Se acabó el sueño. Es hora de asumir la tristeza realidad: Star Wars ya no es algo especial, es una película más de las muchas que se estrenan cada año. Y en este 2019 J.J. Abrams ha arruinado con El Ascenso de Skywalker las esperanzas de ver un final satisfactorio a esta tercera trilogía.
PUNTUACIÓN: TERRIBLE
Novena y última entrega de la saga ‘Star Wars’, y cierre de la nueva trilogía iniciada con «El despertar de la Fuerza». Rey, Finn, Poe y el resto de los héroes tendrán que encarar nuevos retos al tiempo que se enfrentan a una nueva amenaza. (FILMAFFINITY)
Buscando elementos positivos por los que comenzar, lo único salvable de El Ascenso de Skywalker es su excelente reparto. J.J. Abrams se ha confirmado como un director mediocre, pero su casting de jóvenes estrellas para El Despertar de la fuerza (2015) dió en el clavo.
Frente a Los Últimos Jedi (Rian Johnson, 2017) en la que los tres héroes Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega) y Poe Dameron (Oscar Isaac) estuvieron separados literalmente hasta el plano final, Abrams hace que compartan una gran parte de la película. Y lo cierto es que mola verles juntos, los tres actores derrochan carisma y química en pantalla y ofrecen posiblemente los mejores momentos de la película.
Junto a ellos, Adam Driver como Kylo Ren vuelve a demostrar lo buen actor que es, incluso a pesar de volver a tener la cara tapada la mitad de la película. Con muy poco con lo que trabajar ofrece interesantes matices con la inflexión de su voz y la mirada que para mí indican que se encuentra un peldaño por encima de los demás. Además, de nuevo su química con Daisy Ridley es genial en pantalla y mola verles juntos.
Obviamente ver a personajes clásicos como Lando (Billy Dee Williams), Chewbacca, C3PO, R2D2 así como el Halcón Milenario siempre hace que mi corazón se ilumine un poco, a pesar de que como luego comentaré, el sueño haya acabado. Y lo mismo con la música de John Williams, maestro entre los maestros.
Todo esto es referido a los actores y sus interpretaciones, que son geniales. Otra cosa es lo que el guión les hace decir y hacer, en lo que luego entraré, y que no es tan positivo.
El Ascenso de Skywalker ofrece un mensaje positivo que también me gustó y me pareció inesperado y casi lo único original de la película, y es que aunque las personas a veces podamos pensar que estamos solos en el universo, hay otra gente como nosotros que comparte nuestra lucha. Esto se refleja en el diálogo entre Finn y Jannah en Endor, lo único genuinamente emocionante y original, cuando Finn descubre que él no fue el único desertor de la Primera Orden, más gente se reveló frente al mal, y si todos nos unimos, el mal puede ser derrotado. Este mensaje hacia la «mayoría silenciosa» mostrando que aunque el mal nos quiere asustados y solos somos más y juntos somos fuertes, me pareció muy chulo e interesante.
Y hasta aquí llega lo bueno a partir de ahora voy a empezar por todo lo malo que no me gustó, también libre de spoilers. Toca repetir que esto es una crítica a la película a partir de mis gustos, en ningún caso quiero que parezca que los que no opinéis como yo estáis equivocados. Para gustos colores, y este es el mío.
J.J. Abrams junto al guionista Chris Terrio (Batman v Superman) ejemplifican a la perfección el mal cine comercial. El mal cine en general. Creen que haciendo que pasen muchas cosas y haciendo saltar a los personajes de una localización a otra, de una sorpresa a otra sin un momento de respiro, los espectadores nos veremos arrastrados en esta vorágine y olvidaremos (o nos dará igual) si lo que estamos viendo tiene sentido o es una tontería tras otra ridícula. Y obviamente no es el caso.
Esta filosofía narrativa de «todo vale» alcanza nuevas cotas de ridiculez y absurdez en El Ascenso de Skywalker, y creo que indica que Abrams y Terrio no respetan al espectador, creen que somos tontos y nos vamos a tragar cualquier cosa si el envoltorio es bonito. Quizá hace 10 o 15 años esto fuera cierto (yo realmente no lo creo, pero bueno), pero lo que sí que está claro es que el espectador de 2019 es mucho más sofisticado e inteligente de lo que ellos creen.
Terrio ganó el Óscar al Mejor Guión Adaptado por Argo. Y tras este premio por una película «sería» se pasó al género de superhéroes primero y la ciencia ficción después en Star Wars. Y sinceramente parece que cree que son géneros menores en los que todo vale y da igual lo que muestren. Y es al revés, justo porque es ciencia ficción, debes respetar las reglas que tú mismo plantees o todo se cae en pedazos.
Por ejemplo, el guión de Abrams y Terrio establece una cuenta atrás de ¡16 horas! para crear una mal entendida sensación de urgencia, para a continuación lanzar a los héroes a una búsqueda de un tesoro por la galaxia imposible que se salta esto. Podían haber dicho 5 días, ¿por qué no? Y existiría la misma sensación de urgencia, pero no, debe ser algo inminente para ser más peligroso, más grande… Pero desde luego, no mejor y creíble. Y por esa obsesión del «más grande, más peligro, más amenaza», se provocan momentos ridículos sobre todo en el tramo final.
Y como eso todo. Cada salto de escena, cada transición está construida a partir de una tontería o una locura, da igual como hacer que los personajes vayan de A a B y luego a C. Hasta el punto que Abrams consiguió que desconectara y nada me llegara. Hay en este sentido numerosos momentos emocionales con varios personajes destinados a tocarnos la fibra sensible que fracasan al estar construidos a partir de ridiculeces, como por ejemplo el clímax emocional de Kylo, que si escribiera lo que pasa en pantalla no saldríais de vuestro asombro y bochorno, al estar nivel del vergonzoso «Martha» de BvS. Y mejor no comentar la identidad de espía infiltrado en la Primera Orden que proporciona información a los rebeldes, porque si entro en ello absurdo y tomadura de pelo será lo más bonito que se ocurriría.
Pero ya no es solo que para Abrams y Terrio todo vale, es que su guión está malísimamente escrito, plagado de diálogos expositivos tontos y repetitivos como si los espectadores fuéramos bebés que necesitamos que nos expliquen lo mismo dos o tres veces porque no lo captamos a la primera. Además, cuando tienen incluso que verbalizar lo que debemos sentir en cada escena en lugar de confiar que la escena nos lo muestre, eso significa que ni ellos mismos confían en su propia capacidad narrativa.
Comentaba que las interacciones de los protagonista molan, pero también es cierto que Abrams hace que Rey esté sola en numerosas escenas claves. Y esto resta, no suma, teniendo en cuenta que Daisy Ridley es buena actriz, pero no tan buena.
Junto a esto, no puedo evitar comentar que la inesperada muerte de Carrie Fisher alteró sin duda la historia. Abrams trabajó para insertar las pocas frases sin usar de Los Últimos Jedi para colocar al personaje con calzador en unas pocas escenas que se ven forzadas y postizas. Y la forma que plantean se despedida es también un WTF! de libro que, a esas alturas de película, ya no consigue el impacto emocional que buscaban conseguir.
Además, hubo dos momentos en que no me pude creer que Abrams haya vuelto a copiar escenas icónicas de la Star Wars original, mostrando una vez más si cabe que Abrams es un «reciclador» no un creador de nuevas historias. Qué mal.
Para empeorarlo todo, El Ascenso de Skywalker es una moción de censura a todo lo que construyó Rian Johnson en Los Últimos días. Aunque no me gustó nada el Episodio VIII, Johnson planteaba elementos interesantes, aunque muy mal ejecutados, para que Star Wars dejara de ser la historia de la familia Skywalker. En ese sentido, la sorpresa de que Rey «no era nadie» podía mover a la franquicia galáctica por nuevos caminos inexplorados, al igual que la filosofía de Kylo de matar lo viejo para que los jóvenes creen su propio camino. Ya no. J.J. Abrams desmonta todo lo construido por Johnson, que a su vez desmontó tonterías de Abrams como el personaje de Snoke, de forma que esta última trilogía pierde todo sentido de cohesión, al ser cada película una enmienda a la totalidad de la anterior.
Y hablando de Los últimos Jedi, aunque como digo no me gustó, visualmente es de largo la mejor película de toda la serie, con momentazos increíbles que todos recordamos como la destrucción del Destructor espacial, la pelea de sables laser en la sala roja o el batalla final en el desierto de sal. Abrams no es Johnson, es un director mediocre en lo visual que vuelve a ofrecer una película plana sin momentos memorables, obcecado con sus tics como las luces estroboscópicas que nos deslumbran una y otra vez sin ningún sentido narrativo más allá de ¿qué parezca todo más dinámico? No, lo que consigues es confusión. Visualmente, El Ascenso de Skywalker es también una decepción, más si cabe teniendo en cuenta la obra previa.
Disney y Lucasfilm han vendido que este Episodio IX es el final de la historia, pero incluso en esto no da un final satisfactorio, porque de hecho deja una cantidad tan grande de elementos abiertos que se demuestra que ha sido una estrategia de marketing vacía que no se corresponde con la realidad. Claramente, Lucasfilm ha intentado copiar el final de Vengadores Endgame, modélico a la hora de cerrar un capítulo dejando un mundo abierto para nuevas historias, pero hasta en eso fracasan.
Me da mucha pena que no me haya gustado esta película. A pesar de la decepción de Los Últimos Jedi, fui deseando pasar un buen rato y ni eso consiguió hacer J.J. Abrams. Y más pena me da pensar que El Ascenso de Skywalker va a ser un taquillazo porque la gente vamos a ir en masa a ver la nueva película de Star Wars precisamente por ser Star Wars, de forma que el mensaje que todo vale se va a ver reflejado en la taquilla, el dato que realmente cuenta para los estudios.
No me extraña que tras este episodio IX Lucasfilm haya paralizado nuevas películas, porque primero y principal deben conseguir que Star Wars vuelva a ser especial, cosa que ahora mismo ha dejado de ser y que no creo que vayan a recuperar. Si Disney fuera coherente, debería despedir a Kathleen Kennedy de su puesto de jefa de Lucasfilm por su decepcionante apartado cinematográfico. Obviamente eso no va a pasar, ya que Star Wars realmente es una de las franquicias más rentables económicamente no solo en cine, sino además en los parques de atracciones, las series de televisión, el merchandising, etc…
En mi caso, hace ya tiempo que me perdieron como fan que compraba, veía o consumía todo lo que me ofrecían, ya fuera libros, cómics, merchandising, etc. Tras este decepcionante El Ascenso de Skywalker probablemente me hayan perdido incluso como consumidor ocasional en el cine.
Comparto el trailer de la película:
Star Wars El ascenso de Skywalker es un triste final a este mundo que iluminó durante años mis sueños y construyó mi yo fan de la ciencia ficción. Star Wars ya no son películas de visionado obligado. Unas las veré, otras no, y no pasará nada. Qué pena.
PUNTUACIÓN TERRIBLE
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