Crítica de Andor episodios 11 y 12 (Disney+)

Termina la primera temporada de Andor en Disney+ con dos últimos episodios que confirman que la última serie de Star Wars en imagen real ha ido de menos a más y me ha dejado con buen sabor de boca.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

De nuevo a la fuga tras su huida de la prisión en Narkina 5, Andor tiene que actuar antes de que sea tarde.

Estos dos últimos episodios han sido dirigidos por Benjamin Caron, director del séptimo episodio, y cuentan con guiones del creador de la serie Tony Gilroy.

En el reparto, Diego Luna es Cassian Andor, un ladrón cuyo planeta Kenari fue destruido por uno de los proyectos mineros del Imperio Galáctico que salió mal. Adria Arjona es Bix Caleen, la mecánica y traficante del mercado negro amiga de Andor. Kyle Soller hace de Syril Karn, subinspector de la Autoridad de Preox-Morlana (Pre-Mor). Stellan Skarsgård es Luthen Rael, el contacto de Bix que forma parte de la Alianza Rebelde. Genevieve O’Reilly interpreta a Mon Mothma, un miembro del Senado Imperial que intenta navegar por la política del Imperio mientras ayuda en secreto a fundar la Alianza Rebelde. Por último, Denise Gough interpreta a Dedra Meero, una supervisora de la Oficina de Seguridad Imperial.

Ahora que podemos valorar la primera temporada en Andor en su totalidad, la verdad es que a pesar de alguna cosa menos buena sobre lo que ya he hablado en las reseñas de los 3 arcos anteriores, el resultado global creo que es muy positivo. El climax de esta primera temporada se desplaza a Ferrix, con motivo del funeral de Maarva, la madre de Andor, confluyendo en su capital los principales personajes buscando encontrar a Andor, unos para detenerle e interrogarle, otros como Luthen para matarle.

Antes de eso, en el episodio 11 destaca un segundo cameo de Forest Whitaker retomando su papel de Saw Gerrera, el revolucionario aún más violento contra el imperio que los rebeldes. La escena que comparte con Stellan Skarsgård es genial porque ambos son grandes actores que se lucen en cada aparición. Y pone de relevancia los grises que Tony Gilroy ha querido que conozcamos de la Rebelión, rompiendo el concepto clave de Star Wars de la lucha del bien contra el mal. Al dejar morir al comando que se dirigen a una trampa, Luthen Rael mantiene el anonimato de su topo dentro de la inteligencia imperial y hace que el odio hacia el imperio crezca en numerosos sectores imperiales, lo que a la larga espera que sirve de chispa para la creación de grupos que se opongan al Imperio. Algo que es justo lo que Saw Guerrera quiere también.

Uno de los aspectos más destacados de Andor parte de la construcción de grandes sets como es el de la capital de Ferrix. La acción allí luce estupenda porque se siente real al haber sido rodada en una localización física concreta. Junto a esto, el funeral de Maarva se convierte en una olla a presión a punto de estallar, con una tensión bestial que me he encantado, al ver cómo el enfrentamiento de los manifestantes contra los imperiales es inevitable, y cuando eso pase habrán muchas muertes.

Una de las cosas que me han gustado de Andor es que pone de relevancia que la Rebelión en el mundo de Star Wars no fue un movimiento organizado desde arriba, sino que surgió a partir de muchas luchas concretas realizadas por personas y grupos aislados entre si con el único punto en común de rechazar la violencia que el Imperio estaba realizando en su planeta natal. Y precisamente que la gente despierte y se levante es lo que busca crear Luthen con sus acciones. Un Luthen que por cierto hay que decir que no llega a hacer nada realmente destacable en Ferrix, más allá de su ambigua sonrisa que sirve de cierre de esta temporada.

El punto de vista a pie de calle que plantea el creador de Andor Tony Gilroy la verdad es que funciona muy muy bien en el último episodio de esta primera temporada. Hay que reconocer también la labor del director de estos episodios Benjamin Caron, y en general de todos los que han trabajado en la producción de esta serie. Que una producción de Lucasfilm / Disney luzca excelente no debería ser noticia, pero en este caso el feeling real de los decorados y la producción en general le sienta de maravilla a la serie.

Una de las cosas que me parecen más problemáticas de Andor es la falta de carisma de Diego Luna, algo que no es problema de la serie en si al venir arrastrado desde Rogue One. Y dentro que esto se mantiene en este episodio, los momentos de dolor de Andor al descubrir que su madre adoptiva ha muerto en Ferrix me parecieron que estaban bien y que en eso Luna sí cumple con lo que se espera del protagonista de la serie. Sin embargo, si una conclusión queda tras esta primera temporada es que Andor en realidad es una serie coral en la que lo importante es mostrar «el nacimiento de la Rebelión», quedando él en segundo plano. De esta manera, si en el episodio 10 brillaron Andy Serkis y Stellan Skarsgård, en el climax de esta temporada vuelven a brillar otros personajes por encina del personaje titular teórico protagonista. Esto no es ni bueno ni malo (bueno, un poco malo si es), sino la constatación de cómo son las cosas.

Dentro de los potentes episodios finales, se confirma que las tramas de Coruscant han sido bastante bluffs, en especial todo lo referido a una Mon Mothma que ha sido lo más insípido e intrascendente de toda la serie. Si la idea de conocer el origen de la Rebelión resultaba interesante a priori, desde luego ver los problemas bancarios de Mothma han sido casi ridículos, verdaderos minutos de la basura de la serie. La serie termina arreglando ligeramente el arco del ex-agente de la Autoridad de Preox-Morlana Syril Karn al salvar a Dedra Meero, pero eso no evita que su arco en esta temporada mientras discutía con su madre en Coruscant haya sido también un fail total.

Tampoco el arco de Vel Sartha, la prima de Mon Mothma y líder rebelde que dirigió el robo en Aldhani, resulta nada interesante una vez vistos los últimos 6 episodios de la serie, lo que supone otra narrativa bastante fallida. Junto a esto, y entendiendo que si han construido un set de rodaje con la tienda de antigüedades propiedad de Luthen Rael tienen que plantear situaciones allí que justifiquen la inversión, hay que comentar que lo contado allí ha sido repetitivo y redundante.

Hay un elemento de fondo en Andor, y que ha provocado que muchos espectadores se hayan preguntado si esta serie de Disney+ es o no es una «buena serie de Star Wars». Reconociéndose casi unánimemente que se trata de una buena historia de ciencia ficción con toques de thriller, hay algo que no te acaba de cuadrar con Star Wars cuando tienes una historia en la que el 99.99% de los personajes son humanos sin apenas presencia alienígena, y en la que además las escenas espaciales están atronadoramente ausentes. Creo que es algo tan evidente que los creativos, quien sabe si por sugerencia de alguien de Lucasfilm, optaron por presentar en el undécimo episodio dos escenas que maquillen esto, al ver a dos habitantes de Narkina 5 cuando Andor y Melchi escapan de la prisión, y luego con la huida de Luthen de la nave imperial que intenta atraparle. El caso es que esta escena espacial está genial y tiene una tensión estupenda mientras Luthen espera que la nave cargue las contramedidas que le permitan escapar de los imperiales. Pero al final esta escena, que por otro lado sirvió para añadir fotogramas super potentes al trailer, sólo ha conseguido que se notara aún más lo que le ha faltado a la serie en su conjunto.

Porque a continuación en el climax final del último episodio la serie vuelve a su esencia «a pie de calle», planteando una acción en Ferrix completamente realizada por humanos, con una acción casi más esperable de Antidisturbios que de Star Wars, al ordenarse a los soldados imperiales detener una manifestación generada a partir del funeral por la muerte de Maarva. Y es cierto que la tensión que se genera en el episodio es genial y me ha gustado mucho, pero también es verdad que el feeling no acaba de cuadrarme. Dicho esto, viendo esto mismo con mentalidad de «vaso medio lleno», puede argumentarse que nos quejamos que Star Wars se convirtiera en un refrito que repetía esquemas ya vistos en la tercera trilogía. Que Lucasfilm se haya atrevido ha hacer algo diferente y original debería ser celebrado por los aficionados. Incluso reconociendo los elementos menos buenos, sinceramente creo que la sensación a nivel es super satisfactoria.

Hay otro tema de fondo, y es que Star Wars por definición es un universo creado para ser disfrutado por todo tipo de espectadores. Es conocido que George Lucas pensaba que el target de espectadores de la primera película eran los niños y jóvenes adolescentes. Algo, todo sea dicho, en lo que claramente Lucas se equivocaba, dado que la lucha del bien contra el mal tiene un atractivo universal. Puede decirse sin temor a equivocarse que al plantearse Andor como un entretenimiento «para adultos», han creado una serie que no va a conectar con los más jóvenes, y que es extraño que Lucasfilm de alguna manera aliene a una parte fundamental de su audiencia creando una serie que NO es para ellos.

En el caso concreto de mi familia, a mi hijo Andor le ha gustado pero sin más y a mi mujer no puede interesarle menos esta serie. Esto no es categoría de nada, pero si diría que ilustra que hay una parte de los espectadores mainstream que no son consumidores de ciencia ficción (y hay un montón, muchísima más gente de lo que pensamos) que jamás se van a plantear ver Andor por mucho que les digas que plantea «situaciones adultas», porque para ellos ¡SE TRATA DE STAR WARS! Y Star Wars es ciencia ficción y frikismo para niños (dicho por ellos, obviamente no opino igual), pero por mucho que la mona se vista de seda…

Estos intentos de Disney de atraer a un público diferente del consumidor habitual de Star Wars dentro de ser lógico desde un punto de vista de empresa no tengo claro que vaya a funcionar, empezando por el hecho que los suscriptores de Disney+ precisamente somos los fans de Star Wars, Marvel o el cine de animación. Puedo equivocarme, pero tengo bastante claro que ningún suscriptor de Filmax y consumidor de cine adulto se ha suscrito a Disney+ al escuchar que Andor es una serie con un target de espectador mayor de edad.

Y ya digo que Andor me ha gustado y veré seguro la segunda temporada, pero yo ya era público converso antes de empezar a ver esta serie, por lo que no tengo claro si Disney va a tener un éxito de audiencia con esta serie.

Comparto el teaser trailer de este episodio final de Andor:

Me ha gustado la primera temporada de Andor, y este final nos ha dejado con ganas de más. Así si.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Ice Cream Man vol. 7 de W. Maxwell Prince, Martín Morazzo y Chris O´Halloran (Image Comics)

Tras unos meses de descanso, llega una nueva dosis de nihilismo y desolación con el séptimo volumen de Ice Cream Man, la antología de historias inclasificables obra del escritor W. Maxwell Prince y los artistas Martín Morazzo y Chris O´Halloran, publicado por Image Comics.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

ICE CREAM MAN -la serie antológica de cómics aclamada por la crítica y con gran éxito de ventas- continúa aquí con otros cuatro desafortunados y enervantes episodios de descensos: un avión cae del cielo; un hombre sube al fondo de su árbol genealógico; ¡la presión sanguínea de Oscar desciende por debajo de 90/60! Es un compendio de descensos cuidadosamente calibrados para consumidores de contenidos curiosos y cabizbajos… así que acompáñanos a continuación.

Este séptimo volumen recopila los números 25 a 28 de la serie regular USA.

W. Maxwell Prince escribe en Brooklyn y vive con su esposa, su hija y dos gatos. Es autor de ICE CREAM MAN, KING OF NOWHERE, ONE WEEK IN THE LIBRARY, and THE ELECTRIC SUBLIME.

El artista argentino Martín Morazzo hizo su gran debut en los cómics estadounidenses con la saga de ciencia ficción ambiental de 2012, Great Pacific, la primera serie de Image Comics que co-creó con Joe Harris. Desde entonces, Martín ha co-creado Snowfall, una epopeya de ciencia ficción, nuevamente con Joe Harris e Image Comics, y la elegante serie de aventuras criminales, The Electric Sublime, con el escritor W. Maxwell Prince en IDW Publishing. Ice Cream Man, su nueva colaboración con W. Maxwell Prince, está siendo publicada por Image Comics. She Could Fly, una miniserie con el escritor Christopher Cantwell, co-creador y showrunner de Halt and Catch Fire de AMC, y la editora Karen Berger, también está siendo publicada por Berger Books, una editorial de Dark Horse Comics.

Como decía Forrest Gump, coger el nuevo volumen de Ice Cream Man es como abrir una caja de bombones, nunca sabes qué te vas a encontrar. Y me parece una barbaridad como W. Maxwell Prince plantea en cada nueva grapa un desafío narrativo diferente para el dibujante Martín Morazzo y el colorista Chris O´Halloran. Las historias son siempre inclasificables pero dejan poso y hacen que pienses en los mensajes ocultos que hay en cada una de las historias. El hecho que Prince apueste de esta manera en la grapa como unidad para contar sus historias auto conclusivas me parece otro elemento contracorriente de este comic, teniendo en cuenta que el mercado sin duda apuesta por los arcos y las historias serializadas pensadas para ser publicadas en tomos.

El terror es un género en auge en el mundo del comic, pero estas historias son más un drama existencial que transmite la desesperación por un mundo en el que no tenemos cabida, lleno de cosas aterradoras a nuestro alrededor que pueden o no ser sobrenaturales. En este sentido, el número 26 en el que una persona explora (literalmente en el comic) su árbol genealógico y descubre que sus antepasados todos fueron unos fracasados y él está condenado a repertirlo, y a pesar de todo quiere romper con el pasado, me ha parecido una historia brillante. Incluso cuando apuesta con cambiar el pasado brindando con una copa de alcohol, lo que sugiere que sigue cayendo en la espiral autodestrutiva.

La analogía que hace el comic en su número 27 sobre que somos insectos esperando ser machacados por el sistema, y que a veces sería preferible disfrutar de su vida sencilla sin las preocupaciones existenciales que ahora sufrimos y sobre las que no tenemos ningún control, es otra idea potentísima que me flipa que me la hayan presentado en las 26 páginas que tienen estos números.

El dibujo de Martín Morazzo y Chris O´Halloran me parece que está tan acertados como siempre. Nadie como ellos transmiten el drama existencial de estas historias y a unos personajes perdidos, sin esperanza y desamparados ante unos elementos que parece que juegan con ellos. Las expresiones faciales y corporales adquieren una cualidad casi kafkianas en estas páginas, complementando perfectamente a las historias de Prince. Y por si fuera poco, Morazzo se sale en cada uno de los desafíos narrativos que le sugiera el guionista, o tal vez es él el que le sugiere ideas visuales que luego desarrollan hasta tener clara la historia, lo veo como una posibilidad. Pero ya sea una u otra opción, la verdad es que acaban formando una dupla perfecta para el tipo de historias que se plantean en esta antología.

Por cierto, hablando de la serie en su conjunto, llevábamos varios tomos en los que parecía que el tema general del heladero del infierno había quedado en segundo término. Sin embargo, en este volumen parece que Prince empieza a plantear el que pudiera ser el final de la serie retomando al heladero, protagonista del comic aunque sea en el título, dado que ha estado ausente. Por un lado, me gusta que las historias tengan un final, pero este Ice Cream Man es tan diferente a todo que creo que echaré de menos este comic en caso que se confirme que el final está próximo.

Ice Cream Man es una rareza maravillosa dentro del mundo del comic mainstream americano. Estoy disfrutando muchísimo este comic, y espero seguir haciendo mientras Prince y Morazzo tengan ganas e ideas de seguir publicando esta serie.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de The doors of Eden de Adrian Tchaikovsky

Tras disfrutar de Children of time y Children of ruin, me he animado a comprar The doors of Eden, nueva novela del escritor británico de ciencia ficción Adrian Tchaikovsky.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Del autor de la emocionante epopeya de ciencia ficción Los niños del tiempo, ganadora del prestigioso premio Arthur C. Clarke.

Creían que estábamos a salvo. Se equivocaron.

Hace cuatro años, dos chicas fueron a buscar monstruos a Bodmin Moor. Sólo una volvió. Lee pensó que había perdido a Mal, pero ahora ha vuelto milagrosamente. Pero, ¿qué pasó aquel día en los páramos? ¿Y dónde ha estado todo este tiempo? La reaparición de Mal tampoco ha pasado desapercibida para los agentes del MI5, y Lee no es la única que tiene preguntas.

Julian Sabreur está investigando un atentado contra la física de alto nivel Kay Amal Khan. Esto lleva a Julian a enfrentarse con agentes de una potencia desconocida, que pueden o no ser humanos. Su única pista es una grabación granulada que muestra a una mujer que supuestamente murió en Bodmin Moor.

La investigación de la Dra. Khan era teórica; luego encontró grietas entre nuestro mundo y las Tierras paralelas. Ahora estas grietas se están ampliando, revelando criaturas extraordinarias. Y cuando las puertas se abren, cualquier cosa podría atravesarlas.

Tade Thompson, autor de Rosewater, ganador del premio Arthur C. Clarke, afirma: «Este libro, ingenioso, divertido y absorbente, perdura mucho tiempo después de haberlo cerrado».

Adrian Tchaikovsky nació en Woodhall Spa, Lincolnshire, antes de ir a Reading a estudiar psicología y zoología. Por razones que ni él mismo conoce, acabó estudiando Derecho y ha trabajado como ejecutivo legal tanto en Reading como en Leeds, donde vive actualmente. Está casado, es un entusiasta de las partidas de rol en vivo y un actor aficionado ocasional, se ha entrenado en la lucha escénica y no tiene ningún tipo de mascota exótica o peligrosa, posiblemente a excepción de su hijo. Es el autor de Children of time, Children of ruin y muchas otras novelas, novelas cortas y relatos. Children of time ganó el premio Arthur C. Clarke en su 30º aniversario.

El Reino Unido tiene una larga tradición de ciencia ficción basada en la existencia de universos alternativos. Cuando pienso en ello, series como Doctor Who me vienen inmediatamente a la cabeza, y en lo referido al mundo del comic, la estupenda etapa de Alan Moore y Alan Davis en Capitán Britania también entroncaba en esta temática.

Adrian Tchaikovsky me voló la cabeza en Children of Time con su representación de mundos en los que la evolución había ido por otro camino y la raza humana no era la especie dominante. El concepto de realidades alternativas es perfecto para esto mismo, y hay momentos realmente buenos cuando nos cuenta la historia de diferentes tierras a lo largo de los millones de años desde su formación. Si esto además lo junta con una trama policial muy bien llevada que te mantiene en tensión y con múltiples preguntas sin respuesta hasta la parte final de la novela, creo que estamos ante una combinación ganadora.

Antes de seguir, tengo que reconocer que he leído esta novela de 600 páginas en inglés, y la verdad es que se me hizo un poco farragosa en algunos momentos, entre otros motivos porque confundía todo el rato a los personajes y no acababa de saber quién era quién. Al no tener otro momento, leía por las noches antes de acostarme y claramente no fue una idea muy buena, teniendo en cuenta la naturaleza coral de la historia con sus múltiples personajes y localizaciones. Dicho esto, realmente la novela me parece muy buena, con un montón de ideas relativas a la existencia de unas posibles realidades alternativas y universos paralelos que me han gustado mucho y que significan, sobre todo pensando en su brillante y original final, unas ideas super interesantes.

Además, Tchaikovsky maneja perfectamente el ritmo de la novela, de forma que primero hay que presentar a los personajes protagonistas y cómo la existencia de estos mundos alternativos les afecta, para luego mostrar las posibilidades que se abren para aquellos que sepan utilizarlo para sus fines. Aparte que esto de por si ya es importante e interesante, realmente la novela no va de esto, y la clave de todo es el motivo que provoca que estas personas acaben enfrentándose desde ópticas distintas a un problema que amenaza la existencia del continuo espacio-tiempo. Este giro añade una escala superior de amenaza que supone una dosis adicional de ciencia ficción muy hardcore que me ha funcionado de maravilla.

The doors of Eden fue publicada en 2020. Digo esto el referéndum del Brexit se celebró en 2016 y salió ganadora la idea que Reino Unido quería «encerrarse en si misma» y no formar parte de la Unión Europea. En este sentido, sin desvelar nada del sorprendente y satisfactorio final, esta novela puede verse como la forma de Tchaikovsky de rebatir esta idea de «una Inglaterra siempre idéntica y contraria al cambio», mostrando justo lo contrario, que el cambio es deseable y, por qué no decirlo, inevitable. Esta dosis de comentario social que Tchaikovsky añade me parece también muy interesante.

The doors of Eden probablemente no sea tan brillante como Children of Time, pero me parece una novela super entretenida con una historia y sobre todo un final sorprendente y satisfactorio. No se le puede pedir más a la ciencia ficción.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Devil´s Highway vol. 1 de Benjamin Percy y Brent Schoonover (AWA Studios)

Mi búsqueda de lecturas diferentes y un precio super bueno me han animado a probar Devil´s Highway vol. 1, thriller de Benjamin Percy y Brent Schoonover, con color de Nick Filardi, que ha sido editado por AWA en Estados Unidos

PUNTUACIÓN: 7/10

«Como un invierno de Minnesota en forma de cómic: negro como el hielo y muy intenso». – Charles Soule (Star Wars: The Rise of Kylo Ren)

Ben Percy (Lobezno) y Brent Schoonover (Batman ’66) presentan un angustioso thriller que examina el asesinato en los oscuros bajos fondos de los Estados Unidos. Una joven con un oscuro secreto familiar se embarca en la búsqueda del asesino en serie que asesinó brutalmente a su padre, sólo para descubrir que es sólo una pieza de una red nacional del mal que serpentea por todo el país y se esconde a la vista utilizando la industria del transporte de larga distancia como tapadera.

El mundo de los serial killers nunca deja de estar de moda. Sin ir más lejor, Dahmer en Netflix es una de las series más vistas (y polémicas) de las últimas semanas. El mundo del comic no es ajeno a esta tendencia, aunque hay que decir que el este primer volumen que recopila los 5 primeros números de esta serie de Benjamin Percy y Brent Schoonover fue editado en Estados Unidos en febrero de 2021.

Ambientar esta historia en el mundo de los áreas de descanso de los camioneros en mitad de la nada de los Estados Unidos permite presentar una historia macabra con un feel diferente dentro de estar en el ámbito rural, foco inagotable de asesinos y víctimas sin opción de ser ayudadas por nadie. En este sentido, siempre he sentido que el comic tiene las de perder en este tipo de historias frente a cine o televisión al no poder apoyarse en la música o la edición de sonido para crear tensión o los jump-scares, teniendo tan sólo la sorpresa y el impacto del giro de la página. Sin embargo, en el caso de Devil´s Highway creo que Benjamin Percy hace un trabajo estupendo en la creación de una historia que consigue enganchar desde le primera escena.

Gran parte del éxito del comic viene de un notable apartado artístico a cargo del dibujante Brent Schoonover y el colorista Nick Filardi, que crea el perfecto tono desolado que la historia necesita. Schoonover comenta que este puede ser el mejor trabajo de su carrera y me creo que puede ser así, porque todo, empezando con el diseño de personajes, transmite verosimilitud y realismo, ayudando a vender la historia desde el minuto uno.

La protagonista resulta un poco arquetípica y entra en la categoría de tía dura con un oscuro pasado que busca venganza. Una bad-ass de libro que es el elemento necesario para poder poner en marcha al acción. Y dentro que estamos ante grapas de 20-22 páginas por número, realmente pasan bastantes cosas en cada grapa, hay sorpresas y sus finales ofrecen unos buenos cliffhangers que te dejan con ganas de seguir leyendo la historia. Creo que todo lo que plantea lo hace bien, aunque creo que al final se queda sin tiempo y plantea un climax final un poco sacado de la manga al que le falta quizá un poco más de punch. Ese es quizá el único pero de este comic, dentro que casi todo está bien, con un poco más hubiera podido ser una obra realmente destacable.

Comparto las primera páginas de este comic:

Devil´s highway es un buen comic que lo hace todo bien pero al que quizá le ha faltado un climax final más potente. Espero que la cosa mejore en caso que me anime a comprar el segundo volumen dentro de unos meses.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Willow de Ron Howard (Disney+)

En nada se estrena en Disney+ la serie de televisión de Willow, por lo que ha sido obligatorio volver a ver el clásico de 1988 dirigido por Ron Howard a ver qué tal le ha sentado el paso del tiempo.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Cuento medieval con brujas, enanos y poderes mágicos. En las mazmorras del castillo de la hechicera y malvada reina Bavmorda, una prisionera da a luz a una niña que, según una antigua profecía, pondrá fin al reinado de la hechicera. La comadrona intenta salvar a la niña de la ira de Bavmorda, pero, alcanzada por los perros de presa del castillo, no tiene más remedio que arrojar la cuna al río. Gracias a la corriente, la cuna llega a un pueblo de enanos, donde la niña es adoptada por el valiente Willow. (FILMAFFINITY)

La idea de realizar una historia de fantasía y espada y brujería siempre estuvo en la cabeza de George Lucas, el creador de Star Wars e Indiana Jones. De hecho, la primera idea de Lucas ya venía de 1972. Durante la producción de El retorno del Jedi, en 1982, Lucas conoció a Warwick Davis, que interpretaba a Wicket el Ewok, y pensó que «sería genial utilizar a una persona pequeña en un papel principal. Muchas de mis películas tratan de un tipo pequeño contra el sistema, y ésta era una interpretación más literal de esa idea». Sin embargo, hubo que esperar cinco años y a que Lucas considerara que la tecnología de los efectos visuales estaba por fin lo suficientemente avanzada como para ejecutar su visión.

Para la dirección, Lucas confió en el actor convertido en director Ron Howard, que había trabajado con Lucas en American Grafitti y en 1985 había dirigido Cocoon, con el que mantenía una gran amistad y afinidad hacia el tipo de historias que les gustan. Howard a su vez propuso a Bob Dolman para que escribiera el guion basado en la historia origina de Lucas, juntándose los tres en el rancho Skywalker durante 1986 para escribir el que acabó siendo el guión definitivo de Willow.

Willow presentó avances importantes de Industrial Light & Magic en lo relativo a las secuencias con efectos visuales, entre ellas la tecnología de morphing digital. Además, los fans recordamos con mucho cariño el monstruo de dos cabezas que aparece en la película. Willow cuenta con fotografía de Adrian Biddle, montaje de Daniel P. Hanley, Mike Hill y Richard Hiscott, y una super icónica banda sonora a cargo de James Horner. Con un presupuesto de 35 millones de dólares (mucho dinero para la época), la película recaudó 137 millones en todo el mundo, lo que supuso una importante decepción para Lucas como productor, y para los fans de la espada y brujería en general.

En el reparto encontramos a Warwick Davis, que en el momento del rodaje tenía 17 años, interpreta al protagonista Willow Ufgood, un granjero Nelwyn (enano) y aspirante a brujo. Val Kilmer es Madmartigan, un jactancioso mercenario espadachín que ayuda a Willow en su búsqueda. Kate y Ruth Greenfield y Rebecca Bearman son los bebés Elora Danan, una princesa infantil a la que se le profetiza la caída de Bavmorda. Joanne Whalley es Sorsha, la hija guerrera de Bavmorda, interpretada por Jean Marsh, la villana reina de Nockmaar y una poderosa hechicera negra. Por último, Pat Roach como Kael, el villano alto comandante del ejército de Bavmorda.

Entrando a valorar Willow lo primero que tengo que decir es que puede hacer fácil ¿20, 25 años? desde que vi por última vez la película. Hay un claro elemento de nostalgia, y recuerdo muchas cosas a nivel general de la trama, aparte de tener muy presente algunas de las imágenes más icónicas, como la del monstruo de dos cabezas o la huida en trineo por la falda de una montaña nevada. Dicho esto, espero ser lo bastante objetivo para poder valorar la forma en que la película ha envejecido bien o mal en estos 34 años que han pasado.

Y el primer comentario es que en Willow se notan quizá un poco demasiado las referencias a la hora de plantear la historia. Empezando por El Señor de los Anillos con enanos en lugar de hobbits, con un protagonista que se embarca de forma inconsciente en una misión para la que se asociará con los héroes más inesperados, enfrentándose de alguna manera a la bruja de Blancanieves. Esas referencias son demasiado evidentes para ser obviadas, pero una vez se reconocen, no impiden que la película sea super disfrutable.

Hay un primero elemento super chulo de Willow y es ver una película de 1988 que empleó a tantas personas enanas para recrear el mundo de los Nelwyns. Recordando El Señor de los Anillos, años más tarde Peter Jackson utilizó a personas «normales» para interpretar a los hobbits, usando diferentes efectos para representar su baja estatura. En Willow no es necesario porque todos son enanos de verdad, mostrando a su comunidad desde una vertiente positiva poco habitual en el entretenimiento. La comunidad donde vive Willow con su familia está genial y para ser su primer papel protagonista (el ewok Wicket no cuenta para mi debido al maquillaje), creo que Warwick Davis lo hace genial y mantiene la película en su vertiente de historia en la que una persona normal se ve envuelta en circunstancias extraordinarias.

No es un insulto decir que cuando George Lucas creó Star Wars, lo hizo pensando en un público infantil y adolescente. De hecho, hay tanta bibliografía al respecto que es absurdo negarlo. Y algo similar pasa con Willow, en el que todo transmite el público al que se dirige, lo cual no quiere decir que no pueda ser disfrutable por los adultos. En estos momentos en los que parece que para que un entretenimiento sea «bueno» hay que plantearlo desde una perspectiva adulta, resulta casi refrescante volver a una fábula para niños en la que el bien se enfrenta a un mal puro. Un mal que no necesitamos que sea ambiguo ni es necesario conocer que Bavmorda es así porque de niña un niño la rechazó y eso la convirtió en lo que es ahora. En este sentido, que algo sea sencillo no lo convierte en «malo». No tengo problema en que la Reina Bruja sea la mala del cuento, me parece perfecto, de hecho.

La historia sigue una estructura que hoy resulta un tanto trillada, y visto con ojos de 2022 habría que decir que le faltan momentos espectaculares, siendo todo muy normal para ser un mundo fantástico en el que existen la magia y los seres extraordinarios. Es cierto que los mejores momentos se dejan todos para la última media hora de película, y que la película es en cualquier caso muy entretenida, pero en ese sentido sí se nota que estamos ante una película rodada hace 35 años, antes del auge de los efectos digitales aplicados al mundo del cine. e hecho, esta película, como también en su momento El secreto de la pirámide (Barry Levinson, 1986) pueden considerarse en cierta manera precursoras de todo lo que vino después gracias a la IL&M de George Lucas.

Fruto del target infantil y juvenil, tenemos una película con mucho humor, un humor blanco para todas las edades protagonizado por la pareja de pequeños Nelwyn que acompañan a los protagonistas, así como con todo lo que el guion plantea para Madmartigan, en cierto sentido rompiendo el tópico de elegante guerrero de moral intachable. También los fallos de Willow a la hora de lanzar hechizos van en esta onda de humor para todas las edades. Este humor la verdad es que es muy infantil pero consigue mantenerte con la sonrisa en la cara todo el rato, y creo que incluso ahora creo que funciona, aunque si es cierto que el target de la película se me hizo muchos más evidente ahora que lo que sentí en su momento cuando vi la película en el cine con 14 años.

Para ser una película con más de 30 años, creo que la integración en pantalla de los pequeños Nelwyn está muy bien, y apenas canta en apenas un par de momentos super puntuales, lo que creo que tiene bastante mérito. Si canta más el monstruo de dos cabezas que surge en la ciudad en ruinas de Tir Asleen, pero no evita que la escena siga teniendo todo su encanto. Junto a esto, el uso de morphing digital en varias escenas para transformar a varios personajes creo que luce genial incluso con ojos de 2022, por lo que diría que el trabajo está más que conseguido.

Si hay algo que no me ha funcionado en este visionado ha sido sobre todo las situaciones de humor creadas con Madmartigan, como cuando se disfraza de mujer para ocultar una infidelidad, o el combate en Tir Asleen en el que él se enfrenta solo a 30 o 40 guerreros del villano Kael, que está rodado de forma chapucerilla. Eso, y lo de la poción de amor que despertó algo que ya existía en sus corazones, lo cual es algo muy habitual en la literatura fantástica, pero que con ojos de 2022 queda bastante viejuno.

Hecha la matización de las cosas que no me funcionaron, lo cierto es que Willow es una película super disfrutable que tiene claro el tipo de aventura que plantea y a quien va dirigida. El climax con el combate mágico creo que está muy chulo y que Willow al final tenga la clave de todo me parece un detalle genial de este final. Por cierto, el final con Willow volviendo victorioso a su hogar resulta otra referencia muy obvia a El Señor de los Anillos, pero a mi tengo que reconocer que me funciona y es lo que pedía la historia, así que ningún problema al respecto.

Además, me ha alegrado especialmente poder verla con mi hijo gracias a nuestra suscripción a Disney+. Que me dijera que se lo había pasado genial viéndola y que le había gustado y tenía ganas de que viéramos la serie de televisión ha supuesto una doble alegría. Sin duda, ¡misión cumplida!

Comparto el trailer de la película:

La Willow la película me ha gustado y creo que a pesar de algunos aspectos que igual no han envejecido demasiado bien el paso del tiempo, su cualidad de cuento de fantasía hace que el visionado haya sido satisfactorio. Y ahora, de cabeza a ver la serie de televisión de Willow en Disney+.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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