profesional de Cox, por lo que no dudo que tiene mucho margen para mejorar su capacidad actoral.

SPOILERS A CONTINUACIÓN:

WHOA!!!! Hacía semanas que se especulaba con la aparición en la serie de Kingpin, interpretado por Vincent d Onofrio en la mítica serie de Daredevil de Netflix. No tenía claro si realmente iba a aparecer, pero el último segundo del episodio con la confirmación me ha proporcionado un subidón de adrenalina bestial. Y es que efectivamente, todos incluso Marvel sabiamos que hacía falta un villano de mayor entidad, y nos lo acaban de brindar en bandeja de oro y brillantes, anticipando un climax que puede ser memorable. Teniendo en cuenta la potencia actoral de Vincent D Onofrio, se acaban de abrir unas posibilidades bestiales en el MCU. Si esta Fase 4 parecía que no tenía foco ni objetivo concreto, en un segundo acaba de abrirse el terreno de juego para los héroes urbanos Marvel presentes y futuros.

El episodio confirma otra de las suposiciones que parecían claras la semana pasada, que Eleanor Bishop, la madre de Kate, estaba en el ajo y era una delincuente, algo que viene sacado directamente de los comics. Lo que eleva la apuesta es saber que ella habla directamente con Kingpin. En este sentido, también destacaría la interpretación de Vera Farmiga, que demuestra también lo buenísima actriz que es en cada minuto que tiene en pantalla. Y es que me gusta como nos muestran que alguien puede cometer delitos pero amar a su hija con todas sus fuerzas y estar dispuesta a hacer lo que haga falta para protegerla.

Me parece interesante el punto en el que nos ha dejado el episodio, además de la propia aparición sorpresa de Kingpin. Y es que tras la pelea de Clint y Maya, parece que Ronin ha conseguido abrirle los ojos a Echo sobre que la muerte de su padre fue organizada por Kingpin, lo que podría ser el detonante que haga que Echo cambie de bando. Si a eso le unimos que quizá la conversación de Kate y Yelena consiguió que la nueva Black Widow se plantee los intereses ocultos de quien la ha contratado para matar a Clint Barton, podemos encontrarnos un climax la semana que viene con 4 héroes unidos en una actualización de los Defensores, enfrentándose a las fuerzas de Kingpin. Esto podría ser un momento muy grande. De hecho, incluso si Yelena se retirara antes del final tras renunciar a matar a Clint, me valdría el climax con los otros tres héroes.

De hecho, digo desde ya que como buena historia navideña que es este Ojo de Halcón, ni se me pasa por la cabeza un final que no sea Clint volviendo a casa por Navidad para reunirse con su familia. No sería descartable que Clint se retire al final de la serie y ceda el testigo a Kate, pero sería un error monumental que muriera, algo que estoy seguro que no va a suceder. No va a pasar, de hecho no se ni porqué lo he planteado.

Buff, que ganas que se haga el miércoles que viene para ver el final de la serie de Ojo de Halcón.

Comparto el teaser trailer del episodio:

Ojo de Halcón nos ha volado la cabeza en su quinto episodio, y la sensación es que el final la semana que viene aún puede ser mejor. Se me va a hacer larga la semana. ¿Puede ser Ojo de Halcón la mejor serie comiquera del MCU? ¡Yo digo SI!!!

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Ojo de Halcón episodio 4 (Disney+)

Ojo de Halcón va camino de convertirse en una de las series más disfrutables de Marvel, con un cuarto episodio que nos ha traído una sorpresa monumental y varios momentos emocionantes.

PUNTUACIÓN: 7,5/10

Episodio 4. Compañeros, ¿no?

Se descubren ciertos secretos y verdades que desencadenan una batalla contra dos fuerzas opuestas.

Este cuarto episodio ha contado de una duración de 40 minutos, 34 sin los títulos de crédito, siendo el más corto de la serie hasta el momento. Al igual que el tercer episodio, el de esta semana ha sido dirigido por Bert & Bertie, con guión de Heather Quinn y Erin Cancino, manteniéndose Jonathan Igla como creador y productor ejecutivo.

Junto a los maravillosos Jeremy Renner y Hailee Steinfeld como los titulares Clint Barton y Kate Bishop, en este episodio vuelven a tener protagonismo Vera Farmiga como Eleanor Bishop, la madre de Kate, y su novio Jack Duquesne (Tony Dalton). Alaqua Cox como Maya López / Echo sigue dando guerra, y además hay que sumar a un invitado sorpresa que nos ha volado la cabeza y reconozco que no esperaba ver tan pronto en la serie.

OJO A LOS SPOILERS A CONTINUACIÓN:

A falta que Ojo de Halcón acierte con el final, su visionado está siendo una delicia y de momento un triunfo para Marvel Studios que arregla en parte la decepción que me supusieron Falcon y el Soldado de Invierno y Loki. En una serie de 6 episodios no pueden andar guardándose nada, y este cuarto episodio es un buen ejemplo de ello, con la aparición especial de Florence Pugh como Yelena Belova / Black Widow.

Reconozco que en este aspecto me equivoqué, porque estando claro tras la escena post-créditos de Black Widow que Yelena iba a aparecer en la serie, pensaba que por el tono ligero cabía la posibilidad que no saliera hasta una hipotética escena post-créditos que nos pusiera los dientes largos de cara al siguiente contenido de Marvel Studios. No cabe duda que me equivoqué, y su irrupción es perfecta porque realmente la mafia chandalera no era rival para Clint, con lo que las apuestas acaban de subir exponencialmente.

En relación con su aparición, toda escena de acción con Clint, Kate, Echo y Black Widow queda rara por un lado porque al estar tapada parece claro que ha sido rodada por una especialista, al igual que las partes de Renner y Steinfeld, y por otro lado, porque hay unas coreografías y sobre todo un desarrollo temporal del combate que no acaba de cuadrar como debería. En todo caso, el final del episodio por primera vez ha creado un cliffhanger chulísimo que me ha dejado con unas ganas locas de saber cómo continúa la historia.

En lo relativo a la trama general, parece que se confirma que Eleanor, la madre de Kate, aparte de estar algo desequilibrada es sabedora de todo el pastel y participa de él, lo que encajaría con la versión de los comics. Además, saber que Jack Duquesne, el novio de Eleanor, es el jefe de la mafia chandalera tampoco es una sorpresa (de hecho podría aguar las especulaciones de Kingpin que surgieron la semana pasada), y hace que todo se mueva por caminos esperables no demasiado originales. En este sentido, me gusta que la serie muestre que Eleanor realmente está enamorada de Jack, aunque no queda claro si él comparte los mismos sentimientos o está sólo por el interés.

Por cierto, parece que tras el engañoso final del tercer episodio que anticipaba un combate que no llega a producirse entre Clint y Jack, la serie está guardando para el climax final un enfrentamiento de Kate contra Jack, lo que dejaría a Clint contra Echo. Porque espero que Clint tenga ocasión de explicarse con Yelena y ella abandone su persecución en el próximo episodio, veremos si esta vez acierto.

En la parte emocional, Jeremy Renner tiene otra vez ocasión de lucirse ante la pregunta de Kate de qué disparo está más orgulloso o considera el mejor de su carrera: “El que no llegué a hacer”, recordando cómo Clint tenía la misión de matar a Natasha y desobedeció órdenes para salvarla, lo que llevó a su fichaje como agente de SHIELD primero y Vengadora después. Clint es un tirador, un asesino que se siente culpable de sus actos pasados, incluso cuando los asesinados eran villanos y él estuviera haciendo lo correcto. No haber podido salvar a Natasha y sus acciones como Ronin son dos pecados que pesarán siempre sobre su consciencia. Y justo por eso, es normal que la aparición de una nueva Black Widow provoque que Clint despida a Kate, ya que no quiere que ella pague por sus pecados.

Hailee Steinfeld también tiene buenos momentos en este episodio, empezando por toda la parte incial en la que comprueba que su madre está enamorada de Jack y nada de lo que diga la hará cambiar de opinión. También mola y ofrece un momento simpático cuando Kate se hace amiga de los roleros en vivo, pero aún mejor es cuando su inteligencia y perspicacia hacen que averigüe el secreto de Clint.

Globalmente, la serie está resultando muy equilibrada y está dando momentos a los dos protagonistas, que forman el núcleo emocional que consiguen que todo lo que pasa nos interese. Está claro que esto es de primero de escritura de guión, hacer que el espectador se preocupe por los protagonistas, pero teniendo en cuenta que es algo que no siempre se consigue, para mi es una de las claves por las que Ojo de Halcón me ha enganchado.

La serie mantiene a pesar de todo su historia a pequeña escala con un tono ligero, con algún que otro shock emocional, demostrando que a pesar de ser superhéroes no hace falta crear una acción más grande que la vida con el destino de la humanidad en juego si la conexión emocional con los personajes está bien realizada.

Comparto el teaser trailer de este cuarto episodio:

Ojo de Halcón se guardaba un importante as en la manga que ha conseguido que las apuestas sean aún mayores. Muy bien de momento la última serie de Marvel Studios en Disney+.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Viuda Negra de Cate Shortland (Marvel Studios)

Tras más de un año de espera, por fin hemos podido disfrutar de Viuda Negra (Black Widow), el retorno de Scarlett Johansson al personaje de Natasha Romanoff que la lanzó a la fama en su primera película como protagonista en solitario. La película está dirigida por Cate Shortland y promete una montaña rusa de acción y emoción cuando conozcamos el origen secreto de Natasha.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Natasha Romanoff, alias Viuda Negra, se enfrenta a los capítulos más oscuros de su historia cuando surge una peligrosa conspiración relacionada con su pasado. Perseguida por una fuerza que no se detendrá ante nada para acabar con ella, Natasha debe lidiar con su historia como espía y con la estela de relaciones destruidas que dejó atrás mucho antes de convertirse en Vengadora.

Viuda Negra está dirigida por Cate Shortland, guionista y directora de cine y televisión australiana, conocida por sus películas Somersault, Lore y Berlin Syndrome. La película cuenta con un guión del jovencísimo Eric Pearson, a partir de un argumento de Jac Schaeffer (creadora de Wandavision) y Ned Benson. Pearson es un guionista estadounidense de tan sólo 36 años que ha trabajado con Marvel Studios en el guión de Thor Ragnarok (Taika Waititi, 2017), además de escribir varios cortometrajes para su serie de películas Marvel One-Shots. Además de Black Widow, este 2021 se ha estrenado Godzilla vs. Kong que también tiene guión suyo.

La película de 134 minutos cuenta con fotografía de Gabriel Beristain, montaje de Leigh Folsom Boyd y Matthew Schmidt, y música de Lorne Balfe. Viuda Negra va a ser uno de los grandes blockbusters palomiteros de este verano y cuenta con un presupuesto de más de 200 millones de dólares. Debido a su estreno simultáneo en cines y en Disney+ en su apartado Premium de pago, está por ver qué recepción tiene la película en la taquilla, aunque las previsiones previas teniendo en cuenta las preventas indican que va a ser uno de los taquillazos del año.

Junto a Scarlett Johansson como Natasha, tenemos un reparto de autentico lujo en el que encontramos a la estrella en alza Florence Pugh (Midsommar, Mujercitas) como Yelena Belova, una «hermana pequeña» y rival de Romanoff, entrenada en la Habitación Roja de la Rusia Soviética para ser una de sus asesinas, conocidas como las Viudas Negras.​ David Harbour (Stranger things, Hellboy) es Alexei Shostakov / Red Guardian: la contraparte del súper soldado ruso al Capitán América, que es una figura paterna para Yelena y Natasha. Rachel Weisz (La Momia, Constantine) es Melina Vostokoff, una espía experimentada entrenada en la Habitación Roja como Black Widow y una figura materna para Yelena y Natasha. Junto a ellos, William Hurt repite en su papel de General Ross, Ray Winstone como el General Dreykov, jefe de la Sala Roja, y O.T. Fagbene como Rick Mason, el proveedor de suministros de Natasha.

Entrando a valorar la película, creo que Viuda Negra es un entretenimiento de primer nivel más que digno, que intenta combinar unas espectaculares escenas de acción con el elemento emocional, al descubrir una faceta de Natasha que hasta ahora estaba oculta. La película está acertada (y previsiblemente) ambientada justo después de Capitán América: Civil War, cuando Natasha está escapando del gobierno americano y es una fugitiva, pero arranca con una primera escena en 1995 en la que conocemos a la familia formada por Natasha, Yelena, Alexei y Melina, antes de entrar a formar parte las dos niñas en la Sala Roja. De esta forma, el elemento emocional conecta inmediatamente con los espectadores.

El guión me ha parecido correcto en todo y aunque luego en el apartado de spoilers comentaré alguna cosa que me funciona menos, en general creo que está bien trabajado y justifica todos los elementos de forma razonablemente bien. En este sentido, creo que todo el equipo de Marvel Studios se ha empleado a fondo para que todo encaje perfectamente con el resto de películas del estudio y no se genere ningún glitch en el sistema. De hecho, hay un montón de detalles que nos recuerdan a todas las películas previas del MCU que están super bien. Que utilicen el viejo argumento de «El mejor truco que el diablo fue convencer al mundo de que no existía» para justificar que Natasha no buscara la Sala Roja me parece simple pero efectivo.

Scarlett Johansson está muy bien en su papel de Natasha Romanov, aunque eso era algo completamente esperable. Johansson es también productora de la película, por lo que entiendo ha tenido posibilidad de decisión para hacer que la historia para su personaje no fuera sólo acción, sino que el elemento emocional y de expiación de culpas pasadas tuviera un papel central en la trama y en la evolución de su personaje. Viuda Negra merecía una película en solitario, y el resultado final creo que es más que digno. Me gusta mucho que recuperen a la Natasha «conseguidora» de información incluso cuando parece que está siendo torturada, algo que nos devuelve a la primera película de Vengadores de Joss Whedon. Por ponerle un pero al arco del personaje, Natasha está siempre sufriendo en la película, emocionalmente pero también físicamente, y creo que no tiene casi momentos en los que se nos muestre feliz con su recién recuperada (ya veremos por cuanto tiempo) familia.

Luego está la polémica sobre si la película «llega tarde» y eso resta puntos ante la perspectiva conocida que Natasha falleció en Vengadores Endgame, algo en lo que no estoy de acuerdo. Es cierto que el retraso de más de un año provocado por el COVID nos ha roto los esquemas a todos, pero creo que la película llega en el momento perfecto para que aparte de ser un buen entretenimiento, pueda ser planteado como un homenaje a la primera Vengadora de este MCU. El problema no debería ser si la fecha de estreno es buena, mala, pronto o tarde, sino si la película cumple con sus objetivos y entretiene, y la respuesta es si en ambos aspectos.

Si Natasha está en modo «doliente» en casi toda la película, la que sin duda SI está disfrutando es Florence Pugh, cuyo carisma llega a los niveles de Scarlett y hace suyo el personaje de Yelena Belova de forma excelente. Además, teniendo en cuenta que Pugh sólo tiene 25 años, creo que tenemos nueva Viuda Negra para rato con su incorporación al MCU. Volviendo a la película, creo que Pugh y Johansson tienen buena química en pantalla y comparten unos momentos muy chulos durante el metraje. Aparte de todo en general, hay un momento en que Yelena recuerda que todas las Viudas Negras han sido esterilizadas y son incapaces de tener niños que refuerza la condición de víctimas de las niñas expuestas a la Sala Roja y nos devolvió de forma excelente a uno de los momentos más polémicos de Vengadores: La era de Ultron, una polémica absurda, en mi opinión.

David Harbour es el alivio cómico de la película, y no siempre funciona en pantalla, lamentablemente. Y Rachel Weisz tiene un papel pequeño, algo esperado por otro lado, pero se nota lo buen actriz que es porque con muy poco consigue que empaticemos con ella y con su dolor ante su «familia» perdida y de nuevo encontrada. Aunque los personajes tienen suerte dispar en la película, Harbour y Weizs transmiten las tablas que tienen y tienen el carisma justo que deben transmitir en pantalla. En todo caso, tengo que reconocer que al ver la película el jueves en el pre-estreno, no tuve opción de verla en V.O., y estoy convencido que escucharles a todos con acento ruso hubiera hacho que la experiencia seguro hubiera sido mejor.

Viuda Negra cuenta con unas estupendas escenas de acción, y casi sólo por ellas ya merecería la pena ver la película en pantalla grande. El combate entre Natasha y Yelena, la persecución por Budapest o el climax final con el combate / persecución entre Taskmaster y Natasha en el aire son super espectaculares y están super bien rodadas. En el combate cuerpo a cuerpo veo conexiones de Viuda Negra con Capitán América: Soldado de Invierno o la saga de Bourne, con momentos de gran intensidad con la cámara colocada justo en medio de la acción. Y la huida de la prisión rusa o el climax final sirven para recordarnos que estamos ante un blockbuster palomitero de primer nivel, con un gran nivel de espectáculo y acción más grande que la vida. ¡Ah! Y por si quedaba alguna duda, quedaros hasta el final, porque SI hay escena post-créditos, y las implicaciones de lo que ahí nos muestran pinta muy, muy bien.

Bueno, hasta el momento todo bien, ¿no? Lo cierto es que la primera mitad me ha resultado modélica. Sin embargo, encuentro que hay un problema muy importante de ritmo en la segunda mitad, justo cuando toda la familia vuelve a reunirse, con 10 minutos largos en los que la trama se para porque, a pesar de lo que comentaba antes, no terminas de creerte todo el elemento de familia feliz, ni es lógico que algunas acciones pasadas no tengan repercusiones ni castigo en el presente. Por no hablar de unos intentos de humor que no funcionan porque no están bien integrados y en ese momento que se supone es dramático te rompen completamente el feeling de la escena.

De igual forma, no me parece mal que la historia sea sencilla si está bien planteada y ejecutada, pero en Viuda Negra quizá todo el climax es demasiado fácil, incluso aceptando y reconociendo que la preparación previa nos ofrece un giro muy chulo que, de nuevo, nos devuelve a un elemento de las anteriores películas de MCU que está super bien.

Otro problema de Viuda Negra es, ¡sorpresa! el villano. Porque Taskmaster mola los pocos momentos en los que está en pantalla, ofreciendo una creíble sensación de amenaza, que hace que lamentes lo desaprovechado que está el personaje. Junto a Taskmaster, el General Dreykov es un villano de Bond (no de los buenos, de los chungos), que por un lado no aparece en pantalla hasta prácticamente el final, por lo que no hay amenaza en su persona, y cuando lo hace es para ser un villano de opereta que verbaliza su plan malvado para así poder ser detenido. Esto en parte también me ha parecido un problema grave de la segunda mitad de la película.

Por todo lo expuesto, creo que es compatible decir que me ha gustado Viuda Negra y recomiendo su visionado a ser posible en pantalla grande, y a la vez que dentro del MCU se encuentra en la mitad inferior de la lista, muy alejada de las históricas 4 películas de Vengadores, las 3 de Capitán América, Iron Man 1 y 3, Guardianes de la Galaxia 1 y 2 o Doctor Strange. En todo caso, creo que no pasa nada porque una película esté «simplemente bien», en estos tiempos de polarización en las redes sociales y a que algo o es una obra maestra o una basura, creo que se puede y se debe reivindicar una película correcta que cumple de sobra con su función de entretenimiento. No necesito ni pido que todo sea de sobresaliente, un bien 7 también puede estar bien para lo que le pides a una película, y al ejemplo de F9 de hace unos días me remito.

A partir de ahora, entro en territorio SPOILERS, no sigas leyendo a menos que ya hayas visto la película.

El principal problema para mi es que no te acabas de creer el elemento de la familia, algo que es clave en la historia. En 1995 vivieron juntos 3 años en Ohio mientras Alexei y Melina realizan una misión de espionaje para conseguir robar unos secretos que más adelante utilizarán en la Sala Roja. Sí es lógico que Yelena recuerde esos años como los mejores de su vida porque los vivió siendo muy niña y realmente para ella lo fueron. Pero incluso siendo feliz durante esos años, Natasha sabe que están viviendo una mentira, no acaba de justificarse sus ganas de recuperar esa mentira ni a los adultos que la construyeron y luego las abandonaron. Si lo sería en lo relativo a su relación como hermana mayor de Yelena, a la que quiere proteger, pero luego ella reconoce que no intentó buscarla para sacarla de la Sala Roja, lo cual no la deja en buen lugar y queda un poco absurdo.

Y si el elemento familiar resulta increíble para Natasha, lo es aún más para Alexei, aunque en su caso podría tener la justificación que los años en la cárcel podrían haber provocado una visión idealizada de esos momentos, los últimos que disfrutó en libertad antes de ser encarcelado. No, el problema no es tampoco él, sino todo lo relativo a Melina, la «madre» de Natasha y Yelena, ya que conocemos que en los 15 años transcurridos desde que se separaron ha sido la científica que ha creado el mecanismo de control mental que utiliza el General Dreykov para controlar a las Viudas Negras. La justificación de «soy un ratón en el laberinto» es totalmente insuficiente y no cuela, como también lo es su repentino cambio de bando tras años en los que parece que no le importó esclavizar a cientos de jóvenes mujeres para convertirlas en «drones» al servicio de Dreykov.

La sensación que Melina se libra del castigo justo que merecería por sus actos que ayudaron a asentar el control de la Sala Roja hacia las Viudas Negras porque es mujer es una idea terriblemente chunga. Pero sin embargo, se confirma cuando vemos que el climax de la película es ver que un grupo de mujeres se liberan de la opresión de un hombre malo que las esclavizaba. Mira que intento no fijarme en estos detalles cuando veo cine palomitero, pero es que es demasiado obvio y hasta burdo.

Esto conecta con la sorpresa de Taskmaster, y la revelación que NO es un hombre, sino la hija de Dreykov herida hace años por Natasha cuando escapó del control de la Sala Roja. Este era uno de los «pecados» que Natasha llevaba en su consciencia, haber matado a una niña inocente cuando ya estaba libre del control mental, y el hecho que no muriera sirve para que Natasha se quite ese peso de su consciencia, dado que el resto de muertes previas las cometió estando controlada por la Sala Roja. En lo relativo a Natasha, sirve para cerrar su arco argumental, sobre todo porque vuelve a buscarla cuando la Sala Roja está a punto de estallar porque quiere salvarla aunque le cueste la vida. Pero en lo relativo al villano, aparte de lo extraño que resulta que una mujer lleve una armadura masculina, convertirla en otra víctima de su padre, que utilizó su cuerpo herido para experimentar y crear a un luchador con memoria fotográfica, hace que se pierda toda la intensidad en el climax final, lo cual es una pena. ¿Tan difícil era crear a una mujer «villana» que actúa por venganza? Una venganza justa por otro lado, porque Natasha realmente intentó matarla siendo niña, es normal que busque ajustar cuentas. Convertir a Taskmaster en otra víctima de Dreykov impuesto quizá por el ideario políticamente correcto imperante ahora mismo en USA le hace un flaco favor a la película, porque hasta ese momento estaba siendo un gran villano y nos venía bien que hubiera uno, aunque fuera una mujer, ya que si al final el único villano es Dreykov, realmente la película cojea por todos lados.

Esto me conecta a lo que decía antes sobre el guión. Porque si, todo está suficientemente justificado, no puedes decir que haya trampas o fallos en la historia. Pero a la vez, esas explicaciones quedan en estos momentos como demasiado pocas y un tanto endebles. Además que varias situaciones pasan en varios momentos porque si. En ambos casos, no es nada grave, como decía también antes, pero si son pequeñas cosas que hacen que la cosa no cuadre como debería y el disfrute no sea máximo.

A destacar por último la escena post-créditos en la que Yelena en el presente parece estar trabajando, aunque sea en modo freelance, para la Condesa Valentina Allegra de Fontaine, el personaje interpretado por Julia Louis-Dreyfus que ya apareció al final de Falcon y el Soldado de Invierno, y que parece confirmarse que  su organización ¿Hammer? va a trabajar CONTRA los héroes del MCU. Que Valentina ponga a Yelena contra Clint Burton puede provocar un momento chulísimo en el futuro inmediato, quien sabe si incluso en su serie de televisión que Disney+ estrenará antes de final de año. ¿Tenemos a unos Thunderbolts en el horizonte? Estaría chulo, la verdad.

En resumen, Viuda Negra es un estupendo entretenimiento que merece ser vista en pantalla grande. Incluso reconociendo que no es una de las mejores película de MCU, creo que es un digno final al viaje de Scarlett Johansson y su Natasha Romanov.

Comparto el trailer de la película:

Viuda Negra en una buena película de acción con mucho corazón, y aunque no va a estar en mi lista de favoritas del MCU, creo que cumple sobradamente su objetivo y merece ser vista en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Midsommar, de Ari Aster

Ari Aster sorprendió al mundo cinéfilo el año pasado con la excelente Hereditary. Midsommar, su segunda película, es de difícil clasificación y me ha parecido fallida en varios aspectos.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Una pareja estadounidense que no está pasando por su mejor momento acude con unos amigos al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada 90 años en una aldea remota de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en un lugar en el que el sol no se pone nunca, poco a poco se convierte en una oscura pesadilla cuando los misteriosos aldeanos les invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.

Además de dirigir, Ari Aster vuelva a escribir el guión de su segunda película, centrado en el mundo las sectas y religiones norteñas, y los ritos de celebración del solsticio. Midsommar cuenta con una brillante fotografía de Pawel Pogorzelski, así como de una impactante música de Bobby Krlic.

La película está protagonizada por Florence Pugh y Jack Reynor como Dani y Christian. Dani ha sufrido una pérdida familiar y Christian sigue con ella a pesar de que le gustaría romper para no golpearla de nuevo ahora que lo está pasando mal.

Junto a ellos tenemos a Vilhelm Blomgren como Pelle, su amigo sueco que les llevará a su pueblo para compartir con ellos las festividades del solsticio, William Jackson Harper como Josh, un estudiante que busca hacer su tesis doctoral sobre las culturas del solsticio, y Will Pouter como Mark, un tonto engreido que solo busca fiesta, drogas y chicas guapas.

Empezando por lo positivo, Ari Aster compone unas imágenes de belleza hipnótica durante toda la película apoyado en una sobresaliente fotografía de Pawel Pogorzelski. La composición de cada fotograma podría estudiarse y casi ser tratada como una obra de arte y me ha flipado de forma máxima.

Aunque el ritmo es pausado, yo conecté desde el primer momento en el estilo de Aster y dejé que me introdujera poco a poco por la madriguera de conejo hacia esta pesadilla. En medio de esta narración tranquila, los estallidos de violencia te golpean de forma increíble, aunque son momentos más gores que de terror.

Otro hecho que creo que merece destacar es que casi todo sucede a plena luz del día en medio de un estallido de color del verano sueco en plena naturaleza. Acostumbrados a los clichés del género de terror en los que todo sucede en oscuros sótanos, este cambio es muy destacable, y Aster consigue que incluso en medio de una comunidad acogedora en la que todo son sonrisas y flores puedes sentir que hay algo horrible bajo la superficie.

Aunque la película son unos largos 145 minutos, debo reconocer que no se me hizo larga, aún reconociendo que probablemente se hubiera podido contar lo mismo mejor con 10 o 15 minutos menos.

Al igual que en Hereditary, Aster vuelve a contar una historia marcada por una pérdida familiar y se muestra obsesionado con los ritos antiguos, mostrando todos los elementos de la festividad sueca con profusión de detalles. De hecho, en varios momentos parece que los ritos del solsticio son más protagonistas que los personajes que los están viviendo y sufriendo.

Me ha gustado también el uso de tapices y pinturas en las paredes para contarnos el transfondo y la historia de esta comunidad, así como adelantarnos elementos que veremos más adelante, un elemento mucho más interesantes que ver a cabezas parlantes contarnos lo que va a pasar.

Y aquí acaba lo bueno. El guión me ha parecido muchísimo más flojo que el de Hereditary, al igual que las interpretaciones de Florence Pugh y Jack Reynor, que aunque correctas, están varios peldaños por debajo de los excelentes Toni Collette, Gabriel Byrne y del resto del reparto de dicha película.

Siempre me han dado igual las etiquetas, pero se me hace muy difícil calificar a esta película como terror cuando en muchos momentos Midsommar parece más conectado con un documental del National Geographic, al empeñarse en mostrar con todo lujo de detalles los ritos de verano de esta comunidad.

Hay dos momentos que forman parte del climax de la película que deberían ser terroríficos, o al menos perturbadores, y que provocaron la risa entre el público, en unos momentos en que seguro no buscaban provocar ese efecto. Eso indica que algo no le ha funcionado a Aster, aparte del hecho que realmente no hay un climax en esta película, sino una sucesión de hechos consecutivos hasta que llegamos al final.

Voy a entrar a comentar elementos de la película CON SPOILERS, por favor, no sigáis leyendo si tenéis intención de ver la película.

El problema principal de Midsommar es que al final es la típica película de unos estudiantes que llegan engañados a un lugar desolado para ser asesinados. Quitando el bello elemento estético y la liturgia del solsticio y sus ritos, la base de la historia es igual a decenas de slashers ya vistos con anterioridad, pero Aster ha eliminado de su película todo elemento que recuerde el género de terror.

Esto, por supuesto, no es malo de por si, pero lo que ofrezcas en su lugar debe ser mejor para que la experiencia sea satisfactoria. En Hereditary lo consiguió de forma brillante creando una película que era más el drama de una mujer que caía en la locura que una cinta de terror al uso. Lamentablemente, Midsommar en ese sentido es un fail en toda regla.

Fail empezando por que no hay ni una sola sorpresa o giro en toda la película, se ve venir la muerte de todos y la única duda es la forma, en muchos casos fuera de plano. Todo sucede como estaba previsto y luego la película termina. Fin.

Y fail también en lo referido a los personajes. No tengo claro que el problema sea realmente de los actores sino más bien de lo que Aster les pide que muestren en pantalla. Pero tenemos a unos jóvenes sin casi personalidad que son corderos de camino al matadero y Aster está tan embelesado en mostrar la liturgia de las celebraciones que no nos da nada para que empaticemos con ellos, provocando que sus muertes nos traigan sin cuidado.

Y luego tenemos a Florence Pugh, que interpreta a una joven que ha perdido a su familia recientemente y toma antidepresivos. A diferencia de Toni Collette, su interpretación sólo tiene un registro, la niña al borde del llanto que hace «pucheros». O dos registros, cuando llora desconsoladamente. Ese es su personaje durante toooooda la película. No hay matices ni casi empatía posible. O al menos yo no conseguí conectar ni con ella ni con los demás.

Cierto que los personajes toman drogas y están flipados en muchos momentos, de forma que no pueden controlarse y se convierten en casi esclavos de su destino desde el momento en que llegan al pueblo, pero es obligación de Aster de dotarles de algo que genere empatía con el público. Aunque quizá no era eso lo que estaba buscando trasmitir, quien sabe.

Y es que Ari Aster Midsommar intenta dar una versión ecologista a los asesinatos de este culto alucinado, de equilibrio con la naturaleza que «obliga» a que para que nazcan más niños primero mueran adultos. A la vez, los sacrificios humanos que ofrecen a sus dioses sirven para que estos provean al pueblo de alimentos y garanticen la continuidad de su modo de vida.

Y por eso también, para evitar la endogamia necesitan a jóvenes de fuera que fertilicen a las jóvenes de la secta, de forma que su linaje esté garantizado para las próximas generaciones.

En medio de esta locura pagana, el personaje de Florence Pugh encontrará por fin la felicidad dentro de una secta que está igual de loca que su mundo interior, y donde posiblemente ha encontrado el equilibrio que no tenía en Nueva York.

Veo que hay muchas buenas intenciones en la historia de Aster, pero una ejecución que no ha estado a la altura de las expectativas. Una lástima.

Comparto el trailer de la película:

Midsommar tiene elementos muy interesantes, pero me ha parecido fallida en su conjunto. En todo caso, no me arrepiento de haberla visto, y reconozco que no es una obra de fácil visionado, por lo que hay que aproximarse a esta película con el estado mental apropiado.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de El rey proscrito, de David Mackenzie (Netflix)

El rey proscrito, de David Mackenzie (Hell or high water), protagonizada por Chris Pine y estrenada recientemente en Netflix, es una correcta pero apresurada película que cuenta como Robert Bruce se convirtió en Rey de Escocia en el siglo XIV.

PUNTUACIÓN: 6/10

Tras la ejecución de William Wallace (Braveheart), obligado a entrar en batalla para salvar a su familia, su gente y su país de la tiránica ocupación inglesa, Robert the Bruce se apodera de la corona de la Escocia medieval y lidera a un grupo de hombres insurgentes para enfrentar la ira del ejército más fuerte del mundo conducido por el despiadado rey Eduardo I y su débil hijo, el príncipe de Gales.

David Mackenzie dirige y escribe el guión de esta película inspirada en hechos reales. Destaca principalmente la excelente fotografía de Barry Ackroyd y en general de todo el apartado técnico y artístico, que consiguen trasladarnos a la Escocia medieval de finales del siglo XIV.

David MacKenzie estrenó El rey proscrito en el pasado festival TIFF de Toronto, recibiendo no muy buenas críticas debido, entre otros motivos,  a que la lucha por la corona escocesa de Robert Bruce tardaba en concretarse en pantalla y por una historia dividida entre demasiados personajes secundarios.  La respuesta de Mackenzie, con el visto bueno de Netflix y sus productores, fue eliminar casi 23 minutos de película, de forma que el visionado final en Netflix es de 121 minutos. Y sinceramente, sin saber como era ese primer montaje, creo que la película lo que realmente necesitaba era más metraje para poder dar mayor profundidad a todos los personajes, empezando por el propio Robert the Bruce, hieráticamente interpretado por Chris Pine. Y en general, para poder desarrollar con la extensión que se merecía la lucha de Robert Bruce por conseguir el trono escocés y expulsar a los británicos de su tierra.

La película está partida en dos, con una excelente primera parte en la que destaca el elegante y largo plano secuencia inicial. Es esta primera parte Mackenzie cuenta de manera pausada y detallada la realidad de la época, en una Escocia en la que el rey Eduardo I se ha impuesto a la lucha provocada por William Wallace (Braveheart), que fracasó al no conseguir unir a su causa a todos los nobles escoceses.

Sin embargo, a partir de que Robert Bruce se levanta en armas y se declara Rey legítimo de Escocia, la película pasa a una narración frenética en el que no hay casi ni un segundo de respiro. Esta segunda parte de la película es un ir y venir de viajes y luchas que culminan en la brutal batalla final de Loudoun Hill, que significó el punto de inflexión en la lucha por la independencia de Escocia. Las batallas son otro de los puntos fuertes de la película, optando Mackenzie por mostrar una lucha cruda alejada de cualquier atisbo de épica, en la que lo más importante era la supervivencia.

Aunque la batalla de Loudoun Hill es un buen y sangriento climax, me quedó la sensación que la apresurada narración se dejó en el tintero muchos momentos que hubieran permitido que nos interesáramos por los personajes, y que las diferentes escenas tuvieran un mayor peso dramático.

En lo referido al casting, destaca un inexpresivo Chris Pine como el rey Robert the Bruce. No creo que esta inexpresividad sea problema de Pine, sino del tipo de interpretación que Mackenzie le pidió. Aaron Taylor-Johnson es James Douglas, conocido como Douglas el Negro, uno de los más fieros luchadores y amigos de Robert, y cuya brutalidad en combate le combierte en el personaje con más carisma de la película. Florence Pugh interpreta a la esposa de Robert Elizabeth Burgh, que aunque tiene bastante química con Pine, no llegan a compartir demasiados minutos en pantalla. 

No puedo destacar a nadie más, porque realmente el resto de personajes son poco más que figurantes que no aportan demasiado, aunque en general me dejaron con ganas de haber conocido más de ellos.

Por todo ello, aunque en general me ha gustado El rey proscrito, me quedo con la sensación que una miniserie de 3/4 horas hubiera sido el formato más adecuado para contar esta historia con la amplitud y complejidad que merecía.

A pesar de todo lo que acabo de decir, creo necesario puntualizar que globalmente El rey proscrito me gustó, aunque reconozco que no es perfecta. Además, dado que la vi en casa gracias a mi suscripción a Netflix, considero que su visionado estuvo bastante bien.

¿Hubiera pagado por ver la película en el cine? Posiblemente no, pero justo por eso, agradezco que Netflix corra el riesgo de producir este tipo de películas, de forma que acerca a sus suscriptores un interesante y variado contenido que en condiciones normales hubiera pasado desapercibido para el gran público en las salas de cine.

Comparto a continuación el trailer de la película:

El rey proscrito es un entretenido e imperfecto drama histórico que merece la pena verse en la pantalla de nuestra casa.

PUNTUACIÓN: 6/10