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Crítica de Justice League (2017) de Zack Snyder y Joss Whedon

Siguiendo con mi repaso cronológico a la filmografía de Zack Snyder, hoy me toca hablar de la polémica Justice League de 2017, película que Snyder abandonó al no aceptar los cambios que le exigían los productores de Warner y que tuvo que terminar Joss Whedon tras unos extensos reshoots que modificaron el metraje original.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

Motivado por la fe que había recuperado en la humanidad e inspirado por la acción altruista de Superman, Bruce Wayne recluta la ayuda de su nueva aliada, Diana Prince, para enfrentarse a un enemigo aún mayor. Juntos, Batman y Wonder Woman se mueven rápidamente para intentar encontrar y reclutar un equipo de metahumanos que combata esta nueva amenaza. El problema es que a pesar de la formación de esta liga de héroes sin precedentes –Batman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y Flash– puede que sea demasiado tarde para salvar el planeta de una amenaza de proporciones catastróficas. (FILMAFFINITY)

La Liga de la Justicia es el comic de DC Comics que agrupa a los más grandes héroes de su universo. Warner estuvo valorando durante años la posibilidad de hacer una película inspirada en este comic, siendo el proyecto Justice League Mortal de George «Mad Max» Miller el que a punto estuvo de hacerse realidad en 2007.

Haciendo un rápido repaso, es julio de 2013, tras no cubrir Man of Steel las expectativas de taquilla que Warner esperaba, la productora enterró la posibilidad de rodar Man of Steel 2 como Christopher Nolan y David Goyer habían planeado inicialmente, dando prioridad al estreno de Batman v Superman: El amanecer de la justicia en 2016, con un Zack Snyder convertido de facto en el «showrunner» que controlaría la creación del universo compartido de los personajes de DC Comics.

Snyder debió deslumbrar a los ejecutivos de Warner durante esos meses, ya que durante el rodaje de BvS, Warner confirmó a Snyder como director de Justice League y que Chris terrio iba a repetir como guionista. Y lo que es más, Justice League no era una película, sino dos, que se rodarían de forma simultánea. La Parte Uno se estrenaría el 17 de noviembre de 2017, y la Parte Dos el 14 de junio de 2019. Esos eran los planes anunciados en 2014, y ya sabemos que gran parte de estos anuncios no llegaron a realizarse.

El rodaje de Justice League comenzó en 2016 tras la finalización del rodaje de Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017), y justo después que Batman v Superman se estrenara en los cines en marzo de ese año. Y este es un momento clave, ya que a pesar de ser BvS un éxito de taquilla, la terriblemente mala acogida que tuvo la película entre los críticos y una parte importante de los aficionado debió ser un jarro de agua fría para los ejecutivos de Warner, que se dieron cuenta que haber dado todo el poder a Snyder igual no era tan buena idea como ellos pensaron en un primer momento. De hecho, en mayo de 2016, en mitad del rodaje de Justice League, Warner anunció que John Berg y Geoff Johns entraban como productores de la película y se hacían cargo del desarrollo del Universo extendido de DC. Un viraje en toda regla de Warner en medio de la que tenía que ser la más grande película de superhéroes jamás rodada. Larry Fong, el director de fotografía de toda la filmografía previa de Snyder fue reemplazado a última hora por Fabian Wagner debido a problemas de agenda con otra película con la que se había comprometido.

En mayo de 2017 Snyder renunció durante la postproducción a finalizar la película. En ese momento se explicó que era debido al dolor provocado por la muerte de una hija adoptiva meses antes y que Snyder cedía gustosamente el bastón de mando a Joss Whedon para que finalizara la producción e hiciera unos cambios mínimos en una película que básicamente estaba ya completada.

La realidad era muy diferente. Además de tener que lidiar con el control que Berg y Johns intentaban ejercer durante el rodaje, Snyder se negó a recortar la película después que un primer montaje del director no gustara a los ejecutivos y éstos le exigieron cambios y recortes. Y para estar la película terminada, Whedon se embarcó en dos meses de reshoots que alteraron completamente la película. Oficialmente Snyder continúa apareciendo como director de la película y Whedon aparece acreditado únicamente como guionista junto a Chris Terrio. Obviamente Terrio y Whedon no trabajaron juntos, ya que Whedon se encargó de modificar el guión original de Terrio.

Se criticó mucho en su día a Marvel cuando dejó marchar a Edgar Wright durante la pre-producción de Ant-Man o más recientemente a Scott Derrickson de Doctor Strange and the multiverse of madness. Pero realmente es más honesto por parte del productor parar antes de empezar si la visión de un director no se ajusta a los planes del estudio, que dejarle hacer y luego mutilarle la película en post-producción. Algo que no sólo pasó en Justice League, sino también en Suicide Squad de David Ayer. Pero, claro, para hacer eso Warner debería tener a un Kevin Feige como jefe supremo que controlara y supervisara todas sus producciones y tuviera capacidad de decisión para decirle a un director que aunque una idea suya podía ser molona, igual no era la más adecuado para el universo compartido. Pero claro, ese claramente no fue nunca el caso de Warner, y aún están pagando las consecuencias.

Por añadir contexto, Disney también alteró Rogue One (2016) apartando a Gareth Edwards y aparentemente dando el control y el final-cut a  Christopher McQuarrie. Pero todo pasó entre bambalinas y el público casi ni nos enteramos. Sin embargo, Warner en esa época era una jaula de grillos en los que en esos años todas las desavenencias se aireaban en los medios de comunicación, lo cual no tengo duda que también empeoró las expectativas que el público aficionado pudiera tener.

A eso hay que sumar a unos ejecutivos sin escrúpulos que forzaron que se mantuviera el estreno en 2017 a pesar de las solicitudes de más tiempo para arreglar la película porque temían que si la película se estrenaba en 2018 ellos pudieran perder un bonus millonario en su salario, y como forzaron incomprensiblemente que la película durara menos de 2 horas para poder tener más pases diarios en los cines, sin importarles lo imposible que era mutilar una película pensada para tres horas largas y que pudiera quedar bien tras quitarle un tercio de metraje. El interés egoísta era claro, había que estrenar fuera como fuese, si la película era buena, mala o muy mala era secundario. Y con estos mimbres en juego, el resultado final no podía ser bueno.

Y ese es el pecado original de Warner. No los reshoots, ya que eso es una herramienta muy útil en el mundo del entretenimiento para mejorar el resultado final de una película a la que el montaje ha ayudado a detectar algo que no funciona. El pecado es la avaricia, querer desnaturalizar una película no para hacerla mejor, que les daba igual, sino para ajustarse a una moda con la que pensaron que podían ganar más dinero.

Y frente a esto, es una pena ver en lo que se metió Whedon y como su carrera profesional se fue al garete por ello. Porque recordemos que Whedon fichó por Warner para desarrollar una película de Batgirl y se encontró en una situación imposible cuando los productores de Warner que le contrataron le pidieron el favor de que les ayudara a arreglar el probleman que tenían con Justice League. Hacer una película de Justice League era la oportunidad de una vez en la vida, o se subía o el tren hubiera pasado. Y Whedon realmente hizo una tarea titánica para intentar mejorar la historia de Snyder y Terrio, hasta el punto que en lo relativo a los personajes y su evolución esta Justice League es muchísimo mejor película que el montaje que finalmente vimos en el Zack Snyder´s Justice League estrenado en HBO.

Y esto es lo mejor de esta versión de Justice League. A partir de una historia general de Steppenwolf buscando las 3 cajas madres, la resurrección de Superman y la batalla final en Rusia de Snyder y Terrio que era inamovible y no podía cambiarse, Whedon realmente da una lección de narrativa que hace que la historia sea autocontenida y explique todo lo necesario para entenderla sin tener que ir a ver otras películas previas. Consigue que empaticemos con los principales personajes del grupo, Batman (Ben Affleck) y Wonder Woman (Gal Gadot), y que conozcamos lo básico del resto de miembros: Aquaman (Jason Momoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher), mientras esperamos el regreso triunfal de Superman (Henry Cavill), ahora sí convertido en el símbolo de esperanza que mueve sobre todo a Batman a convertirse en su mejor versión, a pesar de estar viejo y cascado.

De esta forma, Whedon nos muestra a un parademonio en Gotham que explica y justifica que Batman busque con premura al resto de héroes porque viene una amenaza indeterminada a partir de una pesadilla previa vista en BvS. Y dado que Justice League se estrenó después de Wonder Woman, esta película muestra el dolor que Diana que aún en ese momento siente por la pérdida de Steve Trevor. Además de hacer que Batman la haga asumir su error de vivir anclada al pasado si quiere ser la heroína que realmente debe ser. Y a su vez, Diana también ayuda a Bruce formando una pareja muy interesante sin ningún detalle romántico.

Viendo el ZSJL, realmente hay un casi nulo desarrollo de los personajes de Aquaman, Flash y Cyborg, porque que tengan más minutos en pantalla no implica que estén construidos mejor. Empezando porque todo lo relacionado con Aquaman entra en contradicción con lo visto posteriormente en su película en solitario en la que James Wan se enfrentó a las ridiculeces y prejuicios que Snyder tenía sobre el personaje en temas tan tontos como el hablar bajo el agua y donde triunfó donde Snyder se ahogó en un vaso de agua (perdón por el chiste fácil, no pude evitarlo).

Respecto a Flash, saber su drama personal al estar su padre en la cárcel por un crimen que los fans de los comics sabemos que no cometió ya estaba en el guión de Terrio. Whedon estima que es suficiente para empatizar con él, aunque sus momentos de humor no acaben de funcionar. Flash es el segundo más perjudicado de este montaje ya que Whedon eliminó sus DOS MOMENTAZOS visuales, el de presentación y en el climax final viajando en el tiempo, al entender con buen criterio que la película no podía mostrar a Darkseid y tenía que hacer que Steppenwolf fuera el único villano de la historia. Sustituirlo por el salvamento de la familia rusa realmente es una decepción que no le hace brillar lo que se merece.

Otro tema sobre Flash sobre el que merece la pena detenerse es en su horrible diseño del traje, que es de largo el peor de todos los vistos en imagen real. Si, casi peor que el de la primera serie de televisión de los años 90. Esto también es un problema que no ayuda a que nos guste el personaje, a lo que hay que añadir un origen poco claro, como que sea pobre y viva casi de ocupa y tenga un traje de ultimísima tecnología y materiales surgido casi de la nada.

Sobre Cyborg, hay que reconocer que el personaje fue el gran damnificado del montaje de Warner. Pero ante la obligación de reducir a menos de dos horas una historia de Snyder que daba para tres, entre dar minutos a un personaje poco conocido o ayudar a construir a iconos como Batman y Wonder Woman para hacerles más interesantes de lo que habían sido hasta ahora en las películas previas, creo que la decisión de Whedon fue la correcta. Correcta teniendo en cuenta que los ejecutivos de Warner le trajeron para arreglar los errores vistos en el primer montaje de Snyder.

Y sin querer hacer sangre, fue la decisión correcta teniendo en cuenta, visto el ZSJL, que Ray Fisher es un error de casting de bulto y de largo el peor actor de los seis que interpretan al super grupo. La interpretación de Fisher es terrible, como ver un palo inexpresivo que convierte a Cyborg en un incordio que no está al nivel de los demás. Y teniendo en cuenta que para Snyder, Cyborg tenía un papel central, si la interpretación de Fisher no funcionaba, eso provocaría que todo cayera con él, por lo que, de nuevo, veo acertado centrar el foco en el carisma que sí había en Batman y Wonder Woman.

A todo lo anterior habría que sumarle también un terrible diseño del personaje que no queda bien en pantalla. Sus cromados y colorines creados con CGI quedan falsos, distraen y no ayudan tampoco a que nos creamos al personaje, lo cual es responsabilidad de quien le dió luz verde, que entiendo que fue Snyder.

La película es espectacular y tiene varios momentos visuales estupendos, como la presentación de Wonder Woman, el combate en el pasado o algunos destellos aquí y allá. Momentos todo hay que decir que son casi exclusivos de Snyder. En este caso, hay que reconocerle también los méritos a Snyder cuando los tiene. En todo caso, también hay que indicar que Whedon fue contratado para arreglar los problemas, por lo que funcionaba no necesitaba tocarlo. De hecho, como comentaba al principio, a pesar de los extensos reshoots, realmente sólo Snyder aparece acreditado en la película o en IMDB.

Viendo las dos horas de película, creo realmente que con 20-30 minutos más de metraje y retrasando el estreno al estreno cinco o seis meses hasta 2018, la película de Whedon hubiera podido ser considerada buena o al menos relativamente satisfactoria. Obviamente eso no pasó, y por eso a partir de aquí empiezan los aspectos negativos de la película.

Empezando por lo más evidente, Justice League fracasa porque se nota en todo momento que estás viendo dos versiones de la misma película de dos directores diferentes. Antes de ver la ZSJL, casi todos podíamos decir qué escenas eran de Snyder y cuales fueron añadidas por Whedon, quedando una sensación de «Frankenstein» muy extraña en una película.

Para empeorar todo, el insuficiente metraje hace que todo sea demasiado frenético y todo pase demasiado rápidamente sin dar tiempo que lo que pasa impacte en los personajes (y en nosotros los espectadores), imposibilitando que empaticemos con los protagonistas. Batman y Wonder Woman si muestran una interesante humanidad y debilidades, pero también el valor de enfrentarse a sus problemas y evolucionar positivamente. También Superman tiene unos buenos minutos cuando se reencuentra con Lois Lane (Amy Adams) y su madre MARTHA Kent (Diane Lane). Fuera de eso, todo es demasiado plano.

Hay otro elemento clave que debo comentar también, y es que el guión de Snyder y Terrio es malo con avaricia. Salvar una película que está tan mal construida realmente era una misión imposible, como mucho se trataba de haber maquillado sus defectos, cosa imposible de conseguir en 120 minutos, un metraje que no hizo más que enfatizar estos problemas. Por dar un sólo ejemplo, Steppenwolf pierde las cajas madre en el pasado y se retira derrotado de la Tierra no con un tubo Boom sino con naves espaciales tradicionales. Que luego diga que las cajas madres estuvieron perdidas y por fin las encontró en el presente miles de años después es una ridiculez porque ¡FUE ÉL QUIEN PERDIÓ LAS CAJAS, SABÍA CLARAMENTE QUE ESTABAN EN LA TIERRA!!!! El guión de Terrio está plagado de este tipo de ridiculeces, esto NO es de Whedon, sino 100% de Snyder. Y para Terrio, los superhéroes no hay duda que son un género menor para el cual no hace esforzarse en crear conceptos de causa efecto lógicos o una evolución de personajes coherente y justificada que no sea «porque si».

Steppenwolf, interpretado por Ciarán Hinds, realmente es un fail de villano con un CGI penoso en lo visual y genérico a más no poder en lo relativo a su caracterización y sensación de peligro. Eso es así, y partiendo de esto es complicado que haya sensación de amenaza cuando todo nos transmite feeling de videojuego malo, de forma que el suspenso general fuera casi inevitable. Pero sin embargo, Whedon aquí también tenía una misión imposible ya que entendió con buen criterio que mostrar a Darkseid por primera vez PERDIENDO contra los héroes del pasado era un error de libro que mermaba su capacidad de poder ser EL VILLANO del Universo DC. Y una vez esto queda claro, la única opción era dar todo el peso a Steppenwolf, pero a la vez con el metraje limitado, no había forma de construir nada de entidad con él. Y aunque la muerte de Steppenwolf resulta in tanto ridícula y anticlimática, peor hubiera sido ver a la JL convertidos en asesinos sanguinarios. ¿Qué me dices, que eso ha pasado?

Tampoco voy a decir que Whedon acertó con todo. Obviamente todo la relativo a la familia rusa que la Justice League va a rescatar mientras atacan la base de Steppenwolf no funciona y queda ridículo. Soy el primero que criticó Man of Steel en la que Superman destruía Metropolis sin preocuparse de las bajas humanas mientras peleaba contra Zod. Por esto, entiendo que Whedon quisiera recordarnos que primero y ante todo, la Justice League son héroes cuya primera preocupación es salvar a los inocentes. De hecho que es posible vencer al villano y salvar a los inocentes a la vez. Sin embargo, la realización es descuidada y está mal ejecutada.

Tampoco tengo claro que quitar el traje negro de Superman sea un acierto. Está claro que esto es otro «porque sí» tonto de Snyder no ganado por el personaje sino por los complejos adolescentes de Snyder para hacer que su película pareciera más adulta. Si, por muy ridículo que suene, realmente me creo que Snyder pensaba sinceramente que poner a Superman de negro ayudaría a que la película fuera más oscura y seria, aunque todo a su alrededor sea un ridiculez. Este es el nivel. Dicho lo cual, probablemente una decisión intermedia de hacerle llevar el traje negro durante la resurrección para luego cambiar al tradicional en el climax final cuando vuelve a la luz y a ser el héroes que inspira a los demás quizá hubiera sino una decisión más acertada.

La música tampoco acertó. Tras Hans Zimmer en Man of Steel y Zimmer y Junkie XL en BvS, Whedon y Warner contrataron a ultimísima hora (y casi sin tiempo) a Danny Elfman para que sustituyera a Junkie XL. Elfman compuso en 1989 la música de Batman (y también de Batman Returns) y usó su tema musical en Justice League, además del tema de Superman de John Williams con un toque oscuro. Y realmente esto no funciona, ya que estos Batman y Superman NO son los de las películas originales. El feeling clásico que intentaron conseguir no compensa la sensación de truco tramposo para intentar conectar con el espectador veterano que sigue teniendo esas películas e el altar super heroico. En todo caso, esto no creo que sea problema de Elfman que tampoco contó con tiempo suficiente para escribir una buena partitura.

Y no quiero ni hablar del bigote de Henry Cavill y los millones de dólares que se gastaron en eliminarlo para hacerlo mal, cosa que también ayuda a que sea imposible conectar con casi nada de los que le pasa a Superman en el tramo final.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, no es de extrañar que las críticas fueran terribles y que los fans salieran decepcionados de este montaje estrenado en 2017 en los cines. Además, que los medios de comunicación airearan todos los problemas de la producción y los reshoots hizo que recordáramos el desastre de Suicide Squad el año anterior, lo que provocó que muchos no nos dejamos engañar como para pagar por verla en el cine. Frente a los más de 300 millones de presupuesto, Justice League acabó recaudando 657 millones en todo el mundo, lo que significó un enorme fracaso comercial.

BvS recaudó 875 millones en todo el mundo, lo que significa que millones de espectadores que sí vieron BvS en el cine decidieron NO ver la siguiente película de Zack Snyder con estos personajes. ¿Eso es un problema de Justice League o la película sufrió también la debacle que significó BvS para los espectadores? Una película puede ser mala pero hacer un taquillazo. Sin embargo, si no ha dejado a los espectadores satisfechos, no volverán a pagar por la secuela. Lo hemos visto en las franquicias de TMNT, Amazing Spiderman o las últimas películas de Transformers de Michael Bay. Lo que quiero decir es que Justice League es mala, pero la gente que NO la vió (yo por ejemplo) tomó la decisión no tanto pensando en esta película sino en lo decepcionantes que fueron MoS y BvS. Lo cual es todo responsabilidad de Snyder, que se cargó a pulso el universo compartido cinematográfico de Warner / DC.

Pero incluso de entre los espectadores que si la vieron, el boca a boca fue terrible y terminó de aniquilar a la película. Justice League recaudó 96 millones de dólares en USA y un total de 285 millones en todo el mundo EN SU FIN DE SEMANA DE ESTRENO. Eso a priori parecen muy buenas cifras, pero supusieron en USA un 44% menos que los 166 millones que recaudó BvS, marcando la primera película del DC que no superó los 100 millones de recaudación. En Estados Unidos y Canadá terminó recaudando tan sólo 229 millones, es decir, casi un 40% del total lo consiguió en el primer fin de semana. Un desastre.

Justice League en una película fallida que realmente es una decepción bajo casi cualquier punto de vista. Whedon lo intentó, pero salvar la película de Snyder era una misión imposible.

Comparto el trailer de la película.

Es la segunda vez que veo Justice League, si puedo evitarlo no volveré a verla una tercera.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

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Crítica de Buffy, The Vampire Slayer temporada 3 (Prime Video)

La tercera temporada de Buffy The Vampire Slayer disponible en Prime Video ha resultado super entretenida y con ideas buenísimas, pero me ha parecido bastante inferior a la segunda.

PUNTUACIÓN: 7/10

Tras abandonar Buffy Sunnydale al final de la temporada pasada, volverá tras unos meses en Los Angeles en los que sus amigos han tenido que cubrir su ausencia como buenamente han podido. El retorno de Angel (¿es amigo o enemigo?) y sobre todo la llegada de Faith, una nueva Slayer que parece ser la versión oscura, salvaje y sin restricciones morales de Buffy, marcarán una temporada marcada por su enfrentamiento contra el Alcalde Wilkins de Sunnydale, que resultará ser el poder oscuro en la sombra que ha estado moviendo los hilos de lo sobrenatural.

Esta tercera temporada contó con 22 episodios y se emitió por primera vez en el canal The WB entre septiembre de 1998 y julio de 1999. El creador de la serie Joss Whedon sirvió de productor ejecutivo y show runner, y escribió y dirigió cinco de los 22 episodios de la temporada incluyendo el episodio primero y el episodio doble final. James A. Contner y James Whitmore, Jr. dirigieron cuatro cada uno. En lo relativo a los guiones, David Greenwalt fue ascendido a productor ejecutivo, y escribió dos episodios — dirigiendo uno de ellos — y dirigió otro. Marti Noxon fue ascendido a coproductor y escribió cinco episodios. Nuevos miembros en la tercera temporada incluirían a Jane Espenson, quien sirvió de editor ejecutivo de historias y escribió tres episodios. Doug Petrie se unió como editor de historias y fue ascendido a editor ejecutivo de historias a mediados de la temporada. Dan Vebber escribió tres episodios.

En esta temporada volveremos a contar con los protagonistas Sarah Michelle Gellar como Buffy Summers, Nicholas Brendon como Xander Harris, Alyson Hannigan como Willow Rosenberg, Charisma Carpenter como Cordelia Chase, Anthony Stewart Head como el Guardian Rupert Giles, Seth Green como Oz, el novio de Willow que toca en un grupo y es un Hombre Lobo, y David Boreanaz como Angel. En papeles secundarios tenemos a Kristine Sutherland como Joyce Summers, la madre de Buffy, y a Armin Shimerman como el Director Snyder.

Las grandes incorporaciones de esta tercera temporada son Eliza Dushku como Faith Lehane, la nueva Caza Vampiros que es una versión oscura de Buffy, Harry Groener como el Alcalde Richard Wilkins, personaje aludido en varios momentos de la segunda temporada pero que no había aparecido hasta ahora, y Alexis Denisof como Wesley Wyndam-Pryce, el joven y nuevo Guardián que llega a sustituir a Giles, al considerar el Consejo que no ha realizado bien su trabajo. En un papel más secundario tenemos a Emma Caulfield como Anya Jenkins, un demonio inmortal que se convertirá en mortal tras uno de los mejores episodios de esta temporada. James Marsters como Spike también aparecerá en esta temporada, pero sólo en un episodio.

Empezando por lo positivo, teniendo en cuenta que Buffy es una serie juvenil con un target muy claro, los episodios globalmente ofrecen un entretenimiento genial. Para ser una serie de hace 20 años, los efectos visuales más o menos cumplen y no cantan demasiado, teniendo en cuenta que desde el primer episodio se ha marcado un tono y estéticas si no para todos los públicos, si un PG13 light.

Los 22 episodios continúan ofreciendo un caso sobrenatural que queda cerrado al final junto a una narrativa más amplia construida a partir del drama que vive Buffy, una adolescente que quedó traumatizada por los sucesos de la anterior temporada y que sigue soñando con tener una vida normal, cosa que las amenazas sobrenaturales se lo impedirán una y otra vez. Frente a este núcleo emocional, el arco narrativo va a girar en torno a la amenaza que supone el Alcalde Richard Wilkins, un hombre de mediana edad de gran empatía y educación que es en realidad un gran villano en la sombra, y a los protagonistas que va a unir a su causa.

Otro detalle muy chulo es que esta tercera temporada ofrece un final cerrado satisfactorio para los protagonistas, aunque dejando obviamente tramas abiertas. Buffy T3 fue la que tuvo mayor audiencia en el momento de su emisión y aunque estaba claro que gracias a este éxito iba a haber una cuarta, Whedon parece plantear un buen cierre al viaje de Byffy y sus amigos en el instituto de Sunnydale.

Dentro que en general todos los episodios están bien, he querido destacar 8 que me han parecido especialmente buenos:

  • 3×06 Band candy, un episodio divertidísimo en el que los adultos se comportan como adolescentes tras tomas un producto mágico.
  • 3×09 The wish, en el que a partir de un deseo expresado por Cordelia a Anya provocará un episodio que nos recuerda las típicas historias de universos alternativos en los que los malos han ganado, tipo X-Men Días de Futuro Pasado.
  • 3×11 Gingerbread, que destaca la Caza de brujas, y en el que a partir de la muerte de unos niños se pondrá en marcha un acoso contra todas las libertades, recordando que los actos más terribles muchas veces aparecen vestidos de las mejores intenciones..
  • 3×13 The Zeppo, en el que Xander vive una aventura en solitario tras querer todos protegerle, lo que hará que se meta en aún más líos de lo normal.
  • 3×14 Bad Girls es el episodio clave de la temporada, en el que el giro de Faith es super impactante pero a la vez resulta lógica con la construcción del personaje y la evolución que hemos visto a lo largo de la temporada.
  • 3×16 Doppelgangland, con una nueva aparición de Anya, que trae a nuestra realidad a la Willow vampira de 3×09 buscando recuperar sus poderes perdidos.
  • 3×17 Enemies, nos presenta otro de los grandes giros de la temporada al intentar Faith transformar a Angel para convertirlo de nuevo en malo.
  • Por último, 3×20 The Prom con el Baile de graduación, resultó un episodio lleno de emoción y alegría para Buffy que, por una vez puede disfrutar de un final feliz. Lástimas que falten dos episodios más para el final de temporada, el capítulo doble “Graduation Day”, escritos y dirigidos por Whedon.

Comentaba en mi artículo sobre la segunda temporada que Buffy transmitía de forma increíble el espíritu del Peter Parker perdedor que aunque vencía al malo veía como sus problemas personales aumentaban, esto fue para mi lo mejor de la temporada de largo.

El principal problema de este temporada es que estando bien, no consigue estar a la altura de la tensión y el drama previo. Y entiendo que muchas de las decisiones narrativas son interesantes y se plantean para romper las expectativas de los que se supone que los espectadores queremos ver. Pero entendiendo por qué las cosas se hicieron de esta manera no significa que el resultado sea mejor que lo anterior, cosa que creo que no sucede.

En este sentido, quizá por eso en la primera mitad algunos de mis episodios favoritos son los que rompen con el drama y se empapan de humor, como son los 3×06 o 3×13, frente a un drama que no acaba de cuajar.

En contraste hacia los malos malísimos amorales de toda la vida, la figura del educado y correcto alcalde que se preocupa por su subordinada sorprende al romper el estereotipo de lo que hay que esperar de un villano. Sin embargo, una vez vemos esta intención de romper nuestras expectativas, hay que reconocer que el personaje no está a la altura y nunca ofrece ningún tipo de amenaza. Y una serie de este tipo sin un villano indica un problema.

De igual forma, Faith se plantea como la versión cool y molona de Buffy, una cazadora con menos restricciones morales aparentemente más en la moda de lo que se llevaba en los comics o el cine de la época. En mi caso, he encontrado el personaje repelente, no me ha gustado nada. El giro que se produce en 3×14 Bad Girls hizo que entendiera lo que habían planteado al crear a este personaje, pero aún y con todo, se me ha quedado como alguien muy plano que no hemos llegado a conocer. Me gusta que se hayan atrevido a hace algo así, de nuevo, la intención, pero aún no tengo claro si me ha gustado la ejecución. En cierto sentido, Whedon plantea su propio Kingdom Come, en la que tras mostrar a la versión «cool» de los Caza Vampiros, nos cuenta por qué la heroina original siempre será mejor.

Otro elemento que me ha gustado menos es casi todo lo relativo a Xander, excepto el antes mencionado episodio 3×13. En la 2ª temporada, evolucionó algo y tuvo algo más de profundidad aparte de ser el tonto que produce el alivio cómico. Sin embargo, en esta 3ª el personaje involuciona y vuelve a ser un estúpido de primer nivel. Algo que podría decir también de Cordelia.

En esta 3ª temporada la psicología de Buffy juega un papel fundamental. Su estado anímico el 99% del tiempo es depresivo, al amar a alguien que no le va a corresponder, y eso una vez Angel revive, porque antes estaba depresiva pensando que le había matado, para luego estar triste porque sus amigos habían continuado con sus vidas cuando ella se marchó de Sunnydale. De nuevo, entiendo que el objetivo de Whedon y sus guionistas es reflejar en la serie la angustia existencial de la adolescencia, cosa que hacen, y que al dirigirse a un público adolescente, éstos se identificarán con el sufrimiento de Buffy.

Todo eso intelectualmente lo entiendo. Sin embargo, el drama sobre drama, las lágrimas sobre llanto continuas episodio tras episodio se me ha hecho super cargantes. Es por esto que ver un final feliz en 3×20 The Prom fue una maravilla y casi un oasis en el desierto. Tengo también claro que en este sentido, un adulto de cuarenta y tantos como yo no es el público objetivo al que va dirigida de esta serie ni Whedon buscaba que yo empatizara con Buffy, peeeeero globalmente el visionado de esta temporada no ha sido tan satisfactorio como la anterior.

Veo que me está quedando un artículo quizá muy negativo, cuando lo cierto es que me ha gustado Buffy T3 y voy a ver seguro la cuarta. Quizá el hecho que flipara tanto con la 2ª en este caso ha jugado en mi contra. En todo caso, dentro que es una serie adolescente, recomiendo sin duda su visionado.

Comparto el trailer de esta tercera temporada:

Aunque creo que Buffy va bajado un poco el nivel en esta tercera temporada respecto a la impresionante segunda, pero sigue siendo un estupendo entretenimiento y sigo enganchado y con ganas de empezar la cuarta a ver qué tal.

PUNTUACIÓN: 7/10

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¡Saludos a todos!

Crítica de Buffy The Vampire Slayer temporada 2 (Prime Video)

La segunda temporada de Buffy The Vampire Slayer disponible en Prime Video me ha parecido increíble y ahora sí entiendo el prestigio que ganó Joss Whedon con ella y por qué esta serie está considerada una de las mejores de la historia.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Esta segunda temporada de Buffy The Vampire Slayer contó con 22 episodios, que fueron emitidos originalmente por la cadena The WB entre Septiembre de 1997 y Mayo de 1998. Tras la presentación de los protagonistas y el conflicto en Sunnydale, epicentro de todo lo sobre natural al estar situada allí una Puerta del Infierno (Hellmouth), en esta temporada el nivel de peligro aumentó exponencialmente con la llegada a la ciudad de Spike y Drusilla, dos vampiros conectados al pasado de Angel. Buffy y Angel afianzarán su relación con consecuencias imprevistas, mientras aprenderemos por las malas que nadie está a salvo.

En esta segunda temporada volvemos a tener como protagonistas a Sarah Michelle Gellar como Buffy Summers, Nicholas Brendon como Xander Harris, Alyson Hannigan como Willow Rosenberg, Charisma Carpenter como Cordelia Chase, Anthony Stewart Head como Rupert Giles y David Boreanaz como Angel / Angelus. Junto a ellos seguimos teniendo a Kristine Sutherland como la madre de Buffy Joyce y Armin Shimerman como el Director Snyder, que tiene a Buffy en el punto de mira y del que veremos que también tiene secretos que ocultar.

A este reparto se les unirán en esta temporada Juliet Landau como Drusilla, una vampira convertida por Angelus a la que antes volvió loca y James Marsters como Spike, un vampiro enamorado de Spike que ha matado a dos Caza Vampiros en años anteriores. La profesora de informática Jenny Calendar (Robia LaMorte) que fue presentada en la primera temporada adquirirá una enorme importancia esta temporada como compañera de investigaciones de Giles y maestra de los chavales. Además, Seth Green interpreta a Daniel «Oz» Osbourne, miembro de un grupo de rock que se convertirá en interés romántico de Willow. Y como guinda, la presentación de Bianca Lawson como Kendra, la nueva Caza Vampiros “activada” cuando Buffy murió al final de la primera temporada, aunque fuera durante unos pocos minutos.

Josh Whedon mantuvo sus funciones de Showrunner y Productor Ejecutivo. Además de seguir controlando todos los aspectos de la producción, para esta segunda temporada aumentó su producción de guiones, al guionizar en solitario cinco episodios y escribir dos junto al también productor David Greenwalt. Además, dirigió 6 capítulos, los principales de esta temporada; El inicial 2×01 “When she was bad”, 2×07 “Lie to me”, 2×12 “Bed Eggs”, el episodio clave 2×14 “Innocence” y los dos últimos episodios de la temporada, 2×21 y 2×22 “Becoming” partes 1 y 2.

Junto a Whedon, escribieron esta segunda temporada Ty King, Matt Kiene & Joe Reinkemeyer, David Greenwalt, Carl Ellsworth, Dean Batali & Rob Des Hotel (2), Howard Gordon & Marti Noxon, Marti Noxon (4), Bruce Seth Green, Ty King y David Fury & Elin Hampton. Dirigieron Bruce Seth Green (5), John T. Kretchmer, Ellen Pressman, David Greenwalt, David Solomon, David Semel (2), Michael Lange, Rob Des Hotel & Dean Batali, James A. Contner, Michael Gershman, Deran Sarafian y James Whitmore, Jr.

Comentaba la semana pasada en mi reseña de la primera temporada que su visionado me había parecido bastante montonero, con muchos elementos que eran clichés con muy poca personalidad y una serie que en general veía demasiado juvenil y superficial. ¡Qué cambio respecto a esta segunda! No tengo claro el motivo, si la tranquilidad de tener 22 episodios asegurados para poder desarrollar su historia o si es debido a que una vez Whedon y su equipo habían creado a los personajes ya pudieron jugar con ellos y transgredir las expectativas, pero el resultado de esta segunda temporada me ha parecido brillante, con muchos episodios de notable alto y algún sobresaliente.

Aunque Buffy tiene más de 20 años, no quiero escribir estas líneas destripado elementos claves de la trama, para no spoilear a nadie, sobre todo por lo mucho que he disfrutado durante el visionado de esta temporada a medida que descubría las numerosas sorpresas que vamos a ir conociendo.

Whedon ha conseguido en esta temporada convertir a Buffy Summers en un Peter Parker moderno, una heroina trágica que aunque vence al malo y evita la destrucción del mundo, no puede evitar que la gente a su alrededor sufra e incluso muera. Debido a la tortura emocional que Buffy va a sufrir en esta temporada, he disfrutado muchísimo con Sarah Michelle Gellar y creo que además de crecer como actriz, entiendo que es esta temporada la que cimentó su figura de icono para tantos y tantos espectadores.

Otro elemento que me gusta mucho es la forma en que Whedon se quita de en medio elementos chusqueros como era la figura del “The Anointed One” (El Ungido / Elegido), el heredero de The Master, el villano de la primera temporada, que era un concepto que se veía a la legua que no era potente. Su sustitución por Spike y Drusilla hace que la serie gane muchísimos enteros, al transmitir una ambigüedad y peligro que no habiamos tenido hasta ese momento en la serie. La conexión de ambos con el pasado de Angel y todo lo relacionado con el novio de Buffy es otro de los grandes hallazgos narrativos de esta temporada, que nos ha ofrecido un montón de momentazos super crueles que me han dolido en el alma.

Comentaba sobre la primera temporada que odiaba a muerte a Xander y a Cordelia debido a que les veía unos clichés andantes. Sin embargo, el cambio y la evolución que han sufrido estos personajes me ha encantado. Al igual que Willow, que no sólo se ha echado un novio que no es Xander, sino que su importancia en la serie ha aumentado y creo que aún puede ofrecernos grandes momentos.

Además de los protagonistas, hay algunos secundarios estupendos, e incluso aunque sus arcos no sean lo largos que hubiera esperado, ofrecen un buenísimo contraste con los protagonistas y momentos super dramáticos. Otro elemento que me gusta mucho es que esta segunda temporada mantiene la estructura de capítulos completos cerrados, aunque con 3 continuarás en los 22 episodios, e incluso los stand-alone ayudan a construir las personalidades de todos y asentar sus relaciones, haciendo avanzar la trama general.

Y hablando de eso, junto de la propia evolución de los personajes principales y secundarios y del enfrentamiento contra los vampiros que forma la trama principal de la temporada, los episodios sueltos me han parecido super chulos y los he disfrutado si no más, seguro igual, que los importantes. Desde 2×02 “Some assembly required” en la que actualizan el mito de Frankenstein, 2×04 “Inca Mummy Girl” con una Momia inesperada, 2×05 “Reptile Boy” sobre el acoso en las franternidades, 2×06 “Halloween”, 2×08 “The Dark Age” con posesiones demoniacas, 2×11”Ted” con una robótica amenaza que me recordó a Bishop de Alien de Ridley Scott, 2×12 “Bad Eggs” con la Invasión de los Ultracuerpos meets The Thing, 2×15 “Phases” con el primer Hombre Lobo de la serie, 2×16 “Bewitched, Bothered and Bewildered”, de largo el episodio más divertido hasta la fecha en la que Xander sufrirá en sus carnes el intentar usar una poción de amor, 2×18 “Killes by Death” que recrea la típica historia de terror de hospitales con la Muerte (o algo muy parecido) de por medio, 2×19 “I only have eyes for you” con una historia de amor maldita y unos fantasmas que acosan el instituto. Por último, 2×20 “Go Fish” nos trae a unos monstruos acuáticos que nos recuerdan al clásico monstruo de la laguna.

Aunque estamos ante una serie de televisión de hace más de 20 años con un presupuesto acorde a la época, creo que todos los elementos técnicos también han mejorado un montón respecto a la primera temporada. Las máscaras de los vampiros siguen siendo malillas, pero a lo mejor porque ya me acostumbré a ellas, en este visionado no me han cantado tanto. Eso si, dado que estamos ante una serie con un target decididamente juvenil y en sus episodios de 40 minutos hay el tiempo que hay para desarrollar una trama y resolverla, hay algunos “por que si” durante la serie, pero que son inevitables y totalmente justificados y justificables. En general, he visto en esta temporada un storytelling super comiquero, y me encanta la forma en la que lo utilzan durante la temporada. Temía que la serie se convirtiera en la típica serie de “caso de la semana” en la que el statu-quo era siempre el mismo, pero nada más lejos de la realidad. Los protagonistas al final de la temporada no tienen nada que ver con como eran al comienzo, y esto es para mi un ejemplo de buena escritura.

En resumen, sin entrar en spoilers, esta segunda temporada de Buffy The Vampire Slayer por fin hizo honor a su fama y ha ofrecido un estupendo entretenimiento que me ha dejado con unas ganas locas de ver la siguiente temporada.

Comparto el trailer de esta temporada, aunque si no viste esta serie casi te recomiendo que no lo veas y empieces a verla sabiendo cuanto menos cosas mejor:

Ahora si entiendo la fama de Buffy, The Vampire Slayer, y además de estar super enganchado, no puedo más que recomendarla a todos los que como yo, no la habiamos podido ver hasta ahora. Aprovechando que está disponible en Prime Video, ya no hay excusa para no verla.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

 

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¡Saludos a todos!

Crítica de Buffy The Vampire Slayer temporada 1 (Prime Video)

Gracias a Prime Video puedo cumplir con uno de mis debes seriéfilo friki, ver completa y en orden Buffy, The Vampire Slayer, la serie que lanzó a la fama a Joss Whedon y que es un referente para todos los aficionados. Empiezo compartiendo mis impresiones de la primera temporada.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Serie de TV (1997-2003). 7 temporadas. 145 episodios. La joven Buffy y su madre se mudan desde Los Ángeles a la localidad de Sunnydale. En el subsuelo del pueblo habita el Maestro, el más antiguo y poderoso vampiro que existe. El Maestro está atrapado en el punto místico llamado La Boca del Infierno, que el Maestro trato de abrir cuando, por causa de un terremoto, quedó atrapado, ya hace décadas. En Sunnydale Buffy también conoce a Willow y Xander, que se convierten en sus amigos y que, sin querer, la tendrán que ayudar en su lucha contra el Maestro. Xander se enamora de Buffy desde que la ve por primera vez, sin darse cuenta que Willow, su mejor amiga, lo ama desde niños. Además esta Giles, el bibliotecario de la escuela, que es un Vigilante u Observador, que desde siempre se han dedicado a entrenar y guiar a las Cazadoras, pero sin intervenir directamente en la lucha contra los vampiros. Además Buffy conoce un misterioso aliado, de nombre Angel, del que se enamora. Pero es un amor imposible, pues Angel es un vampiro, aunque por una maldición gitana recobró su alma y ahora lucha contra ellos. (FILMAFFINITY)

Buffy Vampire Slayer está protagonizada por Sarah Michelle Gellar. Buffy Summers es una adolescente de 16 años que intenta tener una vida normal mientra se enfrenta a todo tipo de monstruos debido a su papel de Caza Vampiros. Este papel la lanzó a la fama pero a la vez la encasilló, realizando papeles en películas como Scream 2, Se lo que hiciste el último verano, Cruel Intentions o el remake americano de The grudge. Además, hizo de Dahne en las dos películas de imagen real de Scooby-Doo de 2002 y 2004.

En esta primera temporada, la serie cuenta con un reparto formado por Nicholas Brendon como Xander Harris, que sirve de alivio cómico durante la serie; Alyson Hannigan como Willow Rosenberg, chica tímida experta en ordenadores que está enamorada de Xander; Anthony Stewart Head como Rupert Giles, bibliotecario del instituto de Sunnydale que es un Guardián y hará de mentor de Buffy; David Boreanaz como Angel, un misterioso vampiro bueno de oscuro pasado del que se se enamorará Buffy; y por último, Charisma Carpenter como Cordelia Chase, la típica tópica lider de las animadoras del instituto superficial y egoista.

Buffy Vampire Slayer es la serie que lanzó a la fama a Joss Whedon (Nueva York, 1964). Joss forma parte de una familia de escritores, siendo la tercera generación de su familia que ha trabajado en cine y televisión. Tras cursar estudios universitarios en Inglaterra, empezó a trabajar en series como Roseanne (1989). Whedon realizó trabajo no acreditado en películas como Speed, twister, Waterworld o incluso X-Men de Bryan Singer. En esa etapa escribió los guiones de Buffy Vampire Slayer (1992), Alien: Resurrection (1997), Titan A.E. (2000) y las primeras versiones del guión de Atlantis (2001), aunque fue su guión de Toy Story (1995) el que le valió una nominación al Oscar.

Whedon no está nada contento con lo que acabó siendo Alien: Resurrection respecto a su guión original, y lo mismo puede decirse de la película de Buffy, the Vampire Slayer (1992) dirigida por Fran Rubel Kuzui y protagonizada por Kristy Swanson. Whedon escribió una historia de terror sobre una joven empoderada que subvertía el cliché de la rubia tonta que es la primera en morir en las películas de terror. Sin embargo, Kuzui convirtió la película en una comedia pop, lo que fue un golpe grande para Whedon. A pesar de no funcionar en taquilla, la película fue bien valorada en el mundillo, y le abrió a Whedon a desarrollar la serie de televisión, que acabó convirtiéndose en un fenómeno social y mediático, hasta el punto que se encuentra en muchas listas de las mejores series de la televisión.

En el mundo del comic, Whedon escribió en 2004 la estupenda Astonishing X-Men junto al artista John Cassaday para Marvel Comics, mientras que en 2007 escribió en Dark Horse el comic de Buffy que está en continuidad con la serie de televisión y sirvió de octava temporada.

Tras el fracaso de Firefly (provocado por FOX), dirigió Serenity (2005), su primer película como director. Tras otros trabajos y habiendo alcanzado la categoría de autor de culto dentro del ámbito mainstream, en 2010 fue contratado por Marvel Studios para escribir y dirigir Vengadores (2012), que ya es historia del cine.

La primera temporada de Buffy, Vampire Slayer fue emitida en 1997 en la cadena WB Network. Al tratarse de un concepto nuevo que no estaba claro si iba a ser popular, esta temporada contó con tan sólo 12 episodios, al ser emitida durante la parada de la midseason de otra serie completamente olvidada hoy en día. Whedon plantea una serie adolescente ambientada en el instituto de la ficticia localidad de Sunnydale en California, en el que cada episodio cuenta una historia autoconclusiva que sirve además para construir una narrativa a lo largo de toda la temporada. En este inicio, conoceremos además de a los protagonistas que el Instituto de Sunnydale está construido encima de una Puerta al Infierno, lo que hace que la ciudad atraiga todo tipo de criaturas sobrenaturales. La lucha contra El Maestro, un vampiro antiguo superpoderoso que intenta abrir esa puerta y desatar el Infierno en la tierra es la línea central de estos 12 episodios, que terminaron con un final cerrado satisfactorio en caso de que la serie no fuera renovada. Cosa que sí sucedió.

Inspirado por la exitosa X-Files que mostraba “el monstruo de la semana”, Whedon utiliza no sólo vampiros sino todo tipo de seres de la cultura popular, usándolos además de como punching-ball como metáfora para contar problemas reales de los adolescentes, como son el bullying y la cultura de la manada en las aulas, la invisibilización a chavales que sienten ser invisibles o la presión que algunos padres ejercen sobre sus hijos, queriendo vivir a través de ellos una vida que ya pasó. Y en general, los problemas y la ansiedad asociada a la adolescencia.

Whedon realizó labores de Showrunner, controlando todos los aspectos de la producción y supervisando los guiones que no escribía él directamente. Estos 12 episodios fueron dirigidos por Charles Martin Smith, John Kretchmer, Stephen Cragg, Bruce Seth (3 episodios), David Semel, Scott Brazil, Stephen Posey, Ellen Pressman, Reza Badiyi y el propio Whedon, que de guardó el último episodio de la temporada. Whedon además escribió los dos primeros episodios que marcaban el tono de la serie y el último, además del argumento de otros dos episodios. Whedon creó Mutant Enemy Productions para la escritura de los guiones, utilizando la técnica del “writers-room” en la cual se discutía entre todo el equipo los argumentos de la temporada y su desglose en cada episodio, que luego eran escritos por un escritor diferente. De esta manera, Además de Whedon, aparecen acreditados como escritores de esta primera temporada Dana Reston, David Greenwalt (3 episodios), Rob Des Hotel & Dean Batali (2), Matt Kiene & Joe Reinkmeyer y Ashley Gable & Thomas A. Swyden (2).

La serie es una fuente inagotable de referencias pop y a la cultura popular, y aunque es una serie con vampiros y todo tipo de monstruos, está planteada como una serie de aventuras con toques de humor con un target adolescente clarísimo, que evita la sangre y cualquier elemento que pueda ser mínimamente terrorífico, perturbador o polémico.

Me parece curioso como además de por su personalidad y belleza física, Buffy y Sarah Michelle Gellar se convirtieron en iconos de la época, al trasmitir perfectamente el feeling adolescente. En cada episodio la vemos cambiarse varias veces de vestuario, como pasa en la vida real, a cual más trendy y estupendo, y tiene unos problemas asociados a su edad relativos a la búsqueda del amor y a no querer que su destino de Vampire-Slayer la impida ser feliz y tener amigos con lo que los adolescentes sin duda podían empatizar completamente. Además, el propio argumento de hacer que una adolescente sea la protagonista y patee el trasero de los malos es super feminista (en el buen sentido) y empoderante para la juventud de la época.

Otro elemento muy pop de esta primera temporada que me parece interesante es la creación de The Bronze, un pub donde los estudiantes se reúnen después de clase. Entiendo que esto venía motivado principalemente por motivos presupuestarios, por la necesidad de tener un set donde situar algunas escenas fuera del instituto, pero Whedon lo aprovecha y hace que en cada episodio aparezca tocando un grupo pop/rock que entiendo estaba intentando despegar en esa época (spoiler, creo que ninguno lo consiguió), creando un detalle chulo que se salía de la norma a la que estábamos acostumbrados.

En relación a Buffy, debo reconocer que aunque vi algún episodio suelto, nunca me enganchó en su día. Soy de 1974, así que cuando se empezó a emitir en España en ¿1998 o 1999? yo tenía en ese momento 24 o 25 años. Y en ese momento, una serie adolescente muy ligera y casi de humor, a pesar de todas las referencias a la cultura pop, no encajaba con mis gustos post-universitarios, más interesando en David Fincher (Se7en es de 1995 y El club de la lucha del 99), John Woo (Broken arrow de 1995 y Face-off de 1997) o Darren Aronosfki y su réquiem por un sueño (2000). Pongo estos ejemplos que espero ilustren porqué nunca encontré una conexión emocional con esta serie como tampoco conecté (y sigo sin hacerlo) con Harry Potter, cuya primera película se estrenó en 2001. No tengo problema en decir que me pillaron mayor, y que entiendo sin embargo como ambos personajes sí han marcado la infancia / adolescencia de toda una generación.

Cuando me plantee el visionado de Buffy, lo primero que hice fue mentalizarme ante una serie con numerosos elementos que probablemente no han envejecido demasiado bien. Después de todo, estamos hablando que se estrenó en Estados Unidos en 1997, hace más de 20 años. Y a pesar de ir preparado, debo reconocer que esta primera temporada me ha resultado muy muy montonera. Floja incluso. Y eso que acepto los ridículos maquillajes de los vampiros, unos monstruos y efectos cutrillos y unas escenas de acción muy flojas, algo que ya esperaba teniendo en cuenta los medios y presupuesto de los que disponían para hacer televisión el siglo pasado y recordando los episodios que vi en su día y que ya es ese momento me parecían cutres.

Sin embargo, siendo esta primera temporada una correcta presentación de Buffy y su mundo, encuentro unos guiones super obvios y casi hasta infantiles, ni siquiera juveniles. Comentaba antes que me gusta que Whedon use monstruos como metáforas de problemas adolescentes, pero estos argumentos son totalmente “in-your-face” con cero sorpresas o matices, contado todo con brocha gorda.

Para hacer las cosas peores, odio a muerte a Xander. Entiendo que su personaje es el alivio cómico y tiene una función narrativa durante los episodios, pero me parece lamentable su humor y su caracterización como un salido que piensa que tiene que ligar con cualquier chica / mujer que pase por su lado. Igual que odio a Cordelia, el paradigma de chica popular asquerosa y egoista, otro personaje creado a brocha gorda de principio a fin, en esta primera temporada.

Además de mi aversión a estos personajes, el triángulo amoroso, que realmente es un cuadrado, provoca situaciones repetidas una y otra vez en estos episodios. Willow es una chica tímida enamorada de Xander en secreto, que no se entera a pesar de lo evidente que es, lo cual constituye otro de los motivos por los que le tengo manía. A su vez, Xander quiere ligar con Buffy, que le rechaza porque ha puesto sus ojos en Angel, un vampiro atormentado de más de 200 años que no quiere hacer daño a la adolescente, por lo que la rechaza (inicialmente) para no hacerla daño a la larga, ya que su relación es imposible.

Y hablando de Angel, la serie desde el minuto uno nos indica sin sutilezas que es el personaje que MOLA, envuelto como está en el misterio. Sin embargo, aunque nos dicen que mola, EN PANTALLA no hace nada que lo confirme, más bien al contrario. Y al menos en esta primera temporada, David Boreanaz es un actor monoexpresivo, con cara de “mira que serio y misterioso soy” todo el rato que tampoco ayuda a que empatice con él.

Aunque esta primera temporada me ha parecido correcta sin más, si encuentro destacable la narrativa de caso por episodio que construye una trama general que nos lleva hasta el climax en el último episodio. También encuentro positivo que Whedon no tiene problemas en crar una serie ligera sin más pretensión que la de entretener, cosa que creo que consigue razonablemente bien. Además, se que estos episodios apenas son la punta del iceberg y que, tras presentar a los protagonistas los vamos a ver crecer como personas a lo largo de las siguientes temporadas, y estoy seguro que lo voy a disfrutar.

De hecho, ya anticipo que ya empecé a ver la segunda temporada y todos los personajes me parecen mucho mejor escritos y la serie ha mejorado bastante, también en lo referente al villano principal, dado que El Maestro de esta primera temporado fue muy flojo. Flojo en si mismo y aún peor si lo comparamos con Spike o Drusilla, a los que hemos conocido en la segunda.

En resumen, esta primera temporada ha sido un comienzo flojo para una serie que estoy seguro va a mejorar y a la que le doy un voto de confianza.

Comparto el trailer de esta primera temporada:

Buffy The Vampire Slayer tiene un gran margen de mejora y espero compartir en breve mis impresiones de la segunda temporada.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

 

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¡Saludos a todos!

Crítica de Astonishing X-Men de Joss Whedon y John Cassaday

Joss Whedon y John Cassaday crearon entre 2004 y 2008 Astonishing X-Men, una sobresaliente etapa de 25 números que recuperaba la magia y el carisma de la etapa de Chris Claremont y John Byrne. No se me ocurre mejor halago.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Ahora en formato Omnibus, llega recopilada la etapa completa de Astonishing X-Men del super-equipo ¡Joss Whedon y John Cassaday! Ganador de múltiples premios Eisner, el comic de Whedon y Cassaday fue un éxito rotundo entre críticos y fans desde el primer número, ganando elogios de docenas de los principales medios de comunicación, incluidos Entertainment Weekly, Publishers Weekly, TV Guide y New York Magazine, así como acumular casi todos los premios importantes de la industria del cómic.

El creador de Buffy the Vampire Slayer, Joss Whedon y John Cassaday (CAPTAIN AMERICA, Planetary) reunieron a una alineación formada por Cíclope, Bestia, Wolverine, Emma Frost y la maravillosa Kitty Pryde, creando un ritmo frenético e innovador desde la páginas iniciales con el ataque de un Centinela al inesperado regreso de un X-Man muy querido por los aficionados. Luego, aprovechando el impulso inicial, aumentaron el peligro y el drama con un impactante segundo año, creando un libro de lectura obligada que realmente se puede llamar «¡asombroso!» Repleto de más de 40 páginas de extras, incluidas entrevistas con creadores, páginas de guiones, diseños de personajes y portadas variantes.

Joss Whedon es un veterano escritor, productor y director de cine, televisión y comics reconocido por sus ingeniosos diálogos, una sensibilidad planteada desde la combinación de géneros y sus fuertes personajes femeninos. Nominado al Emmy, es la tercera generación de escritores de televisión. Tras trabajar en la sitcom Roseanne, saltó al cine en 1989 con sus guiones para Buffy the Vampire Slayer, Alien: Resurrection y la nominada al Oscar Toy Story. Whedon volvió a la televisión para transformar el fracaso de la película de Buffy en 1992 en la serie aclamada por crítica y público Buffy The Vampire Slayer (1997-2003) y su spin-off Angel (1999-2004).  Aunque su siguiente serie Firefly (2002) fue terminada antes de tiempo, su popularidad en DVD consiguió que Universal diera luz verde a su continuación Serenity (2005). En 2012, Whedon hizo historia con Marvel Studios con Vengadores, consiguiendo que un sueño de los fans de los comics de superhéroes se hiciera realidad. Pero antes, entre 2004 y 2008 tuvo tiempo para escribir una de las etapas más celebradas del siglo XXI junto a su partner-in-crime, John Cassaday.

Nacido en Fort Worth, Texas, JOHN CASSADAY ha llamado hogar a la ciudad de Nueva York desde 1997, el mismo año en que irrumpió en la industria del cómic y el entretenimiento. En 1999, John co-creó la aclamada serie PLANETARY de DC / Wildstorm con Warren Ellis y en 2002 relanzó CAPTAIN AMERICA para Marvel Comics junto al guionista John Ney Rieber. Cassaday luego colaboró con Joss Whedon (Escritor / Director de THE AVENGERS) en la serie super-ventas Astonishing X-Men. El trabajo de John en Planetary and Astonishing X-Men le valió tres Premios Eisner al Mejor Artista consecutivos, un hecho sin precedentes hasta ese momento. El trabajo de Cassaday se ha exhibido en Hong Kong, Nueva York y el Instituto Smithsonian en Washington, DC. Además de sus proyectos de comics, John ha creado diseños para Ringling Bros. y Barnum Bailey Circus, Levi’s Blue Jeans, y la película Watchmen de Zack Snyder. John hizo su debut como director en la serie de televisión Dollhouse de Joss Whedon para Fox. Es miembro de la Society of Illustrators y del Director’s Guild of America.

Astonishing X-Men es un excelente ejemplo que demuestra que es posible que autores de prestigio que vienen al mundo del comic desde otros ámbito puedan triunfar creando un comic firmente asentado en la continuidad de los comics Marvel.

Por poner Astonishing X-Men en contexto, en 2004 estaba recién terminada la estupenda etapa de Grant Morrison en X-Men, que había significado un claro intento de hacer avanzar a la franquicia mutante hacia el siglo XXI, planteando nuevos conceptos y situaciones, aunque globalmente quedó bastante lastrada por un apartado artístico demasiado cambiante, con autores asfixiados por los plazos de entrega.

En contraste, el fichaje de Whedon para escribir los X-Men fue una de las grandes noticias del año y creó unas expectativas increíbles que me alegro poder decir que fueron totalmente satisfechas. Este enorme éxito es también fruto del enorme trabajo del dibujante John Cassaday con colores de Laura Martin. Cassaday fue otro fichaje de prestigio, tras hacer historia al crear junto a Warren Ellis de la maravillosa Planetary, además de dibujar una excelente (aunque corta) etapa de Capitán América.

Fruto de la aversión de Whedon hacia los crossovers y eventos que rompen los argumentos de las series regulares, Marvel accedió a mantener Astonishing X-Men fuera de eventos como House of M, Decimation, Civil War o Messiah Complex, lo que sin duda ayudó a que este comic tenga esta excelente sensación de etapa completa con comienzo y un final cerrado tristemente satisfactorio.

Otro hecho importante es que Marvel también permitió a Whedon y Cassaday a entregar estos comics sin la presión de los plazos de entrega mensuales, pudiendo ofrecer lo mejor de lo mejor de su trabajo y creatividad. De esta forma, los 24 números de esta serie junto al Giant-Size Astonishing X-Men que cerró la historia fueron publicados entre 2004 y 2008. Frente a la ley absoluta que los comics deben salir sí o si en su plazo, este comic es uno de los poquísimos que recuerdo de Marvel en el que la editorial dió a sus autores el tiempo que necesitaron. Astonishing X-Men se une de Ultimates de Millar+Hitch, Hawkeye de Fraction+Aja y el icónico Silver Surfer de Slott+Allred. Buena compañía para unas obras que deberían mostrar a Marvel cual debería ser el camino para conseguir obras que trasciendan.

Dentro que estamos ante una gran historia, Whedon planteó este comic divididos en 4 arcos: Gifted / Dotados (números 1-6), Dangerous / Peligroso (7-12), Torn / Rasgado (13-18) y Unstoppable / Imparable (19-24 y Giant-Size). Arcos más o menos cerrados que sin embargo plantean las semillas de lo que serán las claves del siguiente arco. En ese sentido, diría que se nota que Whedon (Nueva York, 1964) fue lector y fan de la clásica etapa de Chris Claremont en Uncanny X-Men, ya que veo muchas conexiones narrativas entre ambos. Empezando por el hecho que igual que hizo Claremont, Whedon hace que nuestra querida Kitty Pryde sea nuestros ojos que nos introducen a esta nueva versión de los X-Men.

Whedon plantea Astonishing X-Men como un retorno a los orígenes, mostrando que no hay nada malo en el concepto original de héroes que son temidos y odiados por la sociedad. En este sentido, que Scott Summer vocalice la necesidad de abandonar los trajes de cuero negro que marcaron la etapa de Grant Morrison, influido a su vez por la película de Bryan Singer, para volver a los trajes de superhéroes.

«Somos un equipo. Somos un equipo de superhéroes. Y creo que ya es hora de que empecemos a actuar como uno.» Es una excelente declaración de intenciones, que marca el retorno a la grandeza de estos personajes.

Otro elemento super interesante del estilo narrativo de Whedon, que en este caso creo que es consecuencia directa de su experiencia en televisión, es que Whedon consigue que cada comic individual ofrezca una experiencia lectora super satisfactoria, con sorpresas y momentazos alucinantes que conseguía que un lector veterano como yo vitoreara cada uno de los pases de página. De esta forma, la lectura serializada triunfa, los diferentes arcos ofrecen una experiencia completa satisfactoria, y el final del Omnibus nos da la guinda del pastel.

Aunque comentaba antes que Astonishing X-Men se mantuvo lejos de eventos y crossovers, la historia de Whedon está completamente situada en continuidad, y nos ofrece un perfecto retrato de unos personajes que son como de mi familia. Además, me gusta como Whedon sabe que es mejor centrarse en un equipo corto, formado por Cíclope, Bestia, Lobezno, Emma Frost y Kitty Pryde, a los que se les unirá Armor y la sorprendente y emocionante incorporación de Coloso. Este núcleo duro de seis miembros, cinco en el primer arco, permite a Whedon ejecutar sus afilados diálogos con los enfrentamientos filosóficos entre Kitty y Emma, o Scott y Logan, además de realizar una perfecta caracterización.

Otro elemento que me gusta de estos Astonishing X-Men es que Whedon evita utilizar a villanos clásicos como Magneto o La Hermandad de Mutantes Diabólicos. De esta forma, aunque en espíritu estamos ante unos comics super clásicos, la incorporación de nuevos villanos como Ord, embajador en la Tierra de BreakWorld, el Inteligencia artificial de Danger o la sorpresa de un renacido Club Fuego Infernal que no son lo que parecen, ofrecen aventuras y giros novedosos durante todos estos números. Además, Whedon crea a la Agente Brand, director de SWORD, la agencia terráquea que se encarga de amenazas extraterrestes, que no sabremos si es amiga o enemiga ya que realmente ella sólo busca conseguir sus objetivos sin importar el precio.

Además de escribir unos comics super entretenidos con unos personajes perfectamente definidos y grandes dosis de épica, emoción y menos humor del que hubiéramos pensado a priori, Whedon tiene además tiempo de introducir elementos interesantes que permiten una lectura más profunda, como la vacuna que la genetista Kavita Rao presenta para curar la «enfermedad» mutante, algo que nos recuerda las curas contra la homosexualidad que aún se ofrecen en algunos ámbitos ultra religiosos americanos.

Y justo en ese aspecto, me sorprende como un argumento suyo de 2008 tiene un reflejo muy interesante en nuestra sociedad actual, al mostrarnos como un grupo de gente oprimida a su vez busca oprimir a otros. En este aspecto, hay un diálogo brillante con Coloso de protagonista:

-«He oído discursos de hombre que decían buscar salvar al mundo. Veinte millones de mis compatriotas están enterrados bajos esos discursos.»

-«No soy una dictadora.»

-«La locura no está restringida a los poderosos.»

Sinceramente, en estos días de dictadura de lo políticamente correcto en el que minorías de todo tipo buscan criminalizar a la gente normal, he visto este discurso realmente profético. Y más si cabe si tenemos en cuenta el acoso e insultos que Whedon lleva sufriendo desde hace años por los flipados del Snyder-cut.

Whedon se nota que ama a estos personajes, ya que por encima de la aventura más grande que la vida, está un empeño claro en centrar toda su historia en los personajes y sus relaciones. Amo a Kitty Pryde, y ver su importancia en Astonishing X-men es algo que me alegra el corazón. Sus luchas contra Emma («Te estaré vigilando») y el amor que siente por Peter (Coloso) Rasputin forma el corazón de este comics. Pero además, consigue ofrecer una nueva luz a la relación de Emma Frost y Scott Summer, además de mostrar algunos de los momentos más emocionantes que recuerdo con Scott de protagonista.

«A mi, mis X-Men. Acabemos con esto», puede ser mi momento favorito de todo este comic, dentro que tengo 10 momentos posiblemente igual de favoritos y emocionantes.

Me he alargado mucho en el brillante guión de Whedon y en su filosofía de devolver la magia a los X-Men construyéndola a partir del clasicismo y de su esencia. Pero gran parte del éxito de este comic es sin duda gracias al sobresaliente apartado artístico de John Cassaday y Laura Martin al color. Fruto de la formación cinematográfica de Cassaday, una de sus señas de identidad es que sabe detener el plano en el momento más icónico posible, dibujando a unos personajes que son siempre reconocibles y que  transmiten en cada viñeta un enorme rango de emociones.

Narrativamente Cassaday es un maestro en la planificación de viñetas y en la creación de momentazos increíbles en cada números, con unas splash-pages históricas que ya forman parte del subconsciente colectivo del fandom.

Y como guinda del pastel, tenemos unos colores de Laura martin que no sólo son el complemento perfecto del arte de Cassaday, sino que ayudan a crear el tono perfecto a cada escena, como por ejemplo en el número cuatro cuando el color rojo transmite el feeling de las historias de espías con una tensión a punto de explotar.

Dentro que Astonishing X-Men globalmente me parece modélica y como fan veterano me encante, si tengo que decir algo menos bueno, diría que el final del tercer arco se me queda un poco corto, hasta el punto que no queda muy claro qué ha pasado con el villano de turno. En todo caso, este es un pero mu, mu pequeño para una serie que para mi es uno de los puntos altos de la Marvel Comics del siglo XXI.

Si no has leído Astonishing X-Men y tras leer esta reseña no te han entrado unas ganas locas de hacerlo, creo que algo no hice bien. Bromas aparte, este comic es un must-read absoluto para todos los fans de los comics Marvel que nadie debería perderse.

Y como guinda del pastel, no puedo más que compartir las primeras páginas de este comic que hicieron brotar lágrimas de alegría ante el retorno a casa de Kitty, y de todos los fans de estos maravillosos personajes.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

 

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