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Crítica de Green Lantern 16-18 + Civil Corps Special de Jeremy Adams, Xermánico y Salvador Larroca (DC Comics)

Tras el tie-in del evento Absolute Power, el comic de Green Lantern de Jeremy Adams vuelve a ponerse cósmico con el arco Civil Corps, que inaugura la nueva etapa DC All In. Unos comics con dibujo del español Xermánico y color de Romulo Fajardo Jr.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Las semillas de la guerra han sido sembradas, ¡y ahora una batalla masiva se extiende por toda la galaxia! Hal Jordan, John Stewart y Guy Gardner deben correr para desvelar el misterio de la resurrección de la Estrella Oscura, lo que significa para su querido amigo Kilowog y cómo luchar contra un planeta entero. ¡La furia roja de Mogo llueve sobre nuestros héroes mientras Civil Corps se calienta!

Desde el inicio de la actual etapa de Green Lantern de Jeremy Adams, la amenaza de Thaaron, el lider de la recién formada coalición de planetas que ha tomado el control tras la desaparición de los Guardianes de Oa, planteaba que estábamos ante la posibilidad de una guerra total. Y es eso lo que tenemos en este arco de 4 números, tres de la serie regular y el especial Civil Corps que lanza la historia.

Empezando por este especial realizado por Adams con Phillip Kennedy Johnson, y dibujo del español Salvador con color de Luis Guerrero, lo primero que tengo que decir es que veo a Larroca muchísimo más acertado respecto a sus últimos años en Marvel. La gran mayoría del tiempo parece que realmente él dibuja, frente a sus comics previos en los que las muletas de photoshop eran demasiado evidentes y me sacaban completamente de la lectura. Se que decir que ver a un dibujante dibujar es lo mínimo que se debería pedir a cualquier comic, pero ese era el lamentable nivel previo de Larroca, así que cualquier mejora es más que bienvenida. No se si perder el contrato en exclusiva de Marvel le ha hecho ver las orejas al lobo a Larroca, pero la verdad es que si lo hace bien, hay que decirlo.

Pero si hablamos de lo verdaderamente destacado de este arco Civil Corps en lo referido al dibujo, es el impresionante dibujo de Xermánico con color de Romulo Fajardo Jr. Xermánico tiene un sentido de la épica alucinante, algo que resulta imprescindible para que la historia de Adams triunfe como lo ha hecho. Me parece alucinante la forma en el español consigue que cada personaje sea super reconocible y la acción sea memorable, con numerosos hallazgos viduales en cada número.

Otra cosa que me ha llamado la atención es que pasan tantas cosas en este arco Civil Corps que en numerosas ocasiones Xermánico tiene que plantear páginas con 8 viñetas o más para poder mostrar las diferentes situaciones de esta guerra a varias bandas. Tener unos comics con tantas viñetas, unido a una historia super comprimida que cuenta en tres grapas lo que hubiera dado para una mega saga, ayuda a dar la sensación de estar ante unos comics de una época anterior. Y es una sensación que me gusta mucho.

Pero no os penséis que estamos ante un comic de viñetas apretadas, porque Xermánico tiene un capacidad narrativa increíble, y sabe plantear splash-pages bestiales, unido además a una estructura de página super atractiva que me vende completamente este comic.

Y es que toca destacar a un Jeremy Adams excelso que en los números previos demostró que conocía perfectamente a todos los miembros de los Corps, y cuando toca ponerse cósmico con una acción más grande que la vida con el destino de la galaia en juego, parece el alumno destacado del mejor Geoff Johns. Destacaba antes la enorme cantidad de cosas que pasan en apenas tres grapas, pero es que me parece increíble que en los tiempos que corren Adams plantee una historia a esta escala y consiga resolverla de forma tan satisfactoria en apenas tres números.

Por la parte de los villanos, la sorpresa es que al malvado Thaaron armado con el anillo Dark Star hay que sumar a Star Shroud, enemigo presentado en la colección de John Stewart, lo que hace que la amenaza tremenda, incluso cuando inicialmente estos villanos peleen entre ellos por la supremacía de la galaxia. El final es super satisfactorio, pero dejando la puerta abierta para que en cualquier momento del futuro puedan ser recuperados.

Hal Jordan era el protagonista absoluto de esta colección, pero otra cosa que me ha encantado es la forma en que ha evolucionado a una historia coral. Empezando con el protagonismo de Carol Ferris, convertida (de nuevo) en una Star Sapphire. Kyle Rayner, Guy Gardner o Jessica Cruz están muy bien en esta historia.

Como me pasa con Jed MacKay en Marvel, me gusta mucho poder disfrutar de un guionista que tienen claro que esto es un comic de superhéroes y triunfa planteando una historia que sirva para destacar a los protagonistas, y a la vez permita el lucimiento de sus dibujantes. Jeremy Adams es el nuevo gran nombre de DC Comics, y se encuentra en un momento en que creo que voy a comprar todo lo que tenga su nombre. Porque un buen comic lleva a comprar otros comics.

Comparto las primeras páginas del número 16 USA, que empiezan por todo lo alto y pueden ser SPOILER. Sigue leyendo bajo tu responsabilidad:

Green Lantern ha vuelto a la grandeza gracias a un estupendo guion de Jeremy Adams pero también gracias al dibujo alucinante de Xermánico.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de 100% Marvel HC. Alien 1 de Phillips Kennedy Johnson y Salvador Larroca (Marvel Comics – Panini)

Tras la lectura del primer volumen de Predator de su nueva etapa en Marvel Comics, me he venido arriba y me animé también con el comic de Alien que Panini publicó el año pasado, obra del escritor Phillip Kennedy Johnson, dibujos del valenciano Salvador Larroca y color de Guru-eFX. Y no me ha gustado.

PUNTUACIÓN: 4/10

¡Alien, el gran icono del cine de terror, llega Marvel, de la mano de Phillip Kennedy Johnson (Superman) y Salvador Larroca (El Invencible Iron Man)! ¡Gabriel Cruz entregó su vida a la Corporación Weyland-Yutani y, por culpa de un ataque alienígena al que sobrevivió a duras penas, a punto estuvo de entregarla literalmente! Cruz, que se jubiló recientemente, está intentando retomar su relación con su hijo, al que abandonó, con la ayuda de un amigo; un androide modelo Bishop. Pero su regreso a la vida civil va a ser complicado, ¡puesto que va a toparse de nuevo con los mortíferos xenomorfos! 

Este volumen en tapa dura de Panini incluye Alien 1-6 USA.

Phillip Kennedy Johnson (Iowa, 1978) es uno de los escritores on-fire de la última hornada. Militar y músico además de escritor, fue nominado al Premio Eisner. Su trabajo en la industria del cómic se ha publicado en editoriales como BOOM! Studios, Archaia, Scout Comics, IDW Publishing, Aftershock, Marvel y DC Comics. Entre sus creaciones destaca las series The Last God, publicada bajo el sello Black Label de DC, Last Sons of America, Warlords of Appalachia, Smoketown y 007:, entre otras. En los últimos tiempos ha compaginado etapas en SUPERMAN y Action Comics en DC Comics con este trabajo de Alien en Marvel.

Salvador Larroca (Valencia, 1964) es uno de los dibujantes españoles más veteranos trabajando para Marvel Comics. Como Carlos Pacheco, empezó su carrera profesional trabajando para Marvel U.K., publicando en 1992 Dark Angel y Death´s Head. Tras dar el salto a Estados Unidos, dibujó unos números de Flash tras los de Carlos Pacheco, entrando a trabajar para Marvel justo a continuación, en 1994. A partir de una etapa larga en Ghost Rider, consiguió una merecida fama de dibujante cumplidor con las fechas de entrega que podía sacar a los editores de más de un problema. En estos casi 30 años en nómina de Marvel, Larroca ha dibujado prácticamente a todos los personajes de la editorial, destacando la colección Xtreme X-Men con Chris Claremont, donde experimentó con un lápiz sin entintado, los 4 Fantásticos también con Claremont, Newuniversal con Warren Ellis o su trabajo en Iron Man con Matt Fraction, que le valió un Eisner en 2009. En los últimos años Larroca fue también dibujante en la colección de Darth Vader durante dos años, dentro del sello de Star Wars.

Entrando a valorar el comic, un primer elemento a destacar es que el comic de Predator que leí hace unos días situaba la continuidad tras lo sucedido en todas películas, por supuesto las dos películas clásicas pero también Predators (Nimród Antal, 2010) o The Predator (Shane Black, 2018). No pasa lo mismo en este comic de Alien, que marca la línea tras Aliens El Regreso (James Cameron, 1986), obviando las posteriores.

Dentro de la valoración, tengo que decir que la historia de Phillip Kennedy Johnson gana al ser leída en tomo. De hecho, estamos ante una historia más pensada para ser leída en este formato, dado que sobre todo en la dos primeras grapas no hay grandes momentos que te dejen con ganas más. Johnson plantea una historia correcta que discurre por tropos esperables del universo Alien. Cruz, un veterano militar con un trauma del pasado, intentará acercarse a un hijo al que hace años no ve. tras su jubilación Por desgracia, su hijo forma parte de un grupo radical que aprovecha las claves robadas de Cruz para entrar en el laboratorio de alta seguridad donde trabajaba. Esto por supuesto provocará el surgimiento de los Alien y una misión de rescate en la que Cruz intentará salvar a su hijo antes que la estación espacial sea destruida, mientras que a empresa Weyland-Yutani quiere recuperar el objeto de la investigación.

La historia no es ningún dechado de originalidad, pero si construye bien el misterio alrededor del trauma del pasado de Cruz. Tiene además una sorpresa en lo referido a un androide presente en la estación espacial, así como una muestra de la avaricia de la empresa para los que el objetivo vale las vidas que sean necesarias. Desde el primer momento el comic transmite que tiene el feeling adecuado que se espera en una historia de Alien. Creo que todo está razonablemente bien planteado. Y aunque no hay alardes ni enamora en ningún momento, en manos de otro dibujante hubiéramos tenido un comic entretenido con momentos impactantes y un final lógico casi inevitable bien ejecutado.

El problema de este comic es el dibujo de Salvador Larroca. Comentaba al principio que Larroca es un profesional super valorado en Marvel al que si le piden si puede entregar una grapa de 20 páginas en 5 días te dice que si y te las «dibuja». Todo editor de una empresa grande necesita solucionadores como Larroca, y en ese sentido entiendo que sus últimos encargos en Darth Vader y este de Alien son premios a su lealtad y a su dedicación de casi 30 años. Aparte de una fuente importante de ingresos con los royalties que debe cobrar por las ventas de los tomos.

Pero Larroca se ha convertido en un artista ilegible desde que decidió su estilo actual supuestamente hiper-realista copiando de frames de películas que arregla ligeramente con el photoshop, para que parezca un trabajo propio y no tracing. En este comic, Larroca copia la cara de Lance Henriksen (Bishop), pero cada vez que aparece me da un repelús tremendo. Tengo claro que Cruz y el resto de personajes están «inspirados» de actores o modelos con presencia en redes sociales, aunque no les pueda situar exactamente. Fruto de este efecto copión, tenemos algunas escenas planteadas con todas las viñetas con el mismo punto de vista, en el que los personajes hablan y se mueven, que son lo contrario a «dinámicas». Además, hay también un exceso de primeros planos de las caras de los personajes, o planos medios, que me muestran a un artista con pocas ganas de trabajar, pensando que con dibujar la cara es suficiente para hacer atractiva la historia. (Spoiler: no lo es).

Esto ya es problemático, pero no sería insalvable para disfrutar del comic si no fuera que el supuesto hiperrealismo mal entendido de Larroca provoca que el comic sea una sucesión de imágenes mal conectadas con las siguientes que provoca una sensación de acción estática y ninguna tensión o progresión dramática. Es posible que el color de guru-eFX tampoco ayude, pero en los dibujos de Larroca no hay tampoco ni el más mínimo rastro de tono de terror, ni siquiera la intención de crear momentos perturbadores. Hablando del cine, en las películas tenemos imágenes en movimiento que crean el dinamismo, el ritmo, las coreografías de acción, etc… Pero el comic tiene que plantear en una imagen el momento más icónico que mejor transmita todas esas cosas, cosa que no vas a conseguir usando de plantilla una imagen de otro medio que no funciona fuera del contexto audiovisual.

Comentaba en la reseña de Big Game 5 de Mark Millar y Pepe Larraz que el comic es ante todo un medio visual en el que la historia se cuenta en imágenes. Los buenos artistas transmiten emoción, tensión y todo el rango de emociones imaginable a partir de sus dibujos, la composición de página y el intento del artista de contar la historia de la mejor y más atractiva forma posible. Viendo los dibujos de Larroca, en serio que todo lo que me transmitía era la sensación de «trabajo de encargo» y que a Larroca le daba igual dibujar esto o cualquier otra cosa mientras le paguen, con una pasividad y una falta de interés que me llegó para mal.

Las portadas de este comic son obra de In-Hyuk Lee. Y aunque estás ilustraciones son resultonas, tampoco diría que son especialmente atractivas. Cumplen, pero sin enamorar tampoco.

Un tomo de Panini de seis grapas USA normalmente me lo leo de una sentada. Aparte que este Alien no es un tratado filosófico, tenemos una historia planteada desde la acción con xenomorfos con toques de terror psicológico en la historia de Johnson, que no consigue reflejar Larroca en sus páginas. Pues tuve que dejar el comic a mitad el primer día porque me estaba quedando dormido, y lo acabé a duras penas de leerlo al día siguiente, al ser todo lo contrario a atractivo o interesante. De hecho, tuve que hacer un esfuerzo para obligarme a leerlo y terminarlo, porque la sensación que me produjo este comic es de fail total por culpa del dibujo de Larroca.

Antes de empezar a leer este comic, aún recordando que Larroca lo dibujaba, me plantee que si este primer volumen me gustaba, seguiría con los dos volúmenes siguientes que ha publicado Panini. Tras el suplicio de este comic, intentaré mantenerme lo más alejado posible de cualquier comic que dibuje Larroca. Por supuesto, ni hablar de leer nada más de Alien, pensando que el valenciano también dibuja el segundo tomo. No cabe duda que no es para mi. Que lo disfruten sus fans.

Comparto las primeras páginas del comic:

Tener a Salvador Larroca en el dibujo hace que sea imposible disfrutar del comic en cuestión, algo que este volumen de Alien me ha recordado con dolorosa intensidad.

PUNTUACIÓN: 4/10

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Crítica de Thor 27-28 de Donny Cates, Al Ewing y Salvador Larroca (Marvel Comics – Panini)

La actual etapa de Donny Cates en Thor se toma un respiro con una historia en dos partes que nos trae la aparición estelar de Veneno, a cargo del español Salvador Larroca en el dibujo, con color de Edgar Delgado, y la ayuda de Al Ewing en el guion.

PUNTUACIÓN: 5/10

Donny Cates vuelve a escribir una aventura con Veneno, acompañado del artista invitado Salvador Larroca. En esta agrupación de reyes, Thor, rey de Asgard, y Eddie Brock, el Rey de Negro, deben dejar de lado sus diferencias si quieren salvar lo que más aman: La Tierra. Cómo impactarán en Asgard los acontecimientos actuales de la serie del Protector Letal?

Estos dos comics se corresponden con Thor v6, 27-28 USA, y han sido publicados en España en noviembre de 2022 y este mes de enero, con un mes de descanso entre ambos.

Donny Cates no está bien. Aunque no se sabe exactamente qué le pasa, los retrasos en cascada en todos sus comics y el hecho contado por él de haber estado ingresado hace años por algo grave hace que me preocupe por su estado de salud, y le desee que se mejore y pueda volver pronto a estar a tope. En el caso de Thor tenemos una historia en dos partes con la aparición estelar de Veneno, Veneno de Asgard, que cuenta con argumento de Cates y Al Ewing, con Ewing realizando el guion completo.

Y la verdad es que me ha sorprendido para bien. Ya he comentado antes que me encanta la actual etapa de Ewing, Ram V y Bryan Hitch en Veneno. De hecho, una de las señas de identidad de esta etapa es la complejidad de una historia desarrollada por el continuo especio-tiempo, con la sensación de tener Ewing y V la historia perfectamente planteada desde el inicio hasta su inevitable final. Ewing ha encontrado la forma de conectar su Veneno con Thor, planteando unos sucesos que conectarán con esta historia que no veremos en su colección hasta dentro de unos meses, en el nº 17 de Veneno, jugando con la idea de los viajes en el tiempo y como hechos futuros afectan al presente de otros personajes. Esto la verdad es que me ha gustado mucho, la verdad. Además del hecho de la incertidumbre que hay mientras lees el comic sobre qué versión de Veneno estamos viendo.

Por la parte de Thor, tenía la sensación que estábamos ante una historia fill-in, pero nada más lejos de la realidad. Tras el decepcionante cruce con Hulk, el retorno a la narración normal ofrece una aventura cuyas repercusiones van a ser muy importantes para Asgard, para nada es un relleno sin importancia. En este sentido, Cates y Ewing muestran un gran conocimiento de la historia del Dios del Trueno al utilizar a un personaje de segunda fila como Darkoth como villano de esta historia, un demonio que apenas tuvo un par de pariciones previas que es recuperado para esta historia. Al estar super metida en el arco de Cates, Thor Odinson sigue siendo un protagonista desagradable, resaltando una vez más el pecado original de esta etapa de Thor, que es comprobar que Cates no ha sabido pillarle el toque al personaje. Dicho esto, tengo que decir que la historia de estas grapas están bien, desde luego mucho mejor que el cruce Bandera de Guerra que cruzó a Thor con Hulk.

En el lado del dibujo, nunca me ha gustado el cambiante estilo de Salvador Larroca. Y en el momento en que se olvidó de dibujar y se dedicó a copiar con el photoshop fotogramas de películas o cualquier cosa que se le pasara por delante, el desastre fue aún mayor. Y es un caso curioso digno de estudio, porque al menos el Larroca de su primera época sabía narrar y presentaba imágenes que tenían cierta fluidez en la página. El Larroca actual de photoshop presenta viñetas deslavazadas con poca o ninguna conexión con las demás mostrando una nula fluidez narrativa.

En estos dos números de Thor con color de Edgar Delgado se une el hecho que Larroca dibuja a los personajes de forma desagradable, por ejemplo con las enormes narices que añade a Thor, Loki y los demás. Está claro que es un aspecto totalmente subjetivo, pero su estilo actual me gusta aún menos que su obra del siglo XX. En este sentido, es interesante que la sensación de copiar imágenes reales de photoshop entrega un comic que no invita a ser leído, al no entender que los comics NO son el mundo real, y por tanto optar por el foto-realismo crea imágenes que no funcionan.

El dibujo debe contar de forma atractiva la historia de los personajes, y en el caso de Larroca, la verdad es que no lo consigue. De hecho, es más un lastre que otra cosa, lo peor que le puedo decir a un artista mainstream. Qué pena.

Comparto las primeras páginas del número 27:

Thor no se encuentra en buen momento. Aparte de la situación personal de Cates, el comic no acaba de cuajar con su planteamiento de un Thor Odinson super antipático, cosa que Ewing no consigue mitigar en esta historia.

PUNTUACIÓN: 5/10

Y tras este número, tenemos dos meses de parón por los problemas de periodicidad que está sufriendo la serie. En abril vuelve Nic Klein, con lo que la cosa sin duda mejorará, con una historia con guion de Torunn Gronbekk en sustitución de Cates, «El legado de Thanos». A ver qué tal está!

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Crítica de Lobezno: blanco, negro y rojo (Marvel Comics – Panini)

Panini ha publicado un especial que es una autentica delicia para los amantes del buen arte en los comics de superhéroes: Lobezno: Blanco, Negro y Rojo, una colección de historias de un all-star de autores de Marvel.

PUNTUACIÓN: 8/10

Algunos de los mejores autores de Marvel se reúnen para un recopilatorio diferente de aventuras protagonizadas por Lobezno. Cada una de estas historias está creada en blanco y negro, pero incorpora un color: el rojo. Y el rojo es el color de la sangre.

Este volumen de 136 páginas en formato extra grande 23×33 cm contiene Wolverine: Black, White & Blood 1-4 USA.

En este especial encontramos 12 historias de 10 páginas cada una a cargo de algunos de los mejores autores de la editorial: Gerry Duggan y Adam Kubert, Matthew Rosemberg y Joshua Cassara, Declan Shalvey, Vita Ayala y Greg Land, Saladin Ahmed y Kev Walker, Chris Claremont y Salvador Larroca, John Ridley y Jorge Fornés, Donny Cates y Chris Bachalo, Jed MacKay y Jesús Saiz, Kelly Thompson y Khary Randolph, Ed Brisson y Leonard Kirk, y por último Steven S. DeKnight y Paulo Siqueira.

Lo primero a destacar de este tomo, algo en lo que Panini ha acertado completamente, es en la elección de un formato extra-grande de 23×33 cm. Si los lectores compramos estos especiales por el dibujo, que menos que poder disfrutar el arte en un formato mayor del habitual. Reconozco además que a priori este tomo no entraba en mi listado de compras del mes, pero verlo en la librería con ese megaformato y comprobar que su precio era 19.95 €uros (menos el 5%), me pareció un precio cojonudo y no pude evitar traérmelo para casa.

Comentaba que no entraba a priori en mi listado de compras porque habitualmente estos especiales no suelen contar historias demasiado interesantes debido al propio formato de 10 páginas por aventura, lo cual da para lo que da. Sin embargo, una vez asumes esto, lo cierto es que me han sorprendido positivamente las historias de John Ridley, la mejor del volumen gracias también al dibujo de Jorge Fornés, Declan Shalvey, al que se le echa de menos en series regulares pero que se está convirtiendo en un auténtico especialista en historias cortas, y Jed MacKay con dibujo de Jesús Saiz. También es un placer volver a leer una historia corta de Chris Claremont en colaboración con Salvador Larroca.

Un detalle que me parece muy chulo es que las 12 historias están ambientadas en diferentes momentos temporales para cubrir diferentes aspectos o etapas de Logan, desde su época en Arma-X, su estancia en Madripur como Parche, la época tras su boda fallida con Mariko, etc… Algo que entiendo ha sido buscado por los editores y que para mi aporta un extra de atractivo a varias de estas historias.

Sin embargo, obviamente no compras este tipo de comics por las historias. Y los dibujantes de este tomo se salen, empezando por Adam Kubert, pero también Joshua Cassara, los ya mencionados Jorge Fornés, Declan Shalvey y Jesús Saiz, Kev Walker, Leonard Kirk y Paulo Siqueira. Incluso Greg Land y Salvador Larroca lucen geniales en este tomo, lo que ya es decir.

Valorar también muy positivamente el hecho que tres dibujantes españoles estén incluidos en estas 12 historias, Jorge Fornés, Salvador Larroca y Jesús Saiz. Esto pone de relevancia la importancia que el talento español tiene actualmente para la Casa de las Ideas, lo cual no deja a ser un elemento del que los fans españoles tenemos que estar muy orgullosos.

De hecho, la única decepción de es volumen es la historia de Donny Cates y Chris Bachalo, algo totalmente inesperado porque Bachalo me gusta mucho (casi) siempre. Y es que Bachalo no sabe sacarle partido ni al formato de página, creando unas páginas confusas en la que no acaba de verse bien lo que sucede, ni tampoco del color rojo, que aumenta la confusión e ilegibilidad de estas páginas. Esta historia es la única que no me gustó, pero 1 de 12 en todo caso me parece un buen porcentaje para un tomo que he disfrutado mucho.

Comparto las primeras páginas de la historia de Gerry Duggan y Adam Kubert , con un dibujo para enmarcar que demuestra la gran habilidad de Kubert como narrador, colocando dos páginas recargadas de 16 viñetas cada una de lectura horizantal para maximizar el impacto visual de la alucinante doble splash page:

Lobezno: Blanco, Negro y Rojo es un estupendo especial que hará las delicias de todos los fans de Logan y en general de los comics Marvel.

PUNTUACIÓN: 8/10

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