Los Rose es una nueva versión del clásico de los años 80 La guerra de los Rose, basada en la novela de Warren Adler. En esta nueva versión el director Jay Roach dirige a Benedict Cumberbatch y Olivia Colman en una supuesta comedia que no me ha convencido.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
La vida parece fácil para la pareja perfecta que forman Ivy y Theo: carreras de éxito, un matrimonio feliz y unos hijos estupendos. Pero detrás de la fachada de su supuesta vida ideal, se avecina una tormenta: la carrera de Theo se desploma mientras que las ambiciones de Ivy despegan, lo que desencadena una caja de Pandora de competitividad y resentimiento ocultos… Reinterpretación del clásico de 1989 «La guerra de los Rose», basada en la novela de Warren Adler.
Mathew Jay Roach (Albuquerque, Nuevo México, 1957) es un cineasta estadounidense. Es conocido principalmente por dirigir la serie de películas Austin Powers, Meet the Parents, Dinner for Schmucks, The Campaign, Trumbo y Bombshell. Los Rose cuenta con un guion de Tony McNamara basado en la novela La guerra de los Rose, de Warren Adler. Esta novela ya tuvo una exitosa adaptación cinematográfica en 1989 que contaba con Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito como protagonistas. La película de 105 minutos de duración ha contado con un presupuesto de 19 millones de dólares y tiene fotografía de Florian Hoffmeister, el montaje es de Jon Poll y la música de Theodore Shapiro.
Benedict Cumberbatch y Olivia Colman interpretan a Theo e Ivy Rose, él arquitecto y ella una prometedora restauradora.
Hala Finley y Delaney Quinn interpretan a Hattie Rose, hija de los Rose en diferentes momentos temporales, igual que Wells Rappaport y Ollie Robinson interpretan a Roy, el hijo de la pareja. El resto del reparto lo completan Andy Samberg como Barry, amigo de los Rose, abogado de divorcio de Theo y marido de Amy (Kate McKinnon). Ncuti Gatwa interpreta a Jeffrey, gerente del restaurante de Ivy, Sunita Mani es Jane, segunda chef de Ivy, Zoë Chao hace de Sally, amiga de los Rose y esposa de Rory (Jamie Demetriou).
La guerra de los Rose es una de las películas míticas de los años 80. Tras varias película de aventuras como Tras el corazón verde o La joya del NIlo, Michael Douglas y Kathleen Turner se convirtieron en una de las parejas más conocidas de Hollywood y con mayor éxito. El cambio de verles como una pareja que vivía aventuras y se enamoraba a ser un matrimonio que termina tirándose los trastos a la cabeza por su divorcio fue un shock en su momento. Y tengo que reconocer que me acerqué a ver esta nueva versión sin acordarme de casi nada excepto su mítico final.
Esta nueva versión tenía a su favor contar con una fantástica pareja de actores como son Benedict Cumberbatch y Olivia Colman interpretando a el matrimonio formado por Theo e Ivy Rose. Cumberbatch y Colman son actorazos y me han encantado siempre que les he visto en la gran pantalla o en la pequeña. Como creía que Los Rose iba a estar bien, invité a mi madre de 82 años a que me acompañara. Y menudo chasco me me llevado. Yo y mi madre, a ella tampoco le gustó nada.
Un primer gran problema de Los Roses es que se supone que es una comedia, pero nada de lo que presenta tiene gracia. De hecho, hay varios gags a cuenta de que Ivy (Colman) sufre un problema alérgico por comer algo prohibido en el que Theo la chantajea con no darle la medicación para que se pueda recuperar a no ser que firme el contrato de divorcio. Se supone que debe ser un gag ocurrente y muy bestia, pero jamás es divertido, más bien genera un rechazo absoluto hacia el que lo hace, al ser una situación muy turbia que sólo una mente perturbada podría realizar. Y como esa hay unas cuantas. Que una película no sea divertida y produzca rechazo es un problema muy gordo, indica que el director Jay Roach ha equivocado completamente el tono y la historia.
Buscando cosas positivas, creo que en realidad Benedict Cumberbatch y Olivia Colman cumplen con lo que el director necesitaba de ellos. Lo malo es que eso significa convertirse en unas personas odiosas que se comportan de las peores formas posibles hacia su pareja.
Theo e Ivy Rose son una pareja británica que se escapa de su vida rutinaria británica para vivir una aventura en Estados Unidos. Theo es un arquitecto de éxito que ha diseñado un museo marítimo en su localidad costera de California. Ivy se dedica a cuidar de los niños y ha aparcado su pasión por la cocina hasta que Theo le compra un local para que pueda abrir su propio restaurante. Durante una tormenta, debido a una error o incompetencia de Theo, el museo queda destruido mientras que el restaurante de Ivy se llena de gente escapando de la tormenta. Una de esas personas es una crítica culinaria famosa, lo que hace que el negocio de Ivy sea un éxito fulgurante, convirtiéndose en una afamada chef que empieza a abrir restaurantes por toda California.
Theo no puede trabajar debido al destrozo a su reputación que tuvo que su edificio se cayera y a un video que le grabaron en ese momento que se hizo viral, que terminó de ridiculizarle y destruir su reputación. Por eso, la pareja hace un cambio de roles y él se queda en casa cuidando a los niños mientras ella se hace rica con sus restaurantes. Ivy se centra en los negocios y no acaba de estar de acuerdo con la forma en que Theo educa a sus hijos centrados en el ejercicio físico y la salud. Pero tampoco está en casa para cambiar nada. Los años pasan y los niños reciben un beca de estudios en Miami centrada en la actividad física, por lo que se mudan dejando sólo al matrimonio.
Aunque intentan reconducir la relación, de hecho Ivy paga la construcción de la que se supone va a ser la casa ideal de la familia que ha diseñado Theo, llega un momento de no retorno en el que Theo pide el divorcio. A pesar de poder aspirar a recibir la mitad de la fortuna de Ivy, Theo sólo quiere quedarse la casa que él diseño y construyó. Ivy, por supuesto se niega t si algo quiere es precisamente la casa. Con lo que empezará la «Guerra de los Rose» al que aludía la película de los 80. Una guerra literal con violencia física y momentos tremendos que son todo menos «graciosos». Comentaba que Cumberbatch y Colman están bien, pero lo cierto es que lo están siendo odiosos. Y claro, eso es un problema muy grande.
Y no son los únicos que caen mal. Excepto los niños que interpretan a los hijos de la pareja, que están bien y son niños encantadores, aunque obsesionados con el ejercicio físico, el resto de adultos amigos de la pareja son super repelentes y asquerosos. Aparte de estar ante una comedia que no hace gracia, todos los adultos son gente despreciable que caen mal y entran en la categoría de «ostiable». En concreto Andy Samberg como Barry y Kate McKinnon como su mujer Amy están todo el rato provocando situaciones embarazosas dicho con la peor de las connotaciones posibles.
Hay otra situación que me ha parecido lamentable. Mientras veía la película no me cuadraban varias cosas, aparte de lo odioso y perturbador de pensar que el director pensaba que las situaciones embarazosas eran remotamente divertidas. Y es el elemento WOKE, que termina de arruinar la película.
En la película de Michael Douglas y Kathleen Turner él era un abogado de éxito y ella una ama de casa. Esta película cambia los roles, sobre lo que no tengo ningún problema. Pero lo que si es un problema es que La Guerra de los Rose mostraba a los dos atacando a su pareja, pero no les calificaba previamente, haciendo lo que cada uno pensaba que es mejor para él / ella. Y en realidad, comportándose ambos de forma muy similar.
Pero esta nueva película la historia SI toma partido. Ivy es una empresaria de éxito y una cocinera magistral, mientras que Theo es un incompetente al que se le hundió un edificio diseñado por él. No se dedica a los niños por convicción sino porque no tiene otra posibilidad, mientras que ella es una mujer exitosa. Los intentos de humor desagradable giran sobre el fracaso profesional de Theo, mientras que la película nunca hace humor a costa de Ivy o sus aptitudes profesionales. La diferencia entre ambas películas es abismal. Y me ha molestado esta falta de neutralidad. De hecho, me parece tremendo.
En lo que si son iguales es en la forma en que se comportar uno con la otra y viceversa. Algo que provoca situaciones desagradables por lo mal que se tratan y lo mezquinos que son. Sin embargo, cuando llega el climax final, el que recordaba de la película original, asistimos a una situación accidental provocado de nuevo por la incompetencia de Theo. La forma en que plantean este final me rompió la cabeza para mal. Porque si al principio mostraron a un miembro de la familia siendo un incompetente, lo lógico para igualar las cosas sería que la otra cometiera el error. Pero no, la incompetencia sólo va en una dirección. De vergüenza.
Peor que no me gustara Los Rose es pensar que llevé a mi madre a verla. El vocabulario soez y sexualmente explícito tampoco ayudó a que pudiéramos conectar con la película. En el visionado de Los Nore se ha juntado una tormenta perfecta en la que todo me ha volado la cabeza para mal. Y aunque es el menor de los problemas, señalar también que Michael Douglas y Kathleen Turner eran mitos sexuales, actores guapísimos. Sin embargo, aunque Colman es una gran actriz, es lo contrario a un a una belleza. Y en realidad, cuando vamos al cine queremos ver una versión idealizada del mundo corriente con gente guapa. Cumberbatch lo es, pero está centrado en el humor a su costa, y Colman desde luego no lo es. Otra cosa que no funciona. Y van…
Comparto el trailer de Los Rose:
No me ha gustado Los Rose. Creo que su director Jay Roach equivoca todo el planteamiento y la ejecución. Aparte de plantear unos cambios que no mejoran el original.
PUNTUACIÓN: 4.5/10
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