Casi dos años hemos tenido que esperar para poder disfrutar de la segunda temporada de La Casa del Dragón, la serie spin-of de Juego de Tronos ambientada más de un siglo antes de los sucesos de la serie principal. Hoy toca comentar mis impresiones del primer episodio emitido esta semana.
PUNTUACIÓN: 7/10
La serie transcurre 200 años antes de los eventos ocurridos en Juego de Tronos y cuenta la épica historia de la casa Targaryen.
Episodio 1. Hijo por hijo. Mientras Alicent se preocupa por el Consejo Privado de Aegon, Rhaenyra se enfrenta a una decisión trascendental.
En medio del bloqueo creativo que le impide terminar Canción de Hielo y Fuego, George R.R. Martin si pudo publicar en 2018 Fuego y Sangre, novela planteada para contar el origen de la Casa Targaryen antes de los sucesos de sus novelas previas.
Martin ha estado super implicado en la creación de esta serie, que ha sido creada por él, el guionista Ryan Condal y el director Miguel Sapochnik, director de alguno de los mejores episodios de Juego de Tronos. Condal es el showrunner de esta segunda temporada y ha escrito el primer episodio que se ha emitido esta semana, un capítulo dirigido por Alan Taylor, director también super asociado al mundo de Juego de Tronos. El músico Ramin Djawadi vuelve también con la icónica melodía original. La temporada consta de 8 episodios en lugar de 10, y se estima que ha contado de un presupuesto cercano a los 20 millones de dólares por episodio. Destacar además que antes del estreno de esta segunda temporada MAX dio oficialmente luz verde a la producción de la tercera, que visto lo visto ya no tengo claro que vaya a cerrar la historia.
Dentro del reparto encontramos a Emma D’Arcy como la Reina Rhaenyra Targaryen: Hija y heredera del Rey Viserys I Targaryen, primogénita y única superviviente de Viserys y su primera esposa, la Reina Aemma Arryn. Tras la muerte de su padre es coronada reina por sus partidarios, los «Negros», después de que su hermanastro usurpara el trono. Es una jinete de dragones que monta al dragón Syrax. Olivia Cooke interpreta a la Reina viuda Alicent Hightower: Compañera de infancia y mejor amiga de la princesa Rhaenyra Targaryen, y más tarde segunda esposa y reina consorte del rey Viserys I Targaryen. Alicent promueve el ascenso al trono de su hijo el Príncipe / Rey Aegon II Targaryen (Tom Glynn-Carney), lo que provoca la guerra abierta entre ambas facciones.
Matt Smith es el Príncipe Daemon Targaryen, el hermano menor del Rey Viserys I Targaryen y tío / marido de la Princesa Rhaenyra Targaryen. Daemon es un guerrero feroz y empuña la espada de acero valyrio Hermana Oscura. Es un experimentado jinete de dragones que monta al dragón Caraxes, también conocido como el «Wyrm de Sangre». Rhys Ifans es Sir Otto Hightower: El padre de la Reina Alicent Hightower y la Mano del Rey del pequeño consejo del Rey Viserys I Targaryen y continúa manteniendo su posición bajo el Rey Aegon II Targaryen. Cuando su hija se convirtió en reina, comenzó a conspirar para poner a su hijo mayor Aegon en el Trono de Hierro, en lugar de Rhaenyra, cosa que consiguió. Steve Toussaint es Lord Corlys Velaryon: El Señor de Driftmark y jefe de la Casa Velaryon, una de las familias más ricas y poderosas de los Siete Reinos. Conocido como «la Serpiente Marina», es el marino más famoso de la historia de Poniente. Eve Best como la Princesa Rhaenys Targaryen: Prima mayor de Viserys y Daemon y esposa de Lord Corlys Velaryon. Rhaenys es la única hija del Príncipe Aemon Targaryen, el difunto heredero e hijo mayor del Rey Jaehaerys I Targaryen, y de Jocelyn Baratheon, hermanastra de Jaehaerys.
El primer episodio de esta temporada ha resultado super continuista respecto al final de la primera temporada, repitiendo lo bueno, lo muy bueno y lo menos bueno. Y empezando por lo muy bueno, es una pasada volver al mundo de Westeros con una serie con un diseño de producción, un vestuario, unos decorados tan impresionantes e inmersivos, que consiguen meter al espectador en la acción desde el minuto uno. Se nota que La Casa del Dragón y en general la franquicia de Juego de Tronos es prioritaria para HBO y MAX, porque presupuestariamente hablando los productores tienen todo lo que necesitan para contar su historia de la mejor forma posible. Le alegrará saber a MAX que yo me he suscrito para ver La casa del dragón, lo que confirma el poder de convocatoria que tiene la serie.
Pensando en la primera temporada, ya comenté sobre ella que los actores super carismáticos de Juegos de Tronos empezaron en su momento como actores más bien verdes que tuvieron que hacerse con sus personajes. En el comienzo de la segunda temporada tengo que reconocer que Emma D’Arcy como la Reina Rhaenyra Targaryen, Olivia Cooke como la Reina viuda Alicent Hightower, Matt Smith como el Príncipe Daemon Targaryen o Rhys Ifans como Sir Otto Hightower son ya como de la familia. Los actores ya son los personajes y todos están fantásticos, dentro del pequeño problema de la serie de hacer a todas las mujeres como seres morales que intentan hacer siempre lo correcto, frente a unos hombres dominados por su sed de poder, violencia o depravación (aunque de momento esto último no apareció). Esto es una elección creativa fruto de los tiempos de corrección política que le resta complejidad a los personajes sobre todo femeninos, pero en realidad me gustan mucho ellas y los papeles que tienen que jugar.
En La casa del Dragón el conflicto se plantea porque ambas reinas, Rhaenyra y Alicent creen que tienen la razón y su deseo de reinar se ajusta a la ley y a los deseos del Rey Viserys. Esto hace que la lucha que se prevé pueda ser más dramática si cabe, dado que no estamos ante una situación de buenos y malo. En ese sentido, me gustó la promoción de la serie por parte de MAX, que destacaba el aspecto de TEAM GREEN y TEAM BLACK invitando a los espectadores a que tomaran partido por una reina y la otra. Parte del problema parte en que aunque las reinas buscan una solución pacífica al conflicto, los hombres a su alrededor si quieren una guerra sangrienta. Y pensando en el cliffhanger del episodio, ahora sí que no hay duda que los Hightower se van a lanzar a una guerra abierta contra Rhaenyra Targaryen.
Debido a los dos años transcurridos entre temporadas, reconozco que sólo recordaba detalles a nivel general. Sin embargo, tengo que decir que el episodio consiguió que me pusiera al día sin problemas, recordando sobre la marcha la situación en la que se encuentra cada bando. En este sentido, ver de nuevo a los Stark y el Muro resultó una pasada, luciendo el muro tan impresionante como lo recordaba. Y hablando de impresionantes, los dragones han aparecido poco pero lo que los vimos resultó chulísimo.
Antes de escribir esta reseña volví a leer la reseña que hice de la primera temporada, y me parece curioso que una sensación que me dejó este episodio es igual a lo que sentí durante toda la primera temporada. Y es que este primer episodio en realidad está bien, pero transmite la misma idea anterior sobre que el episodio realmente bueno donde la situación estallará definitivamente será el siguiente, algo que nunca llegó, pensando en el anticlimático final de la temporada. Tras la muerte del Rey Viserys la serie sugería que la guerra abierta entre las facciones de la Reina Rhaenyra Targaryen y Reina viuda Alicent Hightower era inminente, pero se terminó la temporada sin empezar la guerra, dejándolo todo para esta segunda. Y tiene sentido que el inicio de esta segunda temporada se plantee como presentación de los distintos jugadores, pero de nuevo la sensación que me dejó es que «el próximo será mejor». Y espero no sea la tónica, porque yo quiero que el episodio bueno sea EL QUE NOS EMITEN ESA SEMANA.
Esta sensación es fruto de una narrativa más pausada que lo que nos acostumbró Juego de Tronos, al tener sólo dos tramas que cubrir, la de los Targaryen en Dragonstone y la de los Hightower en Desembarco del Rey. Pensando que la temporada son ocho episodios en lugar de diez y sobre todo el hecho dramático que tiene lugar en Desembarco provocado por Daemon Targaryen, espero que ahora ya si la guerra de declare oficialmente, aunque el despliegue de los ejércitos llevará algún tiempo.
Como digo, si tengo que ponerle un pero a este episodio sería que no ha sido una pasada, sólo está bien en su papel de recordar donde se encuentran las fichas del tablero de cara a los sucesos que están por llegar en próximos episodios. En todo caso, he pagado encantado mi suscripción a MAX y planeo ver cada episodio el mismo lunes que se estrene en España, por lo que difícilmente puedo decir algo negativo de esta serie. Por cierto, comentaba que MAX ha confirmado la producción de la tercera temporada, pero pensando que el propio Martin expresó en 2022 que él pensaba que la duración óptima para contar su historia sería cuatro temporadas, espero que MAX haga lo correcto y deje que la historia tenga la extensión adecuada. Por favor, que no la caguen con La casa del Dragón.
Comparto el trailer de esta segunda temporada de La casa del dragón:
La casa del dragón ha empezado de modo lento y continuista. Pero se ha ganado el derecho de contar la historia al ritmo que estimen más conveniente.
PUNTUACIÓN: 7/10
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