El Gambito de Dama es la última gran serie estrenada en Netflix. La serie creada, escrita y dirigida por Scott Frank basada en la novela de Walter Tevis ambientada en el mundo del ajedrez de los años 60 cuenta con una impresionante Anya Taylor-Joy como la problemática protagonista.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Miniserie de 7 episodios. Kentucky, años 60. En plena Guerra Fría, la joven Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) es una huérfana con una aptitud prodigiosa para el ajedrez que lucha contra la adicción mientras trata de convertirse en la mejor jugadora del mundo.
Scott Frank es un escritor estadounidense con un currículum muy interesante, con guiones en películas como Malice, (Harold Becker, 1993), Get shorty (Berry Sonnenfeld, 1995) o Minority Report (Steven Spielberg, 2002). Ha sido nominado en dos ocasiones a los Premios Óscar en la categoría de mejor guion adaptado por sus guiones de Out of Sight (La maravillosa película de Steven Soderbergh de 1998) y Logan (James Mangold, 2017).
En 2014 dió el salto a la dirección con la estupenda Caminando entre las tumbas protagonizada por Liam Neeson, y en 2017 creó, escribió y dirigió Godless, estupendo western estrenado también en Netflix. El gambito de Dama es su segunda serie con Netflix, creada junto a Allan Scott, y en este caso adapta la famosa novela de ficción escrita por Walter Tevis, publicada en 1983. Scott Frank escribe y dirige los 7 episodios de que consta esta serie. Para ello ha contado con la fotografía de Steven Meizler, montaje de Michelle Tesoro y música de Carlos Rafael Rivera.
El principal reclamo de esta serie es la alucinante interpretación de Anya Taylor-Joy como Beth Harmon, una joven super dotada que intentará convertirse en la mejor jugadora de ajedrez, un deporte dominado por los hombres, en plena guerra fría, y que tendrá que enfrentarse a sus problemas con las drogas, el alcohol y el trauma provocado por la muerte de su madre cuando era una niña.
Anya Taylor-Joy realiza un tour-de-force interpretativo de los que marcan una carrera. Beth es inteligente, educada pero asocial, al no estar interesada por otra cosa que no sea el ajedrez. Taylor-Joy transmite inteligencia, personalidad y saber lo que quiere, pero a la vez muestra una parte de fragilidad y dolor por un pasado que no ha acabado de aceptar. Su adicción a las drogas resultado de su paso por el orfanato y una adolescencia un tanto desestructurada con una familia adoptiva la mete en una espiral autodestructiva.
Y además de todo esto, Taylor-Joy transmite una belleza magnética en pantalla, del tipo que no te permite dejar de mirarla. A mis años queda un poco viejuno hablar de “crush”, pero me declaro totalmente rendido ante su belleza. En este sentido, hay que decir que la ambientación de los años 60 ayuda también a mostrar a Beth en un momento histórico que fue clave para el diseño, la moda y los avances sociales, y que hace que aparezca siempre bellísima.
Aunque Taylor-Joy tiene en la actualidad 24 años, interpreta a Beth desde los 13 años, recién entrada en la pubertad, hasta los casi 20 en que termina la serie, en ese momento 1968. Las escenas de Beth de niña con 9 años cuando es llevada al orfanato están interpretadas por Isla Johnson, mientras que la Beth de 5 años es Annabeth Kelly.
Aunque Anya Taylor-Joy monopoliza casi completamente la serie, debo decir que el resto del reparto me parece que están también super acertados. Bill Camp interpreta al señor Shaibel, el conseje del Orfanato Femenino Methuen que la enseña a jugar a ajedrez. En el orfanato, su única amiga es Jolene (Moses Ingram de adulta) hasta que finalmente es adoptada por Alma Wheatley (Marielle Heller), una ama de casa que sufrirá el abandono de su marido Allston (Patrick Kennedy). Pero también conoceremos a la madre fallecida Alice (Chloe Pirrie) que sufrió problemas mentales.
Dentro del mundo del ajedrez, Beth conocerá en su Kentucky natal a su primer rival y luego amigo Harry Beltik (Harry Melling), a Townes (Jacob Fortune-Lloyd) su primer interés romántico no correspondido, y a Benny Watts (Thomas Brodie-Sangster), un joven prodigio que es el mejor jugador de Estados Unidos cuando Beth irrumpe en el mundo del ajedrez. El gran “rival” de Beth en esta serie es el gran maestro ruso Vasily Borgov (Marcin Dorociński), el mejor jugador del mundo con el que se encontrará en varios torneos.
El Gambito de Dama es una serie excelente bajo cualquier punto de vista que merece mucho la pena. Hay veces en que el hype está totalmente justificado, y este es uno de esos casos. Como ya he comentado, la interpretación de Anya Taylor-Joy es maravillosa y de esas que marcan una carrera, pero lo cierto es que toda la producción me parece de diez.
Hay que reconocer que para el medio audiovisual, los años 60 son super agradecidos. Las mujeres, la ropa, los vehículos, etc… todo parece que tenga más glamour en esos años. En ese aspecto, todo luce de maravilla, pero hay además un diseño de producción estupendo, con una enormes sets que entiendo han estado rodados en localizaciones originales que permiten unos largos travellings mientras acompañamos a Beth en los diferentes torneos a través de hoteles maravillosos. Hay veces que una serie o película transmite una idea de “barato”, no es el caso de esta serie. Al contrario, el sobresaliente diseño de producción, la fotografía, vestuario, música, etc… da idea de una producción de promer nivel de calidad cinematográfica, que ha tenido a su disposición todo lo que ha necesitado.
Además, a pesar de los grandes espacios, las perfectas localizaciones y el feeling clásico, Scott Frank da en la diana porque pone en el centro de todo la psicología de Beth y su forma de enfrentarse al mundo, con lo que la empatía es automática. Este núcleo emocional se construye también con un ritmo pausado (que no lento) y una estupenda evolución de la historia, transmitiendo un gusto evidente por una narrativa de inspiración clásica.
Otro elemento a destacar es la dificultad de mostrar de forma interesante el mundo del ajedrez, que es el deporte menos visual del mundo, y que Frank consigue que sea interesante incluso para gente que no lo haya jugado en su vida. Creo que es también un gran mérito en su haber, mostrando que no es sólo un buen escritor, sino un interesante director del que estar pendiente de sus próximos trabajos. La forma en que equilibra el melodrama con la tensión de la competición y el entrenamiento obligatorio, siempre con Anya Taylor-Joy en el centro del huracán, me ha parecido maravilloso.
Ya véis que no se me ocurre nada malo que decir sobre El Gambito de Dama. Me parece también un acierto la forma en que amolda la duración de cada episodio a las necesidades narrativas, moviéndose los episodios entre los 46 minutos del tercer episodio y los 67 del séptimo y último. Además, también me han acertado mucho mucho el final, que me parece que de nuevo acierta en la diana. Creo que es una serie super redonda, y aunque habría opción a hacer una continuación, no se si lo mejor sería dejarlo ahora que están en lo más alto. Aparte del hecho que entiendo que la novela termina en este mismo punto. En todo caso, si eso significa volver a ver a Anya Taylor-Joy en la cúspide de su belleza, ¿donde hay que firmar?
Comparto el trailer de esta serie:
El Gambito de Dama es la siguiente gran serie de Netflix tras The Haunting of Bly Manor, y te la recomiendo completamente.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Y vosotros, ¿ya habéis visto esta serie, qué os ha parecido? Espero vuestros comentarios. Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.
¡Saludos a todos!
Debe estar conectado para enviar un comentario.