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Crítica de Patrulla-X 11, X-Force 24 y Lobezno 22 (Marvel Comics – Panini)

Vuelvo a mi artículo mensual para comentar mis impresiones de los comics mutantes que compro en la edición española de Panini: Patrulla-X de Gerry Duggan, Pepe Larraz y Marte Gracia, X-Force de Benjamin Percy, Robert Gill y Guru-eFX y Lobezno de Percy, Adam Kubert y Frank Martin

PATRULLA-X 11 de Benjamin Duggan, Pepe Larraz y Marte Gracia

¡La apuesta más alta! Las mujeres de La Patrulla-X han llegado a Mundojuego. Puede que sea cierto el tópico de que la banca siempre gana, pero las mujeres-X están dispuestas a cambiar todas las presunciones. Mientras tanto, El Día del Juicio se aproxima. 

Este número contiene X-Men 11 USA.

Con Pepe Larraz todo luce mejor. Esta obviedad es algo que la oficina mutante debería grabarse a fuego, porque los meses que pasan entre una grapa de Larraz y la siguiente se hacen eternas. Y eso agradeciendo que Javier Pina ha conseguido cubrir el hueco de forma más que aceptable en los meses previos. Pero el retorno de Larraz me parece una pasada, con el plus de tener un número en el que las chicas toman el control vestidas con los trajes de fiesta de la pasada edición de la Gala Fuego Infernal.

Tras 10 meses con aventuras más o menos autoconclusivas, Gerry Duggan plantea esta grapa como la primera parte de dos con el final de fiesta que cierre las principales líneas argumentales de esta primera temporada: La amenaza de Mundojuego presente desde la primera grapa y la figura de Doctor Stasis que consiguió matar a Cíclope en Nueva York hace unos meses.

El comic se beneficia enormemente del dibujo dinámico y lleno de personalidad de Larraz, pero me gusta que la planificación de Duggan consiga ofrecer el climax que los fans de los mutantes llevábamos demandando al título. Teniendo en cuenta el cliffhanger en Mundojuego y la sorprendente identidad de Doctor Stasis, tengo claro que el número siguiente aún se ha guardado algún as en la magna y que el final va a ser más que satisfactorio.

Comparto páginas de este comic:

PUNTUACIÓN: 8/10

X-FORCE 24 de Benjamin Percy, Robert Gill y Guru-eFX

¡Es Quentin Quire, j#d¢r! Cerebrax acecha la isla de Krakoa y nadie está a salvo. Su apetito por las mentes es insaciable. ¿Pero qué ocurre cuando absorbe la mente y los poderes de los más poderosos mutantes? X-Force tendrá que resolverlo… ¡con Quentin Quire al frente!

Este número contiene X-Force 27 USA.

Benjamin Percy se ha sacado de la manga una amenaza muy loca y muy gore, una unidad Cerebro desquiciada que no sólo ha adquirido consciencia, sino que adquiere las habilidades de los mutantes a los que come el cerebro. Dentro que los comics de superhéroes no son lecturas sesudas y únicamente busco que me ofrezcan un buen entretenimiento, acepto barco como animal de compañía. Pero esto es un WTF?! Terrorífico en el momento en que empieces a pensar mínimamente en ello. Junto a la amenaza que supone Cerebrax, Percy usa esta grapa para poner en el escaparate a un Quentin Quire que parece que está usando su puesto en X-Force para granjearse unas ventajas físicas un tanto perturbadoras. En este sentido, las posibilidades que se abren ante esto pueden ser más que interesantes si es que Percy realmente busca desarrollarlo y no se queda en ua broma macabra puntual. De hecho, realmente me gustaría que desarrollaran esto y viéramos nuevos usos en próximos números. Lo que no me gusta es la forma en que Percy ha convertido a Quire en un pusilánime que sigue llorando por las esquinas que su novia le abandonara hace unos meses. Es curioso cómo todas las mujeres de Krakoa son heroínas fuertes y duras, pero los hombres (Quire es apenas un chaval) no deja de dar un poco pena. Esperemos que Percy tenga un arco interesante para el personaje que justifique su naturaleza de mutante Omega que debe ser importante para el futuro mutante, y no lo reserve para ser únicamente el alivio freak de X-Force que en cierto sentido ha sido hasta el momento.

En el apartado artístico, Robert Gill sigue como dibujante titular de X-Force. Y no es que esté por debajo de Pepe Larraz o Adam Kubert que lo está, sino que la propia portada nos recuerda lo mucho que mola Joshua Cassara y que el interior no está a la altura. Gill con color de Guru-eFX está correcto y espero que con el paso de los meses aún pueda dar un salto de calidad y yo esté aquí para verlo, pero de momento artísticamente el comic no pasa de correcto sin más con una falta de chispa sobre todo en lo referido a las facciones de los personajes y a que me transmitan personalidad. Para los momentos gore Gill si está a la altura y consigue sorprenderme en la escena de acción entre Logan y Cerebrax.

PUNTUACIÓN: 7/10

LOBEZNO 22 de Benjamin Percy, Adam Kubert y Frank Martin

Superados en número y contra las cuerdas, Lobezno desata su furia salvaje y Masacre abraza sus mortíferas habilidades de lucha, en un último esfuerzo por salvar vidas mutantes. ¿Pero cómo pueden luchar contra una Patrulla-X robot?

Este número contiene Wolverine 21 USA.

Es muy posible que dentro de cuatro o cinco meses esté un poco harto de Masacre, de sus chorradas pseudo-graciosas y su ruptura de la cuarta pared. Mientras ese día llega, la verdad es que me lo he pasado genial en esta segunda parte de la buddy-movie de Logan y Wade. La forma en que Masacre se hace con el control del comic me parece realmente divertida. Control en cuanto a historia, al descubrir lo que estaba haciendo antes de la reunión con Logan en el número anterior, y con el retorno de secundarios de sus colecciones anteriores. Pero control también literalmente al cambiar incluso los títulos de crédito y la página de resumen. La aventura es un poco una patochada, con unos robots copiando a Logan que se sacan un poco de la manga, pero tengo que reconocer que el entretenimiento es máximo.

Adam Kubert con Frank Martin al color es un seguro de vida y sabes que con él el comic va a lucir super dinámico. Dicho esto, la verdad es en esta grapa le vi un pelín demasiado acomodado, repitiendo el diseño de “catedral” con el que me sorprendió en la anterior grapa. Kubert suele plantear diseños de página atractivos y novedosos, pero en el momento en que se repite a si mismo dos meses seguidos, lo que tiene de dinamismo se pierde y todo lo que queda es repetición de esquemas. Hecha esta salvedad, la verdad es que el comic me ha gustado y creo que el dibujo está muy bien y la historia me ha dejado con ganas de más. No se puede pedir más.

Comparto las primeras páginas del comic:

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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¡Saludos a todos!

Los problemas de los mutantes de Krakoa

Llevo tiempo comentando cómo cada vez conecto menos con los comics de la franquicia mutante de Marvel Comics. Desde las reseñas de este blog a los comentarios en Twitter, creo que la cosa empezó a torcerse el año pasado con la Gala Fuego Infernal 2021, adquirió tintes surrealistas con El juicio de Magneto, y más recientemente tampoco me gustaron distintos elementos de Inferno, X Vidas / X Muertes de Lobezno o el estreno hace unos días de Inmortal Patrulla-X . Así que creo que es buen momento de sentarme a reflexionar en los motivos de ese rechazo.

Empezando por el comienzo, si soy lector de comics es gracias a La Patrulla X de Chris Claremont. Junto a un numeroso grupo de los mejores artistas del medio (John Byrne, Dave Cokrum, Paul Smith, Alan Davis, John Romita Jr., Barry Windsor-Smith, Marc Silvestri, Jim Lee,…) Claremont hizo que me enamora del mundo del comic en general y de estos personajes y su idea de búsqueda de coexistencia pacífica entre humanos y mutantes, con el clásico lema «temidos y odiados, defienden un mundo que han jurado proteger» que explicaba sus motivaciones. Los X-Men en sus diferentes versiones eran un canto a la tolerancia y al respeto por el diferente, y personajes como Kitty Pryde, Kurt Wagner o Logan se convirtieron casi en miembros de mi familia, desde luego como si fueran amigos de siempre.

Tras la desastrosa etapa de Brian Michael Bendis en los mutantes, que como siempre planteaba ideas interesantes que acabaron no llegando a ningún lado, le siguieron unos años aún peores con Jeff Lemire y otros autores que dejaron heridos de muerte a la franquicia. Aparte de estar en unos años en que la propia Marvel parecía estar boicoteando sus propios comics debido a la lucha generada por los derechos cinematográficos que en ese momento tenía Fox. Tras unos años terribles, estaba claro que la franquicia necesitaba un revulsivo, y en eso Jonathan Hickman es un maestro. El relanzamiento de la franquicia en House of X – Power of X (HoX – PoX) significó un brillante cambio de rumbo que al menos en ese momento me voló la cabeza y que abría todo un mundo de nuevas posibilidades a cual más interesante.

Sin embargo, a medida que pasaron los meses, el impulso e interés inicial fueron desvaneciéndose. Hay elementos de base que se han demostrado problemáticos, como es todo lo relativo a las resurrecciones que han eliminado toda posibilidad de drama o sensación de peligro a nada que les pase a los personajes. También es normal que dentro de una línea editorial tan grande como los mutantes haya comics buenos como X-Force de Benjamin Percy, Cable de Gerry Duggan o Senda de X de Simon Spurrier y otros terribles como Excalibur de Tini Howard, los Nuevos Mutantes de Vita Ayala o el antes mencionado El Juicio de Magneto de Leah Williams. Esto es esperable, y mientras las colecciones centrales de la franquicia acierten, no habría problema real.

Sin embargo, el problema es que era la propia colección de la Patrulla X de Hickman la que más claramente mostraba el problema de base de la franquicia, con unos comics que no siendo malos, si eran 99% worldbuilding y 1% caracterización de los personajes, ofreciendo historias que parecían decirle al lector que aunque este comic concreto no era muy bueno, tranquilo que los siguientes serían mejores. Repetido en bucle casi todos los meses. Al final, estamos hablando de gustos personales totalmente subjetivos, pero en mi caso me cuesta muchísimo conectar con su estilo frío que pone su trama enrevesada por encima de los personajes. Y a veces se nos olvida que sus Secret Wars con Esad Ribic son una maravilla que esconden la realidad que el último año de su etapa-río en Vengadores y Nuevos Vengadores fue un horror que se hizo eterno y costaba leer. No sólo eso, es que he intentado volver a leer estos comics dos veces recientemente y tuve que dejarlos porque me echaron para atrás.

Hay otro tema unido al poner por encima la trama a los personajes, y es que muchas ocasiones, Hickman (no sólo él, claro, Bendis hacía exactamente lo mismo) forzaba a los personajes con situaciones que les colocaba fuera de su caracterización icónica más reconocible con tan de conseguir que el comic llegara a donde él necesitaba narrativamente dentro de su historia río. Si trabajas en comics de creación propia puedes hacer lo que quieras con los protagonistas de por ejemplo Los Proyectos Manhattan, pero cuando lo haces con Los Vengadores o en este caso con los X-Men, es normal que estos comics empezaran a chirriar a mucha gente.

El mundo del entretenimiento con el que crecí era uno dedicado a expresar cantos a la unidad y a que todos somos iguales, ciudadanos libres con los mismos derechos y obligaciones que tenemos derecho a vivir nuestra vida como queramos. Vive y deja vivir, respetando las diferencias que cada uno tengamos. Sin embargo, las revoluciones sociales e identitarias de este siglo XXI han puesto el foco en destacar las diferencias, propagando una revolución identitaria que busca ponerte siempre en contra de un enemigo «sistémico». Una filosofía que lo ha invadido todo, especialmente el ocio y los medios de comunicación. Ahora mismo, tú como individuo libre no importas, estos grupos quieren englobarte dentro de una unidad que sería tu nacionalidad, tu raza, tu género o tu identidad sexual que marca, según ellos, lo que tienes que sentir, votar o expresar.

Aunque me alejo del tema principal, esta polémica ya se vio en 2013 en las páginas del mítico Uncanny Avengers #5 de Rick Remender y Olivier Coipel, en el que Alex Summer realizaba un polémico discurso que ofendió a muchos:

Usamos estas cosas para que la gente no sepa quiénes somos. Pero quiero que sepas exactamente quién soy. Mi nombre es Alex Summers. Soy alumno del profesor Charles Xavier. Este equipo es una encarnación de su simple sueño de todas las personas trabajando juntas. Una pelea más importante ahora que nunca. Recientemente, el mundo vio a mi hermano Scott infundido con el poder de un Dios. Y aunque trató de hacer un cambio duradero para arreglar lo que vio como roto, ningún hombre debería jamás tomar medidas unilateralmente o elegir por tantos. Es arrogancia. Nunca vi las cosas como las veía mi hermano, y luego nuestras opiniones divergieron aún más. No me veo a mí mismo como nacido en un culto o religión mutante. Tener un Gen-X no me une a nadie. No me define. De hecho, veo la misma palabra mutante como divisiva. Pensamientos antiguos que sirven para separarnos aún más de nuestro prójimo. Todos somos humanos. De una tribu. Estamos definidos por nuestras elecciones, no por la composición de nuestros genes. Así que, por favor, no nos llamen mutantes. La palabra «M» representa todo lo que odio… ¿Qué tal [llamarme] Alex?

Precisamente el discurso de Alex Summer intentaba poner al individuo por encima del estereotipo identitario. Júzgame por mis actos y no por el color de mi piel, mi género o mi orientación sexual. ¿No debería ser ese el ideal al que toda persona normal debería aspirar? No, aparentemente no. En un momento de auge de los identitarismos de todo tipo que preconizan que tu yo individual no importa y que lo importante es la tribu a la que perteneces (quieras tú o no), que alguien dijera todo lo contrario no podía permitirse. Ni siquiera dentro de un pequeño comic mainstream que apenas vendió 84.000 ejemplares podía expresarse una idea que chocaba con el discurso excluyente que desde hace tiempo se estaba construyendo desde las universidades americanas y ha ido ocupando todos los espacios de diálogo. Las redes sociales ardieron hasta el punto de asegurarse por varios medios online que Remender promovía «un discurso que aboga por la asimilación cultural y el abandono de la identidad cultural de una minoría.» No importa que 1.000.000 mutantes piensen diferente a Alex, Remender no podía crear con efectos dramáticos que su personaje opinara diferente a la mayoría, algo que por otra parte entraba dentro de su caracterización y de las múltiples diferencias con su hermano Scott. Y el caso es que el hecho que Alex en ese momento de su vida opine y se sienta así no significa que tenga razón o que la idea sea correcta para otros mutantes o personas en general, sólo para él dentro de su momento vital. Pero, claro, en el entretenimiento no se permite ni siquiera una voz discordante. Aparte de la locura que es suponer que porque un personaje escrito por Remender afirme una cosa, él piensa lo mismo aplicado sobre asuntos del mundo real. Sin embargo, mucha gente si lo pensó en ese polémico mes de marzo de 2013.

Este hecho que podría considerarse anecdótico de hace casi una década al final podría decirse que mostró el germen que resalta la diferencia filosófica en que se asienta el mundo de Krakoa de 2022. Del «temidos y odiados, defienden un mundo que han jurado proteger» de los años 80 de un Claremont que proponía la coexistencia pacífica de todas las razas y minorías en una sociedad igualitaria en la que todos podrían convivir en harmonía, se ha pasado a una raza mutante orgullosa de serlo que cree ser «superior», vive aislada en su isla en una sociedad segregada que no permite el contacto con los humanos inferiores, realizando actos que si los hiciera cualquier otro personaje (pensemos en Cráneo Rojo, por ejemplo), nadie dudaría en calificar de «racista». Estas decisiones narrativas de Hickman al final no hacen más que conectar con las teorías identitarias excluyentes que comentaba antes que llevaban años en el ambiente de la sociedad americana. Puedo entender que estas ideas puedan gustar a un afroamericano excluyente o a una feminista radical de nueva ola, pero mi yo lector veterano que he leído a estos personajes durante casi 40 años cree que esto es una aberración que va contra la esencia de los personajes.

Hasta tal punto personajes claves como Charles Xavier estaban fuera de personaje, que muchas teorías que circulaban por la red durante el primer año y pico especulaban con que Moira debía haberle lavado el cerebro a él y a Magneto para que hicieran su voluntad, porque el verdadero Xavier jamás actuaría de esa forma. Por ejemplo, en el final de Patrulla X + 4 Fantásticos en cuando Xavier le borra a Reed Richards parte de sus recuerdos y se regodea con ello diciéndoselo a la cara, para que no pueda usar esas ideas en el futuro contra los mutantes.

Una cosa es que los mutante ya no pongan la otra mejilla. Pero esa no es una idea nueva de Hickman, hace muchos años que no lo hacen, diría que al menos desde la creación de X-Force de Craig Kyle y Chris Yost en 2008, cuando los mutantes crearon su grupo de black-ops asesinos que acabaran con las amenazas que acechaban a los mutantes antes de ser atacados. Y otra es que Lobezno en X Muertes de Lobezno 4 haga una lobotomía a un humano que NO es un villano para que no tenga acceso a sus recuerdos y conocimientos. Si eso lo hiciera Dama Mortal (o cualquier otro villano «clásico»), todo el mundo pediría que ese hecho fuera castigado, pero si lo hace Lobezno (aunque sea una versión venida del futuro) parece que todo vale, cuando no es el caso en absoluto. Por poner un ejemplo, en la reciente serie de televisión de Caballero Luna, el plan del villano Harrow (Ethan Hawke) pasaba por usar los poderes de la diosa Ammit para matar a millones de personas ANTES que cometieran un supuesto pecado que en un momento u otro realizarían. Castigar a alguien por algo que NO ha cometido es una locura para cualquier persona normal, y así lo mostraron en la serie de televisión de Marvel Studios, pero los mutantes de Krakoa han aplicado esa peligrosa filosofía repetidamente.

Son los personajes los que hacen que te enganches a una historia. Por muy compleja que sea la historia, si los personajes no crean un vínculo emocional es imposible mantener el interés en el lector. Sobre todo en una etapa tan larga que obliga a la compra de múltiples grapas a lo largo de un periodo de varios años. Y si ya no es que no conectan con el lector, sino que ves que no se comportan como deberían según su historia previa, la cosa no puede acabar bien.

Vuelvo a alejarme del tema principal. Mientras las unanimidades tuiteras han concluido que la etapa de Los Vengadores de Jason Aaron es un desastre absoluto y que «parece un mal fan-fic», lo cierto es que en mi opinión el más decepcionante fan-fic de Marvel Comics de los últimos años son precisamente los Mutantes de Krakoa. Con el añadido de la conexión emocional que tengo con unos personajes que en su mayoría no reconozco. Igual que entendería que un lector afroamericano se enfadaría si Marvel pretendiera cambiar a Black Panther hasta desnaturalizarle, no puedo evitar expresar lo mucho que me molesta que hayan convertido a Kate Pryde en una capulla pagada de si misma cuando en muchos momentos actuó como faro moral de la Patrulla X. No tiene perdón de Odín. Y lo malo es que no es sólo ella, el 99% de los personajes, se han convertido en unos bordes con los que es imposible empatizar a poco que conozcas su historia previa.

Y el caso es que frente a los haters de Aaron, yo si reconozco en sus aventuras de Los Vengadores el concepto de «Los héroes más poderosos de la Tierra que se unen para combatir amenazas que ningún héroe podría vencer por separado«. Esta es la idea sobre la cual se asienta el concepto desde que Stan Lee y Jack Kirby crearon el comic en 1963, y eso es justo lo que Aaron nos está dando, con un nivel de amenaza a nivel planetario y ahora multiversal como hacía muchos años que no teníamos. Unos comics que además consiguen sorprender todos los meses a un lector veterano como yo, algo difícil de conseguir en el ámbito mainstream, con unos personajes que yo al menos reconozco.

Si, incluso Hulka creo que fue una apuesta valiente por parte de Aaron, creando una idea novedosa que sin embargo es coherente con lo que se ha estado haciendo con Bruce Banner durante décadas y que es consustancial a Hulk. Y que muchos no aceptaron porque les robaba a algunos su Hulka «buenorra» y a otras el dejar de tener una heroína perfecta que no tenga problemas personales que superar, algo que es la norma en los nuevos personajes creados en el siglo XXI.

Aaron lleva 54 números de Los Vengadores y mantiene la chispa, la sorpresa y el entretenimiento, consiguiendo que esté encantado con estos comics a los que se ha sumado recientemente la nueva colección Avengers Forever junto a Aaron Kuder me está pareciendo estupenda. Mientras digo eso, incluso uno de los mejores comics de la Marvel reciente, Inmortal Hulk de Al Ewing y Joe Bennet. que finalizó en el número 50 USA, empezó a mostrar claros síntomas de agotamiento en sus últimos 6-8 números finales. Volviendo al tema central, Hickman escribió 21 comics de X-Men y acabó no interesándome porque los personajes me daban completamente igual. ¡Qué diferencia entre estos comics!!

Igual no es tan sorprendente que Hickman o la propia Marvel entendieran que algo no funcionaba en el comic franquicia de los mutantes y optaran por darle un nuevo enfoque más aventurero y heroico. De hecho, la propuesta de Gerry Duggan en SU Patrulla X de hacer que los héroes hagan cosas de héroes ha sido lo mejor que he leído en los mutantes post HoX – PoX. Y diría que esto no es casual. Pero las pequeñas alegrías de X-Men se ven lastradas por los cambios de dibujantes y por una realidad a su alrededor que no se corresponde con el ideal heroico que se supone a los mutantes de Marvel.

Que un comic como Inmortal X-Men se construya a partir de «intrigas palaciegas» es lo último que me interesa leer de estos personajes. Sobre todo si buscan convencernos que villanas como la caprichosa y envidiosa Emma Frost es el ideal al que aspirar dentro de la franquicia, o que ser egoísta es cool. Y tengo claro que Emma siempre ha sido un personaje amoral que hace siempre lo que más la interesa, pero conmigo que no cuenten. Y si, acepto que la idea de mostrar las maquinaciones dentro de una estructura de poder puede ser novedosa, pero estamos ante el clásico «diferente NO es mejor» que estamos viendo en todos los ámbitos del entretenimiento.

Los editores de Marvel realmente parece que olvidan a qué se dedican, que es crear historias que entretengan a su audiencia. Y es genial y hay que aplaudir que aumente el número de personajes diversos para que más lectores se sientan identificados y prueben la experiencia de leer comics Marvel de superhéroes. Como idea general es algo con lo que estoy muy de acuerdo. Pero parece que los editores de Marvel piensan que simplemente colocando personajes LGTBI+ en los comics ya han cumplido con su objetivo y se olvidan de hacer que el comic plantee situaciones interesantes o que sus personajes importen por ellos mismos y no por su identidad racial o sexual. Creo que se están equivocando totalmente. Normal que tantos comics actuales sean ilegibles, con historias flojas, diálogos sin interés con situaciones redundantes y personajes sin carisma. Excalibur o Nuevos mutantes son un perfecto ejemplo de esto.

Esta obsesión por la superficialidad tuvo su máximo exponente en la pasada Gala Fuego Infernal 2021. Entiendo que buscando captar al usuario de Instagram que sólo busca la imagen por encima del contenido, por primera vez en Marvel (que yo recuerde) se planteó un evento destacando no una historia concreta, sino un elemento de moda inspirada en la gala del Metropolitan de Nueva York en el que se enseñara a los mutantes de Krakoa con trajes de fiesta creados para la ocasión por Russell Dauterman.

Nunca antes en la historia de Marvel quedó más claro que lo importante era vender las portadas alternativas del photo-call, con unos sucesos en el interior en segundo término. Hablábamos del supuesto fan-fic de Los Vengadores, pero ¿qué mayor fan-fic que vestir a estos personajes con ropas estrafalarias siguiendo las tendencias de la moda o los gustos de un público deseoso de esta superficialidad, aunque no les peguen? ¿O convertir a los mutantes de Krakoa en unos seres hedonistas dedicados a las fiestas y las orgías en lugar de intentar salvar el mundo?

Reconozco que los editores mutantes aprovecharon el evento para ejecutar cambios de calado en la franquicia. Presentaron a la formación de la nueva Patrulla-X de Gerry Duggan liderada por Cíclope que llevó al relanzamiento del comic estrella de la línea editorial. En el especial Patrulla X: Escala Planetaria los mutantes terraformaban Marte, que se iba a convertir en hogar de los mutantes de Arakko. Y se produjeron esa noche varias muertes, como la de Gabbi en Nuevos Mutantes y sobre todo Wanda Maximoff, que dio pie al final de Factor X y la publicación de la fallida miniserie El Juicio de Magneto. A pesar de estos elementos, sinceramente la ejecución me pareció totalmente fallida.

Sin embargo, como en otro eventos previos, la jugada comercial le funcionó de maravilla a Marvel. Durante el mes de Junio de 2021 en que tuvo lugar el evento, las ventas de todas sus series aumentaron de forma importante. Por ejemplo, Patrulla X pasó de los 66.000 ejemplares a casi los 90.000 (un 50% más) en su último número, el 21. Y con el relanzamiento vendieron 250.000 ejemplares en el número 1 pero más de 95.000 en su número 2, lo que son cifras muy superiores a las que tenía la colección en los meses previos al evento. Fijaros también en los ejemplos de Merodeadores o X-Force. De hecho, cuando vemos las ventas del número 1 de El juicio de Magneto, se entiende que los editores quisieran cerrar Factor-X teniendo en cuenta que el número 8 ya sólo vendió 25.000 ejemplares. Dicho esto, las desastrosas ventas de los números 3 y 4 del Juicio muy por debajo de las de Factor-X indican que los lectores realmente no apostaron por este comic. O que leyeron el número uno y huyeron espantados.

N.ºmesventas
Patrulla X20mayo66258
Patrulla X21junio89924
Patrulla XEsc. Planetariajunio89263
Patrulla X1julio248000
Patrulla X2agosto95200
Merodeadores20Mayo29558
Merodeadores21junio64517
Merodeadores22julio36103
X-Force19mayo33180
X-Force20junio55750
X-Force21julio34738
Factor-X8abril25437
Factor-X9mayo32464
Factor-X10junio67624
Juicio Magneto1agosto117300
Juicio Magneto2septiembre60017
Juicio Magneto3octubre21372
Juicio Magneto4noviembre16106

Dentro de todo, si hay que reconocerle un punto de originalidad, ciertamente esto no se había hecho antes en Marvel Comics, pero en el momento que la oficina-X plantea una nueva fiesta para 2022, le están quitando lo único positivo que podría decirse que tuvo esta Gala. Por mi parte, tengo claro que NO compraré el especial que Panini va a poner a la venta en octubre con la Gala de 2022, con un precio desorbitado de 8.95 €uros.

Me doy cuenta que la mayoría de elementos que estoy desglosando no se refieren a aspectos de los comics actuales. El propio concepto de Krakoa y las resucitaciones viene desde el comienzo de HoX – PoX, y la Gala Fuego Infernal fue el año pasado. Pensando en ello, me doy cuenta que probablemente el primer año y medio aún consideraba a esta franquicia «en construcción», y la curiosidad por ver hacía donde nos llevaba Hickman era superior a los diferentes reparos que le pudiera ver en las series individuales. Creo que el final de X de Espadas marcó el final del periodo de gracia y a partir de ese momento la valoración de los comics mutantes pasó a ser igual que el resto de grapas que compro. Partiendo claro que creo que nunca di un margen de más de un año no a un comic concreto, sino a toda una línea editorial, lo que indica mi amor a los personajes. A partir de ese momento, compraba la grapa pero como no me convenciera o no me entretuviera, dejaba de comprarlo a la primera oportunidad al final de algún arco.

Y desde ese momento y con esa perspectiva fue cuando los problemas se hicieron evidentes en cascada. Primero dejé de comprar Nuevos Mutantes, la Gala Fuego Infernal como digo me pareció un bluff, y la posterior miniserie El Juicio de Magneto puede ser fácilmente uno de los 3 peores comics de Marvel que he leído en los últimos cinco años. Aunque debería haber dejado Merodeadores antes, mi yo completista no pudo evitar comprar toda la etapa de Gerry Duggan, a pesar que todo lo que vino después de esta Gala fue un relleno sin interés. Y la forma en que se libraron de Moira McTaggert en Inferno no me gustó nada.

A todo esto, tengo claro que el objetivo de Marvel y Panini es el fondo es intentar que compres este mes al menos un comic más que el mes anterior. Y es comprensible y hasta lógico que si los eventos y los relanzamientos venden grapas a corto plazo, Marvel siga haciéndolos. Pero quizá la gota que colmó el vaso este mes de julio ha sido conocer que Panini decidió unificar en una grapa doble las colecciones Immortal X-Men de Kieron Gillen y X-Men Red de Al Ewing que no tienen nada que ver entre si, con el consiguiente incremento de precio. El hecho que Panini haya titulado su grapa Inmortal Patrulla-X ya indica que sabe que no son dos series en igualdad de condiciones, una es la que los lectores querriamos leer (a priori), y la otra es la secundaria. En mi caso, no siendo mala, no conecté demasiado con SWORD ni llegué a tener claro que nos quiso contar Ewing con esta serie que fue cerrada cuando apenas llevaba ocho números. Sin saber las ventas en España, en USA el nº 8 vendió tan sólo 25000 ejemplares, lo que me lleva a pensar que Panini ha debido pensar que esta grapa no se vendería por si misma. Su solución, me parece indecente, obligando a sus lectores a pagar más por un contenido que no le interesa para empezar. Comprobar que encima la historia de Inmortal Patrulla-X 1 no me ha interesado nada ha sido como la gota que colmo el vaso. Teniendo en cuenta las subidas de precios exageradas de Panini que se han ido produciendo, se acabó comprar algo que no me gusta y que claramente no está pensado para mi.

Comentaba antes que parecía que los editores de Marvel habían olvidado a qué se dedican, que es crear historias que entretengan a su audiencia. Y es totalmente lícito que una editorial busque captar a un público diferente al que les ha mantenido todos estos años comprando sus comics mes tras mes. Es un riesgo para ellos, pero tienen todo el derecho a plantear los cambios que ellos estimen oportunos, para eso los personajes son suyos. Sin embargo, no tengo claro que realmente ese público «diverso» que buscan quiera leer comics en grapa que obliguen a compras mensuales que además te obligan a hacer compras adicionales cada pocos meses al involucrar estos comics en eventos sucesivos.

Viendo como muchos de los últimos proyectos de la oficina X se anunciaron como series regulares pero han terminado siendo miniseries de 4-6 números me indica que NO hay tanto mercado para la enorme cantidad de colecciones que Marvel publica todos los meses y que la franquicia plantea historias cortas que puedan resultar rentables a pesar de todo. Y mientras hace eso con las series «menores», Marvel sigue apostándolo todo a los reinicios y renumeraciones, como estamos viendo con Inmortal Patrulla X y X-Men-Red, o a eventos continuados como el inminente Judgment Day que enfrentará a Vengadores, Patrulla X y Eternos. La sensación es que aunque de cara a la galería dicen buscar públicos diversos, mientras siguen confiando en el lector veterano de siempre que sigue comprando habitualmente y que cuando llegan estos crossovers acaban picando. Hace unos pocos meses hubiera dicho ACABAMOS picando porque me incluiría en los compradores potenciales. Ahora mismo ya no estoy seguro.

De momento voy a aplicar el dicho de «poner mi cartera donde pongo mis opiniones». Seguiré comprando Patrulla X porque es la única que me muestra a héroes haciendo cosas de héroes y X-Force porque a pesar de todo me entretiene la amoralidad de Bestia y ver a Lobezno siempre está bien, pero paso de todo lo demás. Y me doy hasta el comienzo de los próximos eventos para decidir si no abandono alguna de estas series. Acepto que un lector veterano de más de 40 años igual no es público objetivo que está buscando Marvel, pero seguramente un porcentaje mayoritario de las personas que compramos sus comics de superhéroes queremos ver a personajes que realizan acciones heroicas, y aunque estamos en la cínica era de las narrativas de los antihéroes, por favor no nos vendáis a villanos realizando actos inmorales como héroes, porque lo que vais a conseguir que muchos compradores/fans de siempre del Universo Marvel dejemos de comprar vuestros comics.

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Inferno 1 de Jonathan Hickman y Valerio Schiti (Marvel Comics – Panini)

Inferno es la última serie guionizada por Jonathan Hickman antes de su anunciada retirada de la franquicia mutante. La serie de 4 números cuenta en su estreno con dibujos de Valerio Schiti y color de David Curiel, y en mi opinión resalta los problemas que tengo actualmente con los mutantes de Marvel desde su reinicio.

PUNTUACIÓN: 6/10

¡La culminación de la Etapa Hickman comienza aquí! Los gobernantes de Krakoa han jugado un peligroso juego con una peligrosa mujer. Ahora, van a arder por culpa de sus acciones. El cerebro de los mutantes, Jonathan Hickman, conduce sus planes a un punto culminante, junto a una increíble alineación de artistas que arranca con Valerio Schiti, mientras una mujer cumple su promesa de que Krakoa arda hasta los cimientos…

Este comic incluye Inferno 1 USA, que Marvel publicó en Estados Unidos con fecha de portada septiembre 2021. El comic de Panini cuenta con 52 páginas, incluyendo en esta grapa doble las diferentes portadas alternativas.

Me ha dejado muy frío la lectura de este primer número de Inferno, lo digo como lo siento. Aparte de la sorpresa final de la grapa, más que interés por lo que está por venir lo que nos ha contado Hickman parece planteado para resaltar lo complejas que son sus historias que tenía pensadas desde el comienzo de su etapa, y el error que hace Marvel al dejarle marchar. Un tema que me llama la atención es que leí este comic justo a continuación de La Edad Oscura de Tom Taylor e Iban Coello, lo que aún hizo que fuera más evidente que mientras en el comic de Taylor pasan muchísimas cosas interesantes en su 40 páginas (32 de historia), en Inferno prácticamente no pasa nada en las 40 páginas del comic aparte de recordar cosas que ya sabiamos hasta llegar al monumental cliffhanger final. Y nada es NADA.

Y es que Hickman repite un recurso narrativo que ya utilizó en X de Espadas que es repetir una escena clave del reinicio mutante de Dinastía de X / Potencias de X para dotarla de un significado ampliado en la historia de ese momento. Si en X de Espadas fue la narración de la creación y separación de Krakoa y Arakko que fue el preludio del evento, con la trampa añadida de repetir la escena no una sino en dos ocasiones, en Inferno Hickman nos vuelva a contar la escena de Dinastía de X 2 en que Moira se encontró por primera vez con Mística y Destino al final de su tercera vida, resignificando el diálogo de Moira antes de ser asesinada dotándolo de una mayor ambigüedad respecto a lo visto hasta ahora. Y el caso es que los recursos narrativos no son buenos ni malos, depende de cómo se utilicen. En mi caso, leer esto mismo en dos comics de Hickman con apenas de un año de diferencia me empieza a sonar como los diálogos de Bendis que en su momento me sorprendían y me gustaban, pero acabaron resultando repetitivos y le veía a Bendis todas sus costuras como narrador. Pues esas mismas costuras se las estoy viendo a Hickman ahora mismo.

Está claro que Hickman plantea historias río complejas, pero ¿en serio es necesario volver a contar un diálogo que tenemos en el Dinastía de X, aunque sea ampliado? Y se que la lógica indica que se vuelve a contar para que un lector que no leyera esos comics anteriores entienda lo que está pasando en Inferno, pero sinceramente habría que negar la mayor, ya que no acabo de creerme que nadie no haya leído HoX/PoX quiera acercarse a este comic que se vende precisamente como el cierre de la primera temporada de Hickman en la franquicia mutante.

Hay un elemento que también debo comentar que este Inferno 1 me ha recordado, y es que “complejo” no tiene porqué equivaler a “bueno”, un error que no dejo de sentir cuando leo reseñas de la actual etapa mutante. Y es que Moira McTaggert informó a Charles Xavier y a Magneto (Erik) que las dos principales amenazas para la supervivencia de los mutantes eran Destino y Nimrod. Charles y Erik tenían que evitar por todos los medios que la primera pudiera resucitar, argumento que claramente les va a estallar en la cara en Inferno.

Mientras, tras la misión dirigida por Cíclope en Dinastía de X 3 y 4 al satélite de Orchis que destruyó el Molde Maestro pero a la larga no evitó la creación de Nimrod, este comic nos informa que aparte de la misión de Mística contada en Patrulla X 21 (X-Men 20 USA), los mutantes han puesto en marcha diferentes misiones que se han saldado con fracasos sucesivos. Y puede entenderse que la misión suicida de Mística de dicho número estaba precisamente planteada para que fracasara para que Charles y Magneto tuvieran una excusa para NO resucitar a Destino. Eso es una cosa. Pero enfrentarse a un evento de extinción y mandar a tres miembros de X-Force es algo que no tiene sentido y está destinado al fracaso en un momento en que no pueden permitirse fallar. Y se que frente a la ley mutante de “No matarás humanos”, precisamente X-Force son los black-ops con permiso para romper esta norma, por lo que se entendería que Charles les usara sólo a ellos para hacer un intento UNA VEZ. Pero que hayan varios intentos sucesivos usando a los mismos mutantes es un argumento que no se sostiene. Y si ya no me cuadraba antes, tras el especial Escala Planetaria la cosa cuadra aún menos, de forma que los mutantes no deberían tener ningún problema a enfrentarse a esta amenaza atacando a Orchis con toda la potencia de sus mutantes Omega. Sin embargo, me da la sensación que la historia-río y el worldbuilding para el futuro ciegan a Hickman y a la oficina X provocando que las historias AHORA hayan perdido el interés o la lógica más elemental.

Y no descarto que dada la narrativa fragmentada de Hickman aún puedan producirse giros sorprendentes a lo largo de la miniserie en lo relativo a los ataques de X-Force a Orchis que resignifiquen lo visto hasta ahora. Porque ya ni entro en la facilidad absurda con que los mutantes dejan que cadáveres suyos caigan en manos de sus enemigos, otra absurdez que me está fastidiando bastante y que aparentemente va a ser desarrollado en La Patrulla X de Gerry Duggan. De hecho, nada me gustaría más que ser sorprendido en los próximos números, porque aún recuerdo que Hickman sufrió un bajón en su última etapa en Vengadores pero sus Secret Wars resultaron perfectas. Pero si la historia de Inferno va como se supone del triángulo Destino, Mística y Moira, no tengo claro que vaya a quedar mucho tiempo para la trama de Orchis / Nimrod cuando el mundo de Krakoa empiece a arder, tal y como nos vende la publicidad de Marvel / Panini. Espero sinceramente que Hickman me calle la boca con una buena historia, nada me alegraría más.

En el lado del dibujo, me he llevado otro chasco importante. No porque el dibujo de esta grapa esté mal, es estupendo de hecho, sino porque acabo de enterarme que Valerio Schiti NO va a dibujar los números dos y tres, que van a estar a cargo de Marco Checchetto y R.B. Silva respectivamente, para volver para el último número. Que Marvel no pueda conseguir mantener el mismo equipo artístico ni en una serie de cuatro números es una decepción tremenda. Ampliado por el convencimiento que realmente no es que no pueda, es que no quiere. Y además saben que estos cambios no afectan a las ventas porque los lectores tragamos.

Una vez hecha la queja, realmente Valerio Schiti con color de David Curiel creo que cumplen con nota en un comic en el que realmente Hickman no les da momentos para el lucimiento. De hecho, hay varias escenas dibujadas de forma que recuerdan a sucesos ya vistos en comics previos que me hacen dudar de lo que Hickman está planteando con su narración fragmentada y cuánto de lo que habiamos visto hasta ahora se va a demostrar falso de alguna manera alambicada. De hecho, ¿puede ser posible que esta sea la undécima vida de Moira, y no la décima nos han contado hasta ahora, y Hickman nos vuele la cabeza durante la miniserie? Como véis, aún albergo la esperanza que Inferno me deje con buen sabor de boca. Mientras la historia cuadre y me guste el final, no tendré problema en que mis especulaciones se demuestren equivocadas.

Cada vez conecto menos con los comics mutantes de Marvel. Y mira que me subí al carro de HoX / PoX y su historia de voló la cabeza. Pero mes a mes el globo no deja de desinflarse. De hecho, si Inferno debe servir de inicio de la nueva etapa post-Hickman, como no cuadre puede ser el momento perfecto para bajarme del carro.

Comparto las primeras páginas de este comic:

Aunque espero que Hickman se haya guardado varios ases en la manga que irá soltando en los próximos meses, lamento tener que decir que este arranque de Inferno no me ha entusiasmado, más bien al contrario. Me gustaría pensar que la cosa va a mejorar, pero no las tengo todas conmigo al tener al Hickman más cerebral y concentrado en el worldbuilding futuro a costa del entretenimiento actual, preparando los juguetes para que los remoten los siguientes autores.

PUNTUACIÓN: 6/10

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¡Saludos a todos!

Jonathan Hickman abandona las serie mutantes de Marvel Comics

Comienzo el mes de septiembre reflexionando sobre la noticia publicada hace un par de semanas de la marcha de Jonathan Hickman de las colecciones mutantes que relanzó hace apenas dos años, y lo que significa para la franquicia mutante de Marvel Comics.

La noticia no es nueva. El pasado 17 de agosto Entertainment Weekly soltó la bomba: Inferno será la última historia guionizada por Jonathan Hickman dentro de la franquicia mutante. El evento que empieza a publicarse este mes de septiembre en Estados Unidos, permitirá a Hickman cerrar varias tramas además de dejar el camino libre para la nueva etapa. En palabras del propio Hickman:

«Oh, plans have changed entirely,» Hickman says. «When I pitched the X-Men story I wanted to do, I pitched a very big, very broad, three-act, three-event narrative, the first of which was House of X. And while this loosely worked as a three-year plan, I told Marvel upfront that I honestly had no idea how long the first part would last because there were a lot of interesting ideas that I had seeded that other creators would want to play with, and so, we left this rather open-ended. I was also pretty clear with all the writers that came into the office what the initial, three-act plan was so no one would be surprised when it was time for the line to pivot.»

Hickman continues, «However, I also knew that I was cooking with dynamite, and it was very possible that what I had written in House of X, and the ideas contained within, was not actually the first act of a three-act story, but something that resonated more deeply and worked more like Giant-Size X-Men, where it would represent a paradigm shift in the entire X-Men line for a prolonged period of time. So, during the pandemic, when the time came for me to start pointing things toward writing the second-act event, I asked everyone if they were ready for me to do that, and to a man, everyone wanted to stay in the first act. It was really interesting, because I appreciated that House of X resonated with them to the extent that they didn’t want it to end, but the reality was that I knew I would be leaving the line early.»

«Marvel doesn’t really pay me to just write ongoing monthly books, there’s an expectation for me to write bigger books that have a wider reach than that,» Hickman tells EW. «In an effort to facilitate both things, we’ve all spent the last six months or so reorienting the line, me creating Inferno to assist with that, and then bringing in some new writers to add to the existing team, and then plan for the next several years of X-books. So after Inferno, I’ll be leaving to go work on my ‘Next Big Marvel Thing™’ and starting in January the X-Line will rocket forward starting with a weekly series that leads into the very cool, refocused, line of books. Yes, it’s taken us a little while to get everything assembled correctly, but the end result — everything that’s coming after Inferno — is going to be pretty great.»

Así que Hickman planteó una gran historia río para los mutantes de Marvel Comics, estructurada en tres grandes arcos argumentales con tres grandes eventos que sirvieran de puente entre cada fase, con Dinastía de X y Potencias de X como el gran inicio que reinició la franquicia mutante y puso en marcha todo. Esto planes fueron a su vez comunicados a los diferentes guionistas para que a su vez pudieran amoldar sus tramas y no les pillara de sorpresa cuando el statu-quo cambiará cuando Hickman iniciara la Fase 2 de su historia.

Sin embargo, a medida que se acercaba el momento de cambiar de fase, descubrió que los guionistas del resto de series estaban más interesados en mantenerse en la actual Fase 1 y seguir desarrollando los conceptos en sus series como hasta ahora, antes que aceptar el cambio dramático que se intuía que planeaba Hickman. Algo que supongo compartirían los editores de Marvel dadas las buenas ventas generales del relanzamiento mutante. Hickman comenta que tampoco es que estos cambios fueran inamovibles, ya que su estructura era abierta y daba margen para ser modificada a medida que se escribiera.

Así que visto lo visto, Hickman ha planteado sus últimos seis meses en la franquicia liberándola de ataduras para que los escritores y editores que se quedan la dirijan como ellos estimen oportuno a partir de Inferno. Aún cabe la posibilidad que algunas ideas de Hickman lleguen a ver la luz en algún momento, ya que los editores entiendo que conocen a grandes rasgos los hitos que Hickman planteaba para el final de cada fase, así como el final que planteaba para el final de su historia río en los mutantes. Pero esa posibilidad parece lejana y, en todo caso, estas ideas se verán diluidas con las nuevas historias que vayan a desarrollarse a partir de Inferno.

Hickman comenta además otro hecho importante: Marvel no le ha contratado como un guionista al uso, sino para desarrollar conceptos más grandes que la vida que afecten a toda la línea editorial. Esto significa que Hickman ha sido más editor que escritor en su comic de Patrulla-X, supervisando durante estos casi dos años de estancia en la franquicia mutante que todos los comics se dirigieran en la dirección correcta, manteniendo eso si su ADN propio. Este anuncio de Hickman se solapó con otra noticia importante que revolucionó el mes de agosto, y es que Hickman y otros autores han decidido publicar sus próximas obras de creación propia a través de la plataforma de newsletters Substack. Este anuncio más la marcha de los mutantes hizo temer que Hickman fuera a abandonar Marvel, pero el propio escritor negó este hecho y anunció en la entrevista que ya está preparando su siguiente gran serie para Marvel, que de momento no ha anunciado.

Como decía, la noticia se publicó el 17 de agosto. Sin embargo, ya desde el anuncio que Gerry Duggan y no Hickman iba a guionizar la nueva serie de X-Men con Pepe Larraz, que ya se intuía que algo estaba pasando y que no era normal que Hickman abandonara las joyas de la corona, por muy buena colaboración que tuviera con Duggan.

Si miramos el vaso medio lleno, no deberiamos juzgar un cambio hasta que se produzca, y nada impide a priori que aún sin Hickman, los comics mutantes a partir de 2022 puedan seguir ofreciendo un buen entretenimiento a los lectores. Sin embargo, qué queréis que os diga, la sensación de decepción no puede ser mayor. Empezando porque Hickman contó la historia que quiso en Los 4 Fantásticos o Los Vengadores, que culminaron en las sobresalientes Secret Wars en 2015. Que Marvel diera el OK a un plan a tres / cuatro años vista para los mutantes y lo haya cortado cuando sólo llevaba dos y sin haber pasado de la etapa inicial de presentación de los conceptos principales, más que decepción es una estafa. De hecho, en mis reseñas mensuales de los comics mutantes, llevaba meses comentando que muchos comics de Patrulla X eran demasiado trama y muy poco carisma de los personajes, pero que lo aceptaba pensando que las ideas que presentaba iban a ser desarrolladas más adelante. Y ahora nos encontramos que esto puede que pase, o igual no, casi parece que haya tirado mi dinero a la basura durante estos meses. Si, es una exageración, pero en parte esta sensación se ha pasado por mi cabeza en los últimos días.

De hecho, nada surge del vacío. Y aparte de las sensaciones que me transmitía la serie principal de Patrulla X, hay otro elemento clave: Hickman tenía razón, el cambio de statu-quo era imprescindible tras estos dos años de historias. De hecho, este mismo mes escribía sobre Merodeadores y Nuevos Mutantes , antes de conocer la noticia de Hickman, y destacaba que la primera había agotado el concepto inicial y daba la sensación de no dar más de si, mientras que los Nuevos Mutantes se habían convertido con Vita Ayala en un comic aburrido que no hay quien lea. La franquicia mutante tras dos años de reinicio se ha convertido en un sub-universo abarrotado de comics algunos de los cuales son de dudosa calidad y no acaban de justificar su existencia. De hecho, ahora mismo, sólo los comics escritos por Benjamin Percy, X-Force y Lobezno, me están resultando satisfactorios, a los que habría que unir SWORD de Al Ewing y Valerio Schiti, conectado con los mutantes pero también al universo galáctico de Marvel que Ewing está poniendo en marcha en los últimos meses.

Otro problema que veo es que Hickman me parece insustituible en estas largas historias río. Y reconozco que me gusta el trabajo de Al Ewing, Gerry Duggan, Benjamin Percy y Simon Spurrier, pero van a tener que compartir franquicia con escritores menos talentosos como Tini Howard, la ya mencionada Vita Ayala, Zeb Wells o Leah Williams, con lo que el nivel de calidad inevitablemente va a caer. Algo que ya era evidente en los últimos meses antes incluso del abandono de Hickman.

Con el relanzamiento de 2019/2020 empecé leyendo todos los comics mutantes porque me interesaba saber de todos los personajes, aunque en seguida decidí dejar Excalibur y Fallen Angels, sumado a no empezar a comprar Hellions. Incluso un evento como fue X de Espadas que en general me gustó, acabó siendo una crossover hinchado que nos trajo unos números bestiales (los dibujados por Larraz), junto a otros montoneros, y la sensación en muchos momentos que «diferente» no siempre es mejor, con algunos números planteados para romper expectativas que acabaron siendo un WTF?! de libro, con algunos elementos presentados que al final no tuvieron ninguna importancia en la resolución de la historia.

Con el abandono de Hickman y la confirmación que Marvel ha preferido alargar el chicle, he perdido completamente el interés por la nueva historia río. Igual no está mal, pero es imposible que pueda ser igual que la de Hickman. De hecho, es que veo el concepto de nuevos comics anunciados como Children of the atom o XCorps, y no pueden apetecerme menos. Eso unido a descubrir que comics como X-Factor cierra por bajas ventas en su número 11, me muestra que Marvel está matando la gallina de los huevos de oro, y hubiera sido mejor mantener 5 comics buenos de verdad en lugar de estas 8/9 series mensuales que más o menos se llevan publicando en los últimos meses.

Justo ayer comentaba en mi post sobre DCsos: Planeta Muerto de Tom Taylor y Trevor Hairsine que uno de los motivos del éxito de este comic era que DC había aceptado que Taylor cerrara la historia en su tercer miniserie, ofreciendo un final satisfactorio. Lo bueno si breve, dos veces bueno, comentaba. Claramente Marvel no piensa lo mismo. Y es un pena. Y lo que es peor, nos muestra la peor cara de La Casa de las Ideas, que hará lo que sea para poder «colarnos» un evento más, una saga que nos obligue a comprar chorrocientos comics que a priori no nos interesaban.

De momento, por supuesto compraré los nuevos X-Men de Duggan y Larraz, pero se acabó de dar a la franquicia mutante un crédito que no se ha ganado durante este 2021. En el momento que un comic dos o tres meses seguidos me parezca montonero, lo dejaré de comprar y buscaré nuevos comics que me enganchen. A falta de que Inferno llegue a España en 2022, es una pena tener que dar por muerta y enterrada antes de tiempo a la etapa de Jonathan Hickman en la franquicia mutante. ¡Qué pena!

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Crítica de Patrulla X 20, X-Force 13 y Merodeadores 15 (Marvel Comics – Panini)

El mes de julio viene con una dosis reducida de mutantes, ya que Panini ha reducido su oferta de cara a cuadrar el próximo evento HellFire Gala en Octubre. Por esto, en el artículo de hoy comentará mis impresiones de Patrulla X, X-Force y Merodeadores, dejando para mañana la opinión de SWORD en el post mensual dedicado a los comics de Al Ewing.

PATRULLA X 20, de Jonathan Hickman, Mahmud Asrar y Sonny Gho

Una historia en el contexto de «Reinado de X». ¡Huida de La Cámara! Los Hijos de la Cámara, un poderoso grupo de individuos desarrollados a causa de la aceleración temporal, han reaparecido. Lobezna, Sincro y Darwin entraron en La Cámara para evaluar la amenaza. Ahora deben escapar de allí.

Este número contiene X-Men 19 USA.

Se nota que este es el tipo de las historias que a Hickman más le gusta contar. Una epopeya de 100 años contada en una sólo grapa de 25 páginas, apoyado con gráficas de colorines informando donde están cada uno de los personajes a lo largo de este largo siglo. De hecho, más que acompañar la narración, es que las 5 gráficas SON la historia y acaban siendo más importantes que lo que nos cuentan las páginas dibujadas por Mahmud Asrar con color de Sonny Gho.

Quiero pensar que este subargumento de Los Hijos de la Cámara, unos seres super evolucionados que van a amenazar la supervivencia de los mutantes, va a tener su importancia en la etapa de Hickman. Pero reconozco que no me engancha. Y a pesar del intento de emoción con la narración en primera persona de Sincro, lo cierto es que este comic es totalmente «High-concept» de Hickman en el que los personajes son meros peones para poner en marcha la acción. La parte que menos me gusta de él, para que no haya duda.

El dibujo de Mahmud Asrar con color de Sonny Gho me parece cumplidor sin más. No acabo de verle cómodo a Asrar en X-Men, ni realizando su mejor trabajo. Al que si veo bien, muy bien, es a Leinil Yu realizando las portadas. Dentro del comic no le quiero ni en pintura, pero visto los últimos meses, creo que está creando unas portadas super chulas.

Hickman está agotando su crédito. Reconozco que seguro voy a llegar hasta la Hellfire Gala para ver qué derroteros coge la franquicia, y obviamente compraré los X-Men de Gerry Duggan y Pepe Larraz, pero como esto siga así de «bien a secas», puedo empezar a recortar mi listado de comics mutantes sin cortarme un pelo.

PUNTUACIÓN: 7/10

X-FORCE 13, de Benjamin Percy, Garry Brown y Guru-eFX

Una historia en el contexto de «Reinado de X». ¡Bienvenido a sus pesadillas! Quentin Quire vuelve a Krakoa para encontrar a una criatura de pesadilla desatando el caos entre X-Force. ¿Qué oscuro secreto está ocultando el grupo y quién está tratando de desenterrarlo?

Este número contiene X-Men 18 USA.

El comic de este mes sufre por la falta de Joshua Cassara en el dibujo, aunque Cassara nos deja una portada estupenda con colores de Dean White. Y no se si es porque ya asocio X-Force con Cassara, pero el dibujo de Garry Brown con color de Guru-eFX le veo cumplidor en la narrativa, pero falto de la más mínima personalidad, quedándome todo muy plano y sin chispa.

La historia de Benjamin Percy continúa con los problemas derivados de las muchas muertes de Quentin Quire, en este concreto una derivada omiosa y peligrosa, ante la posibilidad que enemigos de Krakoa y los mutantes hayan podido utilizar sus restos para crear una consniencia psíquica maligna de él. Y son precisamente estos detalles perturbadores, al igual que otros como el posible alcoholismo de Sabia, los que hacen que X-Force sea la mejor serie mutante del momento.

A pesar del fill-in de Brown, que continuará también en el próximo número, X-Force es el comic mutante que mejor sabor de boca me deja mes a mes. Espero que la cosa siga igual en el futuro.

PUNTUACIÓN: 7/10

MERODEADORES 15, de Gerry Duggan, Stefano Caselli, Matteo Lolli y Edgard Delgado

Una historia en el contexto de «Reinado de X». ¡El pasado ya no ha pasado! Los Merodeadores regresan a Madripur para rendir tributo a un amigo caído… pero, mientras tanto, los viejos enemigos se están reagrupando.

Este número contiene Marauders 18 USA.

Gerry Duggan ha puesto su mirada en Madripur, controlada actualmente por Homines Verendi, y plantea una inteligente historia que pone a los mutantes en el papel de defensores de los pobres y desvalidos, enfrentados a unos villanos que personifican a los ricos y poderosos de la sociedad. Me gusta que los nuevos Cosechadores que hacen su aparición en este número sean esbirros que ya se enfrentaron a los Mutantes y perdieron más que su diginidad, haciendo que el odio que sienten hacia ellos se personal. Por detalles como este se nota lo buen guionista que es Duggan y lo bien que conecta todo.

En este número tenemos el retorno de Stefano Caselli al dibujo, con tintas de Matteo Lolli y color de Edgar Delgado. Y tener a Caselli siempre es positivo, aunque da la sensación que más que lápices finalizados sean meros bocetos, porque le personalidad de Lolli pesa más en muchos momentos que la de Caselli. En todo caso, estamos ante un buen comic bien dibujado. A veces no hay que pedirle más a un comic.

Y se que me estoy contradeciendo a mi mismo y lo que acabo de escribir, pero me parece curioso (y por eso lo comento) que en este número en el que NO aparece casi Kate Pryde, note que Bishop, Iceman y Piros directamente no están a la altura y les falte carisma por todos lados. Siendo eso si un buen comic, porque de hecho agradezco que Duggan intente ampliar el foco del comic y permitir que todos los miembros tengan su momento. Esperemos que en el contra ataque del próximo número lo tengan.

PUNTUACIÓN: 7/10

En resumen, tenemos otra vez un mes en el que los comics mutantes entretienen pero no enamoran, y siguen quedándose un peldaño por debajo de las expectativas que se tiene de estos comics que deberían ser lo mejor de La Casa de las Ideas.

Marvel parece confiar (a mi caso me remito) que la promesa de un próximo cambio de status-quo nos mantenga a los lectores comprando y esperando a ver por donde van los tiros. Pasó hace unos meses con X de Espadas y parece que van por ahí los tiros con la próxima Hellfire Gala. Y me estoy empezando a cansar que el comic bueno mutante no sea ESTE que estoy comprando este mes, sino la promesa del que esté por llegar. Como tarden mucho, igual ya no estoy aquí para leerlo.

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