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Crítica de G.I. Joe Silent Missions 1-5 (Image Comics)

Skybound preparó un mes de abril muy especial para la franquicia de G.I. Joe, al publicar 5 especiales con «misiones silenciosas» que sirvieran de celebración del mítico número 21 de G.I. Joe en que se publicó la primera misión protagonizada por Ojos de Serpientes.

Al tratarse de 5 comics realizados por un autor o equipo creativo diferente, voy a comentar mis impresiones de cada comic por separado.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

G.I. JOE SILENT MISSIONS: BEACH HEAD DE PHIL HESTER, TRAVIS HYMEL Y LEE LOUGHRIDGE

CREADORES SUPERESTRELLAS PRESENTAN LAS NUEVÍSIMAS MISIONES SILENCIOSAS DE G.I. JOE

El mundo del cómic cambió para siempre cuando G.I. JOE: A REAL AMERICAN HERO #21 presentó a los fans el «Interludio Silencioso», una historia llena de acción SIN DIÁLOGO.

Ahora, en un número independiente de PHIL HESTER (Green Arrow), el favorito de los fans, BEACH HEAD, se encuentra atrapado en una zona desmilitarizada y perseguido por las fuerzas de Cobra. Pero, ¿podrá Beach Head salvarse a sí mismo y a los huérfanos de guerra que ha jurado proteger?

Conocí a Phil Hester hace un montón de años, cuando se encargó de dibujar el Green Arrow de Kevin Smith. Hester es un dibujante que me gusta mucho, teniendo un estilo de lápiz que hace que sea super fácil entender lo que está sucediendo. Gracias además a su perfecta narrativa. A Hester le acompañan Travis Hymel en el entintado, siendo él único artista de esta serie de comics que no se entinta a si mismo, y Loughridge en el color, ofreciendo un trabajo notable. Justo lo que necesitaba la historia.

En este número, Beach Head es herido en una zona de guerra, siendo encontrado y protegido por una madre y su hijo. Sobrevivir el tiempo suficiente para poder ser rescatados va a convertirse en una misión casi imposible. Hester ofrece una historia sencilla y directa que me funciona perfectamente, con un dibujo estupendo.

Primera misión silenciosa, primer éxito.

G.I. JOE SILENT MISSIONS: JINX DE DANI, DAN WATTERS Y BRAD SIMPSON

En un número independiente y sin diálogos, el equipo de DANI (Arkham City: La Orden del Mundo) y DAN WATTERS (DESTRO, MONSTRUOS UNIVERSALES: ¡VIVE LA CRIATURA DE LA LAGUNA NEGRA!) pone a la icónica ninja Jinx de G.I. Joe en la misión más peligrosa de su vida. Tiene 20 segundos -y 20 páginas de acción en tiempo real- para escapar de una base Cobra en una montaña nevada de muerte.

Este especial realizado por Dani y protagonizado por Jinx me parece el peor de los 5 que ha publicado Skybound. El peor en todos los aspectos, en dibujo pero también por la historia.

Dani escribe el guion junto a Dan Watters, y lo que parecía una idea muy chula en el papel, acaba siendo una ocurrencia mal ejecutada en este comic. Porque hablamos que la ninja de los G.I. Joe ha colocado una bomba en una base de Cobra que explotará en 20 segundos, de forma que cada página nos muestra lo que pasa en cada uno de esos segundos. Como digo, la idea parecía chula, pero la ejecución plantea una historia imposible con múltiples acciones teniendo lugar en el mismo momento, lo que hizo que se rompiera completamente la suspensión de credulidad.

Aparte de una historia imposible, hay varios fallos groseros de continuidad, como que Jinx corte a un Cobra por la mitad, o eso es lo que la imagen de Dani sugiere, para luego ver a ese mismo operativo (lo digo por la armadura que lleva) herido persiguiendo a Jinx. ¡Tenía que estar muerto!

Creo que no había leído ningún comic dibujado por Dani. Y visto lo visto, no creo que lo vaya a hacer en el futuro. Su estilo me trajo sensaciones muy similares al Frank Miller de Sin City o más recientemente al estilo de Victor Santos (Polar). Pero en la comparación pierde por goleada. Aunque visualmente puede crear imágenes potentes, su narrativa me parece muy floja y confusa. Por ejemplo, Dani pone mucho énfasis en varias páginas en un pulsador de alarma anti-incendios, pero al final no parece que nadie lo pulse, y de hacerlo desde luego es algo que no queda claro.

A Dani le acompaña Brad Simpson en el color, planteando una idea muy llamativa visualmente como es que el color predominante sea el rojo como el del traje de Jinx. Visualmente, tener un comic prácticamente bicolor aporta un toque de originalidad, si bien como digo la historia y el dibujo de Dani me parecen fallidos.

Para mi, el peor comic de estas cinco misiones silenciosas.

G.I. JOE SILENT MISSIONS: SPIRIT DE LEONARDO ROMERO Y CHRIS PETER

En un número independiente y sin diálogos, de LEONARDO ROMERO (Birds of Prey), el icónico dúo de G.I. Joe, Spirit y Freedom, investigan misteriosas desapariciones en un bosque cercano, sólo para descubrir un grotesco experimento de Cobra…

Tras el único fail de estas 5 misiones se publicó el que para mi es el mejor comic de los 5. Leonardo Romero se sale con esta historia protagonizada por Spirit, el miembro nativo americano de los Joes. El comic es una maravilla de inicio a fin, siguiendo a Spirit mientras investiga unas huellas extrañas que ha encontrado en el bosque, lo que le lleva a una base de experimentación secreta de Cobra y un espécimen mortífero que ha escapado a su control

A Romero le acompaña Chris Peter en el color, que aporta una luminosidad que le va perfecta al estilo de Romero. Un Romero que está centrado en contar la historia de la mejor forma posible, realizando un trabajo perfecto.

En resumen, una maravilla, el mejor de este serie.

G.I. JOE SILENT MISSIONS: ROADBLOCK DE ANDREW KRAHNKE Y FRANCESCO SEGALA

En un número independiente y sin diálogos de ANDREW KRAHNKE (BLOODRIK), Roadblock enfrenta con su ametralladora calibre 50 a un convoy Cobra liderado por una Comadreja Salvaje de altos vuelos

Andrew Krahnke dibujó el numero 314 de G.I. Joe, un número fill-in para dar tiempo a Chris Mooneyham a terminar el arco de la Batalla de Springfield. El comic en cuestión fue una historia correcta con una misión autoconclusiva que en realidad no difiere mucho de estos comics silenciosos. En este número, el fortachón Roadblock realiza una misión de rescate en un terreno nevado en el que sus únicas habilidades unido a su calibre 50 serán claves para el éxito de la misión.

Krahnke está acompañado por Francesco Segala en el color, y nos ofrecen un comic que esté bien, pero al que le falta fuerza, brillantez, personalidad? Y ojo que el dibujo está bien, pero para mi no es notable. Con todo lo positivo y negativo que ello conlleva.

Conclusión: misión silenciosa completada de forma correcta, sin alardes.

G.I. JOE SILENT MISSIONS: DUKE DE WES CRAIG Y JASON WORDIE

En un número independiente y sin diálogos de WES CRAIG (KAYA, DEADLY CLASS), Duke atraviesa un terreno infestado de Cobra para encontrar a su objetivo: un traidor que se ha unido al enemigo. ¿Podrá Duke hacer lo impensable para completar su misión?

Si algo no le falta a Wes Craig, es personalidad. Eso hace que este comic se encuentre en el número 2 de mis favoritos de estas misiones silenciosas. Duke sigue el rastro a un traidor al que le une una relación del pasado. Su misión es detener su investigación antes que le de a Cobra la ventaja operativa que les permita controlar el mundo. La misión de infiltración en territorio enemigo será extremadamente peligrosa y le enfrentará contra múltiples Cobras.

Con Craig colabora Jason Wordie en el color, y se nota que trabajan en perfecta sintonía, ofreciendo el acabado gráfico perfecto para la idea del autor de Deadly Class. Aparte de la faceta aventurera, Craig y Wordie saben añadir una fuerte carga dramática que le va de maravilla al comic, consiguiendo que el resultado final sea super satisfactorio.

En resumen, excepto por la decepción de Dani, en realidad me han gustado bastante estas Misiones silenciosas de Skybound. Mi ranking quedaría de la siguiente manera:

1- Leonardo Romero 2- Wes Craig 3- Phil Hester 4. Andrew Krahnke 5- Dani

Aunque tampoco creo que sea una idea para todos los años, me ha gustado el experimento de Skybound y no me importaría tener más comics de este tipo en el futuro. Porque uno de los aspectos que más me han gustado es la propia variedad artística, al ser los dibujantes bastante diferentes entre si. Incluso pensando que uno de los dibujantes no me gustó, me gusta que se planteen diferentes sensibilidades para estos comics. Dicho esto, esto es café para los muy cafeteros, y se disfruta sobre todo si conoces y te gusta el mundo de G.I. Joe, así como sus autores.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Gotham City: Año Uno de Tom King y Phil Hester (DC Comics – ECC Ediciones)

Llevo varios años no conectando con los comics de Tom King. Sin embargo, gracias a que nuestro amigo Félix nos dejó su tomo de Gotham City: Año Uno junto al artista Phil Hester, publicado por ECC Ediciones, me animé a leer este ejercicio de estilo de noir de la vieja escuela.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

Por increíble que resulte, hace escasas décadas Gotham era un bastión de esperanza entre las grandes ciudades de los Estados Unidos. El bienestar y la prosperidad parecían su único horizonte. ¿Qué ocurrió para que se convirtiera en la devastada urbe que dio origen al Caballero Oscuro? Dos generaciones antes de la de Bruce Wayne, el detective Slam Bradley acepta el encargo de investigar la desaparición de la pequeña heredera de su familia tras “el secuestro del siglo”. El desenlace de sus pesquisas llegará a oídos del Hombre Murciélago en el presente, cuando un envejecido Slam le cuente los detalles, aunque no dejará de ser tan atroz como revelador…

Tom King y Phil Hester colaboran por primera vez en este crudo relato de seis episodios con aspectos jamás narrados sobre el deterioro de la ciudad de Batman. Gotham City: Año uno es una desgarradora y épica historia de serie negra destinada a dejar una profunda huella en sus protagonistas y en sus lectores por igual.

Tom King es un autor best-seller del New York Times y ganador de varios premios Eisner por Batman, Superman, Mister Miracle, Vision, El sheriff de Babilonia, Omega Men, Strange Adventures y muchos otros. Antes de convertirse en escritor, King sirvió en la CIA como oficial de operaciones en el Centro Antiterrorista. Vive en Washington DC con su mujer y sus tres hijos. En la actualidad King es uno de los principales escritores trabajando para DC Comics.

Phil Hester (Iowa, 1966) es un dibujante y guionista de cómics estadounidense con más de 25 años en el mundo profesional. Entre sus trabajos como dibujante figuran Green Arrow, La Cosa del Pantano, Brave New World, Flinch, Ultimate Marvel Team-Up, Clerks: La escena perdida, El cuervo: Waking Nightmares, The Wretch (nominada al premio Eisner 1997 a la mejor serie nueva), Aliens: Purge y The Irredeemable Ant-Man.

Gotham City: Año Uno está ambientada en 1961 y es una historia protagonizada por Slam Bradley, el mítico detective que apareció en el Detective Comics #1 (1937), muchos meses antes que Bat-Man hiciera su aparición. En este momento temporal los Wayne que dominan Gotham son (a priori) los abuelos de Bruce: Richard Wayne y su mujer Constance. El caso por el que Slab se verá arrastrado por el agujero de conejo por el secuestro de Helen Wayne, en ese momento la única hija de la pareja. Lo que Slam descubrirá romperá todo lo que se conocía de Gotham City hasta ese momento, y significarán unas revelaciones impactantes que revolucionará todo lo que Bruce Wayne conocía de sus parientes.

El guion de King parece un ejercicio de estilo con el que busca descubrir si puede escribir una historia noir de vieja escuela, incorporando todos los tópicos imaginables. El detective ex-policía con fuertes valores morales, aunque haya cometido muchos errores en su pasado, que nos cuenta la historia a través de la voz en off. Un Slam Bradley que viene con sorpresa de King en lo relativo a su árbol genealógico. Una historia de secuestro que será el desencadenante que saque a la luz la podredumbre de la sociedad oculta bajo el mundo luminoso de los años 60. Una femme fatale que jugará con Slam y parece que siempre está un paso por delante de él. En realidad, son dos las mujeres fuertes con una importancia en la historia, de formas sorprendentes. También tener a una policía sin escrúpulos que tortura primero y luego investiga qué ha pasado entra dentro de estos elementos esperables del género.

El guion de King plantea una buena historia plagada de giros y sorpresas a lo largo de los seis números que componen esta miniserie. Su lectura plantea una buena progresión dramática y de tensión a medida que avanza la serie, y los cliffhangers de cada uno de los números me parece que funcionan y son estupendos. Dentro de estar en un comic ambientado en el mundo de Batman en el que Bruce Wayne no juega ningún papel, DC Comics vendió el comic como una historia que iba a provocar importantes revelaciones para esta franquicia. Y en realidad, tengo que comentar que unas de las revelaciones del comic, el motivo que provocó el nombre Crime Alley me ha parecido un poco «chorra».

El apartado artístico es para mi lo más destacado de este comic. Phil Hester colabora con el entintador Eric Gapstur y con la colorista Jordie Bellaire para conseguir un comic que es puro noir. El color de Jordie Bellaire plantea el tono noir perfecto, luminoso en algunos momentos y tétrico cuando tiene que serlo. Tener una ambientación de los años 60 plantea una situación atemporal en la que el dibujo resulta imprescindible para resultar creíble, cosa que Hester aprovecha para realizar uno de sus trabajos más completos y satisfactorios.

El dibujo de Hester me parece casi perfecto, con una buena narrativa y una mejor expresividad de los personajes, si bien una vez has leído muchos comics del artista te das cuenta que las caras por ejemplo de Slam Bradley o Richard Wayne son siempre las mismas. Y lo mismo para los personajes femeninos. Esto que es así en realidad no es un problema, al tener este comic entidad propia y transmitir Hester una personalidad super interesante.

Dentro que la mayoría del tiempo creo que Gotham City: Year One es una buena lectura muy asentada en los clichés del género noir, hubo varios elementos de este comic que a medida que avanzaba la historia no me han dejado disfrutar de esta historia. Estos aspectos son SPOILER y los voy a comentar tras esta imagen, para que en caso de no haber leído este comic dejes de leer ahora mismo.

¡Estás advertido!!

Uno de los convencionalismos del noir es que aparte de los criminales, los malvados y en muchos casos los degenerados siempre son los poderosos. Los políticos por supuesto, con policías corruptos a su servicio. A este triángulo le falta la figura del empresario sin escrúpulos, que es el factor que compra voluntades y cree que la ley no se le aplica a él. Que Richard Wayne sea el malo de la historia no supone a priori un elemento extraño dentro del género.

Y en realidad, esto no sería un problema si no fuera por todo lo demás que Tom King añade a la historia y que busca destruir los cimientos conocidos de la ciudad de Gotham. Pensando sobre todo que las teorías woke americanas plantean que el hombre blanco es la fuente de todos los males de la sociedad americana. No es un problema puntual de una persona, sino que hablamos de algo sistémico que permea y corrompe toda la sociedad.

Resulta terrible asistir al secuestro de un bebé por su propio padre para conseguir el dinero que se ha fundido en mujeres, juego y alcohol, dilapidando la fortuna Wayne. Un secuestro que acaba con la muerte accidental del bebé. Pero en realidad King plantea que los dos Waynes son corruptos, por supuesto con distintos niveles de degradación moral. Richard Wayne es una escoria a todos los niveles, pero tras sufrir la pérdida de su hija, Constance se concentra en otro tipo de corrupción, el que busca acumular riqueza a costa de lo que sea. Algo que significa provocar la degradación social, económica y medioambiental de Gotham que se convierte en el caldo de cultivo para las amenazas a las que tiene que enfrentarse su nieto Bruce en el presente. Esto se muestra con la planta de productos químicos ACE, la fabrica abandonada donde Joker cayó en la cuba de productos químicos que le convirtió en el maestro del crimen, y que King muestra que era propiedad de los Wayne y les dio su principal fuente de ingresos, antes de abandonarla para no responsabilizarse del daño medioambiental que provocó a la ciudad. Mostrar que el desastre actual de Gotham es culpa de los Wayne del pasado, de ricos hombres y mujeres blancas, en realidad no es algo rompedor, sino lo más mainstream imaginable pensando en las teorías sociales woke a las que antes aludía. Y me cansa leer comics o ver película en las que este elemento está tan telegrafiado. O que resulta tan maniqueo.

En poco tiempo dentro del entretenimiento mainstream hemos asistido a la detención de Bruce Wayne por defraudar impuestos en la serie de animación de Harley Quinn en HBO Max. En Joker, Todd Phillips también situaba a Thomas Wayne como una mala persona, y en la franquicia de comics de Caballero Blanco de Sean Murphy Bruce Wayne también acababa entre rejas, aunque en este caso 10 años más tarde inicia un camino hacia la redención. Ver como Constance Wayne mata a su marido Richard por venganza por haber provocado la muerte de su hija y salir indemne, para a continuación destruir Gotham con su codicia, es una china más en esta tendencia de convertir a los ricos blancos en los villanos de cualquier historia.

Por cierto, aparte de las sorpresas finales, que una mujer ninguneada y engañada por su marido se vengue asesinándole entra dentro de las historias de venganza de ámbito feminista que también se han vuelto super mainstream en los últimos años. Con el añadido que se sale con la suya sin pagar por el crimen, planteando King que de alguna manera esa piltrafa humana que es Richard Wayne merecía morir. Las caracterizaciones de Richard como un desgraciado mentiroso, inmoral y sin coraje, con todo un rango de cualidades todas negativas, mientras que Constance es una mujer bella, inteligente y resolutiva, todas cualidades positivas, aunque sus actos no lo sean, entre también en el elemento maniqueo y panfletario que impregna la historia. Un maniqueismo con el que no comulgo que es lo que ha hecho que no disfrutara con la resolución de este comic.

Y acabo de caer que King hace que Slam Bradley se convierta en un mestizo hijo de un hombre blanco que le abandonó al nacer (cualidad negativa) que fue criado por su madre asiática (buena) que le crio con amor a pesar de los problemas raciales que esto suponía. Un Slam que tuvo que ocultar su origen para poder optar a un trabajo en la policía. Y en este caso estoy seguro que esto es algo real que pasaba sistemáticamente en los Estados Unidos de la época, pero utilizado en este comic de esta manera no hace otra cosa que sumar otro elemento identitario más en la historia de King.

Gotham City: Año Uno podía haber sido un gran comic, pero King no puede evitar convertirlo en un catálogo de wokismo in-your-face que me ha fastidiado leer. Esta visto que Tom King no es para mi. Y a pesar de intentarlo una y otra vez, la experiencia no acaba siendo nunca lo buena que me hubiera gustado. Definitivamente, que a King le disfrute quien pueda, yo no soy uno de ellos.

Comparto las primeras páginas del comic:

Gotham City: Año Uno es un noir de vieja escuela bien realizado y con un dibujo estelar. Lo malo es que el elemento woke desmitificador de la familia Wayne me impidió disfrutar del comic como me hubiera gustado.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

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Crítica de Crossover vol. 2 de Donny Cates y Geoff Shaw (Image Comics – Panini)

Segundo volumen de Crossover de Donny Cates y Geoff Shaw, con colores de Dee Cunniffe, que trae a numerosos invitados especiales amigos de los creadores del comic para reforzar la idea de comic meta textual que habla sobre el proceso de creación y la relación entre autores y su obra impresa.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Hace cinco años el reino de ficción de los cómics colapsó sobre nuestro mundo real. Ahora, en medio del caos, se alza una nueva amenaza. Alguien, o algo, está matando guionistas de cómics por todo el país. ¡Scott Snyder! ¡Brian K. Vaughn! ¡Chip Zdarsky! ¡Robert Kirkman! ¡Brian Michael Bendis! Nadie está a salvo en el sangriento y explosivo segundo volumen de… ¡Crossover!

Este segundo volumen incluye los números 7 a 13 USA, que además de los creadores, incluyen historias de Chip Zdarsky y Phil Hester (nº 7), Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming (nº 10, Powers) y Robert Kirkman con Phil Hester (nº 12, The walking dead).

Crossover es un comic con una elevada carga metatextual, al presentar la premisa de un mundo en el que personajes de comic han penetrado en el mundo «real». En el primer volumen jugaron a sorprender al lector al incorporar a la historia a numerosos personajes del mundo indy como Madman (creado por Mike Allred), Savage Dragon (Erik Larsen), Hit-Girl (Mark Millar y Romita Jr.) y muchos otros, creando una situación en la que cualquier cosa podía pasar. En este segundo volumen la dosis de entretenimiento se mueve hacia la narración metatextual, jugando con la relación entre creador y obra y como una vez el personaje aparece impreso en el comic deja de pertenecer a los creadores y pasar a ser de los lectores.

Hablando de comics en los que se reflexiona sobre la relación de los personajes de comic con sus creadores, creo que hay una influencia y homenaje claros de Cates y Shaw a comics maravillosos como el Animal Man de Grant Morrison en el que Buddy le pedía explicaciones a su creador por todo el sufrimiento que le había hecho pasar, y en modo humorístico a la Hulka de John Byrne en el que Jennifer criticaba y acababa despidiendo a Byrne por los comics malos que estaba creando a su costa. Tengo que reconocer que dada la fama de creador de historias punkies de Cates, dentro que el comic es muy entretenido, no acaba de sorprender que la idea de Crossover ante esta relación sea hacer que un personaje de comic quiera matar a su creador. De la forma más sangrienta y chunga posible, claro.

En este volumen, más que crossover de personajes (que los hay), el cruce se realiza entre autores de comics amigos de Cates y Shaw. Ya no es que Bendis y Oeming presten a los personajes de Powers, es que Bendis aparece en el comic y un segmento del comic está escrito por el y dibujado por Oeming. De igual forma, sorprende que todo el número 7 esté guionizado por Chip Dzarsky con dibujo de Phil Hester y tinta de Ande Parks, algo que rompe como digo las expectativas previas.

Dentro de este elemento metatextual, me gusta la forma en que resaltan algo que sobre todo en el mundo mainstream de Marvel y DC se ha dejado de lado, y es que el comic es un esfuerzo colaborativo entre un escritor que imagina la historia y un artista que la transforma en imágenes y sin el cual el comic por definición no existiría. Los Vengadores de Hickman no son sólo del guionista, o no deberían ser, dado que habría que valorar a los diferentes artistas que trabajaron en ella, cosa que lamentablemente suele obviarse. Sin embargo, en los últimos años los plazos de entrega cada vez más ajustados hacen imposible que un artista pueda mantenerse en una colección, provocando las propias editoriales que hayan una sucesión de artistas sustitutos y fill-ins constantes que hacen imposible que haya una continuidad artística que sí encontramos en el indy. Hablamos tanto del Veneno de Donny Cates en lugar del Veneno de Cates y Stegman, por ejemplo, que está genial que se nos recuerde explícitamente que este crossover es tan propiedad de Geoff Shaw como de Cates, y de hecho Shaw es fundamental para darle el aspecto gráfico que al final tiene el comic.

Hablando de Shaw, su trabajo en Crossover junto al colorista Dee Cunniffe me parece que está genial y brilla a gran altura, presentando la historia de forma super dinámica y jugando sin problemas con los diferentes estilos de dibujo que se asocian a los personajes especiales que pasarán por estas páginas. He comentado muchas veces que se me hace difícil poder valorar positivamente un comic si el dibujo es montonero (o directamente mediocre), y me alegra confirmar que no es el caso en absoluto con este comic.

Dentro que el comic me ha gustado, hay una parte con la que he conectado menos. Y es que Crossover se ha vuelto menos divertido en este segundo volumen, al pasar de ser un comic que muestra una aventura protagonizada por personajes de comic, al convertirse en un comic que habla de los autores que los crean. La parte de Bendis o Kirkman puede considerarse bromas autoconscientes al enfrentarse a lo que siempre se ha dicho (y criticado) sobre sus comics y su estilo de creación, y en el caso de Zdarsky a la imagen pública que él se ha creado. Pero la parte que Cates se guarda para si mismo me ha resultado super egomaniaca y bastante ombliguista, convirtiendo la historia en un «mira que listo y ocurrente soy». Y lo que es peor, mira qué vida tan interesante tengo que provoca que este comic sea de esta manera. Unido a esto, llega a un nivel de autoconsciencia meta textural que Cates incluso introduce una pulla a la web de cotilleos comiqueros Bleeding-Cool que es imposible de entender a no ser que estés un poco al tanto de la actualidad USA, lo que de nuevo provoca que en lugar de plantear un comic entretenido, está presentando uno que presume de lo ocurrente e imaginativo que es. Cosa que lo es a medias, en mi opinión.

Cates en todo caso confirma en Crossover que es un experto narrador que entiende perfectamente el medio comiquero, creando unos estupendos cliffhangers al final de cada grapa que mantienen al lector interesando en el comic y en lo que va a pasar a continuación. En ese sentido, el cliffhanger final del tomo resulta super chulo aunque se trata de un giro que claramente se ve venir. Crossover me parece un buen comic, pero me deja cierta sensación que no es tan inteligente como Cates cree, o quiere hacernos creer. Sin embargo, puestos a no decir sólo cosas que no me han encajado, me gusta de este comic la idea que al ser todo ficción, no tiene sentido limitarte a ti mismo creando un comic cuando puedes ir a por todas si te atreves a estar dispuesto a romper tus propios límites autoimpuestos.

Por cierto, dentro que este segundo volumen de Crossover me ha gustado (aunque sin fliparme), compruebo para mi disgusto que tras la publicación de este segundo volumen en USA, no se ha publicado ninguna nueva grapa, ni siquiera está solicitado el número 14. Esto significa que vamos a tardar muchísimo tiempo en poder leer el tercer volumen, que ya veremos si es el último de la serie.

Leí que Donny Cates ha estado una temporada pachucho. Y aunque va a abandonar su trabajo en Hulk y Thor, tiene ya planificada una historia importante para Marvel, que de momento aún no puede ser anunciada. Espero que además del trabajo por encargo pueda volver a ponerse al día con su trabajo de creación propia, no sólo este Crossover, sino también Redneck, su otra serie en Image con dibujos de Lissandro Estherren, cuyo último arco se canceló y está pendiente también de publicarse.

Comparto las primeras páginas de este volumen, obra de Chip Zdarsky y Phil Hester:

Crossover me parece un buen comic pero demasiado auto consciente de si mismo, de forma que se ha perdido un poco el disfrute que debería darnos su lectura.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Superman 29 y Action Comics 1029 de Phillip Kennedy Johnson y Phil Hester (DC Comics)

Brian Michael Bendis ya es historia de Superman, y tras los dos meses de Future State, llega el nuevo guionista Phillip Kennedy Johnson junto al dibujante Phil Hester dispuesto a insuflar nueva vida al personaje de DC Comics con una positividad contagiosa que me ha animado a comprar los dos primeros números de su etapa, publicados este mes en Superman 29 y Action Comics 1029.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

¡El escritor Phillip Kennedy Johnson y el artista Phil Hester se unen para “The Golden Age” en marzo de 2021!

En la primera parte de “The Golden Age” en Superman 29, Jonathan Kent regresa del siglo 31 y lucha contra las amenazas cósmicas junto a su legendario padre. Pero cuando se abre una brecha interdimensional cerca de la Tierra, Jon reconoce a las criaturas que emergen: ¡los leviatanes cósmicos a los que la Legión de Superhéroes atribuye la MUERTE DE SUPERMAN!

Luego, en la segunda parte de «La Edad de Oro» en Action Comics 1029, mientras Superboy intenta desesperadamente salvar la vida de Superman de los leviatanes de la Brecha, Superman descubre los impactantes orígenes de la Brecha. Pero con sus poderes desapareciendo misteriosamente, está completamente superado. ¿Puede Superboy cambiar el curso de la historia y salvar la vida de su padre? ¡No te pierdas este preludio del próximo gran evento de Superman!

Ambos números cuentan con unas páginas de complemento denominadas «Tales of Metropolis». En Superman 29 el escritor Sean Lewis (DC Future State: Superman of Metropolis) y el artista Sami Basri (Harley Quinn) siguen a Jimmy Olsen en una búsqueda para conocer a algunos de los personajes más coloridos de la ciudad de Metrópolis, ¡comenzando con Bibbo Bibbowski!

En el «Tale of Metropolis» del Action Comics 1029, los escritores Becky Cloonan y Michael W. Conrad (Future State: Immortal Wonder Woman) unen fuerzas con Michael Avon Oeming para continuar la historia de Midnighter que Cloonan y Conrad comenzaron en DC Future State. ¿Está el Universo DC preparado para Trojan Industries?

Aparte de la escritura, el recién llegado al mundo del comic Phillip Kennedy Johnson tiene una carrera de tiempo completo como soldado, músico y maestro en servicio activo. Como Sargento de Primera Clase en el Ejército de los Estados Unidos, Phillip recorre regularmente los Estados Unidos con The U.S. Army Field Band y Federal Brass of Washington, DC, conectando a los estadounidenses con su Ejército. A Phillip le apasiona ser un modelo a seguir para su hijo y le enseña valores importantes al leerle historias de Superman, la Liga de la Justicia y otros superhéroes de DC. Phillip espera que algún día su hijo lea sus historias de Superman y vea el amor de su padre por él en la página.

“No puedo empezar a describir el honor que es escribir Superman y Action Comics”, dijo Johnson, “especialmente siguiendo a uno de mis héroes de la industria, Brian Michael Bendis. Uno de mis primeros recuerdos es la emoción que sentí al ver las películas de Christopher Reeve Superman por primera vez. Mi objetivo para cada número será brindar a los lectores la misma reacción física y las mismas aspiraciones elevadas que inspira Superman: el deseo de ser mejores de lo que somos y hacer más de lo que el mundo cree que podemos hacer «.

Hay que reconocer que leyendo estas palabras del nuevo escritor de Superman Phillip Kennedy Johnson, ¿quien no querría al menos probar estos comics que sirven de introducción a su etapa? Eso es mismo lo que pensé cuando leí la estupenda entrevista de Zona Negativa de hace unas semanas, que realmente me vendieron la serie y me hizo comprar estos dos primeros números para darle una oportunidad.

Y entrando en la valoración de esta historia en dos partes. lo primero a destacar es la elección de Phillip Kennedy Johnson haciendo que aparentemente sea Jonathan Kent, el hijo de Clark recién retornado del futuro, quien nos haga de narrador para esta historia. Esto sirve para anticipar (tal vez) un cambio de rumbo en la serie y tal vez ¿un nuevo protagonista?

Por lo visto en estos primeros números, PKJ plantea centrarse en caracterización de Clark y sobre todo Jonathan, lo cual siempre está bien. Sin embargo, la brecha dimensional y los aliens que salen de ella acaban siendo unos monstruos random que no aportan nada ni transmiten ningún tipo de amenaza en toda la narración. Porque realmente Clark y Jonathan no luchan contra ellos, sino contra el destino que parece predestinado. En este sentido, la tensión que esta historia plantea en mi opinión está resuelta de forma super anticlimática, cosa que me deja una cierta sensación de bajón.

Curiosamente, Phillip Kennedy Johnson estrenó también esta semana el comic de Alien para Marvel junto a Salvador Larroca, y me ha dejado la misma sensación en ambos casos, de haber leído algo correcto que tiene el feeling adecuado que un comic de Superman o Aliens debe tener, pero sin fliparme nada de lo que me ha contado. Y hasta cierta sensación de «esto ya lo he leído».

El veterano dibujante Phil Hester (Green Arrow) cuenta con Eric Gapstur como entintador y colores de Ulises Arreola. Hester es uno de esos artistas que son un seguro de vida para cualquier editorial que son capaces de sacar adelante el encargo más complejo con solvencia y una perfecta narrativa. Sin embargo, todo lo correcto que es siempre Hester hace que nada me enamore nunca, y eso mismo me ha pasado con estos comics. Es todo tan correcto que no puedo decir nada malo del apartado artístico, pero no me dieron nada realmente chulo que me invite a volver el mes que viene, lo cual es el peor de los problemas que se le puede plantear a un comic en el complejo y saturado panorama comiquero actual.

Además del arco de La Edad de Oro, los complementos de Tales of Metropolis aumentan la sensación de corrección sin más de estos comics. Me trae sin cuidado el personaje de Bibbo Bibbowski , y aunque siempre me gustó mucho Midnighter, su historia me ofrece demasiado poco, demasiado tarde a estas alturas para engancharse a estos comics por su aparición.

Además, justo antes de leer este comic, DC soltó el bombazo de la nueva serie Superman & the Authority de Grant Morrison, Mikel Janin y Jordie Bellaire. Creo que al final va a ser una miniserie, no una serie regular, pero que va poner en duda cual va a ser el comic principal de Superman para DC Comics. De hecho, sin saber nada más que el propio anuncio, diría que frente a Morrison, Johnson tiene todas las de perder.

Volviendo a estos comics de Superman y action Comics, reconozco que tras el hype provocado por Superman y Lois en HBO, tenía hype y ganas de engancharme a sus comics, pero creo que no va a ser con esta etapa. En todo caso, estoy con ganas que Phillip Kennedy Johnson me calle la boca en los próximos meses con buenas historias mes a mes. ¡qué más me gustaría que cuando ECC la publique en castellano yo me pudiera enganchar a un comic de Superman!

Comparto las primera páginas del Superman 29 para que juzguéis vosotros mismos:

El Superman y Action Comics de Phillip Kennedy Johnson y Phil Hester es el último ejemplo que «correcto» hoy en día no es suficiente en el mundo del comic.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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