Termina la actual etapa de Hulk iniciada por Donny Cates que el dibujante Ryan Ottley se ha encargado de guionizar en los cuatro últimos números. Y aunque no va a quedar una etapa para el recuerdo, creo que Ottley ha conseguido cerrar acertadamente las tramas abiertas.
PUNTUACIÓN: 7/10
Tras los hechos de su batalla contra Thor, Bruce Banner decide que la mejor compañía que puede tener es la de él mismo… y sólo él mismo. Mientras la Nave Hulk pone rumbo a un lugar lejano, comprende que tendrá que mantenerse sano y encuentra una alternativa al aislamiento que nunca se atrevió a soñar.
Estos números contienen Hulk 9-14 USA.
Más allá que Donny Cates ha recaído con sus problemas de salud, no sabemos qué ha sucedido exactamente para que haya cortado completamente su relación con Marvel Comics. Tras el crossover Bandera de Guerra que cruzó a Hulk con Thor, el número 9 USA y español empezó Planeta de Hulk, el arco con el que ha terminado esta etapa tras tan sólo tres historias. En él Hulk llega en un planeta poblado con seres gamma que ya se intuyó en el primer arco de la serie. El planeta cuenta con una sociedad de seres gamma liderado por Monolito, una poderosa mujer capaz de absorber la radiación gamma. Este planeta podría ser el paraiso que Bruce Banner y Hulk han buscado toda su visa si no fuera porque Titán, el ser que habita en el subconsciente de Banner causante de sus últimos problemas, amenaza con tomar el control y destruir todo lo que encuentre a su paso.
Los números 9 y 10 cuentan con guion de Cates, que abandonó el comic en ese número. Tras unos meses de margen, Ryan Ottley tomó el mando y se muestra como autor completo para el resto de la serie, con la coloración de Cliff Rathburn en el entintado y Marte Gracia en el color. Aunque su primer número centrado en el partido de Diosbol (el número 11) podría sugerir una historia muy muy ligera, en los números siguientes se muestra como un escritor más que competente mientras la amenaza de Titán se libera y conocemos el giro sobre la identidad de la persona que ayudó a Banner a crear el palacio mental con el que pudo separar sus diferentes personalidades. Y que se ha confirmado clave para que Titán pudiera tomar el control.
La idea del palacio mental y utilizar a Hulk como una nave espacial con Banner dirigiéndola como si fuera el Enterprise es una idea de bombero torero que no me ha llegado a funcionar nunca. Dicho esto, una vez aceptas que el comic es este, la verdad es que la ejecución de Ottley la he visto muy muy acertada, con la sorpresa añadida de sus buenas dotes de guionista y su conexión con otros personajes como Doc Samson o el Doctor Extraño. El comic me deja buen sabor de boca y si Ottley en algún momento se animara a crear su propio comic como autor completo, creo que lo compraría sin dudarlo.
Y es que a una buena historia hay que sumar el gran plus de este comic, que es tener a un Ryan Ottley desatado ofreciendo un climax de destrucción alucinante con el que diría que ha debido disfrutar un montón mientras lo dibujaba. Cuando Ottley tiene tiempo para dibujar en condiciones el comic en cuestión siempre será de lectura obligada, aunque sólo sea por su espectacular estilo y su perfecta narrativa.
Tras el número 11 que es la calma antes de la tormenta, el comic en su recta final presenta arco plantea una tensión creciente alucinante mientras la amenaza de Titán se confirma imparable. El último número, el 14, ofrece un buen cierre en sus apenas 20 páginas de historia. De hecho, teniendo en cuenta las pocas páginas hay que quitarse el sombrero ante la capacidad de Ottley de cerrar todo de forma satisfactoria. Dicho esto, no se si fue una decisión de Ottley o es que Marvel estaba deseando cerrar la etapa y no le dió más páginas, pero en lo referido al climax final de Hulk + Banner contra Titán, lo cierto es que le hubiera venido bien haber podido contar con 6/8 páginas para desatarse. Lástima que no haya sido así, pero al menos Ottley consigue que el final sea positivo y satisfactorio. A veces, no se le puede pedir más a un comic de Hulk.
Tras el final de esta etapa llegará una nueva a cargo de Phillip Kennedy Johnson en los guiones y Nic Klein al dibujo, lo que invita al optimismo tras haber visto algunas páginas que sugieren una vuelta al terror inspirado en el Inmortal Hulk de Al Ewing. Seguiré comprándola a ver si me engancha.
Comparto las primeras páginas del décimo número:
La etapa de Donny Cates y Ryan Ottley en Hulk termina y me ha dejado con buen sabor de boca. No le puedo pedir más a un concepto que no me cuadó cuando empecé a leerlo.
PUNTUACIÓN: 7/10
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