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Crítica de Esa cosa con alas de Dylan Southern

La tercera y última película que he visto esta Fiesta del Cine ha sido Esa cosa con alas, película de Dylan Southern realizada para el lucimiento dramático de Benedict Cumberbatch.

PUNTUACIÓN: 5/10

Luchando por procesar la repentina e inesperada muerte de su esposa, un joven padre pierde el control de la realidad cuando una presencia aparentemente maligna comienza a acecharle desde los oscuros recovecos del apartamento que comparte con sus dos hijos pequeños.

Dylan Southern es un director de cine y documentales y guionista inglés. En 2011, su película No Distance Left to Run fue nominada al Grammy al mejor vídeo musical de larga duración. Sus trabajos previos son documentales centrados en el mundo de la música, como Shut Up and Play the Hits (2012), Aziz Ansari: Buried Alive (2013) y Meet Me in the Bathroom (2022). Southern escribe y dirige esta película que adapta el libro El dolor es lo que tiene plumas de Max Porter. La película de 104 minutos de duración ha tenido un presupuesto de 6 millones de dólares, y está producida por la productora SunnyMarch de Benedict Cumberbatch. La película cuenta con fotografía de Ben Fordesman, montaje de George Cragg y música de Zebedee C. Budworth.

En el reparto tenemos a Benedict Cumberbatch como papá, David Thewlis como la voz de Cuervo, los hermanos Richard y Henry Boxall interpretando a los hijos del protagonista, Eric Lampaert como Cuervo, Vinette Robinson como Amanda, Sam Spruell como Paul, Leo Bill como el Dr. Bowden, Tim Plester como Andy y Claire Cartwright como mamá.

Cuando hablaba con mi hermano Fernando sobre qué película ver aprovechando la Fiesta del Cine surgió la opción de ver el nuevo drama de Benedict Cumberbatch. El actor británico asegura una interpretación siempre estupenda, pero nos temiamos que esta película fuera el último ejemplo de porno emocional atrapa-premios. Y ha resultado que Esa cosa con alas es precisamente eso.

Y el caso es que como se esperaba, Benedict Cumberbatch lo hace genial como este padre y marido afligido por la muerta repentina de su mujer, que hace que su vida entera se desmorone. El rango de dolor y patetismo de Cumberbatch es increíble, y confirma una vez más lo buen actor que es. Que haya sido productor de la película indica que la idea de un drama «de prestigio» que le ponga en el trampolín de la temporada de premios es algo que tampoco puede descartarse. Aunque la propia idea del porno emocional sea cuestionable, y no haya terminado de conectar con la historia, no puedo ponerle ni un pero al trabajo del actor. Es que lo hace genial.

El casting de los hijos de Cumberbatch me parece muy interesante, porque han buscado a dos hermanos que son niños pequeños pero que tengan unos ojos que indican que son juguetones y un poco puñeteros. Pensando en la película tiene el 95% a Cumberbatch solo, con el Cuervo o los niños, estos personajes tenían que funcionar para que la película funcionara.

Otra que me ha gustado es la representación de Cuervo, que es un ser extraño de formas que no pueden ser reales. La textura de Cuervo me parece una chulada, como también la forma como se mueve y la voz de David Thewlis en el original. Esta parte me gusta, al igual que la fotografía y el montaje, que resaltan el elemento perturbador y terrorífico que tiene la historia.

Mi principal problema con Esa cosa con alas es con el guion de la película. Viendo la sinopsis uno puede imaginarse que el Cuervo es la representación del trauma o del duelo que siente el protagonista. Pero la película hace algo super cuestionable que es hacer que los niños también puedan verlo, lo cual rompe la idea de ser algo en la cabeza del marido afligido. Estas inconsistencias rompen la idea de ver cómo el personaje interpretado por Cumberbatch asume la pérdida y realiza el duelo por su mujer.

Reconozco que soy un espectador de argumento y las películas poéticas o metafóricas pueden conectar menos con mis gustos. No siempre, Mother! de Aronosfky es una obra maestra absoluta. En realidad, no pido que todo tenga siempre sentido, pero si debería tener coherencia, y es algo que Esa cosa con alas no tiene. Sobre todo en su parte final en la que Cuervo tiene una pelea gore contra un demonio en la que la sangra corre a borbotones y las vísceras y los intestinos quedan tirados por los pasillos. Esa escena que es el climax final rompe con todo lo que habiamos visto hasta ese momento, aunque Cuervo si pega al principio una paliza a Cumberbatch. E imagino que para el público de festivales tipo Sitges (donde se estrenó), la escena sería recibida con aplausos inesperados. Pero es un sinsentido absoluto.

De hecho, en historias de este tipo lo que esperas es que el protagonista acabe asumiendo la pérdida y recupere sus ganas de vivir. Sin embargo, ¡eso no lo vemos en esta película! De hecho, incluso si pensamos que el «demonio» pudiera representar el suicidio, en realidad no es Cumberbatch quien le derrota, sino el Cuervo. Aparte que la idea de derrotar a la depresión a ostias es un concepto que no se si resulta demasiado acertado. Como decía al principio, el elemento actoral muy bien, pero la historia no hay por donde cogerla.

No puedo decir que Esa cosa con alas no fuera un poco lo esperado, pero me fastidia que el guion sea un sinsentido.

Comparto el trailer de la película:

Esa cosa con alas es porno emocional muy bien interpretada, pero con una historia que le ha hecho perder bastantes puntos.

PUNTUACIÓN: 5/10

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Crítica de Los Rose de Jay Roach

Los Rose es una nueva versión del clásico de los años 80 La guerra de los Rose, basada en la novela de Warren Adler. En esta nueva versión el director Jay Roach dirige a Benedict Cumberbatch y Olivia Colman en una supuesta comedia que no me ha convencido.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

La vida parece fácil para la pareja perfecta que forman Ivy y Theo: carreras de éxito, un matrimonio feliz y unos hijos estupendos. Pero detrás de la fachada de su supuesta vida ideal, se avecina una tormenta: la carrera de Theo se desploma mientras que las ambiciones de Ivy despegan, lo que desencadena una caja de Pandora de competitividad y resentimiento ocultos… Reinterpretación del clásico de 1989 «La guerra de los Rose», basada en la novela de Warren Adler.

Mathew Jay Roach (Albuquerque, Nuevo México, 1957) es un cineasta estadounidense. Es conocido principalmente por dirigir la serie de películas Austin Powers, Meet the Parents, Dinner for Schmucks, The Campaign, Trumbo y Bombshell. Los Rose cuenta con un guion de Tony McNamara basado en la novela La guerra de los Rose, de Warren Adler. Esta novela ya tuvo una exitosa adaptación cinematográfica en 1989 que contaba con Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito como protagonistas. La película de 105 minutos de duración ha contado con un presupuesto de 19 millones de dólares y tiene fotografía de Florian Hoffmeister, el montaje es de Jon Poll y la música de Theodore Shapiro.

Benedict Cumberbatch y Olivia Colman interpretan a Theo e Ivy Rose, él arquitecto y ella una prometedora restauradora.

Hala Finley y Delaney Quinn interpretan a Hattie Rose, hija de los Rose en diferentes momentos temporales, igual que Wells Rappaport y Ollie Robinson interpretan a Roy, el hijo de la pareja. El resto del reparto lo completan Andy Samberg como Barry, amigo de los Rose, abogado de divorcio de Theo y marido de Amy (Kate McKinnon). Ncuti Gatwa interpreta a Jeffrey, gerente del restaurante de Ivy, Sunita Mani es Jane, segunda chef de Ivy, Zoë Chao hace de Sally, amiga de los Rose y esposa de Rory (Jamie Demetriou).

La guerra de los Rose es una de las películas míticas de los años 80. Tras varias película de aventuras como Tras el corazón verde o La joya del NIlo, Michael Douglas y Kathleen Turner se convirtieron en una de las parejas más conocidas de Hollywood y con mayor éxito. El cambio de verles como una pareja que vivía aventuras y se enamoraba a ser un matrimonio que termina tirándose los trastos a la cabeza por su divorcio fue un shock en su momento. Y tengo que reconocer que me acerqué a ver esta nueva versión sin acordarme de casi nada excepto su mítico final.

Esta nueva versión tenía a su favor contar con una fantástica pareja de actores como son Benedict Cumberbatch y Olivia Colman interpretando a el matrimonio formado por Theo e Ivy Rose. Cumberbatch y Colman son actorazos y me han encantado siempre que les he visto en la gran pantalla o en la pequeña. Como creía que Los Rose iba a estar bien, invité a mi madre de 82 años a que me acompañara. Y menudo chasco me me llevado. Yo y mi madre, a ella tampoco le gustó nada.

Un primer gran problema de Los Roses es que se supone que es una comedia, pero nada de lo que presenta tiene gracia. De hecho, hay varios gags a cuenta de que Ivy (Colman) sufre un problema alérgico por comer algo prohibido en el que Theo la chantajea con no darle la medicación para que se pueda recuperar a no ser que firme el contrato de divorcio. Se supone que debe ser un gag ocurrente y muy bestia, pero jamás es divertido, más bien genera un rechazo absoluto hacia el que lo hace, al ser una situación muy turbia que sólo una mente perturbada podría realizar. Y como esa hay unas cuantas. Que una película no sea divertida y produzca rechazo es un problema muy gordo, indica que el director Jay Roach ha equivocado completamente el tono y la historia.

Buscando cosas positivas, creo que en realidad Benedict Cumberbatch y Olivia Colman cumplen con lo que el director necesitaba de ellos. Lo malo es que eso significa convertirse en unas personas odiosas que se comportan de las peores formas posibles hacia su pareja.

Theo e Ivy Rose son una pareja británica que se escapa de su vida rutinaria británica para vivir una aventura en Estados Unidos. Theo es un arquitecto de éxito que ha diseñado un museo marítimo en su localidad costera de California. Ivy se dedica a cuidar de los niños y ha aparcado su pasión por la cocina hasta que Theo le compra un local para que pueda abrir su propio restaurante. Durante una tormenta, debido a una error o incompetencia de Theo, el museo queda destruido mientras que el restaurante de Ivy se llena de gente escapando de la tormenta. Una de esas personas es una crítica culinaria famosa, lo que hace que el negocio de Ivy sea un éxito fulgurante, convirtiéndose en una afamada chef que empieza a abrir restaurantes por toda California.

Theo no puede trabajar debido al destrozo a su reputación que tuvo que su edificio se cayera y a un video que le grabaron en ese momento que se hizo viral, que terminó de ridiculizarle y destruir su reputación. Por eso, la pareja hace un cambio de roles y él se queda en casa cuidando a los niños mientras ella se hace rica con sus restaurantes. Ivy se centra en los negocios y no acaba de estar de acuerdo con la forma en que Theo educa a sus hijos centrados en el ejercicio físico y la salud. Pero tampoco está en casa para cambiar nada. Los años pasan y los niños reciben un beca de estudios en Miami centrada en la actividad física, por lo que se mudan dejando sólo al matrimonio.

Aunque intentan reconducir la relación, de hecho Ivy paga la construcción de la que se supone va a ser la casa ideal de la familia que ha diseñado Theo, llega un momento de no retorno en el que Theo pide el divorcio. A pesar de poder aspirar a recibir la mitad de la fortuna de Ivy, Theo sólo quiere quedarse la casa que él diseño y construyó. Ivy, por supuesto se niega t si algo quiere es precisamente la casa. Con lo que empezará la «Guerra de los Rose» al que aludía la película de los 80. Una guerra literal con violencia física y momentos tremendos que son todo menos «graciosos». Comentaba que Cumberbatch y Colman están bien, pero lo cierto es que lo están siendo odiosos. Y claro, eso es un problema muy grande.

Y no son los únicos que caen mal. Excepto los niños que interpretan a los hijos de la pareja, que están bien y son niños encantadores, aunque obsesionados con el ejercicio físico, el resto de adultos amigos de la pareja son super repelentes y asquerosos. Aparte de estar ante una comedia que no hace gracia, todos los adultos son gente despreciable que caen mal y entran en la categoría de «ostiable». En concreto Andy Samberg como Barry y Kate McKinnon como su mujer Amy están todo el rato provocando situaciones embarazosas dicho con la peor de las connotaciones posibles.

Hay otra situación que me ha parecido lamentable. Mientras veía la película no me cuadraban varias cosas, aparte de lo odioso y perturbador de pensar que el director pensaba que las situaciones embarazosas eran remotamente divertidas. Y es el elemento WOKE, que termina de arruinar la película.

En la película de Michael Douglas y Kathleen Turner él era un abogado de éxito y ella una ama de casa. Esta película cambia los roles, sobre lo que no tengo ningún problema. Pero lo que si es un problema es que La Guerra de los Rose mostraba a los dos atacando a su pareja, pero no les calificaba previamente, haciendo lo que cada uno pensaba que es mejor para él / ella. Y en realidad, comportándose ambos de forma muy similar.

Pero esta nueva película la historia SI toma partido. Ivy es una empresaria de éxito y una cocinera magistral, mientras que Theo es un incompetente al que se le hundió un edificio diseñado por él. No se dedica a los niños por convicción sino porque no tiene otra posibilidad, mientras que ella es una mujer exitosa. Los intentos de humor desagradable giran sobre el fracaso profesional de Theo, mientras que la película nunca hace humor a costa de Ivy o sus aptitudes profesionales. La diferencia entre ambas películas es abismal. Y me ha molestado esta falta de neutralidad. De hecho, me parece tremendo.

En lo que si son iguales es en la forma en que se comportar uno con la otra y viceversa. Algo que provoca situaciones desagradables por lo mal que se tratan y lo mezquinos que son. Sin embargo, cuando llega el climax final, el que recordaba de la película original, asistimos a una situación accidental provocado de nuevo por la incompetencia de Theo. La forma en que plantean este final me rompió la cabeza para mal. Porque si al principio mostraron a un miembro de la familia siendo un incompetente, lo lógico para igualar las cosas sería que la otra cometiera el error. Pero no, la incompetencia sólo va en una dirección. De vergüenza.

Peor que no me gustara Los Rose es pensar que llevé a mi madre a verla. El vocabulario soez y sexualmente explícito tampoco ayudó a que pudiéramos conectar con la película. En el visionado de Los Nore se ha juntado una tormenta perfecta en la que todo me ha volado la cabeza para mal. Y aunque es el menor de los problemas, señalar también que Michael Douglas y Kathleen Turner eran mitos sexuales, actores guapísimos. Sin embargo, aunque Colman es una gran actriz, es lo contrario a un a una belleza. Y en realidad, cuando vamos al cine queremos ver una versión idealizada del mundo corriente con gente guapa. Cumberbatch lo es, pero está centrado en el humor a su costa, y Colman desde luego no lo es. Otra cosa que no funciona. Y van…

Comparto el trailer de Los Rose:

No me ha gustado Los Rose. Creo que su director Jay Roach equivoca todo el planteamiento y la ejecución. Aparte de plantear unos cambios que no mejoran el original.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

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Wes Anderson adapta los cuentos de Roald Dahl en Netflix

Gracias a Netflix he podido ver la adaptación que el inclasificable Wes Anderson realiza de varios cuentos e historias cortas de Roald Dahl, realizado con un reparto estelar en cuatro cortometrajes.

Si hablamos de cine de autor que muestra una visión única de la vida, Wes Anderson (Texas, 1969) es uno de los nombres que automáticamente vienen a la cabeza. Director, guionista, productor y actor estadounidense, es conocido por sus películas Ladrón que roba a un ladrón (1996), Academia Rushmore (1998), The Royal Tenenbaums (2001), Vida acuática (2004), Viaje a Darjeeling (2007), Fantástico Sr. Fox (2009), Moonrise Kingdom (2012), El Gran Hotel Budapest (2014), Isla de Perros (2018) y La crónica francesa (2021) y este año, Asteroid City.

Anderson fue nominado al Premio Oscar en las categorías de mejor guion original por The Royal Tenenbaums, Moonrise Kingdom y The Grand Budapest Hotel. Además, tanto Fantastic Mr. Fox como Isle of Dogs fueron nominadas en la categoría de Mejor película animada. Durante su carrera ha ganados un Globo de Oro, el Oso de Plata de la Berlinale o un Premio Bafta a Mejor guion original.

La producción por parte de Netflix de estos cortometrajes tiene su explicación a partir de la compra por parte de la compañía de streaming de la Roald Dahl Story Company por 686 millones de dólares (500 millones de libras) en 2021, buscando además tener acceso prioritario a los siguientes proyectos de Anderson, un enamorado de la obra del escritor inglés. A continuación repaso brevemente cada uno de estos cortometrajes.

La maravillosa historia de Henry Sugar

Una historia de Roald Dahl sobre un hombre rico que se entera de la existencia de un gurú que puede ver sin usar los ojos y se propone dominar esa habilidad para hacer trampas en el juego. (FILMAFFINITY)

Este cortometraje de 41 minutos cuenta con guion y dirección de Anderson, basado en el cuento de 1977 «La maravillosa historia de Henry Sugar» de Roald Dahl. Se trata de la segunda adaptación cinematográfica de una obra de Dahl dirigida por Anderson, tras Fantastic Mr. Fox (2009). El corto cuenta además de fotografía de Robert Yeoman, montaje de Barney Pilling y Andrew Weisblum.

En el reparto encontramos a Benedict Cumberbatch como Henry Sugar / Max Engelman, Ralph Fiennes como Roald Dahl / El Policía, Dev Patel como Dr. Chatterjee / John Winston, Ben Kingsley como Imdad Khan / El Repartidor, Richard Ayoade como Dr. Marshall / El Gran Yogui y David Gant como Croupier del Casino.

Este cuento de Roald Dahl se ajusta como anillo al dedo de los gustos narrativos de Anderson, al tratarse de un cuento en el que encontramos una historia dentro de una historia dentro de otra historia. En positivo, el cortometraje tiene la perfección estética esperable en una obra de Anderson, con una puesta en escena teatral con escenarios que cambian a la vista del espectador para llevarnos de una escena a otra.

Tener a un reparto con Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes, Dev Patel y Ben Kingsley me parece una pasada. El rodaje de los diferentes cortometrajes se realizó en Londres, por lo que entiendo que el rodaje no les supuso ningún trastorno, más bien al revés, al estar cerca de sus domicilios. Estos actores tienen la presencia esperable en ellos, si bien los personajes que interpretan están super acartonados y limitan tremendamente sus posibilidades.

Esto me lleva al problema principal que tengo con la adaptación de Anderson de estos cuentos. Y es que Anderson es literal en la adaptación, haciendo que los actores sean los narradores del cuento, mirando hacia la cámara y utilizando una voz neutra expresada a gran velocidad para contar la historia. Esto provoca que todo se sienta super frío, y además enfatiza el elemento falso y teatral de todo. Si los actores se expresaran con un tono más normal habría una cierta empatía, pero Anderson claramente busca enfatizar esa sensación de frialdad y de lejanía respecto al espectador.

Si a todo esto le sumamos una historia de Dahl que cuenta una historia que no es ni buena ni mala sino que simplemente sucede, me queda una sensación de maravilla en lo estético pero con una historia que me ha dejado frío y casi diría que desaprovecha a los enormes actores que trabajan con Anderson.

Veneno

Cuando una serpiente venenosa se desliza por el estómago de un inglés en la India, su socio y un médico corren para salvarle.

Veneno es un cuento de Dahl de 1950. El corto de 17 minutos tiene a Robert Yeoman como director de fotografía, y está protagonizado por Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes, Dev Patel y Ben Kingsley.

Este cuento de Dahl tiene un toque de humor negro que me ha hecho bastante gracia, al tener a un Benedict Cumberbatch inmóvil en una cama obligando a hacer al resto de personajes un montón de peripecias para intentar quitarle del pijama una serpiente super venenosa que él afirma le ha entrado mientras dormía. Las diferentes acciones son infructuosas, por lo que la resolución es plantearse si no se lo habrá imaginado todo.

Otro elemento que me gustó es la duración de apenas 17 minutos, dado que la historia era más bien una peripecia entretenida pero que no da más de si. En todo caso, estamos ante una historia prácticamente contada en una localización, cosa que ayuda a la sensación teatral del conjunto. Con el reparto de excepción que tiene esta historia, este corto queda como una anécdota peculiar, más un divertimento para los actores que una historia profunda con una moraleja potente, cosa que no existe. Y a veces, esa falta de pretensiones es más que suficiente para proporcionar un buen entretenimiento. Pero al mismo tiempo diría que este es el corto que menos me ha gustado de esta colección.

El cisne

Dos abusones tan corpulentos como cretinos acosan sin piedad a un niño brillante y bajito. Adaptación del relato homónimo de Roald Dahl.

El Cisne es un cortometraje de 17 minutos con guion y dirección de Anderson adaptando el cuento de Dahl de 1977. El corto está protagonizado por Rupert Friend, Ralph Fiennes y Asa Jennings, y cuenta con la fotografía de Roman Coppola, hijo de Francis Ford Coppola y que ya ha trabajado con Anderson en Asteroid city.

Este corto también me ha resultado sorprendente, al contar la historia de unos bullies que torturan a un chaval cuyo único pecado es ser inteligente y llevar gafas. Las acciones de los abusones son terribles, pero de alguna manera quedan amortiguadas por la narración fría que Anderson plantea para todos los cortos. La acción se produce en la campiña británica, y el diseño de producción elegido resalta el elemento teatral con campos de trigo de quita y pon, al igual que unas vías de tren y un lago. Dentro de lo tremendo de las acciones de los abusones, el final que Roald Dahl planteó para esta historia me gustó mucho, al irse por una idea fantástica que rompe con lo visto hasta ese momento, dejando al espectador con buen sabor de boca ante un final super redondo.

El desratizador

En un pueblo inglés, un reportero y un mecánico escuchan a un cazador de ratas explicar su astuto plan para burlar a su presa.

The ratcatcher es una cuento de Dahl de 1953. El corto de 17 minutos tiene a Robert Yeoman como director de fotografía, y está protagonizado por Ralph Fiennes, Rupert Friend y Richard Ayoade.

Ralph Fiennes realiza una estupenda interpretación de este desratizador que tiene muchas similitudes con las propias ratas que tiene que exterminar. Y en este último cuento de Dahl tenemos otra vez una historia con un estupendo humor negro al conocer a este especialista que llega a un pueblo para realizar un trabajo y acaba marchándose de ese pueblo sin haber hecho pero habiendo ganado dinero igualmente.

En este corto Anderson plantea de nuevo casi una única localización, dejando clara la vocación teatral de estas historias. El elemento diferenciador en este claro sería los efectos especiales para la creación de las ratas. Unas ratas que lucen geniales sin ser realistas, usando un tipo de animación que me recordó el de otras obras previas suyas como Fantastic Mr. Fox o Isle of Dogs. Al ser un corto de apenas 17 minutos la historia va al grano, y gracias a lo sorprendente de la caracterización de Fiennes me ha tenido fascinado de principio a fin.

En resumen, me alegra haber visto estos cortometrajes en Netflix, incluso sea para decir que están bien sin más. Entre otros motivos porque los cuentos de Dahl son los que son y tampoco se las puede exigir cosas que no son. En todo caso, creo que son unos cortos sorprendentes e imaginativos que gustarán a la legión de seguidores del director. La propia existencia de estos cortos que son unos contenidos super minoritarios de nicho justifica la existencia de Netflix y en general de los canales de streaming, que deberían ofrecer no productos homogeneizados buscando un público masivo, sino un producto más especializado para conectar con públicos de todas las sensibilidades. Critico mucho a Netflix por sus contenidos mediocres, pero en este caso, no puedo más que estar agradecido de su existencia.

Comparto el trailer de La maravillosa historia de Henry Sugar:

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Doctor Extraño en el multiverso de la locura de Sam Raimi

Juntar al Doctor Extraño con el maestro del terror Sam Raimi parecía una combinación ganadora destinada a repetir el taquillazo y la experiencia que los fan de los comics vivimos en el cine estas navidades durante el estreno de Spiderman No way home. Comparto mis impresiones de la posiblemente sea la gran película de Marvel Studios de 2022: Doctor Strange en el multiverso de la locura.

PUNTUACIÓN: 9/10

Viaja a lo desconocido con el Doctor Strange, quien, con la ayuda de tanto antiguos como nuevos aliados místicos, recorre las complejas y peligrosas realidades alternativas del multiverso para enfrentarse a un nuevo y misterioso adversario. (Filmaffinity).

Sam Raimi (Michigan, 1959) es un director de cine y productor. Es mundialmente conocido por ser el director de la trilogía de original de Spider-Man (2002-2007), pero es además uno de los grandes nombres del terror de los años 80 gracias a su serie de Evil Dead. Antes de Spiderman dirigió la estupenda película de superhéroes Darkman (1990) antes que existiera siquiera el género y el thriller policíaco neo-noir Un plan sencillo (1998). Tras romper con Sony (o más concretamente, Sony rompió con él) dirigió la muy destacable película de terror Drag Me to Hell (2009) y la no tan acertada Oz the Great and Powerful (2013) para Disney. Aunque se ha mantenido de productor de numerosas películas o series, por ejemplo tenemos ese milagro hecho serie que fue Ash vs. Evil Dead, este Doctor Strange en el multiverso de la locura es su primera película como director en casi 10 años.

Antes de Raimi, el director y coguionista de Doctor Strange (2016) Scott Derrickson tenía planes para esta secuela y firmó para volver como director una vez se confirmó el regreso de Cumberbatch como protagonista en 2018. El título de la película Doctor Strange en el multiverso de la locura se anunció en julio de 2019 junto con la participación de Elisabeth Olsen (Wanda Maximoff) en la película, con la guionista Jade Halley Bartlett contratada para escribir la película. Derrickson renunció a la dirección en enero de 2020 citando diferencias creativas, tras lo que Marvel contrató a Sam Raimi y al guionista Michael Waldron (Loki) para empezar de nuevo con la historia. El guion definitivo tuvo que enfrentarse con numerosos cambios durante su producción, empezando porque inicialmente esta película tenía previsto estrenarses ANTES que Wandavision o Spiderman NWH, por lo que el cambio de fechas provocado por el COVID obligó también a replantear la historia para que los personajes fueran consecuentes con lo que acabamos de ver en la serie de Wanda Maximoff y la última película de Spiderman.

Como comento, finalmente Michael Waldron y Jade Halley Bartlett aparecen acreditados como guionistas de esta película, aunque Waldron es el que ha trabajado en la última versión, inspirados en el personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko. El mítico Danny Elfman (colaborador habitual de Raimi) escribe la banda sonora de esta película y ha inspirado una escena clave de la película, que cuenta con fotografía de John Mathieson y montaje de Bob Murawski y Tia Nolan. Frente a la moda actual de películas de más de dos horas y media, me sorprende para bien descubrir que la película apenas tiene 126 minutos de duración, lo que me indicaría que van a ir a tope desde el primer momento, lo cual tengo claro que lo voy a agradecer.

El reparto de esta película es una maravilla, empezando con Benedict Cumberbatch volviendo al papel del doctor Stephen Strange, continuando su historia donde se quedó tras Spiderman No way home. Elizabeth Olsen es Wanda Maximoff / Bruja Escarlata, también recién finalizada su historia en WandaVision. Benedict Wong vuelve a su papel de Wong en esta película tras haber tenido pequeñas apariciones en Shang-Chi y la Leyenda de los diez anillos y en Spiderman No way home. Vuelve también Chiwetel Ejiofor como Karl Mordo, el excompañero de Stephen y Wong que apunta a convertirse en el archienemigo del maestro de las artes místicas. También vuelve Rachel McAdams como Christine Palmer, la pareja de Stephen en la primera película.

Sin querer haber conocido mucho de la historia, las nuevas incorporaciones al reparto son Xochitl Gomez como América Chávez, una adolescente con la capacidad de viajar entre dimensiones que tiene una importante aparición en los comics Marvel del siglo XXI, y Michael Stuhlbarg en un papel menor como el cirujano Nicodemus West.

Empezando a valorar la película, doy gracias a Odin por haber llegado a la película sin haberme comido ninguno de los numerosos spoilers que han circulado por las redes sociales, de forma que he podido disfrutar de todas las sorpresas que la película presenta, empezando por el descubrimiento de saber de qué va realmente la película. Y es que este Doctor Strange en el Multiverso de la Locura tiene multitud de similitudes con Vengadores Endgame en el sentido que es una película totalmente spoileable en la mayoría de elementos, sobre lo que luego comentaré. Una de las cosas que más me han gustado de la película es que creo que es una de las películas del MCU más comiquera hasta la fecha, no sólo por la historia sino por la forma en que Raimi nos mete de lleno en la historia desde el primer fotograma y por los numerosísimos detalles que incluye la trama.

Una vez comentado esto, ¡qué bueno eres, Sam Raimi!! La película es una master-class de ritmo, sorpresas y giros buenísimos y, sobre todo, de todos los elementos que nos hicieron amar el cine del director de Evil Dead o Drag me to Hell. Es ciertamente notable que la 28ª película del MCU muestre tan claramente la personalidad de su director mostrando una faceta hasta ahora nunca vista en este universo comiquero, la sensibilidad marcada de terror, y sea tan diferente a lo que tuvimos previamente. Y es que a pesar de lo mucho que me gustó la primera película de Derrickson, era más psicodélica inspirada en Ditko que otra cosa. Sin embargo, Raimi abraza sus raíces de terror para crear momentos super impactantes que han estirado de forma alucinante la calificación de PG-13, creando un festival de sustos, persecuciones y juegos de cámara antológicos, muertes potentes y uno de los clímax final más locos que he visto en muchísimo tiempo.

Hay que reconocer que la película de siente 100% Raimi y por eso me ha maravillado. Sin embargo, todo funciona gracias a un maravilloso Benedict Cumberbatch que borda los matices de Stephen Strange de nuestra Tierra 616 y de las versiones que iremos conociendo, transmitiendo un carisma alucinante. A pesar de la participación coral, me encanta que Cumberbatch sea y se sienta el protagonista absoluto, dejándonoslo al final en un momento que no puede ser más apasionante. También está estupenda Elisabeth Olsen. Si en Wandavision me enamoró y atrapó con su interpretación, en esta película Wanda amenaza con robarle la función a Stephen en varios momentos, y Olsen compone un papel también del que hablaremos durante muchos tiempo.

La novata Xochitl Gomez como América Chávez tiene una participación vital en la historia, y aunque queda eclipsada por Wanda y Stephen, tiene unos momentos muy buenos con los que conecté. También ha sido un placer disfrutar del retorno de Rachel McAdams al MCU con una Doctora Palmer que tienen una importancia mayor de la que esperaba. En la parte del reparto, todos cumplen con nota con lo que el guion pedía de ellos, por ejemplo Wong o Mordo, que en los minutos que aparecen están geniales.

La colaboración de Raimi y Danny Elfman puede casi calificarse de simbiosis, al igual que el montaje de Bob Murawski y Tia Nolan, que nos dan una película de dos horas que para mi es la duración es perfecta con una tensión y una fuerza que no deja de ir a más, en una película en que todo es antológico: la persecución en el túnel, la huida de la dimensión espejo, algunas de las muertes que vamos a ver… de nuevo una película de Marvel Studios rechaza los calificativos previos y la absurdez de que todas las películas de superhéroes son iguales. Y al ejemplo del combate con música me remito.

Raimi ha comentado que la película tuvo un rodaje complejo debido a la dificultad de un guion que tenía que conectar bien todos los elementos del MCU y que sufrió múltiples reescrituras durante el rodaje. No se como era la primera versión, pero esta que se ha estrenado en los cines sólo me sugieren que Marvel ha sido muy valiente por atreverse a contar esta historia con los cambios cataclísmicos que va a provocar en el MCU. Porque igual que pasó con Endgame o más recientemente con No Way Home, a posteriori todo parece muy fácil, pero había que tener narices para dar luz verde a esta historia y desarrollarla de la forma en que lo hacen.

En resumen, Doctor Strange en el multiverso de la locura es una maravilla que gustará a todos los fans del MCU pero que va a alucinar a todos los fans de Sam Raimi, una maravilla que hay que dar gracias porque haya llegado a existir. A partir de aquí, empiezo mi análisis de la película CON SPOILERS. Seguid leyendo bajo vuestra responsabilidad.

Y es que el gran sorpresón de la película es la confirmación que Wanda Maximoff es la villana de la función al haber sido corrompida por el Darkhold, el libro que Agatha Harkness poseía en Wandavision. Tras el éxito de crítica y audiencia de Wandavisión en la que todo el mundo alucinó con la interpretación de Elisabeth Olsen, es alucinante que Marvel se atreviera a llevarla al lado oscuro primero y matarla después llevando a cabo un último acto de redención. Como decía antes, hay que tener muchas narices para matar al personaje más poderoso del MCU y uno de los más populares. Y Marvel lo ha hecho.

Y al mismo tiempo, el propio concepto del fall-from-grace de Wanda y que se enfrente a un amigo y compañero como es Stephen Strange no puede ser más comiquero, con un montón de detalles chulísimos como ver a Rintrah en Kamar-Taj, o que el climax final tenga lugar en la montaña de Wundagore. Que son detalles menores al final que traen una sonrisa a los fans comiqueros pero realmente no tienen importancia en la trama. Y claro, llegamos a lo que todos esperamos: El MULTIVERSO.

Y aquí Raimi y Waldron nos han volado la cabeza. Por un lado, el primer salto de América Chávez y Stephen Strange al multiverso consigue mirar de tu a tu a la brillante escena psicodélica de la primera película. Pero sobre todo, frente a las pajas mentales que se vivieron a los días previos (¿Tom Cruise como Superior Iron Man? ¿Hugh Jackman como Lobezno? WTF?) que no eran mas que ideas absurdas salidas de no se quien con el único propósito de generar clickbait, que la acción quede sobre todo confinada a otra tierra alternativa, la Tierra 838 (aunque luego saltan a otra dimensión devastada por una incursión), consigue centrar la película en una única trama y, al mismo tiempo nos vuela la cabeza con la aparición de los ILLUMINATI.

¡Buf, qué locura!! Es un sueño hecho realidad poder ver en el MCU a este grupo formado por Patrick Stewart como Charles Xavier / Profesor X, Hayley Atwell como Peggy Carter / Capitán Carter (Recuperando el personaje visto en What if?), Lashana Lynch como Maria Rambeau / Capitán Marvel (una versión alternativa de su personaje en Capitana Marvel), Anson Mount como Blackagar Boltagon / Rayo Negro (repitiendo el papel de la desastrosa serie de televisión), y sobre todo, a John Krasinski como Reed Richards / Mister Fantástico, miembro de los Cuatro Fantásticos. La existencia de los Illuminati anticipa que estos personajes acabarán apareciendo a la Tierra 616 y nos da una escena para el recuerdo, pero eso no significa que tengan que ser ni estos actores ni estas versiones las que lleguemos a ver en nuestra tierra. Empezando porque Patrick Stewart tiene 81 años y no sabemos cuantos años podrá seguir en activo. Dado que la Tierra 838 es diferente a la nuestra, Marvel Studios y Kevin Feige siguen con todas las opciones abiertas, pero han elevado al hype a un nivel que no hemos tenido desde Endgame.

Pero si estos Iluminati han sido la bomba, la película nos ha presentado el concepto de las incursiones entre realidades alternativas, lo que significa el preludio de las SECRET WARS. Y esto es otro de los puntos álgidos de la película, porque si Thanos fue grande, una versión de la etapa de Jonathan Hickman puede ser aún más grande e histórico. Aunque eso si, estamos hablando de un plan a largo plazo teniendo en cuenta que el MCU aún tiene que presentar a los 4 Fantásticos y a los X-Men, en las versiones modernas que más les interese, no necesariamente las que hemos visto en esta película. Tras un inicio titubeante de la Fase 4 en el que Viuda Negra y Eternals fueron un si pero no y sólo Chang-Chi consiguió dejarme con un buen sabor de boca, esta película de Sam Raimi ha lanzado al MCU a una nueva etapa que no puede ser más emocionante.

Y junto a esto, el gran acierto de Raimi y Waldron es conseguir que Stephen sea el protagonista de todo y tenga una evolución super chula. Porque recordemos que en Spiderman NWH no dudaba en dejar morir a los villanos de Spiderman con tal de devolverles a su dimensión, en la creencia del «bien mayor», lo cual es exactamente lo mismo que hace el Strange alternativo al principio de la película cuando quiere adueñarse de los poderes de América Chávez para que el monstruo Gargantos (claramente inspirado en Shuma Gorath) no se haga con ellos. Que frente a otros Strange que han fallado, nuestro Doctor Strange de la Tierra 616 siga haciendo lo que haga falta para salvar a América, incluido buscar al Darkhold para usar su Magia Negra, es un gran momento del personaje que se siente totalmente comiquero. También la sinceridad de Stephen a la Christine de una tierra alternativa. Narrativamente, dentro de una película que es pura acción, la película tiene una buena evolución para Stephen, cosa que también me ha gustado mucho.

Y si a todo ello sumamos una posesión infernal ¡usada para el bien!, el maravilloso cameo de Bruce Campbell y numerosos guiños (buenísimos) a Evil Dead, una Wanda retratada como una villana realmente terrible mientras destruye a todos sus enemigos (las muertes de rayo Negro y sobre todo Charles Xavier son antológicas), y unos sustos y una diversión 100% puro Raimi, la película ha supuesto un alucinante éxito bajo todos los puntos de vista.

Junto a todo lo anterior, no puedo más que entrar a trapo en la polémica de la libertad creativa que Marvel da a sus directores, dicho por el propio Raimi y puesto en duda por numerosos idiotas en redes sociales. Hay una evidencia, para hacer una película del MCU tienes que respetar lo que ha pasado en las películas anteriores para no entrar en contradicción con ellas, y Marvel demanda que el personaje quede en una situación concreta para que los juguetes los cojan los siguientes creadores de cine o televisión. Pero si cumples estos dos condicionantes, Marvel no se mete con como llegas a ese punto final o la identidad visual o narrativa que quieres crear para la película. Es por esto que este Doctor Strange tiene un ADN 100% de Raimi al igual que los Guardianes de la Galaxia no se entienden sin James Gunn. Lo cual es lo mismo que pasa en el mundo del comic y nadie diría que Frank Miller, John Byrne o Walter Simonson no tuvieron libertad creativa. Algo que también lo ha expresado Taika Waititi, y curiosamente son siempre los mismos los que dudan de la veracidad de estas afirmaciones.

Pero es que hay que negar la mayor, porque se pone en la balanza el cine de Marvel Studios como ejemplo de «malo» que coarta la libertad creativa mientras se valora el cine español o independiente como ejemplo de libertad artística cuando excepto Almodóvar, Amenábar y unos pocos más es algo que no puede estar más lejos de la realidad. Y no hay más que ver las producciones actuales de Antena 3, Movistar o cualquiera que opte a ayudas del Ministerio de Cultura y se enfrenta a un análisis de guion para concederles o no la ayuda, para ver productores y opinadores con puestos oficiales que fuerzan «sugerencias» a todos los niveles, desde hechos nimios como que los protagonistas no pueden fumar hasta cambios claves en los guiones que alteran el sentido de la historia porque por ejemplo un personaje femenino no puede tener cualidades negativas. Cambios que no son para mejorar la historia, sino para forzar que se haga lo que a ellos les gustaría que se hiciera para resaltar un determinado ideario político.

La idea de un director creando en total libertad creativa sin recibir presiones de nadie es como decía antes la excepción de los cuatro nombres consagrados, todos los demás tienen que pasar por el aro constantemente como es la norma del sector. Desde ese punto de vista, realmente me creo que Sam Raimi tuvo más libertad creativa que la de muchos directores españoles actuales. De hecho, hace varios años Jon Favreau también afirmó que tuvo más libertad rodando Iron Man que cuando hizo su primera película independiente, en la que sus productores controlaban cada dólar que gastaba, le pedían explicaciones constantemente y buscaban forzar que todo se hiciera de la forma más económica posible. No de la mejor forma posible.

Por concluir este punto, sólo alguien que NO ha visto la película puede afirmar que Raimi no ha tenido libertad para contar la historia (ojo en esto porque NO ha escrito el guión) como mejor le pareció. Y diría que a pesar de los problemas que él mismo ha comentado del rodaje, creo y espero que haya quedado contento con el acabado final de la película.

Y si toda la película me ha flipado, la guinda del pastel ha sido encontrarnos a Charlize Theron siendo presentada como Clea en la escena post-créditos. Justo el personaje que con los amigos comentaba antes de la película que faltaba en el MCU pero hasta ese momento tampoco la habiamos echado de menos, se presenta como la gran protagonista junto a Stephen ahora que su historia con Christine Palmer ha quedado definitivamente cerrada. Este final, sumado a la posesión del Darkhold a pesar de haber sido destruido en la Tierra 616 nos deja en un momento apasionante para el personaje.

Tras ver este Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, no puedo estar más entusiasmado con la posibilidad que Sam Raimi repita en la tercera película, creo que los resultados han resultado óptimos y diría que Raimi ha demostrado ser un team-player al que Marvel hará bien en no dejarle escapar.

Comparto el trailer de esta película:

Doctor Strange en el multiverso de la locura me ha parecido una bendita locura. Ojalá no tengamos que esperar otros seis años para ver la continuación. Una película brillante que no te puedes perder.

PUNTUACIÓN: 9/10

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Crítica de Spiderman: No way home de Jon Watts (Sony – Marvel Studios)

Spiderman No way home de Jon Watts es la mejor experiencia cinematográfica de los últimos dos años. Increíble no empieza a explicar el disfrute de la película, que ha significado un sueño hecho realidad que ni siquiera sabía que tenía. Gracias Marvel, gracias Sony, gracias Jon Watts. Realmente necesitaba disfrutar de algo así, la mejor celebración de uno de mis personajes favoritos.

PUNTUACIÓN: LA MEJOR PELÍCULA DE 2021

(Primera parte de la reseña SIN spoiler, luego spoilers a tope).

Por primera vez en la historia cinematográfica de Spider-Man, nuestro héroe, vecino y amigo es desenmascarado, y por tanto, ya no es capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser un Súper Héroe. Cuando pide ayuda a Doctor Strange, los riesgos pasan a ser aún más peligrosos, obligándole a descubrir lo que realmente significa ser Spider-Man. Secuela de ‘Spider-Man: Far From Home’.

Tras el éxito de Spiderman Homecoming y Far from home, Jon Watts repite en la dirección igualando a Sam Raimi con tres películas dirigidas. Como lo que funciona no hay que cambiarlo Chris McKenna y Erik Sommers vuelven a escribir el guión tras hacerlo también en Far from home y tras haber participado en el de Homecoming. Tras el éxito de este No way home, no puedo estar más contento ante el hecho que Marvel Studios haya contratado a Watts para dirigir la película de los 4 Fantásticos.

En el resto de apartados técnicos, tenemos fotografía de Mauro Fiore, montaje de Jeffrey Ford y Leigh Folsom Boyd y música de Michael Giacchino, también veterano en la franquicia. La película tiene una duración de 148 minutos, lo que la convierte en la más larga hasta la fecha del lanzaredes, con un enorme presupuesto de 200 millones de dólares que todo el mundo tenemos claro que le va a resultar rentable a Sony, que se encarga de la producción con la colaboración creativa de Marvel Studios, compartiendo Amy Pascal y Kevin Feige las labores de producción.

En el reparto, tenemos a los habituales Tom Holland como Peter Parker / Spiderman, Zendaya como M.J. y Jacob Batalon como Ned Leeds, un maravilloso trío protagonista con una química alucinante en pantalla. En el lado de los adultos, vuelven Maria Tomei como la tía May, Jon Favreau como Happy Hogan y la anunciada presencia de Benedict Cumberbatch como Stephen Strange.

Un sueño hecho realidad, comentaba antes. Spiderman No way home ha sido lo más cercano a la experiencia que vivimos con Vengadores Endgame que jamás me atreví a pensar que llegaría a disfrutar de nuevo, mucho menos tan pocos años después del evento de Marvel Studios de 2019. La película ha conseguido la cuadratura del círculo, al ofrecer no sólo una historia que continúa y es consecuente con el arco del joven Peter Parker interpretado por Tom Holland, cerrando además este capítulo de su historia de forma increíblemente satisfactoria, sino que al mismo tiempo sirve de celebración de lo grande que es Spiderman y como su gran corazón y sus fuertes convicciones morales hicieron que varias generaciones de lectores y espectadores nos enamoráramos de él. Ante la pregunta de qué es lo que hace a Spiderman un personaje tan especial, diría que la mejor respuesta la vamos a tener en estas dos horas y media de película.

Hasta ahora Spiderman 1 y 2 de Sam Raimi era mis películas favoritas del personaje. No sólo suyas, sino en general de la historia del género superheroico. Reconociendo que son super diferentes y en el fondo difícilmente comparables, tengo que decir que No way home se ha convertido en mi película favorita del personaje de largo. De hecho, supera por mucho a la excelente Spiderman: Into the spiderverse, película con la que comparte varios elementos comunes obvios con su uso de los universos alternativos.

Y no te equivoques. Spiderman No way home no es una película vacía que lo fía todo a la sorpresa fácil o al cameo nostálgico. Ante todo es la historia de tres amigos que lo arriesgan todo el uno por el otro y que están increíbles en cada aparición que tienen en pantalla. La trilogía de Jon Watts se ha construido con las aventuras del Peter adolescente interpretado por Tom Holland, siempre apoyado por sus dos mejores amigos: Ned Leeds, un divertidísimo Jacob Batalon, y sobre todo, su novia y mejor amiga M.J., interpretada por Zendaya. La primera hora de película está construida alrededor suyo y consiguen que todos las escenas sean divertidas y estén llenas de emoción. Me flipa la química tan increíble que los tres tienen en pantalla, hasta el punto que no tendrían que gustarle tanto a un cuarentón como yo y, sin embargo, lo hacen. Y junto a eso, tanto Zendaya como Holland aprovechan un guión que es un autentico regalo para lucirse con unas interpretaciones magistrales llenas de emoción y sentimiento que te crees completamente y hacen que conectes con sus sentimientos y dramas. Si No way home funciona en la última hora y es un regalo para los fans, es también porque la primera hora nos recuerda por qué nos preocupamos de ellos y queremos saber el final de su historia.

Benedict Cumberbatch está increíble como siempre a pesar de tener una participación muy inferior a lo que yo sinceramente esperaba. Sin embargo, cuando sale es una gozada, caminando a la perfección por la delgada fina que pisa el personaje, un snob un tanto chulito y sobrado que sin embargo se preocupa por todos, como ya vimos en Infinity War cuando a pesar de afirmar que dejaría morir a quien fuera para proteger la Gema del Tiempo, al final defendió la vida de Tony Stark. La sorpresa la tenemos con Marisa Tomei como la Tía May que adquiere una gran importancia como faro moral de Peter y el espejo que quiere imitar. Jon Favreau como Happy Hogan tiene pocos minutos también, pero consigue que estemos con una sonrisa. NO puedo hablar en esta sección del resto del reparto, luego entraré en profundidad en la parte con spoilers, pero me han volado la cabeza y están increíbles.

Un hecho fundamental de la película es que el trailer daba el esqueleto básico de la historia pero se guardaba un montón de sorpresas increíbles que me volaron la cabeza. Y si tengo que ser sincero, a pesar de la montaña rusa de emociones que nos ofrece la película, en general el argumento funciona porque es básico a más no poder, cosa que no te das cuenta mientras ves la película, pero se hace evidente en cuanto piensas un poco en ella. Como vemos en el trailer, tras ser revelada la identidad de Peter, su vida y la de sus seres queridos se va al garete por lo que recurre al Doctor Extraño para que haga un hechizo de olvido. Tras salir mal, el multiverso se abre y empiezan a llegar villanos de las películas anteriores de Spiderman a la Tierra del MCU. Que van a volver a sus tierras de origen y van a salvar el multiverso está claro, la clave son todos los giros y las sorpresas a las que asistiremos que son clave para poder llegar hasta ese momento en que las cosas vuelvan a la normalidad.

Técnicamente la película es una pasada, y la música de Michael Giacchino se ha convertido ya en clásica para el personaje al nivel de la de Danny Elfman. Jon Watts ofrece un buen equilibrio entre el desarrollo de personajes, la creación de momentazos super emocionantes, y una complejas y espectaculares escenas de acción. De nuevo, una pequeña queja sería que la mayoría de escenas de acción son nocturnas, entiendo que para poder disimular las complejas coreografías repletas de CGI. Teniendo en cuenta los espectáculos diurnos de Capitán América: Civil War, Vengadores Infinity War o Endgame, uno pensaría que con 200 millones de presupuesto esa limitación ya estaría superada, pero parece que no es así. En todo caso, tampoco puedo ser muy duro porque el 99% de todo luce excelente y, de nuevo, la clave de la película no son las coreografías, sino que las realizan NUESTROS personajes favoritos.

En ese sentido, aunque No way home es super entretenida y jamás se hace larga al envolver al espectador de increíbles emociones a flor de pie, su ritmo es extraño, ya que parece que acelera y frena varias veces, no creando realmente una tensión creciente. Sin embargo, en este caso considero que el plantear la historia narrativamente de forma poco habitual se salva de forma super satisfactoria, dando uno de los pocos casos en los que «diferente» sí ha sido mejor.

No puedo decir nada más sin entrar en spoilers. Sólo confirmarte que si en algún momento de tu vida te has considerado fan de Spiderman y disfrutaste sus comics, sus películas o las series de animación, te espera una experiencia que vas a recordar toda tu vida. Hazme caso y vete a ver No way home antes que alguien te chafe alguno de sus increíbles sorpresas. De verdad que vale la pena, pocas veces una película me ha dejado más entusiasmado que Spiderman No way home, la comparación con Endgame es en este caso totalmente adecuada.

Comparto el trailer de la película, y tras él empiezo mi parte de la reseña CON SPOILERS. Sigue leyendo bajo tu responsabilidad:

¿Sigues aquí? Ojo que los spoilers empiezan justo ahora, ya no hay vuelta atrás.

Afortunadamente, llegué a ver No way home librándome de la mayoría de spoilers. En los meses previos asistí a las especulaciones sobre si Tobey Maguire o Andrew Garfield aparecían o no en la película, pero conseguí mantenerme alejado de certezas y tampoco jugué a anticipar lo que creía que iba a pasar o lo que me gustaría ver. Y ¡qué alegría haberlo hecho así! No tenía claro nada más de lo que nos mostraban los trailers, y al menos en el segundo nos habían mostrado el retorno de Otto Octavius / Doctor Octopus (Alfred Molina), Norman Osborn / Duende Verde (Willen Dafoe), Max Dillon / Elektro (Jamie Foxx) y el Hombre de Arena. Más allá de eso, ni sabía ni me atrevía a especular.

Pero cuando a los 10 minutos de película nos han volado la cabeza con la aparición de Matt Murdock (Charlie Cox, el protagonista de la mítica serie de Netflix), justo el día después de que Kingpin (Vincent D Onofrio) apareciera en Ojo de Halcón, he tenido claro que No way home nos iba a volar la cabeza. Y eso que lo de Charlie Cox realmente ha sido un cameo sin ninguna trascendencia real en la historia, más allá que las implicaciones de su incorporación al MCU abren unas posibilidades brutales, y que la coordinación que ha mostrado Marvel refuerza que siguen estando muy por encima de todos los demás competidores.

Si esa escena fue genial, la aparición por fin en pantalla de Tobey Maguire y Andrew Garfield confirmando que los tres Peter Parker cinematográficos iban a compartir aventura, me ha volado la cabeza. Y no se trata de una escena puntual a modo de cameo para luego desaparecer, sino que Maguire y Garfield se convierten a partir del giro de la muerte de Tia May pasada la hora y media de película, en protagonistas al mismo nivel de Holland, convirtiendo la película en una celebración de los 20 años de películas de Spiderman, conectando las distintas versiones con los mitos fundacionales del personaje de los comics, y mostrando que todos ellos eran (son) dignos merecedores del estandarte arácnido. La comparación con Endgame es relevante ya que No way home es el EVENTO que sirve de homenaje de las siete películas previas, pero a la vez se plantea también para dar un buen cierre a esta trilogía de películas. Haciendo todo ello usando a unos personajes que son puro comic Marvel.

Si tenía un único pero ANTES de ver la película que me hacía dudar que Maguire y Garfield fueran a aparecer en No way home, era que justo hace unos pocos años ya habiamos visto una reunión de lanzaredes en Into the Spiderverse, por lo que podría resultar repetitivo y redundante. Nada más lejos de la realidad, partiendo además del hecho que no tengo ninguna conexión emocional con Spider-Gwen o Peter Porker, pero sí la tengo (incluso más de lo que imaginaba) con los tres Peters cinematográficos.

En este momento, hay que acordarse de los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers, que han firmado un libreto increíble. Cada vez que alguien habla es reconocible de su propio universo y sus vivencias particulares, pero al final los tres son Peter Parker, y aunque sus vidas fueron por caminos diferentes, sus valores morales son iguales. Esta película reconcilia al fandom con la versión de Garfield, mostrándonos que es un gran actor que tuvo la mala suerte de trabajar en unas películas con unos guiones muy malos, unido a un Maguire cuyo Peter siempre me gustó y le veía una clara traslación con la versión del personaje de los comics de los 70 y 80 con los que crecí. Todo ello con momentos que combinan perfectamente la comedia ligera que funciona, con el drama fuertísimo que está sufriendo Peter (Holland).

Pero aparte de los tres Spidermans, una clave alucinante de No way home es el primer gran giro de la película cuando Peter y May se dan cuenta que no se trata de luchar con los villanos y devolverles a sus universos, sino que tienen que intentar ayudarles al descubrir los problemas mentales que padecen. Y esto es muy grande, porque nos recuerda que lo que hace grande a Spiderman no son sus poderes ni sus acrobacias, sino su corazón que le hace ayudar a quien sea que necesite ayuda, incluso si es un villano. Porque es lo correcto. Y porque un gran poder… Aparte del homenaje a las películas previas, este giro significa un elemento novedoso que no habiamos visto en la actual franquicia y que me recordó a comics como el «No One Dies» de Dan Slott, y la obligación autoimpuesta de Peter de ayudar a todo el mundo y no dejar que nadie sufra por su culpa. Como digo, estamos ante la mayor celebración de la figura de Spiderman que creo vamos a disfrutar en muchos años.

Comentaba al principio del trio de chavales protagonistas y lo geniales que lo hacen. Junto a ellos, Maguire y Garfield están increíbles porque son todo corazón, pero hay que quitarse el sombrero ante Willen Dafoe y Alfred Molina, que realizan un despliegue actoral lleno de matices que me ha flipado y me devolvieron a sus películas clásicas. Dafoe consigue que el mínimo matiz te muestre claramente y sin duda ante quien estamos en ese momento, si Norman Osborn o el Duende. Y Molina también aprovecha los minutos en pantalla para lucirse. No tengo duda que todos los actores han disfrutado tremendamente por participar en esta película, incluso los que tienen menos peso, como Jamie Foxx. Y por supuesto, la sorpresa de ver también, aunque sea un momento, a Thomas Haden Church y Rhis Ifan, Sandman y Lagarto, respectivamente, ya que inicialmente pensé que sus personajes iban a ser 100% digitales.

Hablando de CGI, el Lagarto o algunos momentos del Hombre de Arena cantan un poco, aparte del planteamiento nocturno general que comentaba al principio. Y por decir algo menos bueno, J. Jonah Jameson interpretado por J.K. Simmons es también un puntazo, pero realmente me ha sabido a poco porque no han sabido trasladar a No way home el humor que tenían todas sus apariciones con Sam Raimi, quedándose aquí en un mero locutor de noticias sin más.

No vi venir la muerte de Tia May, menudo sorpresón, y ofrece una de las escenas más impactantes del MCU gracias a un maravilloso Tom Holland que se luce. Pero visto en perspectiva, ¡qué listos son! Lo digo porque aunque la muerte del Tio Ben estaba implícita en la ya mítica escena en la que presentaron al personaje en Capitán América: Civil War, jamás lo vimos en pantalla, de forma que su muerte en No way home crea un drama claro que es 100% universo Spiderman que hace que Peter no dependa de «muletas» externas del MCU como en su día su dolor ante la muerte de Tony Stark.

De igual forma, el climax final en el que TODOS los amigos de Peter le olvidan, incluido el emocionado Doctor Extraño, es uno de los momentos más tristes del año, sobre todo gracias a una Zendaya soberbia. Pero que Peter les deje ir luego y no intente hacerles recordar es la mayor muestra de amor desinteresado por parte de Peter, ya que les deja ir al saber que si siguen con él, acabarán muriendo por su culpa. Este drama de Peter me recuerda el final de Spiderman 1 de Raimi y la mítica «mala suerte Parker» tan típica de los comics, cuando salvaba el mundo pero llegaba tarde su cita o tenía problemas económicos. Un final triste, emocionante, satisfactorio y 100% Spiderman de toda la vida.

Y al mismo tiempo, tras tres películas satisfactorias de Holland, han dejado a Spiderman convertido en una tábula rasa, sin amigos ni nadie que le recuerde o sepa su identidad. De hecho, Peter abandona la nanotecnología de Stark y se hace un nuevo traje de tela que le devuelve a su versión más clásica, ofreciendo un final alucinante. De forma que si Sony una vez finalizado la colaboración con Marvel Studios decidiera lanzar una nueva trilogía de películas fuera del MCU, este final se lo pone en bandeja. E incluso aunque se mantuviera dentro del MCU, tras la trilogía de instituto que acaba de terminar, ahora se abre ante nosotros la posibilidad de una nueva etapa con el Peter universitario o, en su caso, el joven profesional que busca ganarse la vida en Nueva York, lo que crea un nuevo marco para seguir contando historias super diferentes a las que acabamos de disfrutar. Buff, de verdad teniendo en cuenta todos los aspectos narrativos en los que acierta No Way Home, hay que estar más que satisfechos y dar gracias por el trabajo que Jon Watts y su equipo han desarrollado en estas tres películas.

En este sentido, hay que hacerse algunas preguntas pertinentes: ¿Qué es fan-service? ¿Hay un fan-service bueno, o sólo podemos utilizar el término con una connotación negativa? En mi caso, creo que claro que existe un fanservice positivo. Es precisamente todo lo que acabamos de ver en esta película o que nos dió la experiencia más grande de mi vida en una sala de cine, que fue Vengadores Endgame. Momentos de personajes que nos permite disfrutarles en toda su gloria y celebrando su historia, que mueven la acción de forma coherente.

Un mal fan-service sería Star Wars IX, con un guión desastroso sin pies ni cabeza que se dedicaba a desmontar lo mostrado en Los últimos Jedi de forma burda y chabacana, y nos solapaba cameos sin importancia en la trama principal presentados de forma que no tenían sentido. Como por ejemplo la aparición de Lando 3 minutos en una situación absurda para desaparecer las dos siguientes horas, como si de alguna forma J.J. Abrams pensara que ver a Lando nos apagaría el cerebro y nos impediría ver que la situación no tiene sentido.

No way home en ningún momento invalida el amor que Peter siente por M.J. sino que lo celebra y lo muestra de la forma más emocionante ante la fecha. Y sus valores morales que ya tenía antes ahora son más inquebrantables si cabe tras la muerte de Tía May. La aparición de Maguire y Garfield marca un giro en la historia y su participación resulta clave para poder salvar al multiverso, además de tener ellos también momentos que les reconcilian con su historia cinematográfica. Incluso a pesar de la tristeza al ver a Peter solo al final, la sensación global es de alegría ya que han clavado una vez más el espíritu de los comics y la evolución del personaje mostrada en todas sus apariciones en el MCU. En serio, esto es muy grande.

Si, hay fan-service, pero es todo bueno. Y deberiamos quitarnos los complejos y apropiarnos del concepto como hicimos con la palabra friki, mostrando orgullosos que una película mainstream puede emocionar a millones de personas en todo el mundo no porque haga algo mal, sino porque hace muchas cosas bien. Frente a los haters y los culturillas gafapastas que desde sus púlpitos viven enfadados porque nada les gusta y frustrados porque se saben cada vez más irrelevantes ya que no les hacemos caso sobre qué tipo de cine es el «bueno», nosotros debemos hacer bandera de todo aquello que nos hace felices.

Spiderman No way home no es sólo la mejor película del 2021 con muchísima diferencia frente a las demás (en un año que por otro lado solo puede ser calificado de mediocre cinematográficamente), sino que es la mejor experiencia que he vivido en un cine en estos casi dos años de Covid. Que esta película me haya hecho tan feliz es algo que ni yo mismo esperaba, y justo por eso tengo que dar las gracias a Marvel Studios y a Sony, por darnos la historia que no sabía que necesitaba.

PUNTUACIÓN: MEJOR PELÍCULA DE 2021

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