Archivo de la etiqueta: Jon Hamm

Crítica de Fargo temporada 5 (Movistar+)

Aprovechando mi suscripción a Movistar+ para ver los Play-Offs de baloncesto (Liga Endesa, Euroliga, NBA), he podido ver la estupenda quinta temporada de Fargo, la serie creada por Noah Hawley que cuenta un caso ambientado en el presente.

PUNTUACIÓN: 8/10

10 episodios. Un sheriff de Dakota del Norte llamado Roy Tillman anda tras la pista de Dorothy ‘Dot’ Lyon, una ama de casa aparentemente corriente que se encuentra huyendo de las autoridades de Minnesota y Dakota del Norte. Aunque el hijo de Roy, Gator, no quiere otra cosa que seguir los pasos de su padre, nunca puede estar a la altura de las expectativas de Roy, lo que obliga al sheriff a apoyarse en un vagabundo conocido como ‘Ole Munch’. Quinta temporada de ‘Fargo’. (FILMAFFINITY)

El creador de Fargo Noah Hawley escribe los 10 episodios de esta temporada, acompañado por Bob DeLaurentis, April Shih y Thomas Bezucha, e incluso dirige los dos primeros episodios. El resto de episodios han sido dirigidos por Donald Murphy, Dana Gonzales, Sylvain White y Thomas Bezucha, a razón de 2 episodios cada uno. Como otras temporadas, la serie nos ofrece una historia autoconclusiva, siendo la primera que está ambientada en el presente, al adaptar una historia que sucedió en 2019.

En el reparto encontramos Juno Temple como Dorothy «Dot» Lyon / Nadine Tillman, un ama de casa aparentemente normal de Scandia, Minnesota, que se ve perseguida por su pasado después de llamar accidentalmente la atención de las autoridades tras una reunión del consejo escolar que salió mal. Jon Hamm interpreta al sheriff Roy Tillman, un ranchero corrupto que ejerce de sheriff constitucional del condado de Stark, Dakota del Norte, y que también es el marido de Dot del que se separó 11 años antes. Jennifer Jason Leigh como Lorraine Lyon, la rica y arrogante suegra de Dot; conocida como la «Reina de las deudas», es la multimillonaria directora ejecutiva de «Redemption Services», la mayor agencia de cobro de deudas de EE.UU.

David Rysdahl como Wayne Lyon, el cariñoso y respetuoso, aunque a menudo pasivo, marido de Dot, propietario de un pequeño concesionario de automóviles Kia. Joe Keery como Gator Tillman, el impetuoso hijo de Roy, ayudante del sheriff y protegido que está ansioso por demostrar su valía a su padre. Lamorne Morris como Whitley «Witt» Farr, un policía estatal de Dakota del Norte que se encuentra con Dot durante su huida de los secuestradores y se ve envuelto en la investigación posterior. Richa Moorjani como Indira Olmstead, una ayudante del sheriff de Scandia con problemas financieros que investiga el secuestro de Dot y más tarde sospecha de su historia. Sam Spruell como Ole Munch, un misterioso criminal a sueldo que tiene venganzas contra Dot y Tillman, y que también es un comepecados de 500 años originario de Gales. Dave Foley como Danish Graves, el abogado de Lorraine y su leal mano derecha. Sienna King como Scotty Lyon, la hija de 9 años de Dot y Wayne.

Creo que vi por primera vez a Juno Temple en un pequeño papel en The Dark Knight Rises (Christopher Nolan, 2012), y desde entonces cada pequeña aparición, como por ejemplo en Horns (Alexandre Aja, 2013) era como un rayo de luz. Y no se por qué, pero es una actriz que tiene personalidad, tiene carisma. En los últimos años, Temple por supuesto brilló en esa maravilla que es Ted Lasso. Hago esta introducción porque Juno se sale en esta temporada de Fargo. Dentro que se trata de una serie bastante coral como muchos personajes, Juno es el corazón de la serie y el que hace que todo funcione, empezando por el inicio loco con el que empieza esta historia.

Otra cosa que me ha alucinado de Juno Temple es que la tenía bastante reciente en Ted Lasso, y para su interpretación de Dorothy Lyon, la ama de casa de Minnesota con un oscuro secreto, ¡ha cambiado increíblemente su acento! Y si, claro que es lo que toca si tienes que interpretar a una joven inglesa o a una del mediocentro americano, pero su rango vocal es tan diferente que casi era como si fueran otras personas. Porque lo son. Juno Temple justifica ella sola el ver esta serie, me ha encantado a nivel máximo.

Junto a Juno Temple, hay que destacar a un Jon Hamm que en los últimos años parece centrado en papeles de gente terrible que le alejen de la imagen de galán que consiguió en Mad Men, aunque su papel en esa serie tenía una vertiente Cuestionable. Roy Tillman, el sheriff violento, asqueroso, machista y ultrareligioso (para lo que le interesa) que busca a Dorothy desde hace más de 10 años es la personificación del MAL. Su radicalismo religioso y político y la violencia y maltrato que realiza contra las mujeres de su entorno resultan algo terrible de ver. Pocas veces me he alegrado tanto con que un Hijo de p&%& reciba lo su merecido de la forma más dolorosa y humillante posible como ha pasado con en esta temporada de Fargo.

Noah Hawley siempre ha tenido un ojo increíble para los castings. (Bueno, para ser justos, el/la director/a de casting de la productora es ella que tiene buen ojo). Y en esta quinta temporada de Fargo volvemos a tener un reparto perfecto para lo que necesitaba cada personaje. Destacaría a Jennifer Jason Leigh como Lorraine Lyon, la suegra de Dorothy que no la puede ni ver, Richa Moorjani como Indira Olmstead, una ayudante del sheriff de Scandia con un novio/marido inútil que se aprovecha de ella llenándola de deudas bajo el pretexto de estar a punto de triunfar en el golf, y Joe Keery (Steve de Stranger Things) como Gator Tillman, el hijo de Roy y ayudante del sheriff que está ansioso por demostrar su valía a su padre pero que en el fondo sabe que no está a la altura de sus expectativas. El reparto lo hace genial, ofreciendo un plus de calidad, pero en realidad hay que reconocer que interpretan a unos personajes que son una maravilla para que puedan lucir. Cosa que aprovechan.

Aparte de un casting maravilloso, siendo como es Fargo tenemos una historia repleta de personajes peculiares y situaciones estrambóticas. Empezando con que la protagonista sea secuestrada y tras escapar intente negar que el suceso ocurrió. Esto es un detalle muy chulo, dado que el que alguien sea el protagonista no significa que no cometa errores. Y muestra cómo cuando alguien ha sufrido abusos, llega un momento en que las ansias de escapar te hacen cometer locuras.

Los personajes peculiares y las situaciones marca de la casa consiguen que todos los episodios sean super entretenidos, incluso aquellos que muestran escenas de violencia de género que ponen la piel de gallina. Esa es otra virtud de Hawley, al imprimir un ritmo perfecto para una historia muy coral que ofrece un montón de cosas al espectador en cada episodio por las que merece la pena seguir viendo la serie hasta el final.

Tengo que decir que me ha gustado mucho esta temporada de Fargo. Me han gustados los actores, los personajes, la historia y la puesta en escena. Y el ritmo y la música y todo. Tengo claro que si Hawley se anima a hacer una sexta temporada la veré seguro. Digo esto porque es cierto, pero también a modo de disclaimer previo lo que voy a comentar a continuación, que es la parte menos buena de la serie. Y en realidad no es nada achacable a la serie en si, sino al hecho de ser OTRA serie centrada en el machismo y en la violencia de género. En positivo ya digo que Hawley lo hace genial simplemente mostrando esta violencia sin mensajes ni moralinas, entendiendo que los espectadores ya sabremos ver lo terrible de los comportamientos del Sheriff Tillman. Esa parte está muy bien.

Pero estamos en el momento en el que estamos, y tener otra historia de violencia de género con reacción de sororidad femenina que consigue solucionar los problemas de mujeres buenas frente a hombres egoístas y malvados es casi como la gota que colma el vaso en un mundo mainstream americano que parece que en los últimos meses/años sólo sabe contar estas historias. Lo bueno es que Hawley es muy bueno y su serie es genial, pero como espectador no puedo más que señalar mi hartazgo más absoluto a algo que no es en absoluto casual, sino que es algo dirigido por unos estudios que dan antes luz verde a contenidos con un toque de denuncia, que otras cosas diferentes.

Otro elemento curioso es la forma en que Noah Hawley está alternando las historias en momentos temporales diferentes. Y es que la primera temporada estuvo ambientada en 2006, mientras que la segunda se situaba en 1979, la tercera de nuevo en 2010, la cuarta en 1950 y esta última en 2019. Siguiendo esta progresión, una eventual sexta temporada de Fargo volverá a situarse en el pasado de Minnesota. Pero lo fundamental es que tengo el convencimiento que siguen habiendo infinitas historias que Hawley puede contar, una vez se anime a hacerlo.

En todo caso, que vaya a seguir viendo Fargo cuando Hawley se anime a continuarla ya es una buena muestra que Fargo me parece una seriaza, incluso a pesar de este pequeño pero que he comentado antes.

Comparto el trailer de esta nueva temporada de Fargo:

Fargo me encanta. Mientras Noah Hawley se mantenga como mente creativa, yo la seguiré viendo.

PUNTUACIÓN: 8/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Crítica de The Report de Scott Z. Burns (Prime Video)

The Report, estrenada en Prime Video de Amazon, es una estupenda película denuncia dirigida por Scott Z. Burns con un Adam Driver on-fire inspirada en hechos reales, cumple de sobra su objetivo de indignar al público sobre un asunto escandaloso del pasado reciente de los Estados Unidos como fue las torturas a detenidos en bases americanas.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Cuenta la historia de Daniel Jones (Adam Driver), el principal investigador del estudio que el Senado de los Estados Unidos realizó en el programa de «Interrogación y Detención» de la CIA, y del que posteriormente se daría a conocer su inmoral e inefectiva brutalidad. Una vez descubierta la verdad, Jones haría todo lo posible por dar a conocer ante todo el mundo lo que muchos trataron de mantener en secreto a toda costa. (FILMAFFINITY)

Scott Z. Burns es un productor, guionista y director americano que consiguió notoriedad al producir en 2006 An Inconvenient Truth, el documental de Al Gore sobre el cambio climático que consiguió el Óscar a Mejor Documental, a pesar que posteriormente se conociera que los datos de este documental eran falsos. En 2007 escribió el guión de The Bourne Ultimátum de Matt Damon, pasando a continuación a realizar la mayor parte de su carrera colaborando con Steven Soderbergh, escribiendo los guiones de sus películas The Informante (2009), Contagio (2011), dude Effect (2013), The Mercy (2017) y la reciente y decepcionante The Laundromat (2019), estrenada en Netflix. The Report es su segunda película como director tras PU-239 (2006), en la que también escribe el guión, y cuenta con Soderbergh de productor.

The Report cuenta con Adam Driver y Annette Bening como protagonistas, así como algunos secundarios de lujo como Jon Hamm, Michael C. Hall o Tim Blake Nelson.

En cualquier otra época The Report hubiera generado un escándalo, ahora está pasando totalmente desapercibida. La película conecta con el cine denuncia de los 70, a partir de la investigación del Senado USA de las torturas de la CIA realizada tras el 11-S, un momento convulso de la historia americana en el que las agencias de seguridad se vieron desbordadas por un nuevo tipo de enemigo y, por qué no decirlo, por sus propios errores.

The Report está muy bien rodada y cuenta de forma dinámica un tema espinoso y que podría resultar aburrido, como fue esta investigación de las comunicaciones de la CIA en un sótano oscuro, así como la lucha política para evitar que el informe llegará a ver la luz.

Adam Driver está muy bien como siempre, y lo mismo podría decir de Annette Bening, pero más que las interpretaciones impacta e indigna conocer la realidad de lo que pasó. Las torturas a detenidos nunca funcionaron ni dieron información vital, la CIA lo sabía y siguieron utilizándola, engañando a sabiendas al público americano y a miembros del gobierno para ocultarlo.

Y es esta sensación (realidad) de impunidad, de que la CIA y en general los poderosos en la sombra pueden hacer lo que quieran y salirse con la suya sin pagar ningún precio, es lo mejor y lo peor de la película. Y precisamente por eso me parece que The Report es un gran éxito, al conseguir transmitir perfectamente y con frialdad quirúrgica esta triste realidad.

Esto es lo mejor y lo peor, ya que me parece que en esta sociedad tan polarizada el público republicano puede ver esta película como un ataque contra ellos y automáticamente no la va a ver independientemente de lo que cuenta. Y es una pena porque el mensaje no diría que sea ese ni mucho menos, pero en parte creo que es uno de los potivos por los que está película está pasando completamente desapercibida.

Además, al ser una producción de Amazon nos ha llegado directamente a casa, donde tiene que competir con la marea de estrenos semanales en todas las plataformas, lo que también contribuye a esta sensación de que el gran público ni siquiera conoce que esta película existe. Lo cual considero que es una lástima.

Comparto el trailer de la película:

Es una pena que una estupenda película denuncia con The Report vaya a pasar tan desapercibida. La recomiendo sin duda.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

 

Crítica de Good Omens de Terry Pratchett y Neil Gaiman (Amazon Prime)

Amazon Prime ha estrenado una excelente adaptación de la divertidísima novela Good Omens de Terry Pratchett y Neil Gaiman. Escrita y creada por el propio Gaiman y dirigida por Douglas Mackinnon, la serie hará las delicias a todos los amantes de la fantasía con un toque irónico.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Ambientada en 2018, la serie seguirá al demonio Crowley (David Tennant) y al ángel Aziraphale (Michael Sheen), quienes, acostumbrados a la vida en la Tierra, buscan evitar la venida del Anticristo y con ello la batalla final entre el Cielo y el Infierno que destruirá el planeta y la raza humana.

La novela Good Omens fue publicada en 1990, en un momento en que Terry Pratchett era un escritor muy conocido gracias a su serie del Mundo Disco, mientras que Gaiman estaba empezando a hacerse un nombre con Sandman, su multipremiado comic que DC Comics empezó a publicar en 1989. La novela fue nominada al World Fantasy Award y al Locus Award de 1991, y fue la primera novela publicada de Gaiman, que con los años se ha convertido en uno de los referentes en el mundo de la fantasía con novelas como American Gods, Hijos de Anansi, Neverwhere o The Ocean at the End of the Lane. Tras años en los que casi se trasladó al cine, para Gaiman se convirtió en una prioridad adaptarla para televisión tras recibir una carta de Pratchett escrita antes de morir en 2015 conminándole a que intentara hacerlo realidad.

Gaiman ha sido el creador y ha escrito los guiones de los seis episodios de los que se compone esta serie, que ha sido dirigida por Douglas Mackinnon y cuenta con música de David Arnold.

Good Omens es puro Pratchett, con un humor muy inglés que transmite una fina ironía en cada uno de sus dialógos, y con unos personajes secundarios y situaciones que en muchos casos bordean el ridículo. Pero también es muy Gaiman, mostrando a unas fuerzas sobrenaturales super poderosas que viven entre nosotros y que nos quieren manejar a su antojo, a pesar del mito del «libre albedrío».

Lo mejor de Good Omens es el carisma que transmiten Michael Sheen y David Tennant, bordando sus interpretaciones del ángel Aziraphale y el demonio Crowley. Me encanta el ángel inocente pero con un toque pícaro que construye Sheen y cómo Tennant transmite un demonio que aunque se esfuerza en parecer malo, ama demasiado la vida y los placeres mundanos, ¡aunque no lo pueda reconocer!! La química entre ambos es una pasada, y como saben que su amistad es lo mejor de la vida aunque la tradición les fuerce a ser enemigos. Escucharles en V.O. ha sido una auténtica delicia, y destaco además poder escuchar en el original a Frances McDormand en la voz de Dios.

Good Omens se ríe de los extremismos que en muchos casos actúan ciegamente sin saber muy bien por qué hacen lo que hacen. Y además de ser una historia de amistad un tanto atípica, otro de los temas centrales es la necesidad de romper con lo que la sociedad espera de ti e intentar construir tu propio destino sin importar el qué dirán. Otro concepto muy Gaiman,

Diría además que la duración de seis episodios es perfecta para contar bien la historia e irnos sorprendiendo a cada paso, sin que sintamos que nos meten minutos sin importancia para rellenar episodios.

Si tengo que comentar algo menos bueno, quizá sería que aunque el final es correcto y todo encaja a la perfección, le falta algo de punch o potencia dramática. Precisamente por el tono irónico y por la sensación de farsa que transmite en numerosos momentos, no hay un climax sino más bien un globo que se desinfla.

He comentado en otras ocasiones que un elemento recurrente de la obra de Gaiman son los personajes que no son buenos ni malos, sino que actúan según su naturaleza. Esto en buena medida lo vemos durante toda la serie, y al final el final sucede porque era inevitable, pero sin la fuerza dramática que me hubiera gustado. En todo caso, dado el tono de comedia de toda la serie, esto no me ha supuesto ningún problema.

Comparto el trailer de esta serie:

Good Omens es una divertida serie que creo que encantará a los amantes de la fina ironía y de romper los estereotipos establecidos. Me alegra haber podido verla y me ha dejado con una sonrisa.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Malos tiempos en El Royale, de Drew Goddard

Malos tiempos en El Royale de Drew Goddard es un peliculón que ejemplifica lo que para mi es buen cine, y entra sin duda en mi Top-5 de mejores películas de 2018. Un tour-de-force narrativo y visual que lamento comprobar que está pasando inadvertida en la cartelera española.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Siete desconocidos, cada uno con un secreto, se reúnen en el hotel El Royale, en el lago Tahoe, frontera entre California y Nevada, un sitio ruinoso con un oscuro pasado. En el transcurso de una fatídica noche, todos tendrán una última oportunidad de redención… antes de que todo se vaya al infierno.

Drew Goddard (Houston, 1975) es un guionista sobre todo conocido por series de televisión como Buffy y su spin-off Angel de Josh Whedon, así como Alias y Perdidos con J.J. Abrams. Además, fue el creador de la serie Daredevil para Netflix, aunque tuvo que abandonar la producción para dirigir la película Los 6 Siniestros de Sony, que no llegó a filmarse debido a la debacle tras Amazing Spiderman 2. En el mundo cinematográfico, fue el escritor de las interesantes Cloverfield (Matt Reeves, 2008), World War Z (Marc Forster, 2013) y The Martian (Ridley Scott, 2015).

Como director, sorprendió con su excelente opera prima The cabin in the woods (2011). Escrita en colaboración de Josh Whedon, la película subvertía muchos de los tópicos de las películas de terror del subgénero slasher, incorporando con acierto altas dosis de humor negro y mala leche. La crítica alabó precisamente la forma en que incorporaba nuevos elementos a un género estancado en fórmulas repetitivas, a la vez que criticaba precisamente esos clichés. Sin embargo, la taquilla no funcionó como se merecía, algo que se puede explicar debido a que esta mezcla de elementos a separa del cine “convencional” y hacen que sea complicado venderla al público generalista.

En este sentido, debo decir que aunque Malos tiempos en El Royale es temáticamente completamente diferente a The cabin in the woods, sí se pueden apreciar muchos de los rasgos distintivos que Goddard ya transmitió en su primera película. Entre otros aspectos, estamos ante guión complejo que funciona como un puzzle cuyas piezas son mostradas de forma fragmentada. Además, aunque El Royale formalmente es un thriller, tiene momentos de humor salpicados con drama, y numerosas sorpresas y shocks durante todo el visionado.

Voy a intentar hacer esta crítica libre de spoilers, ya que considero que la película se disfruta muchísimo más cuanto menos cosas se conozcan. Lo mejor de la película es ir descubriendo los secretos de cada uno de los personajes, de forma en que nuestra percepción sobre ellos va cambiando a medida que avanzamos durante el visionado. Pero no solo los personajes tienen secretos, ya que el propio hotel es contiene un misterio que debe ser resuelto.

Debo decir que todo es reparto está brillante. Chris Hemsworth se sale en los pocos momentos en que está en pantalla, mostrando un carisma y una sexualidad arrolladora que se contagia desde el minuto uno. Además, Jeff Bridges hace un recital interpretativo con un personaje, el padre Flynn, que une dureza con fragilidad, y que como todos tiene algo que ocultar. Dakota Johnson y Jon Hamm también transmiten muchos sentimientos a sus personajes, igual que los jóvenes Cailee Spaeny y Lewis Pullman, que interpreta al conserje del hotel. Otro de los descubrimientos de la película es la actriz y cantante Cynthia Erivo, que realiza un despliegue vocal alucinante al cantar varias canciones “a capela”durante la película.

Malos tiempos en El Royale es una película de personajes complejos, pero además técnica y narrativamente es arrolladora. La película cuenta con una planificación extraordinaria que permite que una historia compleja acabe siendo un triunfo. Como buen puzzle, Goddard plantea varios saltos temporales que arojan luz sobre los personajes, y asistimos a varios hechos narrados desde el punto de vista de diferentes personajes. Corría el peligro de transformar el visionado en un desastre incoherente, pero sin embargo el resultado final es sobresaliente.

Si lo comparo con Jonathan Nolan, que también presenta historias complejas tipo puzzle, el principal problema de Nolam es que se centra tanto en la perfección del puzzle que se olvida de los personajes, transformando a personajes en engranajes dela maquinaria. Goddard sin embargo transmite todo eso pero además hace que cada personaje sea importante y quieras conocer más de él, lo que supone su mayor éxito desde un punto de vista narrativo de cara al espectador.

Otra comparación posible que se estoy leyendo sobre El Royale la compara con la obra de Tarantino debido a los afilados diálogos y el sangriento final. Sin embargo, mientras Tarantino en muchas ocasiones alarga diálogos en exceso para asombrar a su público y engordar su ego, son escenas que realmente no aportan nada vital a la historia principal. Goddard presenta unas escenas necesarias para conocer a los personajes, nada es gratuito. En este sentido, me ha parecido que ha realizado un guión muy equilibrado.

Además, la fotografía de Seamus McGarvey me ha parecido brutal, transmitiendo la personalidad que la historia de Goddard necesitaba, en contraste con otras películas que son visualmente muy bellas pero vacías de contenido o sentido.

Goddard plantea un ritmo pausado mientras va presentando a los diferentes personajes y sus habitaciones, tomándose su tiempo en desplegar los diferentes arcos. De esta forma, nos pilla completamente desprevenidos cuando nos golpea con los shocks que ha preparado para ir rompiendo los diferentes status-quo de la historia. En mi caso, hizo que en dos ocasiones pegara un salto de sorpresa en mi asiento.

No puedo hablar más sin caer en los spoilers, aunque debo decir que hay un montón de subtextos muy interesantes en todos los personajes, en el periodo histórico en el que sitúa la acción, en el hotel, e incluso en la propia experiencia del espectador que nos convertimos en voyeurs que espiamos las vidas de otras personas. Además, el guión juega a destrozar nuestras expectativas siempre de la mejor forma posible.

Si tengo que ponerle un pero, diría que es su duración de 140 minutos. En mi caso, me lo pasé genial durante todo el visionado, pero entiendo que hubiera podido contarse lo mismo con, quizá, 10 minutos menos. Aún entendiendo que no es tan sencillo quitar tanto sin alterar el ritmo narrativo. En todo caso, Goddard platea una película exigente al espectador, al que obliga a entrar en su “flow” para disfrutarla. Creo que un espectador que no haga esa conexión al principio de la película puede salir decepcionado, en especial por su lento arranque.

Comparto el trailer de la película:

Malos tiempos en El Royale es un películón que sin embargo no está encajando con los gustos del público mainstream, lo cual es una pena ya que se están perdiendo una de las mejores películas del año. Con personajes interesantes, una historia que engancha y tiene sentido, y contada con carisma y personalidad, reúne todas las cualidades de que yo busco en el buen cine.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Crítica de Baby Driver, de Edgar Wright

Baby Driver, la quinta película de Edgar Wright, es una sinfonía en imágenes, un ballet con perfectas coreografías entre la música y unas excelentes escenas de acción.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

El director británico Edgar Wright saltó a la fama del mundillo friki con las excelentes películas Shaun of the Dead (2004) y Hot Fuzz (2007) junto a los actores Nick Frost y sobre todo, Simon Pegg, que también escribió los guiones y con el que empezó a colaborar en la serie de televisión Spaced. A partir de un humor muy inglés planteaba situaciones super divertidas y novedosas que daban nueva vida a géneros tan trillados como las películas de zombies o las «buddy-movies» de acción.

Hizo el salto a los USA para rodar Scott Pilgrim vs. el mundo (2010), adaptación del divertidísimo comic de Bryan Lee O´Malley. El resultado fue una película excelente y un gran fracaso de taquilla. En esta película, la música empezó a formar parte indispensable de la historia, y marcaba las principales escenas.

Tras Scott Pilgrim, Wright rodó The World´s End (2013) colaborando de nuevo con Simon Pegg y Nick Frost, en lo que se ha llamado la trilogía del Cornetto. La película mantiene muchas de las señas de identidad que les dió a conocer, pero que quizá no resultó tan redonda como las dos anteriores.

Tras la decepción que supuso abandonar la producción de Ant-Man para Marvel (2015), podemos por fin disfrutar de un Wright en plena forma que firma en solitario en guión de Baby Driver buscando dar rienda suelta a su versión de las películas de acción de los 70 y 80 como Bullit o French Connection, que tanto le marcaron de joven.

Baby (Ansel Engort) es un conductor de coches que trabaja con una banda mafiosa liderada por Doc (Kevin Spacey). Debido a un trauma de su infancia, tiene un problema de oído que le hace escuchar un zumbido intenso que solo se mitiga si escucha música. Aunque Doc siempre cambia los equipos para cada robo, Baby es siempre su conductor y casi su amuleto de buena suerte, ya que su pericia al volante hace imposible a la policía su detención.

Sin embargo, cuando Baby conozca a Debora (Lily James), una camarera de un bar que frecuenta, hará que se replantee su vida. Aunque todos sabemos que cuando se entra en el mundo del crimen, salir nunca es fácil.

La película es un alarde técnico y musical. Las persecuciones están todas rodadas de manera excelente, con una banda sonora que sean aún mejores. Pero no son solo las persecuciones, ya que la vida de Baby con la música es puro flow, ya sea con su padre adoptivo Joseph (C.J. Jones), un anciano mudo y paralítico al que cuida, cuando va a por cafés o habla con Debora.

Junto a Baby, iremos conociendo a diferentes criminales, entre los que destacan Bats (Jamie Foxx, de lo mejor de la película, especialmente en V.O.), Buddy (Jon Hamm) y Darling (Eiza Gonalez), todos con diferentes grados de locura. Tenemos además en papeles más pequeños a John Bernthal (Punisher de Netflix) o Flea de los Red Hot Chili Peppers.

Pero el gran protagonista de Baby Driver no son los actores, sino la brutal B.S.O., repleta de temazos que no solo nos activan en las persecuciones, sino que resaltan los estados de ánimo del protagonista en cada momento. Hay que quitarse el sombrero ante Steven Price, autor de la música, y la elección musical de canciones de Wright.

Quizá lo menos bueno de la película son los personajes y sus historias. No os equivoqueis, la pelicula me ha gustado y me lo pasé muy bien, pero creo que Wright se centra tanto en que todas las escenas estén visual y musicalmente perfectas, que al final los personajes son casi la excusa para llegar a la siguiente persecución.

Los ladrones tienen todos un toque diferente de locura, la chica es buena buenísima y se enamora al instante de Baby, y Baby, aunque no lo hace tampoco mal, simplemente está ahí.

Está claro que no busco en este tipo de película una gran complejidad de los personajes, pero sí me hubiera gustado que alguno hubiera tenido un pequeño salto de calidad en su papel que lo convirtiera en algo más que un estereotipo. Aunque tengo claro que todos los actores se lo han pasado genial rodando esta película, que tiene chispa y trasmite frescura en cada fotograma.

Comparto a continuación el trailer de la película:

Baby Driver es una película que te recomiendo veas en pantalla grande, y si es posible, en versión original. Una película muy diferente a los blockbusters que estamos acostumbrados a ver y que significa en un soplo de aire fresco para este género.

PUNTUACIÓN: 7.5/10