Tras ver X-Men (Bryan Singer, 2000) y X-Men 2 (Bryan Singer, 2003), llega el momento de comentar mis impresiones de X-Men: La decisión final, película dirigida por Brett Ratner que se estrenó en 2006 que a pesar de su éxito económico destruyó durante años a la franquicia mutante creada por Fox.
PUNTUACIÓN: 5/10
Último capítulo de la trilogía cinematográfica «X-Men». Un hecho amenaza con alterar el curso de la historia. Por primera vez, los mutantes pueden elegir: o conservar su singularidad, condenándose al aislamiento, o renunciar a sus poderes y convertirse en seres humanos normales. Los líderes de los mutantes sostienen puntos de vista antagónicos: mientras Charles Xavier aboga por la tolerancia, Magneto defiende la tesis de la supervivencia de los más aptos. (FILMAFFINITY)
Brian Singer abandonó la franquicia mutante al firmar con Warner para relanzar Superman en lo que fue la fallida Superman returns (2006). Fox empezó la búsqueda del nuevo director e incluso llegó a tener firmado a Matthew Vaughn, que acabó abandonando la producción por problemas familiares al no poder cuadrar las agendas de rodaje. Finalmente, Fox contrató a Brett Ratner (Rush Hour 1 y 2, El dragón rojo) para dirigir la película. Ratner no había leído comics ni conocía de nada a los personajes, así que confió totalmente en que los guionistas supieran hacer un buen trabajo.
Dan Harris y Michael Dougherty, los escritores de X-Men 2 también se fueron con Singer para escribir el guión de Superman Returns, por lo que Fox contrató a Simon Kinberg (guionista en ese momento de XXX state of the Union y Mr & Mrs. Smith) y Zak Penn, que escribió la historia de X-Men 2. Usando una estrategia similar a la empleada en X-Men 2, los productores Lauren Shuler Donner, Ralph Winter y Avi Arad, hacían que cada escritor creara su propio guión para luego fusionar los mejores elementos de ambos en la historia definitiva.
El problema principal de la película viene ya desde el guión, al optar por utilizar dos tramas de los comics en la película. Kinberg y Penn adaptaron la mítica Saga de la Fénix Oscura de Chris Claremont y John Byrne, unida al argumento del primer arco de Astonishing X-Men de Joss Whedon y John Cassaday, «Gifted», en la que la doctora Kavita Rao encuentra una cura para la «enfermedad» mutante. La saga de Fénix es una de las historias más celebradas de toda la historia de los X-Men, mientras que Gifted fue publicada en 2004.
El rodaje tuvo lugar entre agosto de 2005 y enero de 2006 en Vancouver, donde también se rodó X-Men 2, y contó con Dante Spinotti como director de fotografía, montaje de Mark Helfrich, Mark Goldblatt y Julia Wong, además de música de también recién llegado a la franquicia John Powell, que además de crear temas nuevos optó por emplear algunas de las melodías más conocidas de la franquicia.
X-Men: La decisión final contó con un presupuesto de 210 millones de dólares, un de los más elevados de la época y casi un 50% superior al de X-Men 2, y recaudó más de 460 millones en todo el mundo. A pesar de no ser la más rentable (X-Men 2 recaudó 400 millones a partir de un presupuesto inferior a los 140 millones), se convirtió en un éxito de taquilla y la película con mayor recaudación de la franquicia, a pesar de que dejaba la franquicia en una situación muy complicada debido al destrozo que causó en los mutantes.
En el reparto de X-Men 3 veremos el retorno de Patrick Stewart (Charles Xavier), Hugh Jackman (Logan / Lobezno), Famke Janssen (Jean Grey), Halle Berry (Ororo Munroe / Tormenta), James Marsden (Scott Summers / Cíclope), Anna Paquin (Anna / Rogue), Ian McKellen (Erik Lehnsherr / Magneto), Rebecca Romijn-Stamos (Raven Darkhölme / Mística), Shawn Ashmore (Bobby Drake / Iceman), Aaron Stanford (John Allerdyce / Pyro) y Daniel Cudmore (Peter Rasputin / Coloso).
Además de todos estos actores, se estrenan en la película Ellen Page (Kitty Pryde), Kelsey Kramer (Hank McCoy / Bestia), Ben Foster (Warren Worthington III / Angel), Dania Ramirez (Callisto), Vinnie Jones (Cain Marko / Juggernaut), Eric Dane (James Madrox / Multiple Man) o Cameron Bright como Jimmy / Sanguijuela, el mutante cuyos poderes son anular las habilidades de otros mutantes y de cuya sangre y ADN las industrias Worthington y la doctora Kavita Rao (Shohreh Aghdashloo) han desarrollado «La Cura». Como véis, un casting monumental que era imposible que pudiera brillar en pantalla.
Como curiosidad, X-Men La decisión final fue la única película hasta la fecha que contó con los 5 X-Men originales (Cíclope, Chica Maravillosa, Bestia, Ángel y Hombre de Hielo), aunque no comparten ningún momento en pantalla.
Entrando en materia, X-Men La Decisión final hubiera podido ser una gran película. El problema es que para ello hubiera tenido que durar al menos 30 minutos más para haber podido desarrollar mejor las dos tramas de la película y haber tenido unos escritores preocupados por crear los impactos emocionales CON los personajes, en lugar de convertirlos en carne de cañón a los que usar y tirar.
El caso es que los 30 primeros minutos pintan muy bien mientras conocemos las dos tramas principales, el descubrimiento de una cura de las habilidades mutantes creada por un empresario avergonzado porque su hijo es mutante (Warren Worthington, el Angel), y el descubrimiento que Jean Grey sobrevivió a su aparente muerte al final de X-Men 2 con unos poderes amplificados exponencialmente, lo que la convierte en una amenaza real para la superviviencia del planeta.
El problema es que la película sólo dura 104 minutos, y en seguida descubrimos que todo el interés de Ratner es saltar de una set de acción a otro lo más rápido posible, sin dejar que los numerosos dramas que vamos viendo consigan calar en el espectador. Aunque el prólogo en la que unos jóvenes Charles Xavier y Magneto van a reclutar a una adolescente Jean Grey con problemas psíquicos provocados por la aparición de sus habilidades mutantes, esto sólo se vera reflejado en una escena durante la película, protagonizada por Logan y una adulta Jean, para llegar a continuación al climax final. Demasiado poco, desaprovechando el magnífico material de base de los comics.
X-Men La decisión final es un ejemplo clarísimo de «secuelitis», en la que los productores creyeron que el público demanda «más acción, más drama», y eso por si solo va a conseguir que sea una buena película. Y claramente, no fue así.
Es curioso como a pesar de contar con el mayor presupuesto hasta la fecha, X-Men La decisión final se ve cutre en casi todas las escenas, con la única excepción del climax final entre Fénix y Logan. Juggernaut o los poderes de Callisto y Tormenta lucen terribles en pantalla, y se notan un mal uso de los efectos digitales en los poderes de curación de Lobezno o la pelea final en la que unos genéricos mutantes saltan por que sí hacia unos soldados primero y luego contra los X-Men.
Incluso el ver por fin la Sala de Peligro o a un Centinela en la sombra, algo que no pudimos ver en las películas previas debido a problemas presupuestarios, cuando finalmente llegó se ve cutre total, robándole al momento de la potencia visual que debería haber tenido.
Los actores hacen lo que pueden con el guión, y lo cierto es que me gustan Patrick Stewart y Hugh Jackman, transmitiendo muy bien el drama moral al que se enfrentaron. Lo malo es que Stewart casi no está en pantalla, víctima de la sangría provocada por el guión de Kinberg y Penn. Asímismo, Ian McKellen se queda en un villano de opereta totalmente desaprovechado, malogrando el argumento inicial que indicaba que tenía razón ante la amenaza que esta Cura significaba para los mutantes ante la inevitabilidad de que fuera utilizado como un arma por los gobiernos.
Como fan de los comics Marvel, uno de los chascos más grandes que me llevé en una sala de cine me lo llevé viendo esta película cuando los guionistas mataron a Scott Summer tras 1 sola escena en pantalla. Esta decisión me pareció terrible no sólo por esta película, sino al confirmarse cómo FOX habría desaprovechado y casi maltratado a uno de mis personajes favoritos durante no una, sino tres películas. Algo inconcebible y que indica la nula conexión de los guionistas con estos personajes.
Años más tarde descubrí que esta casi nula aparición vino también provocada porque James Mardsen también abandonó la franquicia junto a Bryan Singer por un papel en Superman Returns, al asumir con naturalidad que en películas corales como esta era imposible que todos los personajes pudieran brillar, y en ese caso le había pasado a él. Saber que Mardsen entiende la naturaleza del negocio no hace que mis sentimientos hacia el maltrato de Scott disminuyan, algo que se vió acrecentado al ver a mitad de la película como los mutantes le hacen un funeral a Charles Xavier, y se olvidan completamente de Scott a pesar de saber que también había muerto, un detalle muy sucio y rastrero, que no queda compensado por ver su tumba junto a la de Jean al final.
Como decía al principio, el principal problema de la película es un guión que parte el visionado en dos sin llegar a desarrollar correctamente ni la trama de Fénix Oscuro ni la de la Cura. Tras matar a Xavier, Jean se pasa 35 minutos largos literalmente sin hacer nada plantada al lado de Magneto. Y aunque la trama de la Cura que provoca la reacción violenta de Magneto empieza bien y plantea un interesante dilema ético, queda sepultado ante uno de los más terribles clímax de una película comercial, creando una asalto de alcatraz realizado por mutantes random que no pintan nada que da un poco de vergüenza ajena. Si realmente FOX sólo iba a dejar estrenar una película de 100 minutos, hubiera deseable optar por una historia o por la otra, y haberlas hecho bien. No esto que hicieron.
El guión como véis me parece terrible y la dirección de Ratner mediocre y muy poco inspirada. En todo caso, reconozco que hay algunos buenos momentos en la película, como son el primer vuelo de Ángel, la interpretación de Kelsey Kramer como Hank McCoy (a pesar del maquillaje) y la frescura juvenil de Ellen Page como Kitty Pryde. El problema es que es demasiado poco, demasiado mal ejecutado. Junto a estos aciertos en lo relativo al casting, veo el problema de dar a Halle Berry (Tormenta) los principales momentos emotivos en la película cuando ella es una actriz muy limitada que no sabe conseguir transmitir el impacto emocional que deberían.
La mayoría de cameos, y hay un porrón, quedan deslavazados y sin fuerza debido a que no han construido una conexión emocional entre esos personajes y el espectador en primer lugar, confiando que nosotros rellenemos los huecos con nuestros conocimientos de la historia mutante. Además, ya empezamos a ver algo que se vió acrecentado en las siguientes películas, y es que los fans ya no nos conformamos con que salgan en pantalla como pasaba en la primera X-Men, queremos que se comporten según su esencia y hagan algo útil para la trama. Ver personajes floreros ya no funciona ni nos perece suficiente. En este sentido, de también un poco de pena ver el pequeño papel que la película guarda para Anna Paquin (Pícara).
A pesar de una escena post-créditos en la que se intuye que Xavier puede estar vivo en el cuerpo de otro mutante y del final en el que quizá La Cura no es tan definitiva como se pensaba, este película dejó herida de muerte a la franquicia, lo que obligó a Fox a replantearse la franquicia. Menos mal que llegó Matthew Vaughn para salvarles, gracias a la escelente X-Men: First Class, película que veré en breve y sobre la que escribiré mis impresiones en los próximos días.
Comparto el trailer de la película:
X-Men: La decisión final es entretenida pero totalmente fallida y dejó herida de muerte a la franquicia. En todo caso, entiendo que para todos aquellos espectadores que no sean fans de los comics, puede resultarles más o menos entretenida.
PUNTUACIÓN: 5/10
Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.
¡Saludos a todos!
Debe estar conectado para enviar un comentario.